¿Qué es la bestia de color escarlata del capítulo 17 de Apocalipsis?

¿Qué es la bestia de color escarlata del capítulo 17 de Apocalipsis?

La respuesta que da la Biblia

 La bestia salvaje de color escarlata, o rojo, del capítulo 17 de Apocalipsis es el símbolo de una organización que tiene como objetivo unir y representar a todas las naciones de la Tierra. Al principio, esa organización fue la Sociedad o Liga de Naciones. En la actualidad, es las Naciones Unidas (ONU).

Claves para identificar a esta bestia

  1.   Representa una institución política. Según la Biblia, la bestia de color escarlata tiene “siete cabezas”, que significan “siete montañas” y “siete reyes”, o potencias (Apocalipsis 17:​9, 10). En las Escrituras, las montañas y las bestias a veces representan gobiernos (Jeremías 51:24, 25; Daniel 2:​44, 45; 7:​17, 23).

  2.   Es la imagen del sistema político mundial. La bestia salvaje de color escarlata se parece a la bestia de siete cabezas del capítulo 13 de Apocalipsis, la cual representa el sistema político de este mundo. Las dos bestias tienen siete cabezas, diez cuernos y nombres blasfemos, ofensivos contra Dios (Apocalipsis 13:1; 17:3). Son tantas las similitudes entre las dos bestias que no pueden deberse a una simple coincidencia. La bestia salvaje de color escarlata es la imagen, o el reflejo, del sistema político mundial (Apocalipsis 13:15).

  3.   Recibe su poder de otros gobiernos. La bestia salvaje de color escarlata “proviene de” otros gobiernos, es decir, les debe su existencia (Apocalipsis 17:11, 17).

  4.   Tiene una relación especial con la religión. Babilonia la Grande, el conjunto de todas las religiones falsas del mundo, está sentada sobre la bestia salvaje de color escarlata. Ese hecho muestra que las religiones influyen en la bestia (Apocalipsis 17:​3-5).

  5.   Ofende a Dios. La bestia está “llena de nombres blasfemos” (Apocalipsis 17:3).

  6.   Estuvo inactiva por un tiempo. La Biblia predijo que la bestia de color escarlata estaría por un tiempo en el “abismo”, a o inactiva, pero que volvería a aparecer (Apocalipsis 17:8).

Se cumple la profecía de la Biblia

 Veamos cómo han cumplido la profecía bíblica sobre la bestia de color escarlata las Naciones Unidas y su predecesora, la Sociedad de Naciones.

  1.   Es una institución política. La ONU apoya el sistema político al defender “la igualdad soberana de todos sus Miembros”. b

  2.   Es la imagen del sistema político mundial. En el año 2011, se incorporó a las Naciones Unidas el estado miembro número 193. Por esa razón, la ONU afirma que representa a la inmensa mayoría de los pueblos y naciones de la Tierra.

  3.   Recibe su poder de otros gobiernos. La ONU debe su existencia a sus estados miembros, y solo tiene el poder y la autoridad que estos le dan.

  4.   Tiene una relación especial con la religión. Tanto la Sociedad de Naciones como las Naciones Unidas siempre han recibido el respaldo de las religiones. c

  5.   Ofende a Dios. Las Naciones Unidas se crearon para “mantener la paz y la seguridad internacionales”. d Aunque este objetivo es digno de alabanza, en realidad la ONU ofende a Dios, pues afirma que hace lo que Dios ha dicho que solo puede lograr su Reino (Salmo 46:9; Daniel 2:​44).

  6.   Estuvo inactiva por un tiempo. La Sociedad de Naciones se formó poco después de la Primera Guerra Mundial con el fin de mantener la paz, pero no pudo impedir los conflictos entre países. Dejó de funcionar en 1939, al estallar la Segunda Guerra Mundial. Cuando terminó este conflicto, en 1945, se creó la ONU. Sus objetivos, métodos y estructura se parecen mucho a los de la Sociedad de Naciones.

a Según el Diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento exhaustivo, de W. E. Vine, la palabra griega que se traduce por “abismo” describe “una profundidad insondable”. La versión de la Biblia Escrituras de Restauración usa la expresión “foso insondable”. En la Biblia, se refiere a un lugar o estado de encarcelamiento y total inactividad.

b Vea el Artículo 2 de la Carta de las Naciones Unidas.

c Por ejemplo, en 1918, un consejo que representaba a un gran número de iglesias protestantes de Estados Unidos declaró que la Liga de Naciones sería “la expresión política del Reino de Dios en la Tierra”. En 1965, representantes de los budistas, católicos, hindúes, judíos, musulmanes, ortodoxos y protestantes se reunieron en San Francisco (Estados Unidos) para dar su apoyo a la ONU y orar por ella. Y en 1979, el papa Juan Pablo II expresó su esperanza de que la ONU “permanezca siempre como el foro supremo de la paz y de la justicia”.

d Vea el Artículo 1 de la Carta de las Naciones Unidas.