Ezequiel 10:1-22

  • Se toma fuego de entre las ruedas (1-8)

  • Descripción de los querubines y las ruedas (9-17)

  • La gloria de Dios deja el templo (18-22)

10  Mientras miraba, vi algo como una piedra de zafiro por encima de los querubines, sobre la plataforma* que estaba por encima de sus cabezas; era algo que parecía un trono.+  Entonces él* le dijo al hombre vestido de lino:+ “Métete entre las ruedas,+ debajo de los querubines, llena tus manos con brasas ardientes+ sacadas de entre los querubines y lánzalas sobre la ciudad”.+ Así que, mientras yo miraba, él entró.  Los querubines estaban de pie a la derecha de la casa cuando el hombre entró, y la nube llenó el patio interior.  Y la gloria de Jehová+ se elevó desde donde estaban los querubines hasta el umbral de la puerta de la casa, y la casa se fue llenando de la nube;+ y el patio estaba lleno del resplandor de la gloria de Jehová.  El ruido de las alas de los querubines se oía en el patio exterior, como la voz del Dios Todopoderoso cuando habla.+  Entonces él* le ordenó al hombre vestido de lino: “Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines”. Y este entró y se quedó de pie al lado de una de las ruedas.  Luego, uno de los querubines extendió la mano hacia el fuego que había entre los querubines.+ Tomó un poco y lo puso en las manos del que iba vestido de lino.+ Este lo tomó y salió de allí.  Los querubines tenían bajo las alas algo parecido a la forma de manos humanas.+  Mientras miraba, vi cuatro ruedas al lado de los querubines, una rueda al lado de cada querubín, y las ruedas parecían brillar como el crisólito.+ 10  En cuanto a su aspecto, las cuatro eran iguales; era como si hubiera una rueda dentro de otra rueda. 11  Cuando se movían, podían ir en cualquiera de las cuatro direcciones sin girar,* porque iban hacia donde estaba orientada la cabeza de los querubines,* sin girar. 12  Su cuerpo entero, su espalda, sus manos y sus alas, así como las ruedas, las ruedas de los cuatro, estaban llenos de ojos todo alrededor.+ 13  En cuanto a las ruedas, oí una voz que les gritó: “¡Ruedas!”.* 14  Cada uno* tenía cuatro caras. La primera cara era la cara del querubín, la segunda cara era la cara de un hombre,* la tercera era la cara de un león y la cuarta era la cara de un águila.+ 15  Y los querubines se elevaban —eran los mismos seres vivientes* que yo había visto junto al río Kebar—;+ 16  cuando los querubines se movían, las ruedas se movían junto a ellos; y, cuando los querubines levantaban las alas para elevarse muy por encima del suelo, las ruedas ni giraban ni se apartaban de su lado.+ 17  Cuando ellos se detenían, estas se detenían; y, cuando ellos se levantaban, estas se levantaban a la vez, porque el espíritu que actuaba en los seres vivientes* estaba en las ruedas. 18  Entonces la gloria de Jehová+ se fue de encima del umbral de la puerta de la casa y se detuvo sobre los querubines.+ 19  Los querubines levantaron las alas y se elevaron del suelo mientras yo miraba. Las ruedas también estaban al lado de ellos cuando se fueron. Se detuvieron a la entrada de la puerta oriental de la casa de Jehová, y la gloria del Dios de Israel estaba sobre ellos.+ 20  Estos eran los seres vivientes* que yo había visto bajo el Dios de Israel junto al río Kebar;+ así me enteré de que eran querubines. 21  Los cuatro tenían cuatro caras y cuatro alas, también algo parecido a manos humanas bajo sus alas.+ 22  Y sus caras eran como las caras que yo había visto junto al río Kebar.+ Cada uno iba hacia adelante.+

Notas

Lit. “expansión”.
Según parece, se refiere a Dios.
Según parece, se refiere a Dios.
Lit. “la cabeza”.
O “sin volverse”.
O “¡Rueden!”.
Es decir, cada uno de los querubines.
O “ser humano”.
Lit. “era el ser viviente”.
Lit. “el espíritu del ser viviente”.
Lit. “Este es el ser viviente”.