Hechos de los Apóstoles 7:1-60
Notas
Notas de estudio
el sumo sacerdote. Es decir, Caifás. Ver la nota de estudio de Hch 4:6.
Sal de tu país. En su discurso ante el Sanedrín, Esteban dice que “el Dios de la gloria” le dio este mandato a Abrahán “cuando él estaba en Mesopotamia, antes de establecerse en Harán” (Hch 7:2). Abrahán (antes conocido como Abrán) era originario de la ciudad caldea de Ur. Por lo que dice Esteban, al parecer fue en esa ciudad donde Abrahán recibió por primera vez el mandato de dejar su país (Gé 11:28, 29, 31; 15:7; 17:5; Ne 9:7). En cambio, el relato de Gé 11:31-12:3 parece dar a entender que recibió este mandato después de la muerte de su padre, Taré, cuando estaban viviendo temporalmente en Harán. Pero, si se combina este relato con lo que dice Esteban, es razonable concluir que Jehová le dio este mandato a Abrahán cuando todavía estaba en Ur y luego se lo repitió cuando estaba viviendo en Harán.
Dios. Lit. “él”. Aquí se refiere al “Dios de la gloria” mencionado en el versículo 2.
descendencia. Lit. “simiente”.
descendientes. Lit. “simiente”.
los maltrataría durante 400 años. Aquí se cita de Gé 15:13, donde Dios le dice a Abrán (Abrahán) que sus descendientes serán esclavizados y maltratados durante 400 años. Este periodo terminó cuando Jehová liberó a los israelitas de la esclavitud en Egipto el 14 de nisán del año 1513 antes de nuestra era, así que tuvo que empezar en el año 1913 antes de nuestra era. De acuerdo con la cronología bíblica, en ese año, la descendencia de Abrahán, Isaac, que por entonces tenía cinco años, comenzó a sufrir las burlas y el maltrato de su medio hermano, Ismael. Ismael tenía unos 19 años y era hijo de Agar, la sierva egipcia de Sarai (Sara). Puede que Ismael se portara mal con su hermano menor porque Isaac iba a recibir la herencia del primogénito a pesar de que Ismael había nacido primero (Gé 16:1-4; 21:8-10). Mucho tiempo después, Pablo dijo que el trato que Ismael le daba a Isaac era una persecución (Gál 4:29). Por lo visto fue muy grave, porque a Jehová le pareció bien que Sara le pidiera a Abrahán que echara a Ismael y a su madre (Gé 21:11-13). Así que Isaac fue el primero de los descendientes de Abrahán que sufrió el maltrato predicho. Por lo tanto, parece que este incidente, registrado con tanto detalle en el relato inspirado, marcó el comienzo del periodo de 400 años de maltrato que terminó con el éxodo de Egipto.
me darán servicio sagrado. O “me adorarán”. El verbo griego latréuō tiene el sentido básico de ‘servir’, pero en algunos contextos se puede traducir como “adorar”. En la segunda parte de este versículo se alude a Éx 3:12, donde el verbo hebreo equivalente se puede traducir como “servir” o “adorar” (Éx 3:12; nota). En la Biblia, latréuō por lo general se refiere a servir a Dios o a realizar un servicio relacionado con la adoración a Dios (Mt 4:10; Lu 1:74; 2:37; 4:8; Ro 1:9; Flp 3:3; 2Ti 1:3; Heb 9:14; 12:28; Ap 7:15; 22:3), como el servicio en el santuario o el templo (Heb 8:5; 9:9; 10:2; 13:10). En unos pocos casos, se usa para referirse a una adoración falsa: para hablar de servir o adorar a algo creado (Hch 7:42; Ro 1:25).
Isaac llegó a ser el padre de Jacob. En esta última parte del versículo, el texto griego no repite ninguno de los dos verbos anteriores: “llegó a ser el padre de” ni “circuncidó”. Así que aquí podría usarse cualquiera de los dos o incluso los dos. Por eso, esta parte del versículo también podría traducirse como “Isaac hizo lo mismo con Jacob, y Jacob, con los 12 patriarcas”, es decir, Isaac circuncidó a Jacob, y Jacob, a los 12 patriarcas.
patriarcas. O “cabezas de familia”. El término griego patriárkhēs aparece cuatro veces en las Escrituras Griegas Cristianas. Aquí se refiere a los 12 hijos de Jacob (Gé 35:23-26), pero también se usa para hablar de David (Hch 2:29) y de Abrahán (Heb 7:4).
75 personas en total. Cuando Esteban dice que la cantidad total de miembros de la familia de Jacob que entraron en Egipto fue de 75, puede que no estuviera citando de ningún versículo en particular de las Escrituras Hebreas. Esta cifra no aparece en ningún lugar del texto masorético de las Escrituras Hebreas. En Gé 46:26 se dice: “Los descendientes de Jacob que entraron con él a Egipto, sin contar a las esposas de los hijos de Jacob, fueron 66”. Y en el versículo 27 se añade: “En total, las personas de la casa de Jacob que entraron en Egipto fueron 70”. En estos versículos se cuenta la cantidad de personas de dos formas: parece que en el primer caso solo se incluye a los descendientes biológicos y, en el segundo, se da el número de todos los que entraron en Egipto. En Éx 1:5 y en Dt 10:22 también se dice que los descendientes de Jacob fueron 70. Esteban da una tercera cifra que parece incluir a más miembros de la familia extendida de Jacob. Algunos creen que incluye a los hijos y nietos de los hijos de José —Manasés y Efraín— que se mencionan en la Septuaginta en Gé 46:20. Otros piensan que incluye a las esposas de los hijos de Jacob, de quienes la Biblia dice específicamente que no estaban incluidas en la cifra de Gé 46:26. Así que la cantidad de 75 puede ser el gran total de los que componían la familia de Jacob. Otra posibilidad es que Esteban haya dicho esta cifra basándose en textos de las Escrituras Hebreas que circulaban en el siglo primero de nuestra era. Hace mucho tiempo que los expertos saben que en la Septuaginta se da la cifra de 75 en Gé 46:27 y en Éx 1:5. Y en el siglo veinte se descubrieron dos fragmentos de los Rollos del mar Muerto en hebreo, donde también se da la cifra de 75 en Éx 1:5. Sea cual sea la razón, la cantidad que da Esteban es simplemente otra forma de contar el número total de los descendientes de Jacob.
personas. O “almas”. La palabra griega psykhḗ, que tradicionalmente se traduce como “alma”, aquí se refiere a una persona viva. Ver glosario, alma, y apén. A2.
extremadamente hermoso. La expresión griega que se usa aquí literalmente significa ‘hermoso para Dios’. Esta expresión incluye una frase hecha de origen semítico que se usa para hablar de algo en su grado máximo. En este contexto puede transmitir dos ideas: la de ser ‘extremadamente hermoso’ y la de ser ‘hermoso a los ojos de Dios’ (comparar con Éx 2:2). Algunos expertos creen que esta expresión puede referirse no solo a las características físicas de una persona, sino también a las cualidades que Dios ve en su interior. Una construcción similar aparece en Jon 3:3. Ahí se describe a Nínive como “una ciudad muy grande”, pero literalmente el texto hebreo dice “una ciudad grande para Dios”. Ver otros ejemplos de estructuras parecidas en Gé 23:6; nota; Sl 36:6; nota.
educado en toda la sabiduría de los egipcios. En su discurso ante el Sanedrín, Esteban revela varios datos de la historia judía que no aparecen en las Escrituras Hebreas. Por ejemplo, solo él habla de la educación que Moisés recibió en Egipto. Para conocer otros datos del discurso de Esteban que no se mencionan en las Escrituras Hebreas, ver las notas de estudio de Hch 7:23, 30, 53.
cumplió 40 años. En su discurso ante el Sanedrín, Esteban revela varios datos de la historia judía que no aparecen en las Escrituras Hebreas. Por ejemplo, dice que Moisés tenía 40 años cuando huyó de Egipto. Para conocer otros datos del discurso de Esteban que no se mencionan en las Escrituras Hebreas, ver las notas de estudio de Hch 7:22, 30, 53.
decidió. O “le vino a la mente la idea de”, “le vino al corazón”. Esta expresión griega refleja una frase hecha de origen hebreo. Comparar con Is 65:17; Jer 3:16.
los hijos de Israel. O “el pueblo de Israel”, “los israelitas”. Ver glosario, Israel.
40 años. Las Escrituras Hebreas no dicen específicamente cuántos años pasó Moisés en Madián. Pero, en su discurso, Esteban revela datos de la historia judía que no aparecen antes en las Escrituras. Entre otras cosas, dice que Moisés tenía 40 años cuando huyó a Madián (Éx 2:11; Hch 7:23) y que se quedó allí 40 años, o casi 40 años. Así que este periodo tiene que haber transcurrido entre el 1553 y el 1513 antes de nuestra era. Estos datos de Esteban concuerdan con la afirmación de que Moisés tenía 80 años cuando habló con el faraón y sacó a los israelitas de Egipto (Éx 7:7). También concuerda con la declaración de que Moisés tenía 120 años cuando murió, después de haber pasado 40 años en el desierto (Dt 34:7; Hch 7:36).
un ángel. Aquí Esteban está haciendo referencia al relato de Éx 3:2, donde el texto hebreo original dice “ángel de Jehová”. La mayoría de los manuscritos griegos dicen “un ángel” a secas, pero unos pocos manuscritos y unas cuantas traducciones antiguas a otros idiomas usan palabras que se pueden traducir como “un ángel de [el] Señor [o “de Jehová”]”. Varias traducciones de las Escrituras Griegas Cristianas al hebreo (señaladas con las referencias J7, 8, 10-12, 14-17, 28 en el apén. C4) emplean el Tetragrámaton aquí y dicen “ángel de Jehová”.
zarza. Un tipo de arbusto espinoso.
la voz de Jehová. En esta parte del discurso (Hch 7:30-34), Esteban hace referencia al relato de Éx 3:2-10. Según el versículo 4, es Jehová quien llama a Moisés mediante su ángel y, según el versículo 6, es Jehová quien dice las palabras que se citan en Hch 7:32. La frase “la voz de Jehová” se utiliza muchas veces en las Escrituras Hebreas. Combina la palabra hebrea para “voz” y el Tetragrámaton. Se encuentran algunos ejemplos en Gé 3:8; Éx 15:26; Dt 5:25; 8:20; 15:5; 18:16; 26:14; 27:10; 28:1, 62; Jos 5:6; 1Sa 12:15; 1Re 20:36; Sl 106:25; Is 30:31; Jer 3:25; Da 9:10; Zac 6:15. Es interesante destacar que, cuando esta frase se usa en Dt 26:14; 27:10; 28:1, 62 en el fragmento de un antiguo papiro de la Septuaginta (en la colección Papiro Fouad 266), el nombre de Dios aparece escrito con caracteres hebreos cuadrados dentro del texto griego. Este fragmento data del siglo primero antes de nuestra era. Para saber las razones por las que la Traducción del Nuevo Mundo usa la frase “la voz de Jehová” en el texto principal a pesar de que los manuscritos griegos disponibles de Hch 7:31 usan “la voz del Señor”, ver apén. C1 y apén. C3 (introducción y explicación de Hch 7:31).
Jehová le dijo. El contexto del relato original al que se refiere Esteban es Éx 3:2-10, donde está claro que es Jehová el que habla mediante su ángel. Aunque la mayor parte del contenido de este versículo está tomado de Éx 3:5, en el texto hebreo original se encuentra una frase introductoria equivalente en Éx 3:7. Allí dice literalmente: “Jehová añadió”. Ver apén. C3 (introducción y explicación de Hch 7:33).
libertador. O “redentor”. La palabra griega lytrōtḗs proviene del verbo lytróomai, que significa ‘liberar’ o ‘rescatar’. También está relacionada con el sustantivo lýtron, que significa ‘rescate’ (ver la nota de estudio de Mt 20:28). El verbo se usa para referirse a la liberación que se consigue a través de Jesucristo (Lu 24:21; Tit 2:14, nota; 1Pe 1:18, nota), de quien se predijo que sería un profeta como Moisés (Dt 18:15; Hch 7:37). Tal como Moisés fue el libertador de los israelitas de Egipto, Jesucristo es el libertador de toda la humanidad mediante su sacrificio redentor.
cosas impresionantes. O “portentos presagiosos”. Ver la nota de estudio de Hch 2:19.
durante 40 años. Este periodo transcurre desde el 1513 antes de nuestra era (cuando se produjo el éxodo de Egipto) hasta el 1473 antes de nuestra era (cuando los israelitas entraron en la Tierra Prometida). Antes de esos 40 años y durante ese periodo, Moisés realizó “cosas impresionantes y milagros”. Por ejemplo, cuando regresó a Egipto, primero realizó milagros ante los ancianos de Israel (Éx 4:29-31). Luego, antes del éxodo, fue usado para realizar cosas impresionantes y grandes milagros ante el faraón y todos los egipcios. Y, más tarde, tuvo una parte importante en la destrucción del faraón y su ejército en el mar Rojo (Éx 14:21-31; 15:4; Dt 11:2-4). Uno de los milagros más notables relacionados con Moisés fue el suministro diario de maná en el desierto. Este milagro se repitió durante 40 años hasta que el pueblo comenzó a comer algunos productos de la tierra de Canaán, al principio del año 1473 antes de nuestra era (Éx 16:35; Jos 5:10-12).
los hijos de Israel. O “el pueblo de Israel”, “los israelitas”. Ver glosario, Israel.
Dios. Aquí se cita de Dt 18:15. En el texto hebreo original aparece el nombre divino, representado por cuatro consonantes hebreas que se transliteran como YHWH. En ese versículo dice “Jehová su Dios”. Esteban hace una cita ligeramente abreviada de este versículo y solo dice “Dios”. En cambio, Pedro cita este mismo versículo en Hch 3:22 y usa la expresión completa “Jehová su Dios” (ver la nota de estudio de Hch 3:22). Algunas traducciones de las Escrituras Griegas Cristianas al hebreo usan aquí el nombre de Dios y dicen “Jehová su Dios” (J7, 8, 10-17) o “Jehová Dios” (J28) (ver apén. C4). Unos pocos manuscritos griegos también usan palabras que se pueden traducir como “el Señor Dios” o, por las mismas razones que se explican en el apén. C, como “Jehová Dios”. Sin embargo, la gran mayoría de los manuscritos griegos y las traducciones antiguas a otros idiomas solo dicen “Dios”.
la congregación en el desierto. Aquí se llama “congregación” a los israelitas que fueron liberados de Egipto. En las Escrituras Hebreas, el término hebreo qahál, que normalmente se traduce como “congregación” en la Traducción del Nuevo Mundo, viene de una raíz que significa ‘reunir’, ‘congregar’ o ‘convocar’ (Nú 20:8; Dt 4:10). Esta palabra se usa con frecuencia para referirse a los israelitas como un conjunto organizado en expresiones como “congregación de Israel” (Le 16:17; Jos 8:35; 1Re 8:14), “congregación del Dios verdadero” (Ne 13:1) y “congregación de Jehová” (Nú 20:4; Dt 23:2, 3; 1Cr 28:8; Miq 2:5). En la Septuaginta, el término hebreo qahál se traduce muchas veces con la palabra griega ekklēsía (como en Sl 22:22 [21:23, LXX]). Esta palabra griega es la que se usa en las Escrituras Griegas Cristianas para “congregación”. Ver las notas de estudio de Mt 16:18; Hch 5:11.
ejército del cielo. Aquí se refiere a los cuerpos celestes.
la tienda del Testimonio. O “el tabernáculo del Testimonio”. Así traduce la Septuaginta la expresión hebrea para “la tienda de reunión”, y puede que Lucas la use en este versículo influido por esa traducción (Éx 27:21; 28:43; Nú 1:1). Durante el viaje de Israel por el desierto, esta tienda era donde se guardaba el arca del pacto con su principal contenido: “las dos tablas del Testimonio”. En estos contextos, el término “Testimonio” suele referirse a los Diez Mandamientos escritos en tablas de piedra (Éx 25:16, 21, 22; 31:18; 32:15). El término hebreo para “testimonio” también puede traducirse como “recordatorio”. El Arca sirvió de archivo santo para guardar los recordatorios sagrados, es decir, el Testimonio. Ver glosario, arca del pacto y Santísimo.
modelo. O “diseño”, “tipo”. La palabra griega týpos, que se usa aquí, tiene el mismo significado en Heb 8:5 y, en la Septuaginta, en Éx 25:40.
Josué. Aquí se refiere al líder de Israel que llevó a los israelitas a la Tierra Prometida (Dt 3:28; 31:7; Jos 1:1, 2). El nombre hebreo Jehosúa y su forma abreviada Josué significan ‘Jehová es salvación’. El nombre equivalente en griego es Iēsóus y en latín es Iesus, de donde sale Jesús (ver apén. A4). Lucas usa aquí el nombre griego, que era muy común entre los judíos de tiempos bíblicos. En las Escrituras Griegas Cristianas se menciona a cuatro personas con este nombre: Josué hijo de Nun, el sucesor de Moisés (Hch 7:45; Heb 4:8); un antepasado de Jesucristo (Lu 3:29); el propio Jesucristo (Mt 1:21), y un colaborador cristiano de Pablo, que por lo visto era de origen judío (Col 4:11). Aparte de estos cuatro que aparecen en el registro bíblico, Josefo menciona a varios más con el mismo nombre.
casas hechas por manos humanas. O “lugares hechos por manos humanas”, “cosas hechas por manos humanas”. La palabra griega kheiropóiētos también se usa en Hch 17:24 (“hechos por hombres”) y en Heb 9:11, 24 (“hecha [“hecho”] por manos humanas”).
Jehová. Aquí se cita de Is 66:1. En el texto hebreo original aparece el nombre divino, representado por cuatro consonantes hebreas que se transliteran como YHWH. La frase que aquí se traduce como “dice Jehová” se corresponde con la frase que aparece al principio de Is 66:1 (“Esto es lo que dice Jehová”) y con la que aparece a la mitad de Is 66:2 (“afirma Jehová”). Ver apén. C.
tercos. Lit. “de dura cerviz”. La palabra griega usada aquí aparece solo una vez en las Escrituras Griegas Cristianas. Pero la Septuaginta la usa varias veces para traducir una expresión hebrea de significado similar (Éx 33:3, 5, notas; 34:9, nota; Dt 9:6, nota; Pr 29:1, nota).
incircuncisos de corazón y de oídos. Esta expresión figurada se refiere a personas tercas e indiferentes, y tiene su origen en las Escrituras Hebreas (Le 26:41, nota; Jer 9:25, 26; Eze 44:7, 9). Por ejemplo, en Jer 6:10, la frase que literalmente dice “sus oídos son incircuncisos” se traduce como “sus oídos están cerrados”. Así que se llama incircuncisos a los corazones y los oídos de las personas que no responden a la guía de Dios.
tal como la transmitieron los ángeles. El discurso que Esteban presentó ante el Sanedrín revela varios datos de la historia judía que no aparecen en las Escrituras Hebreas. Un ejemplo es el papel que tuvieron los ángeles en transmitir la Ley de Moisés (Gál 3:19; Heb 2:1, 2). Para conocer otros datos del discurso de Esteban que no aparecen en las Escrituras Hebreas, ver las notas de estudio de Hch 7:22, 23, 30.
ellos se sintieron furiosos. La expresión griega original solo aparece en este versículo y en Hch 5:33. Literalmente significa ‘ser cortado con una sierra’, pero en ambos casos se usa en sentido metafórico para describir una reacción emocional fuerte.
apretar los dientes. O “hacer crujir los dientes”, “hacer rechinar los dientes”. Este gesto puede dar la idea de rabia, desesperación y furia, y quizá ir acompañado de palabras amargas y acciones violentas. En este contexto, está claro que se refiere a una furia descontrolada (Job 16:9). Ver la nota de estudio de Mt 8:12.
Jesús de pie a la derecha de Dios. Esteban fue el primero en dar testimonio de que había visto a Jesús en el cielo y de que, como se había profetizado en Sl 110:1, estaba de pie a la derecha de Dios. En sentido simbólico, la mano derecha tiene gran importancia. Estar a la derecha de un gobernante significaba ser el segundo en importancia después de él (Ro 8:34; 1Pe 3:22) o tener su favor. Ver las notas de estudio de Mt 25:33; Mr 10:37; Lu 22:69.
Saulo. Nombre que significa ‘pedido [a Dios]’ o ‘solicitado [a Dios]’. Saulo, también conocido por su nombre romano Pablo, era “de la tribu de Benjamín, hebreo de padres hebreos” (Flp 3:5). Como tenía la ciudadanía romana de nacimiento (Hch 22:28), es lógico que sus padres judíos también le pusieran el nombre latino Paulus, que significa ‘pequeño’ y del que vienen Paulo o Pablo. Es probable que tuviera el nombre hebreo y el latino desde niño. Puede haber varias razones por las que sus padres le pusieron Saulo. Por un lado, era un nombre tradicional e importante en la tribu de Benjamín porque el primer rey de todo Israel había sido un benjaminita llamado Saúl (1Sa 9:2; 10:1; Hch 13:21). También puede que sus padres eligieran ese nombre por su significado o porque el padre se llamaba Saúl y siguieron la costumbre de que el hijo heredara el nombre del padre (comparar con Lu 1:59). Fuera cual fuera la razón, él usó su nombre hebreo, Saulo, entre judíos, sobre todo cuando estudiaba para ser fariseo y vivir como fariseo (Hch 22:3). Y, aun después de hacerse cristiano, parece que fue conocido principalmente por su nombre hebreo durante más de una década (Hch 11:25, 30; 12:25; 13:1, 2, 9).
Esteban suplicó: “Señor Jesús [...]”. Como se ve en los versículos 55 y 56, Esteban tuvo una visión en la que vio “los cielos abiertos y al Hijo del Hombre de pie a la derecha de Dios”. Esto deja claro que diferenciaba a Jesús de Jehová. También sabía que Jehová le había dado a Jesús el poder para resucitar a los muertos. Así que sería natural que se dirigiera directamente a Jesús, a quien acababa de ver en la visión, para pedirle que protegiera su espíritu, o fuerza de vida (Jn 5:27-29). Esteban se dirige a él llamándolo “Señor Jesús [en griego, Kýrie Iēsóu]”. Es cierto que, en las Escrituras Griegas Cristianas, el término Kýrios puede referirse a Jehová Dios o a Jesús. Pero aquí el contexto indica claramente que se refiere a Jesús. Por otra parte, la palabra griega que en este versículo se traduce como “suplicar” no es la que se usa habitualmente para “orar” en las Escrituras Griegas Cristianas, aunque muchas Biblias la traducen así y dan la impresión de que Esteban le estaba orando directamente a Jesús. Varias obras de referencia confiables indican que el verbo griego empleado aquí (epikaléō) significa ‘llamar’, ‘invocar’ o ‘apelar a la autoridad de alguien’, que es como se ha traducido muchas veces (Hch 2:21; 9:14; Ro 10:13; 2Ti 2:22). Es el mismo verbo que se emplea cuando Pablo dice: “¡Apelo a César!” (Hch 25:11). De modo que no hay base para concluir que Esteban le estaba orando directamente a Jesús. Más bien, ya que lo había visto en la visión, Esteban se sintió con la libertad para hacerle una súplica. Ver la nota de estudio de Hch 7:60.
Jehová. Los manuscritos griegos disponibles usan aquí el término Kýrios (“Señor”). En las Escrituras Griegas Cristianas, este título puede referirse tanto a Jehová Dios como a Jesucristo, dependiendo del contexto. En este caso, parece que se refiere a Jehová Dios por varias razones. Por un lado, las palabras de Esteban se parecen a las que Jesús le dijo a su Padre en una ocasión: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lu 23:34). Además, en el discurso de Esteban, que Lucas registra en Hch 7:2-53, el término Kýrios aparece tres veces, y las tres son citas de las Escrituras Hebreas o alusiones a ellas en las que claramente se hace referencia a Dios (ver las notas de estudio de Hch 7:31, 33, 49). De hecho, muchos comentaristas y traductores defienden que Kýrios en estos contextos se refiere a Jehová (ver apén. C). Aunque el término Kýrios también aparece en Hch 7:59, ahí Esteban dice específicamente “Señor Jesús”. Sin embargo, esto no significa, como dicen algunos, que Jesús sea la persona a la que se refiere Kýrios en Hch 7:60. Entre el versículo 59 y el versículo 60 se produce de forma natural un cambio. Hasta ese momento, Esteban ha estado de pie, pero entonces se arrodilla enfrente de sus enemigos, probablemente para orarle a Jehová (comparar con Lu 22:41; Hch 9:40; 20:36; 21:5, donde arrodillarse se relaciona con orarle a Dios). Así que parece que las últimas palabras de Esteban eran una oración dirigida al Dios todopoderoso, Jehová. Por otro lado, en Hch 7:56 se dice que Esteban vio “los cielos abiertos y al Hijo del Hombre de pie a la derecha de Dios”, de modo que no sería extraño que se dirigiera primero a Jesús en el versículo 59 y luego a Jehová en el versículo 60. Varias traducciones de las Escrituras Griegas Cristianas al hebreo (señaladas con las referencias J17, 18, 22, 23 en el apén. C4) usan el Tetragrámaton en el versículo 60, pero no en el versículo 59 cuando traducen la expresión “Señor Jesús”. Ver apén. C3 (introducción y explicación de Hch 7:60).
se durmió en la muerte. En las Escrituras, las expresiones “dormir” o “dormirse” pueden referirse tanto a dormir en sentido físico (Mt 28:13; Lu 22:45; Jn 11:12; Hch 12:6) como a dormirse en la muerte (Jn 11:11; Hch 7:60; 13:36; 1Co 7:39; 15:6, 51; 2Pe 3:4). Por eso, en los contextos relacionados con la muerte, los traductores bíblicos suelen usar palabras como “dormirse en la muerte” o sencillamente “morir” para no confundir al lector. En sentido figurado, el término dormido se aplica en la Biblia a los que han muerto debido al pecado y la muerte heredados de Adán. Ver las notas de estudio de Mr 5:39; Jn 11:11.