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¿De verdad pueden las Olimpiadas unir a la gente? | ¿Qué dice la Biblia?
En el 2024, unos 5.000 millones de personas verán los Juegos Olímpicos de Verano, en los que participan deportistas de 206 países y territorios. Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional, dijo: “Somos parte de un evento que une al mundo en paz”. Y luego añadió: “Celebremos este espíritu olímpico de vivir la vida en paz, como la única humanidad, unida en toda nuestra diversidad”.
¿Pueden las Olimpiadas alcanzar esos objetivos tan nobles? ¿Hay alguna esperanza de conseguir verdadera paz y unidad?
¿Promueven la paz y la unidad?
Los Juegos Olímpicos de este año están siendo más que solo deporte. Este evento ha puesto el foco en asuntos sociales y políticos que dividen a la gente, entre ellos los derechos humanos, el racismo, la discriminación por motivos religiosos y la desigualdad.
Eventos deportivos internacionales como las Olimpiadas hacen que la gente pase un buen rato. Pero también sacan a la luz y promueven formas de pensar y actuar que, en vez de unir a las personas de manera permanente, las dividen.
La Biblia ya hablaba de que hoy en día la gente tendría una forma de ser que haría difícil conseguir la unidad (2 Timoteo 3:1-5). Para saber más sobre esta profecía bíblica, lea el artículo “¿Predijo la Biblia cómo sería la gente en nuestros días?”.
Lo que de verdad traerá paz y unidad al mundo
La Biblia habla de una esperanza real de conseguir paz y unidad en el mundo. Promete que todas las personas en la Tierra estarán unidas bajo un gobierno celestial llamado el “Reino de Dios” (Lucas 4:43; Mateo 6:10).
El Rey de ese Reino, Jesucristo, se encargará de que haya paz mundial. La Biblia dice:
“El justo florecerá, y habrá paz en abundancia” (Salmo 72:7).
“Él rescatará al pobre que grita por ayuda [...]. Los rescatará de la opresión y de la violencia” (Salmo 72:12, 14).
Incluso hoy en día, las enseñanzas de Jesús han unido a millones de personas en 239 países y territorios. Como son cristianos, los testigos de Jehová de todo el mundo han aprendido a ser personas pacíficas. Para saber cómo lo han hecho, lea el número de la revista La Atalaya titulado “Rompamos el ciclo del odio”.