ARTÍCULO DE ESTUDIO 30
Sigamos andando en la verdad
“Nada me da más alegría que oír que mis hijos siguen andando en la verdad” (3 JUAN 4).
CANCIÓN 32 ¡Firmes y constantes!
AVANCE *
1. ¿Qué nos hace felices, como muestra 3 Juan 3, 4?
¿NOS imaginamos lo feliz que se sintió el apóstol Juan cuando oyó que los cristianos a quienes ayudó a conocer la verdad seguían fieles a Jehová? Para Juan, esos cristianos leales eran como sus hijos. Puesto que tenían muchos problemas, el apóstol hizo todo lo que pudo por fortalecer su fe. Nosotros también nos sentimos felices cuando nuestros hijos, sean físicos o espirituales, le dedican su vida a Jehová y continúan sirviéndole (lea 3 Juan 3, 4).
2. ¿Con qué objetivo escribió Juan sus tres cartas?
2 En el año 98, Juan probablemente vivía en la ciudad de Éfeso o cerca de ella. Puede que se haya mudado allí después de haber estado preso en la isla de Patmos. Por ese entonces, el espíritu santo de Jehová lo impulsó a escribir tres cartas. El objetivo de las cartas era animar a los cristianos leales a mantener la fe en Jesús y a seguir andando en la verdad.
3. ¿Qué cuestiones responderemos en este artículo?
3 En aquel tiempo, Juan era el único apóstol que quedaba vivo y estaba preocupado por la mala influencia que estaban ejerciendo los falsos maestros en las congregaciones (1 Juan 2:18, 19, 26). * Estos apóstatas afirmaban conocer a Dios, pero no respetaban sus mandatos. En este artículo, analizaremos los consejos que dio Juan y responderemos tres cuestiones: qué significa andar en la verdad, qué obstáculos enfrentamos y cómo ayudarnos unos a otros a seguir en la verdad.
QUÉ SIGNIFICA ANDAR EN LA VERDAD
4. Según 1 Juan 2:3-6 y 2 Juan 4, 6, ¿qué debemos hacer para andar en la verdad?
4 Para andar en la verdad, primero debemos conocer la verdad, que está en la Palabra de Dios, la Biblia. Además, debemos obedecer los mandamientos de Jehová (lea 1 Juan 2:3-6; 2 Juan 4, 6). Jesús puso el ejemplo perfecto en este asunto. Así que una manera importante de obedecer a Jehová es seguir los pasos de Jesús lo más fielmente posible (Juan 8:29; 1 Ped. 2:21).
5. ¿De qué debemos estar convencidos?
5 Para seguir andando en la verdad, debemos estar convencidos de que Jehová es el Dios de la verdad y de que, por lo tanto, todo lo que nos dice en su Palabra es cierto. También debemos estar convencidos de que Jesús es el Mesías prometido. Hoy día, muchas personas no creen que Jesús fue ungido para ser el Rey del Reino de Dios. Juan advirtió que había “muchos impostores”, que podían engañar a los que no estuvieran convencidos de la verdad sobre Jehová y Jesús (2 Juan 7-11). Juan escribió: “¿Quién es el mentiroso? ¿No es el que niega que Jesús es el Cristo?” (1 Juan 2:22). La única forma de evitar que nos engañen es estudiando la Palabra de Dios. Solo así llegaremos a conocer a Jehová y a Jesús (Juan 17:3). Y solo entonces estaremos convencidos de que tenemos la verdad.
QUÉ OBSTÁCULOS ENFRENTAMOS
6. ¿Qué obstáculo afrontan los jóvenes cristianos?
6 Todos los cristianos debemos cuidarnos para que no nos engañen las ideas humanas (1 Juan 2:26). Quienes más deben tener cuidado con esta trampa son los jóvenes cristianos. Alexia, * una hermana francesa de 25 años, dice: “Cuando estaba en la escuela, estudié la evolución y otras filosofías humanas. Estas ideas hicieron que dudara de la verdad. A veces me parecían interesantes. Pero pensé que no podía limitarme a escuchar lo que me enseñaban en clase sin darle a Jehová la oportunidad de hablar”. Alexia estudió el libro La vida... ¿cómo se presentó aquí? ¿Por evolución, o por creación? En cuestión de semanas, habían desaparecido sus dudas. Recuerda: “Me convencí a mí misma de que la Biblia tiene la verdad. Y me di cuenta de que respetar sus normas me haría feliz y me daría paz”.
7. ¿Contra qué tentación debemos luchar, y por qué?
7 Todos los cristianos, seamos jóvenes o mayores, debemos luchar contra la tentación de llevar una doble vida. Juan se refirió a esto cuando señaló que no podemos andar en la verdad y al mismo tiempo vivir una vida inmoral (1 Juan 1:6). Si queremos contar con la aprobación de Dios ahora y en el futuro, debemos comportarnos como si todo el mundo viera lo que hacemos. En realidad, no existen los pecados secretos, pues Jehová lo ve todo (Heb. 4:13).
8. ¿Qué debemos rechazar?
8 También debemos rechazar la actitud del mundo hacia el pecado. El apóstol Juan escribió: “Si decimos ‘No tenemos pecado’, nos estamos engañando a nosotros mismos” (1 Juan 1:8). En los días de Juan, los apóstatas opinaban que una persona podía pecar a sabiendas y aun así seguir siendo amiga de Dios. Hoy muchos piensan igual. Afirman creer en Dios, pero no aceptan lo que él dice sobre el pecado, especialmente en temas de sexo. Lo que Jehová llama pecado, la gente lo llama preferencia personal o estilo de vida alternativo.
9. ¿Cómo les beneficia a los jóvenes vivir de acuerdo con sus convicciones bíblicas?
9 Los jóvenes cristianos, sobre todo, pueden verse tentados a imitar la opinión de sus compañeros de trabajo o de escuela sobre la conducta inmoral. Este fue el caso de un Testigo llamado Aleksandar. Él recuerda: “Algunas chicas en la escuela intentaban presionarme para que tuviera sexo con ellas. Decían que, como no tenía novia, debía de ser homosexual”. Quizás tú, joven, te enfrentes a pruebas parecidas. En tal caso, recuerda que, cuando vives de acuerdo con tus convicciones bíblicas, proteges tu dignidad, tu salud, tu bienestar emocional y tu amistad con Jehová. Y, cuantas más tentaciones resistas, más fácil será para ti hacer lo correcto. No olvides que Satanás está detrás del criterio torcido de este mundo sobre el sexo. Así que, cuando te niegas a pensar como las personas de este mundo, vences al Maligno (1 Juan 2:14).
10. ¿Cómo nos ayuda 1 Juan 1:9 a servir a Jehová con la conciencia limpia?
10 Sabemos que Jehová tiene el derecho de decir qué cosas son pecado. Y nos esforzamos al máximo por evitarlas. Pero, cuando pecamos, se lo confesamos en oración (lea 1 Juan 1:9). Y, si se trata de un pecado grave, buscamos la ayuda de los ancianos, pues Jehová los ha nombrado para que nos cuiden (Sant. 5:14-16). Ahora bien, no deberíamos permitir que los sentimientos de culpa por errores pasados nos aplasten. ¿Por qué no? Porque nuestro cariñoso Padre dio el sacrificio de su Hijo para que se nos puedan perdonar los pecados. Cuando Jehová dice que perdonará a los pecadores arrepentidos, cumple su palabra. Así que podemos servirle con la conciencia limpia (1 Juan 2:1, 2, 12; 3:19, 20).
11. ¿Cómo podemos impedir que dañe nuestra fe lo que dicen los apóstatas?
11 Hay algo más que debemos rechazar: lo que dicen los apóstatas. Desde que se formó la congregación cristiana, el Diablo se ha valido de muchos individuos para sembrar dudas en la mente de los siervos fieles de Dios. Por tal razón, debemos saber distinguir entre una verdad y una mentira. * Nuestros enemigos pueden usar Internet y las redes sociales para intentar debilitar nuestra confianza en Jehová y el amor que les tenemos a los hermanos. Rechacemos esas mentiras, pues vienen de Satanás (1 Juan 4:1, 6; Apoc. 12:9).
12. ¿Por qué debemos fortalecer nuestra fe en las verdades que hemos aprendido?
12 Si queremos resistir los ataques de Satanás, debemos fortalecer nuestra confianza en Jesús y en la función que cumple en el propósito de Dios. También debemos confiar en el esclavo fiel y prudente, el único canal que Jehová usa hoy para dirigir su organización (Mat. 24:45-47). Con el estudio regular de la Palabra de Dios, esa confianza se fortalecerá y nuestra fe llegará a ser como un árbol con raíces profundas. Pablo mencionó esta idea cuando les escribió a los colosenses: “Tal como han aceptado a Cristo Jesús el Señor, sigan andando en unión con él, siendo arraigados en él, edificados sobre él y estabilizados en la fe” (Col. 2:6, 7). Si nuestra fe es así de sólida, nada de lo que hagan Satanás o los que se dejan influir por él logrará desestabilizarnos (2 Juan 8, 9).
13. ¿Qué sabemos los cristianos, y por qué?
13 Sabemos que el mundo va a odiarnos (1 Juan 3:13). Juan nos recuerda que “el mundo entero está bajo el poder del Maligno” (1 Juan 5:19). El fin de este sistema está cada vez más cerca, así que Satanás está cada vez más furioso (Apoc. 12:12). No solo nos ataca por medios sutiles, como la inmoralidad y las mentiras de los apóstatas, sino que también usa la fuerza. Él sabe que le queda poco tiempo, por eso intenta más y más detener la predicación o destruir nuestra fe. No nos extraña, pues, que en algunos países se restrinja o incluso prohíba nuestra obra. Aun así, nuestros hermanos en esos lugares siguen aguantando. Demuestran que, sin importar lo que el Diablo nos haga, podemos mantenernos fieles.
CÓMO AYUDARNOS UNOS A OTROS A SEGUIR EN LA VERDAD
14. ¿Cuál es una forma de ayudar a los hermanos a seguir en la verdad?
14 Podemos ayudar a los hermanos a seguir en la verdad siendo compasivos (1 Juan 3:10, 11, 16-18). Debemos amarnos unos a otros en las buenas y en las malas. Por ejemplo, ¿conocemos a algún hermano que ha perdido a un ser querido y necesita consuelo o algún tipo de ayuda? ¿Nos hemos enterado de que debido a un desastre natural los hermanos necesitan ayuda para reconstruir sus Salones del Reino o sus hogares? El verdadero amor y compasión por nuestros hermanos lo demostraremos sobre todo con actos, no solo con palabras.
15. ¿Qué debemos hacer, de acuerdo con 1 Juan 4:7, 8?
15 Cuando nos mostramos amor unos a otros, imitamos a nuestro cariñoso Padre celestial (lea 1 Juan 4:7, 8). Una forma importante de mostrar amor es perdonando a los demás. Por ejemplo, si alguien nos hiere, el amor nos llevará a perdonarlo y olvidar lo que hizo (Col. 3:13). Veamos lo que le pasó a un hermano llamado Aldo. Se sintió muy ofendido cuando escuchó que un hermano a quien respetaba hizo un comentario hiriente sobre las personas de su cultura. Aldo dice: “Le pedía a Jehová una y otra vez que me ayudara a no ver con malos ojos a este hermano”. Pero hizo algo más: lo invitó a salir a predicar. Entonces, le explicó cómo se sentía. Cuenta: “Cuando entendió cómo me hizo sentir su comentario hiriente, se disculpó. Por su tono de voz me di cuenta de que lo lamentaba de corazón. Hicimos las paces y olvidamos lo que pasó”.
16, 17. ¿A qué debemos resolvernos?
16 El apóstol Juan amaba mucho a sus hermanos y se interesaba en su bienestar espiritual. Ese sentimiento se refleja con claridad en los consejos que dio en las tres cartas que escribió por inspiración. Cuánto nos anima saber que los hombres y mujeres que irán al cielo a gobernar con Cristo tienen la misma clase de sentimientos que tenía Juan (1 Juan 2:27).
17 Tomemos en serio los consejos que hemos analizado. Resolvámonos a andar en la verdad y a obedecer a Jehová en todo lo que hagamos. Estudiemos su Palabra y confiemos en ella. Fortalezcamos nuestra fe en Jesús. Rechacemos las ideas humanas y lo que dicen los apóstatas. Luchemos contra la tentación de llevar una doble vida y ceder al pecado. Dejémonos guiar por las elevadas normas morales de Jehová. Y ayudemos a nuestros hermanos a mantenerse fuertes perdonando a los que nos ofenden y ayudando a los que lo necesitan. Entonces, sin importar las batallas que tengamos que luchar, seguiremos andando en la verdad.
CANCIÓN 48 Caminemos diariamente con Jehová
^ párr. 5 El mundo en el que vivimos está controlado por Satanás, el padre de la mentira. Por tal razón, no es nada fácil andar en la verdad. Lo mismo les pasaba a los cristianos que vivieron a finales del siglo primero. A fin de ayudarlos a ellos y a nosotros, Jehová inspiró al apóstol Juan para que escribiera tres cartas. Estas nos ayudarán a identificar los obstáculos que se nos presentan y a saber cómo hacerles frente.
^ párr. 3 Vea el recuadro “ Las cartas de Juan en su contexto”.
^ párr. 6 Se han cambiado algunos nombres.
^ párr. 11 Vea el artículo de estudio “¿Tenemos todos los datos?”, de La Atalaya de agosto de 2018.
^ párr. 59 DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN: En la escuela, una joven cristiana se ve bombardeada por propaganda homosexual (en algunas culturas, los colores del arcoíris se usan como símbolo de la homosexualidad). Luego, saca tiempo para investigar y fortalecer sus creencias cristianas. Esto la ayuda a afrontar una situación difícil relacionada con el tema.
LA ATALAYA (EDICIÓN DE ESTUDIO)