Las Buenas Noticias según Mateo 27:1-66
Notas
Notas de estudio
ancianos. Ver la nota de estudio de Mt 16:21.
Pilato, el gobernador. Gobernador o prefecto romano de Judea nombrado por el emperador Tiberio en el año 26 de nuestra era. Gobernó durante unos 10 años. Varios escritores no bíblicos mencionan a Pilato. Por ejemplo, el historiador romano Tácito escribió que Pilato había ordenado la ejecución de Cristo durante el reinado de Tiberio. En el antiguo teatro romano de Cesarea (Israel) se encontró una inscripción en latín que dice: “Poncio Pilato, prefecto de Judea”. Para ver el territorio gobernado por Poncio Pilato, consultar apén. B10.
sintió remordimiento. Aunque la palabra griega que se usa aquí (metamélomai) puede tener un sentido positivo (como en Mt 21:29, 32 y 2Co 7:8, donde se traduce como “arrepentirse” o “lamentar”), no hay indicios de que Judas estuviera realmente arrepentido. Cuando la Biblia habla de arrepentirse ante Dios, usa otro término: metanoéō (que se traduce como “arrepentirse” en Mt 3:2; 4:17; Lu 15:7 y Hch 3:19). Este término implica un gran cambio en la manera de pensar, en la actitud y en las metas de la persona. Pero Judas volvió a hablar con los mismos hombres con los que había conspirado, y luego se suicidó. Estas acciones demostraron que su retorcida forma de pensar no había cambiado.
inocente. Algunos manuscritos antiguos lo traducen como “justa”. Comparar con Mt 23:35.
templo. Aquí se usa una palabra griega (naós) que puede referirse a todo el complejo del templo, con los patios incluidos, y no solo al santuario propiamente dicho.
se ahorcó. En Hch 1:18, Lucas dice que Judas cayó y su cuerpo se reventó. Mateo parece describir cómo quiso suicidarse Judas, mientras que Lucas describe el resultado. Si combinamos los dos relatos, parece que Judas se colgó al borde de un precipicio, pero en algún momento la soga o la rama del árbol se rompió y él cayó y se reventó contra las rocas que había abajo. El terreno que rodea Jerusalén permite llegar a esa conclusión.
tesoro sagrado. Esta expresión puede referirse al lugar del templo donde, según Jn 8:20, “estaban las arcas del tesoro”. Parece que se encontraba en lo que se conocía como el Patio de las Mujeres, donde había 13 arcas del tesoro (ver apén. B11). Se cree que en el templo también había una cámara del tesoro principal donde se guardaba el dinero depositado en las arcas del tesoro.
dinero manchado de sangre. Lit. “precio de sangre”, es decir, el dinero que se pagaba por derramar sangre.
compraron con ese dinero. Mateo es el único que dice que los sacerdotes principales compraron un campo con las 30 piezas de plata que Judas les devolvió. Por eso en Hch 1:18, 19 se le atribuye la compra a Judas.
campo del alfarero. Desde el siglo cuarto de nuestra era, se ha creído que este campo se encontraba en la ladera sur del valle de Hinón, a poca distancia de donde se une al valle de Cedrón. Parece que en ese lugar trabajaban los alfareros. Mt 27:8 y Hch 1:19 indican que el campo llegó a conocerse como Campo de Sangre o Akéldama. Ver apén. B12.
los extraños. Es decir, tanto judíos que venían de visita desde otras tierras como gentiles.
todavía hoy. Esta expresión indica que pasó algún tiempo entre los sucesos que se narran y el momento en el que se pusieron por escrito. El Evangelio de Mateo se escribió probablemente alrededor del año 41 de nuestra era.
se cumplió lo que se había dicho por medio del profeta Jeremías. Las palabras que aparecen a continuación parecen ser una cita de Zac 11:12, 13 parafraseada por Mateo. Bajo inspiración divina, Mateo las aplicó a las circunstancias que las cumplían. En tiempos de Mateo, el libro de Jeremías era el primero del grupo de los libros proféticos. Por eso es posible que con su nombre se refirieran a todo el grupo de libros, incluido el de Zacarías. Ver la nota de estudio de Mt 1:22.
Jehová. En el texto original de esta cita de las Escrituras Hebreas (ver la nota de estudio de Mt 27:9), aparece el nombre divino, representado por cuatro consonantes hebreas que se transliteran como YHWH. Ver apén. C.
¿Eres tú el rey de los judíos? Ningún rey podía gobernar en el territorio del Imperio romano sin el consentimiento de César. Al parecer esa fue la razón por la que Pilato concentró su interrogatorio en la cuestión del reinado de Jesús.
tú mismo lo estás diciendo. De este modo Jesús responde afirmativamente a la pregunta de Pilato (comparar con las notas de estudio de Mt 26:25, 64). Aunque Jesús admite ante Pilato que es rey, lo es en un sentido diferente del que Pilato se imagina. El Reino de Jesús “no es parte de este mundo”, así que no representa una amenaza para Roma (Jn 18:33-37).
acostumbraba poner en libertad a un preso. Los cuatro escritores de los Evangelios registraron este incidente (Mr 15:6-15; Lu 23:16-25; Jn 18:39, 40). En las Escrituras Hebreas no hay nada que sirva de base para esta costumbre de los judíos. Aun así, en los días de Jesús, parece que se había convertido en una tradición. Es probable que a los romanos no les resultara extraño, porque hay muchas pruebas de que ellos liberaban presos para complacer a las multitudes.
tribunal. Por lo general era una plataforma elevada, al aire libre, donde se sentaban las autoridades para dirigirse a las multitudes y anunciarles sus decisiones judiciales.
un sueño. Todo indica que fue de origen divino. Mateo es el único escritor de los Evangelios que incluyó este incidente en el relato inspirado.
se lavó las manos. Gesto simbólico con el que alguien afirmaba que era inocente y que estaba libre de cualquier responsabilidad en un asunto. Se menciona esta costumbre judía en Dt 21:6, 7 y Sl 26:6.
¡Nosotros y nuestros hijos nos hacemos responsables de su muerte! O “¡Que venga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!”.
le dieran latigazos. Los romanos golpeaban a sus víctimas con un terrible instrumento llamado flagelo (en latín, flagellum). El verbo griego que se usa aquí (fraguellóō, que significa ‘flagelar’ o ‘dar latigazos’) se deriva del término en latín. Se componía de un mango al que se le sujetaban varias cuerdas o tiras de cuero con nudos. A esas tiras se les añadía peso con piezas puntiagudas de hueso o metal para hacer más dolorosos los golpes. Estos latigazos causaban grandes moretones, rasgaban la piel y hasta podían provocar la muerte.
residencia del gobernador. El término griego praitṓrion (derivado del término latino praetorium) designa la residencia oficial de los gobernadores romanos. La residencia oficial en Jerusalén era probablemente el palacio construido por Herodes el Grande. Se encontraba en la esquina noroeste de la parte alta de la ciudad, es decir, de la parte sur de Jerusalén (para ver su ubicación, consultar apén. B12). Pilato solo se quedaba en Jerusalén en ocasiones como las fiestas, cuando había riesgo de que se produjeran disturbios. Su residencia habitual estaba en Cesarea.
manto rojo escarlata. Tipo de manto que usaban los reyes, magistrados u oficiales militares. En Mr 15:17 y Jn 19:2 se dice que era púrpura, pero antiguamente se llamaba púrpura a cualquier color que fuera una mezcla de rojo y azul. Además, el ángulo, el reflejo de la luz y el fondo podían hacer que la percepción de un color variara de una persona a otra. Estas variaciones demuestran que los escritores de los Evangelios no se copiaron unos a otros al redactar sus relatos.
corona [...] caña. Además del manto rojo escarlata (que se menciona en Mt 27:28), a Jesús le dieron una corona de espinas y una caña como cetro, como si fueran símbolos de realeza, para burlarse de él.
arrodillándose delante de él. Arrodillarse ante alguien por lo general era un gesto de respeto hacia un superior. Pero, en este caso, fue otra forma en la que los soldados se burlaron de Jesús. Ver la nota de estudio de Mt 17:14.
Viva. O “Salve”. Lit. “Alégrate”. Los soldados aclamaban a Jesús como aclamarían a César. Parece que se burlaban de Jesús porque afirmaba que era rey.
Cirene. Ciudad situada cerca de la costa del norte de África, al sursuroeste de la isla de Creta. Ver apén. B13.
lo obligaron a prestar el servicio. Ver la nota de estudio de Mt 5:41.
madero de tormento. O “madero de ejecución”. Ver glosario, madero y madero de tormento. Ver también las notas de estudio de Mt 10:38 y 16:24, donde se usa este término con sentido figurado.
Gólgota. Nombre que procede de una palabra hebrea (gulgóleth) que significa ‘cráneo’ o ‘calavera’ (ver Jn 19:17; comparar con Jue 9:53, donde esta palabra hebrea se traduce como “cráneo”). En tiempos de Jesús, este lugar se encontraba fuera de las murallas de Jerusalén. Pero no se sabe el lugar exacto (ver apén. B12). La Biblia no dice que estuviera sobre una colina, pero sí dice que algunos vieron la ejecución desde lejos (Mr 15:40; Lu 23:49).
Lugar de la Calavera. Ver la nota de estudio de Mr 15:22.
hiel. La palabra griega kholḗ se refiere aquí a un líquido amargo hecho a base de plantas o a una sustancia amarga en general. Mateo indica que este suceso cumplía la profecía de Sl 69:21. En ese versículo, la Septuaginta usa esta palabra griega al traducir el término hebreo para “veneno”. Parece ser que algunas mujeres de Jerusalén habían preparado una mezcla de vino y hiel para aliviar los dolores de los condenados a muerte, y los romanos no se opusieron a que se usara. El relato paralelo de Mr 15:23 dice que el vino estaba “mezclado con mirra”. Así que aparentemente el vino contenía tanto mirra como amarga hiel.
él se negó a beberlo. Parece que Jesús quería estar en pleno uso de sus facultades durante esta prueba de fe.
echaron suertes. Ver glosario, echar suertes.
para repartirse su ropa. En Jn 19:23, 24 se añaden detalles que no se mencionan en Mateo, Marcos y Lucas. El relato combinado de los cuatro Evangelios da un cuadro más claro. Parece que los soldados romanos echaron suertes por la ropa de Jesús, incluida la túnica interior; luego dividieron la ropa “en cuatro partes, una para cada soldado”, pero se sortearon la túnica porque no querían dividirla. Al hacer esto con la ropa del Mesías, los soldados cumplieron las palabras de Sl 22:18. Parece que la costumbre era que los ejecutores se quedaran con la ropa de los condenados y todas sus pertenencias. Por eso se las quitaban antes de ejecutarlos. Esto hacía todavía más humillante aquella terrible experiencia.
ladrones. O “bandidos”. La palabra griega lēistḗs puede referirse a quienes asaltan con violencia y a veces a revolucionarios. Se usa esta misma palabra con Barrabás (Jn 18:40), que según Lu 23:19 estaba en la cárcel “por una rebelión contra las autoridades” y “por asesinato”. El relato paralelo de Lu 23:32, 33, 39 califica a estos hombres de “delincuentes” usando una palabra griega (kakóurgos) que literalmente significa ‘alguien que hace cosas malas’.
meneando la cabeza. Este gesto, que generalmente iba acompañado de palabras, expresaba desprecio o burla. Sin saberlo, los que pasaban por allí cumplieron la profecía de Sl 22:7.
madero de tormento. O “madero de ejecución”. Ver la nota de estudio de Mt 27:32 y el glosario, madero y madero de tormento.
madero de tormento. O “madero de ejecución”. Ver la nota de estudio de Mt 27:32 y el glosario, madero y madero de tormento.
la hora sexta. Es decir, cerca de las 12 del mediodía. Ver la nota de estudio de Mt 20:3.
la hora novena. Es decir, cerca de las 3 de la tarde. Ver la nota de estudio de Mt 20:3.
oscuridad. Ver la nota de estudio de Mr 15:33.
Éli, Éli, ¿láma sabakhtháni? Aunque algunos creen que estas palabras son arameas, es probable que fueran dichas en el hebreo que se hablaba entonces, que estaba influenciado por el arameo. La transliteración al griego de estas palabras que aparece en Mateo y Marcos no permite identificar cuál fue el idioma original en el que se pronunciaron.
Dios mío, Dios mío. Al llamar a gritos a su Padre celestial y reconocerlo como su Dios, Jesús cumplió las palabras de Sl 22:1. Los gritos de Jesús mientras agonizaba puede que les recordaran a los que lo oyeron todo lo que se había profetizado sobre él en el resto del Salmo 22: que se burlarían de él y lo despreciarían, que se lanzarían sobre sus manos y sus pies, que se repartirían sus ropas y que se las sortearían (Sl 22:6-8, 16, 18).
Elías. Viene de un nombre hebreo que significa ‘mi Dios es Jehová’.
vino agrio. O “vinagre de vino”. Es probable que se refiera a un vino flojo, ácido o amargo conocido en latín como acetum (“vinagre”) o como posca cuando se diluía en agua. Era una bebida barata que tomaban los pobres, incluidos los soldados romanos, para calmar la sed. La Septuaginta también usa esta palabra griega (óxos) en Sl 69:21, donde se profetizaba que al Mesías le darían a beber “vinagre”.
caña. O “palo”, “bastón”. En el relato de Juan, se la llama “una caña de hisopo” (Jn 19:29). Ver glosario, hisopo.
a salvarlo. Algunos manuscritos antiguos añaden: “Otro hombre tomó una lanza y le traspasó el costado, y salió sangre y agua”. Sin embargo, esta oración no aparece en otros manuscritos importantes. En Jn 19:34 aparece una declaración parecida, pero según Jn 19:33 Jesús ya estaba muerto cuando pasó eso. La mayoría de los expertos, entre ellos los editores del texto griego de la Sociedad Bíblica Unida y del texto griego de Nestle-Aland, creen que estas palabras del relato de Juan fueron añadidas posteriormente al relato de Mateo por algunos copistas. Hasta Westcott y Hort, que incluyeron esa oración en su texto griego entre corchetes dobles, admitieron que “muy probablemente fue interpolada por los escribas”. Teniendo en cuenta que los manuscritos dan diferentes lecturas del relato de Mateo pero no hay dudas sobre la lectura del Evangelio de Juan, se puede concluir que el relato de Jn 19:33, 34 probablemente presenta los sucesos en su orden correcto: Jesús ya estaba muerto cuando el soldado romano lo atravesó con su lanza. Por eso se omitieron estas palabras en esta traducción de Mt 27:49.
entregó su espíritu. O “expiró”, “dejó de respirar”. El término espíritu (en griego, pnéuma) puede entenderse aquí como ‘aliento’ o ‘fuerza de vida’. El relato paralelo de Mr 15:37 respalda este sentido. Allí se usa un verbo griego (ekpnéō) que literalmente significa ‘respirar afuera’. En ese versículo se traduce como “murió” o, como dice la nota de estudio, “expiró”, “dio su último suspiro”. Algunos creen que, al usar el verbo griego que se traduce como “entregar”, Mateo indica que Jesús voluntariamente dejó de luchar por su vida cuando vio que ya todo se había cumplido (Jn 19:30). Jesús estuvo dispuesto a derramar su vida hasta la muerte (Is 53:12; Jn 10:11).
De pronto. Ver la nota de estudio de ¡miren! en Mt 1:20.
cortina. Cortina hermosamente bordada que separaba el Santísimo del Santo en el templo. La tradición judía indica que esta pesada cortina medía unos 18 m (60 ft) de largo, 9 m (30 ft) de ancho y 7,4 cm (2,9 in) de grosor. Al rasgar la cortina en dos, Jehová no solo manifestó su ira contra los asesinos de su Hijo, sino que también reveló que a partir de ese momento ya era posible entrar en el cielo mismo (Heb 10:19, 20). Ver glosario.
santuario. La palabra griega naós aquí se refiere al edificio central con los compartimientos del Santo y del Santísimo.
tumbas. O “tumbas conmemorativas”. Ver glosario, tumba conmemorativa.
fueron levantados. El verbo griego eguéiro (que significa ‘levantar’) puede referirse a una resurrección, pero a menudo se usa en otros contextos. Por ejemplo, puede dar la idea de ‘sacar’ de un hoyo o de ‘levantar’ del suelo (Mt 12:11; 17:7). Mateo no dice que “los santos” fueron levantados, sino los “cuerpos”. Al parecer, el terremoto fue tan fuerte que abrió las tumbas y arrojó afuera los cuerpos que había dentro.
mucha gente los vio. Todo indica que aquí se refiere a los cuerpos mencionados en el versículo 52. Ver la nota de estudio de Mt 27:52.
Después de que él fue levantado. Lo que aparece entre paréntesis sucedió después de la resurrección de Jesús.
algunas personas que venían. O “algunos que venían”. El verbo griego de esta oración indica que tiene un sujeto masculino plural (traducido aquí como “algunas personas”). Así que solo puede referirse a las personas, y no a los cuerpos (sustantivo neutro en griego) que se mencionan en el versículo 52. Parece que se estaba hablando de los que, al pasar por allí, vieron los cuerpos que habían quedado expuestos tras el terremoto (v. 51) y luego entraron en la ciudad para contar lo que habían visto.
ciudad santa. Es decir, Jerusalén. Ver la nota de estudio de Mt 4:5.
oficial del ejército. O “centurión”, es decir, el que estaba al mando de unos 100 soldados del ejército romano. Es posible que este oficial estuviera presente durante el juicio de Jesús ante Pilato y oyera decir a los judíos que Jesús afirmaba ser el Hijo de Dios (Mt 27:27; Jn 19:7).
María Magdalena. Es probable que el nombre distintivo de Magdalena (que significa ‘de Magdala’ o ‘perteneciente a Magdala’) proceda del nombre de Magdala, una ciudad de la costa oeste del mar de Galilea, a medio camino entre Capernaúm y Tiberíades. Se cree que Magdala era la ciudad donde se crio María o donde vivía. Ver las notas de estudio de Mt 15:39; Lu 8:2.
Santiago. También llamado “Santiago el Menor” (Mr 15:40).
Josés. Algunos manuscritos antiguos dicen “José” en vez de “Josés”. Pero, en el relato paralelo de Mr 15:40, la mayoría de los manuscritos antiguos dicen “Josés”.
madre de los hijos de Zebedeo. Es decir, la madre de los apóstoles Santiago y Juan. Ver las notas de estudio de Mt 4:21; 20:20.
Arimatea. El nombre de esta ciudad procede de una palabra hebrea que significa ‘altura’. En Lu 23:51 se la llama “una ciudad de Judea”. Ver apén. B10.
José. Cada Evangelio dio detalles diferentes de José de acuerdo con la personalidad y antecedentes de su escritor. Mateo, que era cobrador de impuestos, destacó que era rico. Marcos escribía para los romanos y dijo que era “un miembro respetado del Consejo” que estaba esperando el Reino de Dios. Lucas, como médico compasivo que era, lo llamó “un hombre bueno y justo” y explicó que no había votado a favor de las acciones del Consejo contra Jesús. Y Juan fue el único que aclaró que era un discípulo “en secreto, porque les tenía miedo a los judíos” (Mr 15:43-46; Lu 23:50-53; Jn 19:38-42).
tumba. O “tumba conmemorativa”. Las tumbas no eran cuevas naturales, sino cámaras o bóvedas excavadas en la blanda roca caliza. A menudo tenían nichos o salientes en forma de bancos donde se ponían los cuerpos. Ver glosario, tumba conmemorativa.
una gran piedra. Al parecer era una piedra circular, ya que aquí se dice que la hicieron rodar para cerrar la tumba y, cuando se habla sobre la resurrección de Jesús, en Mr 16:4 se dice que la “habían hecho rodar” para abrirla. Puede que pesara una tonelada o más.
la otra María. Es decir, “María la madre de Santiago y de Josés” que se menciona en Mt 27:56. También se la menciona en Mt 28:1; Mr 15:40, 47; 16:1; Lu 24:10 y Jn 19:25. Ver las notas de estudio de Mr 3:18; Jn 19:25.
Al otro día. Es decir, el 15 de nisán. El día después del 14 de nisán siempre se consideraba un sábado, un día sagrado de descanso, sin importar en qué día de la semana cayera. Pero el día 15 de nisán del año 33 de nuestra era cayó esa semana en sábado, lo que lo convirtió en un sábado “grande” o doble (Jn 19:31). Ver apén. B12.
al de la preparación. El día de la preparación era el día antes del sábado semanal. Ese día los judíos se preparaban para el sábado cocinando las comidas del día siguiente y terminando cualquier trabajo que no podía esperar hasta después del sábado. En este caso, el día de la preparación fue el 14 de nisán (Mr 15:42). Ver glosario.
tres días. Esta expresión puede referirse a tres días incompletos. Se sabe porque se pidió que se dejara asegurada la tumba “hasta el tercer día”, y no hasta el cuarto (Mt 27:64). Ver la nota de estudio de Mt 12:40.
Ese engaño sería peor que el primero. Los enemigos de Jesús creían que este supuesto “engaño” (la resurrección de Jesús) sería peor que el primero (su afirmación de que era el Mesías). Parece que ellos sabían que, si Jesús era resucitado, quedaría demostrado que de veras era el Mesías.
una guardia de soldados. Parece que la guardia que Pilato puso a disposición de los judíos eran soldados romanos (Mt 28:4, 11). Para empezar, si estos guardias hubieran sido miembros de la policía del templo judía, los judíos no hubieran tenido que consultar a Pilato. Además de eso, como eran guardias romanos, los sacerdotes se comprometieron a hablar en su defensa ante el gobernador si él se enteraba de que el cuerpo de Jesús había desaparecido (Mt 28:14).
Multimedia
En 1961, unos arqueólogos que trabajaban en el antiguo teatro romano de Cesarea (Israel) encontraron una piedra que había sido reutilizada y tenía claramente inscrito el nombre de Pilato en latín (aquí se ve una réplica). Este nombre aparece varias veces en otros registros históricos de esa misma época.
En la foto se ve una réplica de un hueso de talón humano atravesado por un clavo de hierro de 11,5 cm (4,5 in) de largo. La pieza original se encontró en 1968 durante unas excavaciones en el norte de Jerusalén y data del tiempo de los romanos. Este descubrimiento es una prueba arqueológica de que se usaban clavos en las ejecuciones para fijar al condenado a un poste de madera. Es posible que los soldados romanos usaran clavos parecidos al de la foto para fijar a Jesucristo al madero. La pieza se encontró en un osario, una caja de piedra en la que se ponían los huesos secos de un muerto cuando el cuerpo ya se había descompuesto. Esto prueba que alguien ejecutado en un madero también podía recibir un entierro.
Los judíos enterraban a sus muertos en cuevas o en cámaras excavadas en la roca. Las tumbas normalmente estaban fuera de las ciudades, excepto las tumbas de los reyes. Las tumbas judías que se han encontrado destacan por su sencillez. Esto es porque la religión judía no permitía la veneración de los muertos ni promovía la idea de que hay vida en un mundo espiritual después de la muerte.