Segunda Carta a los Corintios 4:1-18

  • La luz de las buenas noticias (1-6)

    • La mente de los no creyentes está cegada (4)

  • Un tesoro en vasijas de barro (7-18)

4  Por lo tanto, ya que tenemos este ministerio por la misericordia que se nos mostró, no nos rendimos. 2  Más bien, hemos renunciado a las cosas vergonzosas que se hacen a escondidas y no actuamos con astucia ni manipulamos* la palabra de Dios.+ Al contrario, nosotros damos a conocer la verdad y así nos recomendamos a toda conciencia humana delante de Dios.+ 3  Si las buenas noticias que anunciamos están ocultas con un velo, están ocultas para los que van rumbo a la destrucción,* 4  para los no creyentes, a quienes el dios de este sistema*+ les ha cegado la mente,+ a fin de que no brille sobre ellos la luz*+ de las gloriosas buenas noticias acerca del Cristo, que es la imagen de Dios.+ 5  Porque no predicamos acerca de nosotros mismos, sino que predicamos que Jesucristo es Señor y que nosotros somos esclavos de ustedes por causa de Jesús. 6  Porque Dios es el que dijo: “Que brille la luz en medio de la oscuridad”.+ Y él ha brillado sobre nuestros corazones para iluminarlos+ a través del rostro de Cristo con el glorioso conocimiento de Dios. 7  Sin embargo, tenemos este tesoro+ en vasijas* de barro,+ para que el poder que va más allá de lo normal venga de Dios y no de nosotros.+ 8  Nos oprimen de toda manera posible, pero no nos aprietan hasta el punto de no poder movernos; estamos indecisos, pero no sin salida;*+ 9  nos persiguen, pero no estamos abandonados;+ nos derriban, pero no nos destruyen.+ 10  Constantemente aguantamos en nuestro cuerpo el trato mortal que sufrió Jesús,+ para que la vida de Jesús también se ponga de manifiesto en nuestro cuerpo. 11  Porque nosotros, mientras vivimos, constantemente nos enfrentamos cara a cara con la muerte+ por causa de Jesús, para que la vida de Jesús también se ponga de manifiesto en nuestro cuerpo mortal. 12  Así que la muerte actúa en nosotros, pero la vida actúa en ustedes. 13  Ahora bien, tenemos el mismo espíritu de fe del cual se escribió: “Tuve fe y por eso hablé”.+ Por lo tanto, nosotros también tenemos fe y por eso hablamos, 14  pues sabemos que el que resucitó* a Jesús también nos resucitará* a nosotros para estar con Jesús y nos presentará junto con ustedes.+ 15  Porque todo esto es para su bien, para que aumente todavía más la abundante bondad inmerecida debido a que hay muchas más personas dando gracias para la gloria de Dios.+ 16  Por lo tanto, no nos rendimos. Aunque la persona que somos por fuera vaya desgastándose, la persona que somos por dentro sin duda va renovándose cada día. 17  Porque, aunque las dificultades* son momentáneas y livianas, producen en nosotros una gloria de una grandeza* cada vez más extraordinaria, una gloria eterna,+ 18  mientras mantenemos la vista fija en las cosas que no se ven, y no en las cosas que se ven.+ Porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

Notas

O “adulteramos”.
O “los que están muriendo”.
O “esta era”. Ver glosario, sistema.
O “iluminación”.
O “recipientes”.
O quizás “no estamos desesperados”.
Lit. “levantó”.
Lit. “levantará”.
O “pruebas”.
Lit. “un peso”.