Dennis Christensen llegó sano y salvo a Dinamarca el 25 de mayo de 2022. Justo el día anterior lo habían liberado de una prisión rusa, y fue deportado inmediatamente. Pasó un total de cinco años en varios centros de detención.
Él cuenta: “Estoy muy feliz de haber salido de la prisión y de estar otra vez con mi querida esposa, con Irina. El apoyo y el ánimo que recibí de hermanos de todo el mundo fue un regalo de Jehová. Le pido que siga cuidando de los hermanos y hermanas que están siendo perseguidos y encarcelados por su fe. Son muy valientes”.
Los amigos y la familia de Dennis e Irina los están ayudando con todo lo que necesitan, tanto en sentido espiritual como en sentido económico. “Tenemos muchas ganas de poder adorar a Jehová en libertad junto con nuestros hermanos de Dinamarca”, dicen Dennis e Irina.
El 25 de mayo de 2017, agentes armados y encapuchados de la policía rusa irrumpieron en una reunión de congregación en Oriol. Dennis se encontraba allí, y fue arrestado y detenido. Después, fue declarado culpable de organizar las actividades de una organización religiosa que solo un mes antes había sido declarada extremista y prohibida por el Tribunal Supremo de Rusia.
Las autoridades rusas han dicho una y otra vez que la prohibición del 2017 solo aplica a las entidades legales de los testigos de Jehová y que no afecta al derecho que tiene cada Testigo de practicar su fe. Pero la detención de Dennis fue el principio de una campaña violenta de arrestos y encarcelamientos contra muchos testigos de Jehová por toda Rusia y Crimea.
Actualmente hay 91 hermanos y hermanas en prisión. Le pedimos a Jehová que siga ayudando a estos leales siervos suyos y que los trate “de un modo especial” (Salmo 4:3).