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Zambia

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ZAMBIA —752.000 kilómetros cuadrados de llano por lo general ondulante sobre una meseta a una elevación de 900 a 1.200 metros sobre el nivel del mar— está en el corazón de África, solo nueve grados al sur del ecuador. Es el tercer país entre los más grandes productores de cobre del mundo. Su población de 4.500.000 personas representa unas setenta y tres divisiones tribuales, que hablan treinta diferentes dialectos. Aunque encerrada por tierra, Zambia (anteriormente conocida como Rodesia del Norte) tiene muchos pescadores, que ejercen su oficio en los tres grandes lagos, Bangüeolo, Moero y Tangañica.

Comenzando a principios del siglo diecinueve penetraron por primera vez en Zambia exploradores y misioneros de las sectas de la cristiandad, y entonces cateadores que buscaban riquezas minerales, y finalmente vinieron el ferrocarril, máquinas de horadar y todo el otro equipo que se necesitaba para desenterrar el cobre que había bajo tierra. Estos desenvolvimientos traerían cambios tremendos a la población primitiva y en su mayor parte analfabeta.

La luz en adelanto del entendimiento de la profecía y la doctrina bíblicas comenzó a penetrar en este país tan temprano como en 1911, cuando ejemplares de las publicaciones de la Sociedad Watch Tower llamadas “Estudios de las Escrituras” vinieron de territorios vecinos. Esto abrió el camino para que algunos de los que habían recibido esta literatura se comunicaran con la oficina sucursal de la Sociedad en El Cabo, o Capetown, en la Unión Sudafricana. Uno de éstos fue K. M. Mwanza, que todavía vive al escribirse esto, y a la edad de ochenta y cinco años sirve como ministro de tiempo cabal en su distrito nativo de Isoka en la parte noroeste de Zambia.

En aquellos años tempranos el ansia de muchos por edificar su interés en la Biblia con consideraciones extensas llevó a algunos a descuidar sus actividades domésticas y agrícolas y viajar grandes distancias a pie a donde se consideraba la Biblia. Las dehesas de las misiones católicas romanas y protestantes también fueron afectadas de manera no favorable para ellas. Así, el hermano Mwanza cuenta que el administrador británico local y los jefes nativos enviaron soldados para recoger a los líderes de aquellas asambleas. En más de una ocasión él mismo fue aprisionado y recibió azotes, además de que se le confiscaran su Biblia y literatura bíblica.

Pero no se podía detener fácilmente el esparcimiento de la verdad bíblica. Un hombre llama do Saimoni, que poseía una Biblia Bereana (publicada por la Sociedad Watch Tower, y con un comentario versículo por versículo), fue empleado temporalmente en una tienda en Broken Hill. allí le testificó a un compañero de trabajo, Harrison Nyendwa, miembro de la Iglesia Libre. Con el tiempo Harrison dejó su trabajo seglar y viajó desde Broken Hill a través del distrito Mkushi a Serenye, predicando a los aldeanos y usando solo la Biblia y lo que había aprendido en Broken Hill. Este viaje a pie tomó tres semanas, y muchos se interesaron debido a sus esfuerzos.

Pues bien, este Harrison Nyendwa Mailo es hijo del jefe Mailo, uno de los jefes principales en el distrito de Serenye. Cerca está Livingstonia, y a toda esta zona se le considera ‘reserva’ de la Iglesia de Escocia. Cuando las sectas de la cristiandad empezaron a enviar sus misiones a África, llegaron a tener fronteras ‘entendidas’ para cada confesión religiosa, y estos territorios se vigilaban celosamente para evitar que otras sectas penetraran en ellos. Así, Harrison estuvo ‘invadiendo sacrílegamente’ una de aquellas reservas cuando comenzó a predicar entre los aldeanos la fe que acababa de hallar. Fue arrestado y llevado ante el comisionado del distrito de Serenye, donde le dieron una reprimenda, lo golpearon y entonces lo pusieron en libertad. En otra ocasión fue sentenciado a dieciocho meses de cárcel. Así, pues, aun en el ‘África negra’ la Iglesia y el Estado estaban ya combinando sus esfuerzos en oposición al mensaje del reino de Dios.

En 1924 un representante de la Sociedad vino a las Rodesias desde la sucursal inglesa para investigar unas extrañas acusaciones que se habían levantado contra algunos que afirmaban que estaban asociados con la Sociedad. Sí descubrió que algunos alegaban ser asociados de la Sociedad sin tener entendimiento alguno de las verdades bíblicas enseñadas por la Sociedad, y algunos de éstos practicaban el adulterio, el intercambio de esposas y otros males. Halló que otros eran sinceros en su devoción a los principios bíblicos. Un hermano de apellido Dawson fue enviado en 1925 a supervisar los grupos interesados de Rodesia del Norte. Como resultado de aquellas visitas, la predicación y el bautizar fueron detenidos hasta cuando pudiera suministrarse la supervisión debida a las actividades. Mientras tanto, repetidamente se solicitó al gobierno permiso para tener en el país un ministro europeo residente con permanencia. No se recibió una respuesta favorable.

En los años 1925 y 1926 los que se oponían a la obra del Reino hicieron esfuerzos por enlazar a la Sociedad Watch Tower con el fanatismo religioso de Tomosiyo, Mwana Lesa (que significa “Yo Tomás, Hijo de Dios”), de quien había muchos informes de que bautizaba asesinamente en el distrito de Mkushi. Puesto que el bautismo en agua desempeñaba un papel prominente en los servicios de algunos de aquellos grupos no identificados de aquellos tiempos, resultaba facilísimo que la mente de muchos se confundiera en cuanto a aquel asunto. Es bien conocido que la inmersión total practicada por los testigos de Jehová es solo el preludio a una vida de devoción al servicio de Jehová Dios.

La industria minera de la región llamada “Copperbelt” (Zona del Cobre) llamando a su fuerza obrera de la primitiva simplicidad de la vida tribual, la reunió en vastas poblaciones en pueblos y ciudades. Este desenvolvimiento también habría de ayudar a un rápido recogimiento de otras ‘cosas preciosas’ a la vista de Jehová, personas que tienen fe en Dios y un amor genuino a la justicia. Se pueden citar dos ejemplos tempranos de éxito en este sentido: Hubo el joven James Luka Mwango, quien consiguió literatura de la Sociedad mientras estaba de vacaciones de la escuela. Se le pidió que tradujera uno de los folletos de la Sociedad al cibemba, y se absorbió tanto en el contenido que al fin dejó su trabajo como maestro. Se asoció con el pueblo de Jehová y con el tiempo entró en el servicio de precursor, y ahora está en la oficina sucursal de Zambia después de haber tenido muchos otros privilegios en el campo.

El otro caso tiene que ver con Thomson Kangale. En 1931 se relacionó con un joven jugador de fútbol que mostraba profundo interés en la literatura de la Sociedad. Estimulado por lo resuelto que estaba este joven a conocer algo acerca de la Biblia, Thomson asistió a las reuniones, entró en el ministerio de tiempo cabal en octubre de 1937, y continuó en el hasta la actualidad, cuando sirve de representante viajante de la Sociedad.

CONSPIRACIÓN CONTRA LA OBRA DEL REINO

A principios de mayo de 1935 en las riberas de un río del valle Ngwerere se celebró una asamblea de tres días. Presidió Manasse Nhkoma, enviado por la sucursal de El Cabo de la Sociedad. Los que asistieron a esta asamblea, entre ellos el hermano Mwanza, Thomson Kangale y Harrison Nyendwa, recuerdan que fue una ocasión de verdadero estímulo. Se consideró el asunto de registrar los matrimonios en cumplimiento con la ley y se recomendó esto como el proceder correcto para los cristianos. También en el programa se trataron mejores métodos de predicar.

Aquel mismo mes la Legislatura pasó la Ordenanza 10 de 1935 una ordenanza que permitía restringir la entrada de literatura de cualquier clase al país, y solo se necesitaba algún incidente que suministrara razón para que se utilizaran esos poderes. El ‘incidente’ se suministró tres semanas más tarde cuando los mineros de la Zona del Cobre se alborotaron debido a una manera incorrecta de anunciar nuevos impuestos. En los encuentros violentos que se produjeron en Mufulira, Kitwe y Luanshya, seis Africanos fueron muertos y veintidós heridos por balas de rifle. Durante esta dificultad los hermanos permanecieron encerrados discretamente en sus hogares, estudiando y practicando unos nuevos cánticos. Los enemigos religiosos se apresuraron a señalar a la asamblea que recientemente se había celebrado en Lusaka como el lugar donde se había planeado la violencia que había estallado. Como resultado de esto algunos hermanos fueron arrestados. Se quiso echar la culpa al pueblo de Jehová de modo que las sectas de la cristiandad se libraran de predicadores molestosos que estaban despertando demasiado interés en el estudio de la Biblia y de ese modo arruinando sus dehesas.

Subsecuentemente se nombró una Comisión Investigadora y ésta reveló en noviembre de 1935 lo que había hallado. Ni uno solo de los testigos de Jehová ni representante alguno de la Sociedad Watch Tower estuvo de manera alguna envuelto en las perturbaciones. Más bien, hasta en fecha tan temprana como 1924 en una conferencia de misioneros de sectas de la cristiandad se había preparado una conspiración para detener la circulación de la literatura de la Watch Tower. Uno de los “reverendos” en aquella conferencia dijo que el contenido de la literatura de la Watch Tower era “propaganda que venía a África desde Rusia.” Mientras tanto, sin embargo, con la Ordenanza 10 de 1935 como base, el gobernador emitió una Proclama proscribiendo veinte de las publicaciones de la Sociedad.

La Sociedad envió representantes al secretario de Relaciones Exteriores para las Colonias en Londres, Inglaterra. Ese funcionario hizo indagaciones en cuanto a nuestra condición y actividades en otras Dependencias africanas, y, sin duda como resultado de éstas, comunicó su decisión a Rodesia del Norte. La oficina sucursal en El Cabo recibió un mensaje del secretario principal, Rodesia del Norte, con fecha del 19 de marzo de 1936, concordando con nuestra proposición de abrir una oficina en Lusaka, y con la admisión de un representante europeo de la Sociedad en Rodesia del Norte.

Entonces se estableció un depósito de literatura en Lusaka, y el hermano L. V. Phillips, de El Cabo, fue asignado allí como siervo del depósito. La propiedad que él pudo alquilar estaba situada precisamente enfrente de la comisaría de policía. Inmediatamente se presentó una solicitud para registrar a la Sociedad como “confesión religiosa reconocida,” pero el gobernador pensó que tenía que haber una organización eficaz en el país que asegurara control eficaz de sus miembros antes que él pudiera recomendar esta acción.

Mientras tanto el siervo del depósito de literatura se encaró a la tarea de ir eliminando a los elementos indeseables que se habían infiltrado en algunas congregaciones. Descubrió que algunos estaban enseñando y practicando el ‘cambio de esposas’ o teniendo esposas en común. Sus esfuerzos por restaurar la limpieza a algunas congregaciones de Mufulira quisieron decir que hubo que expulsar hasta a 140 personas. A pesar de las dificultades, el primer informe del año de servicio después del establecimiento del depósito mostró que había 758 publicadores activos en la predicación de las “buenas nuevas.”

En 1937 James Mwango fue empleado por la Corporación Rhokana y se asoció con la congregación de Kitwe. Recuerda que la organización teocrática se introdujo allí cuando el hermano Jeremiah Chisansesanse fue nombrado directamente por la Sociedad como siervo de compañía, como entonces se conocía a los superintendentes. James tuvo que esperar hasta 1940 antes de bautizarse, puesto que fue solo entonces que se revocaron las restricciones impuestas por los hermanos Dawson y Walder en 1925. Ahora se requirió que él y otros que querían bautizarse demostraran, por medio de contestar preguntas acerca de su fe, su dedicación y otros asuntos, el grado de conocimiento que habían adquirido.

Con la entrada de Gran Bretaña en la guerra en 1939 rigieron condiciones de emergencia, y debido a la posición de neutralidad adoptada por los hermanos el gobierno de Rodesia del Norte emitió una proclama prohibiendo la importación y distribución de toda la literatura de la Sociedad. Después, en 1941, hubo una notificación gubernamental por la cual se exigía a toda persona que entregara toda publicación de la Watch Tower que poseyera, dentro de dos meses, tras lo cual, si no se hacía, se le celebraría juicio. El depósito en Lusaka fue objeto de una incursión policíaca y el hermano Phillips fue sentenciado a seis meses de prisión.

Un incidente en que estuvieron envueltos los hermanos en 1940 muestra el buen efecto que la verdad estaba teniendo en ellos. Mineros de la mina Nkana de la Corporación Rhokana se declararon en huelga, pero los hermanos empleados en la mina continuaron presentándose para trabajar, puesto que se había llamado a los soldados para evitar la manifestación por piquetes. Los patronos comenzaron a darse cuenta de que los testigos de Jehová eran de hecho un elemento estabilizador en la población. Esto logró mucho en cuanto a quitar la mancha que habían llevado los Testigos injustamente desde los alborotos de 1935.

Pronto hubo gran escasez de literatura, aunque los hermanos habían podido esconder gran parte de su abastecimiento para usarlo en el ministerio del campo. Con el tiempo, capítulos de las publicaciones de la Sociedad se prepararon en hojas de papel corriente por medio de una máquina de hacer copias operada a mano en el depósito de Lusaka. Los representantes viajantes, que visitaban a las congregaciones, tenían que apoyarse en su conocimiento personal de las Escrituras y de las publicaciones de la Sociedad. Trabajaban en el ministerio del campo durante el día con varios publicadores, y de noche se consideraban asuntos por preguntas y respuestas alrededor de una hoguera. Todos los publicadores que se asociaban con una congregación venían y permanecían en la aldea donde el hermano visitante celebraba sus reuniones.

Aquéllos fueron años de gran dificultad para el adelanto de la obra del Reino. En 1942 el siervo del depósito fue arrestado de nuevo, esta vez por rehusar rendir servicio militar. Por ocho de los doce meses había estado en prisión. Pero un hermano africano había servido para mantener en funciones el depósito. Cuando el hermano Phillips quedó libre de nuevo hizo lo que pudo para mantener a la organización en buena condición de trabajo. A medida que hermanos que estaban capacitados ofrecían voluntariamente sus servicios, les daba algún entrenamiento y los enviaba a mantener contacto con las congregaciones. A pesar de todas las restricciones, para 1943 había, como promedio, 2.784 Testigos predicando en Rodesia del Norte.

El hermano James Mwango, representante viajante, dice que viajaba hasta 1.120 kilómetros en bicicleta. Nueve “siervos para los hermanos” (ahora conocidos como siervos de circuito) viajaron casi 13.000 kilómetros visitando a 140 congregaciones durante el año de servicio de 1944, y esto principalmente por bicicleta o a pie. La sucursal de la Unión Sudafricana envió al hermano C. Holliday para ayudar a efectuar este servicio en 1945. Él viajó extensamente en la provincia de Barotse así como en la Zona del Cobre. Algunos de los jefes nativos rehusaron permitir reuniones para estudiar la Biblia. La comunicación entre el depósito y las congregaciones o los siervos de circuito se efectuaba principalmente por “corredores” nativos, un sistema que el hermano Mwango consideraba más eficaz que el servicio de correos del gobierno.

Temprano en 1947 un miembro del personal de la oficina sucursal británica hizo una visita personal a la Oficina Colonial británica en Londres. Esto fue apoyado por una petición al gobierno de Rodesia del Norte firmada por 40.909 personas lamentando la proscripción de una actividad educativa cristiana. La única respuesta fue la eliminación de la proscripción de unas cuantas piezas de literatura. Pero todavía La Atalaya no podía circular libremente, de modo que había que seguir haciendo esfuerzos para continuar logrando que el alimento espiritual necesario le llegara a la ‘casa de la fe.’ Había mayor necesidad que en cualquier tiempo antes, porque al fin de 1947 había 6.114 publicadores activos en 252 congregaciones.

LLEGAN GRADUADOS DE GALAAD

No fue sino hasta la llegada de graduados de la Escuela de Galaad que comenzamos a dar atención a los 25.000 europeos que habían venido a Zambia a participar en operaciones mineras. Eso fue en 1948, cuando el misionero Harry Arnott fue asignado a Luanshya e Ian Fergusson a Chingola. Pronto hubo predicación intensa de casa en casa y la respuesta fue emocionante. La literatura se colocaba aceleradamente, y rápidamente se comenzaban estudios bíblicos de casa utilizando el libro “Sea Dios Veraz.” Dentro de un año se formaron dos congregaciones de habla inglesa en estos pueblos.

Aquel año de 1948 fue magnífico de varias maneras. Un aumento fenomenal de 61 por ciento hizo que el promedio total de los ministros ascendiera a 9.873... y se alcanzó una cifra máxima de 11.606. Aquél era un maravilloso informe para presentarlo personalmente a los hermanos Knorr y Henschel cuando visitaran este territorio por primera vez. Esto fue cuando el hermano Knorr decidió establecer una nueva sucursal aquí en Rodesia del Norte, con H. W. Arnott como siervo de sucursal. El presidente de la Sociedad también se entrevistó con el secretario para Asuntos Nativos y el fiscal de la Corona, y se le aseguró que el gobierno tenía la intención de eliminar pronto la proscripción que se había impuesto a nuestra literatura y a nuestras actividades.

Inmediatamente se suministraron cursos especiales de entrenamiento para los representantes viajantes de la Sociedad y entre las congregaciones se dio principal consideración a aprender a leer y escribir. ‘Cada uno enseñe a uno,’ fue el lema que se hizo familiar en la campaña. Los siervos de circuito dieron atención especial a este asunto al visitar a cada congregación. Al principio el progreso fue lento, pero entonces vino algún buen éxito verdadero. En el período entre 1959 y 1969 a un promedio de 720 personas cada año se les enseñó a leer y escribir. De hecho, en una encuesta hecha en 1970 se determinó que, de los más de 50.000 publicadores del país, más de 36.000 podían leer y más de 32.000 podían escribir. Esto se hace muy notable cuando consideramos que de toda la población de 2.500.000 en 1963, unas 1.247.760 personas, según informes, eran analfabetos.

Fue una ocasión de felicidad cuando, comenzando con el número del 1 de agosto de 1949, La Atalaya fue finalmente librada de la proscripción. Una edición mensual en el lenguaje vernáculo principal, cibemba, se mimeografiaba en la sucursal en Lusaka y se enviaba a todos los suscriptores. El hermano Mwango recuerda que él preparaba la traducción mientras todavía servía de siervo de circuito, escribiéndola en manuscrito, muchas veces bajo la iluminación de velas y hasta horas tardías de la noche. Mientras tanto se hizo necesario ensanchar el lugar alquilado en la sucursal para alojar más trabajadores y mimeografiar 7.000 ejemplares de La Atalaya en cibemba y la misma cantidad en Silozi.

Los graduados de Galaad B. M. Holcomb y E. H. Kielhorn llegaron en 1949, seguidos poco después por otros dos, John y Kay Jason, en 1950. En este último año en una asamblea de circuito en inglés hubo una concurrencia máxima de setenta y cuatro personas. También, el hermano Phillips pudo informar en la Asamblea “Aumento de la Teocracia,” en el Estadio Yanqui que nuestro total de publicadores había aumentado a 15.196 y que 40.000 personas habían asistido a la celebración del Memorial. En aquel tiempo el hermano Phillips permaneció en Nueva York para asistir a la clase dieciséis de Galaad, que se graduó en febrero de 1951.

Para este tiempo Harrison Nyendwa, siervo de circuito, conoció en el pueblo de Choma, en una provincia del sur, al joven Mukosiku Sinaali, que trabajaba en la oficina de correos local. Los líderes de la Nueva Iglesia Apostólica pronto se enteraron del estudio bíblico que entonces empezó y trataron de hacer que este miembro de su iglesia que se les iba volviera a ella. Se hicieron arreglos para una reunión y los ancianos de la iglesia iban a probarle a Mukosiku que esta nueva religión estaba equivocada. Mukosiku informa lo que sucedió entonces: “Después de pasar dos horas sin poder probar que la religión de ellos era la correcta, los cinco ancianos se levantaron y en un ataque de ira se arremangaron para golpearnos. Sonriendo, el hermano Nyendwa usó su Biblia para mostrar lo anticristiano que sería el que peleáramos. Frustrados, pero sin admitir derrota, hicieron esta amenaza: ‘¡Vamos a pedir que caiga fuego sobre esta casa y los que sobrevivan serán los adoradores verdaderos!’ De nuevo Harrison señaló que eso tampoco sería cristiano, usando el texto de Lucas 9:54, 55 donde Jesús censuro a sus discípulos por querer ‘decir que cayera fuego del cielo y aniquilara’ a los inhospitalarios samaritanos. Esta derrota humillante probó para satisfacción mía cuál era la religión verdadera.”

Mukosiku, después ascendido a subadministrador de correos en Sesheke, en Barotselandia, acostumbraba decir algo acerca de la verdad bíblica a cada cliente. Esto, junto con el hecho de que Mukosiku no lo llamaba “Padre,” irritó a un sacerdote católico romano, quien se quejó al comisionado del distrito, y el asunto llegó a la atención del director general de correos. Aquí, en parte, está la respuesta de ese funcionario al comisionado del distrito: “La Oficina Principal no ve ninguna razón justificable para transferir a este hombre. Este ministerio ha experimentado en sucesión tres pérdidas en la forma de malversación de fondos públicos por anteriores subadministradores de correos, todos los cuales cumplieron sentencias de prisión. Ahora le hemos enviado un hombre honrado de quien creemos que puede servir al público mejor. Si es solo por diferencias religiosas que usted quiere que se le transfiriera, este ministerio no le suministrará ningún reemplazo. Ese hombre ha sido enviado allí para quedar allí. No obstante, recomendaríamos que la Misión Católica hiciera arreglos para enviar su correspondencia por medio de la Oficina de Correos de Senanga.”

El hermano Sinaali pronto entró en las filas de los ministros precursores fue nombrado siervo de circuito en 1958, y más tarde asistió a la la Escuela de Galaad en 1961. Al graduarse regresó a Zambia, donde ha estado ocupado en el servicio de Betel y en traducción.

Para fines del año de servicio de 1951 el número de publicadores que informaba ministerio del campo había aumentado a 19.173. Esto verdaderamente estaba afectando las reservas religiosas de las sectas de la cristiandad. Como señaló el autor Ian Cunnison en su libro A Watchtower Assembly in Central Africa: “En el valle de Luapula la Watchtower tiene más adherentes que todas las otras misiones puestas juntas. Calculo que más de la mitad de los que afirman ser cristianos en esta zona son de la Watchtower, a pesar del hecho de que los Hermanos de Plymouth en Johnston Falls y Kawambwa y la Sociedad Misional de Londres en Mbereshi han estado establecidos por cincuenta años y los Padres Blancos en Lufubu por veinte. También aproximadamente la mitad de los miembros de la Watchtower pertenecían originalmente a una de las otras misiones.” Continuamente se estaban haciendo esfuerzos por incitar a los funcionarios seglares contra los Testigos y sus actividades del Reino.

Las asambleas siguieron suministrando fuerza y estímulo a los hermanos. Al norte de Fort Jameson, en el valle de Luangua, el siervo de distrito cuenta de una asamblea en la cual, durante las reuniones alrededor de una hoguera de campamento en la noche, el rugir de los leones a veces ahogaba el sonido del cantar de cánticos del Reino. En una asamblea de 1952, en la ocasión de otra visita por el hermano Knorr, hubo una concurrencia de 20.000 personas. Estas reuniones de representantes de toda sección de la población y de muchas tribus ofrecía evidencia irrefutable del efecto unificador de la verdad bíblica en la vida de la gente. Sí, las asambleas internacionales también resultaron edificantes para los hermanos de Zambia, de los cuales veintiocho delegados (incluso algunos de Rodesia del Sur) asistieron a la Asamblea “Sociedad del Nuevo Mundo” en la ciudad de Nueva York, en julio de 1953.

Con la llegada de aun más misioneros al país, para 1954 el número de éstos había aumentado a dieciséis. Se estaban formando nuevas congregaciones entre la comunidad de habla inglesa. La obra estaba en verdadera expansión; tanto, que se decidió comprar una propiedad en Luanshya para reemplazar el lugar alquilado en Lusaka. Esto se hizo particularmente necesario en vista de que estaban empezando a llegar grandes cantidades de “Sea Dios Veraz” y “Esto significa vida eterna.” La alegre perspectiva de mudarse al nuevo hogar y oficina de sucursal fue trágicamente estropeada por un accidente de tráfico en el camino desde Lusaka en el cual la Hermana Marion Arnott recibió heridas que resultaron en su muerte.

La entrada de muchos nuevos asociados exigió expansión de otra manera muy tangible... se necesitaron más y mejores Salones del Reino. Hasta este tiempo los lugares de reunión eran con frecuencia bastante primitivos... paredes de palo y barro, techo de paja, la tierra como piso y bancos de barro, sí, hasta algún terreno al aire libre bajo la sombra de un árbol o detrás del hogar de alguien. Ahora comenzaron a aparecer sólidos edificios de ladrillo con techo de hierro galvanizado, algunos de ellos con luz eléctrica, en contraste con las reuniones de aldea que tenían que ser conducidas durante las horas del día, o, si de noche, alrededor de una brillante hoguera. En la mayoría de los casos ahora el Salón del Reino es el edificio más imponente en las aldeas del campo, encajando en el fondo rural y bellamente ornamentado con macizos de flores.

Muy estimulador para los hermanos en Zambia fue el uso de un nuevo rasgo de nuestra campaña educativa, a saber, el uso de películas como “La Sociedad del Nuevo Mundo en Acción.” Más de 42.000 personas vieron esta película en su primer año, comenzando en 1954. Tanto oficiales del gobierno como funcionarios de la educación quedaron profundamente impresionados. Y la exhibición de “La Felicidad de la Sociedad del Nuevo Mundo” constituyó un punto de viraje en la vida de un jefe de aldea polígamo. Después de notar a la gente abandonar prácticas del viejo mundo como la poligamia, él se separó de su segunda esposa y pidió que se condujera un estudio bíblico con él y su primera esposa.

En la provincia de Barotse, hogar del pueblo lozi, el siervo de distrito exhibió la película a la familia real de unas 230 personas, en los terrenos del palacio. El litunga, o jefe máximo, preguntó si se le podía exhibir a su pueblo. La noche siguiente hubo una concurrencia de 2.500 personas. En el mismo viaje el equipo de la película fue transportado por lanchón a una asamblea en una zona aislada donde muchas personas jamás habían visto una película. En dos exhibiciones hubo una concurrencia de 1.800 personas, incluso funcionarios gubernamentales. Ahora las seis películas de la Sociedad han sido exhibidas por todo el país con un auditorio de más de un millón de personas. ¡Son ciertamente una excelente manera de familiarizar a la gente con la naturaleza de esta sociedad basada en la Biblia!

¡Qué principio, pues, para el año de servicio de 1955-1956! La Asamblea “Reino Triunfante” se celebró a las orillas del arroyo Mwambashi a dieciséis kilómetros fuera de Kitwe. El hermano Henschel de Brooklyn sirvió en esta reunión y presentó a un auditorio entusiasmado de 36.000 personas el folleto “Estas buenas nuevas del reino” tanto en cibemba como cinyanja. Entonces en febrero de 1956 llegó un envío de 36.000 ejemplares del libro “Esto significa vida eterna” en cibemba. La concurrencia al Memorial aquel año subió a 70.749 personas.

Un joven, Smart Phiri, nos dice cómo se puso en comunicación con el mensaje de la verdad: “Cierto día quise ir y convencer a un Testigo de que su religión estaba equivocada. Puesto que no tenía que trabajar aquel día, tomé mi Biblia en cinyanja, que había comprado al tiempo de mi bautismo en la Misión Merwe, y fui al lugar donde este individuo trabajaba. Tan pronto como me vio dijo: ‘Parece que hoy vienes a hablar en serio, porque noto que has traído tu Biblia.’ ‘Sí,’ respondí, ‘quiero convencerte de que los de la Watchtower nunca son la iglesia verdadera.’ Me dio la oportunidad de comenzar primero y mostrarle con la Biblia que mi iglesia enseñaba lo correcto. Bueno, yo no sabía dónde empezar, de modo que él, prudentemente, se encargó de la situación y empezó a enseñarme en cuanto a varios temas. Esto duró desde las 8:30 de la mañana hasta las 5:30 de la tarde, sin interrupción para almorzar. Por supuesto, su patrono no podía quejarse, porque él no dejó de trabajar en su máquina de coser, sino que dejó el trabajo de buscar y leer los textos bíblicos a mí. Ese día fue una ocasión especial en mi vida, y tengo que admitir que fue en ese día que Dios contestó mi oración por iluminación.”

Aquella misma noche Smart Phiri acompañó al Testigo al Salón del Reino. Al principio hubo gran perturbación cuando los otros hermanos vieron a este policía uniformado en medio de ellos. Desde entonces en adelante, Smart Phiri comenzó a asistir a las reuniones con su esposa. Completó su contrato con la policía y dedicó su vida a Jehová, entrando en el ministerio de precursor de tiempo cabal en octubre de 1956. El mes siguiente fue invitado a unirse al personal de la oficina sucursal en Luanshya. Más tarde disfrutaría de muchos privilegios de servicio.

Mientras tanto la fuerza misional en el país fue aumentada; Joseph Hawryluk, John e Ian Renton, Gene Kinaschuk, Paul Ondejko, Peter y Vera Paliser, Avis Morgan y Benson Judge, todos contribuyeron sus esfuerzos al adelanto de las “buenas nuevas” durante los años siguientes. ¡Cuánto se alegraron de tener parte en buscar y cavar por más de ‘las cosas preciosas’ de Zambia en las cuales Jehová estaba profundamente interesado!

Entre las ‘cosas preciosas’ recogidas durante este tiempo estuvo un joven de la tribu de los lozis, Solomon Lyambela. Cuando solo tenía quince años de edad su ‘nueva fe’ había comenzado a ser un elemento perturbador en su vida. Estaba asociado entonces con la Misión Evangélica de París. El tío de su esposa introdujo la nueva enseñanza y todos los miembros de las dos aldeas de parientes la aceptaron, es decir, todos excepto Solomon. Él no concordó. Pero más tarde, cuando el trabajo seglar lo llevó a otra zona, asistió a una de las reuniones de los Testigos y aceptó unos folletos, entre ellos ¿Dónde están los muertos? Esto y la clase de hombres y mujeres que participaban en el ministerio de casa en casa lo impresionaron profundamente. ¡Imagínese la sorpresa que recibió su familia cuando escribió y les dijo que abrazaba la fe! Tuvieron que enviar a un miembro de la familia a hacer el viaje de más de 720 kilómetros a Livingstone para asegurarse de que esto era cierto. El primer Memorial al que recuerda que asistió se celebró en 1936.

No fue sino hasta 1939 que Solomon fue bautizado. Entonces en 1940 sirvió de lector de textos bíblicos cuando el hermano L. V. Phillips habló a una asamblea de casi 300 personas en Mongu, la capital provincial de Barotselandia. Cuando se presentaron dificultades debido a que los hermanos rehusaron dar el saludo de adoración al litunga o jefe máximo, Solomon y otros hermanos prominentes fueron arrestados y aprisionados por tres meses. Más tarde él se mudó a Rodesia del Sur en busca de trabajo y terminó incorporándose a las filas de los precursores. Cuando volvió a Rodesia del Norte en 1950 fue asignado a servir en la obra de circuito. Aquella cuestión del “Showelela” (el saludo real) había perdido alguna importancia, y recordamos que este mismo litunga se alegró de ver las películas de la Sociedad en más de una ocasión. Solomon pudo llevar consigo un muy interesante informe cuando fue invitado a la Escuela de Galaad en 1958.

LA PODA ESTIMULA EL CRECIMIENTO

De nuevo Rodesia del Norte estuvo bien representada en la Asamblea Internacional “Voluntad Divina” de Nueva York, en 1958. Treinta y dos delegados fueron de aquí, y ocho de ésos eran de la congregación de habla inglesa de Kitwe. En aquella asamblea Harry Arnott les contó a los millares reunidos en el Estadio Yanqui que la obra del Reino en este país estaba verdaderamente prosperando... pues ahora había un publicador por cada ochenta personas en Rodesia del Norte. Y mientras las minas de la Zona del Cobre adelantaban hacia su año más productivo hasta entonces, el pueblo de Jehová se preparaba para un recogimiento que sobrepasaría todo lo que hasta entonces se había visto en este país. Catorce hectáreas de terreno fuera del pueblo de Ndola fueron limpiadas de vegetación en preparación para la Asamblea Nacional “Ministros Fieles” en abril de 1959.

Un grupo de personas expulsadas vinieron a esta asamblea con la esperanza de que su líder recibiera reconocimiento del presidente de la Sociedad, el hermano Knorr. En vez de eso, se les prohibió la entrada en el terreno de la asamblea, y a los hermanos que se habían congregado se les dio la advertencia de no asociarse con los malhechores. Los Testigos fieles, por otra parte, disfrutaron de un magnífico programa que recibió debida publicidad en la prensa pública. Dijo un editorial: “Los Testigos están conectados con la Sociedad Watch Tower que fue proscrita en Rodesia del Norte, pero, según todo lo que se informa, las zonas en las cuales los testigos de Jehová tienen mayor número entre los africanos son ahora zonas más libres de dificultades que el término medio. Ciertamente han estado activos contra los agitadores, la brujería, la borrachera y la violencia de toda clase. Se estimula a estudiar la Biblia cuidadosamente.” El mismo editorial hizo notar el aumento de predicadores activos entre los testigos de Jehová en siete años... ¡13.300! La concurrencia al discurso público de aquella asamblea inolvidable fue de 29.596 en la sección en el idioma vernáculo y 405 en la sección de habla inglesa.

Durante esta visita el hermano Knorr examinó posibles ubicaciones para una nueva central de sucursal, y se dio autorización para comenzar la construcción del edificio propuesto para hogar y oficina en propiedad comprada por la Sociedad en Kitwe. Había mucha probabilidad de hacer exploración más próspera en búsqueda de ‘cosas preciosas’ en esta parte del campo. Es verdad que a veces el buen éxito se lograba por medio de prueba, dificultad y aguante a través de los lazos diabólicos que se colocaban en el camino de los cristianos verdaderos, como fueron colocados en el camino de Cristo Jesús. A veces hubo que talar completamente malos elementos que se habían asociado con el pueblo de Jehová. Por ejemplo, en el año de servicio de 1960-1961, 414 personas fueron expulsadas por varias razones, tales como adulterio, poligamia, intercambio de esposas y brujería.

En contraste con la costumbre tribual de segregar a los hombres y las mujeres en las reuniones, una costumbre que establece barreras a la unidad de la familia cristiana, el libro Christians in the Copperbelt hizo notar la práctica que existía entre los testigos de Jehová: “Esta actitud del hombre y la mujer trabajando juntos en sus unidades de familia era muy evidente en los hogares de los miembros de la Watchtower que visitamos. Las mujeres ocupaban su lugar en la reunión y en la discusión sin turbación ni la renuencia acostumbrada a hablar. Aunque era difícil averiguar en la mayoría de las demás congregaciones quién estaba casado con quién, porque los maridos y las mujeres no iban juntos a la iglesia ni se sentaban juntos durante el servicio, las familias Watchtower se reconocían fácilmente en sus reuniones como pequeños núcleos del padre, la madre y los hijos.”

Mientras ‘vientos de cambio’ políticos soplaban intensamente por toda Rodesia del Norte en 1961, los Testigos amadores de la paz seguían adelante con su obra dada por Dios. A pesar de condiciones de emergencia, organizaron y disfrutaron de su serie de Asambleas de Distrito “Adoradores Unidos” en 1961, congregándose para estas ocasiones gozosas en lugares como Kashiba, Senanga, Broken Hill, Petauke y cerca de Kitwe. La concurrencia total pasó de 30.000 personas. Este año, también, se suministraron cursos de la Escuela del Ministerio del Reino de modo que los superintendentes de congregación pudieran estar mejor capacitados para sus deberes de pastoreo para con el rebaño o congregación de Dios. Los graduados de Galaad fueron extensamente usados en este proyecto: Hayes Hoskins se concentró en el curso para los que hablaban cinyanja; Billy Howard, John Renton y Wayne Johnson condujeron los de cibemba y silozi. Un Salón del Reino centralmente localizado en cada zona se seleccionaba y allí se celebraban algunas clases, y entonces se pasaba a otra zona, y así se abarcaba al fin todo el campo.

Para fines de 1961 se había adelantado bastante en la construcción de la nueva oficina sucursal en Kitwe. Hubo mucha alegría el 3 de febrero de 1962 cuando se dedicó la nueva sucursal con su hogar Betel y su Salón del Reino. Bajo una fotografía de cuatro columnas de ancho de todo el grupo de edificios, el periódico The Northern News informó el asunto: “La obra entre los testigos de Jehová en Rodesia del Norte, Kenia, Tangañica y Uganda será dirigida desde un nuevo edificio de 20.000 libras esterlinas en Kitwe. Abarca habitaciones para un personal de 14, una sección de oficinas, un depósito de literatura y un lugar de reuniones para la congregación de Kitwe con asientos para 200 personas. Toda la decoración interior del centro la hicieron los Testigos mismos.”

Políticamente el año de 1962 fue importante en el país. Unas elecciones generales en octubre fueron inmensamente significativas, pues marcaron la primera gran confrontación electoral entre los africanos y los europeos, y produjo el primer gobierno africano. Seguían viniendo informes de casos en que se trataba de intimidar a los hermanos para que compraran tarjetas que los identificaran con algún partido político particular. En medio de aquella atmósfera tensa comenzaron las preparaciones para la Asamblea Nacional “Ministros Valerosos” en Kitwe, programada para mayo de 1963. Se construyeron cuatro arenas separadas desde las cuales el programa fue presentado en los cuatro idiomas principales: inglés, cibemba, cinyanja y silozi. En todo otro sentido, fue una reunión completamente integrada. El bautismo de 631 nuevos ministros abarcaba tanto a africanos como europeos. Particularmente significante, en vista de lo que les esperaba a los hermanos, fue el discurso en explicación de Romanos 13, y la relación de los cristianos para con las autoridades superiores. El hermano Henschel del Betel de Brooklyn habló al mayor auditorio de esta asamblea de cinco días cuando dirigió la palabra a 24.551 personas el día final, con el tema “Preste atención a la profecía.”

Muchos de los delegados que regresaron de aquella asamblea afrontaron entonces violencia y persecución. En el distrito de Samfya varias Hermanas, al habérseles hallado sin tarjetas políticas, fueron golpeadas y obligadas a beber la orina de sus atacadores. En aquella zona, también, cinco hogares y un Salón del Reino fueron quemados. En la aldea de Mazangu en la provincia oriental los misioneros Wayne Johnson y Benson Judge fueron obligados a salir de una aldea por no poder presentar la tarjeta. En la aldea cercana de Sikamwenje no pudieron seguir adelante con su obra cristiana debido a la acción de una chusma frenética que les gritaba. Para el fin de septiembre se informó que un total de diez Salones del Reino habían sido destruidos. En Zambia News, en su número del 8 de diciembre de 1963, incluyó lo siguiente en su informe de la situación:

“La historia de siglos de antigüedad de la persecución de las sectas religiosas se ha repetido en aldeas africanas de la provincia de Luapala. Más de 100 maleantes políticos han sido encarcelados o se encaran a ser juzgados por golpear a testigos de Jehová y derribar y quemar sus hogares e iglesias. . . . La policía se ha entrevistado con 30 testigos de un incidente típico de política contra religión en el cual una multitud merodeadora de 600 personas, según informes, marchó por la calle principal de Mwansabombwe —la aldea del jefe mayor Kasembe— destrozando las casas de los testigos de Jehová. Magistrados especialmente transportados por avión desde la Zona del Cobre han enviado ya a los violadores de la ley a la cárcel por un término de hasta tres años de trabajo forzado. Hay más pleitos pendientes. Los 14 cabecillas de una campaña de violencia en Kanyembo fueron sentenciados a términos de cárcel que oscilan entre dos y tres años. . . . A pesar de las amenazas y la violencia los Testigos han rehusado acobardarse. Tienen una reputación de valentía, y han mostrado que son impávidos al informar casos de terrorismo, dijo un vocero de la policía.”

Por supuesto, inmediatamente se enviaron representantes al señor K. D. Kaunda, primer ministro y cabeza del Partido Independencia Nacional Unida. En una entrevista personal hermanos responsables pusieron ante el señor Kaunda los hechos de la campaña de violencia. El primer ministro prontamente envió por teléfono y telegrama instrucciones a todos los secretarios regionales para que pusieran fin a todos aquellos actos desaforados y terroristas. Los Testigos, por su parte, habían estado bien preparados para enfrentarse a aquellos ataques, y en todo lo que hicieron manifestaron su odio a la violencia y respeto a la ley y el orden. A pesar de la acción de los enemigos, los informes para el mes de diciembre de 1963 mostraron un máximo sin precedente de 30.728 publicadores. Como resultado de defender los Testigos legalmente su derecho de predicar y mantenerse separados del mundo, 199 violadores de la ley fueron sentenciados a un total de 304 años en prisión por su participación en los ataques injustificados contra cristianos pacíficos.

LA OPORTUNIDAD DE ZAMBIA

El partido del Dr. Kaunda tuvo un triunfo arrollador en las urnas, y tres meses más tarde él encabezó una delegación a la conferencia de Independencia de Londres para abogar a favor de independencia completa para Zambia sin más tardanza. De nuevo tuvo buen éxito, y el 27 de mayo le informó lo siguiente al Parlamento: “Se nos está dando la oportunidad de hacer de este país uno en el cual toda nuestra gente querrá permanecer; un país en que la gente por 24 horas de cada día no temerá salir de sus hogares debido a sus creencias políticas, religiosas o de otra índole.” Así el 24 de octubre de 1964 Rodesia del Norte llegó a ser la soberana e independiente República de Zambia.

El pueblo de Jehová en Zambia consideró con interés especial las estipulaciones que se hacían en la nueva Constitución en cuanto a derechos fundamentales, particularmente esta estipulación: “Excepto con su propio consentimiento, a ninguna persona se le estorbará en el disfrute de su libertad de conciencia, y para los propósitos de esta sección dicha libertad incluye libertad de pensamiento y de religión, libertad para cambiar su religión o creencia, y libertad, ya sea singularmente o en comunidad, con otros y tanto en público como en privado, para manifestar y propagar su religión o creencia en adoración, enseñanza, práctica y observancia.” ¿Sería sostenido este elevado principio?

En fecha tan temprana como en noviembre de 1964 nuestros hermanos comenzaron a afrontar dificultades con relación a la cuestión del saludo a la bandera y el himno nacional. Una histeria patriótica, sin duda excitada por los discursos y celebraciones de la nueva era de independencia, barrió por el país. Ahora el blanco más próximo fueron los hijos de los Testigos en las escuelas del país. Como si fuera algo planeado diabólicamente, la cuestión fue discutida entre unos y otros en la prensa y a la Sociedad Watch Tower y los testigos se les representó de la peor manera posible. Para añadir a toda la publicidad desfavorable, hubo entonces un caso de unos Testigos que se habían herido gravemente en un accidente de tráfico. En la prensa pública los informes del accidente destacaron el hecho de que los Testigos heridos rehusaron terminantemente recibir transfusiones de sangre.

A algunos funcionarios de la nueva administración se les ocurrió la idea de que el proceder de neutralidad y mantener la integridad de parte de los hermanos y sus hijos se debía a que seguían a un hombre, de modo que aunaron sus esfuerzos para remover de Zambia a Harry Arnott, el siervo de la sucursal. Con tristeza, él y su esposa Zennie partieron del país en diciembre de 1965, y J. S. Mundell asumió las responsabilidades de siervo de sucursal. Había 700 congregaciones por todo el país para este tiempo, y en la celebración del Memorial más temprano en aquel año la concurrencia por primera vez había pasado de la marca de 100.000; la cifra exacta fue de 100.088.

En 1966 continuó el hostigamiento de los testigos de Jehová; agentes especiales de la policía los interrogaban en cuanto a su posición con relación a la participación en la política. También en ese año los Testigos estaban recibiendo atención en los círculos legislativos. Después de considerable debate se puso en vigor El Acta de Educación de 1966, en el que se estipulaba que en todas las escuelas se exigiría ahora que los discípulos cantaran el himno nacional y saludaran la bandera nacional, de no hacerse lo cual el único resultado sería expulsión de la escuela. Después vino otro estatuto, El Acta de Orden Público (Enmienda), de 1966, exigiendo que todas las reuniones públicas comenzaran con el canto del himno nacional. Ese estatuto entró en vigor el 1 de enero de 1967. A muchos padres y niños se les hizo difícil entender cómo podía existir la libertad de conciencia lado a lado con decretos gubernamentales como éstos, decretos que llegaban hasta el punto de determinar cómo debería la conciencia de una persona considerar estos símbolos nacionales.

Esto quiso decir que ya no sería posible celebrar asambleas a las cuales se invitara al público. No obstante, los hermanos continuaron organizando servicios religiosos intercongregacionales en zonas particulares aisladas, abiertas solo a testigos de Jehová y sus amigos. A pesar de los esfuerzos que se hicieron por causar estorbos a estas reuniones, casi todas se celebraron, y, a pesar de que no había invitaciones para el público en general, la concurrencia siguió aumentando continuamente. Hacia fines de 1966 las ocho Asambleas de Distrito “Hijos de Libertad de Dios,” con una concurrencia total combinada de 49.528 personas, se celebraron sin percance. ¡Qué animador fue, también, el que hubiera una nueva concurrencia máxima en la celebración del Memorial de 1967... 120.025 personas, con 26 que participaron de los emblemas!

Una asamblea de circuito en Kabompo, en la provincia del Noroeste, fue desbaratada antes que siquiera comenzara; la policía hasta usó granadas de humo y bombas de gases lacrimógenos en un esfuerzo por intimidar a los inofensivos cristianos. Esto aconteció dos días antes de la fecha en que la asamblea había de comenzar. El campamento de dormir y la arena de la asamblea fueron quemados. Los hermanos que temporalmente se habían dispersado a aldeas de alrededor regresaron el viernes, se pusieron a trabajar de nuevo en preparación para la llegada de unos 400 delegados, y el programa para el sábado y el domingo continuó normalmente. Este incidente recibió amplia publicidad, que habló bien de la conducta pacífica de los Testigos.

En una asamblea de más tarde en la misma provincia, en Solwezi, la policía se presentó de nuevo bajo el mando del mismo oficial que había dirigido el ataque en Kabompo. Esta vez él habló al siervo de distrito, contribuyó por alguna de la literatura de la Sociedad, mientras los hombres a su mando escuchaban tranquilamente el programa. Después de la exhibición de la película “Dios no puede mentir,” se oyó a algunos de aquellos policías decir: “La Watchtower es la única iglesia verdadera.” El siervo de circuito informó que en las tres congregaciones más cercanas a la escena del ataque con gas lacrimógeno veinte nuevos publicadores habían comenzado a participar en el ministerio.

PREDICANDO EN TIEMPOS DIFÍCILES

En medio de condiciones difíciles el servicio del Reino produce muchas gozosas experiencias para los que aguantan lealmente. Por ejemplo, un siervo de circuito dijo que, en la zona del famoso Vedado de Caza del valle Luangua, tuvo que caminar y viajar en bicicleta por ciento dos kilómetros a través de terreno pantanoso para llegar al siguiente grupo aislado. Con frecuencia se encontró en agua que tenía más de un metro de profundidad y lo atormentaron continuamente las moscas tse-tse. Llegó al campamento de un vigilante de la caza que le suministró agua para lavarse, además de alimento y un lugar donde dormir. Después de algún descanso el hermano encendió su lámpara de parafina y le pidió al guarda que reuniera a su familia. También vinieron maestros y discípulos de una escuela cercana, de modo que el número de su auditorio aumentó a cincuenta. A ellos les explicó la esperanza del Reino, con una respuesta que lo recompensó plenamente por su viaje peligroso y agotador. Sus escuchas agradecidos obtuvieron muchos folletos y revistas y una suscripción.

El año 1967 fue un año en que la oficina de sucursal en Zambia estuvo muy ocupada. Además de organizar y superentender las dieciséis Asambleas de Distrito “Haciendo Discípulos,” que atrajeron un auditorio combinado total de 77.251 personas, hubo también la preparación para el caso de prueba sobre el saludo a la bandera que había de verse en el Alto Tribunal de Zambia en Lusaka. La decisión del Tribunal se dio el 20 de noviembre... una decisión adversa al pueblo de Jehová, una decisión que negaba a los hijos de los Testigos el derecho a una educación en las escuelas públicas del país. Eso quiso decir que sería necesario instituir clases de lectura y escritura para provecho de los niños expulsados de las escuelas. Para agosto de 1968 los registros mostraban que 5.755 niños habían sido expulsados.

Pero ya se habían tomado otras medidas drásticas contra las actividades del Reino a principios de 1968. Órdenes de deportación, con el propósito de expulsar a todos los Testigos que eran de otros países, se les entregaron a los misioneros en el país, y a algunos se les obligaba a partir dentro de siete días. Sin duda se esperaba que la organización de los Testigos sería como una embarcación sin tripulación batida de un lado a otro en un mar tempestuoso. Pero, al contrario, hubo voluntarios que rápidamente llenaron los lugares vacantes y la obra del Reino siguió adelante a buen paso. Las responsabilidades de la sucursal fueron asumidas por Smart Phiri, y, como algo que indica la operación normal de los asuntos, debe notarse que las doce Asambleas de Distrito “Buenas Nuevas para Todas las Naciones” se efectuaron según los planes, con una concurrencia total de 110.952 personas. El drama de Jefté fue una parte muy oportuna del programa de la asamblea.

En diciembre de 1968 vendrían las primeras elecciones generales en la independiente Zambia, y de nuevo el fervor patriótico fanático se desbordó en violenta persecución de los siervos de Dios. Las ventanas de más de ochenta casas pertenecientes a hermanos fueron rotas; muchos hermanos y hermanas fueron atacados físicamente. A medida que pasaron las semanas, la situación empeoró. De aldea en aldea los Testigos estaban siendo cazados como bestias salvajes. Las casas y las posesiones de más de mil hermanos fueron destruidas completamente; varios centenares de hermanos fueron golpeados. A un hermano le enterraron clavos en la cabeza, y otro fue muerto a golpes. Tres hermanas fueron violadas. Para el fin de febrero unos cuarenta y cinco Salones del Reino habían sido quemados y más de mil hermanos de las zonas de Luapala y Serenye quedaron sin hogar. Rápidamente la Sociedad hizo arreglos para que desde la oficina de sucursal se les enviaran fondos a los destituidos, mientras que unas seis toneladas de ropa y frazadas contribuidas generosamente por hermanos de la Zona del Cobre fueron enviadas apresuradamente a la escena. El Gobierno inició pasos definitivos para detener la persecución, aunque sin que los funcionarios gubernamentales admitieran que la posición adoptada por los Testigos fuera correcta.

En los círculos políticos continuó aumentando la presión para que se proscribiera totalmente a los Testigos. El presidente Kaunda, no obstante, decidió encargarse de la situación personalmente, y la manera en que se proponía hacerlo pronto se manifestó. Por el Instrumento Estatutario Núm. 384 de 1969, dirigido directamente a la actividad de predicación de los Testigos, y usando poderes de emergencia, se dio la regla de que “ninguna persona entrará sin el consentimiento expreso de los ocupantes por lo presente en ninguna morada o patio cercado o en cualquier edificio y solicitará o abogará por la adherencia a o diseminará las enseñanzas de la religión, organización o sociedad especificada en el Programa [los Testigos de Jehová; la Sociedad Watchtower Bible and Tract], sea por palabras o conducta.”

Ante esta virtual proscripción ahora se hizo necesario que los hermanos dieran otra forma a su ministerio, dando a la testificación incidental más importancia. Hubo que desarrollar nuevas maneras de obtener consentimiento previo para entrar en hogares privados. De un modo u otro los testigos de Jehová estaban resueltos a cumplir su comisión que Dios les había dado de predicar. Debido a estos desenvolvimientos, el tiempo que antes se pasaba en el ministerio de casa en casa se pasó a gran grado en la actividad de estudios bíblicos en los hogares de las personas de quienes se sabía que estaban interesadas. Así, para abril de 1971 se informó un número máximo de estudios bíblicos de casa, a saber, 47.840. ¡Ciertamente lo que se intentaba que sirviera de obstáculo a la actividad del Reino había sido convertido en una bendición!

A principios de 1970 se hizo asunto de comentarios publicados el hecho de que en algunas zonas rurales estaba habiendo dificultad en cuanto a llenar los escritorios en escuelas recientemente construidas. Algunos se inclinaban a culpar a los testigos de Jehová, pero la realidad del asunto era que los niños de los Testigos habían sido expulsados de la escuela. Pero ahora los acontecimientos comenzaron a ir en otra dirección. Algunos maestros de escuela estaban reinstalando a los niños de los Testigos. La insistencia en que se cantara el himno y saludara la bandera se aflojaba con las más sencillas de las excusas. Algunos de los hijos de los Testigos pudieron de nuevo disfrutar de una educación seglar, si ejercían sabiduría en lo que tenía que ver con los días ceremoniales en la escuela.

Durante el año de 1971 la población de Zambia experimentó serios desastres, pues hubo sequías severas en una parte del país e inundaciones catastróficas en otra. Muchos del pueblo de Jehová participaron en esos sufrimientos, pero tenían la ventaja de ser parte de una organización amorosa que rápidamente les trajo socorro en forma de ropa y suministro de alimento. Sobre todo, nunca quedan sin sostenimiento espiritual y la seguridad del interés amoroso de Jehová en su bienestar. ¡Lo evidente que es ese amor lo muestra la prosperidad que acompaña a las actividades del Reino! En los discursos especiales que se presentaron en las congregaciones y grupos aislados por todo el país en marzo, hubo una concurrencia total de 103.760 personas. Y la celebración del Memorial el 9 de abril de 1971 atrajo a una muchedumbre aun mayor de 166.492 personas, de las cuales 27 participaron del pan y el vino.

Las ‘cosas preciosas’ que Jehová ha recogido en el campo de Zambia se alegran de participar con compañeros Testigos por todo el mundo en cavar más productivo. Su resolución de efectuar la voluntad de Jehová para ellos en estos tiempos peligrosos, pero de gran significado, es recompensada al ver los resultados que Jehová da. En el año de servicio de 1971 se alcanzó un nuevo máximo de 56.996 ministros activos en el campo, y esto resultó en una cifra máxima de 4.295.663 revisitas hechas a personas interesadas y un promedio de 53.710 estudios bíblicos de casa conducidos cada semana. ¡Qué consolador saber que Jehová mismo está logrando esta obra, llevándola a su conclusión de buen éxito, y que nosotros somos sus colaboradores!