Eduque bien a sus hijos: cuando son pequeños

Eduque bien a sus hijos: cuando son pequeños

“Que vuelva el hombre de Dios que nos enviaste, para que nos enseñe cómo criar al niño que va a nacer.” (JUEC. 13:8, Nueva Versión Internacional)

CANCIONES 3 Y 52

1. ¿Qué hizo Manóah cuando su esposa le dijo que pronto serían padres?

MANÓAH no podía creer lo que estaba escuchando: su esposa estaba embarazada. ¿Cómo era posible, si ella era infértil? Un ángel se le había aparecido y le había dicho que pronto sería madre. Sin duda, Manóah se puso muy contento, pero también sabía que ser padre es una gran responsabilidad. ¿Cómo podría enseñarle a su hijo a servir a Jehová en una nación donde abundaba la maldad? Por eso le pidió a Jehová que enviara de nuevo al ángel para que les diera instrucciones de cómo debían criar al niño, a quien llamaron Sansón (Juec. 13:1-8).

2. ¿Qué deben hacer los padres para que sus hijos lleguen a servir a Jehová? (Vea también el recuadro “ Sus estudiantes más importantes”.)

2 Si usted es padre o madre, seguramente entiende por qué le pidió Manóah ayuda a Jehová. Los cristianos tienen la responsabilidad de ayudar a sus hijos a conocer y amar a Dios (Prov. 1:8). Por eso preparan un programa de estudio semanal en familia que los motive a progresar. Desde luego, hace falta más que eso para que los hijos lleguen a ser cristianos fieles (lea Deuteronomio 6:6-9). Padres, ¿cómo pueden hacer frente a este gran reto? Estudiando el ejemplo de Jesús. Es cierto que él no tuvo hijos, pero enseñó a sus discípulos con cariño, humildad y perspicacia. Este artículo y el siguiente les mostrarán cómo hacer lo mismo al criar a sus hijos. Veamos estas cualidades una por una.

SEAN CARIÑOSOS

3. ¿Por qué no tuvieron que preguntarse nunca los discípulos si Jesús les tenía cariño?

3 Jesús les dijo claramente a sus discípulos que los amaba (lea Juan 15:9). No se limitó a ser su maestro, también era su amigo y pasaba mucho tiempo con ellos (Mar. 6:31, 32; Juan 2:2; 21:12, 13). Los discípulos nunca tuvieron que preguntarse si Jesús les tenía cariño. Estaban seguros de que era así. ¿Qué pueden hacer ustedes, padres, para que sus hijos sientan lo mismo?

4. ¿Qué deben hacer los padres para convencer a sus hijos de que los quieren mucho? (Vea la ilustración del principio.)

4 Díganles a sus hijos que los quieren mucho y demuéstrenles que son muy importantes para ustedes (Mat. 3:17; Tito 2:4). Samuel, que vive en Australia, cuenta: “De pequeño, papá me leía todas las noches Mi libro de historias bíblicas. Respondía todas mis preguntas, me abrazaba y me daba un beso de buenas noches. Años más tarde me sorprendió mucho enterarme de que en su familia no se acostumbraba dar besos ni abrazos. Pero aun así, se esforzó por demostrarme su cariño. Gracias a eso estábamos muy unidos, y me sentía seguro y feliz”. ¿Les gustaría que sus hijos se sintieran como Samuel? No se cansen de decirles que los quieren. Denles besos y abrazos. Hablen con ellos, coman con ellos, jueguen con ellos.

5, 6. a) ¿Qué dijo Jesús que hace para demostrarles cariño a sus discípulos? b) ¿Cómo hay que disciplinar a los hijos para que se sientan seguros y queridos?

5 Jesús dijo en una ocasión: “A quienes les tengo cariño los censuro y los disciplino” (Apoc. 3:19). * Aunque sus discípulos discutieron muchas veces sobre quién de ellos era el más importante, Jesús no se dio por vencido. Pero tampoco pasó por alto sus errores: buscaba el lugar y el momento adecuados para llamarles la atención con tacto y cariño (Mar. 9:33-37).

6 Corregir a los hijos es una muestra de amor. A veces explicar por qué alguna cosa es buena o mala es suficiente disciplina. Pero ¿qué pasa si sus hijos no les hacen caso? (Prov. 22:15). Hagan lo mismo que Jesús. Busquen el momento y el lugar adecuados para llamarles la atención. Disciplínenlos con tacto y cariño. Eso hacían los padres de Elaine, que vive en Sudáfrica. “Cuando me disciplinaban, siempre me explicaban por qué lo hacían —cuenta ella—. Nunca se excedieron. Eso sí, siempre cumplían lo que prometían, incluso cuando se trataba de castigos. Saber cuáles eran los límites y qué era lo que se esperaba de mí me hacía sentir segura”.

SEAN HUMILDES

7, 8. a) ¿Qué aprendieron los discípulos de las oraciones de Jesús? b) ¿Cuál es una forma de enseñar a sus hijos a ser humildes y confiar en Jehová?

7 Poco antes de ser arrestado y ejecutado, Jesús dijo en oración: “Abba, Padre, todas las cosas te son posibles; remueve de mí esta copa. No obstante, no lo que yo quiero, sino lo que tú quieres” (Mar. 14:36). * Imagínese cómo se sintieron sus discípulos si alcanzaron a oír esa oración o cuando se enteraron de que Jesús la había hecho. Seguramente pensaron que si él, que era perfecto, le pedía con humildad ayuda a su Padre, ellos tenían más razones para hacerlo.

8 Es cierto que ustedes no oran principalmente para que sus hijos los escuchen, pero hay muchas cosas que ellos pueden aprender al oírlos. Cuando sus hijos los oyen pedir con humildad ayuda a Jehová, se dan cuenta de que deben hacer lo mismo. Eso sucedió en el caso de Ana, una hermana que vive en Brasil. Ella cuenta: “Cuando mis padres tenían problemas —como la enfermedad de mis abuelos—, le pedían fuerzas a Dios para enfrentar la situación y sabiduría para tomar las mejores decisiones. Aunque estuvieran bajo mucha presión confiaban en él y dejaban todo en sus manos. Eso me enseñó a confiar en Jehová”. Al orar con sus hijos, no se limiten a pedir por ellos. Pidan ayuda para ustedes también. Por ejemplo, pueden pedir valor para predicarle al vecino de al lado o para pedirle días libres a su jefe cuando se acerca una asamblea. Si sus hijos ven que ustedes son humildes y confían en Jehová, aprenderán a hacer lo mismo.

9. a) ¿Qué método usó Jesús para enseñarles humildad a sus apóstoles? b) Si ustedes están dispuestos a sacrificarse por los demás, ¿qué lección aprenderán sus hijos?

9 Jesús no solo les dijo a sus apóstoles que fueran humildes: les puso el ejemplo (lea Lucas 22:27). Eso les enseñó que debían servir a Jehová y a sus hermanos con abnegación. Ustedes pueden enseñarles la misma lección a sus hijos con el ejemplo. Debbie, que tiene dos hijos, comenta: “Como mi esposo es anciano, pasaba mucho tiempo con los hermanos, pero yo nunca me sentí abandonada. Sabía que él atendería las necesidades de la familia siempre que fuera necesario” (1 Tim. 3:4, 5). Pranas, el esposo de Debbie, cuenta cómo ayudó el ejemplo de los dos a sus hijos: “Cuando ya eran un poco mayores, les gustaba participar en las actividades de la congregación y ayudar en las asambleas. Hicieron amigos y se sentían muy a gusto entre los hermanos. Eran felices”. Hoy día, toda la familia está en el servicio de tiempo completo. Como lo ilustra esta experiencia, los hijos pueden aprender a sacrificarse por los demás gracias al ejemplo de sus padres.

SEAN PERSPICACES

10. Mencione una ocasión en la que Jesús demostró que era un hombre perspicaz.

10 Jesús era un hombre perspicaz, es decir, podía ver más allá de las apariencias y era capaz de comprender las intenciones de la gente. Esto quedó demostrado en una ocasión en la que estuvo en Galilea. Muchos lo siguieron porque supuestamente querían ser sus discípulos (Juan 6:22-24). Sin embargo, Jesús podía ver lo que había en su corazón, y sabía que estaban más interesados en llenar el estómago que en aprender de él (Juan 2:25). Identificó el problema, corrigió a la gente con paciencia y les explicó qué debían hacer para cambiar (lea Juan 6:25-27).

¿Les gusta a sus hijos salir a predicar? (Vea el párrafo 11.)

11. a) ¿Cómo puede ayudarlo la perspicacia a descubrir si a sus hijos les gusta predicar? b) ¿Qué puede hacer para que a sus hijos les guste predicar?

11 Es cierto que ustedes no pueden leer los corazones de sus hijos, pero sí pueden tratar de entender cómo se sienten. Por ejemplo, en la predicación muchos padres hacen una o más pausas para que sus hijos puedan descansar y tomar algo. Ahora bien, pregúntense: “¿Qué les gusta más a mis hijos? ¿La predicación, o las pausas?”. Tal vez se den cuenta de que a sus hijos no les gusta salir a predicar porque se aburren. ¿Qué pueden hacer? Sean creativos. Pónganles metas que puedan alcanzar, háganlos participar y procuren que disfruten la predicación.

12. a) ¿Qué advertencia dio Jesús a sus discípulos? b) ¿Por qué fue oportuno el consejo de Jesús?

12 ¿De qué otra manera demostró perspicacia Jesús? Pues bien, sus discípulos sabían que la inmoralidad sexual era pecado, pero Jesús fue más allá. Les dijo que tuvieran cuidado con las cosas que podían llevarlos a pecar. “Todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella —dijo él— ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. Ahora bien, si ese ojo derecho tuyo te está haciendo tropezar, arráncalo y échalo de ti” (Mat. 5:27-29). Esa fue una advertencia muy oportuna para los cristianos que vivían en el Imperio romano. Según un historiador, en los teatros romanos se representaban obras llenas de lenguaje sucio y actos inmorales. Él comenta: “Las escenas más eróticas recibían la mayor cantidad de aplausos”. Como vemos, el consejo de Jesús fue muy oportuno y ayudó a sus discípulos a permanecer limpios.

13, 14. ¿Cómo pueden los padres proteger a sus hijos del entretenimiento inmoral?

13 Padres, sean perspicaces y cuiden la salud espiritual de sus hijos. Recuerden que hoy día los niños están empezando a ver pornografía y entretenimiento inmoral a una edad más temprana que nunca. Sin duda, ustedes les han dicho a sus hijos que está mal ver cosas sucias, pero no basta con eso. Los padres perspicaces se hacen estas preguntas: ¿Qué cosas podrían despertar la curiosidad de mis hijos por la pornografía? ¿Entienden por qué es tan peligrosa? Si alguna vez sienten la tentación de ver pornografía, ¿tendrán la confianza de decírmelo y pedirme que los ayude? Aunque sus hijos todavía sean pequeños, podrían decirles algo como esto: “Si alguna vez te aparece en Internet alguna cosa que creas que es sucia o inmoral y tienes ganas de verla, no sientas miedo ni vergüenza de venir a contármelo; quiero ayudarte”.

14 Por supuesto, ustedes también tienen que ser perspicaces al elegir entretenimiento. Pranas, a quien citamos antes, dijo algo que es muy cierto: “Las decisiones que tomamos los padres sobre los libros, la música y las películas influyen en toda la familia”. Y añadió: “Podemos decirles muchas cosas, pero los hijos solo recordarán lo que nos vean hacer y harán lo mismo”. ¿Quiere que sus hijos aprendan a elegir? Enséñeles con el ejemplo (Rom. 2:21-24).

EL DIOS VERDADERO LOS AYUDARÁ

15, 16. a) ¿Por qué pueden estar seguros los padres de que Jehová los ayudará a criar a sus hijos? b) ¿Qué veremos en el próximo artículo?

15 “El Dios verdadero escuchó la voz de Manóah” cuando este le pidió ayuda para criar a su hijo (Juec. 13:9). Padres, pueden estar seguros de que Jehová también los escuchará a ustedes. Él los ayudará a criar a sus hijos con cariño, humildad y perspicacia.

16 Este artículo ha demostrado que los padres cuentan con la ayuda de Jehová para criar a sus hijos cuando son pequeños. El siguiente artículo explicará cómo seguir el ejemplo de cariño, humildad y perspicacia de Jesús para ayudar a los hijos adolescentes a convertirse en siervos de Dios.

^ párr. 5 La disciplina de la que habla la Biblia significa dar guía, enseñar, corregir e incluso castigar, pero siempre con cariño y sin perder los estribos.

^ párr. 7 Cierta obra de consulta explica: “En tiempos de Jesús, ‘abbā’ era un término coloquial que utilizaban principalmente los niños para dirigirse a su padre de forma familiar, con cariño, pero también con respeto” (The International Standard Bible Encyclopedia).