En la carta inspirada que Pablo escribió a Tito, dijo que los hombres jóvenes, incluido Tito, debían esforzarse por ser un “ejemplo de obras excelentes” en todo sentido (Tit 2:6, 7). Después, en el mismo capítulo, señaló que se limpiaría al pueblo de Jehová para que pudiera realizar “obras excelentes” con entusiasmo (Tit 2:14). Una de esas obras excelentes es predicar y enseñar el Reino de Dios. Joven, ¿puedes aprovechar tus energías para ser precursor auxiliar o regular? (Pr 20:29).
Si tu meta es ser precursor, elabora un plan realista para lograrlo (Lu 14:28-30). Por ejemplo, ¿cómo pagarás tus gastos cuando seas precursor? ¿Qué harás para alcanzar el requisito de horas? Cuéntale a Jehová tu situación (Sl 37:5). Analiza tus planes con tus padres y con precursores de experiencia. Después, ve dando pasos para alcanzar tu meta. Puedes estar seguro de que Jehová bendecirá todos los esfuerzos que hagas por servirle.