Los buenos comentarios fortalecen a la congregación (Ro 14:19). También benefician a quienes los dan (Pr 15:23, 28). Por eso, intentemos comentar al menos una vez en cada reunión. Claro, no siempre se nos dará la oportunidad de comentar, así que lo mejor es preparar varias respuestas.

• Es sencillo, claro y breve. Casi siempre podemos darlo en treinta segundos o menos.

• Es mejor si lo decimos con nuestras palabras.

• No es una repetición innecesaria de otro comentario.

• Demos una respuesta breve y al grano.

• Mostremos cómo un texto bíblico citado respalda el punto que se estudia.

• Mencionemos qué efecto tiene en nuestra vida.

• Expliquemos cómo poner en práctica la información.

• Contemos una experiencia breve que destaque un punto principal.