Por todo el mundo, los Testigos siguen encontrando nuevas formas de predicar durante la pandemia del COVID-19. Nuestros hermanos de Ecuador están usando distintos métodos para llevar las buenas noticias a sus vecinos, y les ha ido muy bien.

En la ciudad de Ambato, una madre ayudó a su hija de siete años a enviarles mensajes de texto a sus profesores. Uno de los mensajes decía: “Buenos días, profe. Le quiero mandar un mensaje de ánimo en estos días difíciles. La Biblia nos promete un futuro mejor en Apocalipsis 21:4. Le envío un enlace con más información”.

Una de las profesoras le respondió: “Muchas gracias, mi niña. Aunque eres muy pequeña, tus palabras son muy sabias”. Otra profesora le dio las gracias y le preguntó si había una versión digital del libro Mi libro de historias bíblicas, porque el que tenía se lo había prestado a un estudiante. Así que la niña le explicó cómo podía descargarlo de jw.org.

En la ciudad de Quevedo, un matrimonio buscó en su lista de contactos a personas que no eran Testigos para enviarles el siguiente mensaje: “Soy testigo de Jehová. Como no podemos ir a las casas a predicar por la crisis que está afectando al país y al mundo entero, me gustaría mucho hablar con usted por videollamada”.

La mayoría aceptó la invitación. Una mujer que nunca había recibido a los Testigos cuando le habían ido a predicar le dio las gracias al matrimonio y los felicitó por su iniciativa. Les explicó que le estresa la situación actual. El matrimonio le envió en formato PDF la revista ¡Despertad! titulada “Cómo calmar el estrés” (número 1 del 2020). Tiempo después, volvieron a hablar y la mujer les dijo que le había gustado mucho la revista y que la había leído varias veces.

En la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas, Johana, una Testigo que es sorda, “escribió” una carta usando dibujos. a Le tomó una foto y se la envió en un mensaje a todos sus contactos que eran sordos. Pero una de las personas que la recibió era una mujer oyente, y enseguida empezó a enviar mensajes con preguntas. Como Johana no entendía los mensajes, le pidió a Rhonda —una precursora oyente— que le respondiera sus preguntas.

La mujer le dijo a Rhonda que le habían llamado la atención los dibujos que Johana le había enviado. Entonces le preguntó si había otros versículos en la Biblia que hablaran de lo que está pasando en el mundo. Rhonda le leyó Lucas 21:10, 11 y le envió los enlaces para que viera los videos ¿Por qué permite Dios el sufrimiento? y ¿Por qué creó Dios la Tierra? A la mujer le gustaría seguir hablando de estos temas.

Mientras estaba en prisión, el apóstol Pablo siguió dando “un testimonio completo sobre el Reino de Dios” (Hechos 28:23). De la misma manera, nuestros hermanos hacen todo lo que está a su alcance para predicar aunque no puedan salir de casa.