CAPÍTULO 9

Huya de la inmoralidad sexual

Huya de la inmoralidad sexual

“Amortigüen, por lo tanto, los miembros de su cuerpo que están sobre la tierra en cuanto a fornicación, inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicial y codicia, que es idolatría” (COLOSENSES 3:5).

1, 2. ¿Qué planeó Balaam para hacer daño a los israelitas?

 IMAGINE a un pescador que va a un lugar donde sabe que encontrará los peces que busca. Escoge bien el cebo o carnada, lo coloca en el anzuelo y lo lanza al agua. Espera con paciencia y, cuando el pez muerde el anzuelo, el pescador tira con fuerza para que se le clave en la boca. Entonces lo saca del agua.

2 De cierta forma, las personas también podrían morder un anzuelo. ¿A qué nos referimos? Veamos lo que les pasó a los israelitas. Poco antes de entrar en la Tierra Prometida, acamparon en las llanuras de Moab. El rey de Moab le ofreció mucho dinero a un hombre llamado Balaam para que maldijera a Israel. Al final, Balaam planeó algo para que los israelitas pecaran y que Jehová mismo los maldijera. Para ello, escogió con cuidado el cebo: envió a unas jóvenes moabitas al campamento de los israelitas para que sedujeran a los hombres (Números 22:1-7; 31:15, 16; Apocalipsis 2:14).

3. ¿Cuál fue el resultado del plan de Balaam?

3 ¿Mordieron los israelitas el anzuelo? Sí. Miles de hombres tuvieron “relaciones inmorales con las hijas de Moab”. También empezaron a adorar a dioses falsos, entre ellos el Baal de Peor, que era un repugnante dios del sexo. El resultado fue que 24.000 israelitas murieron cuando estaban a punto de entrar en la Tierra Prometida (Números 25:1-9).

4. ¿Por qué cometieron inmoralidad miles de israelitas?

4 ¿Por qué tantos israelitas mordieron el anzuelo de Balaam? Porque fueron egoístas y solo pensaron en su propio placer. También olvidaron todo lo que Jehová había hecho por ellos. En realidad, tenían muchas razones para ser leales a Dios. Él los había liberado de la esclavitud en Egipto, los había alimentado en el desierto y los había llevado sanos y salvos hasta la entrada de la Tierra Prometida (Hebreos 3:12). Aun así, se dejaron seducir por la fornicación o inmoralidad sexual. El apóstol Pablo dijo: “Ni practiquemos fornicación, como algunos de ellos cometieron fornicación, de modo que cayeron” (1 Corintios 10:8).

5, 6. ¿Qué aprendemos de lo que les pasó a los israelitas a la entrada de la Tierra Prometida?

5 Nosotros estamos muy cerca del nuevo mundo. Así que, en cierto sentido, somos como los israelitas a la entrada de la Tierra Prometida (1 Corintios 10:11). Hoy día, el mundo está más obsesionado con el sexo que los moabitas, y esa obsesión puede influir en los siervos de Dios. De hecho, la inmoralidad sexual es el cebo que mejor le funciona al Diablo (Números 25:6, 14; 2 Corintios 2:11; Judas 4).

6 Por eso, pregúntese: “¿Prefiero disfrutar del placer por poco tiempo, o vivir feliz para siempre en el nuevo mundo? ¿Creo que vale la pena esforzarme por obedecer el mandato de Jehová: ‘Huyan de la fornicación’?” (1 Corintios 6:18).

¿QUÉ ES LA INMORALIDAD SEXUAL?

7, 8. a) ¿Qué es la inmoralidad sexual? b) ¿Por qué es la inmoralidad sexual algo tan grave?

7 Muchas personas tienen una actitud descarada y desprecian las leyes de Dios sobre el sexo. La inmoralidad sexual —o fornicación según la Biblia— se refiere a los actos sexuales entre personas que no están casadas entre sí de acuerdo con las normas bíblicas. Incluye también los actos sexuales con personas del mismo sexo o con animales. Estos actos pueden incluir relaciones sexuales, sexo oral, sexo anal y tocar los genitales de otra persona con intenciones sexuales (vea la nota 23).

8 La Biblia deja claro que alguien que practica la inmoralidad sexual no puede seguir siendo parte de la congregación (1 Corintios 6:9; Revelación 22:15). Además, la persona inmoral pierde su autoestima y la confianza de los demás. La inmoralidad siempre causa problemas, entre los que pueden estar una conciencia culpable, embarazos no deseados, tensiones en el matrimonio, enfermedades o hasta la muerte (lea Gálatas 6:7, 8). Si las personas se detuvieran a pensar en las consecuencias de la inmoralidad, probablemente no se dejarían seducir por ella. Pero muchos piensan solo en satisfacer sus deseos, y eso los lleva a dar el primer paso hacia la inmoralidad. Muchas veces, ese primer paso es la pornografía.

LA PORNOGRAFÍA ES UN PRIMER PASO

9. ¿Por qué es peligrosa la pornografía?

9 El objetivo de la pornografía es hacer que los deseos sexuales sean más intensos. Hoy día, la pornografía está en todas partes: revistas, libros, canciones, programas de televisión y también Internet. Muchas personas piensan que la pornografía es inofensiva, pero en realidad es muy peligrosa. Puede hacer que alguien se vuelva adicto al sexo y que llegue a tener deseos pervertidos. También puede llevar al vicio de la masturbación, crear problemas en el matrimonio o incluso ser una causa de divorcio (Romanos 1:24-27; Efesios 4:19; vea la nota 24).

Debemos tener cuidado al usar Internet.

10. ¿Cómo nos ayuda a evitar la inmoralidad el principio que encontramos en Santiago 1:14, 15?

10 Es importante que entendamos el proceso que puede llevarnos a cometer inmoralidad sexual. Fijémonos en la advertencia que aparece en Santiago 1:14, 15: “Cada uno es probado al ser provocado y cautivado por su propio deseo. Entonces el deseo, cuando se ha hecho fecundo, da a luz el pecado; a su vez, el pecado, cuando se ha realizado, produce la muerte”. Por lo tanto, rechace los malos pensamientos de inmediato, antes de que se transformen en malos deseos que influyan en su vida. Si por casualidad ve imágenes eróticas, mire para otro lado, apague la computadora o cambie de canal. De lo contrario, los malos deseos pueden hacerse tan fuertes que le resulte muy difícil controlarlos (lea Mateo 5:29, 30).

11. ¿Cómo puede ayudarnos Jehová a vencer los pensamientos inmorales?

11 Jehová nos conoce mejor que nosotros mismos. Así que conoce todas nuestras debilidades. Pero también sabe que podemos vencer los malos deseos. Él nos dice: “Amortigüen [o den muerte a], por lo tanto, los miembros de su cuerpo que están sobre la tierra en cuanto a fornicación, inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicial y codicia, que es idolatría” (Colosenses 3:5). Obedecer este mandato no es fácil, pero Jehová es paciente con nosotros y nos ayudará (Salmo 68:19). En la adolescencia, un cristiano cayó en el vicio de la pornografía y la masturbación. Sus compañeros de clase veían esas cosas como algo normal en esa etapa de la vida. Pero él dijo: “Me manchó la conciencia y me arrastró a una vida inmoral”. Se dio cuenta de que debía controlar sus deseos y logró vencer ese vicio con la ayuda de Jehová. Si usted tiene pensamientos inmorales, pídale a Jehová que le dé “el poder que es más allá de lo normal” para mantener la mente limpia (2 Corintios 4:7; 1 Corintios 9:27).

12. ¿Por qué debemos proteger el corazón?

12 Salomón escribió: “Más que todo lo demás que ha de guardarse, salvaguarda tu corazón, porque procedentes de él son las fuentes de la vida” (Proverbios 4:23). El “corazón” es la persona que somos en el interior, y en eso se fija Jehová. Lo que miramos puede influir mucho en nosotros. El fiel Job dijo: “Un pacto he celebrado con mis ojos. Por eso, ¿cómo pudiera mostrarme atento a una virgen?” (Job 31:1). Igual que Job, tenemos que controlar lo que miramos y lo que pensamos. También le pedimos a Jehová lo mismo que un escritor bíblico: “Haz que mis ojos pasen adelante para que no vean lo que es inútil” (Salmo 119:37).

LA MALA DECISIÓN DE DINA

13. ¿Qué clase de amigos escogió Dina?

13 Los amigos pueden influir mucho en nosotros, para bien o para mal. Si usted escoge amigos que obedecen las normas de Dios, ellos lo ayudarán a hacer lo mismo (Proverbios 13:20; lea 1 Corintios 15:33). Lo que le pasó a Dina nos enseña lo importante que es escoger bien a los amigos. Ella era una de las hijas de Jacob, así que se crió en una familia que adoraba a Jehová. Dina no era una persona inmoral, pero se hizo muy amiga de unas jóvenes de Canaán. Como los cananeos no adoraban a Jehová, no veían el sexo igual que los siervos de Dios. De hecho, eran conocidos por su conducta inmoral (Levítico 18:6-25). Mientras Dina estaba con sus amigas, conoció a un joven cananeo llamado Siquem, que se sintió atraído por ella. Siquem “era el más honorable” de su familia, pero no amaba a Jehová (Génesis 34:18, 19).

14. ¿Qué le pasó a Dina?

14 Siquem hizo algo que le pareció normal y adecuado. Como se sentía atraído por Dina, “la tomó y se acostó con ella y la violó” (lea Génesis 34:1-4). Este terrible acto fue el inicio de una serie de sucesos que causaron mucho dolor a Dina y a toda su familia (Génesis 34:7, 25-31; Gálatas 6:7, 8).

15, 16. ¿Cómo podemos hacernos sabios?

15 No tenemos que cometer los mismos errores que Dina para saber que las normas morales de Jehová son buenas para nosotros. Proverbios 13:20 dice: “El que está andando con personas sabias se hará sabio, pero al que está teniendo tratos con los estúpidos le irá mal”. Póngase la meta de entender bien “lo que es bueno” a la vista de Jehová, y así se evitará sufrimientos innecesarios (Proverbios 2:6-9; Salmo 1:1-3).

16 Para hacernos sabios, debemos estudiar la Biblia, orar a Jehová antes de tomar decisiones y poner en práctica los consejos del esclavo fiel y discreto (Mateo 24:45; Santiago 1:5). Es fácil reconocer que todos somos imperfectos y débiles (Jeremías 17:9). Pero ¿cómo reaccionaría usted si alguien le advirtiera que corre el peligro de cometer inmoralidad sexual? ¿Se ofendería, o sería humilde y aceptaría la ayuda? (2 Reyes 22:18, 19).

17. Mencione un ejemplo que muestre que el consejo de otro cristiano puede ayudarnos.

17 Imagine la siguiente situación. Uno de los compañeros de trabajo de una hermana empieza a tratarla de manera especial y la invita a salir. Aunque él no sirve a Jehová, parece amable y simpático. Otra cristiana los ve juntos y más tarde habla con la hermana para advertirle del peligro. ¿Cómo reaccionará ella? ¿Intentará justificarse, o se dará cuenta de que es una sabia advertencia? Seguro que ella ama a Jehová y quiere hacer lo correcto. Pero, si sigue saliendo con ese hombre, ¿está huyendo de la inmoralidad sexual, o más bien está confiando “en su propio corazón”? (Proverbios 22:3; 28:26; Mateo 6:13; 26:41).

APRENDAMOS DEL EJEMPLO DE JOSÉ

18, 19. ¿Qué hizo José para huir de la inmoralidad?

18 Durante su juventud, José fue esclavo en Egipto. Día tras día, la esposa de su amo le pedía que tuviera relaciones sexuales con ella, pero José sabía que eso estaba mal. Él amaba a Jehová y quería agradarle, así que la rechazaba cada vez que ella trataba de seducirlo. Como José era un esclavo, no podía irse a trabajar a otro lugar. Un día, la mujer trató de obligarlo a tener relaciones con ella, así que él huyó y salió de la casa (lea Génesis 39:7-12).

19 Tal vez la situación hubiera sido muy diferente si José hubiera tenido pensamientos inmorales o hubiera estado pensando todo el tiempo en aquella mujer. Pero su relación con Jehová era lo más importante para él. Le dijo a la mujer: “Mi amo [...] no ha retenido de mí cosa alguna salvo a ti, porque eres su esposa. Así es que, ¿cómo podría yo cometer esta gran maldad y realmente pecar contra Dios?” (Génesis 39:8, 9).

20. ¿Por qué sabemos que Jehová estaba contento con José?

20 Aunque José estaba lejos de su hogar y de su familia, siempre fue leal a Dios, y por eso Jehová lo bendijo (Génesis 41:39-49). Jehová se sintió muy contento al ver la lealtad de José (Proverbios 27:11). Es cierto que puede ser difícil rechazar la inmoralidad, pero recordemos estas palabras: “Oh amadores de Jehová, odien lo que es malo. Él está guardando las almas de los que le son leales; de la mano de los inicuos los libra” (Salmo 97:10).

21. ¿Cómo imitó a José un joven cristiano?

21 Todos los días, los siervos de Jehová demuestran con valor que odian lo malo y aman lo bueno (Amós 5:15). Sin importar la edad que usted tenga, puede ser leal a Jehová. Un joven cristiano se enfrentó a una situación difícil en la escuela. Una compañera le dijo que tendría relaciones sexuales con él si la ayudaba durante un examen de matemáticas. ¿Qué hizo este joven? Imitó a José. Él mismo explica: “Me negué de inmediato. Al mantenerme fiel a mis principios, no perdí mi dignidad”. El placer que produce la inmoralidad dura poco y casi siempre acaba en dolor y remordimientos de conciencia (Hebreos 11:25). En cambio, la obediencia a Jehová siempre trae felicidad duradera (Proverbios 10:22).

PERMITA QUE JEHOVÁ LO AYUDE

22, 23. ¿Qué ayuda nos da Jehová si cometemos un pecado grave?

22 Satanás intentará hacernos caer en la trampa de la inmoralidad sexual, y esta puede ser una prueba muy difícil. Todos podemos tener algún pensamiento malo de vez en cuando (Romanos 7:21-25). Jehová nos entiende y “se acuerda de que somos polvo” (Salmo 103:14). Entonces, ¿qué puede hacer un cristiano que comete inmoralidad sexual? Aunque se trata de un pecado grave, no está todo perdido. Si se arrepiente de verdad, Jehová lo ayudará, pues él está “listo para perdonar” (Salmo 86:5; Santiago 5:16; lea Proverbios 28:13).

23 Los ancianos son un regalo de Jehová, porque nos cuidan con amor (Efesios 4:8, 12; Santiago 5:14, 15). Ellos pueden ayudarnos a recuperar nuestra amistad con Dios (Proverbios 15:32).

TENGA BUEN JUICIO

24, 25. ¿Qué significa tener buen juicio, y cómo nos ayuda a evitar la inmoralidad?

24 Para tomar buenas decisiones, debemos entender que las normas de Jehová nos benefician. No queremos ser como el joven del que habla Proverbios 7:6-23. Como era “falto de corazón”, es decir, no tenía buen juicio, cayó en la trampa de la inmoralidad sexual. Tener buen juicio no solo significa ser inteligente, sino esforzarse por comprender la manera de pensar de Dios y ponerla en práctica. Recuerde estas sabias palabras: “El que adquiere corazón [o buen juicio] ama su propia alma. El que guarda el discernimiento va a hallar el bien” (Proverbios 19:8).

25 ¿Está usted convencido de que las normas de Dios son las mejores y de que si las obedece será feliz? (Salmo 19:7-10; Isaías 48:17, 18). Si no está seguro, piense en todas las cosas buenas que Jehová ha hecho por usted. La Biblia dice: “Gusten y vean que Jehová es bueno” (Salmo 34:8). Mientras más medite en todo lo que Jehová ha hecho por usted, más lo amará. Ame lo que él ama y odie lo que él odia. Llene su mente de pensamientos buenos, es decir, de cosas que sean verdaderas, justas, puras, amables y decentes (Filipenses 4:8, 9). Podemos ser como José, que se benefició de los sabios principios de Jehová (Isaías 64:8).

26. ¿Qué veremos en los siguientes dos capítulos?

26 Jehová quiere que disfrutemos de la vida y seamos felices, estemos casados o no. En los siguientes dos capítulos, veremos qué puede ayudarnos a tener un matrimonio feliz.