Cuando Jesús dijo algo que a sus discípulos les costó entender, algunos de ellos se ofendieron y dejaron de seguirlo. Justo el día anterior, Jesús los había alimentado de forma milagrosa, demostrando así que su poder provenía de Dios. Entonces, ¿por qué lo abandonaron? Al parecer, lo seguían por motivos egoístas. Esperaban que Jesús cubriera sus necesidades físicas.
Pregúntese: “¿Por qué sigo yo a Jesús? ¿Lo hago principalmente por las bendiciones actuales y futuras, o porque amo a Jehová y deseo agradarle?”.
¿Por qué podríamos terminar alejándonos de Jehová si le servimos principalmente...
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... porque nos gusta la compañía de los hermanos?
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... porque queremos vivir en el Paraíso?