Las Buenas Noticias según Mateo 7:1-29
Notas de estudio
Dejen de juzgar. O “Dejen de condenar”. Jesús sabía que los humanos imperfectos tienen la tendencia a juzgar y que muchos fariseos de su tiempo habían puesto un pésimo ejemplo en este sentido. Juzgaban con dureza a quienes no vivían según la Ley mosaica y a los que no seguían las tradiciones no bíblicas que ellos promovían. Jesús les mandó a quienes tenían la costumbre de juzgar a otros que dejaran de hacerlo. En vez de andar siempre señalando faltas, los discípulos de Jesús tenían que perdonar vez tras vez los defectos de su prójimo. Al hacer esto, animaban a otros a perdonar de la misma manera. Ver la nota de estudio de Lu 6:37.
paja [...] viga. Aquí Jesús usa una impactante hipérbole o exageración para describir a la persona que es muy crítica con su hermano. Compara un pequeño defecto a algo tan minúsculo como una paja. La palabra griega kárfos puede referirse no solo a una paja, sino también a un trocito de madera, por eso algunas Biblias lo traducen como “astilla”. La persona que critica da a entender que la visión espiritual de su hermano, que incluye su sentido moral y su criterio, son deficientes. Al ofrecerse a sacarle la paja del ojo, está afirmando con arrogancia que está preparado para ayudar a su hermano a ver las cosas con más claridad y a tener buen juicio. Sin embargo, Jesús dice que la visión espiritual y el criterio de esta persona están bloqueados en sentido figurado por una viga o un tronco como los que se usan para sostener un techo (Mt 7:4, 5). Hay quienes piensan que este contraste tan poderoso, y hasta gracioso, muestra que Jesús conocía bien el trabajo que se hacía en una carpintería.
tu hermano. En este contexto, la palabra griega adelfós (que se traduce como “hermano”) denota la relación espiritual con un hermano en la fe. En un sentido más amplio, también puede referirse al prójimo en general. Ver la nota de estudio de Mt 5:23.
resulta que. Ver la nota de estudio de ¡miren! en Mt 1:20.
¡Hipócrita! En Mt 6:2, 5, 16, Jesús llamó así a los líderes religiosos judíos. En cambio, aquí se refiere a cualquier discípulo que vive señalando las faltas de otros pero no presta atención a sus propias faltas.
den cosas santas a los perros [...] echen perlas delante de los cerdos. Según la Ley mosaica, los cerdos y los perros eran impuros (Le 11:7, 27). Los israelitas podían echarles a los perros la carne de un animal despedazado por una fiera (Éx 22:31). Pero la tradición judía prohibía darles a los perros “carne santa”, es decir, la de los sacrificios animales. En Mt 7:6, las palabras “perros” y “cerdos” se usan en sentido figurado para referirse a las personas que no valoran los tesoros espirituales. Tal como harían los cerdos, que no reconocen el valor de las perlas, quienes no valoran los tesoros espirituales pueden llegar a maltratar a los que se los dan.
Sigan pidiendo [...] buscando [...] tocando a la puerta. Aquí se usa la palabra “sigan” porque el verbo griego está en una forma que indica acción continua. Muestra que una persona debe orar con constancia. Este concepto se refuerza con el uso de tres verbos. Jesús enseña una lección parecida en la parábola de Lu 11:5-8.
pan [...] piedra. Quizás Jesús usó los panes y las piedras en su comparación porque se parecen en tamaño y forma, y porque el pan era un alimento básico para los judíos y los pueblos vecinos. La respuesta a la pregunta retórica de Jesús es que a un padre jamás se le ocurriría hacer una cosa así. Ver la nota de estudio de Mt 7:10.
pescado [...] serpiente. El pescado era un alimento básico para quienes vivían junto al mar de Galilea. Algunas serpientes pequeñas quizás se parecían a los pescados que normalmente se comían con pan. Con esta pregunta retórica, Jesús estaba diciendo que un padre que ama a su hijo jamás haría una cosa así.
ustedes, aunque son malos. Por haber heredado el pecado, todos los humanos son imperfectos y, por lo tanto, en cierto modo, malos.
con mucha más razón. Jesús usó en muchas ocasiones esta forma de argumentación. Primero presentaba un hecho obvio, conocido por todos, y después ayudaba a los oyentes a llegar a una conclusión convincente basada en ese hecho. Así enseñaba una lección mayor y más importante a partir de un hecho de menor importancia (Mt 10:25; 12:12; Lu 11:13; 12:28).
la Ley y los Profetas. Ver la nota de estudio de Mt 5:17.
Entren por la puerta angosta. Antiguamente, era posible entrar a las ciudades amuralladas por los caminos que conducían a sus puertas. La Biblia utiliza la palabra “camino” para describir la conducta de una persona, la vida que lleva. Los dos caminos diferentes que se describen aquí representan dos maneras de vivir: una que Dios aprueba y otra que no. El camino que la persona elija determinará si entra o no en el Reino de Dios (Sl 1:1, 6; Jer 21:8; Mt 7:21).
ancha es la puerta y espacioso es el camino. Aunque algunos manuscritos solo dicen “ancho y espacioso es el camino”, hay más manuscritos antiguos que respaldan la redacción más larga, que está en armonía con la idea paralela de Mt 7:14. Ver apén. A3.
disfrazados de oveja. O “vestidos de oveja”. Estas personas aparentaban tener cualidades parecidas a las de las ovejas para dar la impresión de que eran miembros inofensivos del “rebaño” de siervos de Dios.
lobos voraces. Esta metáfora describe a quienes son extremadamente codiciosos y explotan a otros para su propio provecho.
frutos. En este contexto, se refiere a los hechos de una persona, a sus palabras o al resultado de lo que dice y hace.
que violan la ley. Ver la nota de estudio de Mt 24:12.
prudente. Ver la nota de estudio de Mt 24:45.
Cayó la lluvia, crecieron las aguas, los vientos soplaron. En Israel, no es extraño que en invierno se presenten de golpe tormentas (sobre todo en el mes de tebet, es decir, entre diciembre y enero). Vienen acompañadas de fuertes vientos, lluvias torrenciales y devastadoras inundaciones repentinas. Ver apén. B15.
estaban impactadas. El verbo griego usado aquí puede definirse como ‘quedarse atónito’. En este caso, el tiempo verbal indica acción continua y muestra que sus palabras tuvieron un efecto duradero en las multitudes.
su manera de enseñar. Esta expresión no solo se refiere a cómo enseñaba Jesús, a sus métodos didácticos. También se refiere a qué cosas enseñaba, a todo lo que explicó en el Sermón del Monte.
no como sus escribas. Los escribas tenían la costumbre de citar a rabinos importantes como autoridad. En cambio, Jesús basaba sus enseñanzas en la Palabra de Dios. Hablaba como representante de Jehová, como una persona con autoridad (Jn 7:16).
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En Israel, los lobos (Canis lupus) son principalmente depredadores nocturnos (Hab 1:8). Son feroces, voraces, temerarios y codiciosos, pues a veces matan más ovejas de las que pueden comer o llevarse. En la Biblia se utiliza a menudo a los animales, sus características y sus hábitos para describir rasgos de personalidad tanto positivos como negativos. Por ejemplo, en la profecía del lecho de muerte de Jacob, se compara la tribu de Benjamín a un lobo para indicar que serían valientes guerreros (Gé 49:27). Aun así, en la mayoría de los casos, el lobo representa cualidades negativas, como la ferocidad, la avaricia, la crueldad y la astucia. Se compara a lobos a los falsos profetas (Mt 7:15), a los despiadados opositores del ministerio cristiano (Mt 10:16; Lu 10:3) y a los falsos maestros que pondrían en peligro a la congregación cristiana desde dentro (Hch 20:29, 30). Los pastores sabían muy bien lo peligrosos que eran los lobos. Jesús habló del trabajador que, “cuando ve venir al lobo, abandona a las ovejas y huye”. A diferencia del trabajador al que “no le importan las ovejas”, Jesús es “el pastor excelente”, que entregó “su vida por las ovejas” (Jn 10:11-13).
Está claro que Jesús escogía cuidadosamente las plantas que usaba en sus comparaciones. En muchos versículos se mencionan juntas la higuera (1) y la vid (2), y en Lu 13:6 las palabras de Jesús indican que a menudo se plantaban higueras entre las viñas (2Re 18:31; Joe 2:22). La expresión sentarse cada uno debajo de su vid y de su higuera representa una situación pacífica, próspera y segura (1Re 4:25; Miq 4:4; Zac 3:10). En cambio, cuando Jehová maldijo el suelo después del pecado de Adán, mencionó los espinos y los cardos (Gé 3:17, 18). No se sabe exactamente de qué tipo de espino estaba hablando Jesús en Mt 7:16, pero en la foto se ve un tipo de cardo (Centaurea iberica) (3) que crece silvestre en Israel.