Demostremos con hechos que amamos de verdad
“No amemos de palabra ni con la lengua, sino en hecho y verdad” (1 JUAN 3:18).
CANCIONES: 3, 50
1. ¿Cuál es la forma más elevada de amor, y por qué? (Vea las fotos del principio).
JEHOVÁ es la Fuente de la forma más elevada de amor (1 Juan 4:7). Este tipo de amor se basa en principios justos, y la Biblia usa la palabra griega agápe para referirse a él. Este amor no solo incluye sentimientos de cariño, sino que también se demuestra con actos desinteresados por el bien de los demás. Un diccionario explica que el agápe “solo puede conocerse a base de las acciones que provoca”. Nos hace sentir gozo y le da sentido a nuestra vida.
2, 3. ¿Cómo ha demostrado Jehová su amor desinteresado por los seres humanos?
2 Jehová les mostró amor a los seres humanos incluso antes de crear a Adán y Eva. Por ejemplo, creó la Tierra para que fuera nuestro hogar eterno y tuviera todo lo necesario no solo para que sobrevivamos, sino para que disfrutemos al máximo de la vida. Y todo lo hizo para nuestro beneficio, no para el suyo. Además, les dio a los seres humanos la posibilidad de vivir para siempre en el Paraíso.
3 Después de la rebelión de Adán y Eva, Jehová realizó su mayor expresión de amor desinteresado. Estaba tan seguro de que algunos de los descendientes de ellos lo amarían que hizo lo necesario para rescatarlos (Gén. 3:15; 1 Juan 4:10). Desde el momento en que Jehová prometió un Salvador, para él fue como si el sacrificio de su Hijo ya hubiera ocurrido. Unos cuatro mil años después, Jehová entregó a su Hijo unigénito por toda la humanidad a pesar de que eso le causó un inmenso dolor (Juan 3:16). ¡Qué agradecidos estamos!
4. ¿Cómo sabemos que los seres humanos imperfectos somos capaces de mostrar amor desinteresado?
4 Como fuimos creados a la imagen de Dios, somos capaces de mostrar amor desinteresado. Es cierto que a veces es difícil hacerlo, porque hemos heredado la imperfección, pero es posible. Por ejemplo, Abel demostró el amor que sentía por Dios al ofrecerle lo mejor que tenía (Gén. 4:3, 4). Noé mostró amor por el prójimo al predicar durante décadas aunque la gente no lo escuchó (2 Ped. 2:5). Y Abrahán demostró que su amor por Dios era más fuerte que cualquier otro sentimiento al estar dispuesto a sacrificar a su hijo Isaac (Sant. 2:21). Igual que estos hombres fieles, nosotros queremos mostrar amor incluso cuando es difícil hacerlo.
AMOR VERDADERO Y AMOR FALSO
5. ¿De qué maneras podemos demostrar amor verdadero?
5 La Biblia explica que el amor verdadero no se demuestra “de palabra ni con la lengua, sino en hecho y verdad” (1 Juan 3:18). Claro, esto no significa que no podamos expresar nuestro amor con palabras (1 Tes. 4:18). Más bien, significa que no siempre basta con decirle a alguien que lo amamos. En ocasiones, las circunstancias hacen necesario demostrarlo con hechos. Por ejemplo, si un hermano no tiene suficiente comida o ropa, necesita algo más que unas palabras de ánimo (Sant. 2:15, 16). De manera parecida, como amamos a Dios y al prójimo, no solo le pedimos a Jehová que envíe obreros a la cosecha, sino que también participamos al máximo en la predicación (Mat. 9:38).
6, 7. a) ¿Qué es el amor “sin hipocresía”? b) ¿Cuáles son algunos ejemplos de amor falso?
6 El apóstol Juan dijo que debemos amar “en hecho y verdad”. En otras palabras, nuestro amor debe ser “sin hipocresía” (Rom. 12:9; 2 Cor. 6:6). Esto quiere decir que no podemos fingir que estamos mostrando amor, como si lleváramos puesta una máscara. Si actuamos con hipocresía, nuestro amor será falso, una imitación de ningún valor.
7 Veamos algunos ejemplos de amor falso. Cuando Satanás habló con Eva en el jardín de Edén, fingió estar interesado en su bienestar. Pero en realidad estaba siendo hipócrita y egoísta (Gén. 3:4, 5). Otro caso es el de Ahitofel, que fingía ser amigo del rey David pero lo traicionó cuando vio la oportunidad de beneficiarse (2 Sam. 15:31). Hoy día, los apóstatas y otras personas que buscan dividir a la congregación usan “palabras melosas” y adulan a otros cristianos para hacerles creer que los aman. Pero sus verdaderas intenciones son egoístas (Rom. 16:17, 18).
8. ¿Qué debemos preguntarnos?
8 Usar el amor para engañar a los demás es algo especialmente reprensible. Se puede engañar a los seres humanos, pero no a Jehová. Jesús dijo que quienes actúan como los hipócritas serán castigados “con la mayor severidad” (Mat. 24:51). Por supuesto, los siervos de Jehová no queremos ser nunca hipócritas. Por eso debemos preguntarnos: “¿Es mi amor siempre sincero, sin egoísmo ni engaño?”. A continuación, veremos nueve maneras de mostrar amor “sin hipocresía”.
CÓMO MOSTRAR AMOR “EN HECHO Y VERDAD”
9. Si de veras amamos a los hermanos, ¿qué haremos?
9 Sirvamos de buena gana aunque otros no vean lo que hacemos. Debemos estar dispuestos a hacer cosas buenas por nuestros hermanos “en secreto”, o sea, sin que los demás se enteren (lea Mateo 6:1-4). Ananías y Safira hicieron lo contrario. Ellos querían que los demás supieran que habían hecho una donación. Además, mintieron con descaro sobre cuánto dinero habían dado. Así que Dios los castigó por hipócritas (Hech. 5:1-10). Si de veras amamos a los hermanos, con gusto haremos cosas por ellos sin tratar de que los demás sepan lo que hicimos. Podemos aprender de los hermanos que ayudan al Cuerpo Gobernante a preparar el alimento espiritual. Ellos no llaman la atención sobre sí mismos ni revelan en qué han trabajado.
10. ¿Cómo podemos honrar a los demás?
10 Honremos a los demás (lea Romanos 12:10). Jesús dio un buen ejemplo cuando les lavó los pies a sus apóstoles (Juan 13:3-5, 12-15). Ellos solo lograron entender bien por qué Jesús hizo eso cuando recibieron el espíritu santo (Juan 13:7). Nosotros debemos esforzarnos mucho por ser humildes como Jesús y honrar a los demás. ¿Cómo? No creyéndonos mejores que ellos por nuestros estudios, por las cosas que tenemos o por las responsabilidades que se nos han dado en el servicio a Jehová (Rom. 12:3). Y, en vez de envidiar a los que reciben elogios, nos alegramos por ellos aunque pensemos que merecemos la misma honra o parte del mérito por lo que se ha hecho.
11. ¿Por qué debemos felicitar a los demás con sinceridad?
11 Felicitemos con sinceridad a los hermanos. Debemos aprovechar toda ocasión para felicitar a los demás, porque esto es “bueno para edificación” (Efes. 4:29). Pero tenemos que asegurarnos de ser sinceros y no decirlo solo para adular. Tampoco digamos cosas que no sentimos de verdad ni evitemos la responsabilidad de dar consejos a quien los necesita (Prov. 29:5). Seríamos hipócritas si elogiáramos a alguien pero luego lo criticáramos cuando estamos con otras personas. El apóstol Pablo dio un excelente ejemplo de amor verdadero. En cierta ocasión, felicitó a los cristianos de la ciudad de Corinto por lo que estaban haciendo bien (1 Cor. 11:2). Pero también les dio consejos y les explicó con bondad y claridad lo que estaban haciendo mal (1 Cor. 11:20-22).
12. ¿Cómo podemos demostrar amor verdadero cuando somos hospitalarios?
12 Seamos hospitalarios. Jehová nos manda que seamos generosos con nuestros hermanos (lea 1 Juan 3:17). Pero debemos hacerlo con el motivo correcto. Preguntémonos: “¿Soy hospitalario sobre todo con mis mejores amigos y con quienes considero importantes en la congregación? ¿Invito solo a quienes creo que luego harán algo por mí? ¿O busco maneras de ser generoso con los hermanos que no conozco bien o que no pueden devolverme el favor?” (Luc. 14:12-14). Supongamos que un hermano necesita ayuda porque ha tomado malas decisiones o que alguien a quien invitamos nunca nos ha dado las gracias. En tales situaciones, sigamos este consejo: “Sean hospitalarios unos para con otros sin rezongar”, es decir, de buena gana (1 Ped. 4:9). Seguir este principio nos hará felices, porque estaremos dando con el motivo correcto (Hech. 20:35).
13. a) ¿En qué casos tenemos que mostrar más paciencia? b) ¿Cómo podemos apoyar a los débiles?
13 Apoyemos a los débiles. Podemos demostrar que nuestro amor es sincero obedeciendo este mandato: “Den su apoyo a los débiles, tengan gran paciencia para con todos” (1 Tes. 5:14). Muchos hermanos que son débiles con el tiempo se hacen fuertes en la fe. Pero otros necesitan que sigamos apoyándolos con paciencia. ¿Cómo? Entre otras cosas, usando la Biblia para animarlos, invitándolos a predicar o dedicando tiempo a escucharlos. Además, en vez de clasificar a los hermanos como fuertes o débiles, recordemos que todos tenemos puntos fuertes y débiles. Incluso el apóstol Pablo reconoció que tenía debilidades (2 Cor. 12:9, 10). Todos necesitamos que nuestros hermanos nos ofrezcan ayuda y ánimo.
14. ¿Qué debemos estar dispuestos a hacer para mantener la paz con los hermanos?
14 Mantengamos la paz. Debemos hacer todo lo posible por mantener la paz con los hermanos incluso cuando nos parece que se nos ha entendido mal o se nos ha tratado de manera injusta (lea Romanos 12:17, 18). Si ofendemos a alguien, debemos pedirle perdón, pero tenemos que ser sinceros. Por ejemplo, en vez de decirle: “Lamento que te hayas molestado”, debemos admitir que tenemos parte de la culpa y decir: “Lamento haberte molestado”. La paz es muy importante sobre todo en el matrimonio. Estaría mal que los dos fingieran quererse cuando están en público, pero que en privado no se hablaran, se dijeran palabras crueles o incluso se trataran con violencia.
15. ¿De qué maneras podemos demostrar que nuestro perdón es sincero?
15 Estemos dispuestos a perdonar. Si alguien nos ofende, incluso sin darse cuenta, debemos perdonarlo y tratar de olvidar lo que nos hizo. Los cristianos hacen esto “soportándose unos a otros en amor” y “esforzándose solícitamente por observar la unidad del espíritu en el vínculo unidor de la paz” (Efes. 4:2, 3). Para que nuestro perdón sea sincero, debemos controlar la mente y no llevar “cuenta del daño” (1 Cor. 13:4, 5). Si guardáramos rencor, dañaríamos la relación que tenemos con nuestro hermano y con Jehová (Mat. 6:14, 15). Otra forma de demostrar que nuestro perdón es sincero es orando por quienes pecan contra nosotros (Luc. 6:27, 28).
16. ¿Cómo debemos ver las responsabilidades que recibimos en el servicio a Jehová?
16 Hagamos sacrificios por el bien de los demás. Si alguien recibe una responsabilidad en el servicio a Jehová, debe verlo como una oportunidad de demostrar que su amor es verdadero. ¿Cómo? “Buscando, no su propia ventaja, sino la de la otra persona” (1 Cor. 10:24). Por ejemplo, como los acomodadores entran al local de asambleas antes que los demás, podrían verse tentados a reservar los mejores asientos para ellos y sus familias. En vez de eso, muchos eligen asientos menos cómodos dentro de la sección en la que están trabajando. Así demuestran que su amor no tiene nada de egoísta. ¿Se nos ocurre alguna forma de imitarlos?
17. Si alguien ha cometido un pecado grave, ¿a qué lo motivará el amor verdadero?
17 Confesemos los pecados ocultos y dejemos de practicarlos. Algunos cristianos que han cometido un pecado grave tratan de ocultarlo para no tener que pasar vergüenza ni decepcionar a los demás (Prov. 28:13). Pero así demuestran falta de amor, porque se hacen daño a sí mismos y se lo hacen a otras personas. El espíritu santo puede dejar de fluir con libertad y la paz de toda la congregación puede verse amenazada (Efes. 4:30). El amor verdadero motivará al cristiano que ha cometido un pecado grave a hablar con los ancianos para recibir la ayuda que necesita (Sant. 5:14, 15).
18. ¿Cuánta importancia tiene el amor verdadero?
18 La mayor de todas las cualidades cristianas es el amor (1 Cor. 13:13). Nos identifica como los verdaderos seguidores de Jesús, quienes imitan a Jehová, la Fuente del amor (Efes. 5:1, 2). Pablo escribió que si no tenía amor no era nada (1 Cor. 13:2). Así pues, sigamos demostrando siempre nuestro amor, no solo “de palabra”, sino también “en hecho y verdad”.
LA ATALAYA (EDICIÓN DE ESTUDIO)