La palabra de Jehová no volverá a él sin resultados
La palabra de Jehová no volverá a él sin resultados
LEA, por favor, en su Biblia Isaías 6:6-10. Ahora use su imaginación y observe con asombro a uno de los serafines de Jehová purificar los labios de Isaías con una brasa relumbrante tomada del altar del templo. Escuche atentamente a Jehová preguntar: “¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?”. ¿Adónde debe ir el siervo de Jehová, y qué debe hacer? Jehová ordena: “Ve, y tienes que decir a este pueblo: ‘Oigan vez tras vez, pero no entiendan; y vean vez tras vez, pero no consigan conocimiento’”.
¿Quiere decir que la nación no tenía remedio? ¿Significan las palabras finales del Isa 6 versículo 10 —“para que realmente no se vuelvan y consigan curación para sí”— que la relación de Jehová con Israel había fracasado? ¡De ninguna manera!
Jesucristo mismo citó de este relato inspirado al explicar el efecto que su excepcional ministerio tenía en los judíos de su día espiritualmente ciegos. Él fue el maestro más grande de cuantos han vivido en la Tierra. Rebosaba del espíritu de Jehová. Sin embargo, al Hijo de Dios le ocurrió lo mismo que a Isaías; por eso dijo: “Han oído sin responder”. (Mat. 13:13-15.) ¡Qué lástima! ¿Fue un fracaso el dinámico ministerio de Jesús? De nuevo tenemos que contestar: ‘No, ¡absolutamente no!’. En el siguiente versículo, Mateo 13:16, Jesús dijo a sus discípulos: “Sin embargo, felices son los ojos de ustedes porque contemplan, y sus oídos porque oyen”. En efecto, algunas de las semillas de la verdad cayeron en tierra buena y produjeron el fruto deseado. Llegó a la existencia la congregación cristiana, el Israel espiritual. Y ahora, en nuestro día, ¡qué alegría nos da ver a millones de personas, las cosas deseables de la Tierra, responder favorablemente a las buenas nuevas del Reino!
Isaías hizo la voluntad de Jehová en Israel. Estamos seguros de que Jesús también la hizo. Ni la palabra de Jehová ni tampoco lo que se ha propuesto fallarán jamás. Todo se realizará para gloria suya. (Isa. 55:11.)
El Salmo 46:8 dice que Jehová “ha establecido acontecimientos pasmosos en la tierra”. Particularmente desde los años 1919-1922, él se ha valido de lo que al principio no era más que un pequeño grupo de proclamadores del Reino para llevar sus palabras inspiradas de vida hasta las extremidades de la Tierra. A pesar de la violenta oposición de aquellos a quienes Jesús comparó a “lobos voraces” y “prole de víboras”, una cantidad cada vez mayor de Testigos celosos han predicado las buenas nuevas. (Mat. 7:15; 23:33.) Estos Testigos mostraron suficiente aprecio como para ‘volverse y ser curados’ por Jehová, el Gran Dador de Vida, y ahora ayudan a otras personas para que también sean sanadas. Ha habido que superar una oposición comparable a una “gran montaña” a fin de llevar a cabo esta obra en los países ateos, así como en los que dominan los pastores religiosos falsos. Delante del Zorobabel Mayor esa montaña ha sido reducida a “tierra llana”, como se predijo en Zacarías 4:7. El victorioso Rey, Jesucristo, verdaderamente ha salido “venciendo y para completar su victoria”. (Rev. 6:2.)
Cuánto fortalece nuestra fe, por ejemplo, leer en el Anuario 1995 acerca de los siervos de Jehová de México. En la última década, los adoradores de Jehová han aumentado en ese país de unos ciento cincuenta mil a unos cuatrocientos mil. ¡Es casi increíble!
El incremento es igual de sorprendente en los Balcanes y en los países bálticos, así como en Hungría, Rusia, Ucrania y otros países de la ex Unión Soviética. Italia ha sobrepasado los doscientos mil publicadores, y Japón se acerca a esta cifra. A pesar de la inestabilidad que existe en África, la obra ha progresado mucho en Mozambique, Nigeria, África del Sur, Zambia y Zaire. Y qué alegría ha dado enterarse de que los testigos de Jehová de Guinea Ecuatorial, la República de Guinea, Burundi, Nepal, Lituania y Moldova han recibido reconocimiento legal y ahora pueden seguir adelante con su ministerio de salvar vidas.
En el Oriente, Hong Kong tuvo el privilegio poco común de que se celebraran allí dos asambleas internacionales “Enseñanza Divina”. Esas asambleas fueron un acontecimiento sobresaliente en la historia de los siervos de Jehová de Hong Kong. Que a su propio tiempo y manera Jehová dirija aún más su atención a esta gran porción de la humanidad, de la cual la población de Hong Kong solo representa una pequeña parte.
Por toda la Tierra, casi ocho millones de personas que aman a Jehová asistieron a las asambleas durante el año de servicio de 1994. En el territorio de la sucursal de Estados Unidos se celebraron 168 asambleas en 65 ciudades, con una asistencia conjunta de 1.481.258 personas.
Esta cantidad superó en 45.598 el número de asistentes que se esperaba. Se bautizaron 13.742. No hay duda de que estos nuevos evangelizadores ayudarán a esparcir las buenas nuevas del Reino entre las naciones.Por toda Rusia, Ucrania y el resto de Europa Oriental se celebraron 62 asambleas de distrito “Temor Piadoso”, con una asistencia de 394.303 personas y 18.117 bautizados. A pesar de los conflictos y las dificultades imperantes en los Balcanes, el informe de esa parte del campo es animador y optimista. Los hermanos de esa región se regocijan ante las perspectivas de mayor incremento. ¡Cuánta alegría nos dan estos excelentes informes!
No debemos inquietarnos por el cumplimiento de los propósitos de Jehová. No pueden fallar. Él no creó la Tierra sencillamente para nada; la formó para ser habitada. (Isa. 45:18.) En Isaías 66:22, 23, Jehová nos asegura: “‘Porque tal como los nuevos cielos y la nueva tierra que voy a hacer subsisten delante de mí —es la expresión de Jehová—, así seguirán subsistiendo la prole de ustedes y el nombre de ustedes.’ ‘Y ciertamente sucederá que de luna nueva en luna nueva y de sábado en sábado [o de mes en mes y de semana en semana] vendrá TODA CARNE para inclinarse delante de mí —ha dicho Jehová—’”. La palabra de Jehová no puede, de ningún modo, volver a él sin resultados.
Que los millones de personas que ahora se relacionan con los siervos activos de Jehová se sientan motivados a emprender su servicio sagrado, y que se unan a los millones que ya sirven a Jehová en alabar Su nombre y difundir el mensaje del Reino a otras personas. TODA CARNE —todos los que siguen con vida— deben venir e inclinarse ante él. ¿Sirve usted a Jehová? Si no lo está haciendo, esta es su oportunidad de abrazar la adoración verdadera. El tiempo se está terminando. No espere más. Hágase amigo de Jehová y pase con vida a su nuevo mundo.
Que tengan la bendición de poseer ojos que vean y oídos que oigan, y que se sientan impelidos a obrar en armonía con el conocimiento que adquieran. Permitan que la verdad vivificante penetre profundamente en su mente y corazón, y luego denla a conocer a otras personas. Llenen así su vida de propósito, usándola para la gloria de Jehová, para la salvación de otros y para su propio gozo eterno.
Sus hermanos,
Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová