“‘Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente’. Este es el más grande y el primer mandamiento.” (Jesucristo, año 33)*
Hay personas a las que se les hace difícil amar a Dios, pues piensan que es un ser misterioso, distante o hasta cruel. Fíjese en lo que algunas de ellas han dicho:
“Aunque le pedía ayuda a Dios, sentía que estaba muy lejos de mí. Lo veía como algo abstracto y sin sentimientos.” (Marco, Italia.)
“Quería servir a Dios, pero me parecía un ser inalcanzable. Lo consideraba un Dios severo que solo busca castigarnos. No creía que tuviera buenos sentimientos.” (Rosa, Guatemala.)
“De niña creía que Dios se fijaba solo en nuestros errores para poder castigarnos. Después comencé a verlo como alguien distante, como si fuera un primer ministro que gobierna a la gente sin interesarse en ella.” (Raimunda, Canadá.)
¿Y usted qué opina? ¿Es imposible amar a Dios? Por siglos, los cristianos se han hecho esta pregunta. De hecho, durante la Edad Media, la mayoría de las personas no le oraban a Dios. ¿Por qué? Porque le tenían miedo. El historiador Will Durant lo expresó así: “¿Cómo podía un simple pecador dirigir su plegaria a un trono tan lejano y terrible?”.
¿Qué ha llevado a la gente a tener una opinión así de Dios? ¿Qué enseña realmente la Biblia? ¿Sería más fácil amarlo si conociéramos la verdad acerca de él?