La amistad se basa en el amor. Cuanto más aprenda acerca de Jehová, mayor será su amor por él y su deseo de servirle. Esto le moverá a hacerse discípulo de Jesucristo (Mateo 28:19). Usted podrá disfrutar de la amistad de Dios para siempre si se une a la feliz familia de los testigos de Jehová. ¿Qué debe hacer para ser parte de ella?
Demuestre que ama a Dios obedeciendo sus leyes. “Esto es lo que el amor de Dios significa: que observemos sus mandamientos; y, sin embargo, sus mandamientos no son gravosos.” (1 Juan 5:3.)
Ponga por obra lo que aprenda. Jesús contó una historia que ilustra esta idea. Un hombre sabio hizo su casa sobre una roca, y un hombre necio la hizo sobre la arena. Cuando vino una gran tormenta, la casa construida sobre la roca quedó en pie, pero la casa construida sobre la arena cayó haciendo mucho ruido. Jesús dijo que las personas que escuchan sus enseñanzas son como el hombre sabio que hizo su casa sobre la roca. También dijo que los que escuchan sus enseñanzas pero no las ponen en práctica son como el hombre necio que construyó sobre la arena. ¿A cuál de los dos hombres quiere parecerse usted? (Mateo 7:24-27.)
Dedíquese a Dios. Puede hacerlo diciéndole a Jehová en oración que quiere cumplir Su voluntad para siempre. Si hacemos la voluntad de Dios, demostramos que somos discípulos de Jesucristo (Mateo 11:29).
Bautícese. “Bautízate y lava tus pecados mediante invocar su nombre.” (Hechos 22:16.)
Sirva a Dios plenamente. “Cualquier cosa que estén haciendo, trabajen en ello de toda alma como para Jehová, y no para los hombres.” (Colosenses 3:23.)