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Testigos de Jehová. Informe del Anuario de 1995

Testigos de Jehová. Informe del Anuario de 1995

Testigos de Jehová. Informe del Anuario de 1995

“CONFÍA en Jehová con todo tu corazón.” Este fue el oportuno recordatorio bíblico que nos ofreció el texto del año de 1994. (Pro. 3:5.) Y los informes recibidos de todo el mundo indican que los siervos de Jehová lo tomaron a pecho.

Dicha confianza quedó manifiesta cuando se decidió celebrar una asamblea de distrito en Gbarnga, baluarte de una de las principales facciones enfrentadas en la guerra de Liberia. En esa zona había bastantes hermanos, muchos de los cuales llevaban cuatro años sin poder asistir a ninguna asamblea de distrito por causa del conflicto. Para llegar a Gbarnga, los hermanos de la sucursal tenían que cruzar el frente de guerra, pero la carretera estaba oficialmente cerrada. Tras pedir ayuda a Jehová en oración, solicitaron unos pases especiales, que se les concedieron pocos días antes de la asamblea. Entre Monrovia y el frente había diecisiete controles, y cada vez que la camioneta de “Ayuda de la Watch Tower”, cargada hasta los topes, se detenía en uno de ellos, los soldados nigerianos encargados pedían algunas revistas La Atalaya y ¡Despertad!

En esa misma ciudad habían arrestado en 1963 a centenares de asambleístas, entre ellos Milton Henschel —actualmente miembro del Cuerpo Gobernante y presidente de la Sociedad Watch Tower—, por la cuestión del saludo a la bandera. Pero en esta ocasión, las autoridades respetaron el derecho de los Testigos a reunirse en paz. A los 651 asistentes a la asamblea de Gbarnga, la mayoría de ellos hermanos desplazados o refugiados, les encantó el magnífico programa. ¡Qué alegría les dio recibir las provisiones de socorro que los hermanos de Monrovia les habían llevado! El éxito de aquella asamblea demostró a los hermanos que “no importa qué sea lo que pidamos conforme a su voluntad, él nos oye”. (1 Juan 5:14.)

En la isla de Lifou, en el Pacífico Sur, hubo hermanos que manifestaron una confianza similar al no desquitarse cuando el clero instigó a las autoridades locales a proscribir sus reuniones o cuando se les golpeó por dar testimonio. (Rom. 12:17-19.) Últimamente la situación ha mejorado, y nuestros hermanos agradecen poder testificar con mayor libertad. También demostró confianza en Jehová un Testigo de 11 años de Myanmar que, consciente de lo que dice Eclesiastés 12:1, se mantuvo activo en el servicio del campo después de la escuela y durante los fines de semana, llegando a conducir diez estudios bíblicos. Y lo mismo puede decirse de un ex activista musulmán de Inglaterra, que llegó a ser siervo bautizado de Jehová a pesar de la fuerte oposición de sus anteriores compañeros de creencia.

Jehová de veras lo está acelerando

Hace muchos años, Jehová predijo mediante el profeta Isaías que al debido tiempo aceleraría el recogimiento de los amantes de la justicia. (Isa. 60:22.) El informe del pasado año de servicio prueba que eso es precisamente lo que está ocurriendo. Hubo un máximo de 4.914.094 Testigos que pusieron en un segundo plano otros intereses a fin de participar más plenamente en la predicación del Reino. El aumento medio en todo el mundo fue del 5%. No obstante, en más de veinte países hubo aumentos superiores al 20%, y en otros veintinueve países, del 10% o más.

La predicación de las buenas nuevas ya se está llevando a cabo con gran entusiasmo en 232 países y archipiélagos. El año pasado se dedicaron 1.096.065.354 horas al ministerio del campo, se hicieron 400.393.880 revisitas a aquellos que mostraron interés y se dirigieron un promedio de 4.701.357 estudios bíblicos, tanto a nivel individual como de grupo. Toda esa labor produjo un fruto excelente para la alabanza de Jehová, pues en conformidad con el mandato que Cristo dio a los que se hicieran discípulos, 314.818 personas se bautizaron. (Mat. 28:19, 20.) Tras presenciar el bautismo de un grupo internacional en la zona norte de la Caucasia rusa, un hermano de edad avanzada expresó: “¡Qué hermoso ramillete le ha regalado el Hijo de Dios a su Padre!”.

Un factor importante en la aceleración de la obra es la cantidad de publicadores que organizan sus asuntos para participar en el servicio de precursor. En muchos países, los publicadores de congregación dedican mensualmente unas diez horas al servicio del campo, los precursores auxiliares informan seis veces más y los precursores regulares treinta horas más que los auxiliares. No es de extrañar que el aumento sea más rápido donde hay más precursores. El año pasado participaron en las diversas facetas del servicio de precursor un máximo mundial de 869.917 Testigos.

Entre los que sirven de tiempo completo estuvieron los 15.145 miembros de la familia mundial de Betel, los cuales colaboran para que haya publicaciones y supervisión, y se presten otros servicios beneficiosos en apoyo de la obra mundial de educación bíblica. Cinco mil ochenta y dos de estos sirven en la sede mundial de Brooklyn (Nueva York) y otras instalaciones cercanas. Todos ellos son miembros de la Orden de Siervos Especiales de Tiempo Completo, una orden religiosa dedicada exclusivamente al ministerio.

La asistencia total a la Conmemoración de 1994 fue de 12.288.917 personas. Esta cifra incluye a los más de siete millones que no son testigos de Jehová, pero que se reunieron con ellos y demuestran cierto interés en la verdad bíblica. Es obvio que resta mucho trabajo por hacer a fin de ayudarlos a entender con claridad todas las cuestiones implicadas a fin de que puedan ponerse firmemente de parte de Jehová, si así se lo dicta el corazón. (Jos. 24:14, 15; Sal. 83:18.) En algunos países la asistencia a la Conmemoración fue cinco, seis o hasta siete veces mayor que el número de Testigos. Ese fue el caso de Madagascar, Chad y la República Centroafricana. En Liberia, a pesar de la guerra civil, dos publicadores aislados reunieron a 126 personas para la Conmemoración. En Guyana, un grupo aislado de ocho publicadores informó una asistencia de 867. En Togo, la concurrencia aumentó este año en un 32%. En Rusia estuvieron presentes un total de 128.049 personas, lo que equivale a un aumento del 55% en comparación con el año anterior.

Asambleas “Temor Piadoso”

Un aspecto destacado del año fueron las asambleas de distrito “Temor Piadoso”. En ellas se centró la atención, como nunca antes, en la importancia del temor piadoso y en cómo manifestarlo en nuestra vida. Los discursos fueron animadores y reforzaron la convicción de que nadie que sigue sirviendo a Jehová con lealtad lo hará en vano. (1 Cor. 15:58.) También hubo un enérgico toque de urgencia. Después de repasar el relato bíblico sobre Lot, su familia y sus futuros yernos, se dejó bien claro que ‘el esclavo fiel’ no ha estado bromeando al advertir acerca de la inminente destrucción del actual sistema inicuo. (Compárese con Génesis 19:14, 24, 25.) Si queremos sobrevivir, ahora es el momento de actuar. También se dirigió la atención a la confrontación entre Jehová y Baal en los días de Elías, y se nos recordó: “Pronto se va a producir una confrontación todavía mayor que la de los tiempos de Elías. [...] Y solo sobrevivirán los que estén claramente del lado de Jehová”. (1 Rey. 18:21-40.)

En Dinamarca, un presidente de asamblea escribió lo siguiente después de escuchar el programa: “Podía percibirse con claridad que el ‘esclavo’ fiel realmente nos está preparando para pasar a través de la gran tribulación. Ahora es cuando debemos vivir con temor piadoso si queremos hacer frente a las dificultades futuras”.

Gozosas asambleas internacionales

En este año de servicio también hubo varias asambleas internacionales especiales en Oriente, América del Sur y África.

Dos de ellas se celebraron en Hong Kong. Una característica sobresaliente de estas asambleas fue la sincera manifestación de entusiasmo y aprecio que se observó en los 3.800 representantes que acudieron de 33 países diferentes. Para muchos publicadores locales, ese fue su primer contacto personal con la hermandad internacional. Todos se mezclaban unos con otros antes y después de las sesiones sin que el idioma supusiera una barrera infranqueable. Las expresiones de auténtico cariño fraternal contribuyeron mucho al espíritu reinante de afecto y gozo.

Estas asambleas internacionales han producido muchos resultados tangibles. A una señora que acababa de reanudar su estudio de la Biblia justo antes de las asambleas, la conmovieron tanto el amor y la unidad de la hermandad internacional que decidió satisfacer los requisitos para ser publicadora y ya se ha bautizado. A otro estudiante de la Biblia y su esposa les animó tanto lo que vieron y oyeron que él dejó su empleo, pues las horas extraordinarias que tenía que hacer constantemente le impedían asistir a las reuniones. Al poco tiempo llenó los requisitos para ser publicador.

La llegada a Filipinas de miles de representantes extranjeros para la asamblea internacional provocó bastante revuelo en el aeropuerto de Manila. Alguien oyó por casualidad la siguiente conversación entre dos aduaneros: “¿Son protestantes estas personas?”, preguntó uno. “No —respondió el otro—. Son Testigos. El único grupo en el que pueden estar juntos blancos y negros.”

En Manila se necesitaron cinco estadios para dar cabida a todos los asambleístas. Muchos fueron los comentarios de aprecio que se recibieron de los visitantes de otros países. Una hermana de Inglaterra escribió: “Todos comentamos acerca del amor que nos han mostrado, un amor verdadero. Personalmente no puedo dejar de hablar de lo agradables que son los hermanos filipinos. Son muy cariñosos y hospitalarios, y trabajan mucho en el ministerio”.

En Sudamérica, Chile y Colombia también fueron anfitriones de esta serie de asambleas internacionales. Los hermanos de Chile hicieron un gran esfuerzo para estar presentes en la asamblea de Santiago. Algunos viajaron desde lugares remotos del sur —como Porvenir, en la isla de Tierra del Fuego— y del norte —como la ciudad de Arica, en la frontera con Perú—, y hasta desde la lejana isla de Pascua. Aunque viajar esas distancias exigió un gran sacrificio económico, se alegraron mucho de no haberse perdido una ocasión tan memorable. ¿Puede imaginarse lo que aquello significó para los publicadores de grupos aislados en los que solo se reúnen de diez a quince personas? Allí, en el Estadio Nacional, se hallaron entre una multitud de 80.891 personas que llenaba el lugar. Estaban emocionadísimos. Seguramente habían leído de asambleas grandes en otras partes, pero nunca habían captado a cabalidad lo que significa encontrarse personalmente entre tantos hermanos. El programa motivó de tal manera a un precursor especial, que tomó nueve días de vacaciones para leer y estudiar el nuevo libro Proclamadores, y tanto le emocionó su lectura que no podía dejar de hablar de su contenido; siempre que tenía oportunidad, comentaba algo del libro.

Después de la asamblea de Chile se celebró la de Colombia, en la ciudad de Bogotá, a la que asistieron junto a los Testigos locales 3.000 representantes de 31 países. En un principio los funcionarios de inmigración se mostraron un tanto escépticos. Al oír que esperábamos una concurrencia de 40.000 personas, uno de ellos preguntó: “¿Cuántos policías necesitarán para controlar a toda esa gente?”. “Ninguno”, respondimos. Explicamos que en Chile la asistencia fue de 80.000 personas. “¿Cuántos muertos hubo?”, preguntó. “Ninguno”, dijimos de nuevo, a lo que él replicó: “No lo creo”. Pero tras llegar los primeros grupos de visitantes extranjeros y ver que todos eran disciplinados e iban bien vestidos, dijo: “Ahora entiendo por qué no necesitan policía en su asamblea”.

En un hotel donde se alojaron 1.500 asambleístas, los hermanos se reunían por las noches en el vestíbulo y cantaban cánticos del Reino en varios idiomas. El espíritu de esta cariñosa familia internacional impresionó mucho a los observadores. En la clausura de la asamblea, a todos conmovió profundamente el agitar de pañuelos, el intercambio de regalos y, por supuesto, las muchas lágrimas que se derramaron después del cántico de conclusión. Aun bastante tiempo después de haberse terminado el programa, nadie quería marcharse.

Se habían programado dos asambleas internacionales más en Kenia. Los casi 4.000 representantes de 44 países contribuyeron a que hubiese una asistencia total de 17.875 personas. Las tarjetas de solapa de los hermanos y su testificación informal crearon un ambiente de entusiasmo en toda Nairobi y otras partes del país.

En África del Sur se celebraron simultáneamente cuatro asambleas internacionales en las ciudades de Johannesburgo, Durban, Ciudad del Cabo y Pretoria. La asistencia conjunta para el discurso público del domingo fue de 75.312, y se bautizaron 1.360. En África del Sur y otros países atendidos por la misma sucursal se celebraron otras veinte asambleas más pequeñas, lo que incrementó a más del doble las cifras antes mencionadas.

Estas asambleas fueron especiales, pues era la primera vez que África del Sur tenía la oportunidad de recibir a tantos visitantes de otros países. Entre las 34 naciones representadas estuvieron Japón, Gran Bretaña, Estados Unidos, Surinam y varios países europeos. También acudieron dos autobuses llenos de alegres visitantes de Zambia y uno de Mozambique.

Aunque los asambleístas se reunieron en diferentes salas según su idioma, antes y después de las sesiones disfrutaban de compañerismo y comían juntos. Fue muy grato ver a personas de diferentes razas conversar con entusiasmo, darse regalitos, intercambiar direcciones y abrazarse. Fue una prueba palpable de la predicha unidad que caracterizaría al pueblo de Jehová. (Sof. 3:9; Juan 10:16.)

Cuando los representantes de Estados Unidos y Japón llegaron al Aeropuerto Louis Botha, de Durban, les esperaban unos dos mil Testigos locales para darles la bienvenida entonando cánticos del Reino. Los hermanos se saludaron y abrazaron afectuosamente. Algunos de los turistas que habían llegado con los representantes no querían marcharse hacia sus respectivos hoteles, pues preferían quedarse y presenciar aquella singular escena. Entre los observadores se encontraba un importante líder político, el cual, conversando con algunos de los hermanos, dijo: “Si nosotros tuviéramos el mismo espíritu de unidad que ustedes, habríamos resuelto nuestros problemas hace mucho”.

El gozo, el amor y la auténtica hermandad internacional que se presenciaron en todas esas asambleas, así como en las celebradas antes en Kiev (Ucrania) y Moscú (Rusia), pueden verse y percibirse en la nueva videocinta de la Sociedad Watch Tower titulada United by Divine Teaching (Unidos gracias a la enseñanza divina).

Aunque a la asamblea de Etiopía, celebrada en Addis Abeba en el mes de enero, no se invitó a miles de representantes internacionales, sino solo a unos centenares, el gozo, el entusiasmo y el amor manifestados por los presentes fueron iguales que en las asambleas más grandes. ¡Qué privilegio tuvieron los que pudieron asistir a esa reunión de personas de integridad probada! En La Atalaya del 15 de agosto de 1994 se dan detalles sobre esa asamblea.

Las medidas de socorro son prueba de amor sincero

El año pasado volvieron a presentarse situaciones que requirieron el envío urgente de provisiones de socorro. Como las condiciones en Bosnia y Herzegovina siguieron siendo críticas, durante el año de servicio se enviaron 66 toneladas de diversos artículos, lo que requirió no solo una gran cantidad de papeleo, sino también mucho riesgo personal para los que transportaron en camión las provisiones de socorro a las zonas de peligro.

Sin embargo, con el último envío de provisiones los hermanos recibieron una bendición especial. ¿De qué tipo? El convoy no se limitó a llevarles alimento, ropa y publicaciones. El número de hermanos que componían dicho convoy era mayor, y todos iban preparados para animar a los hermanos locales con el programa de un día especial de asamblea, el primero en tres años. Se presentó dicho programa en Sarajevo, Zenica y Tuzla. Era casi imposible decir quiénes recibieron más ánimo, si los hermanos locales o los que fueron enviados para estimularlos. Los resultados fueron excepcionales: una asistencia de 726 y 55 bautizados. ¡Qué gozo sintieron tanto los 219 publicadores de aquella zona como los visitantes!

El año pasado también fue difícil para los hermanos de Angola, pues la guerra civil sigue causando estragos en el país. Los siguientes extractos de una carta escrita por el superintendente presidente de una congregación localizada en una zona en la que ha habido intensas luchas, reflejan las condiciones a las que se encaran estos hermanos: “En lo que a nosotros se refiere, nos encontramos fuertes espiritualmente, pero nuestro estado físico es precario. [...] Por más que lo intentan, algunos hermanos ya no tienen fuerzas para cumplir con sus asignaciones en la congregación”.

Cuando se recibió esta carta, se adoptaron medidas de emergencia para alquilar una avioneta y transportar 800 kilogramos de alimentos y medicinas a los hermanos que viven en esa peligrosa zona de guerra. Gracias a Jehová, todo les llegó bien.

Tragedia en Ruanda

Se ha hablado mucho en las noticias de la situación en Ruanda y los países limítrofes. Días antes de que aparecieran en la prensa los horribles reportajes y fotografías sobre las condiciones reinantes en Ruanda, la sucursal de Kenia ya estaba planeando la evacuación de tres misioneros y cómo dar apoyo y dirección a los inocentes hermanos afectados por el conflicto. Hermanos de Europa y de lugares tan lejanos como Estados Unidos y Hong Kong ofrecieron espontáneamente su ayuda.

Desde el mismo comienzo de las hostilidades, los hermanos y hermanas hutus y tutsis arriesgaron la vida para proteger a otros Testigos. Algunos se salvaron, pero no todos. Entre los quinientos mil ruandeses que se calcula que perdieron la vida hubo centenares de testigos de Jehová.

Un superintendente viajante de Ruanda arriesgó la vida en repetidos viajes, recorriendo más de 200 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta, a fin de llevar fondos a los hermanos no solo para satisfacer sus necesidades físicas, sino también para trasladar a algunos Testigos a zonas más seguras.

Hasta finales de mayo, los hermanos pudieron mantener la comunicación con la sucursal, aunque con cierta irregularidad. Pero entonces se hizo necesario evacuar Kigali, y mientras los hermanos se dirigían al norte, dos miembros del equipo de traducción fueron asesinados en un control de carretera. Unos doscientos hermanos y personas interesadas en la verdad se dirigieron al este, a los campos de refugiados de Tanzania; algunos fueron hacia el norte, a Uganda, y otros al sur, a Burundi. Alrededor de dos mil huyeron a Goma (Zaire) y a otros lugares. Todas las familias habían padecido sufrimiento físico y emocional. Pero cuando los refugiados cruzaron la frontera, qué grato espectáculo resultó para ellos ver a sus hermanos zaireños con las publicaciones bíblicas en alto para que los identificaran. En Goma, Bukavu y Uvira se formaron enseguida comités de socorro.

Los Testigos kenianos enviaron inmediatamente provisiones de socorro para sus hermanos ruandeses. Desde el 23 de mayo hasta el 27 de julio salieron de Kenia un total de 2.367 kilogramos de ropa con destino a Goma y a los campos de refugiados de Tanzania. Desde Nairobi se enviaron también 2.437 mantas, 4.987 kilogramos de jabón y 687 kilogramos de suministros médicos. También se mandaron grandes tiendas de campaña para dar cobijo a los Testigos refugiados. Los hermanos de Nairobi trabajaron horas extraordinarias para suministrarles La Atalaya, Nuestro Ministerio del Reino y otras publicaciones en kiniaruanda y otros idiomas, y lo enviaron todo por avión para que dispusieran de alimento espiritual.

El 22 de julio la sucursal de Francia recibió una llamada de socorro por fax que explicaba la crítica situación de los refugiados. Seis semanas antes, Francia ya había enviado 65 toneladas de ropa, nueva en su mayoría, para los refugiados. Esta vez, en cuestión de minutos se tomó la decisión de enviar un avión de carga con más provisiones de ayuda humanitaria. Al enterarse de la urgente necesidad que había, los hermanos de Francia, Bélgica y Suiza contribuyeron el equivalente a 1.600.000 dólares (E.U.A.). Empaquetaron alimentos, medicinas, filtros para el agua y demás suministros importantes, y los transportaron al aeropuerto de Ostende (Bélgica). El 27 de julio se mandó el primer cargamento a Bujumbura (Burundi) en un reactor de carga que los hermanos fletaron. Al día siguiente enviaron más suministros médicos, y lo mismo hicieron dos días después. Algunos Testigos belgas y franceses, entre ellos un médico, un enfermero y una enfermera, también partieron hacia Goma. Con la colaboración de hermanos locales que tenían cierta experiencia en el campo de la medicina, fijaron estrictas normas de higiene para tratar de ayudar a los enfermos y así evitar más muertes. Es digno de mención que, a pesar de estas circunstancias, los hermanos no pasaron por alto sus necesidades espirituales. Comentaban con regularidad el texto diario y celebraban las reuniones.

Al tiempo de escribir este informe, algunos han empezado a regresar a Ruanda. Pero han perdido sus posesiones y muchas de sus casas han sido destruidas. A pesar de toda la conmoción, parece que en Ruanda todavía hay personas de condición de oveja que necesitan ayuda. Antes de que el país se sumiera en la violencia, los Testigos ruandeses conducían un promedio de tres estudios bíblicos con personas interesadas en la verdad, y para la Conmemoración habían tenido una asistencia de más de nueve mil ochocientas personas.

Se proporciona el imprescindible alimento espiritual

Lo que más necesita la gente en todas partes es alimento espiritual. El Cuerpo Gobernante está muy al tanto de su responsabilidad de hacerlo disponible en abundancia y en el mayor número de idiomas posible. (Mateo 24:14, 45; 28:19, 20.)

Con eso presente, el Cuerpo Gobernante no solo ha designado a hermanos de varias sucursales para redactar artículos, sino que, además, el Comité de Redacción supervisa también la traducción de las publicaciones. Continuamente se trata de preparar a nuevos equipos de traductores y de ayudar a los ya formados para que hagan un mejor trabajo.

Solo tres naciones en todo el mundo son más pequeñas que Tuvalu, un país insular del Pacífico Sur. En 1994, con solo 47 publicadores, tuvieron una asistencia a la Conmemoración de 359 personas. Pero los habitantes de Tuvalu, al igual que toda otra persona, necesitan la oportunidad de aprender acerca del Reino de Dios. A fin de poner a su alcance un abastecimiento regular de publicaciones bíblicas, cuando en el mes de agosto se construyó un Salón del Reino en Funafuti (Tuvalu), el viejo salón se reformó para que acogiera una oficina de traducción. En ese mes, un total de 64 hermanos y hermanas de Australia, Hawai y Nueva Zelanda acudieron a Funafuti durante dos semanas para llevar a cabo la construcción.

En Godthaab (Nuuk), la capital de Groenlandia, también hay un nuevo Salón del Reino con oficinas para traductores al groenlandés. Además de los Testigos del lugar, un grupo de 80 hermanos y hermanas daneses colaboraron en la construcción del edificio. A fin de atender las necesidades de los países bálticos, algunos hermanos de Finlandia ayudaron a acondicionar un edificio muy adecuado en Tallin (Estonia) y otro en Riga (Letonia), con espacio para los departamentos de Servicio, Traducción y otros. En Lituania también hay un equipo de traducción muy entregado a su labor.

Los traductores han estado sumamente ocupados en todo el mundo. Como resultado de ello, este año se publicó la Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas en polaco, coreano, cebuano, iloko, tagalo e indonesio. Los equipos de traducción de África también se alegraron de finalizar la Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas en tres idiomas africanos más —afrikaans, yoruba y zulú— y enviar su trabajo a Brooklyn para su impresión y encuadernación. ¡Cuánto ayudará esto al ministerio en los países donde se hablan dichos idiomas!

Otro importante trabajo de traducción tiene que ver con el libro Los testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios. Ya está disponible en veintiocho idiomas. Además de estar en inglés (también braille en inglés) y español, se ha traducido ya a once idiomas europeos, siete orientales y siete africanos.

Se ha dado un énfasis especial a la preparación de publicaciones para los antiguos países comunistas de la Europa oriental y de otros lugares. El año pasado se publicaron para esas zonas dieciséis libros, además de revistas, folletos y tratados, todo ello traducido a idiomas de la Europa oriental, África y Oriente.

La estrecha cooperación internacional también ha hecho posible incrementar el número de idiomas en los que La Atalaya se publica al mismo tiempo. El año pasado dicha revista se imprimía simultáneamente en 81 idiomas. A partir del 1 de enero de 1995 se publicará a la vez la misma información en un total de 97 idiomas. ¡Cuánto une esto al pueblo de Jehová!

La Escuela de Entrenamiento Ministerial llega a más países

Cuando se asignó a la sucursal de Alemania el trabajo de impresión que por mucho tiempo se había efectuado en Suiza, hubo que reducir el tamaño de la familia de Betel de este país. Como por ello quedó espacio libre en la sucursal, se decidió utilizarlo para la Escuela de Entrenamiento Ministerial. Durante el año de servicio también se inauguró la escuela en Brasil, Corea, Filipinas, Ghana, Guadalupe, Haití, Kenia, Polonia, Puerto Rico y Zambia, un total de once naciones. En ellas recibieron instrucción estudiantes de veintiocho países. Además de los que fueron asignados a servir en congregaciones de sus respectivas tierras, a algunos estudiantes se les envió a lugares de África y de Europa oriental.

También se celebraron clases en quince países en los que ya se había dado inicio a la escuela antes del año de servicio de 1994. A ellas asistieron estudiantes de 36 naciones diferentes, que actualmente atienden responsabilidades de congregación y de otra índole.

Cuando llegó a la escuela de Zambia un estudiante de Malaui —país en el que se levantó la proscripción hace poco—, se sorprendió al ver por primera vez los tomos de Perspicacia para comprender las Escrituras, los volúmenes encuadernados de La Atalaya y ¡Despertad!, la Biblia con referencias y el Índice de las publicaciones Watch Tower, por no decir las videocintas y los audiocasetes de la Sociedad. Una de las cosas de que más disfrutó mientras estuvo en la escuela fue ir de casa en casa con los hermanos.

Unos estudiantes de Kenia expresaron en una carta el aprecio que sentían por la paciencia de los instructores y la ayuda personal que se les brindó. También agradecieron la amable hospitalidad de los hermanos locales que les proveyeron alojamiento y comida, así como los cambios positivos que observaron en sí mismos, como por ejemplo, el haberse convertido en hombres de mayor talla espiritual.

Un estudiante que asistió a la primera clase de la escuela en Filipinas escribió: ‘La instrucción me ha ayudado a atender mis responsabilidades de congregación bíblica y teocráticamente, con toda seriedad’. Otro escribió: ‘Todos los días experimento el gozo de ser enseñado por Jehová. En verdad, esta es la experiencia más maravillosa que he tenido en toda mi vida’.

Los estudiantes tienen que hacer ajustes para asistir a esta escuela. Muchos proceden de congregaciones donde hay pocos ancianos y siervos ministeriales. A algunos les es difícil conseguir una excedencia, o licencia, de su trabajo de tiempo parcial. En unos cuantos casos tienen familiares que dependen de ellos para su manutención, o sus padres no son creyentes. En Argentina, un hermano joven que fue invitado a la escuela acababa de terminar un curso especial en el banco donde trabajaba. Después de orar a Jehová, abordó a su supervisor para pedirle una licencia de trabajo de dos meses. Tras explicar la razón por la que le pedía aquel favor, se le dijo: “Si es para su bien, puede ir”. Un joven de Bolivia acababa de firmar un contrato de construcción cuando recibió la invitación de asistir a la escuela. A pesar de los muchos problemas que surgieron, logró terminar el trabajo el mismo día que tenía previsto partir hacia la escuela. “Me doy cuenta de que este gran privilegio merece cualquier sacrificio. Si uno pide ayuda a Jehová y obra en armonía con sus oraciones, estas le son contestadas y recibe una gran bendición”, concluyó.

Construcción a escala mundial para satisfacer necesidades urgentes

Hace mucho tiempo, Jehová se dirigió proféticamente a su organización, semejante a una mujer, diciéndole por boca de Isaías: “Haz más espacioso el lugar de tu tienda. [...] No te retengas. Alarga tus cuerdas de tienda, y haz fuertes aquellas estacas de tienda tuyas”. (Isa. 54:2.) Lo que ocurrió en respuesta a estas palabras puso el fundamento para el crecimiento que su organización está experimentando en estos tiempos. Otra vez se necesita más espacio. Existe una necesidad urgente de tener más salones en los que las personas puedan reunirse para recibir instrucción de la Palabra de Dios. Para ello hay que edificar, y ese es un campo en el que se logró mucho el año pasado.

En Malaui, después de muchos años de proscripción, los hermanos acaban de empezar a organizarse, pero ya tienen una gran asistencia a las reuniones. Se necesitan muchos Salones del Reino. En las zonas rurales pueden construir sus salones con ladrillos de barro y techo de paja. En las ciudades todavía se reúnen en los hogares de los hermanos, en centros sociales o al aire libre.

Por otra parte, en África del Sur, después de décadas de reunirse en hogares particulares y aulas de escuelas, las congregaciones ya están construyendo sus propios salones. Y los nuevos salones suelen contribuir a grandes aumentos de asistencia. Cuando parecía que la violencia había disminuido tras celebrarse las elecciones de abril de 1994, el Comité Regional de Construcción programó hacer un salón de construcción rápida para acomodar a las dos congregaciones de Tokoza. Aunque volvió a estallar la violencia, todos los voluntarios, de diversas razas, pudieron entrar en el municipio y terminar el hermoso Salón del Reino en cuestión de unos días. Se dio un excelente testimonio.

Durante los pasados cuatro años se formaron 657 congregaciones en Nigeria. No es algo insólito que siete congregaciones compartan el mismo Salón del Reino. El elevado índice de inflación ha dificultado que los hermanos reúnan fondos suficientes para comprar un terreno y materiales de construcción. Pero en 1994 la sucursal pudo proporcionar ayuda técnica y préstamos para la construcción o renovación de 709 Salones del Reino. Gracias a esta ayuda, los hermanos están construyendo Salones del Reino atractivos y permanentes.

En la parte oriental de Alemania también se están construyendo muchos Salones del Reino. Después de más de cuarenta años de régimen comunista, en julio de 1992 se dedicó el primer Salón del Reino en esa zona de Alemania. En los pasados dos años se construyeron 36 Salones del Reino para 94 congregaciones, lo que significa que el 37% de todas las congregaciones de esa parte del país se reúnen en Salones nuevos.

Ante la atónita mirada del público, los testigos de Jehová de Estonia levantaron su primer Salón del Reino en Maardu, con alojamiento en el piso de arriba para cuatro parejas de misioneros. Algunos hermanos y hermanas de Finlandia, Suecia, Noruega, Canadá y Estados Unidos trabajaron junto a los del lugar para realizar la tarea en tres meses.

A nuestros hermanos de Grecia se les ha negado por décadas el derecho de tener Salones del Reino, pero la situación ha cambiado bastante. En Atenas, el edificio donde había estado Betel ha sido convertido en un complejo de seis Salones del Reino, donde se reúnen dieciocho congregaciones. La prensa y los vecinos de Halkida contemplaron con asombro las obras del primer Salón del Reino de construcción rápida de Grecia, levantado con la ayuda de hermanos de todas partes del país.

En Panamá se edificaron el año pasado siete Salones del Reino con la ayuda del Departamento de Construcción, formado recientemente en la sucursal. Con la colaboración de 40 voluntarios de tiempo completo, pueden terminar un salón nuevo en un mes. En Colombia los hermanos han ideado un método de construcción de Salones del Reino prefabricados. Las distintas partes se fabrican en la sucursal y luego se montan en el lugar de las obras. Con este método se han construido durante el año 37 Salones del Reino nuevos.

En el año de servicio de 1993, el último del que disponemos de cifras totales, se construyeron o restauraron en Italia 50 Salones del Reino. Entre septiembre de 1993 y mayo de 1994 se empezó el papeleo para levantar o renovar unos sesenta salones más, y se calculaba que para finales de agosto de 1994 se sumarían a esa cifra otros treinta proyectos adicionales.

En muchos países se han construido también espaciosos Salones de Asambleas. En Brasil se dedicaron a Jehová en el transcurso del año seis Salones de Asambleas, dos en el norte del país (Recife y Fortaleza), dos en el sur (Pôrto Alegre y Curitiba), uno en Niterói y uno en Pindamonhangaba, cerca de São Paulo. Cinco de ellos se dedicaron el mismo fin de semana: los días 11 y 12 de septiembre de 1993. Los dos salones del norte, región de clima tropical, se dejaron abiertos por tres lados para aprovechar las brisas del mar. A finales del año ya se estaban utilizando quince Salones de Asambleas; dos de ellos (el de Queimados [RJ] y el de Vargem Grande [SP]) pueden dar cabida cómodamente a 7.000 personas cada uno.

Suecia tiene actualmente cinco Salones de Asambleas. El último, el de Strängnäs, antes un centro deportivo y de exposiciones, ha sido transformado en un Salón de Asambleas con capacidad para 10.000 personas en la sala principal. Cerca de allí los hermanos también compraron un hotel de 156 habitaciones para ofrecer alojamiento durante las asambleas, particularmente a los hermanos de más edad. Con este gran Salón de Asambleas en el centro del país y otros más pequeños en el norte y el sur, ahora los hermanos no solo pueden utilizar sus propios salones para las asambleas de circuito y los días especiales de asamblea, sino también para las asambleas de distrito. Fue una gran alegría para ellos que acudieran al programa de dedicación C. W. Barber y T. Jaracz, del Cuerpo Gobernante, y otros cuatrocientos invitados de países vecinos.

Alemania cuenta con otro Salón de Asambleas, este en Glauchau, en el antiguo territorio comunista de Alemania oriental.

En Nigeria están avanzados los planos, y en algunos casos la construcción en sí, de once nuevos edificios para asambleas de circuito y distrito. Uno de ellos, el de Akure, terminó de habilitarse durante el año, y tiene un aforo de 5.500 personas. Cuando un juez del Tribunal Supremo que visitaba las obras se enteró de que todos los trabajadores eran voluntarios no remunerados, dijo: “Si mi religión realizara un proyecto como este, el contratista se haría millonario. Los trabajadores robarían todo el material. Como hay tanta corrupción, cuando mi Iglesia tiene un proyecto valorado en diez millones de nairas, presupuestamos veinte millones”. Al observar que los hermanos trabajaban con verdadero entusiasmo, un joven visitante preguntó a su padre: “¿Leen ellos la misma Biblia que nosotros?”. Su padre respondió: “Es la misma Biblia. Solo que ellos la siguen de manera diferente de como lo hacemos nosotros”. En efecto, el contraste entre la religión verdadera y la falsa se pone de manifiesto de muchas formas.

Este informe no está completo. De permitirlo el espacio, nos gustaría relatar algunos detalles sobre el precioso Salón de Asambleas que acaban de levantar los hermanos de South Auckland (Nueva Zelanda); el primer Salón de Asambleas de Noruega, cuya ubicación hace posible que puedan utilizarlo aproximadamente la mitad de los publicadores del país; el sexto Salón de Asambleas de Japón, construido con el método tilt-up (paneles prefabricados de hormigón armado); el nuevo salón de la segunda ciudad más grande de Portugal, con un gran aforo y posibilidades de aumentarlo para las asambleas de distrito; el complejo de cuatro Salones del Reino de la provincia de Transcarpacia, en el sur de Ucrania, con paredes que pueden desplazarse para formar un Salón de Asambleas; el salón de Trinidad, tan necesario que se celebraron en él nueve asambleas antes de finalizar las obras; el salón con los lados abiertos que se construyó en diez días en Sinamoga (Samoa Occidental) con cooperación internacional; el pequeño Salón de Asambleas que los hermanos levantaron en Belén (Israel) tras comprar los derechos para edificar un segundo piso sobre el techo de un edificio nuevo; el nuevo Salón de Asambleas de la isla italiana de Cerdeña, con instalaciones adicionales para celebrar asambleas de distrito; el espacio que se añadió al Salón de Asambleas de Prato (Italia) para celebrar asambleas de distrito; el quinto Salón de Asambleas de Colombia, que permitirá acoger a los más de ocho mil nuevos que se bautizaron este año; el espacioso Salón de Asambleas construido en la Guayana Francesa, además de los cuatro Salones del Reino acondicionados con viviendas para precursores especiales y misioneros, todo ello edificado con la ayuda de 761 hermanos que sufragaron sus propios gastos y que viajaron en avión desde Francia por turnos para terminar las obras en tan solo dos meses.

Dedicación de sucursales

El rápido crecimiento en el campo también ha creado la necesidad de contar con sucursales nuevas o más amplias. Algunas de estas se dedicaron durante el pasado año de servicio.

Canadá

El 25 de septiembre de 1993 se dedicaron los anexos de la sucursal de Canadá. A las instalaciones existentes se añadieron un gran edificio administrativo, una sección de dos plantas de 60 x 60 metros cada una como parte de la sección de impresión y distribución, un nuevo inmueble de viviendas que dará alojamiento a unos trescientos treinta voluntarios de Betel y varios edificios de servicios. Entre los muchos siervos veteranos de Jehová presentes en el programa de dedicación hubo dos miembros del Cuerpo Gobernante: Milton Henschel y John Barr.

¿A qué se debe tanta expansión? La sucursal de Canadá supervisa la predicación de las buenas nuevas en un inmenso territorio que se extiende por más de 5.100 kilómetros de este a oeste, y hacia el norte desde el río San Lorenzo y los Grandes Lagos hasta la misma región ártica. Es uno de los países más grandes del mundo. Desde que en 1981 se trasladó la sucursal a su actual ubicación, en Halton Hills, la cantidad de Testigos canadienses ha aumentado en un 59%. Hacía falta más espacio en la sucursal para atender las necesidades de esta creciente multitud. Aunque las buenas nuevas se han predicado en Canadá durante unos ciento diez años, en los últimos años esta obra ha adquirido nuevas dimensiones debido a la atención especial que se ha prestado a los grupos de habla extranjera. Actualmente hay congregaciones que celebran reuniones regulares en una docena de idiomas además del inglés y el francés.

Tahití

El 11 de diciembre de 1993 se dedicó una nueva y encantadora sucursal en pleno Pacífico Sur. Milton Henschel, un miembro del Cuerpo Gobernante que participó en el programa de dedicación, recordó a todos los presentes que lo más importante no era la belleza del lugar, sino el trabajo que se efectuaría en el interior del edificio.

La construcción de semejante edificio con contribuciones y mano de obra voluntarias era ciertamente un tema de interés periodístico, y la televisión ofreció la noticia para su retransmisión en el extranjero. Sesenta y dos años antes, en 1931, un testigo de Jehová llamado Sydney Shepherd había llegado a Tahití con el propósito de predicar. Le siguió Frank Dewar. Pero a ninguno de los dos se le permitió quedarse por mucho tiempo. Sin embargo, actualmente hay más de mil setecientos Testigos en Tahití y otras islas de la Polinesia Francesa.

Samoa Occidental

La recolección de las cosas deseables de las naciones no se limita a los países más grandes del mundo, sino que se produce también en los pequeños archipiélagos del inmenso océano Pacífico. A partir de la década de los cincuenta, cuando la obra empezó de manera organizada en esa zona, en los cinco países supervisados por la sucursal de Samoa Occidental han servido veintiséis graduados de Galaad y otros veinticuatro misioneros y precursores especiales extranjeros. El fruto de su labor lo constituyen los 650 publicadores que hay actualmente en estas islas remotas. Unos cinco años atrás surgió la urgente necesidad de disponer de nuevas instalaciones. ¿Por qué?

Además de los hermanos diseminados por las 59 islas habitadas que están bajo la supervisión de la sucursal, entre las grandes comunidades expatriadas que se han afincado en Australia, Nueva Zelanda, Hawai y California, se han formado congregaciones que hablan idiomas de diferentes islas del Pacífico. Aunque estas queridas personas sean pocas, su alimentación espiritual es importante. (Isa. 42:10, 12.) Jehová se interesa por sus siervos sin importar dónde se encuentren. Reflejando esa misma actitud, el Cuerpo Gobernante se ha esforzado por reforzar la traducción a los cuatro idiomas polinesios que se hablan en estas islas, a saber, el samoano, el tokelauano, el tongano y el tuvaluense. Se ha preparado a varios hermanos y hermanas para la traducción, corrección de pruebas y composición informática de las diferentes publicaciones.

Aunque la cantidad de ejemplares que se imprimen en estos idiomas sea reducida, traducir las publicaciones requiere el mismo trabajo, la misma cantidad de personal e instalaciones semejantes a las que se necesitan para traducir a los idiomas hablados por millones de personas. En 1990 el espacio disponible en la antigua sucursal (un hogar misional transformado) era muy escaso. Hacía falta un edificio mucho mayor, y el Cuerpo Gobernante dio permiso para construirlo.

Ahora bien, ¿cómo iba a efectuarse la construcción? Las casas samoanas tradicionales se fabrican con materiales de la zona y carecen de paredes, solo cuentan con unos postes para sujetar el techo, por lo que la mayoría de los hermanos locales desconocen por completo los métodos que se utilizan para edificar una sucursal moderna.

El problema se solucionó gracias a la hermandad internacional. La Oficina de Construcción de Brooklyn y la Oficina Regional de Ingeniería de Australia prepararon los planos, diseñando un edificio que pudiera resistir terremotos y ciclones. Hubo 44 siervos internacionales y 69 voluntarios internacionales que aportaron su pericia en este campo durante los tres años y medio que duraron los trabajos. No solo enseñaron a los 38 hermanos y hermanas locales que trabajaron de jornada completa en las obras y a los muchos que trabajaron media jornada, sino que contribuyeron a aumentar la espiritualidad de las congregaciones locales. Los hermanos de la zona ya se han valido de la experiencia y las habilidades adquiridas en la construcción de la sucursal para edificar Salones del Reino.

El 20 de noviembre de 1993 se dedicaron las instalaciones; John Barr, del Cuerpo Gobernante, pronunció el discurso de dedicación. Todos los asistentes respondieron con entusiasmo a la resolución de dedicar la sucursal al servicio de Jehová.

Alemania

Las mayores obras de ampliación de sucursal que se concluyeron el pasado año de servicio fueron las de Selters/Taunus (Alemania). Con la participación de más de dieciocho mil seiscientos voluntarios durante tres años y medio, se aumentó a más del doble el tamaño de la que ya era la mayor sucursal con imprenta de la Sociedad.

En el programa de dedicación, celebrado los días 14 y 15 de mayo, estuvieron presentes cuatro miembros del Cuerpo Gobernante: Carey Barber, Milton Henschel, Karl Klein y Daniel Sydlik. En el auditorio estuvieron representadas 55 nacionalidades. El hermano Barber señaló en su discurso que la agitación política vivida en la Europa oriental había resultado en mayor libertad para los hermanos. “Pero les habría sido imposible proveer todos los libros y revistas que se necesitan” para satisfacer el hambre espiritual de las personas de esa zona, explicó, y añadió: “De modo que la sucursal de Alemania les suministra las publicaciones y así ellos pueden concentrarse en la predicación”. ¡Qué apropiado fue que muchos de los invitados a la dedicación fuesen precisamente hermanos de esos países de Europa oriental! Les encantó visitar los edificios, ver la sección de encuadernación y la nueva y enorme prensa offset en funcionamiento. La ampliación efectuada permitirá que la sucursal de Alemania produzca hasta 1.600.000 revistas y 80.000 libros al día. En dicha sucursal ya se imprimen publicaciones en 42 idiomas para 58 países.

Al programa de dedicación del sábado en la sucursal solo pudieron asistir 3.658 personas. Pero como la totalidad de los Testigos de Alemania habían contribuido de una forma u otra a la construcción, todos deseaban beneficiarse de la edificación espiritual de aquella ocasión. Así que el domingo continuó el programa tanto en Betel como en seis estadios deportivos por todo el país, con una asistencia conjunta de 177.902 personas que dieron alabanza y gracias a Jehová. El hermano Sydlik resumió el sentir de los presentes diciendo: “Esta ha sido la dedicación de las dedicaciones. La recordaremos por mucho tiempo”.

Otras obras de construcción

La edificación continúa a paso acelerado en la central mundial de Nueva York, tanto en los nuevos edificios de Brooklyn como en Patterson y Wallkill. En estos tres lugares hay actualmente más de mil cuarenta hermanos y hermanas trabajando en la construcción. Para marzo de 1995 se espera trasladar la Escuela de Galaad al Centro Educativo de la Watchtower, ubicado en Patterson.

La Sociedad también tiene una sucursal en la República Checa. Se ha renovado un edificio de diez pisos en Praga que fue donado recientemente a la Sociedad, y ya se utiliza como Hogar Betel y sucursal. En Maseru (Lesoto) se ha construido un complejo que consta de Salón del Reino, hogar misional, una oficina y un almacén para las publicaciones.

En las Islas Salomón se necesitaban tres hogares misionales nuevos, que pudieron erigirse gracias a la cooperación internacional. Grupos de hermanos de Australia prefabricaron algunas de las partes esenciales y la sucursal de ese país se encargó de reunir todo el material y enviarlo a las Islas Salomón. Mientras tanto, los hermanos de estas islas prepararon los terrenos y fueron a los bosques a talar más de 40 toneladas de árboles maderables, todo ello a mano. Acabaron justo a tiempo para la llegada de los 96 hermanos de Australia, Nueva Zelanda y Hawai que ofrecieron voluntariamente su tiempo y hasta pagaron su propio pasaje para colaborar en la construcción rápida que iba a efectuarse en dos de las islas. Los tres hogares quedaron terminados en solo tres semanas.

Este año pasado también se trabajó mucho para terminar las sucursales de Corea, Taiwan, Ecuador, Surinam y Sri Lanka. Además, hay otras muchas obras en marcha. Se está llevando a cabo un gran trabajo de construcción en las sucursales de México (véanse las páginas 244, 245), España, República Dominicana, Australia, Madagascar, Sierra Leona, Irlanda, Nicaragua, Paraguay, Perú, Jamaica y Nueva Caledonia. Después de los muchos retrasos ocasionados por la oposición, los hermanos de Francia siguen adelante con la ampliación de las instalaciones de la sucursal de Louviers. Cerca de San Petersburgo (Rusia), más de trescientos voluntarios —de Escandinavia y de todas partes de la ex Unión Soviética— están trabajando arduamente con miras a disponer de un Centro Administrativo para la Organización Religiosa de los Testigos de Jehová de Rusia.

En el sur de África también se está construyendo mucho. Actualmente hay obras en marcha en las sucursales de África del Sur, Kenia, Mozambique, Madagascar y Zaire. Como África del Sur está en posición de proporcionar maquinaria y materiales de construcción a varios de estos países, cuenta con grandes departamentos de compras, exportación y transporte que le permiten atender tanto sus propias necesidades como las de otras sucursales.

En la sucursal de Japón, está en fase de planeamiento y diseño un enorme edificio adicional de trece plantas. Además de las obras que se están llevando a cabo en Cesário Lange (Brasil), también se efectúan trabajos preliminares con miras a la construcción de una oficina, un almacén y viviendas en São Paulo. Y hay muchos otros proyectos, en fases más o menos avanzadas de planeamiento, que contribuirán a que se atiendan las necesidades espirituales de la gran multitud de personas que actualmente abrazan la adoración verdadera.

¿Cómo es posible llevar adelante todas estas obras? Gracias al espíritu de Jehová. En respuesta a la actuación de dicho espíritu, los miembros del pueblo de Jehová —tanto los poco acaudalados como los más pudientes— dan generosamente de sí mismos y de sus recursos económicos para el progreso de los intereses del Reino. ¡Y qué alegría les da ver que Jehová bendice sus esfuerzos!

[Fotografías en la página 6]

Durante los últimos cinco años se bautizaron como testigos de Jehová 1.514.287 personas

[Fotografías en las páginas 12, 13]

En las asambleas internacionales “Enseñanza Divina” se pudo observar un afectuoso y feliz compañerismo

1. Hong Kong; 2. Filipinas; 3. Kenia; 4. Chile; 5. Colombia; 6, 7. África del Sur

[Fotografías en la página 14]

A los Testigos ruandeses se les enviaron rápidamente por avión provisiones de socorro

[Fotografías en la página 21]

Salón de Asambleas de Strängnäs (Suecia), cuya sala principal tiene un aforo de 10.000 personas

[Fotografías en la página 27]

Nuevas sucursales (en el sentido de las manecillas del reloj, comenzando desde arriba): Canadá, Samoa Occidental, Tahití, Alemania (con su última rotativa)