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Aspectos sobresalientes del año pasado

Aspectos sobresalientes del año pasado

Aspectos sobresalientes del año pasado

“VENGAN a mí, [...] y yo los refrescaré.” Estas palabras de Jesucristo, que encontramos en Mateo 11:28, constituyeron nuestro texto del año 2002. Y hubo muchos que sí vinieron durante el pasado año de servicio, pues 265.469 personas aceptaron la invitación divina, se bautizaron y hallaron refrigerio con los más de seis millones que ya sirven bajo el suave yugo del discipulado cristiano.

En las páginas que siguen, leeremos cómo Jehová continúa colmando de bendiciones a su pueblo por toda la Tierra. Repasemos, pues, algunos sucesos teocráticos destacados del año de servicio 2002.

Las asambleas de distrito fomentan el celo

Como tienen por costumbre, los testigos de Jehová se congregaron en cientos de lugares por todo el mundo para asistir a la asamblea de distrito anual, que para el programa de 2002-2003 llevó el título “Celosos proclamadores del Reino”. El discurso temático señaló que el pueblo de Dios hoy día imita el celo y el valor de Jesucristo al efectuar su ministerio. Otras conferencias explicaron que el celo se cultiva con el estudio de las Santas Escrituras y se demuestra haciendo el bien y, sobre todo, proclamando con entusiasmo el Reino de Dios.

El drama con vestuario de época, titulado “Mantengámonos firmes en tiempos turbulentos”, se centró en el profeta Jeremías, quien, al igual que Jesús, manifestó sobresaliente celo y aguante a pesar de las dificultades. Jeremías confió en Jehová y proclamó sin temor el mensaje divino: un excelente ejemplo para los cristianos de hoy.

En esta asamblea se presentaron dos libros. Los asistentes recibieron el viernes el libro de 192 páginas Adoremos al único Dios verdadero, que se utilizará como segunda publicación para el estudio bíblico con el fin de imprimir la verdad de la Palabra de Dios en el corazón de los estudiantes. Confiamos en que este libro ayudará a los nuevos a crecer en sentido espiritual y a andar el camino estrecho que conduce a la vida en el justo nuevo mundo de Dios.

El libro Acerquémonos a Jehová se presentó el sábado. Está dividido en secciones que analizan los cuatro atributos cardinales de Jehová: poder, justicia, sabiduría y amor. En el prólogo se expone su objetivo: “Deseamos que este libro le ayude a acercarse cada día más a Jehová Dios, a forjar con él un vínculo inquebrantable que le permita vivir para alabarlo por toda la eternidad”. El programa de la asamblea, junto con estas nuevas publicaciones, ayudará a toda persona de corazón recto a acrecentar su amor por nuestro Creador.

Se afrontan “tiempos críticos”

El apóstol Pablo escribió a Timoteo que “los últimos días” estarían caracterizados por “tiempos críticos, difíciles de manejar” (2 Tim. 3:1). Los desastres, sean naturales o de otro tipo, agravan los problemas de la gente. Con todo, también proporcionan a los cristianos la oportunidad de demostrar el amor que se tienen unos a otros. Durante el pasado año de servicio hubo una gran cantidad de calamidades; aquí nos concentraremos en dos.

La destrucción del World Trade Center. La graduación de la clase 111 de la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower tuvo lugar el sábado 8 de septiembre de 2001. Tres días más tarde, el 11 de septiembre, los graduados y sus familiares recorrían la ciudad de Nueva York (Estados Unidos). Era una mañana tibia y hermosa, con un despejado cielo azul. Pero a las 8.46 de la mañana, un avión comercial impactó contra la torre norte del World Trade Center, ubicado en el bajo Manhattan. Minutos después, otra aeronave se estrelló contra la torre sur.

A las 9.59 de la mañana, la torre sur se desplomó, lanzando una densa nube de polvo y escombros que cubrió todo el bajo Manhattan; después cayó la torre norte. Murieron casi tres mil personas. Las torres, que se completaron en 1973, tenían 110 pisos cada una. El viento llevó el denso polvo del derrumbe hasta el Betel de Brooklyn, a menos de tres kilómetros de distancia.

Los hermanos de la sucursal estadounidense comenzaron de inmediato a investigar a qué Testigos había afectado la terrible tragedia, así como el socorro que se necesitaría. Para la noche del martes 11 de septiembre se había confirmado que todos los miembros de la familia Betel de los tres complejos de edificios —Brooklyn, Patterson y Wallkill— se hallaban sanos y salvos. Para el jueves por la tarde, todos los graduados de Galaad ya se habían comunicado con la Oficina de Galaad y habían confirmado que tanto ellos como sus familiares se encontraban bien. Mientras tanto, se telefoneó a 37 superintendentes de circuito de la zona de Nueva York, quienes se pusieron en contacto con los ancianos de las congregaciones. Estos, a su vez, verificaron cómo se encontraba cada uno de los publicadores. Para la mañana del viernes 14 de septiembre, la sucursal tenía información de que catorce de nuestros hermanos habían muerto o estaban desaparecidos, cifra que no cambió en los días subsiguientes.

Los sobrevivientes relataron las cosas por las que pasaron. Por ejemplo, Cynthia Tucker es una precursora regular que trabajaba en el World Financial Center, frente al World Trade Center. Estaba en el piso 37 cuando vio al primer avión estrellarse contra la torre. Pensando que se trataba de un terrible accidente, salió para observar el edificio impactado. Había escombros por todas partes. Entonces pasó otro avión, a muy baja altura. La hermana Tucker recuerda: “El avión era enorme. Comprendí que se iba a estrellar contra el edificio. Quería echar a correr, pero me quedé paralizada... no sabía qué hacer. El avión pareció atravesar el edificio. Fue un estruendo tan grande que era como estar bajo el agua; podía sentir el ruido. El aire era denso y tenía como arena. Se me hacía difícil respirar. La gente huía en todas direcciones. Corrí a un edificio y contemplé cómo se venía abajo la primera torre. La gente se ponía la camisa en la cara para protegerse del polvo. De los edificios salían personas con niños y mascotas; todo el mundo estaba aterrorizado, ni siquiera los animales actuaban normalmente. No puedo describir el miedo que sentí”. La hermana Tucker agradece la ayuda que recibió de los ancianos que acudieron a tranquilizarla con palabras consoladoras de la Biblia.

Durante los meses siguientes, los hermanos de la ciudad de Nueva York llevaron a la comunidad el mensaje bíblico, un mensaje de consuelo y esperanza. A algunos se les permitió efectuar su ministerio en la zona cero, es decir, el lugar donde se derrumbaron las Torres Gemelas. Uno de ellos, Roy Klingsporn, que es precursor, explicó: “Un sargento de la fuerza aérea que participaba en las labores de socorro nos dijo agradecido: ‘Toda la gente nos trae alimentos, café caliente y ropa seca, pero ustedes son los primeros que nos leen de la Biblia. Necesitamos a Dios en momentos como estos’”.

Erupción volcánica en África oriental. Muchos de nuestros hermanos de la República Democrática del Congo, en el este de África, han sufrido el azote de la guerra civil, las enfermedades, la pobreza y el desempleo. Algunos han sido, o siguen siendo, refugiados. A estas aflicciones se sumó la erupción repentina del volcán Nyiragongo, ubicado no muy lejos de la ciudad de Goma. La montaña comenzó a arrojar humo y fuego la mañana del 17 de enero de 2002. Por la noche, la lava que brotaba del volcán avanzaba hacia Goma. Miles de personas atemorizadas huyeron a la cercana ciudad de Gisenyi (Ruanda). Los caminos estaban atestados de gente que cargaba las pocas pertenencias que podía. Gisenyi también corría peligro, pero los hermanos del lugar acondicionaron el Salón del Reino para que sirviera de campo de refugiados para sus compañeros de la República Democrática del Congo; algunos Testigos de Gisenyi ofrecieron de inmediato sus hogares para albergar a quienes huían del volcán.

Un anciano de la localidad dijo: “Cuando vimos lo que sucedía, otros hermanos y yo nos dirigimos deprisa a la carretera principal que une las ciudades de Goma y Gisenyi; llevábamos en la mano revistas La Atalaya y ¡Despertad!, y las sosteníamos en alto. Estaba oscuro, pero nos pusimos en donde pudiéramos ser vistos. Al ver las revistas, los hermanos sabían que éramos Testigos, y los dirigíamos al Salón del Reino, que se había convertido en campo de refugiados. Nos quedamos de pie junto a la carretera hasta las primeras horas de la mañana. Hicimos lo mismo que nuestros hermanos de Goma habían hecho por nosotros unos años atrás: tras la guerra en Ruanda, cientos de miles huimos a Goma, y los hermanos de allí estuvieron día y noche parados al lado de los caminos, sosteniendo en alto las revistas para que pudiéramos reconocerlos y así llevarnos a los campos de refugiados organizados por los Testigos”.

La mayoría de los que huyeron del volcán tuvieron que pasar la noche a la intemperie, entre ellos hermanos que, por el caos o la oscuridad, no vieron a los que exhibían las revistas. Un anciano relata: “Temprano al día siguiente, hermanos y hermanas salieron otra vez con revistas en la mano. Recorrieron toda Gisenyi para que todos pudieran verlos. Así fue como encontraron a los demás hermanos de Goma que no habían visto a los Testigos la noche anterior. La lava seguía avanzando, y nuestro Salón del Reino también corría peligro, así que de inmediato decidimos que otros cinco Salones se usarían como refugios”. Algunos hermanos de las veinticuatro congregaciones de Goma huyeron al interior del país, pero la mayoría —unos dos mil— se refugiaron en Ruanda.

Rápidamente, la sucursal de Kigali (Ruanda) compró comida, medicamentos, mantas y recipientes plásticos para agua, y los envió sin demora a los campos. ¡Qué alegría sintieron los hermanos de Goma cuando, tan solo un día después del siniestro, llegó un camión con suministros de socorro! Hubo muchos comentarios favorables de parte de personas que no eran Testigos. Un hermano oyó decir: “Esta religión es buena. Ellos sí se aman unos a otros”.

Una tercera parte de Goma quedó devastada, y muchos hermanos lo perdieron todo. Pero los Testigos cuyas casas estaban intactas se ofrecieron para alojar a las familias de los hermanos que se habían quedado sin hogar (Rom. 12:12, 13). Después, los hermanos de Ruanda se encargaron de que todos los refugiados regresaran sanos y salvos a Goma. Los Testigos de Europa también ayudaron enviando desde Bélgica dos aviones cargados de suministros.

La erupción del volcán Nyiragongo fue una tragedia. Causó gran cantidad de muertes y daños materiales. Pero los cristianos verdaderos se distinguieron por el amor que se mostraron unos a otros (Juan 13:35).

La Escuela del Ministerio del Reino recalca la espiritualidad

La Escuela del Ministerio del Reino comenzó en 1959 con un curso que duraba un mes y se impartía en South Lansing, en el estado de Nueva York (Estados Unidos). En otros países se celebraba en lugares escogidos por la sucursal correspondiente. Al principio se matriculaba a ancianos de congregación (en ese tiempo, siervos de congregación) y precursores especiales, pero a partir de la revisión del curso en 1966, duró solo dos semanas y se invitó únicamente a ancianos. Durante 1977, todos los ancianos asistieron a un curso de quince horas, y desde entonces, cada cierto número de años se organizan clases de ese tipo con una duración variable. A partir de 1984, también los siervos ministeriales han recibido capacitación en la Escuela del Ministerio del Reino.

Este año, la escuela consistió en tres cursos. El primero, de martes a jueves, para los superintendentes viajantes; el segundo, en viernes y sábado, para ancianos de congregación, y el tercero, en domingo, para los siervos ministeriales. Las sesiones recalcaron la importancia de conservar la espiritualidad. Hace mucho tiempo, Moisés pidió a Jehová: “Sírvete hacerme conocer, por favor, tus caminos, para que te conozca, a fin de que halle favor a tus ojos” (Éxo. 33:13). Esa oración la expresó Moisés después de haber visto las diez plagas, presenciado la división del mar Rojo, dialogado con Jehová durante cuarenta días en el monte Sinaí y recibido los Diez Mandamientos. Con 80 años de edad y tras haber sido usado de forma portentosa por Jehová, Moisés reconocía su necesidad espiritual. En conformidad con tal ejemplo, se animó a los ancianos y siervos ministeriales a seguir progresando como hombres espirituales, sin importar cuánto tiempo llevaran sirviendo a Jehová.

El contenido del curso se tradujo para que lo utilizaran las sucursales alrededor del mundo. Llegaron cartas de gratitud de muchos países, como la de un anciano de Guinea, que decía: “No me arrepiento de los sacrificios y el viaje de 1.000 kilómetros que hice para asistir a la escuela”. Otro escribió: “Me faltan palabras para expresar mi aprecio por esta capacitación. Muchísimas gracias”.

Un hermano de Corea señaló: “La escuela hizo que me preguntara seriamente si soy una persona espiritual o no”.

La sucursal de El Salvador escribió: “Se ha notado un especial interés en los nuevos procedimientos relacionados con el Estudio de Libro de Congregación. Creemos que nos permitirán dedicar una mejor y más estrecha atención personal a los miembros del grupo”.

Un cuerpo de ancianos de Alemania comentó: “Las sugerencias e instrucciones son realistas y pueden aplicarse para el bien de los que han sido confiados a nuestro cuidado”.

La sucursal de Suiza indicó: “La escuela ha proporcionado el estímulo que hacía falta para combatir la apatía espiritual”.

Acontecimientos en el campo legal

ARMENIA. Tuvo resonancia internacional el proceso judicial relacionado con el hermano Lyova Margaryan, contra quien se habían formulado cargos delictivos debido a sus actividades como testigo de Jehová. Entre las acusaciones estaba la de “predicar una religión no registrada”. El 18 de septiembre de 2001, el tribunal de primera instancia absolvió completamente al hermano Margaryan. Se recurrió contra la sentencia, y el tribunal de apelaciones sustuvo el veredicto de inocencia, señalando que su enseñanza religiosa como testigo de Jehová no es ilegal y está protegida por la Constitución de Armenia. Los fiscales interpusieron un recurso ante el tribunal de apelaciones más alto del país, el Tribunal de Casación. El 19 de abril de 2002, los seis miembros que lo componen confirmaron ambos veredictos de inocencia. Si bien nos alegra esta victoria, lo cierto es que en Armenia se sigue deteniendo y enviando a prisión a hermanos jóvenes en edad militar debido a su negativa, por motivos religiosos, a prestar el servicio militar.

COREA DEL SUR. La cantidad de testigos de Jehová que cumplen condenas de prisión en Corea del Sur por su objeción de conciencia al servicio militar crece todos los años, y a finales de diciembre de 2001 se alcanzó la cifra de 1.640. La ley del servicio militar estipula sentencias de hasta tres años para quienes rehúsen portar armas; el país no concede exención del servicio militar a los ministros religiosos ni a los objetores de conciencia. Desde la década de 1950, más de siete mil Testigos de Corea del Sur han sido encarcelados por esta razón. El 29 de enero de 2002, en una acción sin precedentes, el juez Si-hwan Park, decano del Tribunal de Distrito de Seúl, remitió el caso de Kyung-soo Lee al Tribunal Constitucional para solicitar su opinión sobre la alegación del hermano Lee de que se vulneró su derecho a la libertad de religión y conciencia al no reconocérsele el derecho a la objeción de conciencia. Tras elevar la petición a dicho tribunal superior, el juez Park suspendió el proceso y dejó libre bajo fianza al hermano Lee. El caso se reanudará cuando el Tribunal Constitucional emita su fallo sobre la constitucionalidad de la cláusula en disputa.

ESTADOS UNIDOS. El 17 de junio de 2002, el Tribunal Supremo de Estados Unidos dictó una histórica sentencia sobre el caso Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc. contra Stratton. La causa surgió porque el municipio de Stratton insistía en exigir a los testigos de Jehová que obtuvieran un permiso del alcalde antes de realizar su ministerio de casa en casa. El Tribunal declaró: “[Los testigos de Jehová] explicaron que no solicitaron licencias porque la autorización de predicar se la otorgan las Escrituras. ‘Para nosotros, solicitar permiso al municipio para predicar sería casi un insulto a Dios’[, señalaron los Testigos]”. Al revocar la ordenanza referente a los permisos, el Tribunal expresó la convicción de que “resulta ofensivo (no solo para los valores que defiende la Primera Enmienda, sino para el mismísimo concepto de una sociedad libre) que a un ciudadano se le obligue a informar a las autoridades que desea mantener una conversación cotidiana con sus vecinos y a obtener un permiso con tal fin”. Y agregó: “Aun en el caso de que tales permisos constituyan una tarea rutinaria que la alcaldía realice con prontitud y sin costo para el solicitante, una ley que exija una licencia para mantener este tipo de conversaciones constituye una grave desviación de nuestro patrimonio nacional y tradición constitucional”.

El Tribunal también se expresó favorablemente en cuanto a la enorme influencia que los testigos de Jehová han ejercido en el establecimiento del derecho constitucional de Estados Unidos: “Este Tribunal lleva más de cincuenta años anulando restricciones sobre las visitas a domicilio o el reparto de folletos informativos. No es casualidad que la mayoría de estos casos tuvieran que ver con cuestiones relativas a la Primera Enmienda planteadas por los testigos de Jehová, pues las visitas de puerta en puerta son un requisito que su religión les exige”. Como señaló el Tribunal, “estos casos demuestran que la resistencia de los testigos de Jehová a la regulación de la libertad de expresión no ha sido una batalla únicamente en pro de sus derechos”.

Además de lo anterior, el Tribunal Supremo de Carolina del Sur sostuvo el 1 de julio de 2002 el derecho de un testigo de Jehová de rechazar transfusiones de sangre (Hech. 15:28, 29). Charles Harvey demandó a su médico por daños y perjuicios por pasar por alto deliberadamente su negativa a aceptar sangre. Antes de someterse a la intervención quirúrgica, el hermano Harvey había informado con claridad al facultativo de su postura bíblica. No obstante, surgieron complicaciones tras la operación y, mientras el hermano Harvey estaba inconsciente, el doctor obtuvo de la madre, que no era Testigo, el permiso para transfundirle sangre. El Tribunal Supremo de Carolina del Sur rechazó el consentimiento de la madre y expresó que “si antes de la operación un paciente comunica a un doctor su negativa a aceptar tratamientos o procedimientos médicos, el médico que lo atiende debe respetar sus deseos”. En consecuencia, el tribunal dictaminó que el hermano Harvey tenía derecho a que un jurado decidiera si el médico había quebrantado su acuerdo de tratarlo sin sangre y si era culpable de negligencia al efectuar la transfusión sin su consentimiento.

GEORGIA. Continúa el brutal ciclo de violencia impune contra los testigos de Jehová en la República de Georgia. Desde octubre de 1999 se han documentado más de ochenta ataques violentos con más de mil víctimas: hombres, mujeres, niños, ancianos y discapacitados. Algunos hogares de Testigos han sido saqueados, registrados y reducidos a cenizas. Se han presentado más de setecientas demandas judiciales, pero ninguno de los perpetradores ha sido inculpado. Por fin, en septiembre de 2001 se presentaron cargos contra Petre Ivanidze y el destituido sacerdote ortodoxo Vasili Mkalavishvili por su implicación en los ataques. Sin embargo, los numerosos intentos de iniciar el proceso han fracasado debido a las condiciones que imperan en la sala del tribunal, pues se ha permitido que entren seguidores de los acusados blandiendo cruces enormes —usadas previamente como armas— y pancartas con frases hostiles contra los testigos de Jehová. Para el 30 de mayo de 2002, el juicio se había aplazado siete veces. Los testigos de Jehová elevaron dos recursos al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, uno en el que protestan contra la pasividad del gobierno ante la violencia desenfrenada, y otro en el que objetan al fallo del Tribunal Supremo de Georgia que anuló el registro de dos entidades legales que utilizan los testigos de Jehová. En octubre de 2001, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos había fusionado ambas peticiones para concederles atención prioritaria.

El 23 de julio de 2002, los testigos de Jehová presentaron otra instancia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. En ella se detallan treinta casos de agresiones a Testigos por parte de extremistas religiosos, clérigos ortodoxos y policías de Georgia. Con relación a uno de estos casos, existe un documento muy revelador, pues describe el plan, materializado por un centenar de policías, de clausurar una asamblea pacífica de los testigos de Jehová en septiembre de 2000. El documento fue aprobado y firmado por altos funcionarios del Ministerio del Interior de la ciudad occidental de Zugdidi.

RUSIA. El proceso que pretende proscribir a los testigos de Jehová de Moscú se reinició el 12 de febrero de 2002. Esta es la séptima vez que los testigos de Jehová tienen que defenderse de los mismos cargos infundados. El 4 de abril de 2002, después de dos meses revisando la solicitud de la oficina del fiscal, el Tribunal ordenó que se realizaran estudios periciales tanto de las publicaciones religiosas de los testigos de Jehová como de su correspondencia interna. El Tribunal tomó esa decisión a pesar de que el fiscal no había presentado pruebas específicas de que los testigos de Jehová instiguen a la discordia religiosa, desbaraten familias o vulneren los derechos y las libertades de los ciudadanos. El proceso se ha suspendido hasta tener los resultados del estudio pericial.

En memoria de su firmeza

Durante más de treinta años, el Museo Conmemorativo Buchenwald, situado en lo que antes era un campo de concentración nazi, no hizo ninguna mención de los testigos de Jehová. Ellos sencillamente no encajaban en la definición que las autoridades de Alemania oriental formulaban de las víctimas y los opositores del régimen nazi. Incluso hoy día, en Alemania a mucha gente se le hace difícil reconocer el singular historial de firmeza de los Testigos. Por ello, el 9 de mayo de 2002 fue un día especialmente significativo: el señor R. Lüttgenau, subdirector de la Fundación Buchenwald y Mittelbau-Dora, develó una placa en memoria de los Testigos que sufrieron en Buchenwald.

Era un día cálido y hermoso. El verde refrescante de la primavera adornaba el antiguo campo de concentración, ubicado en una colina boscosa desde donde se aprecia un pintoresco paisaje. Pero le llamaban el infierno verde de Buchenwald. En general, para el visitante moderno es casi imposible imaginar la desesperanza de los reclusos que, al momento de pasar lista, extendían la mirada más allá de sus barracas al mismo paisaje hermoso, pero sin esperanzas de volver a disfrutarlo en libertad.

Por su parte, los testigos de Jehová tenían una esperanza bíblica y absoluta confianza en Jehová, lo que les permitió mantenerse íntegros e imitar valerosamente el ejemplo de los apóstoles, que dijeron: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres” (Hech. 5:29). Al menos 38 de ellos murieron por sus convicciones, bien dentro del campo, o bien mientras trabajaban fuera de él con alguna de las cuadrillas. En la placa conmemorativa aparece la cita del libro de Hechos, seguida de la inscripción: “En memoria de los testigos de Jehová que sufrieron y murieron aquí, perseguidos por sus creencias religiosas”.

De los más de doscientos cincuenta mil internos que los nazis recluyeron en este campo con el pasar de los años, unos ochocientos llevaban cosido en sus ropas un triángulo púrpura que los identificaba como Bibelforscher (Estudiantes de la Biblia). Algunos Testigos ya estaban allí en 1937, y se les obligó a trabajar en la construcción del campo. En 1945, cuando los prisioneros sobrevivientes fueron liberados, los Testigos que había entre ellos alabaron a Jehová por haberlos rescatado. Durante la mayor parte del tiempo en que fue utilizado como campo de concentración nazi, en Buchenwald hubo siempre de 300 a 450 Testigos.

La placa conmemorativa concede a los prisioneros del triángulo púrpura su debido lugar entre las víctimas del régimen nazi. Asimismo, recuerda a los visitantes la firmeza de los Testigos. “La placa —expresó el señor Lüttgenau— manifiesta que la sociedad moderna ha visto y reconocido la suerte que corrieron los testigos de Jehová.”

El jueves 7 de marzo de 2002, unos funcionarios de Körmend, población del oeste de Hungría, descubrieron una placa conmemorativa en honor de tres testigos de Jehová que murieron como mártires. Se llamaban Bertalan Szabó, Antal Hőnisch y Ján Žondor. Los tres se negaron a prestar servicio militar durante la segunda guerra mundial, por lo que fueron ejecutados públicamente. La placa está dedicada ‘a la memoria de cristianos ejecutados en marzo de 1945 por ser objetores de conciencia’. La sucursal informa que una vez develada la placa, como parte del acto conmemorativo más de quinientas personas atravesaron el poblado hasta el edificio donde los hermanos fueron ejecutados.

Se forma un Comité de Sucursal en Estados Unidos

El Cuerpo Gobernante anunció el viernes 9 de febrero de 2001 a la familia Betel de Estados Unidos que, a partir del 1 de abril del mismo año, iniciaría sus funciones en ese país un Comité de Sucursal, el cual siguió asumiendo sus responsabilidades gradualmente durante el año de servicio 2002. La sucursal estadounidense supervisa la obra de predicación del Reino en los Estados Unidos continentales, las Bermudas y las islas Turcas y Caicos. Estados Unidos tiene más de un millón de publicadores, de los que 215.000 pertenecen a congregaciones de habla hispana. De las más de once mil setecientas congregaciones, unas dos mil seiscientas corresponden al campo hispano. El pasado año de servicio se formaron 210 nuevas congregaciones: 123 en español, 63 en inglés y 24 en otros idiomas.

En la actualidad existen en el país congregaciones y grupos en 37 idiomas, aparte del inglés y el español. Muchas congregaciones de habla hispana y de otras lenguas rebasan el 200% de asistencia a la Reunión Pública, y algunas informan más estudios bíblicos que publicadores. Hay hermanos de habla inglesa que están aprendiendo otros idiomas para ayudar en este campo de rápido crecimiento.

Un rasgo que singulariza a la sucursal de Estados Unidos es que las instalaciones de Betel están en tres distintos sitios: Brooklyn, Patterson y Wallkill. Además, hay granjas cerca de South Lansing (Nueva York) e Immokalee (Florida), donde se cultivan frutos para la familia Betel. En total, la familia Betel de Estados Unidos asciende a 5.465 miembros.

En el presente hay 109 sucursales en todo el mundo. El sistema de atender las necesidades espirituales de los hermanos de los distintos países mediante Comités de Sucursal ha funcionado desde 1976. Dichos comités siguen las instrucciones y pautas bíblicas que da el Cuerpo Gobernante, y tienen la responsabilidad de superentender la predicación de las buenas nuevas en el territorio asignado a la sucursal, por lo que se encargan de la necesaria supervisión de las congregaciones cristianas, los misioneros y los precursores. También organizan las congregaciones en circuitos y distritos, además de hacer recomendaciones al Cuerpo Gobernante para el nombramiento de superintendentes de circuito y de distrito, miembros de la familia Betel y estudiantes para la Escuela de Galaad. Aparte de la superintendencia general del servicio del campo, el Comité de Sucursal organiza las labores de Betel. No hay duda de que la bendición de Jehová ha sido abundante sobre este sistema de trabajo.

Traducción para satisfacer muchas necesidades

En años recientes se ha puesto a nuestra disposición un torrente de publicaciones en cada vez más idiomas. Tras bastidores, cientos de laboriosos traductores se esmeran por producir publicaciones exactas, entendibles y de agradable lectura.

Una necesidad básica del pueblo de Dios es una traducción fiel de la Biblia. Para satisfacerla, ya se ha publicado la Traducción del Nuevo Mundo en 44 idiomas, y 29 de estos disponen de la edición completa. Durante el año de servicio pasado se completaron las Escrituras Griegas Cristianas en tres lenguas africanas —cibemba, igbo y lingala— y la Biblia completa en afrikaans.

Las recientes ediciones de las Santas Escrituras han recibido una espléndida acogida. De Europa se informa lo siguiente: “Los hermanos que trabajan en el campo chino expresaron especial gratitud por la Biblia en su idioma, y dijeron que está considerada una ‘súper traducción’”. En Canadá, unos estudiantes chinos exclamaron: “¡Esta Biblia tuvo que haber sido traducida por chinos! ¡Es muy fácil de entender!”. En Sudáfrica, un ama de casa xhosa preguntó: “¿Dónde consiguieron esta Biblia que dice las cosas tan bien?”. Un hermano de Albania dijo con sencillez: “La manera como la Traducción del Nuevo Mundo expone los asuntos hace que los pensamientos de Jehová lleguen al corazón”. Un publicador de Croacia escribió: “Puedo visualizar mucho mejor las cosas, y siento como si esas fueran mis propias palabras. La nueva traducción suena tan sencilla, tan natural y, sin embargo, tan sabia. Ahora puedo entender mejor lo hermosos que son el mensaje y los mandatos de Jehová para nosotros”.

Con todo, aún son necesarias publicaciones básicas para difundir las buenas nuevas del Reino en “todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas” (Rev. 7:9). En los últimos años están resultando muy útiles los folletos en lahu, la lengua que hablan las tribus de las montañas del norte de Tailandia y tierras cercanas. Un misionero escribió: “El folleto Exige es sin duda la herramienta número uno en lahu, y se ha distribuido a lo largo y ancho del territorio”. ¿Con qué resultados? “Se nos ha invitado a muchas aldeas, pero no hemos podido llegar a todas debido a las distancias y las condiciones de los caminos. Mateo 9:37 es muy real en nuestro caso. Por ejemplo, nos enteramos de que en una aldea remota, a unos 160 kilómetros al norte de Chiang Mai, una mujer interesada ha estado enseñando por su cuenta a un grupo de huérfanos con el folleto Exige.”

En Estados Unidos se está dando testimonio a muchos amerindios en su propia lengua. Ya hay varias publicaciones en navajo, entre ellas el folleto ¿Qué exige Dios de nosotros? en casetes. Una publicadora escribió: “En el rincón más apartado de nuestro territorio, en Navajo Mountain, hay un anciano de más de 80 años que era pastor y ya no ve bien. Su nieta le preguntó si quería escuchar una grabación en navajo que hablaba de la Biblia, y dijo que sí. Aunque estaba enfermo, se levantó de la cama y se fue al sofá para escuchar. ¡Si hubieran visto la expresión de su rostro al oír los textos de la Biblia en su propio idioma! Al contarlo se me llenan los ojos de lágrimas. Luego, él dijo: ‘Nizhoni’, que significa ‘hermoso’”.

En Mozambique se editan publicaciones en cinco de los idiomas del país. Para beneficio de los lectores, se ha producido el folleto Aplícate a la lectura y a la escritura en esos idiomas y se ha emprendido una extensa campaña de alfabetización. El presidente de Mozambique, Joaquim Chissano, quedó tan impresionado, que expresó su apoyo incondicional a nuestra labor de educación bíblica y de alfabetización.

Las revistas La Atalaya y ¡Despertad! se publican ahora en 146 y 87 idiomas, respectivamente: en verdad tienen una circulación internacional. En todo el mundo son muy apreciadas por su valor espiritual y educativo. Un ejemplo de ello es Kiribati, un grupo de islas del océano Pacífico cuyos aproximadamente 80.000 habitantes hablan gilbertense. Cada uno de los publicadores del lugar, que son menos de cien, ha distribuido con diligencia un promedio de casi veinte revistas al mes en los últimos años. Asimismo, los 1.200 publicadores de Bulgaria distribuyeron más de cien mil revistas en abril de 2002.

No hay duda de que Jehová equipa a su pueblo para que efectúe la obra que le ha encomendado. Por toda la Tierra, esa obra se está realizando en una multitud de idiomas (Fili. 4:20).

Dedicación de sucursales

En el año de servicio 2002 tuvo lugar la dedicación de una sucursal en la hermosa isla caribeña de Trinidad. Ya en 1985 se había dedicado a Jehová una sucursal, pero desde entonces el número de publicadores del país ha aumentado un 94%. En consecuencia, se hizo necesaria una renovación extensa de los edificios, así como una construcción adicional que duplicara el espacio útil. Ahora la sucursal cuenta con habitaciones, oficinas, biblioteca, vestíbulo, comedor y cocina nuevos. El Salón del Reino adyacente también se renovó y se amplió. La obra fue realizada en su totalidad por voluntarios de la isla.

El 29 de septiembre de 2001 se congregaron para la dedicación unos doscientos veinte representantes de catorce países y 695 hermanos locales. Escucharon estimuladores informes sobre la historia teocrática de la obra, en los que se incluyó la labor de Evander J. Coward y William R. Brown. Varios misioneros extranjeros, entre ellos una hermana de 88 años que todavía es precursora regular, relataron conmovedoras experiencias de lo que fue su asignación en Trinidad hace más de cincuenta años.

Stephen Lett, del Cuerpo Gobernante, pronunció el discurso de dedicación. Al desarrollar el tema “Valoremos las casas de adoración de Jehová del pasado y del presente”, recalcó que es la gente, no los edificios, la que adora a Jehová. Por ello, el hermano Lett animó afectuosamente a todos a demostrar que son adoradores agradecidos mediante su obediencia y su conducta.

Al día siguiente se celebró una reunión especial en la ciudad de Puerto España para quienes, por falta de espacio, no pudieron presenciar el programa de dedicación en sí, y más de trece mil asistieron. En la isla vecina de Tobago, más de trescientos hermanos escucharon el programa mediante conexión telefónica. El hermano Lett dio el discurso “Proteja su relación con Jehová cultivando la humildad”. ‘Nada sino gozosos’ estuvieron todos los presentes por la dedicación de las instalaciones de la ampliada sucursal (Deu. 16:15).

Hace poco también hubo una expansión en la sucursal de la República Checa. Samuel F. Herd, del Cuerpo Gobernante, acudió para dedicar un edificio de Betel, un anexo y dos Salones de Asambleas. El programa de dedicación tuvo lugar el sábado 4 de mayo de 2002, y asistieron 2.125 personas para escuchar el discurso del hermano Herd. Al día siguiente se celebró una reunión especial, y 5.286 disfrutaron de la edificante conferencia del hermano Herd titulada “Recobre el poder, no se canse”. Los programas estimularon muchísimo a los hermanos de la República Checa.

En todo el mundo, hay un total de 19.823 ministros ordenados que componen el personal de las sucursales, y todos ellos pertenecen a la Orden de Siervos Especiales de Tiempo Completo de los Testigos de Jehová, una orden mundial.

[Ilustraciones y tabla de las páginas 12 y 13]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

Algunos sucesos del año de servicio 2002

1 de septiembre de 2001

11 de septiembre: Destrucción del World Trade Center.

29 de septiembre: Dedicación de la sucursal de Trinidad.

20 de noviembre: Comienzan las Escuelas del Ministerio del Reino.

1 de enero de 2002

17 de enero: Erupción de un volcán en la República Democrática del Congo.

4 de abril: Se suspende en Moscú el juicio que perseguía la proscripción de los testigos de Jehová.

1 de mayo de 2002

4 de mayo: Dedicación de la sucursal de la República Checa.

9 de mayo: Se devela una placa en memoria de los Testigos que sufrieron en un antiguo campo de concentración nazi.

17 de junio: El Tribunal Supremo de Estados Unidos sostiene el derecho de predicar de casa en casa sin obtener primero un permiso.

31 de agosto de 2002

31 de agosto: 6.304.645 publicadores en 234 países.

[Ilustraciones de la página 11]

Arriba: ante desastres como estos, nuestros hermanos manifiestan amor cristiano

[Ilustración de la página 11]

Abajo: este Salón del Reino de Ruanda sirvió de campo de refugiados

[Ilustración de la página 22]

El recién formado Comité de Sucursal de Estados Unidos. De izquierda a derecha: (sentados) John Kikot, Max Larson, George Couch, Maxwell Lloyd; (de pie) Baltasar Perla, Harold Corkern, Leon Weaver, William Van De Wall, John Larson y Ralph Walls

[Ilustración de la página 26]

La Traducción del Nuevo Mundo en afrikaans

[Ilustración de la página 27]

¿Qué exige Dios de nosotros?, en navajo

[Ilustraciones de las páginas 28 y 29]

Representantes de catorce países se unieron a los hermanos locales para la dedicación de la sucursal de Trinidad

[Ilustraciones de la página 29]

Los hermanos de la República Checa se regocijaron por la dedicación de un nuevo edificio de Betel, un anexo y dos Salones de Asambleas