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Informe mundial

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África

Prescindiendo de sus antecedentes culturales y religiosos, a la gente tiene que dársele la oportunidad de oír las buenas nuevas del Reino de Dios. La voluntad divina es que “hombres de toda clase se salven y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad”. (1 Tim. 2:3, 4.) Los testigos de Jehová de África obran en conformidad con esa expresión de la voluntad divina.

El Cuerpo Gobernante aprobó que a partir del 1 de septiembre de 1995 se ubicara en edificios alquilados una sucursal en Malaui. Ya se están preparando los planos para empezar la construcción de instalaciones adecuadas. Hay mucho trabajo que hacer en este país. Se ha mostrado gran interés en nuestras publicaciones, sobre todo en las ciudades, donde viven muchas personas alfabetizadas. Los malauianos aman la Biblia y son por lo general personas humildes y amantes de la paz. Como hay tanto interés en nuestras publicaciones, por ahora no es necesario hacer presentaciones muy elaboradas. Los Testigos sencillamente se presentan al amo de casa y, después de los saludos de rigor, muestran los libros o revistas que llevan consigo. Muchas veces el amo de casa examina todas las revistas que lleva el publicador y hasta pide ver qué más tiene en el maletín. Algunos publicadores han ofrecido sus revistas personales menos recientes subrayadas, y los amos de casa las han aceptado con gusto. Aunque la generalidad de las personas dicen amar la Biblia, eso no significa que todas quieren aprender la verdad. En este país hay muchas confesiones que afirman ser cristianas. Algunas son muy hostiles con los testigos de Jehová y dicen que estos tuvieron bien merecida la persecución y que quisieran que su obra aún estuviera proscrita. Sin embargo, la mayoría de la gente confiesa: “Nos alegra que ya tengan libertad de culto, y pueden venir a nuestro hogar cuando gusten”.

La poligamia está aceptada generalmente en Benín, así como en muchos otros países africanos. ¿Cómo influye esta práctica en los buscadores sinceros de la verdad? La segunda esposa de un hombre empezó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. Pronto aprendió que Jehová había dado a Adán una sola esposa, lo que fijaría la norma para todos los matrimonios posteriores. (Mat. 19:4-6.) Puesto que su matrimonio no era aceptable para Dios, ¿qué haría? ¿Abandonaría a su esposo polígamo? ¿Adónde iría? En Benín no hay un programa de asistencia social, y ella tenía cinco hijos de este hombre. Confió en Jehová y tuvo el valor de mudarse. (Heb. 13:4-6.) Fue difícil, porque él le dejó la responsabilidad de cuidar a los cinco hijos económica y espiritualmente.

Su resolución tuvo un buen efecto en otros familiares suyos. Felizmente, el esposo empezó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. Su primera esposa se unió al estudio y con el tiempo se bautizó. El marido ahora asiste a todas las reuniones y ha decidido ayudar a mantener a los hijos de su segunda esposa. Hace poco que ella se bautizó, y comentó: “Estoy resuelta a servir a Jehová para siempre”.

Elke, misionera en Burkina Faso, se hizo amiga de Djara, una niña de 10 años que asistía a todas las reuniones del Salón del Reino con su madre. Con el tiempo, la madre abandonó la verdad, de modo que Elke perdió el contacto con Djara durante varios meses. Posteriormente, en una asamblea de distrito, Djara encontró a Elke. ¡Qué sorpresa fue verla allí! Djara y su hermano habían rogado a sus padres que les dieran permiso para asistir a la asamblea. Ambos niños prestaron atención cuidadosa y tomaron notas. No obstante, se vieron tentados a ir a una radioemisora para ver a “Papá Noel” el 25 de diciembre mientras la asamblea aún estaba en curso. Pidieron la opinión de Elke. Ella les dijo que tenían que decidirlo por sí mismos, pero que si iban a la asamblea, harían muy feliz a Jehová, y que él les podía dar vida eterna en el Paraíso. Asistieron a la asamblea el 25 de diciembre.

Djara empezó a estudiar la Biblia, y se tomaron medidas para ayudarla a asistir a las reuniones. Después de la segunda reunión expresó su deseo de comentar. En cierta ocasión llevó a la reunión 50 francos (10 centavos) para gastos personales. Gastó 20 (4 centavos) en comida, y por su propia cuenta colocó 30 (6 centavos) en la caja de contribuciones del Salón del Reino. Djara ha aprendido a contarle a Jehová en sus oraciones incluso los pequeños deseos de su corazón. Cuando su familia pasó por una etapa difícil, comprobó lo ciertas que son las palabras de Salmo 27:10, pues descubrió que tenía muchas madres, hermanos y hermanas en la congregación.

La propagación del sida ha causado efectos desastrosos en la población centroafricana. Ha afectado principalmente a la gente educada que está en el período de mayor productividad de la vida. Años atrás, muchas personas se burlaban de la idea de “un marido/una esposa” y de que fuera necesario ser fiel al cónyuge. En un esfuerzo por acabar con la plaga, el mensaje que actualmente se comunica por la radio, la televisión y los carteles, así como en las reuniones comunitarias, es la norma de la que se mofaban anteriormente. Muchas personas que sabían que los testigos de Jehová enseñamos fielmente lo que dice la Biblia no progresaron; les pareció que había demasiadas restricciones. Pero ahora, ¡cuánto agradecen nuestros hermanos la insistencia de Jehová y su organización en que nos apeguemos a las elevadas normas morales! Un anciano de congregación de la República Centroafricana comentó: “Gracias a la verdad he logrado tener una familia que disfruta de bendiciones divinas. La verdad me ha libertado de los lazos del demonismo, los cuales me hubieran desequilibrado mentalmente. También me ha ayudado a evitar la muerte prematura causada por el sida, la trágica experiencia por la que han pasado la mayoría de mis ex compañeros. En agradecimiento por todo lo que Jehová me ha dado, he hecho lugar en mi vida, pese a mis deberes familiares, para servir de precursor”. (Sal. 116:12-14.)

Una familia de la capital de Etiopía recibió abundantes bendiciones por ser hospitalaria. (Heb. 13:1, 2.) Sus parientes del campo tienen que atender con frecuencia asuntos en la ciudad y necesitan alojamiento. Muchos de ellos han elegido hospedarse con esta cariñosa familia de Testigos, pues les atrae el ambiente de devoción piadosa que la distingue. La familia ha escogido ocasiones oportunas para comunicar las buenas nuevas de la Palabra de Dios a los parientes que los visitan. Como resultado, para cuando se celebró la Asamblea de Distrito “Temor Piadoso”, veintidós familiares se habían hecho Testigos bautizados, veintiocho más eran publicadores no bautizados y otros seis habían empezado a estudiar la Biblia. Más de cincuenta miembros de esta familia asistieron a la asamblea de distrito, y entre todos conducen por encima de cincuenta estudios bíblicos.

Asia y las islas del Pacífico

Las buenas nuevas llegaron a Oriente gracias a la palabra impresa antes de que empezara el siglo XX. Este método de informar aún se emplea para buscar a los merecedores. Como consecuencia, muchos miles de personas están experimentando lo que dijo Jesús, a saber, que la verdad puede libertarlas. (Juan 8:32.)

Una hermana celosa que vive en Hong Kong escribe: “Los territorios donde doy testimonio informal son los hospitales, las calles, los parques, las estaciones de ferrocarril, las paradas de autobús, los mercados, los estacionamientos y los ascensores. Siempre que salgo de casa, oro a Jehová y me aseguro de llevar un buen surtido de revistas y tratados”.

Tras recibir ánimo del superintendente de circuito, una Testigo de Japón se fijó la meta de distribuir 130 revistas semanalmente, aunque el territorio se abarca con frecuencia. Examina los nuevos números tan pronto como los recibe a fin de encontrar artículos o declaraciones que pudieran interesar a las diversas personas. También ha aprendido a llevar un registro exacto de las rutas de revistas. ¿Cuál ha sido el resultado? Hace 220 visitas en su ruta. Ahora bien, cuando le pareció que cierta señora a la que visitaba no leía las revistas, oró a Jehová y, puesto que son publicaciones valiosas, cuesta dinero producirlas y las imprimen hermanos que trabajan día y noche en Betel, le rogó que le indicara si el ama de casa las leía o no. ‘Si no lo hace, que no las acepte’, oró. Luego pasó por la casa de la señora. Esta vez fue el esposo quien salió a la puerta y aceptó las revistas, diciendo: “Gracias por traérnoslas regularmente. Las leo y me encantan”. Más de doscientas seis mil personas de Japón se han beneficiado de estas revistas y ahora dan a conocer con entusiasmo las preciosas verdades bíblicas.

Una hermana de Quezón City, en las Filipinas, dice que empezó siete estudios bíblicos utilizando los tratados. Explica cómo lo logró: “A las once de la mañana encontré a una madre preparando el almuerzo para la familia. Le dije que reconocía que estaba ocupada y que sería breve. Le comenté que nuestro propósito principal es llevar verdadero consuelo a las familias deprimidas, que dicho consuelo proviene de la Palabra de Dios y que esto se explica en el tratado bíblico gratuito Consuelo para los deprimidos”. Después de esta presentación sencilla, el ama de casa invitó a la hermana a entrar y aceptó un estudio.

La cantidad de publicadores de Australia se ha duplicado en los últimos dieciséis años. Las publicaciones de la organización de Jehová han contribuido a abrir el corazón de mucha gente. Cuando el hijo de uno de nuestros hermanos murió en un accidente, la familia decidió regalar un folleto Cuando muere un ser querido a cada persona que asistió al funeral. Distribuyeron 189 ejemplares y luego enviaron 46 más a otros parientes incrédulos. El resultado fue que muchos de ellos ablandaron su actitud hacia los Testigos. Uno de los que recibieron un folleto en el funeral fue el presidente de la Asociación del Colegio Católico, de quien decían que era uno de los mejores recaudadores de fondos que jamás había tenido la asociación. Él y su esposa estudiaron juntos el folleto completo y buscaron los textos en su Biblia católica. Pronto reconocieron que lo que leían era la verdad, de modo que él dimitió inmediatamente de su cargo en la Asociación del Colegio Católico y no recaudó más fondos. Pese a los esfuerzos por hacerlo cambiar de parecer, permaneció firme. También distribuyó una docena de folletos entre otros miembros de la Iglesia Católica.

Un joven de Tailandia oyó el testimonio que una misionera dio a su hermana mayor, pero no mostró interés. Practicaba el espiritismo. Un día tomó una Biblia y sencillamente la abrió. Por casualidad fijó la vista en 1 Pedro 2:9, donde dice que Dios ha llamado a su pueblo “de la oscuridad a su luz maravillosa”. Este texto bíblico lo dejó perplejo, y pensó en la misionera. Al día siguiente, ella fue a su puerta. Cuando él le comentó que había deseado que regresara, ella respondió que los ángeles probablemente la habían dirigido allí. Luego le causó gran asombro al joven el que sin que él dijera nada en cuanto al pasaje que había leído, ella abriera la Biblia y leyera ese mismo versículo. Estaba tan sorprendido que se echó a llorar. Aceptó un estudio bíblico, que la hermana pasó a un anciano.

El joven tuvo dificultades a causa de su relación con los demonios. Debido a que se encontraba en aprietos, económicos entre otros, había hecho un “contrato” con un espíritu, en el que estipulaba que si permitía que el demonio morara en él, este le ayudaría y lo sustentaría. Como consecuencia, montó un negocio sin tener que trabajar mucho y llegó a ser el dueño de una fábrica con muchos empleados. Aunque no tardó en reconocer la existencia de espíritus inicuos poderosos, estaba muy agradecido al espíritu, que él consideraba “benévolo”. Asistió a varias reuniones, pero los demonios le impedían comprender y recordar lo que oía. La noche antes de una asamblea tuvo lo que él llamó una lucha a vida o muerte con el demonio para quien había servido de médium. El joven prevaleció; sin embargo, perdió gradualmente todas las ventajas materiales que había recibido del demonio. No obstante, Jehová le suministró, no las riquezas excesivas que había tenido, sino todo lo que en verdad necesitaba, por confiar en él. (1 Tim. 6:8, 9.) Ahora sirve felizmente de precursor auxiliar.

En vista de que algunas comunidades de las Islas Salomón se habían opuesto a que predicáramos las buenas nuevas, la sucursal decidió enviar a cuatro precursores a uno de esos lugares muy poblados, en la isla de Santa Isabel, para que distribuyeran durante algunas semanas el tratado Noticias del Reino núm. 34. Sin embargo, cuando solo llevaban un día de viaje, surgió lo que parecía un contratiempo: se averió el motor de la canoa y los precursores tuvieron que regresar a Honiara. Como allí podían tomar un transbordador a la isla de N’Gela, se les reasignó a esta isla. ¿Fue esta asignación simplemente una segunda alternativa, o fue la guía del espíritu, canalizado por el Cabeza de la congregación? (Compárese con Hechos 16:6-8.) Unos días después se recibió un mensaje por el radioteléfono: “Envíennos más publicaciones, por favor. Hubo diecisiete personas en nuestra primera reunión el viernes”. Unos días más tarde volvieron a pedir más publicaciones e informaron que treinta personas habían asistido a la reunión el domingo. Cuando los precursores pudieron regresar a la isla de Santa Isabel, descubrieron que si hubieran intentado predicar allí les habría resultado muy difícil, pues el gobernador general visitaba la isla con motivo de un centenario y prácticamente toda la gente estaba absorta en la celebración. Sin embargo, una de las personas que mostró interés y solicitó un estudio bíblico era un jefe que se encontraba muy desilusionado por la hipocresía que se veía en la Iglesia Anglicana. Después de eso ha asistido a una asamblea de circuito y ha invitado a los testigos de Jehová a ir a su zona a enseñar a su pueblo.

Europa

En Europa se imprimen grandes cantidades de publicaciones para difundir las buenas nuevas. Y este ha sido un año muy bueno para las familias de Betel que participan en prepararlas.

En Alemania nunca se habían imprimido tantos libros revistas y folletos en un solo año como en el año de servicio de 1995. Por ejemplo, tan solo en el mes de junio, las rotativas imprimieron 10.835.200 revistas y 7.984.359 folletos, amén de los 100.000 libros que salen diariamente de las líneas de encuadernación. En la actualidad, la sucursal alemana envía revistas, libros, folletos y formularios a 7.600 congregaciones de treinta países, que tienen en conjunto unos seiscientos veinticinco mil publicadores. Un gran porcentaje de las publicaciones bíblicas se destinan a los países de Europa oriental, donde por muchos años fue muy difícil conseguirlas. Gran Bretaña, Italia, Francia, España, Finlandia y Suecia también colaboran para satisfacer la demanda internacional.

A los países que tienen mucha necesidad se les envía algo más que publicaciones bíblicas. Se ha invitado a Testigos capacitados de otras partes a trasladarse a estos lugares a fin de colaborar en la obra de hacer discípulos. Ese fue el caso de catorce precursores polacos que se mudaron a Vilna, capital de Lituania. Al cabo de dos meses ya dirigían más de cien estudios bíblicos.

En Rusia (junto con otras nueve de las catorce repúblicas que formaban la Unión Soviética) hubo nuevos máximos en diez meses del pasado año de servicio. El aumento fue notable: un 50%. Se informó un máximo de 77.985 publicadores. En una manifestación de celo sobresaliente, los publicadores informaron en mayo un promedio de 17,6 horas en el ministerio del campo. Tanto en ese mes como en junio distribuyeron más de un millón de revistas e hicieron más de un millón de revisitas (hubo aumentos similares en Estonia, Letonia, Lituania, Moldova y Ucrania).

Hace seis años solo había una congregación en Moscú; ahora hay unas cuarenta, y casi todas podrían dividirse en dos o tres si contasen con más ancianos. En Murmansk, al norte de Rusia, por ahora solo existe una congregación. Esta cuenta con muchos buenos siervos ministeriales jóvenes, pero no puede dividirse porque solo tiene un anciano. La componen cerca de ochocientos publicadores. En Riazan y Ulianovsk, ciudades de más de quinientos mil habitantes, no hay congregaciones. Sin embargo, los ocho precursores especiales que comenzaron a trabajar en ellas en mayo consiguieron ese mismo mes 51 estudios bíblicos en su nuevo territorio. ¡Qué alegría les da ayudar a las personas con hambre de la verdad!

Una experiencia relatada en la revista ¡Despertad! indujo a la esposa de un superintendente viajante de Austria a analizar la posibilidad de dar el mensaje a personas en puestos públicos. Ella explica: “Busqué direcciones de oficinas de servicios sociales en el directorio telefónico y otras publicaciones. Después seleccioné artículos de ¡Despertad! que fuesen interesantes para las personas que trabajan en ese campo. Comencé con mucha aprensión, temblor y oración. Pero cuando nos permitieron hablar con los hombres que ocupan puestos de responsabilidad, nos dimos cuenta de que por lo general son muy amigables. Al decirles que apreciábamos sus servicios —ya que los Testigos también nos beneficiamos de estos—, por lo general se sorprendían. Entonces les explicaba el motivo de mi visita: ‘He buscado varios artículos de nuestras revistas relacionados con el trabajo que ustedes realizan. Por favor, léanlos cuando les parezca conveniente’. De este modo conseguí distribuir 1.800 revistas en los primeros seis meses”. La hermana dice que disfruta mucho de esta actividad especial. Visita a directores de escuelas, jefes y subalternos de la policía, empleados de instituciones de servicios sociales y autoridades judiciales.

Un joven de Croacia nació con una cardiopatía congénita que limitaba considerablemente sus actividades. Cuando contaba 17 años, un vecino le habló de las buenas nuevas, a raíz de lo cual comenzó a asistir a las reuniones. Aunque sus padres no lo alentaban, se convenció de que había encontrado la verdad. Cuando apenas había estudiado una parte del libro Vivir para siempre, su estado físico empeoró, y se vio claramente que moriría pronto. Mientras su madre, sentada junto al lecho de su hijo, lloraba por la inminente muerte de este, él le habló con seriedad sobre la esperanza de la resurrección. (Hech. 24:15.) Le dijo con convicción que sería devuelto a la vida, pero que el verse otra vez en el nuevo sistema dependía de ella y de su padre. Esas palabras la conmovieron profundamente. Dos semanas después de su muerte, sus padres solicitaron un estudio bíblico, y hasta la fecha siguen progresando.

En Islandia, dos hermanas cristianas encontraron la forma de ayudar a sus compañeros de trabajo a conocer mejor a los testigos de Jehová y las buenas nuevas del Reino. Cuando sus compañeros celebraban los cumpleaños y las Navidades, las hermanas no participaban. Pero un día, ellas mismas llevaron un delicioso pastel y pan casero para compartirlos con los demás trabajadores a la hora del café. Los empleados querían saber qué estaban celebrando. Las hermanas respondieron que solo querían darles algo para acompañar el café porque habían sido considerados con ellas y respetuosos de sus creencias. Esta acción dio pie a una buena conversación; las hermanas contestaron muchas preguntas y todos escucharon con atención. Posteriormente, las hermanas obsequiaron a cada uno de ellos un número especial de ¡Despertad! con el nombre del trabajador. Volvieron a contestar preguntas y dieron un buen testimonio. Cuando las hermanas se levantaron para retirarse, una de sus compañeras las miró y les dijo: “A pesar de todo parecen muy normales”. Sí, estos empleados ahora tienen una mejor opinión sobre los testigos de Jehová y el mensaje que proclaman.

Un precursor de una congregación de Dinamarca se propuso ayudar a los cónyuges incrédulos. Comenzó un estudio bíblico con Klaus, quien había acompañado a algunas reuniones a su esposa Testigo. A Klaus le gustó el estudio y progresó bien. Como el precursor quería ayudar a otro esposo incrédulo, invitó a este y a su esposa a comer, y también convidó a Klaus y a su esposa. El hermano deseaba comenzar un estudio con aquel hombre. Después de comer salieron a caminar. Aunque el hermano intentó hablar a solas con el hombre, no pudo hacerlo porque Klaus le estuvo predicando todo el tiempo. Cuando por fin logró hablar con él, Klaus ya había comenzado el estudio. En la última visita del superintendente de circuito, Klaus, quien ya era publicador no bautizado, asistió a las diez reuniones para el servicio del campo. Su estudio con el otro esposo incrédulo también progresa.

Los que viven con devoción piadosa en asociación con Cristo Jesús serán perseguidos. (2 Tim. 3:12.) Esa persecución puede provenir de familiares, y hasta puede sobrevenir a los jóvenes. Cuando tenía 12 años, Monika, quien ahora forma parte de la congregación de Miechów, en Polonia, aprendió a tejer con una testigo de Jehová. La Testigo también infundió en ella el deseo de estudiar la Biblia. Sin embargo, la abuela de Monika se opuso. Con la intención de desanimarla, dejó de cocinar para ella y de comprarle ropa. La golpeaba cuando hablaba de la Biblia y la seguía todo el tiempo para impedir que estudiara con los Testigos. No obstante, Monika estudiaba sola en el granero o cuando iba camino de la escuela.

Una vez que salió de la secundaria, se propuso ser precursora y expresó su deseo de servir donde hubiese más necesidad. Quería alejarse del pueblo y de su abuela opositora tanto como fuera posible. ¡Cómo se desilusionó cuando el superintendente de circuito le dijo que con toda probabilidad su territorio sería su propio pueblo! Recuerda: “Traté de que no se diera cuenta de cómo me sentí, pero me retiré abatida para pensarlo de nuevo. Le dije a mi futura compañera de servicio: ‘¿Sabes qué? Creo que me estoy comportando como Jonás. Pero Jonás finalmente fue a Nínive, así que, si esta es la voluntad de Jehová, yo también iré a mi asignación’”. Han transcurrido cuatro años, y ahora dice: “Puedo ver que fue muy prudente seguir la dirección de Jehová. El principal obstáculo era mi actitud negativa. Ahora estoy muy contenta, pues en un mes llegué a dirigir veinticuatro estudios. Gracias a Jehová, hasta he podido comenzar un estudio con mi abuela, que antes era opositora”.

América

En México hay un gran éxodo de gente que está abandonando Babilonia la Grande. Millares de personas de toda clase responden a la exhortación bíblica: “Sálganse de ella, pueblo mío, si no quieren participar con ella en sus pecados”. (Rev. 18:4.) La mayoría procede de la Iglesia Católica. En 1995 hubo un máximo de 443.640 publicadores, que servían activamente a Jehová. Muchos más desean unírseles, pues durante el año de servicio se dirigieron 569.842 estudios bíblicos y 33.077 publicadores se bautizaron por inmersión en agua.

Entre los que ya no quieren tener nada que ver con Babilonia la Grande figuran los jóvenes. En Chile, los Testigos fueron a Requinoa, un territorio apartado al que solo se llega tras una larga caminata por un camino polvoriento. Al acercarse a cierta casa, vieron a una anciana salir a su encuentro. “¡Qué bien que viene a saludarnos!”, le dijeron los Testigos. Ella repuso: “Lo hago para cumplir la promesa que le hice a mi nieto, muerto hace poco”. Cada vez que el nieto, de solo 12 años de edad, veía llegar a los Testigos, corría hacia ella y le decía: “Abuela, ahí vienen los de la Biblia”, y le pedía dinero para comprar las revistas. “Él siempre las leía —dijo ella—, pero lo que más le gustaba era un libro rojo que muestra un paraíso [Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la Tierra]. Él me leía y me enseñaba, pues yo no sé leer. Hace tres semanas enfermó de causas desconocidas. Se hizo todo lo posible por salvarlo, pero fue en vano. Cuando agonizaba, los médicos lo enviaron a casa para que pasara sus últimas horas con nosotros.”

Cuando toda la familia estaba alrededor suyo, cerró los ojos. La señora continuó: “Pensábamos que había muerto y comenzamos a llorar amargamente. De repente abrió los ojos y dijo: ‘¡Mamá!, ¡abuela!, díganme que no soy católico. ¿Verdad que no lo soy?’. ‘No, no lo eres’, le contestamos. ‘No lo soy —prosiguió él—, porque soy de los que vienen por el camino, soy de los de la Biblia, y voy a vivir en el Paraíso.’ Luego tomó el libro rojo y nos mostró algunas ilustraciones. Se dio la vuelta para mirarme y me dijo: ‘Abuela, prométeme que cuando veas venir por el camino a los de la Biblia, irás a recibirlos por mí’. Yo se lo prometí. Después dijo: ‘No soy católico; soy de los de la Biblia, y voy a vivir en el Paraíso’, y entonces murió. Por eso salí a encontrarlos cuando los vi venir por el camino”. El hermano la consoló con textos bíblicos que hablan de la resurrección. Esperamos que esa familia reciba ayuda para cultivar una fe firme, a fin de que, si Jehová lo permite, viva con este jovencito en el Paraíso.

Tal como los mayores tienen que probar su lealtad a Jehová, también los jóvenes deben demostrar su fe cuando afrontan oposición. En Costa Rica, Michael, un joven de 14 años que había estudiado unos cuantos meses, recibió en la escuela secundaria la orden de participar en ceremonias contrarias a lo que había aprendido en la Biblia. Aunque todavía no estaba bautizado, mantuvo firme su postura, por lo que fue expulsado de la escuela junto con otros seis Testigos. Pero le aguardaban más pruebas. Su padre le dio un ultimátum: “Si no renuncias a esa religión, dejaré de reconocerte como mi hijo”. En otra ocasión, lo llevó a la ciudad, estacionó el automóvil, le mostró un maletín y le dijo: “Mira, hijo, aquí hay 8.500 dólares. Serán tuyos si vuelves a nuestra religión y renuncias a tu fe”. Cuando Michael rechazó la oferta, su padre le dio una bofetada. Después lo llevó a un templo católico y comenzó a decir a voces que lo castigaría si no se hincaba de rodillas y se persignaba ante la virgen María. El joven le explicó que aunque estaba obligado a respetar a sus padres, la devoción exclusiva se la debía a Jehová. Su padre contestó que ni conocía a Jehová ni le importaba quién fuera. Después de aquello se negó a verlo durante dos años. Pero años más tarde, su padre, antes de morir, lo buscó y le pidió que le leyera la Biblia. Se disculpó, lo animó a servir a Jehová y solicitó un estudio bíblico.

Una mujer de Panamá, capital del país del mismo nombre, escuchó a los Testigos cuando la visitaron, aceptó las revistas y los invitó a regresar. ¿Por qué? No podía olvidar que había tenido algunos niños Testigos en su clase cuando era maestra en la sierra. Sin importar cuánto los presionara, nunca participaban en ceremonias patrióticas. Cierto día que la comida consistía en macarrones con embutidos de pollo sin desangrar, ellos se negaron a comerla aunque se les dijo que solo comieran los macarrones y dejaran el embutido. Explicaron que la Biblia prohíbe comer sangre. (Hech. 15:28, 29.) Aun cuando ella no compartía su opinión, se quedó admirada. Nunca había visto que alguien mantuviera tal integridad por razones religiosas. Por consiguiente, cuando los Testigos la visitaron, años más tarde, los invitó a regresar para que le enseñaran más sobre el fundamento de sus creencias. Se comenzó un estudio bíblico, y ella empezó a asistir a todas las reuniones. Actualmente, ella, su esposo y tres de sus hijos sirven a Jehová gracias al excelente ejemplo de los jovencitos Testigos que iban a su escuela.

En El Salvador, una mujer que admiraba a los testigos de Jehová le pidió a Omar que estudiara con su pequeño hijo de seis años. Omar estuvo de acuerdo. Cuando llegó para comenzar el estudio, se llevó una sorpresa. El pequeño Mario se había levantado temprano, se había bañado y arreglado, y lo estaba esperando. Empezaron a estudiar Mi libro de historias bíblicas. La madre del niño escuchaba mientras cosía. Decía que solo quería que su hijo fuese educado, como los niños de los testigos de Jehová. El hermano le pidió permiso para llevar al pequeño a las reuniones y, con el tiempo, a las asambleas. El niño progresó, y Omar le ayudó a ponerse como meta para el futuro el servicio de tiempo completo. Con el tiempo, su madre aceptó un estudio y se bautizó, su hermano menor se hizo publicador y su padre comenzó a asistir a las reuniones. ¿Y Mario? Es precursor regular. ¡Qué contento está Omar de haber aceptado estudiar con aquel pequeño de seis años!

Cuando se utiliza hábilmente la Biblia, las personas sinceras responden muy bien, como lo muestra la siguiente experiencia de Jamaica: “Me presentaron a una señora joven que tenía muchas preguntas, así que hicimos planes para conversar. La primera vez que nos reunimos me dijo que no quería estudiar ninguna de nuestras publicaciones ni que la invitáramos a las reuniones; solo deseaba que le contestáramos sus preguntas exclusivamente con la Biblia, la versión del Rey Jacobo. Las preguntas en su mayoría tenían que ver con el sábado y las creencias de los testigos de Jehová. Solamente usamos la Biblia. Cada vez que leía los textos que contestaban sus interrogantes, se maravillaba de lo claro y razonable de las respuestas bíblicas. Eso sucedió por tres semanas. En la siguiente visita no hizo más preguntas, de modo que le dije: ‘¿Ahora qué desea?’. Respondió que quería ‘comenzar el libro rojo’, es decir, el libro Vivir para siempre. Escogió el capítulo 22: ‘Cómo identificar la religión verdadera’. Después de ese capítulo comenzamos por el principio. Entonces preguntó sobre el horario de nuestras reuniones. Empezó a asistir a todas ellas, y cuando su trabajo interfirió, renunció. Después de estudiar por unos cuantos meses, se matriculó en la Escuela del Ministerio Teocrático y se hizo publicadora no bautizada”.

En Bolivia, un superintendente de circuito tuvo un día libre entre sus visitas a pequeños grupos aislados, de modo que pensó salir al ministerio del campo con la congregación en la que estaba su hospedaje. Se preguntaba quién estaría a cargo del grupo. El conductor de la reunión llegó acompañado de otro hermano. Tenía un reloj parlante, y cuando este le anunció que eran las ocho y cuarto, preguntó si alguien quería leer el texto del día; luego pidió comentarios y concluyó haciendo un comentario breve. Después de la oración organizó las parejas y hasta asignó a una hermana que no estaba presente. “¡Qué extraño!”, pensó el superintendente de circuito. Poco después, cuando se hallaban en el territorio, el conductor preguntó: “¿Dónde estamos exactamente y hacia qué dirección estoy orientado?”. En ese momento, el superintendente de circuito se percató de que el hermano era ciego. Después de orientarse, el conductor asignó los territorios, y a media mañana organizó un cambio de parejas. Sin duda, este es un buen ejemplo de lo que significa permitir que Jehová lo utilice a uno y confiar en que él puede compensar cualquier deficiencia. Cuando el superintendente de circuito comentó a los ancianos que lo había animado mucho ver el servicio de este hermano, ellos le dijeron: “Así es, y nunca nos falla a nosotros ni al grupo”.

Aunque en Nicaragua todavía quedan territorios sin asignar, Jehová está proporcionando trabajadores voluntarios que se encarguen de la cosecha espiritual. En una campaña de cuatro meses se asignó a 100 precursores especiales temporales, hermanos y hermanas abnegados, a veintidós territorios. ¿Obtuvieron buenos resultados? Informaron una asistencia total a la Conmemoración de 2.674 personas. Gracias a su esfuerzo se formaron cinco grupos aislados. Por otra parte, hermanos solteros y casados de Alemania, Canadá, Costa Rica, España, Estados Unidos, Guatemala, Inglaterra y Puerto Rico han ido a Nicaragua a servir en calidad de precursores. Estos, junto con los misioneros que fueron asignados este año, están trabajando muy bien.

En Nicaragua no es difícil empezar estudios. Cuando un misionero se dirigía a la reunión, un hombre le preguntó primero si las personas que se reunían eran testigos de Jehová y después le pidió un estudio bíblico. Cuando lo visitaron, contó sus experiencias durante la guerra de Nicaragua. En una ocasión se le ordenó que arrestara a un grupo de Testigos, pero fue recibido por ellos con tanta hospitalidad que no pudo obedecer la orden. Sin embargo, había algo que lo perturbaba mucho. Durante la guerra había matado a mucha gente. ¿Podría perdonarlo Dios? Como respuesta se le leyó Isaías 1:15-18, y el hombre rompió en llanto por la gratitud y el alivio que sintió. Se comenzó el estudio inmediatamente. Cuando comprendió que para agradar a Dios tenía que dejar a su amante y volver con su esposa, dijo sin titubear: “Quiero servir a Jehová al 100%, no al 80%”.

El mundo los odia, pero los conoce por su amor

La noche antes de morir, Jesús dijo a sus apóstoles: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí”. Después añadió: “Si ustedes fueran parte del mundo, el mundo le tendría afecto a lo que es suyo. Ahora bien, porque ustedes no son parte del mundo, sino que yo los he escogido del mundo, a causa de esto el mundo los odia”. (Juan 13:35; 15:19.) El mundo odia a los testigos de Jehová de la actualidad como odió a Jesús, pero los conoce por su amor.

En vez de estorbar, esas manifestaciones de odio contribuyen a promover las buenas nuevas. En ocasiones, las personas imparciales se sienten impulsadas a hablar en favor de los Testigos, y algunas hasta se unen a ellos en la adoración a Jehová.

Mientras un anciano visitaba a un grupo de publicadores de las montañas del Cáucaso, una horda hostil rodeó por dos horas la casa donde se encontraban y exigió la entrega del anciano y otros hermanos del grupo. Sin embargo, la policía intervino, y en la comisaría los hermanos tuvieron la oportunidad de dar testimonio. El jefe de la policía manifestó interés, y ahora él y su familia estudian regularmente con los testigos de Jehová.

Un par de semanas antes de la asamblea de distrito en Irkutsk (Rusia), dos sacerdotes visitaron al administrador del estadio para exigirle que la cancelara. El administrador les preguntó qué razón tenían. Su respuesta fue: “Los testigos de Jehová son una religión falsa. No son cristianos”. El administrador repuso: “A mí no me corresponde indagar cuál religión es verdadera y cuál no. Yo juzgo a las personas por sus acciones, no por su fe. Llevo cuatro años tratando con los testigos de Jehová, y estoy convencido de que son las mejores personas. Gracias a ellos y a su trabajo, el estadio está en magníficas condiciones. Si no fuese por ellos, probablemente habría dejado de usarse y yo no sería el administrador. En cuanto a los métodos que emplean, están en su derecho; ¿y quién les impide a ustedes hacer lo mismo? ¿Por qué no alquilan el estadio y atraen a las personas de la misma manera?”. Al oír su respuesta, los sacerdotes se pusieron furiosos y lo amenazaron. Pero el administrador dijo sencillamente que al menos por el momento él era el encargado del estadio, no ellos.

Pese a que los testigos de Jehová son “objeto de odio de parte de todas las naciones”, como predijo Jesús, también se les conoce ampliamente por su amor excepcional. (Mat. 24:9.) Su amor se ve claramente cuando participan en obras de construcción teocráticas. Una de estas se lleva a cabo en Solnechnoye (Rusia), donde se construyen oficinas e instalaciones de Betel para promover la predicación de las buenas nuevas en el país. En la construcción trabajan 530 hermanos de treinta países. ¡Qué excelente espíritu reflejan! Muchos de ellos colaboran durante sus vacaciones. Otros han renunciado a sus empleos o han vendido su casa para servir aquí por más tiempo. Su profundo interés por la población rusa se percibe también en el fervor con que se aplican a aprender ruso después de sus horas de trabajo.

El deseo de ayudar también ha sido canalizado en otras direcciones. El 8 de junio, 100 Testigos noruegos pagaron de su bolsillo el viaje a Islandia a fin de apoyar a sus hermanos en la construcción simultánea de dos salones del Reino, uno en Keflavík y otro en Selfoss.

Algunos opositores han cambiado su actitud. Por ejemplo, cierto día una joven que predicaba de casa en casa en Ucrania habló con un hombre mayor, quien la amenazó con lastimarla si regresaba. La hermana le dijo que aceptara un folleto y no volvería a molestarlo. Pero se le extravió la hoja donde había anotado la casa que debía pasar por alto y, sin darse cuenta, volvió a tocar el timbre. Cuando vio quién abría la puerta, se quedó de una pieza y oró a Jehová. El hombre le dijo: “Señorita, después de leer su folleto he cambiado de opinión. Me gustaría empezar a estudiar la Biblia”.

Quienes asisten a nuestras asambleas perciben de inmediato el espíritu que reina en el pueblo de Jehová. En Suazilandia, el funcionario que se encargaba del local de asamblea observó maravillado a centenares de hermanos y hermanas colaborando en el desmantelamiento y la limpieza general después de la última sesión. Su opinión de los Testigos cambió. Dijo: “Hombres, mujeres, negros, blancos y niños trabajan contentos y en armonía para dejar las instalaciones limpias en cuestión de horas. [...] Pueden usar estas instalaciones todas las semanas si así lo desean”.

El amor también motiva al pueblo de Jehová a actuar en tiempos de estrechez económica. (1 Juan 3:17, 18.) El Valle Dande, en la región nororiental de Zimbabue, se ha visto afectado severamente este año por una sequía. Cuando se notificó la situación a las demás congregaciones del país, respondieron maravillosamente. Los hermanos regalaron sacos de maíz, además de ropa y dinero. Otros ofrecieron sus camionetas para transportar los suministros. Cuando el equipo de socorro llegó a una congregación lejana, halló a una pareja que no había probado alimento en dos días. La esposa es cristiana, pero el esposo, que está enfermo, no es creyente. Aunque él había perdido toda esperanza, nuestra querida hermana le había dicho convencida que su Dios, Jehová, les proporcionaría alimento. Cuando llegaron los hermanos, ella lloró de alegría.

Los daños que sufrieron varios diques forzaron la evacuación de diez congregaciones en los Países Bajos. Las congregaciones cercanas respondieron de inmediato. Los hermanos telefonearon de todas partes del país para ofrecer alojamiento. Hubo más que suficiente. Después, cuando los evacuados regresaron a sus hogares, hermanos capacitados de los Comités Regionales de Construcción y otros voluntarios los ayudaron a instalar de nuevo sus muebles, enseres de cocina, etc. Gracias a la cooperación de los hermanos de varios países, este año nuevamente se llevaron suministros a los hermanos de Bosnia, país desolado por la guerra.

Todos estos informes dan prueba de que estamos “unidos armoniosamente en amor”. (Col. 2:2.) ¡Qué maravilloso es formar parte de una familia internacional de personas que realmente se aman unas a otras!