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Que sintamos dolor cuando muere un ser querido no significa que no creamos en la resurrección (Gé 23:2).
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En la Biblia encontramos relatos de personas que resucitaron. Meditar en ellos fortalecerá nuestra fe en la promesa de la resurrección.
¿A quién desea usted volver a ver en la resurrección?
¿Cómo se imagina el reencuentro?