Acán se dejó seducir por lo que vio y se quedó con algo que no era suyo (Jos 7:1, 20, 21; w10 15/4 20 párr. 5).

Lo que hizo Acán perjudicó a su familia y a toda la nación de Israel (Jos 7:4, 5, 24-26; w97 15/8 28 párr. 2).

Debemos saber controlarnos (1Jn 2:15-17; w10 15/4 21 párr. 8).

Rechacemos las cosas inútiles, que ya no existirán en el nuevo mundo (2Pe 3:13).