Hace unos 2.600 años, los judíos fueron llevados a la fuerza a Babilonia y tuvieron que permanecer exiliados allí casi setenta años. Según leemos en la Biblia, Dios predijo cómo serían algunos aspectos de la vida de aquellos judíos desterrados. En esa profecía, Dios les dice: “Edifiquen casas y habiten en ellas, y planten jardines y coman su fruto. Tomen esposas y lleguen a ser padres de hijos y de hijas [...]. También, busquen la paz de la ciudad a la cual los he hecho ir en destierro” (Jeremías 29:1, 4-7). ¿Pero de verdad vivieron así los judíos en Babilonia?
Un grupo de investigadores analizó más de 100 tablillas de arcilla que al parecer provenían de Babilonia o de algún lugar cercano. Las tablillas muestran que muchos de los judíos conservaron sus costumbres y su religión mientras se sometieron pacíficamente a las autoridades babilonias. Estas tablillas son de los años 572 a 477 antes de nuestra era e incluyen contratos de alquiler, acuerdos comerciales, pagarés y otros registros financieros. Una obra de referencia dice: “Estos documentos nos dan una idea de cómo era la vida de la gente sencilla del campo: cultivaban la tierra, construían casas, pagaban impuestos y prestaban servicios al rey”.
Esta importante colección de documentos revela que había una comunidad grande de judíos en un lugar llamado Al-Yahudu, literalmente “ciudad de Judá”. En las tablillas se pueden hallar los nombres de cuatro generaciones de judíos. Algunos de estos nombres están inscritos con caracteres hebreos antiguos. Antes de que se encontraran las tablillas, los expertos sabían muy poco de cómo era la vida de los judíos exiliados en Babilonia. El doctor Filip Vukosávovich, de la junta directiva de la Autoridad de Antigüedades de Israel, dice: “Gracias a estas tablillas, por fin podemos conocer más a aquellos judíos. Podemos saber cómo se llamaban, dónde y cómo vivían y a qué se dedicaban”.
Los judíos exiliados disfrutaron de cierta libertad para escoger dónde vivir y a qué dedicarse. Vukosávovich explica que vivieron “no solo en Al-Yahudu, sino también en muchas otras ciudades”. Algunos de ellos aprendieron varios oficios que más tarde les sirvieron para reconstruir Jerusalén (Nehemías 3:8, 31, 32). Además, las tablillas de Al-Yahudu confirman que muchos judíos decidieron quedarse en Babilonia cuando terminó el exilio. Eso demuestra que sí vivían en condiciones relativamente pacíficas en Babilonia, tal como dice la Biblia.