Las metas espirituales son objetivos que nos esforzamos por alcanzar para servir más a Jehová y hacerlo feliz. Vale la pena invertir tiempo y energías en ponerse metas porque nos ayudan a progresar espiritualmente (1Ti 4:15). ¿Por qué deberíamos analizar nuestras metas regularmente? Porque nuestras circunstancias cambian. Puede que ya no sea realista alcanzar cierta meta. O a lo mejor hay alguna que ya hemos alcanzado y podemos ponernos otra.

Un buen momento para analizar nuestras metas es antes de que comience un nuevo año de servicio. ¿Han pensado en analizar este tema en su adoración en familia? Quizás puedan hablar de metas que les gustaría ponerse individualmente y como familia.

¿Qué metas específicas se ha puesto en los siguientes campos, y qué pasos piensa dar para alcanzarlas?