El escarabajo diabólico acorazado (Phloeodes diabolicus) vive en el oeste de Norteamérica. Según los investigadores, este escarabajo es capaz de soportar una carga de 39.000 veces su propio peso. ¡Puede pasarle por encima un automóvil y salir intacto! ¿Cómo puede aguantar tanta presión?
La parte superior y la parte inferior del caparazón de este insecto se unen por los bordes de cada lado mediante distintos tipos de unión. Un tipo de unión es rígida y evita que el esqueleto del escarabajo se deforme cuando está bajo presión, protegiendo así sus órganos vitales. Otro tipo de unión es menos rígida y hace posible que su esqueleto se deforme con facilidad. Y un tercer tipo de unión más flexible permite que el caparazón del escarabajo se deslice. Gracias a eso, este insecto puede meterse bajo la corteza de los árboles o esconderse entre las pequeñas grietas de las rocas.
Además, a lo largo del centro del caparazón hay una línea de unión o sutura que tiene muchas protuberancias o salientes. Estos salientes se entrelazan como las piezas de un rompecabezas. De esa manera, la presión se distribuye por todo el cuerpo cuando se ejerce fuerza sobre el caparazón. Los salientes están compuestos por capas que se unen entre sí mediante un pegamento de proteínas. Cuando los salientes se comprimen, se forman pequeñas grietas en ese pegamento. Gracias a esas grietas —que desaparecen con el tiempo—, los salientes pueden soportar la presión sin romperse.
Los investigadores quieren imitar el diseño del caparazón de este escarabajo para construir vehículos, puentes, edificios y otras estructuras que resistan mejor la presión y los impactos.
¿Qué le parece? ¿Es el caparazón del escarabajo diabólico acorazado producto de la evolución, o lo diseñó alguien?