Hoy en día es muy fácil complicarnos la vida. Gastamos mucho tiempo y energías en comprar, pagar, usar, mantener y proteger las cosas que poseemos. Jesús llevó una vida sencilla para que las posesiones no lo apartaran innecesariamente de su ministerio (Mt 8:20).

¿Y usted? ¿Podría simplificar su vida para hacer más en la predicación? Tal vez algún miembro de la familia podría ser precursor si hacen algunos ajustes. Incluso si usted ya sirve de tiempo completo, ¿nota que poco a poco ha permitido que las posesiones materiales le compliquen la vida? Si lleva una vida sencilla sirviendo a Jehová, se sentirá satisfecho y será feliz (1Ti 6:7-9).

Escriba qué puede hacer para simplificar su vida.