Informe mundial
Informe mundial
Asia y Oriente Medio
PAÍSES 47
HABITANTES 3.930.343.401
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ESTUDIOS BÍBLICOS 477.609
Japón
Cuando a Miho le faltaba poco para dar a luz, le resultaba difícil participar en el ministerio de la forma que solía hacerlo. Como quería continuar con su precursorado, le pidió al superintendente de servicio direcciones de hogares en los que era casi imposible predicar, como los apartamentos de los edificios de alta seguridad. El hermano le entregó la dirección de unas cien viviendas. Desde su casa, Miho telefoneó a todas las que pudo. En el primer intento, nadie la escuchó, y a la media hora desistió. Luego decidió combinar las llamadas telefónicas con cartas. Cualquier información que obtuviera de la llamada —como el hecho de que había un bebé en la casa, pues lo oía llorar—, le servía de base para una breve carta. Cuando creía que la carta debía haber llegado a su destino, telefoneaba y conversaba sobre los beneficios de seguir los consejos bíblicos mencionados en ella. En una ocasión, una señora no quiso atenderla, pero Miho le envió una carta de todas formas. Cuando la llamó de nuevo, contestó la hija, de edad escolar, que estaba sola en casa y había leído la carta. Miho le dio testimonio y le prometió escribirle para darle algunos consejos bíblicos sobre la vida escolar. También le dijo que volvería a llamar. Esta vez contestó la madre, quien le comentó que lo que
Miho le había dicho a su hija la había ayudado a afrontar sus problemas en la escuela. Después de varias llamadas y cartas, madre e hija empezaron a estudiar.Nepal
Un maestro llamado Prem llevaba mucho tiempo buscando la verdad. Leía la Biblia y asistía a una iglesia cercana a la escuela donde trabajaba, pero aun así no encontraba la respuesta a sus preguntas. Además, le molestaba que el pastor siempre estuviera pidiendo donaciones. Prem le rogó a Dios que le ayudara a encontrar una iglesia donde pudiera aprender la verdad. Cuando cambió de domicilio y empezó a trabajar en otra escuela, les preguntó a sus nuevos vecinos dónde había una iglesia. En el mismo edificio de apartamentos vivía un muchachito cuya madre había ido varias veces al Salón del Reino, y el chico lo dirigió a ese lugar. En el primer discurso público que Prem escuchó se explicó qué es el Reino de Dios, una de las cuestiones que más lo intrigaban. Los hermanos quedaron en visitarlo para estudiar la Biblia. Feliz por haber obtenido por fin la respuesta a sus preguntas, ahora asiste a las reuniones junto con su familia. Todos ellos han enviado ya una carta de renuncia a su iglesia porque desean ser testigos de Jehová.
Taiwán
A los alumnos de una escuela primaria les pidieron que escribieran una redacción para un concurso anual. El tema era “Mi libro favorito”. Una niña de 10 años llamada Weizhen escribió que su libro preferido era la Biblia. Explicó que, además de contener profecías exactas y excelentes consejos, la Biblia le había contestado preguntas que ni sus maestros ni sus compañeros podrían responder. “Nuestro maestro nos dijo que los antepasados del hombre evolucionaron a partir del mono —escribió—. Pero yo me pregunto: ‘Si el hombre desciende de los monos, ¿no deberíamos estarles agradecidos y mostrarles respeto y devoción? ¿Por qué los encerramos en jaulas en los zoológicos? ¿No estamos cometiendo así una gran Hebreos 4:12 y añadió: “Todo el mérito es de Jehová”.
maldad?’. Pero la Biblia explica claramente que no venimos de ningún mono. Nuestros antepasados fueron creados del polvo del suelo a la imagen de Dios.” Weizhen terminó así su redacción: “Un dicho antiguo dice: Leer un libro es como abrir un cofre que contiene un tesoro. En mi opinión, la Biblia es más valiosa que el oro. Por eso este es el libro que más me gusta leer”. Su redacción ganó el primer premio, superando incluso a las que presentaron alumnos de sexto a octavo grado, aunque ella está en cuarto grado. Cuando contó su experiencia, citóMongolia
Cuando Bolortsetseg, una publicadora recién bautizada, supo que se había muerto un pariente suyo y que la viuda estaba muy afligida, le envió a esta todas las publicaciones que tenemos en mongol. Evsanaa, como se llamaba la viuda, las leyó en una sola noche. Al día siguiente telefoneó a la publicadora y le pidió que fuera a visitarla de inmediato, pues tenía que hablar con ella. La hermana acudió acompañada de otra Testigo. Evsanaa había preparado una larga lista de preguntas y escuchó con mucho interés las respuestas bíblicas. Tras hablar largo y tendido con ella, las hermanas le dijeron que sacaría más provecho si hablaran de un solo tema a la vez, y le ofrecieron un estudio de la Biblia. Evsanaa aceptó con gusto estudiar tres veces por semana. Antes de un mes ya había tirado sus imágenes religiosas y asistía a las reuniones. Dos meses después de ser nombrada publicadora quiso hacer el precursorado auxiliar, pero le explicaron que primero tenía que bautizarse. Sin desanimarse, se resolvió a dedicar al menos cincuenta horas mensuales al servicio del campo hasta que pueda bautizarse en la próxima asamblea de distrito.
Kazajistán
En la ciudad de Rudny, un precursor se encontró con un joven llamado Nikolay que mostró interés en
estudiar la Biblia. Pero había un problema. Nikolay y su familia vivían en un pueblo lejano, y el joven solamente viajaba a Rudny en raras ocasiones para visitar a algunos parientes. El precursor le preguntó si podía ir a visitarlo a su pueblo, pero Nikolay le contestó que este se hallaba a 200 kilómetros [120 millas] de distancia y era muy difícil llegar a él.Aun así, el hermano anotó su dirección y le prometió que volverían a verse. Hizo planes para ir al pueblo e invitó a otro hermano y dos hermanas de la congregación a acompañarlo. Dos semanas después, los cuatro tomaron un tren. Al llegar a la estación más cercana, descubrieron que todavía faltaban 18 kilómetros [11 millas] para llegar al pueblo de Nikolay y que no había transporte público hasta el lugar. Su única opción era ir caminando. No iba a ser fácil, porque era invierno y soplaba un viento cortante. Al rato de ponerse en camino pasó un tractor que arrastraba un tanque de leche y se detuvo. El conductor se ofreció a llevarlos, pero ¡dentro del tanque! Los publicadores pensaron que bromeaba, pero como el tanque estaba vacío y limpio, se metieron en él. Aunque dentro del tanque hacía frío, por lo menos estarían a resguardo del gélido viento. El hombre les dijo que los dejaría a siete kilómetros [4 millas] de su destino y que desde allí tendrían que seguir a pie. Tardaron otras dos horas en recorrer los siete kilómetros [4 millas] que los separaban del pueblo.
Nikolay y su esposa, Valya, recibieron con gran sorpresa y alegría a los dos hermanos y las dos hermanas. Los ayudaron a entrar en calor y les ofrecieron algo de comer, tras lo cual los Testigos conversaron con ellos de la Biblia. Dos semanas después, los dos varones regresaron. El precursor recuerda: “Nikolay nos recogió en la estación. Como mucha gente del pueblo quería hablar con ‘los que habían llegado en el tanque de leche’, Nikolay hizo una lista con los interesados en reunirse con nosotros
y los citó a horas distintas. Todos los anotados en la lista acudieron a su cita y aceptaron estudiar la Biblia”. Con el tiempo, casi todos ellos progresaron espiritualmente. Dos años después se bautizaron Nikolay y Valya, y sus dos hijos ya son publicadores no bautizados. A Nikolay lo nombraron hace poco anciano en este grupo aislado.Georgia
Los precursores han predicado en las zonas montañosas aisladas de este país. Dos precursoras caminaron ocho kilómetros [5 millas] hasta un pueblo remoto situado al final de una accidentada carretera y una vez allí empezaron a predicar de casa en casa. Uno de los hombres más ancianos del pueblo se acercó enseguida a una de las hermanas, llamada Ketevan, y le preguntó por qué estaba predicando si no era ortodoxa. Ella trató de explicarle la razón, pero el anciano no la escuchó. Finalmente la tiró al suelo y la golpeó con su bastón. Como varias personas presenciaron lo ocurrido, la noticia corrió por el pueblo. Algún tiempo después, Ketevan regresó al mismo pueblo para predicar. Una mujer que antes se había opuesto exclamó al verla: “¡Hay que tener valor para regresar después de la paliza que te dieron! Entra, por favor, y cuéntame de qué se trata”. Después de escuchar a Ketevan, le dijo que podía volver a su casa siempre que quisiera para predicarle.
África
PAÍSES 57
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ESTUDIOS BÍBLICOS 1.903.665
Ruanda
Hace algún tiempo, un transeúnte encontró en la carretera un libro Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la Tierra y se lo entregó a un dirigente de su iglesia protestante. Este lo leyó con mucho interés y buscó a los Testigos, quienes establecieron con él un estudio de la Biblia. Cuando aprendió las verdades bíblicas, presentó su renuncia como miembro de su iglesia y se bautizó. Mientras tanto, predicó con entusiasmo a otros miembros de su anterior religión, y veinticinco de ellos también la abandonaron y se hicieron testigos de Jehová. El hombre que ocupó el puesto que él tenía en la iglesia empezó igualmente a estudiar la Biblia con los Testigos y también dejó la iglesia. Ahora asiste a nuestras reuniones y ha dicho que desea ser publicador. Su esposa se bautizó hace poco en un día especial de
asamblea. Resulta sorprendente que todo esto comenzó con un libro que alguien encontró en la carretera.Costa de Marfil
Cuando un joven Testigo llamado Berenger se dirigía a Abiyán, la capital del país, para participar en el servicio del campo, se cruzó con una vendedora de pan. Justo en ese momento, a la mujer se le cayó un billete de 5.000 francos (10 dólares). Cuando Berenger lo estaba recogiendo para dárselo, una mujer que venía en dirección opuesta le gritó: “Deme ese dinero. ¡Es mío!”. Pero el hermano le preguntó de cuánto era el billete, y la mujer se marchó enojada. Entonces Berenger echó a correr para alcanzar a la vendedora de pan. Para sorpresa suya, la mujer negó que hubiera perdido el dinero y le dijo: “Esto es un truco para robarme”. Pero ante la insistencia del joven, comprendió que era sincero y contó el dinero que llevaba. La mujer comprobó que, efectivamente, le faltaban 5.000 francos, el equivalente a 50 panes.
Berenger contó: “Le entregué el dinero y le expliqué que lo hacía porque mi Dios, Jehová, enseña a sus siervos a ser honrados. Ella me dio las gracias y me dijo: ‘Si todo el mundo se comportara como los testigos de Jehová, seríamos todos amigos. Es la primera vez en mi vida que veo a un joven actuar así’. Le entregué un tratado y me prometió que a partir de entonces escucharía a los testigos de Jehová. Aquel día tenía solo 50 francos en el bolsillo para toda la jornada. Sin embargo, me sentí feliz porque había hecho lo que debía”.
República Democrática del Congo
Eugene es un anciano cristiano que trabaja de conserje y vigilante en un negocio de diamantes. Él relata: “Una tarde entró en la tienda un hombre con la intención de vender diamantes por valor de 22.000 dólares. No obstante, el paquete que contenía las gemas se le había caído del bolsillo. El hombre empezó a buscarlo desesperadamente por todas partes, pero no lo
encontró. Al día siguiente, su jefe y un compañero de trabajo recorrieron la calle arriba y abajo buscando el paquete, también sin éxito. Al rato yo me puse a barrer justo frente a la entrada de la tienda, y de repente, vi el paquete de diamantes. Lo recogí y fui corriendo a donde estaba mi jefe, un empresario belga. Este no podía creer que hubiera entregado los diamantes. Le expliqué que soy testigo de Jehová y que tengo un temor respetuoso a mi Dios. El dueño de los diamantes exclamó, profundamente conmovido por mi honradez: ‘¡Esto es increíble!’.”Un compañero de trabajo me dijo: ‘Eugene, nos has salvado la reputación’.
”Yo le respondí: ‘Gracias. Hay que alabar a Jehová, pues él es quien me ha enseñado a ser honrado’.”
Angola
Un misionero de nombre João que sirve de superintendente de circuito estaba visitando una zona rural y quería que los hermanos y las personas interesadas vieran el DVD Noé anduvo con Dios. David confió en Dios. Había llevado consigo un generador pequeño, algo de gasolina y dos altavoces, además de su computadora portátil. En el primer poblado se alojó en una casita de adobe y anunció que iba a poner el DVD por la noche. “Para mi sorpresa —contó el hermano—, acudieron unas treinta y ocho personas provistas de sillas, bancos, piedras, latas de leche y otros objetos en los cuales sentarse. Como en la casita no cabían ni la mitad de los que habían venido, tuvimos que salirnos afuera. Puse la computadora sobre unos ladrillos, los asistentes se sentaron —muchos de ellos sobre telas africanas de vistosos colores— y, bajo el cielo estrellado, vimos la película.” Por toda la región corrió rápido la noticia, y en todos los pueblos que João visitó acudieron muchos vecinos. “Cuando se terminaba la película, nadie quería marcharse —recuerda él—. Muchos dijeron que había sido la mejor noche de su vida y que estaban muy
agradecidos a Jehová por esa dádiva espiritual.” En las tres semanas que estuvo visitando los grupos de esa zona rural vieron el DVD un total de 1.568 personas.Ghana
Una proveedora de alimentos de Accra llamada Vida no se atrevía a suministrar verduras frescas a la sucursal de Ghana. ¿Por qué? Porque su pastor le había dicho que los Testigos eran hostiles con la gente de otras religiones. Así pues, cuando les llevó por primera vez una partida de alimentos, se sorprendió de que el personal de la cocina la recibiera con sonrisas amigables y le diera las gracias cortésmente. En las semanas siguientes fue conociendo mejor a los voluntarios de la sucursal y, al ver que todos eran amables, comprendió que su pastor no le había dicho la verdad.
Con grandes deseos de aprender más de la Biblia, Vida pidió un estudio, aunque no sabía leer. En menos de seis meses ya leía de su propia Biblia y en una asamblea de distrito reciente se bautizó. A pesar de que sus familiares y antiguas amistades la han ridiculizado, Vida ha ayudado a su prima a reunir los requisitos para ser publicadora no bautizada.
Sudán
Una hermana que estaba predicando de casa en casa se encontró con dos muchachas que la recibieron muy bien. Pero, curiosamente, no permitían que la hermana las ayudara a buscar los textos en su Biblia. Resultó ser que el sacerdote les había dicho que si un testigo de Jehová tocaba su ejemplar de las Escrituras, el contenido cambiaría automáticamente para armonizar con las enseñanzas de los Testigos. Las muchachas no quisieron ni siquiera darle la mano a la hermana. Sin embargo, cuando leyeron los versículos en su Biblia, vieron que la idea era la misma que les estaba expresando la Testigo. Al darse cuenta de que el sacerdote les había mentido, decidieron estudiar la Biblia. Consternado, el sacerdote les prometió
que si dejaban el estudio les daría dinero para comprar comida. ¿Qué respondieron ellas? “No queremos llenarnos de comida. Preferimos llenarnos de la Palabra de Dios.” Las chicas ya están asistiendo a las reuniones de congregación.Etiopía
Aunque hacía diez años que su esposa era Testigo, Awoke nunca había mostrado mucho interés en la verdad. Aun así, en una ocasión en que viajó a otra zona del país para realizar un curso de dos meses, decidió buscar a los Testigos. En cuanto llegó al lugar, lo dirigieron a una oficina donde trabaja una hermana. Esta le había pedido muchas veces a Jehová que viniera algún hermano a ayudar a la congregación local, así que cuando le dijeron que allí había un hombre que preguntaba por los Testigos, le vinieron a la mente sus oraciones. Al ver a Awoke, que iba bien vestido y arreglado, concluyó que ese era el nuevo hermano que le había pedido a Jehová. Entusiasmada, fue rápido hacia él y lo saludó calurosamente. Tanta era su alegría que Awoke no tuvo el valor de corregirla, y cuando luego lo presentó a los hermanos, tampoco quiso desilusionarla. Durante los dos meses que duró el curso asistió a todas las reuniones. Cuando le llegó el momento de partir, un grupo de hermanas lo invitaron a almorzar y le pidieron que diera gracias por los alimentos. Awoke recordaba cómo su esposa daba gracias por la comida en casa con la cabeza cubierta y que lo hacía en el nombre de Jesús. De modo que tanto la oración como la comida se desarrollaron sin contratiempos. Conmovido por la amabilidad con que se le había tratado, Awoke decidió que quería ser un hermano de verdad. A su regreso a casa empezó a estudiar y en una asamblea reciente se bautizó. Su esposa está encantada, y Awoke está esperando a que se presente la oportunidad de contarle su historia a la congregación que visitó.
Europa
PAÍSES 46
HABITANTES 730.776.667
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ESTUDIOS BÍBLICOS 744.319
Ucrania
Un electricista, a quien todos conocían por sus borracheras, fue al Salón del Reino a arreglar un contador. Mientras trabajaba, se fijó en el texto del año: “Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes” (Sant. 4:8). Hizo una pausa y le preguntó a un hermano: “¿De verdad es posible acercarse a Dios? ¿Pueden los pecadores acercarse a él?”. El hermano le respondió con la Biblia y lo invitó a las reuniones. El domingo, el hombre decidió ir al Salón del Reino, pero en otra localidad para que no lo vieran los vecinos. Sin embargo, se encontró con que el orador ese día era un anciano de su mismo pueblo, y por más que intentó esquivarlo, este lo reconoció y le dio una calurosa acogida. Ante eso, el electricista tomó la resolución de asistir a las reuniones en su propio vecindario; comenzó a estudiar la Biblia y un año después se bautizó.
Su mujer, que trabajaba entonces en el extranjero, no podía creer que él hubiera dejado la bebida y ahora fuera testigo de Jehová; tenía que comprobarlo con sus propios ojos, así que volvió a casa. Aunque se alegró mucho de que su marido ya no fuera alcohólico y que cuidara de sus hijas, no le agradó que se hubiera hecho testigo de Jehová. Un día, sin embargo, él le dijo: “¿Por qué no vamos todos al Salón del Reino, como familia?”.
Ella aceptó; empezó a estudiar la Biblia y poco después se bautizó junto con sus tres hijas. Como vemos, bastó un versículo de la Biblia para que cinco personas se acercaran a Dios.Grecia
Un hermano que cada día hace la misma ruta para ir al trabajo observó a una mujer que solía visitar una capilla en miniatura (estas capillas, construidas a lo largo de las carreteras, indican el lugar donde ha ocurrido un accidente mortal). Deseoso de ayudarla, el hermano le escribió una breve carta en la que le explicaba el estado de los muertos y la esperanza de la resurrección valiéndose de pasajes bíblicos animadores; puso su nombre y número de teléfono y la depositó en el interior de la capilla. Al otro día recibió una llamada de la señora, quien mostró mucho interés en las buenas nuevas y accedió a que la visitaran con regularidad.
Noruega
Seis hermanas entraron en una cafetería después de predicar y se pusieron a comentar el excelente discurso que habían oído un par de días antes en el Salón del Reino sobre el tema de la resurrección. Al cabo de un rato se les acercó una mujer y les preguntó si podía sentarse con ellas para seguir oyendo la conversación, pues había perdido a ambos padres recientemente. Tras una animadora charla, las hermanas le pidieron el número de teléfono. Luego, una de ellas la llamó y empezó a darle clases bíblicas.
Lituania
Olga, joven evangelizadora de tiempo completo, inició un estudio bíblico con una mujer rusa en la puerta de su casa. En una de las primeras conversaciones, esta le preguntó qué eran “los últimos días” que menciona la Biblia (2 Tim. 3:1). Olga prometió explicárselo la siguiente vez; sin embargo, no volvió a verla durante casi un mes pese a las muchas visitas que le hizo. Aunque no le abrían, alguien la observaba por la mirilla. “Me negué a pensar que la señora ya no quería conversar más de la Biblia conmigo —relata Olga—; a lo mejor era otra persona la que estaba detrás de la puerta. Así que decidí responderle por carta la pregunta que me había hecho. Al tercer día volví a visitarla. ¡Qué felicidad la mía cuando abrió la puerta! Mi carta y el interés que había demostrado en ella la habían impresionado profundamente.”
La mujer le dio las gracias a Olga, y le dijo: “Leí su carta de principio a fin varias veces. La entendí toda”. Lo que comenzó como un estudio en la puerta pasó a ser un estudio regular en la casa con el libro Enseña. Ahora, cada vez que Olga llega, la señora la recibe con mucho afecto.
Suiza
En la cosmopolita ciudad de Ginebra, Marie abordó a una mujer de Oriente Medio y le habló en árabe, idioma que está aprendiendo. Al oír que Marie creía en un solo Dios verdadero, la mujer la abrazó y la besó. Le contó que se sentía muy triste y que precisamente estaba orando cuando ella se le había acercado; agregó que al día siguiente se iba para su país. Marie abrió la Biblia y le leyó 1 Pedro 3:7. Le dijo que Dios tiene en alta estima a las mujeres y que él manda a los esposos honrar y respetar a sus esposas. Asombrada, la mujer le preguntó: “¿Es usted un ángel, o un ser humano? Mis penas se deben a que mi esposo no hace lo que Dios dice ahí. Siempre le pido a Dios que me ayude, y usted ha abierto ese libro y me ha leído esa cita”. Acto seguido, pidió que le escribiera el pasaje en un papel para mostrárselo a su familia cuando les contara el feliz encuentro. Aunque a Marie le apenaba que la señora tuviera que irse, prometieron mantenerse en contacto.
Países Bajos
La ciudad de Rotterdam alberga uno de los mayores puertos del mundo. Debido a que la carga que llega por mar se transporta en camiones a la Unión Europea y fuera de sus fronteras, la cantidad de estos vehículos que circulan por la región es asombrosa. Por ejemplo, en una de las principales autopistas que llevan al vecino país de Alemania se halla una enorme área de descanso por la que pasan hasta 1.500 cada hora. Dado que es una parada obligatoria para muchos, nuestros hermanos aprovechan para predicar de camión en camión. A los conductores, procedentes de Europa, Oriente Medio y de casi todas las ex repúblicas soviéticas, les encantan sobre todo nuestras revistas. El año pasado, los hermanos predicaron allí ochenta y dos veces, y dejaron más de diez mil revistas en treinta y cinco idiomas.
América
PAÍSES 56
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ESTUDIOS BÍBLICOS 3.111.358
Perú
Jorge, precursor regular que se gana la vida como pintor, le dio testimonio a otro artista llamado Hubert. Pese a la hostilidad de familiares, amigos y vecinos, este terminó en seis meses el libro El conocimiento que lleva a vida eterna. Como le pedía a Jehová que ayudara a su familia a aprender la verdad, se llevó una grata sorpresa cuando Jhon, uno de sus hermanos mayores, comenzó a estudiar y asistir a las reuniones. A la semana, César —el cuñado de Jhon— se sumó al grupo, seguido después por su esposa, quien al principio estaba reacia. Más tarde, un condiscípulo de Hubert llamado Reynaldo mostró interés, aunque por la fuerte oposición que encaró se vio obligado a estudiar en la casa de aquel. Al poco tiempo, Milton, un hermano menor de Hubert, también se puso a estudiar. Tras la primera lección, les predicó a dos compañeros de clase, Darwin y Christian, y ambos comenzaron a estudiar e ir a las reuniones. Hubert tiene otros dos hermanos mayores: Ronald y
Martin. Cierto día, Ronald se apareció con una larga lista de preguntas mientras Hubert estudiaba con Jorge, por lo que este le ofreció un curso bíblico para esclarecer todos sus interrogantes. Él estuvo conforme. Posteriormente, Martin y sus dos hijas hicieron lo mismo. Hubert y Jhon se bautizaron en la Asamblea de Distrito “¡Nuestra liberación se acerca!”. Según los últimos cálculos, como resultado de aquel testimonio inicial, dieciocho personas en total aprendieron la verdad acerca de Jehová.Brasil
Paulo vive en una hacienda en el norte del país. La mujer con quien vivía y con quien más tarde contrajo matrimonio estaba recibiendo clases bíblicas, y él aceptó estudiar la Biblia solamente para complacerla. Un día, los vaqueros que trabajaban allí lograron matar a un jaguar que estaba diezmando el ganado. Deseosos de sacar provecho de la situación, llamaron por teléfono al patrón y le dijeron que necesitaban dinero para contratar los servicios de un cazador profesional. Paulo cooperó a la mentira haciéndole el mismo cuento; sin embargo, debido a lo que había aprendido de la Biblia, sintió cargo de conciencia. A sabiendas de que podía perder el trabajo y que sus compañeros se enojarían con él, llamó al patrón para contarle la verdad. Gracias a su honradez, más tarde lo ascendieron a administrador de la hacienda. Ahora él y su esposa son publicadores bautizados de las buenas
nuevas. Da gusto ver a este hombre honrado llegar en tractor al Salón del Reino con su esposa y sus dos hijas.México
En una reunión de padres celebrada en la escuela a la que asisten sus dos hijas, María, una entusiasta precursora regular, notó la preocupación de los maestros por la actitud rebelde y el comportamiento inmoral de algunos estudiantes. Una maestra dijo: “Padres, si no quieren ver otro delincuente en las calles, por favor ayúdennos. Hablen con sus hijos. Cómprenles un libro. Hagan algo por ellos, pues tienen muchas preguntas. No dejen que obtengan las respuestas en la calle”. Cuando María preguntó en la oficina de la directora sobre la conducta de sus hijas, le dijeron que no daban ningún problema. Enseguida aprovechó para recomendar el libro Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas, explicando que era una guía muy útil. La directora prestó mucha atención y pidió un ejemplar. Cuando lo recibió al día siguiente, lo examinó agradecida y pidió otro para la psicóloga, quien, después de leerlo, sugirió incluirlo en el plan de estudios de la escuela. Al final, la directora pidió 12 libros para los maestros y 50 para la biblioteca.
Uruguay
Un hombre viajaba de madrugada desde la Argentina hasta su casa en Uruguay. Mientras se disponía a subir al ferry que cruza el Río de la Plata, se le acercó una joven muy amigable que le ofreció la revista ¡Despertad! de enero de 2006, con el tema de portada “¿Qué nos traerá el día de mañana?”. Él la tomó con gusto. Al llegar a Montevideo, llevaron a los pasajeros a la terminal de autobuses. Para su sorpresa, allí lo abordó otra Testigo, esta vez una anciana con bastón, quien le ofreció el mismo número de la revista. Él lo aceptó. Esa noche, al poco rato de haber llegado a su casa, alguien tocó a la puerta. Efectivamente: era una testigo de Jehová. Tras oír la breve
presentación, el hombre tomó la revista, ¡la tercera del día! Cuando la hermana le explicó que se aceptaban donativos para la obra mundial, contestó que ya lo sabía y entró a buscar unas monedas. Luego salió con las dos revistas que había aceptado antes ese día y, señalando la pregunta “¿Qué nos traerá el día de mañana?”, dijo sonriendo: “De algo sí estoy seguro: el día de mañana me traerá a otro testigo de Jehová”.Puerto Rico
Una hermana estaba visitando a su hija cuando irrumpieron en la vivienda dos asaltantes, uno de ellos armado con un revólver. Les pidieron el dinero, pero ellas dijeron que no tenían. Mientras uno fue a registrar la casa, el otro se quedó apuntándoles con el arma. Ellas de inmediato se pusieron a orar. “¿Qué hacen?”, preguntó el ladrón. Contestaron que eran testigos de Jehová y que le estaban orando a su Dios, Jehová. Mientras le predicaban al que las tenía encañonadas, llegó el otro con una tarjeta de cajero automático. Las subieron en el auto de la madre y se dirigieron al banco. Ellas siguieron predicando y hablando con respeto a los atracadores. La madre le pidió al que empuñaba el revólver que lo bajara; para su sorpresa, este lo hizo y le dijo que la admiraba por su serenidad. Ella les mencionó que tenía un hijo como de su edad a quien le aguardaba un futuro muy prometedor, y los animó a vivir conforme a los caminos de Jehová, pues también les esperaría un futuro maravilloso. Aun así, continuaron todos hasta el banco, donde la hija retiró dinero. Enseguida los delincuentes las llevaron a un callejón y las dejaron ir. Uno de ellos quería atarlas, pero el que llevaba el revólver no lo dejó y dijo a las hermanas que alguien muy grande las estaba protegiendo. Horas antes, estos hombres habían asaltado a otros vecinos y los habían atado y golpeado.
Oceanía
PAÍSES 30
HABITANTES 35.914.649
PUBLICADORES 94.323
ESTUDIOS BÍBLICOS 49.667
Papúa Nueva Guinea
Como ex soldado, Tom conocía los horrores de la guerra. Cuando los testigos de Jehová de su pueblo le enseñaron la promesa bíblica de un mundo sin guerra, se sintió muy conmovido. Estudió las Escrituras y adelantó espiritualmente, aunque su prueba de fe llegó cuando decidió asistir a la Conmemoración. Su padre había sido pastor de la Iglesia Unida —que estaba al lado del Salón del Reino—, y él era el presidente actual. Cuando iba entrando al salón, vio que los miembros de su iglesia —sus amigos íntimos, ex compañeros de trabajo y el pastor— tenían los ojos clavados en él. Quiso esconderse, pero entonces pensó: “¿Por qué debería esconderme? Este es el momento de hacerle saber a la gente que voy a hacerme testigo de Jehová”. Después de las fiestas de Semana Santa se acercó al pastor y le preguntó si lo había visto en el Salón del Reino.
—Sí, te vi —respondió este, tras lo cual ambos se echaron a reír.
—Amigo mío —dijo Tom—, yo creía que en cierto restaurante se servían los mejores platos, pero me enteré de que la comida estaba envenenada. Entonces descubrí uno nuevo, donde sirven comidas sanas y nutritivas. Después de probar su deliciosa comida, ¿cómo podría volver al otro?
El pastor entendió lo que Tom quería decir y respondió: “No le digas a nadie, pero soy un asiduo lector de la revista ¡Despertad!”. Tom hizo borrar su nombre del registro de la iglesia y, tras pasar un sinnúmero de dificultades, se dedicó como siervo de Jehová.
Islas Salomón
El 18 de febrero de 2006 se graduaron 58 publicadores del primer curso básico de lenguaje de señas australiano organizado por la sucursal de los testigos de Jehová. Desde entonces, diez sordos estudian la Biblia y asisten a las reuniones de la congregación. Uno de ellos es Moses, a quien su vecino describió como un hombre “con mal carácter que tiene constantes rabietas, una persona con la cual es muy difícil razonar”. No obstante, cuando un pariente Testigo que había tomado el curso le ofreció un estudio bíblico, aceptó enseguida. Al mes asistió a su primera reunión en el Salón del Reino, aunque fue todo desaliñado y con el cabello largo y una barba espesa; pero el recibimiento que le dieron y las verdades que “oyó” le llegaron al corazón. Le sorprendió saber que uno glorifica a Dios cuidando su apariencia personal. La siguiente semana, cuando entró en el salón, los hermanos no lo reconocieron: se había cortado el cabello, se había afeitado la barba e iba muy bien vestido. Su personalidad también ha cambiado. “Ahora es una persona limpia —reconoce el vecino— y lleva siempre una sonrisa en los labios.” Moses sigue progresando espiritualmente y ayudando a otros sordos a comprender las buenas nuevas.
Tahití
En el pequeño y apartado atolón de Makemo, situado a más de 600 kilómetros [360 millas] de Tahití, solo hay 720 habitantes. Una mujer llamada Ravahere conoció la verdad en Tahití durante su estancia en casa de unos parientes. De vuelta en Makemo, empezó a estudiar la Biblia
primero por correo, luego por fax y después por teléfono; legalizó su matrimonio y realizó otros cambios para conformarse a las normas de Jehová, todo esto a pesar de la presión de algunos familiares para que siguiera siendo mormona. Con el tiempo fue aceptada como publicadora no bautizada mientras visitaba una congregación tahitiana. Los publicadores de esta congregación le mandan cartas animadoras cada dos semanas.En junio de 2006, el superintendente de circuito la visitó junto con su esposa. Según su informe, ella predica de casa en casa todos los fines de semana, ha confeccionado mapas de su territorio y ha iniciado varios estudios bíblicos. Además, exhibe nuestras revistas en su puesto de refrigerios y dirige un estudio de libro, al que asiste su esposo.
Fiyi
Matthew, misionero de la Escuela de Galaad y anciano, imparte clases bíblicas todas las semanas a cuatro estudiantes en una universidad para la formación de maestros. Ministros de diversas iglesias pronuncian
allí sermones en las noches a fin de cooperar con las autoridades universitarias en su lucha contra la mala conducta que reina en el campus.En cierta ocasión, Matthew vio en la cafetería a un gran número de estudiantes —alrededor de doscientos cincuenta— sentados con biblias, libretas y bolígrafos en mano, esperando al ministro de una religión importante que iba a oficiar un servicio. Como este no llegó, le pidieron a Matthew que se dirigiera al grupo. Usando las Escrituras, hizo una presentación completamente distinta a los consabidos himnos y el sermón apocalíptico que suele acompañarlos. Su improvisada charla giró en torno a la necesidad de recordar al Creador en la juventud. Al finalizar, todos los estudiantes hicieron fila para estrecharle la mano y darle las gracias. Ahora está ansioso por cultivar el interés suscitado por esta inesperada ocasión.
Australia
Dos hermanas predicaban de casa en casa cuando se encontraron con una mujer que tenía cáncer terminal. Estaba ocupada guardando cosas en cajas para que nadie tuviera que preocuparse de ellas cuando muriera. Explicó que no tenía familia ni amigos y que llevaba una vida extremadamente solitaria; había tenido experiencias desagradables con otras religiones y se sentía dejada de la mano de Dios. Pues bien, una de las hermanas le llevó más tarde un ramo de flores y, como no la encontró, se lo dejó en la puerta con una notita. La señora la llamó esa tarde para expresar su profunda gratitud por aquel gesto tan amable. Comentó que nadie jamás la había tratado con tanta amabilidad ni le había regalado flores, y que lamentaba no haber estado en casa para recibirla. Cuando las hermanas regresaron, las estaba esperando. Le presentaron el libro Enseña y quedaron en estudiarlo.
[Ilustración de la página 43]
Miho
[Ilustración de la página 47]
Viajamos en un tanque de leche
[Ilustración de la página 47]
Ketevan
[Ilustración de la página 48]
Algunos de los que dejaron su iglesia
[Ilustración de la página 55]
Olga
[Ilustración de la página 55]
Marie
[Ilustración de la página 57]
Hubert, Jorge y Jhon
[Ilustración de la página 58]
Paulo y su familia
[Ilustraciones de la página 63]
Ravahere en su puesto de refrigerios en Makemo
[Ilustración de la página 63]
Matthew