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Noruega

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CORRÍA el año 1892. Desde la cubierta de una embarcación, un joven observaba emocionado la costa de Noruega. Su nombre era Knud Pederson Hammer, ex ministro de una iglesia bautista en Dakota del Norte (Estados Unidos). Hacía un año se había hecho Estudiante de la Biblia (como se llamaba entonces a los testigos de Jehová), y ahora volvía a su país para predicar a sus amigos y familiares.

Para aquel entonces, Noruega tenía unos 2.000.000 de habitantes, la mayoría de los cuales pertenecían a la Iglesia Estatal Luterana. Knud anhelaba enseñar a las personas sinceras acerca de Jehová, el Dios verdadero, y ayudarlas a entender que, lejos de atormentar a los pecadores en un infierno, él es todo amor. También deseaba hablarles del venidero Reinado de Mil Años de Cristo, durante el cual la Tierra se convertirá en un paraíso.

A medida que la embarcación se aproximaba a la orilla, Knud divisó aquella hermosa tierra: un largo y estrecho país con majestuosas montañas cubiertas de nieve, imponentes fiordos y densos bosques. Entonces reconoció lo difícil que sería llevar las buenas nuevas a regiones escasamente pobladas y con pocos caminos y puentes. Y es que aunque había ciudades grandes, parte de la población estaba dispersa en las zonas rurales, los pueblos pesqueros y los cientos de islas que salpican la costa. Con todo, Knud cumplió su comisión. No cabe duda de que la fe de los Testigos de hoy se fortalecerá al leer sobre su trabajo y sobre el crecimiento de la obra teocrática en Noruega a pesar de los obstáculos.

GERMINA LA SEMILLA DEL REINO

Algunos habitantes de Skien, la ciudad natal de Knud, mostraron interés en el mensaje del Reino. Sin embargo, él no pudo quedarse para seguir atendiéndolos porque tuvo que volver a Estados Unidos, donde estaba su familia. Pero en 1899 regresó a Noruega, pues Charles T. Russell, que en aquel tiempo supervisaba la obra de los Estudiantes de la Biblia, le pidió que estableciera una congregación en el país. Knud llevó consigo algunos ejemplares de los dos primeros volúmenes traducidos al danonoruego de la serie La Aurora del Milenio, obra que después se tituló Estudios de las Escrituras. Cabe señalar que en ese entonces el noruego escrito se parecía al danés, por lo que las publicaciones se podían leer tanto en Dinamarca como en Noruega. Aunque Knud logró predicar a mucha gente y dejar algunas publicaciones, al poco tiempo tuvo que volver de nuevo a Estados Unidos.

El año siguiente, Ingebret Andersen, quien vivía en las afueras de Skien, obtuvo la traducción al danonoruego del libro The Plan of the Ages (El plan de las edades), probablemente uno de los ejemplares que Knud había llevado a Noruega. Desde hacía mucho, Ingebret había estado interesado en la “segunda venida” de Cristo, y ahora, tanto él como su esposa, Berthe, estaban fascinados con lo que leían. Él no tardó en empezar a predicar. De hecho, iba a reuniones religiosas para hablar con los asistentes sobre el Reinado Milenario de Cristo y después visitaba a los que mostraban interés. Al poco tiempo se formó en Skien una congregación de al menos diez Estudiantes de la Biblia.

En 1904, después de que Knud se enterara por boca de un familiar de que había una pequeña congregación en Skien, regresó para buscar a Ingebret. Al llegar detuvo a un señor en medio de la calle y le preguntó: “¿Conoce a un tal Ingebret Andersen que viva por aquí?”. El hombre le contestó: “Sí, soy yo”. Knud se emocionó tanto que allí mismo se puso a enseñarle los libros que llevaba en su maletín. Ingebret, por supuesto, estaba encantado de conocerlo y de ver todas aquellas publicaciones.

Más tarde, Knud les habló con mucho entusiasmo a sus hermanos en la fe acerca de la organización y la obra de predicar. Para cuando volvió con su familia, que entonces vivía en Canadá, la congregación de Skien había recibido el estímulo necesario para seguir adelante.

SE LLEGA A OTRAS PARTES DE NORUEGA

Algo que impulsó la obra de predicar en el país fue la llegada en 1903 de tres colportores (lo que hoy llamaríamos precursores). Estos fueron Fritiof Lindkvist, Viktor Feldt y E. R. Gundersen. Fritiof se quedó en la capital, Cristianía (la actual Oslo), y en 1904 su casa se convirtió en las oficinas de la Sociedad Watch Tower, donde se atendían los pedidos de publicaciones y las suscripciones a Zion’s Watch Tower (La Torre del Vigía de Sión).

A fines de 1903, mientras el hermano Gundersen predicaba en Trondheim, ciudad de la zona central del país, le dio testimonio a una mujer llamada Lotte Holm y le dejó algunas publicaciones. Lotte volvió a su hogar, cerca de Narvik, más allá del círculo polar ártico, y llegó a ser la primera publicadora en el norte de Noruega. Posteriormente, Viktor Feldt viajó a Narvik y ayudó a dos matrimonios a hacerse Estudiantes de la Biblia. Ellos se pusieron en contacto con Lotte, y al poco tiempo este grupito se empezó a reunir con regularidad para estudiar las Escrituras. Hallgerd, la hermana de Lotte, también aceptó la verdad, y más tarde ambas sirvieron de precursoras en diversas partes del país.

A los hermanos Feldt y Gundersen les fue muy bien predicando en Bergen durante 1904 y 1905. De hecho, la revista Zion’s Watch Tower del 1 de marzo de 1905 informó lo siguiente sobre el progreso de la obra en aquella ciudad: “Un prominente predicador de la Iglesia Misión Libre ha recibido la clara iluminación. Ahora se ha entregado por completo al verdadero Evangelio para presentarlo al extenso público que con tanta atención lo escucha”.

Dicho predicador era Theodor Simonsen, quien después fue expulsado de su iglesia por enseñar las maravillosas verdades que había aprendido en nuestras publicaciones. Pero aquella pérdida para la iglesia benefició a los Estudiantes de la Biblia, pues ganaron un hermano muy amado y un magnífico orador. Theodor se estableció más tarde en Cristianía, donde existía una floreciente congregación de Estudiantes de la Biblia.

ALGUNOS DE LOS PRIMEROS PRECURSORES

Alrededor de 1905 había congregaciones de los Estudiantes de la Biblia en cuatro ciudades: Skien, Cristianía, Bergen y Narvik. En poco tiempo, varios publicadores entusiastas emprendieron el precursorado y llevaron las buenas nuevas a muchas otras partes del país. Aquellos primeros precursores tenían orígenes muy variados.

La primera hermana del país que emprendió el servicio de precursor fue Helga Hess. Era huérfana y vivía en Bergen, donde ya a la edad de 17 años era maestra de la escuela dominical. Cuando escuchó a Theodor Simonsen hablar en la Iglesia Misión Libre sobre lo que había aprendido en un libro de los Estudiantes de la Biblia, le dieron ganas de saber más y se puso a leer las publicaciones que estos editaban. Renunció a la escuela dominical y, en 1905, a sus 19 años, se fue a predicar las buenas nuevas en Hamar y Gjøvik.

En 1908, mientras Andreas Øiseth cortaba leña en la granja familiar cerca de Kongsvinger, un precursor le predicó y le dejó el libro El Plan Divino de las Edades. Andreas, quien para entonces era veinteañero, quedó encantado con lo que leyó y ordenó más publicaciones. Algunos meses después encargó la granja a uno de sus hermanos menores y se hizo precursor. Durante los ocho años subsiguientes predicó por casi todo el país. Primero viajó tierra adentro en dirección norte. En el verano usaba una bicicleta, pero en el invierno se desplazaba en una especie de trineo impulsado con el pie. Cuando llegó a Tromsø, se volvió en dirección sur y abarcó las regiones de la costa hasta Cristianía.

Anna Andersen, proveniente de Rygge, cerca del puerto de Moss, figuró también entre los primeros precursores. Había servido por años como oficial del Ejército de Salvación, dedicándose a ayudar a los necesitados. Por 1907 leyó algunas de nuestras publicaciones y se dio cuenta de que había hallado la verdad. En Kristiansund le predicó a una mujer que mostró mucho interés en la Biblia. Se trataba de Hulda Andersen (de casada Øiseth), que también era oficial del Ejército de Salvación. Al poco tiempo, ambas emprendieron un largo viaje en un barco costero a vapor que las llevó hasta Kirkenes, cerca de la frontera con Rusia, y desembarcaron en todos los puertos para dejar publicaciones. Más o menos por 1912, Anna se hizo precursora, y durante décadas viajó en barco y bicicleta por el país entero, dejando publicaciones bíblicas en casi todos los pueblos de Noruega. Además, pasó bastante tiempo en la ciudad sureña de Kristiansand, donde fue de gran ayuda en la floreciente congregación que allí había.

Karl Gunberg había sido oficial de la Marina antes de ser Estudiante de la Biblia. Alrededor de 1911, época en que se hizo precursor, tenía treinta y tantos años y trabajaba como instructor de navegación. Pese a su semblante severo, tenía la fama de ser alegre y simpático. Predicó por todo el país hasta su vejez y, como veremos más adelante, la experiencia que poseía como oficial de la Marina e instructor de navegación fue de gran utilidad en la difusión de las buenas nuevas.

LOS HERMANOS RECIBEN ÁNIMO

En octubre de 1905 reinaba la emoción entre los hermanos por la primera asamblea de Cristianía. Se reunieron unos quince asistentes, y tres de ellos se bautizaron. En 1906 hubo otra asamblea en Bergen, y a partir de 1909 se realizaron asambleas todos los años, a las que iban oradores de Dinamarca, Finlandia y Suecia. Algunos de estos hermanos también hacían visitas a las congregaciones en calidad de peregrinos, predecesores de los superintendentes viajantes.

Lo más sobresaliente de aquellos años fueron las visitas del hermano Russell. En 1909 visitó Bergen y Cristianía. ¡Cuánto agradecieron las congregaciones la oportunidad de conocerlo y escuchar sus discursos! Su segunda visita, en 1911, gozó de tanta publicidad que los 61 hermanos que acudieron al discurso público tuvieron el gusto de ver llegar a 1.200 personas.

Tres años más tarde, el hermano Russell nombró al primer superintendente viajante noruego: Henry Bjørnestad, quien visitaría de forma periódica a los hermanos de Noruega y Suecia.

SE ACELERA EL PASO ANTES DE 1914

En 1910 se publicó una valiosa herramienta de predicación titulada El Púlpito del Pueblo. Esta serie de tratados contribuyó a que más Estudiantes de la Biblia participaran activamente en la obra de predicar. Ansiosos de denunciar las mentiras religiosas y de explicar las verdades bíblicas, los publicadores distribuyeron gratis miles de ejemplares, insertándolos a menudo en los diarios.

Los Estudiantes de la Biblia estaban deseosos de ver lo que sucedería en 1914. El libro The Time Is at Hand (El tiempo ha llegado) —el segundo volumen de la serie La Aurora del Milenio⁠— explicaba que el fin de los tiempos de los gentiles llegaría en 1914, en medio de un período de crisis y desorden, tras lo cual el Reino de Dios comenzaría a gobernar. Los Estudiantes de la Biblia también esperaban que los coherederos con Cristo recibieran para entonces su recompensa celestial.

El asunto se convirtió en un tema de conversación habitual. Por ejemplo, en el intermedio de un concierto que la orquesta de la ciudad de Skien presentó una noche de julio de 1914, Karl Kristiansen, uno de los músicos, se puso a hablar con algunas personas de lo que estaba por suceder. Les dijo: “En unas cuantas semanas, algo va a sobrevenir. Primero habrá guerra, seguida de un estado de caos, luego cundirá la anarquía y entonces vendrá el Reino de Dios”. Cuando al poco tiempo estalló la I Guerra Mundial, la gente buscó a Karl para que le diera más información.

En Arendal, ciudad de la costa sur del país, solo había una Estudiante de la Biblia en 1914. Cierto día, esta hermana conoció a Mia Apesland en la calle y le dijo que, de acuerdo con la Biblia, en el otoño de ese mismo año se desataría una guerra. “Ver para creer”, respondió Mia. Al poco tiempo, al ver que sucedió lo que la publicadora le había dicho, Mia llegó a creer. Ella, la hermana y otro grupito de personas formaron la primera congregación de Arendal.

LA OBRA PROGRESA, PERO SURGEN PROBLEMAS

El tiempo transcurrió, y algunas de las cosas que los Estudiantes de la Biblia esperaban para 1914 no sucedieron. Aun así, siguieron predicando con entrega. Desde diciembre de 1914 hasta bien entrado el año 1915, el “Foto-Drama de la Creación” —una maravillosa presentación que combinaba diapositivas con fragmentos de película⁠— dio un excelente testimonio ante grandes multitudes en las ciudades de Cristianía, Bergen, Trondheim, Skien, Arendal y Kristiansand.

Sin embargo, los problemas no tardaron en surgir. Fritiof Lindkvist, quien había dirigido la obra en Noruega durante casi diez años, se aferró a sus propias ideas y, en 1916, abandonó la organización. Así que en los años siguientes la obra en el país quedó bajo la supervisión de hermanos de Suecia y Dinamarca. Pero en 1921, dicha tarea pasó a estar en manos de Enok Öman, quien se encargó de ella hasta 1945.

Hubo además cierto descontento cuando, tras la muerte de C. T. Russell en 1916, J. F. Rutherford asumió la responsabilidad de supervisar la obra mundial de los Estudiantes de la Biblia. Muchos también se apartaron de la verdad al ver frustradas sus expectativas sobre 1914 y presenciar determinados cambios de organización. Las consecuencias fueron más graves en la congregación de Bergen, donde para 1918 solo quedaban un hermano y siete hermanas. Una buena cantidad de publicadores de Trondheim, así como un grupo de Cristianía, también se alejaron de la verdad. No obstante, aquellos que apoyaron con lealtad la organización pronto recibirían abundantes bendiciones de parte de Jehová.

NUEVOS BRÍOS

“Millones que ahora viven no morirán jamás.” Así se tituló el emocionante y cautivador discurso que el hermano Rutherford pronunció en 1918 y que se estuvo presentando por todo el mundo desde 1920 hasta 1925. A. H. Macmillan, de la sede mundial en Nueva York, dio aquel discurso en varias ciudades de Noruega. En Cristianía se llenó por completo el auditorio de la universidad, y muchas de las personas que llegaron después no pudieron entrar. Cuando el hermano Öman vio que se marchaban, se paró en la entrada, encima de un cajón, y anunció a voz en cuello: “Si todos ustedes regresan en hora y media, Macmillan volverá a dar el discurso”. Y así fue: el hermano Macmillan terminó, y aquel auditorio se llenó por segunda vez. En años subsiguientes, la presentación del discurso en el resto del país estuvo a cargo de hermanos noruegos. Miles de personas escucharon con atención las contundentes pruebas bíblicas que demuestran que muchos sobrevivirán al Armagedón y obtendrán vida eterna en un paraíso en la Tierra. Además, se distribuyó ampliamente el folleto titulado Millones que ahora viven no morirán jamás.

De 1922 a 1928, los Estudiantes de la Biblia repartieron cientos de miles de tratados que contenían resoluciones adoptadas en asambleas. Entre estos figuraban Un desafío a los líderes del mundo, Una advertencia a todos los cristianos y Eclesiásticos denunciados. Muchos Estudiantes de la Biblia se estrenaron como publicadores distribuyendo estos tratados.

Con todo, no se veía mucho crecimiento. Aunque había precursores y publicadores muy trabajadores y constantes, también estaban aquellos que necesitaban ayuda para participar más en la obra de predicar. Aparte de eso, la mayoría de las publicaciones no estaban disponibles en noruego, sino en danés, danonoruego o sueco. ¿Cómo cobraría nuevos bríos la predicación?

En abril de 1925, la edición en noruego de Bulletin (ahora Nuestro Ministerio del Reino) hizo este emocionante anuncio: “Nos complace enviarles el primer número en noruego de la revista The Golden Age [actualmente ¡Despertad!]. A partir de ahora se pueden solicitar suscripciones”. La nueva edición, que comenzó con el número de marzo de 1925, no tardó en gozar de amplia aceptación, tanto en Noruega como en Dinamarca. Para 1936, año en que su nombre cambió a Ny Verden (Nuevo Mundo), ya tenía 6.190 suscriptores noruegos.

MEJOR ORGANIZACIÓN Y NUEVAS INSTALACIONES

En mayo de 1925, más de quinientos Estudiantes de la Biblia de diversas partes de Escandinavia se reunieron en una asamblea en Örebro (Suecia). Allí, el hermano Rutherford anunció que en Copenhague (Dinamarca) se establecería la Oficina de Europa del Norte. William Dey llegaría de Londres para supervisar la obra en Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia y los países bálticos. No obstante, cada país seguiría teniendo un superintendente local, función que Enok Öman continuaría ejerciendo en Noruega.

William Dey, un dinámico hermano escocés, contribuyó significativamente al progreso de la obra y fortaleció a las congregaciones con su simpatía y su buen ejemplo en el ministerio. También fue un organizador competente. Durante septiembre y octubre de 1925 viajó por toda Noruega y organizó los asuntos de las congregaciones de acuerdo con las pautas de la sede mundial. Les hablaba a los hermanos en inglés, y alguien más le servía de intérprete. La Oficina de Europa del Norte estuvo a su cargo hasta la II Guerra Mundial.

Por algún tiempo se había estado buscando un lugar más apto para la sucursal noruega. En 1925 un hermano que recibió una herencia compró un edificio de tres pisos en Oslo y se lo vendió a la organización por más o menos la mitad de su costo. Todo esto sucedió en el momento más oportuno. Hasta 1983, aquel edificio cumplió muy bien su propósito.

UNA ORGANIZACIÓN DE TESTIGOS ACTIVOS

El año 1931 fue histórico, pues los siervos de Dios de todo el mundo adoptaron un nuevo nombre: testigos de Jehová. El hermano Öman escribió: “Al adoptar nuestro nuevo nombre, todos nos pusimos de pie y con júbilo exclamamos: ‘¡Sí!’”. Entusiasmados por la idea de tener un nombre bíblico, los hermanos tomaron la firme determinación de vivir a la altura de él.

La bendición de Jehová sobre la obra de predicación en Noruega era evidente. En 1918, el promedio de publicadores era de 15, y para 1938 había ascendido a 328. Los siervos de Jehová no solo eran estudiantes de la Biblia; eran testigos activos.

Sirva como ejemplo el caso del hermano Even Gundersrud, quien se bautizó en 1917 y se reunía con la congregación de Skien. Al principio, su esposa le escondía los zapatos para que no asistiera a las reuniones. Aun así, él iba descalzo. Un día, la mujer lo encerró en la habitación, pero él escapó saltando por la ventana. Nada de lo que ella hacía podía impedir que él fuera a las reuniones. Even, por su parte, seguía tratándola con cariño. Pasado el tiempo, ella sintió vergüenza de que su esposo se fuera descalzo a la ciudad y, a fin de averiguar por qué las reuniones eran tan importantes para él, empezó a acompañarlo. De sobra está decir que terminó haciéndose testigo de Jehová.

La congregación de Skien, al igual que todas las de aquel tiempo, irradiaba gran entusiasmo. Sus miembros predicaban en las zonas rurales, en los pueblos y en las ciudades cercanas. Los fines de semana viajaban en camiones o embarcaciones para predicar y organizar reuniones. No tardaron en formarse nuevos grupos y congregaciones. En otras partes del país, las congregaciones también bullían de actividad.

LA OBRA PROGRESA EN BERGEN

En 1918, Torkel Ringereide, quien llegó a ser uno de los publicadores más diligentes de la región de Bergen, encontró un folleto editado por los Estudiantes de la Biblia. Más tarde se puso en contacto con el único publicador varón que había en Bergen: el hermano Dahl, en cuyo hogar la pequeña congregación celebraba las reuniones. Entre las siete hermanas que se reunían allí estaba Helga Hess, antes mencionada, quien ya había regresado a Bergen. Torkel se unió al grupo y, en 1919, contrajo matrimonio con Helga.

Torkel Ringereide era un hombre intrépido y de fuerte voz. Por años fue el único orador de la congregación. Los domingos solía presentar discursos en los que denunciaba abiertamente la hipocresía y las enseñanzas falsas del clero. A menudo los discursos se anunciaban en los periódicos, y la cantidad de personas interesadas que asistían a las reuniones superaba por mucho a la de los Estudiantes de la Biblia que había en la zona.

El hermano Ringereide invitaba a los presentes a que hablaran de la verdad con otros. En 1932, Nils Raae se contó entre los que respondieron a tal invitación. Nils conocía la verdad desde hacía un año, pero se había abstenido de predicar. La congregación estaba por comenzar una extensa campaña con el folleto El Reino, la esperanza del mundo, y el hermano Ringereide pronunció un discurso sobre la importancia de participar en el ministerio. “Fue un discurso magistral que me llegó al corazón”, comentó Nils. El hermano concluyó citando las palabras de Jehová registradas en Isaías 6:8: “¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?”. Y añadió: “¿Responderemos como Isaías y diremos: ‘¡Aquí estoy yo! Envíame a mí’?”. Aquello era justo lo que Nils y su esposa necesitaban. Sin pensarlo dos veces, empezaron a predicar.

Los hermanos frecuentaban la casa de Torkel y Helga para hablar de la verdad. En tales ocasiones, la fe de los nuevos y los jóvenes se fortalecía. Los publicadores de Bergen solían predicar en los distritos circundantes viajando en embarcaciones y camiones. Al terminar se reunían para contar experiencias y pasar un buen rato.

DILIGENTES PROCLAMADORES DE OSLO

Durante los años veinte y treinta, la obra de predicar también progresó en la zona de Oslo. Entre los publicadores de ese entonces se contaba Olaf Skau, quien se bautizó en 1923. En 1927 se le nombró como director de servicio de la congregación, y por décadas desempeñó esa tarea con amor y dinamismo. Organizaba el ministerio en Oslo y también coordinaba expediciones de predicación de fin de semana en camión o autobús a las regiones que rodean la capital. Para ello se quedaba hasta bien entrada la noche trazando mapas y planeando los viajes.

Los publicadores de Oslo visitaban las zonas rurales y ciudades circundantes, desde Halden y Fredrikstad, al sur, hasta Hamar, al norte; y desde Kongsvinger, al este, hasta Drammen y Hønefoss, al oeste. A eso de las 9.00 de la mañana llegaban al territorio y predicaban de casa en casa todo el día. Muchas veces celebraban reuniones públicas durante sus visitas. El puñado de hermanos que vivían en tales regiones agradecían profundamente aquel trabajo, el cual contribuyó a que se formaran más grupos y congregaciones. En una campaña de nueve días realizada en 1935, los 76 publicadores de Oslo distribuyeron 13.313 folletos, es decir, un promedio de 175 por publicador.

Esther, la esposa de Olaf, padecía de artritis y usaba una silla de ruedas. Con todo, ella y su esposo siempre recibían a los hermanos en su casa. Olaf, quien solía cocinar, a menudo preparaba sus famosas alitas de pollo. Pero lo que aún recuerdan los Testigos de esa época son los pasatiempos bíblicos y las amenas conversaciones sobre temas espirituales que disfrutaban en aquellas ocasiones tan edificantes. “Nunca nos marchábamos espiritualmente vacíos”, recuerda Ragnhild Simonsen.

“CORRECTAMENTE DISPUESTOS PARA VIDA ETERNA”

La gente de antes era más religiosa y sabía más de las Escrituras que la de ahora. A muchos les gustaba hablar de la Biblia y, tal como en el primer siglo, “los que estaban correctamente dispuestos para vida eterna se hicieron creyentes” (Hech. 13:48).

Por poner un caso, cierto día de 1924 una mujer llamada Durdei Hamre recibió un folleto, el cual estuvo leyendo durante toda la noche. Más tarde reconoció: “Me fui a la cama pensando como pentecostal, pero me levanté pensando como testigo de Jehová”.

A mediados de la década de 1920, uno de los hijos de la familia Fjelltvedt asistió a un discurso público acerca del infierno y se quedó con un folleto sobre el tema. Tras leerlo se convenció de que esa doctrina es falsa. Poco después, mientras la familia estaba reunida en la granja, les contó entusiasmado a sus siete hermanos y tres hermanas las cosas que había aprendido. Estuvieron hasta bien entrada la noche hablando sobre el folleto. Sus hermanos y hermanas, así como muchos de sus cuñados y cuñadas, no tardaron en hacerse Estudiantes de la Biblia. Posteriormente, una buena cantidad de hijos y nietos de esta familia llegaron a ser celosos publicadores, y algunos llevaron la verdad a otras regiones.

El interés en los asuntos espirituales de la gente de Bergen y Oslo se hizo patente cuando M. A. Howlett, de la sede mundial en Nueva York, fue a discursar a las asambleas de distrito de 1936. En Bergen hubo 810 asistentes en el discurso público, incluidos algunos ministros religiosos y un obispo, y solo 125 eran Testigos. En Oslo se reunieron 140 hermanos y tuvieron la sorprendente asistencia de 1.014 personas en el discurso público.

“¡YA ESTÁN EMPEZANDO A LLEGAR!”

El pueblo de Jehová estalló de emoción cuando, en 1935, se reveló la verdadera identidad de la “gran muchedumbre” mencionada en Revelación 7:9-17. A los Testigos les alegró entender que cristianos con la esperanza de vivir en un paraíso terrestre podían unirse al resto ungido como siervos dedicados de Dios. De ese año en adelante, la predicación se concentró en reunir a la gran muchedumbre que sobreviviría a “la gran tribulación”. Así comenzó la mayor recolección de cristianos verdaderos de toda la historia.

En 1935, algunos precursores que tenían esperanza celestial fueron a predicar a una zona rural cerca de Lillehammer. John Johansen, de diez años, los escuchó atentamente mientras hablaban a su familia sobre el propósito de Dios de hacer de la Tierra un paraíso. Para cuando John tenía 13 años, había abrigado tal deseo de contar a la gente su feliz esperanza que tomó prestada una mochila de su padre y salió a predicar por su cuenta a los vecinos. Más de setenta años después, John —junto a Edith, su esposa⁠— sigue trabajando duro en el ministerio con la satisfacción de haber contribuido a que más personas se unieran al pueblo de Dios.

Para 1937, Olaf Rød y otro hermano eran los únicos Testigos de Haugesund. Cierto día, mientras estaban en casa de Olaf hablando acerca de la gran muchedumbre, se preguntaron cómo se reuniría a tantas personas. De pronto, escucharon que alguien llamó a la puerta. Cuando Olaf abrió, allí estaba Alfred Trengereid, quien había encontrado un ejemplar de La Torre del Vigía (actualmente La Atalaya). Tanto le había gustado que enseguida remó hasta Haugesund para pedirle más publicaciones a Olaf, el único Testigo de quien tenía conocimiento. Olaf, sorprendido, pensó: “¡Ya están empezando a llegar!”. Y en efecto, las personas siguieron llegando, aunque cada cual a su tiempo y manera. Alfred se convirtió en uno de los muchos que respondieron favorablemente al mensaje del Reino y se hicieron Testigos.

SE USAN EMBARCACIONES PARA REUNIR A LA GRAN MUCHEDUMBRE

Llegar a toda la gente esparcida por las numerosas islas y las remotas regiones costeras parecía una tarea imposible cuando la obra inició en Noruega. Pero en 1928 la sucursal compró una embarcación a motor a la que le pusieron el nombre de Elihu. Era lo suficientemente amplia como para llevar a dos o tres precursores y serviría para viajar por las accidentadas costas del país. ¿Y quién se ofrecería para navegarla? Karl Gunberg, quien además de llevar años en el precursorado, contaba con mucha experiencia por haber sido oficial de la Marina e instructor de navegación. El barco zarpó de Oslo hacia el sur haciendo paradas en los puertos a lo largo de la costa. Pero cierta noche, durante una tormenta invernal de 1929, se hundió cerca de Stavanger. Afortunadamente, quienes iban a bordo lograron llegar a salvo hasta la orilla.

En 1931 se consiguió otra embarcación, la cual se llamó Ester. Una vez más, Karl se hizo a la mar acompañado por dos hermanos. Durante los siguientes siete años, Ester sirvió para abarcar territorios del oeste y del norte de Noruega. En 1932, sin embargo, Karl pensó que él ya estaba “muy viejo para embarcarse en más aventuras” y se fue a servir de precursor al este del país, dejando a Ester en manos de Johannes Kårstad. En 1938, Ester fue reemplazada por Ruth, embarcación que se utilizó hasta 1940, cuando la II Guerra Mundial interrumpió la predicación por mar. Para entonces se había abarcado un extenso territorio y se habían distribuido muchas publicaciones. En 1939, Andreas Hope y Magnus Randal, los dos hermanos que iban a bordo de Ruth, informaron que tan solo en un año habían dejado más de 16.000 libros, folletos y revistas, y que habían reproducido 1.072 discursos grabados ante 2.531 personas.

Además de innumerables experiencias en el ministerio, aquellos precursores disfrutaron de vistas asombrosas. “Todos los días navegábamos hacia el norte —comentó Andreas Hope⁠—, entrando y saliendo de los fiordos y bordeando los imponentes cabos. El paisaje era espectacular, majestuoso, indómito.” Cuando se encontraban por encima del círculo polar ártico, se quedaban sin aliento al ser testigos del incandescente sol de medianoche en verano y el impresionante resplandor de las auroras boreales en invierno.

UNA PRECURSORA MUY TENAZ

Durante la década de los treinta aumentó rápidamente la cantidad de precursores. Es cierto que aquellos hermanos carecían de muchas comodidades. Pero gracias a su inagotable celo, predicaron y distribuyeron publicaciones bíblicas en extensos territorios, colocando así un sólido fundamento para el crecimiento de la obra.

Por ejemplo, Solveig Løvås (de casada Stormyr), originaria de Oslo, había asistido a varios servicios religiosos en busca de la verdad, y finalmente la halló en una reunión de los testigos de Jehová. Se bautizó en 1933, y dos años después se fue al norte del país para servir de precursora. Aunque cojeaba un poco a causa de una poliomielitis, en seis años predicó en la mayoría de las ciudades, pueblos y comunidades pesqueras desde el sur de Bodø hasta Kirkenes. Dejó publicaciones bíblicas en manos de miles de personas, y en tan solo un año informó más de mil cien suscripciones a nuestras revistas.

Alguien que mostró gran interés en el mensaje que llevaba Solveig fue Dag Jensen, un carpintero que vivía en el pueblo de Hennes, en Vesterålen. Por años, Dag había recibido nuestras publicaciones a través de otras personas interesadas. Cuando Solveig le dio testimonio, aceptó una suscripción. Luego ella se marchó a otro territorio, y Dag comenzó a predicar por cuenta propia y a ofrecer prestadas las pocas publicaciones que tenía.

En la isla de Andøya, Solveig llegó a una casucha en la que vivía un grupo de pescadores fornidos. Con valor se puso a predicarles, presentarles discursos grabados y ofrecerles suscripciones. Un joven llamado Frits Madsen mostró interés y se suscribió a nuestras revistas. Tan pronto como Solveig cubría un territorio, se marchaba a otro. Y es que esa era la rutina de los precursores: predicar, hallar personas interesadas, suscribirlas o dejarles publicaciones y partir al siguiente lugar. Pero ¿qué podía hacerse a fin de seguir cultivando el interés de la gente?

SE PASTOREA A LAS OVEJAS DE DIOS

En enero de 1939 entró en vigor un nuevo sistema para los superintendentes viajantes, y en consecuencia Noruega se dividió en cuatro zonas, o circuitos. Los superintendentes de circuito (conocidos entonces como siervos de zona) ahora pasarían más tiempo en cada lugar. Se concentrarían en apoyar a las congregaciones ya existentes y en establecer otras, así como en ayudar a los nuevos a participar en el ministerio. Andreas Kvinge recibió la asignación de atender el Circuito 4, el cual abarcaba 2.600 kilómetros (1.600 millas), desde Florø hasta Kirkenes. En todo ese tramo había solo tres congregaciones: Trondheim, Namsos y Narvik. Pero también había que visitar a publicadores y grupos aislados y a las personas que estaban suscritas.

Andreas —junto con Sigrid, su esposa⁠— partió en dirección norte, viajando casi todo el tiempo en bicicleta. Se esforzó por ayudar a todos los publicadores y personas interesadas que halló a progresar en la verdad. Entre los precursores que le dieron más información sobre las personas que había que atender estaba la hermana Solveig Løvås. Ella le habló de Dag Jensen, del pueblo de Hennes, así como de Frits Madsen, de la isla de Andøya.

Al recordar la ocasión en que conoció a Dag en 1940, Andreas cuenta: “Se estaba rasurando y tenía la cara llena de jabón. ¡Todavía recuerdo sus ojos brillando entre la espuma! Cuando me presenté, se le olvidó por completo que tenía que terminar de rasurarse”. Gracias al apoyo de Andreas, Dag progresó espiritualmente. Al poco tiempo ayudó a su esposa, Anna, y a muchos amigos y familiares a conocer la verdad.

A fin de buscar a Frits Madsen —el joven pescador antes mencionado⁠—, Andreas viajó al pueblo de Bleik, en Andøya. Con la ayuda de Andreas, Frits y su esposa llegaron a constituir los cimientos de la primera congregación que se formó en ese lugar. Andreas y Sigrid fueron a muchos lugares más para visitar a quienes ya habían aceptado el mensaje por boca de Solveig y otros precursores. Al igual que los demás superintendentes de circuito, Andreas también organizaba reuniones y establecía congregaciones. Tal como sucedió con los cristianos del siglo primero, en Noruega hubo hermanos que plantaron y otros que regaron, pero “Dios siguió haci[endo] crecer” la obra de forma extraordinaria (1 Cor. 3:6).

LA II GUERRA MUNDIAL SACUDE A NORUEGA

En abril de 1940, la II Guerra Mundial alcanzó a Noruega, pues las tropas alemanas invadieron el país. Tras solo sesenta y dos días de combate, la nación quedó bajo el dominio nazi. Para entonces, varios pueblos habían sufrido intensos bombardeos. Unos días después de haber comenzado la invasión, la Gestapo arrestó al superintendente de la sucursal, Enok Öman, y lo mantuvo preso una semana. Los oficiales lo sometieron a un breve interrogatorio y luego lo dejaron ir, pero algunas semanas más tarde, lo volvieron a detener para interrogarlo.

Los hermanos temían que los nazis los enviaran a campos de concentración, como lo habían estado haciendo en Alemania. Pero los nazis no tomaron tal acción, así que los publicadores siguieron predicando con determinación y entusiasmo. En realidad, la gente parecía más receptiva a las buenas nuevas debido a la guerra, y se comenzaron muchos cursos bíblicos a domicilio (conocidos entonces como estudios modelo). Respecto a las publicaciones, Dinamarca todavía enviaba La Atalaya en danés, y la revista conocida entonces como Consolación continuó editándose en noruego con el nombre Ny Verden. Se siguieron celebrando reuniones y asambleas y, sorprendentemente, la cantidad de publicadores aumentó.

CONFISCACIONES, ARRESTOS Y PROSCRIPCIÓN DE LA OBRA

Con todo, los problemas aún estaban por comenzar. De nuevo, unos oficiales alemanes entraron a la sucursal, pidieron publicaciones e interrogaron al hermano Öman. A finales de 1940 confiscaron todos los ejemplares del libro Enemigos debido a lo que decía sobre el fascismo y el nazismo. Y a principios de 1941, la policía arrestó e interrogó a varios precursores. A veces, nazis alemanes y noruegos asistían a las reuniones con tal de espiar las congregaciones. Más adelante, las autoridades nazis regresaron a la sucursal y confiscaron los ejemplares de los folletos Fascismo o Libertad y Gobierno y Paz.

De pronto, en julio de 1941, la Gestapo inició una campaña nacional en Noruega para erradicar la predicación. Cinco oficiales alemanes llegaron a la sucursal, confiscaron las publicaciones que quedaban y se llevaron a los miembros de la familia Betel a la jefatura para interrogarlos. El hermano Öman tuvo que presentarse en la jefatura todos los días durante doce semanas.

En una operación perfectamente coordinada, la Gestapo registró los hogares de los encargados de la obra y confiscó todas las publicaciones editadas por la Sociedad Watch Tower. Les advirtieron a los publicadores que si no dejaban de predicar, los enviarían a campos de concentración. También arrestaron a varios hermanos y hermanas, y algunos de ellos estuvieron presos por unos cuantos días.

En Moss, las autoridades entraron a la casa de Sigurd Roos, confiscaron sus publicaciones y lo arrestaron a él, a su esposa y a otro hermano. Les ordenaron que dejaran de predicar y de usar el nombre de Jehová. Los hermanos les explicaron que tenían que seguir hablando acerca de Jehová y su Reino. Al final, la policía reconoció: “Está bien, es imposible arrebatarles su fe”. Pocas horas más tarde, se puso en libertad a estos cristianos íntegros.

En Oslo, los nazis también registraron la casa del hermano Olaf Skau, clausuraron su armario de libros y confiscaron biblias, publicaciones y gramófonos. Sin embargo, no hallaron las tarjetas de registro de los publicadores, pues estaban escondidas en el horno. Más tarde, los nazis volvieron con un camión para llevarse los libros. A la cabeza estaba el subteniente Klaus Grossmann, un nazi muy temido. Cuando Olaf le preguntó a Grossmann qué harían con las publicaciones bíblicas, él le contestó que las iban a hacer trizas.

—¿Acaso Jehová no le inspira ningún temor? —preguntó el hermano.

—¡Más le vale a Jehová que se cuide! —dijo Grossmann con arrogancia. Cabe mencionar que cuatro años después, cuando los nazis se rindieron, aquel hombre se suicidó.

En julio de 1941, la Gestapo arrestó en Bodø a Andreas Kvinge y le ordenó que dijera dónde estaban todos los Testigos del norte de Noruega. “No tengo idea de dónde puedan estar en este momento”, respondió el hermano sin mentir. Ya se imaginará lo que sintió cuando, en pleno interrogatorio, los oficiales vaciaron sobre el piso su maletín, el cual contenía documentos con los nombres y direcciones de congregaciones, así como de personas interesadas y siervos de congregación. Pero para el alivio de Andreas, nadie se tomó la molestia de revisar aquellos papeles. Lo que a la Gestapo le interesaba era que Andreas firmara un documento donde reconociera que estaba prohibido predicar y ser testigo de Jehová.

“Nosotros sabemos que nuestra obra está proscrita —contestó Andreas⁠—, así que yo puedo firmar reconociendo que estoy al tanto de eso. Pero aunque nos hayan prohibido reunirnos y distribuir revistas y libros, seguiremos usando la Biblia y hablando a la gente acerca del Reino de Dios.” Cuando los de la Gestapo se dieron cuenta de que Andreas no cedería, lo dejaron marcharse.

Por último, los nazis se apropiaron de la sucursal. Pese a que permitieron que los Öman se quedaran, los demás miembros de la familia Betel tuvieron que irse.

REUNIONES CRISTIANAS EN PLENA PROSCRIPCIÓN

Cuando los nazis trataban de acabar con la obra, los Testigos se limitaron a realizar sus actividades teocráticas de forma clandestina. Un grupito de hermanos hizo algunos viajes para visitar y animar a sus compañeros creyentes. Søren Lauridsen, que había servido en Betel por un tiempo, se dirigió al sur del país. En el norte, Andreas Kvinge siguió visitando a los hermanos de su circuito, y a fin de disipar cualquier sospecha, realizaba trabajos seglares de vez en cuando. Magnus Randal, uno de los precursores que sirvió a bordo de Ruth, partió en 1943 al norte del país para dar ánimo a los publicadores de Bodø, cuyas direcciones había conseguido por medio del hermano Öman. A fin de llegar, tuvo que recorrer 1.200 kilómetros (750 millas) en bicicleta.

Aunque las autoridades prohibían celebrar reuniones, los hermanos se seguían congregando para animarse unos a otros. Normalmente se juntaban grupitos en casas particulares, pero a veces se reunían a escondidas grupos más grandes. La Conmemoración de 1942 se realizó en dos lugares de Oslo, y los hermanos tuvieron el gusto de contar con una asistencia total de 280, de los cuales 90 participaron de los emblemas.

También llegaron a organizarse asambleas clandestinas en bosques o granjas apartadas. La más concurrida, celebrada en 1943, tuvo lugar en un bosque a las afueras del pueblo de Ski. Se reunieron unos ciento ochenta hermanos provenientes de los alrededores del fiordo de Oslo. Durante uno de los intermedios, mientras los asistentes comían, se aparecieron por allí tres soldados alemanes montados a caballo. ¿Qué iban a hacer los asistentes?

Un hermano que sabía alemán abordó a aquellos hombres, y estos le dijeron que se habían perdido mientras buscaban un lugar para nadar. De sobra está decir que los hermanos les indicaron con mucho gusto el camino.

—¿Para qué estará reunida toda esta gente? —preguntó uno de los soldados a sus compañeros a medida que se alejaban.

—Quién sabe, a lo mejor es algún tipo de coro —le contestó otro soldado. Los hermanos, sin la menor intención de corregirlos, dieron un suspiro de alivio cuando por fin los perdieron de vista.

UNA OBRA BIEN ESCONDIDA

Muchos hermanos se las ingeniaron para guardar publicaciones en sitios inimaginables; solían incluso enterrarlas. El hermano Skau, que era electricista, escondía una caja de libros detrás de un transformador en su lugar de trabajo. Por otra parte, el hermano Øiseth ocultaba publicaciones en una colmena, mientras que el hermano Kvinge las tenía en un cajón de papas.

Preocupada de que las autoridades descubrieran el almacén de publicaciones de Harstad, Lotte Holm sacó todas las cajas para llevárselas en barco hasta su casa. Al abordar, apiló las cajas en la cubierta y se sentó sobre ellas. Cuando la embarcación ya estaba zarpando, Lotte casi se desmaya al ver la cantidad de soldados alemanes que iban a bordo. No podía dejar de pensar en cómo bajaría sus cajas sin que descubrieran lo que estaba haciendo. Pero la verdad es que no tenía de qué preocuparse. Una vez que la embarcación llegó al muelle, los soldados —conmovidos ante aquella viejecita cargada de tantas cosas⁠— la ayudaron a bajar las cajas y hasta le hicieron el favor de llevárselas a su casa. ¡Qué se iban a imaginar aquellos hombres tan amables que con ese favor estaban ayudando a los Testigos!

A pesar de la proscripción, los hermanos seguían introduciendo clandestinamente desde Suecia y Dinamarca los ejemplares más recientes de La Atalaya. Los artículos de estudio se traducían al noruego, y se distribuían por todo el país copias escritas a máquina. Había una intrincada red de mensajeros que viajaban en tren, bicicleta o barco para llevar a tiempo el alimento espiritual a los cristianos verdaderos de Noruega.

LOS HERMANOS SIGUEN PREDICANDO

Durante la guerra surgió una situación que puso a prueba a los Testigos del país. Cuando se proscribió nuestra obra en julio de 1941, se les advirtió a los hermanos que tuvieran cuidado de no provocar a las autoridades nazis. Por tanto, muchos optaron por dar informalmente el mensaje a sus familiares y conocidos o revisitar a las personas a quienes ya habían predicado. Algunos hermanos, sin embargo, consideraron que esa forma de dar testimonio era muy pasiva y que no había nada que perder si se predicaba de casa en casa usando solo la Biblia. Pese a las opiniones encontradas respecto a la manera en que se debía predicar, todos los hermanos tenían el deseo sincero de servir fielmente a Jehová en medio de la persecución.

¿A qué decisión llegarían los hermanos? La guerra les impedía comunicarse con la sede mundial en Nueva York, de modo que todo parecía indicar que la situación tardaría en resolverse. Mientras tanto, ¿permitirían los hermanos que sus diferencias de opinión debilitaran su fe? ¿O, más bien, seguirían predicando como pudieran y esperarían a que Jehová y su organización les dieran instrucciones?

Está claro que Jehová bendijo el servicio que efectuaron aquellos cristianos fieles, pues la obra tuvo el mismo crecimiento durante la guerra que en los cinco años previos a esta. Aun con los conflictos bélicos, la proscripción y las diferencias de opinión respecto a cómo predicar, el máximo de publicadores aumentó de 462 en 1940 a 689 en 1945, una razón más para estar gozosos.

UNIDOS EN EL SERVICIO A JEHOVÁ

En los meses de julio y agosto de 1945, después de que terminara la guerra, William Dey visitó Noruega para ayudar a los Testigos a reorganizar sus labores. El hermano Dey programó reuniones en Oslo, Skien y Bergen e invitó a los hermanos a unificar sus esfuerzos. Les señaló que habían sido bendecidos, que habían aumentado y que podían seguir adelante confiando en la dirección de Jehová.

En septiembre de 1945, Nathan H. Knorr, de la sede mundial, se puso en contacto con Marvin F. Anderson, un hermano norteamericano de ascendencia danesa. Marvin tenía 28 años, era superintendente de circuito en Estados Unidos y había servido en Betel de Nueva York. El hermano Knorr le preguntó si estaba dispuesto a viajar a Noruega para encargarse de ciertos asuntos y a quedarse allá “una buena cantidad de años”. Aunque Marvin aceptó, pasarían algunos meses antes de que llegara a Noruega.

Mientras tanto, los hermanos Knorr y Henschel fueron a Noruega en diciembre de 1945. Los lazos de amor y unidad de los Testigos del país se estrecharon gracias a la guía que recibieron de aquellos visitantes. Además, el hermano Knorr anunció que William Dey sería el superintendente de sucursal en lugar del hermano Öman. Un mes después, Marvin Anderson llegó a Noruega, y en febrero lo nombraron superintendente de sucursal. La II Guerra Mundial había quedado en el pasado, y los siervos de Jehová de Noruega se entregaron al ministerio con fuerzas renovadas, seguros de que Jehová los bendeciría.

LA ORGANIZACIÓN AVANZA A TODA MÁQUINA

Al llegar Marvin Anderson a Noruega, la sucursal bullía de actividad. En septiembre de 1945 se publicaron cinco folletos: uno en noruego y cuatro en sueco. Un mes después, el 1 de octubre de 1945, La Atalaya se hizo disponible en noruego, y posteriormente se editaron más publicaciones.

El hecho de no tener publicaciones en noruego daba lugar a situaciones confusas. Por ejemplo, uno de los folletos en sueco se titulaba Hopp, que en dicho idioma significa “esperanza”, pero que en noruego quiere decir “saltar”. Por tanto, los publicadores tenían que explicarles a sus oyentes que el mensaje que contenía el folleto no tenía nada que ver con dar brincos.

En 1946, cuando el hermano Anderson fue nombrado superintendente de sucursal, Betel estaba abarrotado. ¡Con decir que tuvo que compartir la habitación con cinco hermanos! Otras personas se habían mudado al edificio durante la ocupación nazi. Así que, a fin de ganar espacio para la creciente familia Betel, se reubicó a esos inquilinos.

Marvin centró todas sus energías en su nueva asignación. La sucursal fue renovada y se compró maquinaria, incluida una prensa de pedal. Además, en 1946 dio inicio en las congregaciones un nuevo y emocionante programa de enseñanza: la Escuela del Ministerio Teocrático. Por fin se podría capacitar a más hermanos para que presentaran discursos. En poco tiempo, muchos de ellos llegaron a ser oradores competentes.

En septiembre y octubre de ese mismo año se celebraron las primeras asambleas desde la guerra. Hubo una en Oslo, una en Bergen y otra en Trondheim. En total, 3.011 personas escucharon el discurso público titulado “El Príncipe de Paz”, y 52 nuevos discípulos fueron bautizados: impactantes cifras si se tiene en cuenta que para aquel entonces solo había 766 publicadores en todo el país.

En diciembre, después de una interrupción de más de cinco años, se reanudó la obra de circuito. Un grupo de hermanos jóvenes, algunos de los cuales habían servido en Betel, fueron nombrados siervos para los hermanos (superintendentes de circuito). Entre sus objetivos estaba capacitar a los publicadores para el ministerio de casa en casa, por lo que trataban de salir a predicar con la mayor cantidad posible de hermanos durante la semana de la visita. Uno de ellos, Gunnar Marcussen, cuenta que había congregaciones en las que salía con unos cincuenta o setenta publicadores. Poco a poco, los hermanos se hicieron más diestros al presentar el mensaje del Reino y dejaron de emplear las tarjetas de testimonio y los gramófonos que se venían usando desde la década de 1930. Además, se empezó a dar más énfasis a hacer revisitas y dirigir estudios bíblicos.

EL SERVICIO DE PRECURSOR COBRA FUERZA

Tras la guerra se animó a los publicadores a emprender el precursorado a fin de atender al gran número de personas interesadas en la verdad. En consecuencia, muchos hermanos que habían dejado el servicio de tiempo completo debido a la proscripción de 1941 lo reanudaron. Para finales de 1946, pese a la difícil situación económica, había 47 hermanos en las filas de precursores.

Svanhild Neraal, una hermana que en 1946 se fue a servir al norte, al condado de Finnmark, se contaba entre tales precursores. En 1941 ya había sido precursora allí junto a Solveig Løvås. De hecho, presenció los bombardeos de Kirkenes y Vardø. Como nunca se olvidó de las personas a las que ella y Solveig les habían predicado, regresó a Kirkenes. La gente del lugar pensó que estaba loca, pues la ciudad quedó tan devastada que no había siquiera dónde vivir.

Pero Svanhild confió en Jehová, y durante su primer invierno no le faltó un techo donde pasar la noche. Dormía en el piso de la cocina de una casita en la que vivían otras cinco personas. Los años de la posguerra fueron duros, y Svanhild pasó muchas penurias. A menudo tenía que esperar, incluso bajo la nieve o la fría lluvia, barcos que nunca llegaban a tiempo, si acaso llegaban.

Sin embargo, tuvo buenas experiencias predicándoles a los sami. Cuando no podía llegar en autobús hasta los pueblos aislados donde vivían, iba en bote o bicicleta. Los sami, quienes son muy hospitalarios, solían invitarla a entrar en sus tiendas de piel de reno. También la escuchaban con atención mientras les predicaba con la ayuda de un intérprete. Y a la hora de comer le ofrecían carne de reno. Posteriormente, algunas de estas personas se hicieron Testigos.

Kjell Husby, que en ese tiempo servía en Betel, dijo que gracias a las suscripciones que Svanhild enviaba, la sucursal siempre sabía por dónde andaba. Durante los tres años que ella pasó en Finnmark logró distribuir 2.500 libros y suscribir a 2.000 personas a La Atalaya.

“PESCADORES DE HOMBRES”

Al terminar la guerra, los publicadores también se pusieron a predicar con entusiasmo, obteniendo excelentes resultados. Dag Jensen, antes mencionado, les había dado testimonio a sus amigos y familiares en el pueblito de Hennes (Vesterålen) durante la guerra. Muchos de ellos quisieron saber más y comenzaron a estudiar la Biblia con la ayuda de nuestras publicaciones. Cuando se restableció la paz, en 1945, Dag se bautizó. Al año siguiente se bautizaron en su casa dieciséis personas. Para entonces ya existía una congregación en Hennes. Cinco años después, esta contaba con unos cincuenta publicadores, y en 1971 Dag informó que más de veinte se habían hecho precursores.

El amor de Dag por Jehová y su celo en el ministerio eran contagiosos. “Siempre que Dag entraba en una casa —recuerda Åshild Rønning, una hermana que se crió en la congregación⁠—, todos notaban su felicidad y entusiasmo. Era como si el hogar se llenara de luz.” Buscaba oportunidades para felicitar y motivar a los niños, como cuando daban discursos en la Escuela del Ministerio Teocrático. “Nos hacía sentir que nuestra participación era importante”, continúa Åshild. El ánimo que Dag le dio contribuyó a que ella comenzara el precursorado en 1962 y transmitiera a muchos otros “las gloriosas buenas nuevas del Dios feliz” (1 Tim. 1:11).

¿Cómo es que llegó a haber tantos Testigos en este pueblito? En primer lugar, la mayoría de sus habitantes, aunque no acostumbraban ir a la iglesia, creían en Dios y en la Biblia. Además, los varones Testigos tenían la fama de ser buenos padres de familia que contaban con el apoyo de sus fieles esposas. Uno de ellos era el sobrino de Dag, Arnulf Jensen, quien se había bautizado en 1947. Trabajaba cinco días a la semana como pescador, y en ocasiones pasaba varios días en alta mar. No obstante, todos los viernes regresaba a casa aunque la pesca fuera abundante y sus compañeros decidieran quedarse con tal de ganar más dinero. Los fines de semana los pasaba con su esposa y sus ocho hijos para asistir juntos a las reuniones y participar en la predicación. (Cabe señalar que todos sus hijos siguieron sirviendo fielmente a Jehová.) Los sábados y domingos, los Testigos del pueblo a menudo usaban el bote de Arnulf para desempeñar su función de “pescadores de hombres” en las comunidades aisladas (Mar. 1:16-18).

“REALIZAMOS UNA OBRA MUY ESPECIAL”

El curso para misioneros que se ofrece en la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower, en Nueva York, ha beneficiado mucho a los hermanos de Noruega. Los primeros noruegos en asistir a Galaad fueron Hans Peter Hemstad y Gunnar Marcussen, quienes se graduaron en 1948. Los asignaron a Noruega y sirvieron de superintendentes viajantes y en Betel, primero solteros y luego con sus esposas. De 1948 a 2010, unos cuarenta y cinco hermanos de Noruega se graduaron de la Escuela de Galaad. Más de la mitad fueron asignados a Noruega, donde han servido de evangelizadores de tiempo completo, superintendentes viajantes o betelitas.

Entre los primeros misioneros de Galaad que llegaron al país también figuraban Andreas Hansen, de Dinamarca, y Kalevi Korttila, de Finlandia. En 1951, ambos fueron enviados a la parte oriental de Finnmark, donde abarcaron grandes distancias en bote, bicicleta y esquís. En muchos casos lo que hicieron fue dar continuidad al trabajo que Svanhild Neraal había realizado algunos años antes. Gracias a la labor de estos hermanos, la cantidad de publicadores en esa región aumentó de tres a quince en un solo año.

Kjell Martinsen, de Hennes (Vesterålen), se graduó de Galaad en 1953 y fue asignado a Noruega. Con solo 22 años comenzó a servir de superintendente viajante en Vestfold y Telemark. Aunque le asustaba la idea de ser un superintendente tan joven, recuerda con cariño que los hermanos de más experiencia lo recibieron con los brazos abiertos y cooperaron fielmente con él. Kjell estuvo en la obra itinerante hasta 2001, cuando se estableció con su esposa, Jorunn, en Svolvær (Lofoten) para servir de precursor.

En 1950, Karen Christensen viajó desde Dinamarca para servir de precursora en Egersund y Kongsvinger, donde no había congregaciones. Abarcaba el territorio en bicicleta. Tras graduarse de Galaad, en 1954, fue asignada a Kongsberg. En 1956 se casó con Marvin Anderson, y desde entonces ha servido en Betel. Karen, quien lleva más de sesenta años en el servicio de tiempo completo, afirma: “Somos personas comunes y corrientes, pero realizamos una obra muy especial”.

VICTORIAS LEGALES

De 1948 a 1951, la obra progresó significativamente. En 1951, el número de publicadores alcanzó un nuevo máximo de 2.066 y la cantidad promedio aumentó un 29%. Sin embargo, por esos años los siervos de Jehová también enfrentaron problemas legales.

El caso más notorio tuvo que ver con el uso de La Atalaya al predicar en las calles. En noviembre de 1949, la policía detuvo por varias horas a unos publicadores que estaban dando testimonio en las calles de Oslo. Sin amedrentarse, los hermanos regresaron el siguiente fin de semana. Pero, el 6 de diciembre de 1949, la policía se llevó a la comisaría a todos los que estaban predicando en las calles de Oslo por el supuesto delito de ofrecer revistas sin permiso policial. Las autoridades afirmaban que la obra de los Testigos podía causar aglomeraciones, obstruir el paso y alterar la paz. Siete de los publicadores fueron interrogados y enviados al tribunal, donde se les impuso una pequeña multa o se les sentenció a tres días en prisión.

Puesto que este caso no se trataba de una mera cuestión de permisos, sino de una violación del derecho a la libertad de culto, los hermanos apelaron al Tribunal Supremo de Noruega. El representante de noticias de los testigos de Jehová, John Roos, declaró en el periódico Dagbladet que la predicación en la calles nunca había causado disturbios. Y añadió: “Si nuestra predicación se lleva a cabo sin alterar la paz, obstruir el paso ni causar aglomeraciones, ¿por qué necesitamos permiso policial? ¿Acaso no garantiza la libertad de culto que todo ciudadano pueda realizar este tipo de predicación?”. Mientras esperaban por la decisión del Tribunal, los Testigos continuaron predicando en las calles pese a que seguían arrestándolos e imponiéndoles multas cada vez más altas. De hecho, algunos fueron arrestados hasta diez veces.

El 17 de junio de 1950, el Tribunal Supremo revocó la decisión del tribunal municipal, y los publicadores fueron absueltos de todos los cargos. Este y otros fallos favorables confirmaron que los testigos de Jehová de Noruega tienen el derecho a ofrecer publicaciones bíblicas, tanto de casa en casa como en las calles, sin solicitar permiso a las autoridades.

ASAMBLEAS INOLVIDABLES

En las décadas de 1950 y 1960 se celebraron muchas asambleas que consolidaron la organización y unieron a los Testigos. Entre los oradores de la asamblea nacional de Lillehammer de 1951 se contaron Nathan H. Knorr y Milton G. Henschel, de la sede mundial. Para los publicadores, que viajaron desde distintas partes del país, fue muy emocionante ver que 89 personas se bautizaran y que hubiera 2.391 asistentes en el discurso público. En los años subsiguientes, algunos Testigos de Noruega tuvieron el privilegio de ir a las asambleas internacionales de Londres y Nueva York. Posteriormente, en 1955, unos dos mil hermanos noruegos fueron a la asamblea internacional de Estocolmo (Suecia).

Pero la Asamblea Internacional “Palabra de Verdad” de 1965, que se celebró en el Estadio Ullevål de Oslo, fue especialmente memorable. No obstante, hubo un problema: la noche antes la selección nacional de fútbol de Noruega jugó contra otro país. Con el fin de preparar el estadio para la asamblea, un numeroso grupo de Testigos esperó afuera hasta que los aficionados desocuparon el lugar. Trabajaron durante toda la noche: limpiaron el local, tiraron la basura, instalaron casetas para despachar comida y montaron las plataformas y un pabellón para los músicos. También construyeron una especie de almacén y tres cabañas típicas con techo de césped para que sirvieran de decoración. Al otro día, el periódico Dagbladet informó que se había hecho un “milagro durante la noche” y que gracias al “sobresaliente trabajo de los testigos de Jehová”, el Estadio Ullevål se había transformado en “una idílica campiña”.

Los hospitalarios hermanos noruegos brindaron alojamiento a más de siete mil asambleístas extranjeros, en su mayoría de Dinamarca. Para ello situaron un campamento en un terreno a las afueras de la ciudad, el cual funcionó de maravilla mientras el clima lo permitió. Los 6.000 Testigos que acamparon allí nunca olvidarán el lodazal que había durante los primeros días de asamblea debido a la lluvia. Menos mal que para los últimos dos días mejoró el clima. ¡Qué contentos se pusieron todos! Pese a las inclemencias del tiempo, los hermanos pudieron disfrutar de la compañía de otros cristianos y del oportuno programa espiritual. Además, les alegró saber que 199 personas se bautizaron y que hubo una asistencia sin precedentes de 12.332 para el discurso público presentado por el hermano Knorr.

“DAR TESTIMONIO ES VITAL PARA NOSOTROS”

Los hermanos no solo obtenían buenos resultados en la predicación de casa en casa y en las calles, sino también cuando predicaban de manera informal. En 1936, Konrad Flatøy, quien era fogonero en una embarcación, le ofreció un folleto al oficial de cubierta Paul Bruun. Él lo aceptó y lo leyó esa misma noche.

“Enseguida me di cuenta de que era la verdad —comentó Paul⁠—. El folleto me mostró la diferencia entre la religión verdadera y la falsa.” Pronto comenzó a enseñar a otros lo que iba aprendiendo, y durante la guerra le dio clases de la Biblia a uno de los marineros. Las verdades bíblicas fueron moldeando la conciencia de ese marinero hasta el punto de negarse a manejar las ametralladoras de la embarcación. Cuando las autoridades se enteraron de su postura, ordenaron a Paul que dejara de darle clases. Como este desobedeció, tanto él como el marinero fueron obligados a desembarcar en Londres. Un mes después, la embarcación se hundió debido al impacto de un torpedo. Posteriormente, el marinero se bautizó, y Paul asistió a la Escuela de Galaad. Tras su graduación, en 1954, fue enviado a Filipinas, y con el tiempo regresó a Noruega, donde sirvió de superintendente de circuito junto con su esposa, Grethe.

En el año 1948, Holger Abrahamsen trabajaba transportando a los obreros de una enorme draga que había en el puerto de Narvik. Él solía decir: “Dar testimonio es vital para nosotros. Si no lo hacemos, nos morimos”. Por tanto, Holger aprovechaba toda oportunidad para hablarles de la verdad a sus pasajeros. Entre ellos estuvo Olvar Djupvik, quien mostró interés y luego le contó a su prometida, Anne Lise, lo que había aprendido acerca del Paraíso. Ambos se bautizaron, y sus cuatro hijos se criaron en la verdad. Uno de ellos, Hermann, sirvió de misionero en Bolivia con su esposa, Laila. Hoy es superintendente viajante en Noruega.

SE CUIDA A LAS OVEJAS DE JEHOVÁ

Durante las décadas de 1960 y 1970 hubo grandes cambios de organización tanto en la sucursal como en las congregaciones. Primero, Roar Hagen sustituyó a Marvin Anderson como superintendente de sucursal. Luego, en 1969, se asignó a Thor Samuelsen. Finalmente, en 1976, se nombró un Comité de Sucursal, compuesto por Thor Samuelsen, Kåre Fjelltveit y Niels Petersen.

En octubre de 1972 se formaron cuerpos de ancianos en las congregaciones y se comenzó a capacitar a más hermanos maduros a fin de que ayudaran a pastorear al creciente número de personas que estaban aceptando la verdad. Desde entonces, Jehová ha derramado abundantes bendiciones sobre su pueblo, el cual se somete lealmente a su amorosa dirección.

LAS BUENAS NUEVAS LLEGAN A LOS SAMI

Por décadas, muchos precursores y publicadores han llevado las buenas nuevas a los sami, adentrándose incluso en la meseta de Finnmarksvidda para predicar a los pastores de renos. Aunque la mayoría de los sami hablan noruego, en ocasiones los publicadores se han tenido que valer de intérpretes para comunicarse con ellos. Uno de los primeros Testigos que predicó a las comunidades de dicha etnia en su propio idioma fue Aksel Falsnes, quien tenía ascendencia sami y además hablaba noruego y finlandés. ¿Cómo aprendió la verdad? Su hermana, que vivía en el sur de Noruega, se hizo testigo de Jehová y le envió una de nuestras publicaciones, la cual leyó con mucho interés. No había Testigos en la zona de Troms donde él vivía, pero en 1968 un superintendente de circuito y algunos precursores lo visitaron y lo ayudaron a progresar espiritualmente.

Aksel llegó a ser un diligente publicador. Para predicar a los sami, solía levantarse temprano, colocar su bicicleta en su bote de remos y atravesar un fiordo. Una vez al otro lado, usaba la bicicleta para desplazarse hasta las distintas comunidades. Así pudo darles un buen testimonio a los sami de las partes más recónditas de Finnmark.

Él era un hombre fuerte, capaz de recorrer largas distancias en esquís para llegar a las casas más aisladas. En cierta ocasión, a finales de invierno, esquió a través de una meseta para ir de Karasjok a Kautokeino, y luego seguir hasta Alta. Solo llevaba su mochila con unos cuantos artículos personales y algunas publicaciones. Al cabo de varias semanas llegó a la casa de sus amigos en Alta. Había esquiado unos 400 kilómetros (250 millas).

A principios de los años setenta, varios sami abrazaron la verdad. Por ejemplo, en Hammerfest, una mujer y su esposo empezaron a estudiar la Biblia con los Testigos. Al poco tiempo, algunos de los familiares de ella que vivían en Alta mostraron genuino interés en las buenas nuevas. De modo que Arne y Marie Ann Milde, quienes eran precursores especiales en Alta, comenzaron a dirigirles un estudio bíblico. A este solían asistir entre diez y doce personas, de las cuales casi la mitad se hicieron Testigos.

Hartvig Mienna, un precursor sami de Alta que utiliza una moto de nieve para llegar a zonas remotas, comenta: “Abarcar el territorio sami es un desafío porque las distancias son enormes. Además, las tradiciones rigen la vida de las personas. Sin embargo, son hospitalarias, y hemos podido comenzar varios estudios bíblicos”.

AÑOS DE ANSIOSA ESPERA

La cantidad de publicadores siguió aumentando desde mediados de 1960 hasta mediados de 1970. No obstante, en 1975 se puso a prueba la fe de algunos hermanos que esperaban que la gran tribulación tuviera lugar en ese año. Cuando esto no sucedió, hubo unos cuantos que abandonaron la organización, por lo que entre 1976 y 1980 se registró una ligera reducción en la cantidad de publicadores. Otros se sintieron decepcionados y aflojaron el paso por un tiempo. Pero ¿cuál fue el sentir de la mayoría?

“Es cierto que todos estábamos emocionados y a la expectativa —admitió Hans Jakob Lilletvedt⁠—, pero mi fe no dependía de lo que sucediera en 1975.”

“Como no nos dedicamos a Jehová teniendo una fecha en mente, nada alteró nuestra vida”, comentaron John y Edith Johansen, siervos fieles de Jehová de muchos años.

“Le voy a servir a Jehová por siempre —afirmó Lea Sørensen⁠—; sin importar que el fin venga en 1975 o después.”

UNA NUEVA SUCURSAL

A finales de la década de 1970 había mucho que hacer en la sucursal, por lo que se necesitaban más betelitas, más habitaciones y más espacio para trabajar. Por consiguiente, en 1979 el Cuerpo Gobernante aprobó la construcción de una nueva sucursal a las afueras de Oslo. Hacia fines de 1980, los hermanos encontraron un terreno adecuado en Ytre Enebakk, a unos 30 kilómetros (20 millas) del centro de Oslo.

A fin de mantener al mínimo los gastos del proyecto, se pidió la colaboración de Testigos voluntarios. Fue todo un reto coordinar los trabajos, conseguir la maquinaria y las herramientas necesarias, así como suministrar alojamiento y comida para casi cien personas.

En total, más de dos mil voluntarios locales e internacionales se ofrecieron de buena gana para colaborar en el proyecto (Sal. 110:3). Muchos de ellos donaron papas, verduras, fruta, pan, huevos y pescado, además de ropa y equipo de construcción. Algunos talaban árboles en el bosque, y otros convertían los troncos en tablones en el pequeño aserradero que había en el lugar de la construcción. Por otra parte, un sinnúmero de hermanos ayudaron haciendo préstamos y donando dinero.

Había quienes poseían determinadas habilidades, pero que solo pudieron ayudar por un tiempo. Así que una buena parte del trabajo la hicieron voluntarios sin experiencia. John Johnson, quien estaba a cargo de toda la instalación eléctrica, recuerda lo incapaces que se sentían él y los encargados de otros departamentos. “Los voluntarios aprendieron a hacer el trabajo, y lo realizaron magistralmente —comenta⁠—. Uno se sorprendía con la manera en la que se solucionaban los problemas y con los resultados que se obtenían. Era evidente que Jehová Dios estaba dirigiendo la obra.”

Gracias al empeño y a la generosidad de los hermanos, así como a la bendición de Jehová, se pudo completar el trabajo. La construcción comenzó a principios de 1981, y el 19 de mayo de 1984 —con la visita del hermano Milton Henschel, del Cuerpo Gobernante⁠— se llevó a cabo la dedicación de la nueva sucursal. Poder contribuir a que se realizara aquella obra llenó de regocijo a los hermanos noruegos y los unió aún más. En los años posteriores a la construcción, muchos de los voluntarios se hicieron precursores auxiliares y regulares.

SE ACELERA LA CONSTRUCCIÓN DE SALONES DEL REINO

Allá en 1928, cuatro hermanos de la familia Fjelltvedt construyeron el primer Salón del Reino en un suburbio de Bergen. Para principios de los años ochenta, varias congregaciones habían construido o comprado sus Salones del Reino. No obstante, muchas reuniones se celebraban en locales rentados que no estaban en buenas condiciones. Durante la construcción de la sucursal se empezó a hablar sobre cómo podrían construirse salones más rápidamente. Al enterarse de que en Estados Unidos y Canadá se estaban haciendo Salones del Reino de construcción rápida, los hermanos se preguntaron: “Si allá han podido hacerlo con la ayuda de Jehová, ¿por qué nosotros no?”.

Un grupo de hermanos diseñó algunos planos y estableció ciertas especificaciones. En 1983 construyeron un modelo de prueba en el pueblo de Askim, y en 1984 levantaron tres Salones del Reino de construcción rápida en Rørvik, Steinkjer y Alta. ¿Cómo los hicieron? Una vez preparados los cimientos, se coordinó a los voluntarios —con y sin experiencia⁠— para que en unos cuantos días pudieran completar las distintas etapas de la construcción.

Durante los siguientes diez años se edificaron en Noruega cerca de ochenta Salones del Reino de construcción rápida. Posteriormente, algunos hermanos noruegos viajaron a Islandia para ayudar en la construcción de tres salones. Aunque la mayoría de las congregaciones de Noruega cuentan con un Salón del Reino, todavía queda mucho por hacer: hay que construir más salones, así como ampliar o renovar otros.

“LA HERMANDAD SE HA FORTALECIDO”

Gracias a la construcción de Salones del Reino, los hermanos no solo han logrado tener lugares de adoración funcionales y agradables, sino que también han podido dar un buen testimonio. Por ejemplo, en 1987 tres hermanos se reunieron con algunos funcionarios municipales de Fredrikstad para hablar sobre la edificación de un Salón del Reino. Los funcionarios se rieron cuando los hermanos dijeron que lo completarían en tres días. No obstante, desde el viernes en que comenzaron las obras se dieron cuenta de que los Testigos alcanzarían su meta. El sábado, uno de los funcionarios llevó su banda musical al lugar de la construcción a fin de tocar para los voluntarios. Con este acto se disculpó por el escepticismo que había demostrado. Una mujer que vio la construcción del Salón del Reino de Arendal en 1990 comentó: “La forma tan rápida en la que los Testigos construyen es fascinante, pero más sorprendente aún es verlos trabajar con alegría”.

Actualmente hay dos Comités Regionales de Construcción de Salones del Reino en Noruega. Los voluntarios que colaboran con los comités también se han hecho disponibles para ayudar en obras de construcción mayores. Por ejemplo, en 1991 y 1992 trabajaron en la ampliación de la sucursal. En 1994 construyeron un hermoso Salón de Asambleas en Oslo. Y en 2003 levantaron un gran Salón del Reino en Bergen, en el cual pueden celebrarse tanto reuniones como asambleas.

La unidad de propósito y el espíritu de cooperación que caracteriza a estos proyectos ha beneficiado a los siervos de Jehová. Un hermano que participa en la construcción de Salones del Reino desde 1983 dice: “Las congregaciones ahora están más unidas. La hermandad se ha fortalecido y hemos entablado fuertes lazos de amistad. Además, ha mejorado nuestra habilidad para trabajar en equipo”.

AUMENTA LA ACTIVIDAD EN LA SUCURSAL

Al completarse la nueva sucursal fue posible aumentar el personal y hacer más en pro de la obra en Noruega. Por ejemplo, se empezó a traducir una mayor cantidad de publicaciones. Un suceso inolvidable fue la presentación, en 1996, de la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras en noruego. (La Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas ya había salido a la luz en 1991.) En la actualidad, prácticamente todas las publicaciones de los Testigos, entre ellas la obra de consulta Perspicacia para comprender las Escrituras, están disponibles en noruego.

Las nuevas instalaciones cuentan con un estudio de grabación. Dicho estudio hacía mucha falta, pues desde los años sesenta los dramas se habían estado grabando en circunstancias poco favorables en Salones del Reino y en el desván o el sótano de la antigua sucursal. A menudo, el ruido de la calle interrumpía las grabaciones. En el nuevo estudio, en cambio, es mucho más fácil grabar las voces de los dramas, los videos y los cánticos. La sucursal también produce las grabaciones en noruego de las revistas La Atalaya y ¡Despertad! Además, ha hecho disponible en disco compacto y en el sitio de Internet www.pr418.com la versión en audio de la Biblia y de varios libros.

AYUDAN EN LUGARES CON NECESIDAD DE PUBLICADORES

Aunque la mayoría de los Testigos predican en la zona donde viven, muchos publicadores y precursores han ido a servir a territorios no asignados en partes tan lejanas como Longyearbyen, en el archipiélago de Svalbard. Hay hermanos que incluso se han mudado a estos lugares para proclamar las buenas nuevas con miras a establecer congregaciones.

Cuando Finn y Tordis Jenssen se casaron, en 1950, ya tenían el deseo de servir en Hammerfest (una de las ciudades más septentrionales del mundo), pues sabían que allí se necesitaban publicadores. Aunque no tenían dinero, sí tenían energía, determinación... y un par de bicicletas. Así que se propusieron pedalear desde Bodø hasta Hammerfest, un viaje de unos 900 kilómetros (560 millas). A mitad de camino, unos amigos les proporcionaron el dinero para que hicieran el resto de la travesía en bote. Una vez en Hammerfest, la pareja se dedicó a predicar e invitar a la gente a los discursos públicos que Finn presentaba los fines de semana. Jehová bendijo su diligencia y al poco tiempo se formó una pequeña congregación.

En 1957, uno de los oradores de la asamblea de distrito de Trondheim animó a los publicadores a examinar la posibilidad de mudarse a un lugar con necesidad de proclamadores. Cuando Viggo Markussen, de Stavanger, escuchó aquella invitación, enseguida codeó a su esposa, Karen. Ella dedujo de inmediato el significado de ese gesto. “Nuestros días en Stavanger están contados”, pensó. Los Markussen tenían tres hijas de entre 11 y 14 años, y todas eran publicadoras. ¿Qué opinarían ellas?

Al terminar la asamblea, la familia comentó el asunto, y las chicas también estuvieron de acuerdo en ofrecerse para servir donde hubiera mayor necesidad. Así que escribieron a la sucursal, y esta les sugirió que se mudaran a Brumunddal, donde no había ninguna congregación. Por tanto, en 1958, la familia vendió su cómoda casa y la mueblería de la que Viggo era dueño para irse a vivir a una cabaña cerca de Brumunddal. Jehová bendijo su abnegación y en los años subsiguientes muchos de sus estudiantes de la Biblia se hicieron Testigos. Cuando las chicas crecieron y se fueron de casa, Viggo y Karen recibieron la asignación de servir en la obra de circuito. Para entonces ya había en Brumunddal una pequeña congregación de 40 celosos publicadores.

También hubo jóvenes solteros que fomentaron los intereses del Reino mudándose a sitios donde no había congregaciones. En 1992, un grupo de precursores varones, la mayoría de los cuales rondaba los 19 años, se trasladaron a Måløy, en Nord Fjord, a fin de seguir cultivando el interés que habían demostrado algunas personas. Se entregaron de lleno al ministerio, y al poco tiempo ya dirigían reuniones en la casa que alquilaban. Una señora que estudió la Biblia con ellos fue muy hospitalaria; de hecho, los trató como una madre. Posteriormente, cuando un anciano y su esposa se mudaron a Måløy, los ayudaron a formar una congregación. Los jóvenes disfrutaron de su asignación: dirigieron muchos estudios bíblicos, se encargaron de numerosas tareas en la congregación y contribuyeron a fortalecerla. “Fue toda una aventura que nos ayudó a crecer espiritualmente”, dijo uno de ellos. Gracias a los esfuerzos de estos y otros hermanos, la congregación de Nord Fjord cuenta con unos treinta publicadores, que dirigen entre cincuenta y sesenta estudios bíblicos.

LA PREDICACIÓN EN OTROS IDIOMAS

Por más de veinte años, la cantidad de inmigrantes en Noruega ha ido aumentando a un ritmo constante. Por consiguiente, las congregaciones han hecho un esfuerzo conjunto a fin de predicarles en su idioma, o al menos en uno que entiendan. La primera congregación de lengua extranjera se formó en 1986, y se llamaba Congregación Latina de Oslo porque estaba compuesta en su mayoría de latinoamericanos que hablaban español y portugués. Más o menos para ese mismo tiempo, algunos publicadores empezaron a predicar a las personas de habla inglesa de Oslo, y muchas de ellas, especialmente de África y Asia, mostraron interés. Para hallarlas, daban testimonio en las calles y en los centros de acogida de refugiados. También buscaban en los directorios telefónicos los nombres de extranjeros que quizás hablaran inglés. Comenzaron muchos estudios bíblicos, y en 1990 se estableció la congregación de habla inglesa de Oslo.

En años más recientes, muchos hermanos noruegos han aprendido otros idiomas y, junto a los publicadores extranjeros, han ayudado a establecer grupos y congregaciones en árabe, chino, español, inglés, panjabí, persa, polaco, ruso, serbocroata, tagalo, tamil y tigriña.

La obra en el campo de lenguaje de señas también ha progresado. En el país hay unos cuantos miles de sordos que saben lenguaje de señas noruego, y la organización está haciendo todo lo posible por ayudarlos. En la década de 1970 se comenzó a interpretar el programa de algunas reuniones y asambleas, y desde entonces, más hermanos han aprendido el idioma. Se han establecido grupos en algunas congregaciones, y en 2008 se formó en Oslo la primera congregación en lenguaje de señas. Hoy, Noruega tiene unos veinticinco publicadores sordos, quienes aprovechan al máximo las publicaciones en lenguaje de señas noruego, disponibles en DVD.

COMITÉS DE ENLACE CON LOS HOSPITALES

Como los Testigos rechazamos las transfusiones de sangre, en ocasiones a algunos hermanos se les ha hecho difícil conseguir un tratamiento médico que se adapte a su conciencia. A fin de ayudar a los hermanos noruegos en estas circunstancias y de suministrar información respecto a los tratamientos sin sangre, en 1990 la organización estableció Comités de Enlace con los Hospitales. Entre 1990 y 2010, los hermanos del comité de Oslo atendieron más de quinientos casos y realizaron cerca de setenta reuniones con el personal médico de los hospitales. Gracias a sus esfuerzos diligentes por mantener informada a la comunidad médica, cada vez más profesionales están dispuestos a cooperar y a valerse de tratamientos alternativos. Por otra parte, muchos hermanos del país también se han beneficiado de la labor de los Grupos de Visita a Pacientes.

La asistencia que brindan los Comités de Enlace con los Hospitales es de gran valor. Sirva de ejemplo el caso de Helen, una joven precursora que fue hospitalizada en 2007. Como su nivel de hemoglobina disminuía rápidamente, los médicos comenzaron a presionarla para que aceptara una transfusión de sangre. Según ellos, eso era lo único que podía salvarle la vida. Con la ayuda de un miembro del comité, fue transferida a un hospital más grande y mejor equipado. Cuando Helen y su madre llegaron, otro hermano del comité estaba allí para recibirlas, darles consuelo y ayudarlas a conseguir el cuidado adecuado. El hospital acordó en darle a Helen un tratamiento para estimular la producción de glóbulos rojos. En cuestión de días, su hemoglobina aumentó, y ella se halló fuera de peligro. Actualmente, Helen goza de buena salud y está muy agradecida de que el hospital respetara su decisión. Ver la organización de Jehová en acción, sentir el apoyo de la congregación y saber que los hermanos estaban orando por ellas dejó una profunda huella en el corazón de Helen y de su madre. Es algo que nunca olvidarán.

CONTRARRESTAN LA PROPAGANDA MALICIOSA

Entre los años 1989 y 1992, los testigos de Jehová de Noruega fueron víctimas de una campaña difamatoria. Los periódicos, las revistas, la televisión y la radio se dedicaron a difundir propaganda maliciosa. Uno de los principales motivos de estos ataques era nuestra postura bíblica con respecto a los expulsados (1 Cor. 5:9-13; 2 Juan 10). Por culpa de tales acusaciones, los Testigos tuvieron confrontaciones desagradables con familiares, así como con personas en el ministerio, el trabajo y la escuela. Aunque es de esperar que los cristianos sean perseguidos, lo cierto es que para los hermanos noruegos esta fue una dura prueba (Mat. 5:11, 12).

“Fue una época difícil —cuenta un hermano⁠—, pero le sacamos partido a la situación. A mí me hizo analizar nuevamente el fundamento bíblico de mis creencias. ¡Qué fortalecedor fue meditar en la edificante información que nos suministra el esclavo fiel y discreto! Ahora que nuestra fe se ha fortalecido, estamos listos para enfrentar otras pruebas.”

“El valor que los hermanos demostraron durante ese tiempo era una fuente de inspiración —recuerda un superintendente de circuito⁠—. Nos dimos cuenta de que lo mejor que podíamos hacer era predicar aún más, incluso en las calles. Daba gusto ver a los hermanos reaccionar de forma tan positiva.”

Con relación al tema de la expulsión, resulta interesante la opinión de Fred, un hermano que estuvo expulsado. Su punto de vista es muy distinto del que difundieron los medios: “Después que fui expulsado, a los 20 años de edad, me puse a reflexionar en mi vida. La experiencia no fue agradable, pero me ayudó. Era como si Jehová me estuviera diciendo: ‘Hijo, tienes que enderezar tu vida. Si no lo haces, te irá mal’. Aquello era justo lo que necesitaba para dejar las andadas. En vez de pensar todo el tiempo en divertirme, empecé a tomar en serio la verdad. Además, la actitud de algunos de mis amigos en la congregación mejoró”. Tras hacer los cambios necesarios, Fred fue readmitido y ahora es anciano de congregación.

LISTOS PARA EL DÍA DE JEHOVÁ

Pese al materialismo tan extendido y la apatía de la gente en el territorio, los siervos de Jehová siguen dando prioridad a actividades espirituales que fortalecen su fe, como leer la Biblia y asistir a las reuniones. Y cada vez más publicadores se hacen precursores a fin de aumentar su ministerio. Un hermano expresó así el sentir de muchos: “Si el día de Jehová viniera mañana, ¿estaremos listos? Tenemos que mantenernos activos, pues ese día llegará sin falta”. No cabe duda de que esta manera de pensar ha contribuido al crecimiento de la obra, en especial desde 2001.

La excelente instrucción que muchos hermanos han recibido en la Escuela de Entrenamiento Ministerial (hoy llamada Escuela Bíblica para Varones Solteros) ha tenido un efecto muy positivo en las congregaciones. Por las pasadas dos décadas, más de sesenta graduados han contribuido a que las congregaciones se fortalezcan y aumenten su actividad. Uno de ellos comenta: “Pasar ocho semanas estudiando la Biblia en profundidad me permitió ver la verdad como nunca antes la había visto. Todo lo que la Biblia dice es ahora más real para mí”.

CRECIERON EN LA VERDAD

Muchos de los que hoy son testigos de Jehová en Noruega aprendieron la verdad de sus padres. Hay publicadores que pertenecen a la tercera, cuarta o quinta generación de Testigos en su familia. Ivan Gåsodden, un biznieto de Ingebret Andersen, el primer Estudiante de la Biblia de Skien, dice: “Muchas veces me he puesto a pensar en el privilegio que tengo de haber nacido en el seno de una familia que siempre le ha dado el primer lugar al servicio sagrado. El estudio personal, la lectura de la Biblia y la compañía de buenos amigos que tenían mis mismas metas me ayudaron a ponerme de parte de la verdad”. Sus hijos, André y Richard, también tienen en gran estima su herencia espiritual.

Una precursora llamada Bente Bu, quien es nieta de Magnus Randal, uno de los hermanos que sirvió a bordo de la embarcación Ruth, afirma: “Estoy muy contenta de haber nacido en una familia de Testigos, pues esto ha contribuido a que me libre de muchos problemas y me ha infundido el deseo de servir a los demás”.

Algunos cristianos que eran espiritualmente débiles durante su juventud llegaron con el tiempo a ser celosos Testigos. Por ejemplo, a Thomas y Serine Fauskanger, de Bergen, los criaron en la verdad, pero no progresaban. ¿Qué los motivó a servir más de lleno a Jehová?

“En 2002 vino a nuestra congregación un joven graduado de la Escuela de Entrenamiento Ministerial —cuenta Thomas⁠—. Él me ayudó a participar con más entusiasmo en el ministerio y a ponerme metas espirituales.”

A los 25 años de edad, Thomas se casó con Serine, y en 2007 se mudaron a Båtsfjord (Finnmark) para darle una mano a una pareja de precursores que servía allí. Poco después, Thomas y Serine también se hicieron precursores, y en 2009 se fueron a predicar tres meses al pueblo pesquero de Kjøllefjord, un territorio no asignado. Entre ellos y los demás publicadores que los acompañaron comenzaron más de treinta estudios bíblicos. Finalmente, Thomas y Serine se mudaron más cerca de Kjøllefjord. Ahora suelen viajar unas tres horas y media para seguir cultivando el interés de las personas. Aunque están muy ocupados, Serine comenta: “Llevamos una vida sencilla y feliz. No tenemos muchas cosas, pero tampoco tenemos muchos problemas”.

MIRANDO AL FUTURO CON FE EN JEHOVÁ

La situación en Noruega ha cambiado considerablemente desde que Knud P. Hammer y otros comenzaron a predicar en el país. En aquella época, los siervos de Dios se destacaban por proclamar las verdades bíblicas en una sociedad dominada por poderosas iglesias que enseñaban doctrinas falsas. Felices de haber aprendido lo que dice la Biblia, un sinnúmero de personas se ha puesto a través de los años de parte de la adoración pura.

No obstante, las circunstancias de hoy son muy distintas: cada vez menos gente cree en Dios, y se considera arrogantes a quienes afirman que hay una sola religión verdadera. Es necesario dedicar mucho tiempo y esfuerzo para conseguir que las personas interesadas acepten un estudio y aprendan a confiar en Dios y en la Biblia. Y una vez logrado esto, hay que esperar con paciencia a que empiecen a poner en práctica los principios bíblicos. Con todo, Jehová sigue atrayendo a las personas sinceras, sea que vivan en aislados pueblos pesqueros o en modernos edificios de la ciudad (Juan 6:44).

Los Testigos de Noruega, como los de todo el mundo, valoran su “privilegio de rendirle servicio sagrado sin temor” al Señor Soberano, Jehová (Luc. 1:74). También disfrutan de una vista anticipada del Paraíso que Dios promete mientras se esfuerzan por hallar a los merecedores que habitan su hermoso país. Al igual que sus hermanos de otros lugares, anhelan el día en que el Reino de Dios efectúe la voluntad divina hasta en el último rincón del planeta (Dan. 2:44; Mat. 6:10).

[Comentario de la página 106]

Aun así, él iba descalzo. Nada de lo que ella hacía podía impedir que él fuera a las reuniones

[Comentario de la página 111]

“Me fui a la cama pensando como pentecostal, pero me levanté pensando como testigo de Jehová”

[Comentario de la página 122]

“Está bien, es imposible arrebatarles su fe”

[Comentario de la página 157]

“Hijo, tienes que enderezar tu vida. Si no lo haces, te irá mal”

[Ilustración y recuadro de la página 90]

Información general

Territorio

A Noruega se le conoce por sus impresionantes fiordos y sus majestuosas montañas, así como por sus miles de islas. Sin contar el archipiélago de Svalbard —a medio camino entre Noruega y el Polo Norte⁠—, el territorio de este país es un poco más extenso que el de Italia. A veces su clima puede ser muy frío, especialmente en el Ártico norte. Pero gracias a las cálidas corrientes de agua y de aire procedentes del Atlántico, las temperaturas de casi todo el país se muestran moderadas en comparación con las de otras naciones ubicadas en la misma latitud.

Población

De sus 5.000.000 de habitantes, un diez por ciento son inmigrantes. Muchos miembros de la comunidad sami (como hoy se conoce al pueblo lapón) aún se dedican a la pesca y la caza, así como a la cría de renos.

Idioma

El noruego, que es la lengua oficial, se divide en dos variantes de escritura: el nynorsk (nuevo noruego) y el bokmål (lengua de los libros). Esta última variante es la más extendida y se parece al danés.

Recursos económicos

La industria petrolífera y de gas, así como la manufactura, constituyen la principal fuente de ingresos del país. El producto pesquero es el de mayor exportación. Solo el 3% del terreno se aprovecha para la agricultura.

Alimentación

La dieta consta principalmente de pescado, carne, papas, pan y productos lácteos. Un famoso plato típico es el fårikål (estofado de carnero con repollo). Hoy en día, la alimentación se ha vuelto muy variada debido a la gran cantidad de inmigrantes que desde hace unos años ha llegado a Noruega.

[Ilustración y recuadro de las páginas 95 y 96]

Se desvivió por servir a Jehová

THEODOR SIMONSEN

AÑO DE NACIMIENTO 1864

ESTUDIANTE DE LA BIBLIA DESDE 1905

OTROS DATOS Ex predicador de la Iglesia Misión Libre. Sirvió como superintendente viajante.

▪ CUANDO Theodor leyó en nuestras publicaciones que la doctrina del infierno es antibíblica, comenzó a desenmascarar esa falsa enseñanza en los sermones que pronunciaba en su iglesia. Aunque a muchos les gustaba escucharlo, un día, después de dar un sermón, se le entregó una nota que decía: “Esta es la última vez que nos da un discurso”.

Así que en 1905, año en que dio ese último sermón, Theodor se hizo Estudiante de la Biblia. Con el tiempo presentó un sinnúmero de discursos ante cientos de cristianos agradecidos. A fin de mantener a su familia, se dedicaba a pintar casas, pero los fines de semana se ocupaba en predicar y enseñar las buenas nuevas. El amplio conocimiento bíblico que poseía, así como la forma lógica y serena con la que hablaba, hacían de Theodor un excelente maestro. Además, como cantaba muy bien, iniciaba y terminaba sus discursos entonando algún cántico mientras tocaba la cítara.

En 1919, cuando sus circunstancias familiares se lo permitieron, llegó a ser superintendente viajante. Esta asignación, en la que Theodor sirvió hasta 1935, no solo abarcaba Noruega, sino también Dinamarca y Suecia. Además de tener que animar a las congregaciones y grupos aislados, debía presentar discursos en sitios donde no había ni un solo Estudiante de la Biblia. Todo esto era realmente agotador, pues, por ejemplo, en un viaje de doce meses tenía que visitar 190 lugares entre la ciudad sureña de Kristiansand y la ciudad norteña de Tromsø. En aquella época, los superintendentes viajantes casi siempre se quedaban uno o dos días en cada lugar, y luego partían a su siguiente destino valiéndose del medio de transporte que pudieran conseguir.

De los lugares que Theodor visitaba, eran pocos los que contaban con Estudiantes de la Biblia. Sin embargo, muchas personas interesadas en la verdad acudían a escuchar sus discursos públicos. Cuando visitó la ciudad de Bodø en 1922, se puso a predicar e invitar a la gente al discurso público con la ayuda de Anna Andersen, una precursora que también estaba de visita. Entre los asistentes se encontraban Johan y Olea Berntsen, quienes mostraron mucho interés. Tras el discurso, invitaron a Theodor y Anna a su hogar para que les respondieran algunas preguntas bíblicas. Así fue como los Berntsen llegaron a ser los primeros Estudiantes de la Biblia en Bodø.

En la mayoría de las grabaciones de discursos en noruego que se produjeron durante los años treinta se usó la voz de Theodor. Sirvió fielmente a Jehová hasta que en 1955 culminó su vida en la Tierra.

[Ilustración y recuadro de la página 102]

Anduvo con Dios

ENOK ÖMAN

AÑO DE NACIMIENTO 1880

AÑO DE BAUTISMO 1911

OTROS DATOS De 1921 a 1945 fue superintendente de sucursal.

▪ DESDE sus años de juventud en Suecia, a este hermano le encantaba el relato del personaje bíblico que lleva su mismo nombre: Enoc, de quien la Biblia dice que “siguió andando con el Dios verdadero” (Gén. 5:22). Y aunque deseaba seguir su ejemplo, no fue sino hasta los 31 años —cuando leyó el primer volumen de Estudios de las Escrituras⁠— que descubrió cómo andar con Dios. Se bautizó como Estudiante de la Biblia, después emprendió el precursorado y más tarde sirvió en la sucursal de Suecia.

En 1917, Enok recibió la asignación de servir en la sucursal de Noruega, y a principios de 1921 se le confirió la tarea de supervisar la obra en este país. Para aquel tiempo, la oficina de la Sociedad Watch Tower estaba en una habitación del mismo edificio donde la hermana Maria Dreyer tenía su apartamento y su salón de pedicura. En 1922, Enok se casó con Maria, y empezaron a utilizar el apartamento de ella para atender la obra teocrática. Ambos sirvieron en Betel hasta que Maria falleció en 1944. En 1953, Enok se volvió a casar y reanudó el precursorado. Con miras a recibir su esperanza celestial, Enok anduvo fielmente con Dios hasta su muerte, ocurrida en 1975.

[Ilustración y recuadro de la página 110]

“Él era nuestra alegría”

WILHELM UHRE

AÑO DE NACIMIENTO 1901

AÑO DE BAUTISMO 1949

OTROS DATOS Predicaba con entusiasmo pese a sufrir una enfermedad muscular debilitante.

▪ DEBIDO a su enfermedad, Wilhelm no podía caminar ni hablar con fluidez. Sin embargo, en cuanto escuchó las buenas nuevas a mediados de los años treinta, comenzó a contar a los demás las magníficas verdades que había aprendido. Predicaba con la ayuda de un triciclo motorizado y solía ir al puerto de Sortland (Vesterålen) para dejar publicaciones y reproducir grabaciones de discursos bíblicos con un gramófono. Wilhelm era un diligente proclamador. Pero como vivía tan lejos y estaba físicamente limitado, no fue sino hasta 1949 que se bautizó. Con todo, enseñó la verdad a muchas personas que viajaban por la costa, y algunas de estas se hicieron Testigos.

Ya entrado en años se fue a vivir a un asilo en la ciudad de Tromsø, donde siguió predicando por correo con la ayuda de otros publicadores. Su amabilidad y su bondad siempre hacían sentir bien a los demás, incluso al personal del asilo. Cuando murió, la administradora comentó: “Daba gusto ir a su habitación. Gracias a la fe que irradiaba, él era nuestra alegría”.

[Ilustración y recuadro de la página 113]

Cumplió su palabra

JOHANNES KÅRSTAD

AÑO DE NACIMIENTO 1903

AÑO DE BAUTISMO 1931

OTROS DATOS Durante ocho años predicó en embarcaciones.

▪ EN 1929, mientras Johannes se recuperaba de tuberculosis en el hospital, se puso a leer la Biblia y le prometió a Dios que le serviría cuando recobrara la salud.

Poco antes de que lo dieran de alta, Johannes leyó con gran interés algunos de los libros de los Estudiantes de la Biblia. Con el tiempo consiguió más libros, los cuales leyó cuatro o cinco veces, y no tardó mucho en empezar a hablar a los demás de las verdades que había descubierto. En cuanto se recuperó por completo, fue a Bergen y se puso en contacto con el hermano Ringereide, quien le sugirió que se hiciera precursor. Aunque Johannes acababa de comenzar a predicar, no dudó en emprender el precursorado.

De 1931 a 1938 sirvió en la embarcación llamada Ester, y luego estuvo cerca de un año en otra de nombre Ruth. Desplazándose por toda la costa, llegó a sitios tan lejanos como Tromsø, en el extremo norte del país. En 1939, Johannes fue nombrado superintendente viajante en la parte oriental de Noruega, y por un tiempo sirvió también como betelita de media jornada. Tras la II Guerra Mundial se casó con una hermana llamada Sigrid, y ambos se dedicaron al precursorado. En 1995, estando en Fredrikstad, Johannes terminó su servicio en la Tierra.

[Ilustración y recuadro de la página 132]

Predica con toda el alma

RANDI HUSBY

AÑO DE NACIMIENTO 1922

AÑO DE BAUTISMO 1946

OTROS DATOS Participa en el servicio de tiempo completo desde 1946.

▪ LOS padres de Randi se bautizaron en 1938, y posteriormente ella también se hizo Testigo. En 1946 aceptó la invitación de servir en Betel, donde conoció a un joven llamado Kjell Husby. Se hicieron novios, se casaron y emprendieron el precursorado. Disfrutaron de una vida espiritualmente rica trabajando en diversas facetas del servicio de tiempo completo hasta que él falleció en 2010.

Puesto que en años recientes a Randi le han estado fallando las piernas, se le hace difícil subir escaleras y pendientes. No obstante, puede caminar bastante bien en suelo plano y a menudo se le ve dando testimonio en las calles y negocios de Trondheim. A fin de predicarle a todo el mundo, se asegura de cargar con publicaciones en por lo menos ocho idiomas. Además, los hermanos de la congregación la llevan a visitar a las numerosas personas que atiende en su ruta de revistas.

Aunque Randi no tiene las mismas fuerzas de antes, realizar su servicio con toda el alma le produce felicidad y satisfacción, pues sabe que Jehová no olvidará la obra de ella ni el amor que muestra para con su nombre (Heb. 6:10).

[Ilustraciones y recuadro de las páginas 149 y 150]

La Biblia transformó su vida

VIKTOR UGLEBAKKEN

AÑO DE NACIMIENTO 1953

AÑO DE BAUTISMO 1981

OTROS DATOS Ex delincuente. Consumía drogas y era víctima de hostigamiento demoníaco.

▪ DESDE joven, Viktor comenzó a usar hachís y otras drogas y se sumió en el mundo de la delincuencia. Con todo, los asuntos espirituales siempre le habían llamado la atención, y en 1979, cansado ya de la mala vida que llevaba, se preguntó si la Biblia podría ayudarlo. De modo que probó diferentes religiones, pero terminó frustrado y vacío.

Tiempo después, abrumado por la depresión, Viktor pensó en suicidarse. En aquel entonces recibió una carta de su prima, quien estudiaba con los Testigos en Bergen. Viktor se mudó allá y se unió al estudio. Al principio intentó demostrar que los Testigos estaban equivocados. No obstante, como le preocupaba la contaminación ambiental, le alegró saber que Dios se propone “causar la ruina de los que están arruinando la tierra” y convertir nuestro planeta en un paraíso (Rev. 11:18).

No tardó en asistir a las reuniones con su prima. La bondad y la hospitalidad que le mostraban los hermanos en el Salón del Reino y en sus casas dejaron huella en él. Lo que Viktor vio y escuchó lo convenció de que tenía que cambiar su estilo de vida y librarse de las drogas. Gracias a sus oraciones constantes y sinceras, experimentó el poder transformador de la Biblia y del espíritu santo (Luc. 11:9, 13; Heb. 4:12).

A Viktor no se le hizo fácil llegar al bautismo. Era víctima de ataques de demonios y recayó dos veces en las drogas. Solo con la ayuda de Jehová pudo salir adelante. En cierta ocasión, un anciano le recordó que “como un padre muestra misericordia a sus hijos, Jehová ha mostrado misericordia a los que le temen” (Sal. 103:13). Viktor siguió progresando espiritualmente y se bautizó en 1981. Aún tenía pendiente una condena en prisión por un delito que había cometido tiempo atrás, pero tan pronto fue liberado se hizo precursor. Desde entonces, ha tenido el placer de ayudar a muchas personas a hacerse Testigos. Y ha conseguido buenos resultados predicando en las prisiones. De hecho, dos de los presos que han estudiado la Biblia con él son ahora siervos de Jehová.

En la actualidad, a Viktor se le conoce por ser un anciano responsable y un buen padre de familia. Sigue sirviendo de precursor junto con su esposa, Tone, y su hijo. “La predicación contribuyó a que hiciera grandes cambios en mi vida —dice Viktor⁠—. Le agradezco mucho a Jehová que me haya permitido transmitir sus valiosas verdades a otros.”

[Ilustración y recuadro de la página 152]

Algo mejor que el fútbol

TOM FRISVOLD

AÑO DE NACIMIENTO 1962

AÑO DE BAUTISMO 1983

OTROS DATOS Dejó el fútbol para servir a Jehová.

▪ A LOS 20 años, Tom tenía una prometedora carrera con uno de los mejores equipos de fútbol de Noruega. Para ese entonces, su madre ya era testigo de Jehová. Cierto día, un joven precursor que fue a visitarla aprovechó para ofrecerle a Tom un estudio bíblico. Él aceptó, pero le dijo que no tenía la menor intención de hacerse Testigo.

Ahora bien, cuando Tom empezó a ir a las reuniones, se sintió bienvenido. Además, se dio cuenta de que durante el programa todos buscaban los textos bíblicos citados y pensó: “Debe ser la Biblia lo que hace que estas personas sean tan agradables”.

Pasado algún tiempo, Tom se convenció de que había hallado la verdad y quiso servirle a Jehová. Pero ¿cómo convencería al equipo de que dejaran ir a uno de sus jugadores más valiosos? Para su sorpresa, después de explicarle a los directivos que quería dedicarse a algo mejor que el fútbol, lo eximieron de su contrato.

En 1983 se bautizó y en 1985 emprendió el precursorado. En 1987, él y Viktor Uglebakken se mudaron a Hammerfest, donde había mayor necesidad de publicadores. Posteriormente, Tom fue nombrado superintendente de circuito, y ahora sirve en Betel con su esposa, Kristina.

[Ilustraciones y tabla de las páginas 162 y 163]

DATOS HISTÓRICOS: Noruega

1890

1892 Knud Pederson Hammer da inicio a la predicación.

1900

1900 Se forma la primera congregación.

1904 Se establece una oficina de la Watch Tower en Cristianía (ahora Oslo).

1905 Primera asamblea en Cristianía.

1909 y 1911 C. T. Russell visita Noruega.

1910

1914 Se nombra al primer superintendente viajante.

1914-1915 El “Foto-Drama de la Creación” atrae a grandes multitudes.

1920

1920-1925 El discurso “Millones que ahora viven no morirán jamás” se presenta por todo el país.

1925 The Golden Age (ahora ¡Despertad!) comienza a publicarse en noruego.

1928-1940 Se usan embarcaciones para predicar en los pueblos pesqueros.

1930

1940

1940-1945 La predicación continúa pese a la proscripción que desató la guerra.

1945 La Atalaya comienza a publicarse en noruego.

1948 Llegan los primeros misioneros de Galaad.

1950

1950 El Tribunal Supremo reconoce el derecho de predicar con publicaciones.

1960

1965 Asamblea internacional en Oslo.

1970

1980

1984 Dedicación de la nueva sucursal.

1990

1990 Se establecen Comités de Enlace con los Hospitales.

1994 Se dedica un Salón de Asambleas en Oslo.

1996 La Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras se publica en noruego.

2000

2010

2011 Nuevos máximos de precursores auxiliares y regulares, publicadores y asistentes a la Conmemoración.

[Ilustraciones y tabla de la página 159]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

Publicadores

Precursores

10.000

8.000

6.000

4.000

2.000

1920 1935 1950 1965 1980 1995 2010

[Mapas de la página 91]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

SUECIA

ESTOCOLMO

Örebro

Golfo de Botnia

FINLANDIA

HELSINKI

Golfo de Finlandia

MAR BÁLTICO

DINAMARCA

COPENHAGUE

NORUEGA

OSLO

Kjøllefjord

Båtsfjord

Vardø

Kirkenes

Karasjok

Hammerfest

Alta

Finnmarksvidda

Kautokeino

Tromsø

Harstad

Narvik

Sortland

Hennes

Svolvær

Bodø

Rørvik

Namsos

Steinkjer

Trondheim

Kristiansund

Måløy

Florø

Bergen

Haugesund

Stavanger

Egersund

Kristiansand

Arendal

Skien

Kongsberg

Drammen

Hønefoss

Gjøvik

Lillehammer

Brumunddal

Hamar

Kongsvinger

Ski

Askim

Moss

Halden

Fredrikstad

Fiordo de Oslo

MAR DEL NORTE

MAR DE NORUEGA

Isla de Andøya

Bleik

Archipiélago de Svalbard

Longyearbyen

CONDADOS

Finnmark

Troms

Telemark

Vestfold

[Ilustración de la página 88]

Knud Pederson Hammer

[Ilustración de las páginas 88 y 89]

Reine, al norte de Noruega

[Ilustración de la página 92]

La congregación de Skien en 1911, con Ingebret y Berthe Andersen

[Ilustración de la página 93]

Viktor Feldt

[Ilustración de la página 94]

Hallgerd Holm (1), Theodor Simonsen (2) y Lotte Holm (3)

[Ilustraciones de la página 98]

Primeros precursores: 1) Helga Hess, 2) Andreas Øiseth, 3) Karl Gunberg, 4) Hulda Andersen y 5) Anna Andersen

[Ilustración de la página 100]

El Púlpito del Pueblo

[Ilustración de la página 104]

Edición noruega de The Golden Age

[Ilustración de la página 106]

Even Gundersrud

[Ilustración de la página 107]

Hermanos de la congregación de Skien solían viajar en camiones para predicar en zonas cercanas

[Ilustración de la página 108]

Torkel Ringereide

[Ilustración de la página 109]

Olaf Skau

[Ilustraciones de la página 114]

Karl Gunberg fue el capitán de la embarcación Elihu

[Ilustraciones de la página 115]

Johannes Kårstad estuvo a cargo de la embarcación Ester

[Ilustraciones de la página 116]

Andreas Hope y Magnus Randal sirvieron en la embarcación Ruth

[Ilustración de la página 117]

La aurora boreal en el norte de Noruega

[Ilustración de la página 118]

Solveig Løvås

[Ilustración de la página 119]

Andreas y Sigrid Kvinge

[Ilustración de la página 124]

Asamblea clandestina en un bosque cerca de Ski

[Ilustración de la página 127]

Marvin Anderson con Karen, su esposa

[Ilustración de la página 128]

Prensa de pedal

[Ilustración de la página 129]

Asamblea de distrito en Bergen (1946)

[Ilustración de la página 130]

Svanhild Neraal en 1961

[Ilustración de la página 133]

El bote de Arnulf se usaba a menudo en el ministerio

[Ilustración de la página 135]

Gunnar Marcussen (1) y Hans Peter Hemstad (2) fueron los primeros noruegos que se graduaron de Galaad

[Ilustración de la página 138]

Campamento para la Asamblea Internacional “Palabra de Verdad”

[Ilustración de la página 139]

Paul Bruun

[Ilustración de la página 142]

Hartvig Mienna y otros publicadores van en moto de nieve a predicar a los sami

[Ilustración de la página 144]

La construcción de la sucursal comenzó en 1981

[Ilustración de la página 145]

La sucursal en la actualidad

[Ilustración de la página 147]

Salón de Asambleas de Oslo

[Ilustración de la página 160]

Dar educación bíblica a los hijos ha contribuido a que la verdad pase de una generación a otra