Hebreos 2:1-18

  • Presten más atención de la acostumbrada (1-4)

  • Todas las cosas se someten a Jesús (5-9)

  • Jesús y sus hermanos (10-18)

    • El Agente Principal de la salvación (10)

    • Un sumo sacerdote misericordioso (17)

2  Por eso tenemos que prestar más atención de la acostumbrada a las cosas que hemos oído,+ para que nunca seamos llevados a la deriva.+  Porque, si las palabras que transmitieron los ángeles+ resultaron ciertas y toda violación de la ley y desobediencia recibió su justo castigo,+  ¿cómo vamos a librarnos nosotros si descuidamos una salvación tan grande?+ Pues nuestro Señor fue el primero en anunciarla+ y quienes lo oyeron nos la confirmaron,  al mismo tiempo que Dios también daba testimonio por medio de milagros,* cosas impresionantes* y diversas obras poderosas,+ y por medio de la distribución de espíritu santo según su voluntad.+  Porque él no puso bajo la autoridad de los ángeles a la futura tierra habitada+ de la que hablamos.  Pero un testigo dijo en cierto lugar: “¿Qué es el hombre para que lo tengas presente? ¿O qué es el hijo del hombre para que lo cuides?+  Tú lo hiciste un poco inferior a los ángeles; tú lo coronaste de gloria y honra, y lo pusiste a cargo de las obras de tus manos.  Todas las cosas las sometiste bajo sus pies”.+ Al someter todas las cosas a él,+ Dios no dejó nada que no estuviera sometido a él.+ Ahora bien, aunque todavía no vemos que todas las cosas estén sometidas a él,+  ya vemos a Jesús —que fue hecho un poco inferior a los ángeles—+ coronado de gloria y honra por haber sufrido hasta el punto de morir,+ para que por la bondad inmerecida de Dios él probara la muerte por todos.+ 10  Porque estuvo bien que aquel para quien y por medio de quien existen todas las cosas —al llevar a la gloria a muchos hijos—+ perfeccionara mediante sufrimientos+ al Agente Principal de la salvación de ellos.+ 11  Porque, tanto el que está santificando como los que están siendo santificados,+ todos provienen de uno solo.+ Por eso él no se avergüenza de llamarlos hermanos+ 12  cuando dice: “Les proclamaré tu nombre a mis hermanos; te alabaré con canciones en medio de la congregación”.+ 13  También dice: “Pondré mi confianza en él”.+ Y añade: “¡Miren! Yo y los hijos* que Jehová* me dio”.+ 14  Por lo tanto, ya que estos “hijos”* son* de carne y hueso,* él también llegó a ser de carne y hueso,+ para que mediante su muerte pudiera acabar con el que tiene los medios para causar la muerte+ —es decir, el Diablo—+ 15  y liberar* a todos los que llevaban toda su vida sometidos a esclavitud por miedo a la muerte.+ 16  Porque en realidad él no vino a ayudar a ángeles, sino que vino a ayudar a la descendencia de Abrahán.+ 17  Así pues, tuvo que llegar a ser igual que sus “hermanos” en todo sentido,+ para poder ser un sumo sacerdote misericordioso y fiel en lo relacionado con Dios, a fin de ofrecer un sacrificio de reconciliación*+ por los pecados de la gente.+ 18  Como él mismo sufrió cuando lo pusieron a prueba,+ está capacitado para ayudar a los que son puestos a prueba.+

Notas

Lit. “señales”.
O “portentos presagiosos”.
Lit. “niños”.
O “son partícipes”.
Lit. “sangre”.
Lit. “niños”.
O “emancipar”.
O “de ofrecer un sacrificio propiciatorio”, “de ofrecer un sacrificio de expiación”, “de hacer expiación”. Ver glosario, expiación.