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Predicamos y enseñamos en toda la Tierra

Predicamos y enseñamos en toda la Tierra

Predicamos y enseñamos en toda la Tierra

LAS palabras de Jesús registradas en Mateo 24:9-14 debieron desconcertar a los cristianos del primer siglo. Allí predijo que serían objeto de odio de parte de todas las naciones, que los perseguirían y los matarían. Además, a muchos los harían tropezar y los traicionarían. Pero más adelante, Jesús declaró que las buenas nuevas se predicarían por toda la Tierra. Ahora bien, en vista de la oposición que habría por todo el mundo, ¿cómo podría prosperar una campaña de predicación internacional? En las páginas siguientes hallaremos la respuesta a esta pregunta digna de atención.

Totales de 2010

Sucursales de los testigos de Jehová: 116

Número de países y territorios que informan: 236

Total de congregaciones: 107.210

Asistencia a la Conmemoración: 18.706.895

Participantes de la Conmemoración: 11.202

Máximo de publicadores en el servicio del Reino: 7.508.050

Promedio de publicadores que predican cada mes: 7.224.930

Porcentaje de aumento con relación a 2009: 2,5

Número total de bautizados: 294.368

Promedio mensual de precursores auxiliares: 287.960

Promedio mensual de precursores: 844.901

Total de horas dedicadas al servicio del campo: 1.604.764.248

Promedio mensual de estudios bíblicos: 8.058.359

Durante el año de servicio 2010 se gastaron más de 155.000.000 de dólares en atender a los precursores especiales, misioneros y superintendentes viajantes en sus asignaciones.

▪ En las sucursales sirven en total 20.062 ministros ordenados. Todos ellos pertenecen a la Orden Mundial de Siervos Especiales de Tiempo Completo de los Testigos de Jehová.

África

PAÍSES Y TERRITORIOS: 57

HABITANTES: 888.219.101

PUBLICADORES: 1.222.352

ESTUDIOS BÍBLICOS: 2.596.614

UN GRUPO DE PERSONAS BUSCA LA VERDAD. En una aldea de Madagascar, 80 habitantes decidieron abandonar la Iglesia Nacional Protestante. Construyeron un templo y se pusieron a analizar cada una de las religiones que había a su alrededor para hallar la verdadera. Llegaron a la conclusión de que los católicos no estudiaban la Biblia y de que la Iglesia Luterana estaba dividida. Les pareció que los pentecostales no enseñaban la verdad y que los adventistas del séptimo día tenían demasiados tabúes. Entonces abordaron a un Testigo y le pidieron clases bíblicas, petición a la que el hermano accedió de inmediato.

Unos cuantos publicadores hicieron planes para visitarlos. Al llegar, encontraron en el templo a veintiséis personas deseosas de escuchar información bíblica. Con la ayuda del capítulo 15 del libro Enseña, los hermanos explicaron cómo hallar la religión que Dios aprueba, y el público quedó satisfecho con lo que aprendió. En la segunda visita, la cantidad de asistentes aumentó a 73, y en la tercera a 142.

MENSAJE CORRECTO, DESTINATARIO EQUIVOCADO. En Etiopía, una hermana llamada Menen deseaba animar a su estudiante de la Biblia enviándole por teléfono móvil un mensaje con el texto del año 2009. Al marcar el número, sin embargo, se equivocó y se lo mandó a otra persona. La destinataria leyó vez tras vez el mensaje, que decía: “‘Demos testimonio cabal de las buenas nuevas’, Hechos 20:24, NM”. Como era una mujer devota, concordaba con esas palabras, pero no sabía cómo podía llevarlas a la práctica. Además, le intrigaban las misteriosas iniciales “NM” (Traducción del Nuevo Mundo) que aparecían al final. Las semanas transcurrieron, y no dejaba de darle vueltas al asunto. Al final, marcó el número del que recibió aquel mensaje. Nuestra hermana se sorprendió al enterarse de lo que había sucedido. No obstante, vio que era una buena oportunidad de predicar y contestó las preguntas sinceras de la mujer, quien ahora estudia la Biblia dos veces por semana.

NIÑAS QUE PREDICAN CON CELO. Persis, quien vive en Camerún, se hizo publicadora a los seis años de edad y en su primer informe de servicio anotó diez estudios bíblicos. Al ver esa cantidad, el secretario de la congregación le preguntó si se había equivocado, pero ella le aseguró que eran diez estudios los que dirigía. “¿Y cómo sabes cuánto tiempo debes informar si no tienes reloj?”, le preguntó el hermano. Persis le explicó que el recreo de su escuela duraba una hora y que predicaba desde que este comenzaba hasta que sonaba la campana. Su determinación en el ministerio influyó en su madre y en su prima, quienes llegaron a ser publicadoras. A sus diez años, Persis ahora está bautizada y sirve de precursora auxiliar mientras cursa la escuela. Su amiguita Aasy, de ocho años, ya es también publicadora. Refiriéndose a estas niñas, una mujer que estudia la Biblia comenta: “Me alegra observar que en las reuniones, antes de sentarse con sus padres, saludan a todos los hermanos, en particular a los ancianitos. Jamás he visto algo así en mi iglesia. Estoy segura de que los niños que se crían de esta manera llegarán a ser muy buenos ciudadanos en el mañana”.

América

PAÍSES Y TERRITORIOS: 55

HABITANTES: 918.834.998

PUBLICADORES: 3.673.750

ESTUDIOS BÍBLICOS: 3.967.184

NADIE LLAMÓ A SU PUERTA. Míriam, quien vive en Bolivia, estuvo orando a Dios durante una semana: “Permíteme conocerte, pero no me envíes a los testigos de Jehová. No quiero que llamen a mi puerta”.

Esa misma semana, Míriam recibió una llamada telefónica. Era Candy, una precursora especial que se ofreció a llevarle las revistas en una hora, y ella aceptó. En menos de lo convenido, la hermana llegó a la casa. Míriam le abrió la puerta con brusquedad y le dijo que entrara y se sentara. Entonces, molesta, comenzó a caminar de un lado a otro negando con la cabeza. Cuando Candy le preguntó qué le pasaba, la mujer contestó: “¡No puede ser! Por más de una semana le he estado orando a Dios para que me dé su guía y dirección, pero le dije específicamente que no quería la ayuda de los testigos de Jehová, que siempre están llamando a mi puerta. Entonces, usted me habla por teléfono en lugar de llamar a la puerta. Desde ese momento le estuve pidiendo a Dios que le impidiera llegar. Y aquí está. ¡Es increíble! Está claro que su voluntad es que ustedes, los testigos de Jehová, me ayuden”. De inmediato comenzó a estudiar.

LO DIERON POR MUERTO. En Surinam, Pasensi había sido un kapiten, o jefe de aldea, muy querido por la gente. Además, tenía una estrecha relación con el granman, o líder principal, de toda la zona fluvial del interior del país. Pasensi defendía con orgullo las costumbres locales y se oponía a los testigos de Jehová porque pensaba que eran una amenaza para las tradiciones.

Ahora bien, había un joven que afirmaba tener la habilidad de reconocer a quienes practicaban brujería. Tenía muchos seguidores, con los cuales viajaba en canoas por todo el río para golpear a los supuestos brujos y quitarles sus pertenencias. Además, exigía grandes sumas de dinero a fin de expulsar al espíritu maligno que, según él, poseían estos. Entre sus numerosas víctimas inocentes estuvo Pasensi, a quien golpearon y dieron por muerto. Ni siquiera su amigo, el granman, pudo ir en su auxilio, pues temía arriesgar su propia vida y su reputación. Sus amigos y familiares tenían prohibido darle una mano, pero su yerno se armó de valor y lo llevó a una aldea donde la mayoría de los habitantes son testigos de Jehová. Los hermanos analizaron el asunto y, aunque sabían que se estaban exponiendo, decidieron socorrerlo. Se encargaron de llevarlo en canoa hasta una aldea cercana donde había un hermano que era el jefe de estación de una pista de aterrizaje. Desde allí, fue transportado en avión hasta una ciudad para recibir atención médica.

Pasensi se recuperó de las heridas. Conmovido por el amor que le mostraron los hermanos, comenzó a estudiar la Biblia y se bautizó en diciembre de 2009. Ahora es un fiel predicador de las buenas nuevas, y en abril de 2010 sirvió de precursor auxiliar a sus 80 años.

CREÍA QUE SABÍA DE LA BIBLIA. En Estados Unidos llegó a una reunión de congregación un señor con barba llamado Eric. Un hermano fue a saludar al hombre, quien tenía su Biblia en la mano y comenzó a hacerle preguntas sobre nuestras creencias. Como solo quería usar las Escrituras, no aceptó el libro Enseña. Diariamente leía veinte páginas de la Biblia, y la había leído tantas veces que hasta perdió la cuenta. Después de la reunión, conversó con el hermano por más de tres horas. Al final exclamó: “¡Qué mal me siento!”. Cuando el hermano le preguntó por qué, Eric respondió: “Pensaba que conocía muy bien las Escrituras. Pero ahora me doy cuenta de que no sé nada”. Entonces aceptó un ejemplar del libro Enseña.

Tras haber pasado toda la noche leyendo los primeros diez capítulos del libro, llegó a la conclusión de que por fin había hallado la verdad. Al día siguiente empezó a estudiar la Biblia con el hermano. Se reunían cinco días a la semana durante tres o cuatro horas. Eric comenzó a prepararse para las reuniones y a asistir a todas ellas en compañía de su familia. En la primera semana escribió cartas de renuncia a tres iglesias, se afeitó la barba y decidió dejar de celebrar los días de fiesta. A las dos semanas se matriculó en la Escuela del Ministerio Teocrático, y cuatro semanas más tarde se hizo publicador. En abril de 2010, solo seis meses después de conocer a los Testigos, simbolizó su dedicación a Jehová mediante el bautismo.

SE BAUTIZÓ A LOS SIETE AÑOS. Paola vive con sus abuelos maternos en el oeste de México. Cuando tenía cinco años, su abuela comenzó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. Como la niña se quedaba escuchando el estudio, la verdad se arraigó en su pequeño corazón. A pesar de que su abuela no progresó, Paola comenzó a ir solita a las reuniones. Les pedía a sus abuelos que la ayudaran a vestirse y a cruzar la calle para llegar al Salón del Reino.

Tan pronto como aprendió a leer y escribir, se matriculó en la Escuela del Ministerio Teocrático y llegó a ser publicadora. Debido a su amor por Jehová, se bautizó a los siete años. Cuando le preguntan por qué asiste a las reuniones y predica con tanto entusiasmo pese a no contar con el apoyo de su familia, la niña —que ahora tiene 10 años— responde: “Me gustan mucho los discursos porque me animan a seguir estudiando la Biblia y a no meterme en problemas. Salgo a predicar porque quiero enseñarles a las personas lo que Jehová hará por ellas y decirles que la Biblia puede hacerlas felices ahora”.

APROVECHA LAS LLAMADAS EQUIVOCADAS. Una hermana de la República Dominicana estaba recibiendo muchas llamadas equivocadas que la interrumpían en su trabajo. Después de varios días pensó que podría aprovecharlas para predicar. ¿Cómo lo hizo? Ella decía: “Lo siento, se equivocó de número. Pero permítame preguntarle algo: ‘¿Ha leído la Biblia hoy?’”. Algunos colgaban. Sin embargo, otros decían que no la habían leído. Entonces añadía: “¿Sabe usted por qué es tan importante leerla?”. Para responderles usando la propia Biblia, buscaba Salmo 1:1-3. En cierta ocasión, un funcionario gubernamental habló largo y tendido con ella. Cuando le dijo que no tenía Biblia, la hermana se encargó de conseguirle un ejemplar y algunas publicaciones. Dos semanas más tarde, él volvió a llamarla para darle las gracias por su interés y por las publicaciones.

En otra llamada equivocada, una mujer joven le preguntó: “¿Es usted testigo de Jehová?”. Cuando le contestó que sí, ella se echó a llorar y le explicó que era una publicadora inactiva. La hermana le dio ánimo y buscó a alguien para que la ayudara espiritualmente. Con el tiempo, esta mujer se reactivó.

Asia y Oriente Medio

PAÍSES Y TERRITORIOS: 47

HABITANTES: 4.587.021.833

PUBLICADORES: 652.251

ESTUDIOS BÍBLICOS: 601.306

“LA SAMARITANA.” En Kazajistán, un hermano y una hermana que eran precursores predicaban en un caluroso día de verano. Al ver que cierta mujer estaba sacando agua de un pozo, el hermano le pidió que le diera un poco. Mientras él bebía, la hermana le predicó a la mujer, quien escuchó con interés y los invitó a su hogar para que pudieran enseñarle más. Después de conversar con ella un rato, los precursores le dejaron publicaciones bíblicas. La hermana le aseguró que volvería en dos días.

Así que tal como había prometido, la precursora volvió. Esta vez llegó acompañada de su madre, que también es Testigo. La mujer la estaba esperando fuera de su casa con las publicaciones que le habían dejado. Devolviéndoselas a la hermana, le dijo: “Esto es de los testigos de Jehová, una religión rusa”.

La madre de la precursora le preguntó si podía leerle un texto bíblico antes de marcharse. Como deseaba mostrarle en las Escrituras el nombre de Dios, le leyó Éxodo 3:15, que dice: “Jehová el Dios de sus antepasados, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a ustedes”. Para sorpresa de ellas, la mujer las hizo pasar a su hogar. ¿Qué la llevó a cambiar de opinión tan pronto? Sucede que algunos de sus antepasados se llamaban Abrahán, Isaac y Jacob. Entonces pensó que si Jehová era el Dios de ellos, no debía echar de su casa a los Testigos. En la siguiente visita comenzó un curso bíblico. Tantas ganas tenía de aprender la verdad, que estudiaba dos veces por semana. A pesar de la oposición de sus hijos, progresó espiritualmente al grado de hacerse publicadora. Además, su nuera y su consuegra estudian la Biblia y asisten regularmente a las reuniones. Como la forma en que conoció la verdad es similar al relato de Juan 4:3-15, en la congregación le dicen “la samaritana”.

“TENGO ALGUNAS PREGUNTAS.” Una precursora de edad avanzada que vive en Chipre escribe: “Cierto miércoles por la mañana no me sentía muy bien. Pero en vez de quedarme en casa, me fui a predicar en las calles porque anhelaba hacerlo. Así que le pedí a Jehová que enviara a una persona que tuviera tiempo de sentarse conmigo en una banca para comenzar un estudio bíblico con ella. Al poco rato se me acercó un joven de Nepal. Yo tenía las revistas en las manos, y antes de poder siquiera decirle algo, me preguntó de qué se trataban. Cuando le respondí que estaban basadas en la Biblia, me dijo: ‘Señora, ¿puedo sentarme a su lado? Fíjese que tengo algunas preguntas de la Biblia, y ahora que me sobra tiempo, quisiera hacérselas a usted’.

”Yo accedí, por supuesto. Era lo que le acababa de pedir a Jehová. Lo primero que preguntó el joven fue: ‘¿Qué enseña realmente la Biblia?’. Quedé tan asombrada que me costó responder. Saqué de mi bolso el libro ¿Qué enseña realmente la Biblia? y se lo mostré. Lo miró, volvió su vista hacia mí, y dijo: ‘¿No es esta la pregunta que le acabo de hacer?’. De modo que allí mismo, en la banca del parque, empecé a darle clases de la Biblia. Él sigue estudiando, asiste a las reuniones con regularidad y ya desea matricularse en la Escuela del Ministerio Teocrático. Reconozco que, aunque a veces me sienta cansada, es importante que confíe por completo en la fuerza y la guía que Jehová nos da para cumplir nuestro ministerio.”

LE PREDICA AL ASESINO DE SU NIETO. Hace años, el nieto de Miguel fue asesinado. Aunque arrestaron al culpable, llamado Esmeraldo, este se declaró inocente. Con todo, la evidencia presentada ante el tribunal bastó para que fuera condenado a prisión.

Con el tiempo, un anciano invitó a Miguel a que lo acompañara a predicar en la misma prisión de Filipinas donde estaba Esmeraldo. Miguel titubeó, pues sabía que allí se encontraba el asesino de su nieto. Pero fue y ayudó a dar clases bíblicas a algunos presos. Mientras estaba con uno de ellos estudiando la Biblia, levantó la mirada y vio que Esmeraldo venía caminando hacia él. Para relajar lo que pudiera haber sido una situación muy tensa, Miguel le dijo con amabilidad: “Esmer, no vine a pelear, sino a mostrar amor a personas como tú. Mira, estamos hablando con este hombre acerca de la Palabra de Dios. Si tú la hubieras conocido antes, no te habría pasado lo que te pasó. Quédate a estudiar la Biblia con nosotros”. Para sorpresa de Miguel, Esmeraldo aceptó la invitación. Conmovido por lo que escuchó, le confesó a Miguel que había matado a su nieto y le pidió perdón.

El anciano, que no había oído aquella conversación privada, tuvo la impresión de que charlaban cordialmente. De modo que le pidió a Miguel que le dirigiera un estudio bíblico a Esmeraldo. Como sabía que su nieto no había sido la única víctima de aquel hombre, Miguel sintió temor al principio, pero al final dijo que lo haría. Esmeraldo libró una larga lucha para amoldarse a las normas divinas. Pero su esfuerzo y paciencia valieron la pena, y el 1 de febrero de 2010 se bautizó en símbolo de su dedicación a Jehová. A fin de demostrarle su perdón, Miguel está haciendo lo posible para que le reduzcan la condena y así pueda enseñar las verdades bíblicas a más personas.

Europa

PAÍSES Y TERRITORIOS: 47

HABITANTES: 739.193.855

PUBLICADORES: 1.575.094

ESTUDIOS BÍBLICOS: 830.888

SE CUMPLIERON SUS DOS DESEOS. Nelena, una joven de 19 años que vive en Bulgaria, tenía dos deseos: bautizarse y ser precursora auxiliar. Sin embargo, padece de neuropatía hereditaria motora y sensorial, una enfermedad hasta ahora incurable. Además, utiliza una máquina para respirar que le dificulta desplazarse. Hacer realidad su deseo de bautizarse era muy difícil, pues no podía ir a una asamblea porque su enfermedad la obligaba a permanecer en su apartamento. Así que —cuando tenía 18 años— se dio un discurso de dedicación en su casa, tras el cual fue bautizada en una bañera.

¿Y qué pasó con su deseo de ser precursora auxiliar? Cuando hay buen clima, a veces puede respirar sin la máquina por más o menos una hora. Esto le permite ser precursora auxiliar. ¿Cómo lo hace? Predica de puerta en puerta con la ayuda de un publicador que la lleva en su silla de ruedas. Además, dirige un estudio bíblico haciendo llamadas de voz por Internet. Hay hermanas que en ocasiones dirigen estudios bíblicos en la casa de Nelena para que tenga participación en ellos. Por consiguiente, el año pasado sirvió de precursora auxiliar tres veces. “Me siento feliz porque se cumplieron mis dos deseos —comenta—, y esto me ha acercado más a mi amoroso Creador, Jehová.”

AHORA USA CORBATA. Cierto compañero de trabajo de una hermana en Armenia se burlaba de ella porque era testigo de Jehová. Solía decirle que se había dejado convencer por “la gente de corbata”. Tras intentar razonar con él en varias ocasiones sin obtener resultados, la hermana decidió ignorar sus comentarios e, imitando a Jesucristo, ya “no contest[aba] nada” (Mat. 27:12). Con el tiempo, el hombre fue despedido por su mala conducta y por molestar a la Testigo. No mucho tiempo después, un señor fue a buscarla al trabajo. Era su antiguo compañero, quien tantos disgustos le había dado. Su apariencia la sorprendió. Aunque se había burlado de los Testigos por usar corbata, él llevaba una puesta y tenía un maletín en las manos. “Vengo a pedirte perdón por las palabras hirientes que te dije —declaró—. He hallado la verdad.” El hombre había estudiado la Biblia con los testigos de Jehová y, pese a la oposición de su familia, se había bautizado y emprendido el servicio de precursor regular.

“¿CONOCE A LA SEÑORA NADIA?” Nadia es precursora en una congregación del norte de Italia. En septiembre de 2009 habló a través de un intercomunicador con un señor que de inmediato la interrumpió para decirle que no quería conversar, pues su esposa acababa de morir. El domingo siguiente, Nadia volvió a visitar al hombre para expresarle sus condolencias y hablarle de la resurrección, pero él reaccionó de la misma manera. En el Estudio de La Atalaya de aquella misma tarde se mencionó la experiencia de cierta hermana que escribió una carta a alguien que había perdido a un ser querido. Nadia pensó en el hombre con quien había hablado. Decidió escribirle una carta de pésame explicándole la esperanza de la resurrección y a los dos días la dejó en su buzón.

Varios días más tarde, mientras Nadia predicaba en las calles, le leyó un versículo bíblico a un señor de aproximadamente 70 años. Él le preguntó si era testigo de Jehová, y ella le dijo que sí. El hombre le explicó que una Testigo lo había estado visitando y le había dejado una carta muy bonita y conmovedora. Entonces le preguntó: “¿Conoce a la señora Nadia?”. ¡Qué sorpresa se llevaron ambos! Tras presentarse, Nadia quedó en visitarlo con su esposo. Este señor comenzó a estudiar la Biblia, y ahora asiste regularmente a las reuniones.

NO PUEDEN ATENDER A TODOS. Los cuatro Testigos que viven en la ciudad de Bujanovac, ubicada en el sur de Serbia, rebosaron de alegría al recibir a 460 asistentes a la Conmemoración de 2010. Allí, los ancianos de una congregación cercana han organizado las reuniones semanales en un local alquilado. Como promedio, asisten más de cincuenta personas, la mayoría de ascendencia romaní. Debido a la gran acogida que ha tenido el mensaje del Reino, los precursores especiales que están asignados a este territorio no dan abasto para dirigir estudios bíblicos a todos los interesados. Por esta razón, solo atienden a los que se preparan bien para las reuniones.

¡MÁS DE UN SIGLO DE VIDA! Elin tiene la edad que alcanzó el personaje bíblico Josué: 110 años (Jos. 24:29). Esto la convierte en la publicadora de mayor edad que hay en Suecia. Vive en un hogar de ancianos y aprovecha toda oportunidad para predicar a los visitantes y las personas que ve. Por consiguiente, distribuye un buen número de libros. Cierto día en que un anciano de congregación y su hija predicaban de casa en casa, conocieron a una joven a quien Elin le había predicado y le había dado un libro. Aquello resultó en una buena conversación. *

ENCONTRÓ LOS LIBROS EN LA IGLESIA. Un día, Tatyana, quien vive en Bielorrusia, se sorprendió al recibir la llamada de una joven desconocida que buscaba respuestas bíblicas a sus preguntas, algo que dio pie a una animada conversación. Pero ¿cómo consiguió el número de teléfono de Tatyana? Resulta que en la iglesia, debajo de un banco, se había encontrado un libro Enseña y una Traducción del Nuevo Mundo que llevaban escrito el número telefónico de la hermana. ¿Cómo llegaron allí? La madre de una niña a quien Tatyana le dirigía un estudio bíblico los había llevado a la iglesia con la aparente intención de preguntarle al sacerdote si su hija debía seguir leyéndolos. Por alguna razón, los libros terminaron debajo del banco y, cuando la joven los vio, se los llevó a su casa. Aquella llamada telefónica abrió el camino a más conversaciones bíblicas.

DA TESTIMONIO GRACIAS A UN ABRIGO PERDIDO. En Minsk, capital de Bielorrusia, una precursora especial llamada Elena encontró un bonito abrigo tirado en la calle. Estaba limpio y parecía como si alguien lo hubiera extraviado. Al recogerlo, se dio cuenta de que tenía 1.200 dólares en el bolsillo. Cuando se puso a mirar a las personas que caminaban a su alrededor, vio a un hombre corriendo desesperadamente de un lado a otro como si buscara algo y supo enseguida que ese era el dueño del abrigo. Elena tuvo que correr para alcanzarlo. Era un hombre de negocios de Bangladesh que vivía en Moscú. ¡Cuánto se alegró de recuperar su abrigo con el dinero! Sorprendido de que la hermana incluso hubiera corrido para devolvérselo, le preguntó por qué lo hizo. Ella le dijo que era testigo de Jehová. Él le contó que unos días antes había estado discutiendo por unos treinta minutos con dos mujeres Testigos, defendiendo sus creencias religiosas. El hombre entonces le preguntó a Elena qué podía hacer para agradecerle lo que había hecho por él. Ella le respondió que no quería aprovecharse de la situación y que la mejor manera de agradecérselo era aceptando un estudio bíblico con los Testigos cuando regresara a Moscú, a lo que él accedió.

Oceanía

PAÍSES Y TERRITORIOS: 30

HABITANTES: 39.384.408

PUBLICADORES: 101.483

ESTUDIOS BÍBLICOS: 62.367

COMBATE UN TRASTORNO DEL HABLA. Hamish, un hermano de 23 años que vive en Australia, padece de un grave trastorno del habla que le hace emitir palabras mezcladas o ininteligibles, y a veces ni siquiera puede pronunciar nada. Dicho problema, sin embargo, no lo retrae de hablar en público o de participar en el ministerio. Por ejemplo, a fin de dar un discurso en el Salón del Reino, primero lo escribe en un dispositivo electrónico portátil que convierte el texto en audio. Ya en la reunión, coloca el aparato en el atril y selecciona con el teclado las porciones de información que quiere reproducir. Un micrófono recoge la voz sintetizada, la cual se amplifica a través del sistema de sonido. Al presentar intervenciones en las que participa el auditorio, Hamish teclea frases con las que pide comentarios y da las gracias. Así mismo, con su agilidad en el teclado y el uso de citas bíblicas y enunciados escritos de antemano, logra comunicarse en el ministerio. Gracias a ello tiene muchas buenas revisitas. Desde el 2007 ha sido siervo ministerial y ha participado en el precursorado auxiliar varias veces al año.

PROBLEMAS CON SU IMPRESORA. En Nueva Caledonia, un técnico en computación de nombre David recibió la llamada de una mujer que tenía problemas con su impresora. Resulta que no lograba imprimir cierto documento. David, quien enseguida arregló el desperfecto, se sorprendió al ver que el texto impreso declaraba: “NO LLAME a la puerta. Jesús está en nuestro hogar. No nos hace falta ninguna otra religión”.

—Discúlpeme —le dijo David a la señora—, pero mientras reparaba su impresora leí el mensaje. ¿Me permitiría saber por qué lo escribió?

—Es que los testigos de Jehová vienen por aquí todos los fines de semana —respondió—. Estamos cansados de verlos. Pero yo le aseguro que en esta casa no entrará ni uno solo.

—¿Y sabía usted que ya ha hecho pasar a uno?

—No puede ser. ¡Eso jamás!

David le explicó entonces que él era testigo de Jehová, y que ella misma lo había dejado entrar. Sorprendida, la mujer se avergonzó un poco. Tras hacerle ver amablemente por qué vamos a las casas de las personas, David siguió conversando con ella por dos horas. A los pocos días, visitó a la mujer y a su esposo, quienes le dijeron que estuvieron pensado mucho en lo sucedido y llegaron a la conclusión de que el propio Dios lo había enviado a ellos. Por consiguiente, no podrían negarse a que los visitara. Ahora reciben las revistas con asiduidad.

UN NIÑO BIEN PREPARADO. Nathan, un jovencito de 12 años que vive en Australia, acostumbra llevar tratados en su mochila y predicar a sus compañeros de clases. Un día, al volver de la escuela, vio a una viejecita en el patio de una casa. Como ella le sonrió, Nathan le devolvió la sonrisa y aprovechó para darle un tratado. La señora le dijo que su esposo había muerto hacía tres años. Entonces el niño sacó de su mochila el tratado ¿Qué esperanza hay para los seres queridos que han muerto? Los ojos de la mujer se llenaron de lágrimas cuando él le explicó que podría volver a ver a su esposo cuando este resucite en el Paraíso. “¿Pero cuándo acabará el sufrimiento?”, preguntó ella. Nathan le dio el tratado Pronto acabará el sufrimiento. Luego, como la señora quería saber en qué otras cosas creía el niño, este le entregó el tratado ¿Qué creen los testigos de Jehová?, tras lo cual se marchó. Semanas más tarde, la vio otra vez en el patio de la casa. La viejecita lo llamó y le dio un abrazo. “¿Sabes qué, Nathan? —le dijo—. Después de que me diste los tratados, me visitaron dos señoras Testigos, y ahora estoy estudiando la Biblia con ellas.”

UNA SOLA INVITACIÓN. Michael colaboró en la construcción de la nueva sucursal de las islas Salomón. Después de eso, decidió irse a predicar a Mbanika, la remota isla donde se crió y en la que vivían sus hermanos carnales. Allí no había ningún Testigo. Además, no existe el servicio postal, no hay teléfono y tampoco hay barcos que viajen con regularidad a la isla.

Junto con Hansly, un joven precursor, Michael viajó a Mbanika. Cuando llegaron, enseguida se pusieron a construir un pequeño Salón del Reino con hojas de palmera y a invitar a la gente a la Conmemoración de la muerte de Cristo. Como solo tenían una invitación impresa, se limitaban a enseñársela a las personas y a explicarles la importancia de la ocasión.

Un día antes de la Conmemoración remaron dos horas para invitar a una familia que vivía al otro lado de la isla. En la casa, sin embargo, solo estaban los niños. Así que Michael decidió dejarles la única invitación que tenían. Se la dio a la hija mayor y le pidió que se la entregara a su padre.

Al día siguiente por la tarde, mientras Michael y Hansly se preparaban para la Conmemoración, vieron llegar a la familia en una canoa. El padre había leído la invitación y pensó que debía tratarse de una celebración muy importante, de modo que llevó a toda su familia. En aquella ocasión hubo 52 concurrentes. Actualmente, Michael y Hansly siguen predicando en la isla y han establecido estudios bíblicos con quienes asistieron.

[Nota]

^ párr. 68 Elin falleció poco antes de que este anuario se publicara.

[Tabla de las páginas 40 a 47]

INFORME MUNDIAL DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ: AÑO DE SERVICIO 2010

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

[Mapas de las páginas 48 a 50]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)