“No es que no supiéramos que la pornografía es peligrosa, porque lo sabemos. Pero no imaginábamos que nuestra hija estuviera tan expuesta a ella” (Nicole).

En este artículo, veremos lo siguiente:

•  Lo que debe saber

•  Qué puede hacer para proteger a su hijo de la pornografía

•  Qué puede hacer si su hijo ha visto pornografía

 Lo que debe saber

 Los niños pueden estar expuestos a la pornografía desde muy pequeños. Hay estudios que demuestran que hoy en día ven pornografía por primera vez a los 11 años.

 Los niños pueden ver pornografía sin querer. Por ejemplo, les puede aparecer una imagen pornográfica cuando están buscando algo en internet o usando las redes sociales. O puede salirles un anuncio pornográfico mientras están con un videojuego online. Ahora bien, la pornografía viene en diferentes formatos. El más común son las fotos y los videos. Pero también se pueden encontrar historias con contenido sexual explícito para leer o escuchar en podcasts. Y todo esto puede reproducirse en internet o descargarse fácilmente.

 Además, los niños pueden recibir mensajes pornográficos de algunas personas. En un estudio que se hizo con más de 900 jóvenes, casi el 90 % de las chicas y casi el 50 % de los chicos dijeron que sus compañeros de clase les suelen enviar fotos y videos de gente desnuda.

 La pornografía más común suele ser violenta. La pornografía más popular y a la que más fácilmente se accede por lo general tiene algún tipo de violencia, sobre todo hacia las mujeres.

 La pornografía les hace daño a los niños. Las investigaciones demuestran que es más probable que los niños que están expuestos a la pornografía...

•   ... saquen malas notas.

•   ... tengan ansiedad, depresión y baja autoestima.

•   ... normalicen la agresión sexual.

 En pocas palabras: Los niños son más sensibles al daño que hace la pornografía, y los padres son quienes mejor pueden protegerlos.

 Texto bíblico clave: “Estas palabras que te estoy mandando hoy tienen que estar en tu corazón, y tienes que inculcarlas en tus hijos y hablar de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes” (Deuteronomio 6:6, 7).

 Qué puede hacer para proteger a su hijo de la pornografía

 Infórmese bien. Piense cuándo y dónde es más probable que su hijo a se vea expuesto a la pornografía. Por ejemplo, ¿tiene acceso a internet sin supervisión durante las pausas en la escuela?

 Conozca los ajustes de seguridad del teléfono de su hijo, así como las aplicaciones y juegos que usa. Por ejemplo, algunas aplicaciones tienen una función para que desaparezcan los mensajes. Así que, si se envían mensajes, imágenes o videos pornográficos, estos desaparecerán poco después. Y cada vez hay más videojuegos en línea que permiten a los jugadores ver pornografía o incluso controlar al personaje mientras este tiene relaciones sexuales.

 “Si tu hijo tiene teléfono, tú como padre debes saber cómo usarlo, ponerle el control parental y revisar lo que tu hijo está haciendo con el dispositivo. Lo digo por experiencia” (David).

 Haga todo lo que pueda por proteger a su hijo. Tome las medidas necesarias para reducir los riesgos. Por ejemplo, ajuste la configuración del teléfono de su hijo y de todos los dispositivos electrónicos que haya en la casa para bloquear los contenidos pornográficos. Active los controles parentales y sepa las contraseñas que tiene su hijo.

 “A mí me ha funcionado activar los controles parentales en nuestros dispositivos, restringir el acceso a algunos programas en nuestra smart TV y saber el PIN del teléfono de mi hijo” (Maurizio).

 “No dejo que los chicos vean videos en su cuarto con la puerta cerrada. Y, cuando es hora de ir a dormir, tampoco les dejo que se lleven sus dispositivos” (Gianluca).

 Prepare a su hijo. Una madre llamada Flavia comenta: “Algunos padres no quieren hablar con sus hijos de pornografía porque se han convencido de que sus hijos nunca van a tener ese problema”. Otros padres quizás piensen que, si sacan el tema de la pornografía, sus hijos sentirán curiosidad y se pondrán a buscar. Pero pensar así es peligroso. Los padres sensatos hablarán con sus hijos sobre los peligros de la pornografía antes de que estos tengan cualquier contacto con ella. Así que ¿qué puede hacer usted?

 Si sus hijos son pequeños, dígales lo que deben hacer si se ven expuestos a contenidos inapropiados. Por ejemplo, pueden cerrar los ojos o apagar el dispositivo. Y dígales también que es bueno que le cuenten lo que han visto u oído. b

 “Empezamos a hablarle a nuestro hijo de los peligros de la pornografía desde bien chiquito. Cuando él tenía unos 11 años, descargó un videojuego en su teléfono, y empezaron a salirle anuncios pornográficos. Además de las imágenes, había un chat en el que le pedían que enviara fotos de él, pero como ya habíamos hablado del tema, enseguida vino y me lo contó” (Maurizio).

 Si sus hijos son mayores, ayúdelos a resistir la tentación de ver, escuchar o leer pornografía. Por ejemplo, prepare con su hijo un contrato en el que se incluyan las reglas de la familia, y en el que él ponga por escrito cómo reaccionará si ve pornografía y por qué quiere reaccionar así. Dígale también que incluya las consecuencias de ver pornografía a propósito, como perder su amor propio, la confianza de sus padres y su amistad con Dios.

 “A medida que los hijos crecen, ayúdelos a pensar en las consecuencias a largo plazo de ver pornografía para que no caigan en la tentación” (Lauretta).

 “Los hijos estarán mejor protegidos si entienden no solo los peligros de la pornografía, sino también lo que Jehová piensa de ella” (David).

 Tenga la costumbre de hablar con ellos. Por mucho que cueste creerlo, los niños quieren hablar de sexo con sus padres, y eso incluye hablar de pornografía. Rachel de Souza, comisionada de la infancia de Inglaterra, dice: “El mensaje que recibimos [de los niños] es habla cuanto antes y hazlo con frecuencia. Los niños necesitan conversaciones que estén de acuerdo con su edad y luego que, conforme vayan madurando, se les vayan explicando más cosas”.

 “Cuando era pequeña, mis padres nunca hablaron conmigo de algunos temas. Ojalá nos hubiéramos comunicado con más libertad. Ahora que soy madre, hago todo lo posible por hablar de sexo con mis hijos con cierta frecuencia y en un ambiente relajado” (Flavia).

 Qué puede hacer si su hijo ha visto pornografía

 Mantenga la calma. Si se entera de que su hijo ha visto, escuchado o leído algo pornográfico, trate de controlarse. Quizás él ya se siente mal, avergonzado o culpable por lo que pasó. Si usted se enoja, solo logrará que su hijo se sienta peor y le estará cerrando las puertas a que hable con usted en el futuro.

 Tenga el cuadro completo. Antes de llegar a cualquier conclusión, hágale preguntas a su hijo para saber qué pasó. Por ejemplo, ¿le envió alguien la imagen, o la encontró por su cuenta? ¿Ha visto pornografía solo una vez, o ya lo ha hecho antes? ¿El dispositivo tenía activados los filtros de contenido o los controles parentales? Si los tenía, ¿encontró su hijo la manera de evitarlos? Pero recuerde, su objetivo es lograr que su hijo se exprese, no interrogarlo.

 Tome medidas. Por ejemplo, si su hijo vio pornografía sin querer, tal vez usted tenga que ajustar los controles parentales y los filtros del dispositivo.

 Si descubre que su hijo estuvo buscando pornografía, corríjalo con cariño pero con firmeza. Razone con él usando textos como Job 31:1, Salmo 97:10 y Salmo 101:3 para fortalecer su determinación de no ver pornografía. c Y avísele que hablará con él cada semana para ver cómo va y si hay algo más que pueda hacer para ayudarlo.