ARTÍCULO DE ESTUDIO 23
Tengamos cuidado para que nadie nos atrape
“Cuidado: quizás haya alguien que se los lleve como presa suya mediante la filosofía y el vano engaño según la tradición de los hombres” (COL. 2:8).
CANCIÓN 37 La Palabra inspirada de Dios
AVANCE *
1. Según Colosenses 2:4, 8, ¿cómo intenta Satanás controlar nuestra mente?
SATANÁS quiere que le demos la espalda a Jehová. Para lograrlo, trata de influir en nuestra manera de pensar. En realidad, intenta controlar nuestra mente para que pensemos como él quiere. Utiliza nuestros deseos a fin de engañarnos y convencernos de que lo sigamos a él (lea Colosenses 2:4, 8).
2, 3. a) ¿Por qué debemos hacer caso de la advertencia de Colosenses 2:8? b) ¿Qué vamos a ver en este artículo?
2 ¿De verdad es grave el peligro de que Satanás nos engañe? Por supuesto que sí. Recordemos que Pablo no escribió la advertencia de Colosenses 2:8 a quienes no eran cristianos, sino a cristianos ungidos con espíritu santo (Col. 1:2, 5). Ellos estaban en peligro entonces, y nosotros lo estamos aún más hoy día (1 Cor. 10:12). ¿Por qué? Porque Satanás fue arrojado a la Tierra y su objetivo es extraviar a los siervos leales de Dios (Apoc. 12:9, 12, 17). Además, vivimos en un tiempo en el que los hombres malvados e impostores van “de mal en peor” (2 Tim. 3:1, 13).
3 En este artículo, vamos a ver cómo intenta Satanás influir en nuestro modo de pensar utilizando “el vano engaño”, esto es, razonamientos falsos y vacíos. Identificaremos tres “maquinaciones” o “artimañas” que usa (Efes. 6:11; nota). En el siguiente artículo, analizaremos cómo contrarrestar los efectos negativos de sus tácticas en nuestra forma de pensar. Pero veamos primero cómo engañó Satanás a los israelitas después de que entraron en la Tierra Prometida y qué podemos aprender de ello.
SATANÁS LOS TENTÓ A COMETER IDOLATRÍA
4-6. Según Deuteronomio 11:10-15, ¿qué cambios en el modo de cultivar la tierra tuvieron que hacer los israelitas cuando se establecieron en la Tierra Prometida?
4 Con astucia, Satanás tentó a los israelitas a cometer idolatría. Para ello, se valió de la necesidad que tenían de conseguir alimento. Cuando entraron en la Tierra Prometida, tuvieron que aprender una nueva manera de cultivar la tierra. En Egipto, regaban los campos con el agua que sacaban del río Nilo. Pero en la Tierra Prometida no había un río caudaloso del que sacar el agua de riego, sino que se utilizaba el rocío y el agua que caía en la época de lluvias (lea Deuteronomio 11:10-15; Is. 18:4, 5). Por lo tanto, los israelitas debían aprender nuevos métodos de cultivo. Y no iba a ser fácil, pues la mayoría de los que tenían experiencia en las labores agrícolas habían muerto en el desierto.
5 Jehová les señaló que las circunstancias habían cambiado. Luego les dio una advertencia que a primera vista puede parecer que no tenía relación con la agricultura. Dijo: “Cuídense por temor de que su corazón sea atraído seductoramente, y de veras se desvíen y adoren a otros dioses y se inclinen ante ellos” (Deut. 11:16, 17). ¿Por qué les advirtió que no adoraran a dioses falsos mientras les hablaba sobre nuevos métodos agrícolas?
6 Jehová sabía que los israelitas se sentirían tentados a aprender de los pueblos paganos vecinos algunas técnicas para cultivar la tierra. Es verdad que los cananeos tenían mucha más experiencia que los siervos de Dios y que estos podrían aprender de ellos. Pero había un peligro. Las ideas de los cananeos estaban influidas por su creencia en Baal, a quien consideraban el dueño del cielo, quien les daba las lluvias. Jehová no quería que esas creencias falsas engañaran a los israelitas. Sin embargo, una y otra vez ellos decidieron adorar a Baal (Núm. 25:3, 5; Juec. 2:13; 1 Rey. 18:18). ¿Cómo logró Satanás atrapar a Israel? Veamos.
TRES TÁCTICAS QUE SATANÁS UTILIZÓ PARA ATRAPAR A LOS ISRAELITAS
7. ¿Cómo se puso a prueba la fe de los israelitas cuando entraron en la Tierra Prometida?
7 Lo primero que hizo Satanás fue aprovecharse del deseo normal de que lloviera y se regaran los campos. En la Tierra Prometida, llovía muy poco desde finales de abril hasta septiembre. Las buenas cosechas dependían de las lluvias que solían empezar hacia el mes de octubre. Las naciones vecinas de Israel pensaban que era necesario llevar a cabo determinados ritos para que los dioses les dieran la lluvia que tanto necesitaban. Satanás hizo creer a los israelitas que su vida y su prosperidad dependían de que adoptaran esas costumbres paganas. Los que no tenían fe en Jehová creyeron que esa era la única manera de evitar que hubiera largas sequías, así que realizaron ritos paganos en honor de Baal.
8. ¿Qué segunda táctica usó Satanás? Explique cómo la utilizó.
8 Satanás también apeló a los deseos carnales de los israelitas. Los ritos religiosos de las naciones paganas incluían repugnantes actos inmorales, entre ellos la prostitución de mujeres y hombres en los templos. Aquellas naciones no solo toleraban la homosexualidad y otras formas de inmoralidad sexual, sino que las consideraban normales (Deut. 23:17, 18; 1 Rey. 14:24). Creían que todo esto servía para que los dioses hicieran que la tierra fuera fértil. Muchos israelitas se sintieron atraídos por estos ritos inmorales paganos y se pusieron a servir a dioses falsos. En realidad, dejaron que Satanás los atrapara.
9. De acuerdo con lo que dice Oseas 2:16, 17, ¿cómo oscureció Satanás la identidad de Jehová?
9 Satanás usó una tercera táctica: oscureció la identidad de Jehová. En los días del profeta Jeremías, Jehová señaló que los falsos profetas hicieron que los israelitas olvidaran su nombre por Baal (Jer. 23:27). Según parece, los israelitas dejaron de usar el nombre de Dios y lo sustituyeron por el de Baal, que significa “dueño” o “amo”. De este modo, en la mente de los siervos de Dios se borró la diferencia entre Jehová y Baal, lo que facilitó que mezclaran los ritos de adoración a Baal con la adoración a Jehová (lea Oseas 2:16, 17 y la nota).
LAS TÁCTICAS QUE USA SATANÁS HOY DÍA
10. ¿Qué tácticas usa hoy día Satanás?
10 Satanás usa hoy día las mismas tácticas que entonces. Atrapa a la gente apelando a los deseos naturales, fomentando la inmoralidad sexual y oscureciendo la identidad de Jehová. Empecemos primero por esta última táctica.
11. ¿Cómo ha oscurecido Satanás la identidad de Jehová?
11 Satanás oscurece la identidad de Jehová. Tras la muerte de los apóstoles de Jesús, algunos supuestos cristianos empezaron a difundir enseñanzas falsas (Hech. 20:29, 30; 2 Tes. 2:3). Estos apóstatas comenzaron a oscurecer la identidad del único Dios verdadero. Por ejemplo, dejaron de usar el nombre divino en la Biblia y lo sustituyeron por “Señor” o por otros títulos. Debido a ello, al lector de la Biblia se le hacía difícil distinguir a Jehová de los demás “señores” que se mencionan en las Santas Escrituras (1 Cor. 8:5). Utilizaron el mismo término, “Señor”, para referirse tanto a Jehová como a Jesús, lo que dificultó entender que Dios y su Hijo son personas diferentes con posiciones distintas (Juan 17:3). Esta confusión contribuyó al desarrollo de la trinidad, una doctrina que la Biblia no enseña. Como consecuencia, muchos consideran que a Dios no se le puede conocer y que su identidad es un misterio. ¡Qué gran mentira! (Hech. 17:27).
12. a) ¿Qué ha fomentado la religión falsa? b) ¿Cuáles han sido los resultados, como se indica en Romanos 1:28-31?
12 Satanás apela a los deseos de la carne. En los días del antiguo Israel, Satanás usó la religión falsa para fomentar la inmoralidad sexual. Hoy hace lo mismo. La religión falsa tolera la conducta inmoral y hasta intenta que parezca normal. Por lo tanto, muchos que dicen servir a Dios han abandonado sus claras normas morales. ¿Cuáles han sido los resultados? El apóstol Pablo los mencionó en la carta que escribió a los romanos (lea Romanos 1:28-31). Entre “las cosas que no son apropiadas” está todo tipo de inmoralidad sexual, incluida la homosexualidad (Rom. 1:24-27, 32; Apoc. 2:20). Sin duda, es muy importante que obedezcamos las claras enseñanzas de la Biblia.
13. ¿Qué otra táctica usa Satanás?
13 Satanás se aprovecha de los deseos naturales. Es normal que deseemos conseguir el sustento para nosotros y nuestra familia. Y queremos conseguir la preparación necesaria para ello (1 Tim. 5:8). ¿Cómo lo hacemos? Por regla general, yendo a la escuela y siendo buenos estudiantes. Pero debemos tener cuidado. En muchos países, el sistema educativo no solo enseña a los alumnos cosas útiles para su vida, sino también filosofías humanas. Se les anima a poner en duda la existencia de Dios y a despreciar la Biblia. Se les dice que la teoría de la evolución es la única explicación inteligente sobre el origen de la vida (Rom. 1:21-23). Estas ideas están en contra de “la sabiduría de Dios” (1 Cor. 1:19-21; 3:18-20).
14. ¿Qué fomentan las filosofías del hombre?
14 Las filosofías del hombre dejan de lado o contradicen las justas normas divinas. No fomentan el fruto del espíritu de Dios, sino “las obras de la carne” (Gál. 5:19-23). Producen orgullo y arrogancia, de modo que la gente se hace amadora de sí misma (2 Tim. 3:2-4). Estas características son contrarias al espíritu manso y humilde que Jehová quiere que tengamos (2 Sam. 22:28). ¿Qué les ha ocurrido a algunos cristianos que han hecho carreras universitarias? Que las ideas de los hombres, no las de Dios, han moldeado su mente. Veamos un ejemplo.
15, 16. ¿Qué aprendemos de lo que le ocurrió a una hermana?
15 Una hermana que lleva más de quince años en el servicio de tiempo completo cuenta: “Yo era Testigo bautizada, y había leído y oído sobre los peligros de los estudios universitarios. Pero no hice caso. Pensé que esos consejos no eran para mí”. ¿Qué problemas tuvo? Reconoce: “Mis estudios me exigían tanto tiempo y esfuerzo que estaba muy ocupada para hablar con Jehová en oración como hacía antes; tan agotada que no disfrutaba de hablar de la Biblia en la predicación, y demasiado cansada como para prepararme bien para las reuniones. Me di cuenta de que estar tan envuelta en los estudios universitarios estaba perjudicando mi amistad con Jehová. Menos mal que en ese momento entendí que debía dejarlos. Y así lo hice”.
16 ¿Qué efecto tuvieron estos estudios en su modo de pensar? Ella responde: “Me avergüenza reconocer que la universidad me enseñó a ser crítica con los demás, en especial con los hermanos; a exigirles demasiado, y a alejarme de ellos. Me llevó mucho tiempo corregir todo esto. Esta experiencia me mostró lo peligroso que es pasar por alto las advertencias que nos da nuestro Padre celestial mediante su organización. Jehová me conocía mejor que yo misma. ¡Cuántos problemas me hubiera ahorrado si le hubiera obedecido!”.
17. a) ¿Cuál debe ser nuestra resolución? b) ¿De qué tratará el siguiente artículo?
17 Que nuestra resolución sea no dejar nunca que se nos atrape “mediante la filosofía y el vano engaño” del mundo de Satanás. Protejámonos sin cesar de sus tácticas (1 Cor. 3:18; 2 Cor. 2:11). No permitamos jamás que él nos haga olvidar quién es Jehová y cómo quiere que le sirvamos. Obedezcamos sus elevadas normas morales. Y no dejemos que el Diablo logre que pasemos por alto los consejos divinos. Ahora bien, ¿qué podemos hacer si nos damos cuenta de que ya han influido en nosotros las ideas del mundo? El siguiente artículo mostrará cómo puede ayudarnos la Palabra de Dios a derrumbar incluso ideas y costumbres “fuertemente atrincheradas” (2 Cor. 10:4, 5).
CANCIÓN 27 ¡Ponte del lado de Jehová!
^ párr. 5 Satanás es un experto en engañar a la gente. Ha hecho creer a muchos que son libres, cuando en realidad están bajo su control. Este artículo analizará algunas tácticas que utiliza para engañar a las personas.
^ párr. 48 DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. Los cananeos tientan a los israelitas a adorar a Baal junto con ellos y a practicar inmoralidad.
^ párr. 51 DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. Un anuncio de una iglesia que tolera la homosexualidad.
^ párr. 53 DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. Una joven cristiana asiste a la universidad. Las ideas de la profesora de que la ciencia y la tecnología pueden resolver todos los problemas de la humanidad los cautivan a ella y a sus compañeros. Luego, en el Salón del Reino, la joven se muestra crítica y poco interesada en lo que se dice.
LA ATALAYA (EDICIÓN DE ESTUDIO)