Las Buenas Noticias según Mateo 22:1-46

  • Parábola del banquete de boda (1-14)

  • Dios y César (15-22)

  • Pregunta sobre la resurrección (23-33)

  • Los dos mandamientos más importantes (34-40)

  • ¿Es el Cristo hijo de David? (41-46)

22  Una vez más, Jesús les habló usando comparaciones.* Les dijo: 2  “El Reino de los cielos puede compararse a un rey que hizo un banquete de boda+ para su hijo. 3  Envió a sus esclavos para que llamaran a los invitados al banquete de boda, pero estos no quisieron venir.+ 4  Luego envió a otros esclavos más con estas instrucciones: ‘Díganles a los invitados: “Miren, tengo la comida preparada. Ya han matado mis toros y mis animales engordados. Todo está listo. Vengan al banquete de boda”’. 5  Pero ellos se fueron sin hacer caso, uno a su campo, otro a sus negocios;+ 6  y los demás agarraron a los esclavos, los maltrataron y los mataron. 7  ”Entonces el rey se enfureció y envió a sus tropas; acabó con aquellos asesinos y quemó su ciudad.+ 8  Luego les dijo a sus esclavos: ‘El banquete de boda está listo, pero los que fueron invitados no se lo merecían.+ 9  Por eso, vayan a los caminos que salen de la ciudad e inviten al banquete de boda a todo el que encuentren’.+ 10  Así que los esclavos salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, tanto a buenos como a malos. Y la sala de bodas se llenó de invitados.* 11  ”Cuando el rey entró para ver a los invitados, se fijó en un hombre que no llevaba traje de boda. 12  Así que le dijo: ‘Amigo, ¿cómo te presentas aquí sin traje de boda?’. El hombre se quedó callado. 13  Entonces el rey les dijo a sus sirvientes: ‘Átenlo de pies y manos y échenlo afuera, a la oscuridad. Ahí es donde llorará y apretará los dientes’.* 14  ”Porque muchos son invitados, pero pocos son elegidos”. 15  Entonces, los fariseos se fueron y conspiraron para ver cómo atrapar a Jesús en sus propias palabras.+ 16  Por lo tanto, enviaron a unos discípulos de ellos, junto con unos miembros del partido de Herodes,+ para decirle: “Maestro, sabemos que siempre dices la verdad, que enseñas el camino de Dios de acuerdo con la verdad y que no buscas la aprobación de nadie, porque no te fijas en la apariencia de la gente. 17  Así que, dinos, ¿qué opinas? ¿Está permitido* que le paguemos tributo* a César, o no?”. 18  Pero Jesús, que conocía su maldad, les dijo: “Hipócritas, ¿por qué me ponen a prueba? 19  Muéstrenme la moneda del impuesto”. Y ellos le trajeron un denario.* 20  Él les preguntó: “¿De quién es esta imagen y el nombre que está aquí escrito?”. 21  “De César”, le respondieron. Y enseguida él les dijo: “Entonces, páguenle a César lo que es de César, pero a Dios lo que es de Dios”.+ 22  Al oír esto, se quedaron asombrados. Y lo dejaron tranquilo y se fueron. 23  Ese mismo día vinieron los saduceos —que dicen que no hay resurrección—+ y le preguntaron:+ 24  “Maestro, Moisés dijo: ‘Si un hombre muere sin tener hijos, su hermano debe casarse con la viuda para darle descendencia al hermano que murió’.+ 25  Pues resulta que hubo entre nosotros siete hermanos. El primero se casó, pero luego se murió y, como no había tenido descendencia, la viuda quedó para su hermano. 26  Lo mismo pasó con el segundo, con el tercero..., hasta llegar al séptimo. 27  Y, después de todos ellos, se murió la mujer. 28  Dinos, en la resurrección, ¿de cuál de los siete será esposa? Porque todos estuvieron casados con ella”. 29  Jesús les respondió: “Ustedes están equivocados porque no conocen ni las Escrituras ni el poder de Dios.+ 30  Porque, en la resurrección, los hombres no se casan ni las mujeres son entregadas en matrimonio, sino que son como los ángeles en el cielo.+ 31  Y, sobre la resurrección de los muertos, ¿no leyeron que Dios a ustedes les dijo 32  ‘Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob’?+ Él no es el Dios de los muertos, sino el de los vivos”.+ 33  Al oírlo, las multitudes quedaron impactadas con su enseñanza.+ 34  Cuando los fariseos se enteraron de que él había dejado callados a los saduceos, se juntaron y formaron un solo grupo. 35  Y uno de ellos, que era experto en la Ley, le hizo esta pregunta para ponerlo a prueba: 36  “Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la Ley?”.+ 37  Él le contestó: “‘Ama a Jehová* tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma* y con toda tu mente’.+ 38  Este es el primero y el más importante de los mandamientos. 39  El segundo, que es parecido, dice: ‘Ama a tu prójimo como te amas a ti mismo’.+ 40  En estos dos mandamientos se basan toda la Ley y los Profetas”.+ 41  Luego, mientras los fariseos estaban ahí reunidos, Jesús les preguntó:+ 42  “¿Qué piensan del Cristo? ¿De quién es hijo?”. Ellos le contestaron: “De David”.+ 43  Él les preguntó: “Entonces, ¿cómo es que David, guiado por el espíritu,+ lo llama Señor? Porque él dijo: 44  ‘Jehová* le dijo a mi Señor: “Siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos bajo tus pies”’.+ 45  Si David lo llama Señor, ¿cómo puede ser su hijo?”.+ 46  Nadie pudo responderle nada. Y, desde ese día, ninguno se atrevió a hacerle más preguntas.

Notas

O “parábolas”, “ilustraciones”.
O “de los que se reclinaban a la mesa”.
Un gesto de rabia y desesperación.
O “Es correcto”.
O “la capitación”, es decir, el impuesto por persona.