AYUDA PARA LAS FAMILIAS | PADRES
Enséñele a su hijo a no rendirse
Su hijo le dice frustrado: “¡No puedo hacerlo! ¡Es muy difícil! ¡Nunca voy a aprender!”. Él está haciendo algo que le resulta muy difícil y está a punto de rendirse. Ver a su hijo sufrir le parte el corazón, pero quiere que aprenda a hacerles frente a los desafíos. ¿Debería ir corriendo a ayudarlo? ¿Debería dejar que tire la toalla? ¿O podría enseñarle a ser constante y no rendirse?
Lo que debe saber
La constancia es muy importante. Si los padres les enseñan a sus hijos a esforzarse en una tarea, los ayudarán a desarrollar nuevas habilidades. Así es más probable que a sus hijos les vaya bien en la escuela, estén más felices y más sanos, y tengan amistades más estrechas y fuertes. Pero, si los padres no permiten que sus hijos pasen por dificultades y fracasos, es más probable que los hijos se depriman, que se sientan incompetentes y que cuando sean adultos no estén satisfechos con su vida.
La constancia se puede aprender. Hasta los niños pequeños pueden aprender a ser constantes a la hora de superar desafíos y resolver problemas. En un estudio, los investigadores descubrieron que bebés de 15 meses se esforzaban más por realizar una tarea difícil si veían a un adulto esforzarse también. Pero los que veían a un adulto realizar la tarea sin esfuerzo se esforzaban menos.
“Recuerdo cuando tuve que enseñarles a mis hijas a atarse los cordones de los zapatos. Eso no es algo que se aprende en un día. Cada vez que tenía que hacerlo, dejaba que lo intentaran ellas solitas durante 10 o 15 minutos, y luego yo las ayudaba. Aunque les tomó unos meses y algunas lágrimas, al final lo lograron. Habría sido más fácil para mí comprarles zapatos sin cordones, pero a veces hasta nosotros los padres tenemos que ser constantes para enseñarles a nuestros hijos a ser constantes” (Colleen).
La constancia se puede perder. Sin querer, algunos padres podrían hacer que sus hijos se rindieran fácilmente. ¿Por qué? Porque, al querer aumentar la autoestima de sus hijos, van corriendo a “rescatarlos” para que no afronten ningún tipo de frustración o fracaso. Pero hacer esto tiene un efecto negativo. La escritora Jessica Lahey comenta lo siguiente: “Cada vez que rescatamos [...] o evitamos de alguna manera que nuestros hijos tengan que hacer frente a un desafío, les estamos enviando un mensaje claro: que los consideramos incompetentes, incapaces y que no merecen nuestra confianza”. a ¿Cuál será el resultado? Que puede que los hijos tiren la toalla rápidamente cuando tengan problemas en el futuro porque crean que necesitan que un adulto venga a salvarlos.
Lo que puede hacer
Anímelos a trabajar duro. Una forma de enseñarles a los hijos a ser constantes es dándoles tareas que sean apropiadas para su edad. Por ejemplo, los más pequeños pueden ayudar a separar la ropa que se va a lavar y guardar sus juguetes. Los más grandes pueden guardar la comida que se compre, poner y recoger la mesa, sacar la basura y limpiar lo que se ensucie. Y los adolescentes ya pueden hacer tareas más difíciles de limpieza, mantenimiento y reparación. Quizás los hijos no siempre quieran hacer estas tareas, pero es bueno para ellos que sus padres les enseñen a ser responsables desde jovencitos y a ayudar en casa. ¿Y por qué es bueno? Porque así aprenderán que hay trabajos difíciles que hay que hacer, y eso les ayudará a no rendirse cuando sean adultos y tengan que trabajar.
Texto bíblico clave: “Todo trabajo duro genera beneficios” (Proverbios 14:23).
“Es una pérdida de tiempo decirles a los hijos que hagan algo solo por mantenerlos ocupados. A nadie le gusta eso, ni siquiera a los niños. Que ellos sientan que de verdad están ayudando. Si son pequeños, podrían quitar el polvo en sitios donde puedan alcanzar. Si usted está lavando el auto, podría pedirle a su hijo que limpie las partes más bajas adonde a usted le cuesta llegar. Y no se olvide de felicitarlo por su esfuerzo” (Chris).
Guíe a su hijo paso a paso en tareas difíciles. Puede que su hijo se rinda fácilmente si no sabe cómo hacer una tarea. Pruebe el siguiente método cuando él esté aprendiendo algo nuevo: 1) haga usted la tarea mientras su hijo lo observa; 2) háganla juntos; 3) vea cómo su hijo hace esa tarea y dele sugerencias; 4) que él lo haga solo.
Texto bíblico clave: “Yo les he dado el ejemplo para que hagan lo mismo que yo les hice” (Juan 13:15).
“Sé por experiencia que los padres tenemos que dar el ejemplo si queremos que nuestros hijos sean constantes. Es decir, tenemos que ser constantes si queremos que ellos también lo sean” (Doug).
Ayude a su hijo a entender que no todo va a ser fácil y que a veces va a fracasar. Cuéntele de algo que a usted le costó hacer pero de lo que aprendió lecciones valiosas por no rendirse. Explíquele que es normal que las cosas nuevas sean difíciles y que puede aprender de sus errores. Dígale a su hijo que lo va a querer igual aunque haga mal algunas cosas. Tal como el ejercicio ayuda a fortalecer los músculos, los retos ayudarán a su hijo a ser constante. Entonces, cuando su hijo tenga algún desafío, en vez de ir corriendo a ayudarlo, deje que siga intentándolo aunque se frustre un poco. El libro Cómo triunfan los niños dice: “El mejor modo de forjar el carácter de un joven es llevándole a hacer algo en lo que tenga una posibilidad real y seria de fracasar”.
Texto bíblico clave: “Aprendamos desde nuestra juventud a soportar el sufrimiento” (Lamentaciones 3:27, Biblia en Lenguaje Básico).
“Es bueno dejar que los hijos pasen tiempo intentando hacer algo difícil aunque sepan que mamá y papá están ahí para ayudarlos. Con el tiempo, ya no les resultará tan difícil, habrán aprendido algo nuevo y sabrán que vale la pena no rendirse” (Jordan).
Felicítelos por el esfuerzo, no por la inteligencia. Por ejemplo, en vez de decir “¡Hiciste muy bien el examen! ¡Eres un genio!”, podría decir algo como “¡Hiciste muy bien el examen! ¡Eso es que estudiaste muchísimo!”. ¿Por qué es mejor felicitar a sus hijos por su esfuerzo? Porque, según la profesora de psicología Carol Dweck, felicitarlos por su inteligencia “hace que los niños duden de sí mismos en cuanto algo es difícil o va mal”. Y luego añade: “Si los padres quieren hacerles un regalo a sus hijos, lo mejor que pueden hacer es enseñarles a amar los desafíos, a analizar los errores, a disfrutar con el esfuerzo y a seguir aprendiendo. Así los niños no tendrán que ser esclavos de los elogios”. b
Texto bíblico clave: “Las alabanzas recibidas ponen a prueba a una persona” (Proverbios 27:21).
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