Las Islas Británicas
Las Islas Británicas
CUANDO dos viajeros que acababan de cruzar el Atlántico desembarcaron en Liverpool, Inglaterra, cierto día en septiembre de 1881, poco se imaginaban que tenían el privilegio de comenzar algo que crecería tremendamente y llevaría gran gozo a los británicos que temían a Dios. J. C. Sunderlin y J. J. Bender eran dos asociados del bien conocido “pastor” Charles T. Russell de Allegheny, Pensilvania, y habían venido para hacer arreglos para distribuir una publicación de 162 páginas intitulada “Food for Thinking Christians” (Alimento para cristianos pensadores).
Cada uno tenía su plan de acción preparado, y pronto Sunderlin iba en dirección a Londres, mientras que Bender viajaba hacia el norte a Glasgow. El plan era seleccionar ciudades de buen tamaño, emplear a un hombre apropiado que reclutara ayudantes, entre ellos muchachos, para dar gratuitamente los libros a la
gente al salir ésta de la iglesia. Esto había de ser un trabajo rápido, completado en dos domingos sucesivos. Sunderlin consiguió el servicio de casi quinientos muchachos mensajeros para entregar las publicaciones en Londres. En Glasgow, Bender colocó un anuncio en un periódico y se marchó en tren a Edimburgo, donde buscó a un hombre que se encargara de la obra allí. Tan pronto logró esto siguió abarcando más campo en su viaje, haciendo arreglos para la distribución en pueblos como Dundee y Alberdeen. De regreso en Glasgow firmó un contrato con un individuo de dieciocho que habían respondido a su aviso sobre la distribución de treinta mil ejemplares de la publicación.Entonces, en zigzag hacia el sur, Bender hizo arreglos para la obra en Carlisle, Newcastle-upon-Tyne, Liverpool, Manchester, Hull, Leeds y otros pueblos de la sección industrial del algodón de la católica Lancashire y en los pueblos que tenían que ver con lana de la protestante Yorkshire. En total se habían apartado 300.000 de las excelentes publicaciones bíblicas para distribuirlas en la Gran Bretaña.
Aunque la Gran Bretaña estaba en el cenit de su poder comercial, en Londres y en otras grandes ciudades había huestes de pilluelos, pálidos, en andrajos y sin zapatos ni calcetines, que andaban por las calles buscando sobras de alimento en los arroyos y en los montones de basura. Había muchachas que trabajaban como esclavas en locales de calor sofocante, con máquinas de coser ruidosas y planchas que se calentaban en una estufa hedionda, afanándose casi todo el día por una bagatela. Había multitudes de personas que tenían gran necesidad del mensaje de consuelo de la Biblia. La publicación Food for Thinking Christians habría de ser un verdadero consuelo para muchos, y especialmente para personas pobres que mayormente vivían en barrios de miseria y a quienes se les hacía muy difícil conseguir suficiente para comer.
Muchas de estas personas recibieron esperanza, y pronto comenzaron a surgir grupos de Estudiantes de la Biblia como resultado de esta extensa y amplia actividad. Tom Hart de Islington, Londres, escribió pidiendo tres folletos y los recibió. También recibió con regularidad Zion’s Watch Tower (ahora La Atalaya en español) por nueve meses, todo sin costo... una nueva experiencia en el campo religioso. Desde entonces en adelante se hizo suscritor regular. Le impresionó el tema que corría como un hilo por cada número, a saber: ¡“Sálganse de ella, pueblo mío”!... una llamada bíblica a salir de los grupos religiosos de la cristiandad y seguir la enseñanza de la Biblia. Él y un compañero ferroviario, Johnathan Ling, comenzaron a estudiar juntos. Esto hizo al fin que Hart renunciara formalmente de la capilla en 1884, lo cual pronto fue imitado por Ling y otra docena de individuos que empezaron a reunirse. Parece que éste
es el primer registro de reuniones regulares de este tipo en la Gran Bretaña. Muchos que participaron en aquellas reuniones también se mostraron dispuestos a participar en la obra de esparcir la luz del entendimiento a otros. Un cochero de Bristol escribió: “Estoy muy deseoso de proclamar esto.”El 1 de julio de 1891 llegó por primera vez a las Islas Británicas Charles T. Russell, desembarcando en Queenstown, Irlanda, e hizo una gira misional de dos meses que abarcó a la Gran Bretaña, Europa y Rusia. Llegó a la conclusión de que la Gran Bretaña ofrecía las mejores posibilidades y decidió concentrar las actividades allí. Visitó y habló a grupitos de suscriptores de la Watch Tower y habló en reuniones públicas y hasta a doscientas personas interesadas que habían sido especialmente invitadas en Liverpool y Londres. También hizo arreglos para que una firma de Londres suministrara libros Millennial Dawn (La Aurora del Milenio), ayudas para estudiar la Biblia, a precios especiales a los repartidores.
En aquellos días del principio la obra de esparcir las buenas nuevas se efectuaba de varias maneras. Algunos trabajadores de parte del tiempo preferían ofrecer los libros en parques y otros lugares donde la gente reposaba. Un grupo de tres abarcaba los parques de Londres de esta manera. Era cosa común sostener largas conversaciones acerca de la Biblia. Otros concentraban sus esfuerzos en las casas comerciales. La manera más usual de hacer la obra, sin embargo, era hacer visitas de casa en casa. Un hermano que trabajaba cada casa en pueblecitos de Escocia colocaba como promedio treinta libros al día.
LA OBRA CON LOS TRATADOS EN ESCOCIA
La distribución de Food for Thinking Christians fue solo el principio. La actividad con los tratados también próspero. Sarah Ferrie, que tenía una tienda de ropa de cama en Glasgow, se había suscrito a Zion’s Watch Tower. Le escribió al pastor Russell diciendo que ella y unas cuantas de sus amigas querían ofrecerse voluntariamente para participar en la obra. Más tarde un camión enorme llegó a la puerta del negocio de ella. En él había treinta mil folletos. Estaban bien hechos y todos habían de distribuirse gratis. La tía Sarah, como llegó a llamársele, entró en acción junto con sus amigas. Por lo general tres se situaban a distancia que no causara estorbo de una iglesia, cada una en una diferente vía de acercamiento al edificio, de modo que los que asistían a la iglesia y otros recibieran una publicación gratis.
Otro trabajador activo, el hermano Phillips, era un hombre de negocios que visitaba por turno varios pueblos en los alrededores de Glasgow. Viajaba en un compartimiento diferente del tren cada día y distribuía tratados a sus compañeros de viaje. Habiendo abarcado todos los trenes que con regularidad usaba, abordaba trenes más tempranos cada día y repetía el proceso. Por lo menos cuatro personas aceptaron la verdad como resultado
de su distribución de tratados en los trenes. George, hijo del hermano Phillips, sirvió más tarde en África del Sur como superintendente de sucursal por muchos años.Minnie Greenlees, parienta de Sarah Ferrie, viajó por toda la región rural en su ‘cochecito” con su hijo Alfred y sus dos hermanitos. Ella los enviaba a haciendas y casitas de campo aisladas con tratados mientras ella misma colocaba centenares de ejemplares del libro El Plan Divino de las Edades.
Para 1901 el grupo de Glasgow, que al principio se reunió en la casa de la hermana Ferrie, se había hecho demasiado grande para aquel lugar y había sido transferido al salón Masonic Halls. En los cuatro años desde que fue formada la congregación, la primera al norte de la frontera, había crecido hasta contar con treinta y cinco personas. Un gran sentido de urgencia impulsaba a los hermanos. Distribuyeron centenares de miles de tratados por toda Escocia. Muchos eran tratados de cuatro páginas, algo como periodiquillos, que contenían mensajes definidos como: “Muchos clérigos que predican sin autoridad divina deberían cesar de predicar,” “La caída de Babilonia,” y otros.
Tan solo en Glasgow un hermano informó haber distribuido 10.093 ejemplares del folleto The Bible vs. The Evolution Theory (La Biblia contra la teoría de la evolución), un folleto que se daba gratis. Esta distribución liberal de literatura se hacía, a grado considerable, fuera de las iglesias. Setenta y tres iglesias de Glasgow habían sido visitadas.
Mientras tanto los distritos rurales recibían atención. Alfred Greenlees y Alexander MacGillivray trabajaron gran parte de Escocia en bicicleta. También trabajaron las islas Orcadas y la parte del norte de Inglaterra. MacGillivray más tarde llegó a ser superintendente de la sucursal de Australia.
El esparcimiento del conocimiento bíblico en Escocia se puede medir por el hecho de que en 1903 hubo setenta personas presentes en la celebración del Memorial de la muerte de Cristo. Grupos de Estudiantes de la Biblia se reunían con regularidad en no menos de seis lugares en Glasgow. La distribución de tratados, que originalmente se hizo por medio de empleados que recibían pago, fue más tarde organizada de modo que se hiciera casi exclusivamente por voluntarios. Por otra parte, los repartidores distribuían los libros encuadernados publicados por la Sociedad Watch Tower y se mantenían con el pequeño margen que la Sociedad les permitía en la colocación de estas publicaciones.
ORGANIZANDO PARA MAYOR ACTIVIDAD
Para diciembre de 1898 había nueve congregaciones establecidas en la Gran Bretaña. Había gran necesidad de recibir ayuda en cuanto a organización. Anteriormente C. T. Russell había enviado “peregrinos” desde los Estados Unidos para trabajar
con los repartidores en el campo y hablar a las congregaciones. Los peregrinos eran hombres de más edad espiritualmente que visitaban las congregaciones y suministraban consejo bíblico y estímulo. Realmente fueron los antecesores de los ministros viajantes que ahora son conocidos como superintendentes de circuito. Russell entonces decidió nombrar a Jesse Hemery, un guardavía de ferrocarril de Manchester, para que sirviera de peregrino. Por diez años Hemery había respondido activamente a la obra con los tratados organizada por Bender, y ahora comenzó su nuevo servicio el 3 de enero de 1899.En los primeros días del año 1900 Hemery recibió de Russell una carta que decía, entre otras cosas: “Tengo planes de hacer algo más en . . . el interés de la causa en la Gran Bretaña, y confío en que en el año 1900 se realizará hasta cierto grado.” El plan de Russell comenzó a entrar en vigor un mes más tarde cuando E. C. Henninges y su esposa desembarcaron en Liverpool y viajaron a Londres.
Henninges visitó a varios vendedores de libros para evaluar la situación en cuanto a precios, comisiones o descuentos para vendedores al por mayor y la clase de encuadernamiento que probablemente sería más atractivo. También nombró más repartidores. Preparó una circular que enviaría a todos los repartidores de libros y agentes de periódicos, ofreciendo Zion’s Watch Tower, una revista de dieciséis páginas, a comisión de 50 por ciento sobre una suscripción de un año de veinticuatro números. La Sociedad suministraría las revistas y pagaría el franqueo, y además suministraría gratis todos los ejemplares que el agente periodístico garantizara que pondría en las manos de personas que probablemente se suscribieran. La circular señalaba que estos inducimientos extras funcionarían hasta que se estableciera una buena lista, y entonces los términos se pondrían a la par con los de las revistas inglesas.
Pronto llegaron varias toneladas de libros y revistas a Inglaterra para satisfacer la demanda de la obra en expansión. Para aliviar la presión que esto les impuso a los impresores norteamericanos, Henninges hizo arreglos para que las revistas se imprimieran en Londres.
Henninges también buscó y encontró un local apropiado en el 131 de Gipsy Lane (ahora conocida como calle Green), Forest Gate, Londres Este, para acomodar una oficina para la sucursal británica de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract. El lunes 23 de abril de 1900 E. C. Henninges abrió la primera sucursal de la Sociedad fuera de los Estados Unidos.
A fines de 1901 Henninges fue llamado de nuevo a los Estados Unidos para una nueva asignación. Mientras tanto, Jesse Hemery había arreglado sus asuntos para dedicar todo su tiempo al ministerio, y estuvo dispuesto a aceptar una asignación en Londres.
Por eso, el jueves 1 de noviembre de 1901 Hemery fue nombrado superintendente de sucursal de la sucursal de las Islas Británicas. Una de las primeras cosas que se hicieron fue fijar nuevos precios a los libros escritos por Russell. Esta decisión significó una pérdida en algunos libros, pero en el interés de una distribución rápida Russell sugirió la cifra baja. Para este tiempo la Sociedad también publicó Hints to Colporteurs (Sugerencias para los repartidores), lo cual indicaba que las filas de estos ministros de tiempo cabal estaban engrosándose.En abril de 1903 Russell desembarcó en Inglaterra para una gira de asambleas. Habló en varias reuniones, incluso una en el ayuntamiento de Shoreditch, Londres, con una concurrencia máxima de aproximadamente unas ochocientas personas. Las asambleas en el Continente fueron seguidas por visitas a Escocia. La última vez que Russell había visitado a Glasgow, en 1891 había buscado a seis suscritores de la Zion’s Watch Tower. Esta vez las concurrencias llegaron a mil personas que quisieron escuchar su discurso sobre el tema “Esperanzas y espectativas mileniales.” Otros auditorios de quinientas a seiscientas personas escucharon a Russell en pueblos del interior y del norte antes de su partida a Dublín, donde tuvo un auditorio no muy efusivo, pero atento.
En su viaje el hermano Russell pasó algún tiempo haciendo arreglos para un local más grande en Londres. Encontró un edificio que presentaba posibilidades en el norte de Londres, y por eso en el otoño de 1903 la oficina sucursal fue mudada de Forest Gate al 24 de la calle Eversholt, Euston.
LA ACTIVIDAD ATRAE OPOSICIÓN
A aquella organización temprana del pueblo de Jehová en las Islas Británicas le esperaban pruebas. La actividad celosa de muchos Estudiantes de la Biblia de seguro les atraería el fuego del enemigo. Al mismo tiempo los esfuerzos que se harían por armonizar más la organización con los requisitos bíblicos habrían de producir claras diferencias dentro de las filas de los mismos Estudiantes de la Biblia. Por ejemplo, las mujeres habían desempeñado una parte bastante prominente en los primeros días en Glasgow y en otras congregaciones, conduciendo escuelas dominicales para los niños. Este arreglo ahora fue revisado y pronto se hizo patente que no tenía el favor del hermano Russell. A algunas personas les perturbó hasta cierto grado el punto de vista modificado en cuanto al lugar de la mujer en la congregación cristiana.—1 Tim. 2:11, 12.
El lunes 13 de abril de 1908 Charles Russell visitó una vez más a la Gran Bretaña con el propósito de hacer una gran gira con muchas reuniones públicas grandes. En Belfast encontró oposición de parte de unos molestosos que interrumpían, pero venció esto fácilmente. En Dublín la oposición vino durante un período de preguntas que se solicitó, dirigiendo la oposición un secretario
de la Y.M.C.A. Russell mostró que era tan hábil en el debate como en la exposición, porque el encuentro dejó tanto al secretario como a su auxiliar principal completamente desconcertados. Por toda Escocia e Inglaterra los salones estuvieron atestados de personas, y grande fue la cantidad de las personas que no pudieron entrar.El presidente de la Sociedad Watch Tower hizo varias visitas a la Gran Bretaña con el transcurso de los años. En mayo de 1910 tuvo otro itinerario de tres semanas en las Islas Británicas. En Otley, Yorkshire, un pueblo con población de ocho mil habitantes seis ministros metodistas habían causado gran agitación en la visita anterior de él cuando abrazaron la verdad, por lo cual fueron denunciados en el púlpito y la prensa. En esta ocasión, uno de estos seis sirvió de presidente para el hermano Russell. Esta reunión fue anunciada por el pregonero del pueblo, un hombre fornido, con coleta, con indumentaria especial y que, tocando una campana que llevaba en la mano, rugía: “Oyez! Oyez! Oyez!” antes de vocear su aviso. En esta gira el secretario de la Y.M.C.A. de Dublín preparó refuerzos de predicadores para perturbar la reunión, pero, según un testigo ocular, Russell ‘virtualmente cubrió al grupo con textos bíblicos como el que enluce una pared’ y de nuevo dejó a los opositores desconcertados, para deleite del auditorio.
El año siguiente el hermano Russell empezó otra gira de la Gran Bretaña y Europa. Pronunció un discurso en un salón que estuvo lleno hasta sobrepasar su capacidad normal con unas dos mil personas en Clardiff, Gales. Los Hermanos de Plymouth habían publicado una hoja que señalaba diez puntos en que, según se alegaba, citas de El Plan Divino de las Edades contradecían la Biblia. El efecto de esto fue que ayudó a anunciar la reunión, y al fin de su discurso de dos horas Russell pasó media hora contestando las preguntas, así como otras preguntas que se le hicieron verbalmente.
De regreso en Dublín para una reunión, Russell se enfrentó una vez más con el secretario de la Y.M.C.A., quien trató de desbaratar la reunión con la ayuda de unos cien jóvenes de su asociación. A veces gritaban y abucheaban. Las preguntas que se hicieron fueron las corrientes, algunas de las cuales tenían la forma de un ataque a Russell. Russell las contestó completamente y aparentemente para la satisfacción de todo el auditorio excepto los alborotadores. Al fin de esta gira el hermano Russell había dirigido la palabra a cincuenta y cinco reuniones en veinticuatro ciudades por toda Europa, con concurrencias que sumaban a cuarenta y cuatro mil personas. En el mismo período se habían distribuido gratis más de un millón de folletos y papeles. Ciertamente la gente de las Islas Británicas, así como del continente europeo, estaban aprendiendo algo acerca de la organización de Jehová.
Para el fin de 1911 más de trescientos periódicos de la Gran Bretaña presentaban los sermones de Russell. La corporación que se encargaba de esta obra era conocida como La Oficina de Conferencias del pastor Russell. Publicó un folleto descriptivo acerca de la gira mundial de la cual la visita de Russell a la Gran Bretaña en 1912 sería parte. Esta publicación tenía aproximadamente el tamaño de Zion’s Watch Tower y daba un resumen de las actividades de la Sociedad así como de sus enseñanzas. Incluía reproducciones de recortes de periódicos, incluso muchas de periódicos británicos, dando relatos de las reuniones de Russell. Esto resultó ser un instrumento eficaz en el esparcimiento de la verdad bíblica.
La obra de “extensión de las clases” también empezó a mostrar buen progreso. El método que se seguía era que un anciano nombrado seleccionaba una localidad y pronunciaba una serie de tres “discursos del mapa” sobre el “mapa” o cuadro cronológico de fechas bíblicas. A esto seguían otras tres conferencias. Después de la serie de conferencias se invitaba a los del auditorio a reunirse para un estudio regular. El sentido de urgencia entre los hermanos en aquellos días los impulsó a emprender una distribución de literatura gratis a toda hacienda y casa aislada tanto en Escocia como en Inglaterra.
ASUNTOS FINANCIEROS Y JURÍDICOS
El punto de vista que tenía la Sociedad en cuanto a asuntos financieros durante aquellos años manifestaba confianza en el Señor. El hermano Russell, comentando en cuanto a la cuenta financiera mundial de la Sociedad para 1911, declaró: “No dudamos que esta deuda pronto será cancelada; sin embargo, el hecho de que es casi el doble de lo que faltaba el año pasado nos advierte que hasta cierto grado tenemos que poner los ‘frenos’; porque juzgamos que la voluntad del Señor es que gastemos dinero solo según se suministra bajo Su providencia.”
Un incidente que se produjo en Oldham, Lancashire, arroja cierta luz sobre el manejo del dinero. Era el año de la gran huelga del algodón. Oldham, un pueblo algodonero, sufría mucha angustia. La eclesia (congregación) de Oldham decidió suministrar medidas de socorro. Esto fue lo que hicieron: En un cuarto a un lado colocaron una mesa y en ella tres jarras o palanganas. Una era para oro, una para plata y una para cobre. Un anciano estaba de pie fuera de la puerta, y solo se permitía entrar a una persona a la vez. Cada persona que entraba ‘estaba sola delante del Señor.’ Nadie más sabía si él o ella ponía dinero en los receptáculos o tomaba dinero de ellos. Algunos que dieron en las primeras semanas dijeron que habían tenido que sacar dinero antes que terminara la huelga. Sin embargo, como el jarro de aceite de la viuda, a que se hace referencia en 1 Reyes 17:14-16, las tres palanganas jamás quedaron vacías hasta que todos habían vuelto a trabajar.
A pesar de la carga financiera que se acumulaba sobre la Sociedad, en marzo de 1911 se consideró necesario mudarse a un local mayor para la sucursal en Londres, de modo que la Sociedad consiguió una propiedad en el 36 de Craven Terrace, Lancaster Gate, en el oeste de Londres. Este lugar tenía un salón de reuniones lo suficientemente grande como para acomodar el número creciente de creyentes de la zona de Londres. El lugar, conocido antes como la Capilla Congregacional de Craven Hill, recibió el nuevo nombre de Tabernáculo de Londres. Tenía una galería grande en la cual podía sentarse una cantidad casi igual a la que podía sentarse en el primer piso... en total, casi mil doscientas personas.
Con el tiempo la actividad creciente de los Estudiantes de la Biblia en la Gran Bretaña exigió cambios en la estructura jurídica del grupo. El 30 de junio de 1914 la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia fue registrada bajo las Actas de las Compañías como compañía ilimitada. La obligación para la hipoteca del Tabernáculo de Londres fue transferida a la nueva corporación jurídica, que llegó a ser también la arrendataria del 34 de Craven Terrace, ocupado entonces por los Hemerys y otros diez miembros de la familia de Betel. El cuerpo jurídico principal era la Sociedad Watch Tower Bible and Tract de Pensilvania. Así la Sociedad en este país llegó a estar preparada no solo para enfrentarse a un volumen de trabajo en expansión, sino también a las presiones aplastadoras que ahora amenazaban.
EL FOTO-DRAMA DE LA CREACIÓN
Al acercarse el año tan esperado de 1914 la obra de predicar no menguó. Una gira por Charles T. Russell a fines del verano de 1913 abarcó asambleas en Londres y Glasgow. Hablando en Londres el 4 de agosto de 1913, declaró: “. . . los tiempos de los gentiles terminaran en octubre de 1914... lo cual no está muy lejano.” Dijo que creía que la ‘quema’ a la cual se refiere la Biblia sería “no una quema literal, sino un tiempo de dificultades... ése es el ‘fuego’ de que hablaban los apóstoles y profetas como el rasgo que cerrará la era actual, y el rasgo con el cual será introducida la nueva dispensación.”
Al llegar el año 1914, la Sociedad estaba intensamente activa y mirando bien adelante. Se dio comienzo a un proyecto enteramente nuevo. Para comunicar de manera que atrajera la atención las verdades que los Estudiantes de la Biblia habían estado proclamando por cuarenta años, “El Foto-Drama de la Creación” entró en escena. La primera exhibición en Gran Bretaña fue en julio de 1914. La Sociedad produjo veinte equipos completos, cada uno consistente en proyectores, películas, diapositivas, pantallas, gramófonos, grabaciones en discos y descripciones llamadas “escenarios.” El programa completo consistía en cuatro exhibiciones de dos horas a lo cual seguía una consideración final que consistía en una conferencia. Por lo tanto podía haber ochenta
funciones aconteciendo concurrentemente. El objetivo era exhibir el “Drama” en los mejores y más grandes teatros de las ciudades principales de todo el país. Los superintendentes de avanzada firmaban contratos con administradores de teatros. Después un superintendente de publicidad entraba en acción y hacía arreglos para una extensa campaña de publicidad. Entonces venía el superintendente de apertura. Su trabajo era de cerciorarse de los arreglos y asegurarse de que todos los detalles de la operación estuvieran en condición satisfactoria. Finalmente venían los operadores para encargarse de la rutina de la reunión, hacer arreglos para la distribución de “escenarios” y de folletos gratis y planear cómo atender a todos los que entregaran sus nombres como indicación de su interés.El plan usual era exhibir la Parte 1 del “Drama” por una semana entera en una localidad dada. Entonces se exhibía la Parte 2 la segunda semana, y así por el estilo hasta la cuarta. Una quinta sesión la ocupaba una conferencia final. Por supuesto, el tiempo que hubiera disponible tenía mucho que ver con cuánto duraría cada sesión de la exhibición del “Foto-Drama.” El hermano Russell mismo estuvo presente para el principio de las exhibiciones en Londres, donde los salones se llenaron por completo de personas que disfrutaron muchísimo de la presentación. Entonces Russell y su grupo viajaron a Glasgow y otras ciudades escocesas para comenzar esta nueva obra allí también.
Se pensó que la Ópera de Londres, Kingsway, sería un lugar ideal para la serie, pero se dio por sentado que el costo sería prohibitivo. Sin embargo, en octubre de 1914 vino una oferta de la administración para exhibir la serie por el período del 12 al 27 de octubre, por un pago de £100. La Sociedad aprovechó esta oportunidad. Los hermanos de Londres hicieron lo que la ocasión exigía y, teniendo solo una semana para su labor, se las arreglaron para distribuir unos cuatrocientos mil tratados sobre el “Drama” antes del día de apertura. Estos tratados eran en realidad periódicos pequeños copiosamente ilustrados con escenas de la parte particular de “Drama” que se anunciaba, y contenían mucha materia de lectura descriptiva y de otra índole. También se utilizaron muchos cartelones y circulares para anunciar la ocasión. Los hermanos visitaron lugares de negocio, tiendas hoteles, hospitales y todos los lugares donde probablemente hubiera un personal grande y les suministraron una cantidad de tarjetones y boletos de admisión.
Había una gran cantidad de asientos disponibles en los palcos de la Ópera. Por lo tanto se enviaron tarjetas especiales de invitación a la aristocracia y a personas de buena posición en Londres. Como resultado de esto, los palcos estuvieron casi siempre llenos de una clase de persona a la cual el “Drama” hasta entonces no había llegado, incluso personas que llevaban título. Se sabe que dos obispos asistieron. El interés continuó aumentando a medida que progresó la serie en la Ópera. El final vino el martes
27 de octubre, cuando más de mil personas asistieron en la tarde. En la noche la Ópera estuvo de nuevo atestada y hubo que cerrar la puerta a centenares que no pudieron entrar. Más tarde se utilizó también el Royal Albert Hall de Londres para presentaciones del “Drama.” La concurrencia ascendió a 24.192 en los primeros siete días. El informe de la exhibición del “Foto-Drama” en Escocia en este tiempo indicó que se habían visitado cuarenta y cinco pueblos, incluso Glasgow, con una concurrencia combinada de trescientas mil personas. La cantidad total de nombres de personas interesadas que fueron entregados en las conferencias finales llegó a 4.919.Después de unas giras por Inglaterra y Escocia, el “Foto-Drama de la Creación” fue presentado a auditorios grandes y apreciadores en Belfast, Portadown, Ballymena y otros centros de Irlanda. La Sociedad también suministró una versión acortada del “Drama” sin películas, solo con diapositivas o transparencias. A esta exhibición se le llamaba el Drama Eureka. Estas exhibiciones también atrajeron a considerables muchedumbres de personas que mostraron interés.
Para fines de 1914, después de seis meses de exhibir el “Drama” en las Islas Británicas, 1.226.650 personas habían visto la exhibición en noventa y siete ciudades además de Londres. El esparcimiento del mensaje del Reino de esta manera y por visitas regulares de casa en casa por los Estudiantes de la Biblia había resultado en una gran expansión de la organización en las Islas Británicas. Cuando estalló la primera guerra mundial, había 182 congregaciones, y la concurrencia al Memorial de aquel año fue de 4.100 personas. Pero amenazaban acontecimientos drásticos, no solamente en la situación mundial, sino también dentro de la Sociedad.
ESTUDIANTES DE LA BIBLIA BAJO ATAQUE
Con el fin de “los tiempos de las naciones” en 1914, vino el principio del fin del Imperio Británico, que entonces estaba en la cumbre de su poder. Comerciantes rapaces comenzaron a esquilar a la gente. Los alimentos se hicieron escasos en las tiendas. La tarifa bancaria subió un 10 por ciento debido al pánico. Durante las primeras etapas de la guerra que habría de ser la primera guerra mundial, el ejército que suplementaba al ejército regular de la Gran Bretaña era de voluntarios. A pesar del hecho de que la iglesia prestó su apoyo vigoroso a la campaña de reclutamiento, todavía hubo gran escasez de voluntarios. Por lo tanto, se introdujo el reclutamiento obligatorio. Esto hizo que adquiriera prominencia un nuevo grupo, el de los muy despreciados objetores por conciencia.
Se establecieron tribunales para considerar individualmente cada caso de objeción por conciencia, y era el deber del tribunal juzgar la sinceridad del individuo que estuviera envuelto en el caso. No pasó mucho tiempo antes que cuarenta Estudiantes de la Biblia estuvieran en prisión debido a que su objeción al servicio
militar, según la suposición de los tribunales, no era por conciencia. Por lo tanto la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia circuló una petición que con el tiempo fue firmada por 5.500 personas. Protestaba contra los aprisionamientos y fue enviada con una carta acompañante al primer ministro de la Gran Bretaña.El lunes 17 de julio de 1916 comenzó un proceso con naturaleza de caso de prueba en la Corte del Sheriff de Edimburgo. James Frederick Scott, que en 1971 todavía estaba en el servicio ministerial de tiempo cabal en Escocia, fue acusado en aquel tiempo de “supuestamente haberse alistado y haber sido transferido a la Reserva del Ejército” pero que “no compareció” cuando se le llamó. Fue absuelto, y con este juicio como base la oficina de Londres se dispuso a obtener exención para los trabajadores regulares de la oficina y los ancianos.
Mientras tanto, ocho de los objetores por conciencia de los Estudiantes de la Biblia había sido enviados a Francia, y llegó la noticia de que habían sido sentenciados a muerte por ejecución. Cuando se les alineó de frente al pelotón de fusilamiento, la sentencia fue conmutada por el general sir Douglas Haig a diez años de trabajo forzado en prisión. Los ocho fueron devueltos a Inglaterra para cumplir su condena en la prisión de Dartmoor. En aquel tiempo los poderes militares a buen grado hacían lo que les venía en gana. Para septiembre de 1916, 264 de los hermanos habían solicitado exención. De éstos, a cinco se les otorgó su solicitud, 154 fueron asignados a trabajo de importancia nacional, 23 a cuerpos no combatientes y 82 fueron entregados a autoridades militares.
Algunos de los hermanos fueron sometidos a brutalidad militar. Por ejemplo, Frank Platt fue víctima del sadismo de oficiales militares. Lo pusieron en incomunicación. Le dieron “ejercicios” que exigían que, después de tres meses de una dieta de pan y agua, llevara un peso de trece kilogramos y medio al extremo de los brazos extendidos y, repetidamente, al sonido de un silbato, lo colocara en el piso, lo levantara de nuevo, y repitiera el procedimiento hasta caer al suelo agotado. Por caer agotado y no poder levantarse se le sentenciaba a otros dieciocho días del mismo ejercicio. Cuando esto terminó, estando todavía vivo, le golpearon el rostro varias veces y entonces lo ataron día tras día por los hombros, manos y pies a una viga en un cuarto pequeño de almacenaje desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la noche con una interrupción de una hora al mediodía, cuando le daban arroz frío y agua. El sargento auxiliar del ayudante venía a verlo cada día y le preguntaba: “¿Ya tiene suficiente?” Varias veces el gobernador de la prisión lo visitó y le preguntó: “¿Se halla cómodo?” Entonces Platt fue transferido al “Hoyo Negro de Le Havre,” donde se ataba y golpeaba a los prisioneros, a veces hasta que morían. Un periódico de Londres
supo de la situación en el “Hoyo Negro” y, como resultado de ello, el gobernador, el sargento auxiliar del ayudante y los cabos bajo el fueron transferidos de aquella prisión.Algunos que se habían establecido firmemente en la verdad antes que estallara la guerra eran “absolutistas,” es decir, rehusaban participar del todo en la guerra o en todo trabajo que estuviera relacionado con ella. A éstos sencillamente se les encerraba en la cárcel. Pryce Hughes, que más tarde llegó a ser el superintendente de la sucursal en la Gran Bretaña, estuvo entre éstos. Junto con otros prisioneros, fue enviado a trabajar en la construcción de una represa en Gales. Allí fue que conoció a un compañero de prisión, Edgar Clay. Fueron precursores juntos y más tarde trabajaron en Betel junto con Frank Platt, y los tres todavía están allí felices y ocupados en 1972.
CRISIS EN LA ORGANIZACIÓN
La necesidad de abrir trincheras, las condiciones empeorantes en la Gran Bretaña y los efectos del reclutamiento obligatorio se combinaron para restringir el adelanto de la obra del Reino. Problemas que a la vez fueron personales y de organización también tuvieron su efecto. En los más tempranos números de Zion’s Watch Tower Russell había señalado con las Escrituras que una fuente principal de dificultad vendría de los que eran ungidos, que habían abrazado y dado adelanto al esparcimiento de la verdad y que entonces se apartarían. Las congregaciones se acercaban ahora al tiempo en que esta disensión se cristalizaría y recibiría dirección con efecto poderoso, pero no con buen éxito.—Hech. 20:29, 30; Mat. 13:36-41.
En aquellos días las congregaciones eran atendidas por ancianos ayudados por diáconos, todos los cuales eran designados como candidatos localmente y electos anualmente. Por lo general se necesitaban varias reuniones para completar este proceso de elección. A veces había disputas, y la discordia que se producía no terminaba cuando terminaba la elección. En octubre de 1916 los ancianos del Tabernáculo de Londres firmaron y enviaron a Russell una carta en que señalaban problemas que afectaban la constitución de la congregación y los métodos de estudio que se empleaban. Invitaron a Russell a expresar sus puntos de vista en cuanto a estos problemas y diferencias. No se proponían hacer cambios sino hasta que conocieran los puntos de vista de Russell. Al mismo tiempo expresaron lealtad al presidente y a la Sociedad.
Sin embargo, Russell no tuvo la oportunidad de expresar sus opiniones en cuanto a estos problemas. El martes 31 de octubre de 1916 Charles Taze Russell murió en un tren mientras participaba en una gira de pronunciar conferencias en los Estados Unidos. A una situación que ya estaba llena de tensiones y dificultades su muerte añadió un problema más para los hermanos de las Islas Británicas. La muerte del hermano Russell ensombreció a todos los hermanos. Todos lo habían estimado altamente.
Siendo abordable y muy amado, se había interesado animada y bondadosamente en la gente. Para muchos su pérdida significó también la pérdida de dirección coordinadora de la organización del pueblo de Dios. Para otros, no obstante, esa misma pérdida suministró la oportunidad que buscaban para dar adelanto a sus propios proyectos.El 7 de noviembre de 1916 un cablegrama desde la oficina central de Brooklyn le avisó a la oficina de Londres que el hermano Paul S. L. Johnson estaba por partir hacia la Gran Bretaña. El propósito de su visita era examinar las dificultades que tenían que ver con los administradores de la Sociedad y el Tabernáculo de Londres. Su verdadero poder en la Gran Bretaña no sería mayor que el de cualquiera de los otros hermanos peregrinos que habían venido a estas playas, y esto se le hizo conocer perfectamente antes que partiera de la oficina de Brooklyn. Él viajó por la Gran Bretaña, hablando en reuniones públicas acerca del tema “Héroes caídos de la Gran Bretaña... consuelo para los que lamentan su pérdida.” Recomendó que las congregaciones establecieran “Escuelas de los profetas” para entrenar a los hermanos en la oratoria pública. Apoyado por documentos que aparentemente le daban poderes plenipotenciarios, hizo considerable impresión en las congregaciones. Enmarcado en este nuevo conjunto de circunstancias adquirido, regresó a Londres, y allí pronto se manifestaron sus verdaderos fines.
El domingo 4 de febrero de 1917 el secretario de la congregación de Londres leyó una carta de Paul Johnson que anunciaba que los hermanos Shearn y Crawford ya no eran administradores de la Sociedad. Johnson como “Representante Especial de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract” se atrevió a dar al banco instrucciones de rechazar las firmas de Shearn y Crawford y aceptar cheques firmados por Ebenezer Housden y Alexander Kirkwood. Entonces Johnson envió a J. F. Rutherford, quien recientemente había llegado a ser presidente de la Sociedad Watch Tower, el siguiente cable: “Situación intolerable. Shearn, Crawford despedidos.”
Tan pronto como el presidente Rutherford supo que Johnson había despedido a los dos administradores envió un cablegrama exigiendo que fueran reinstalados. Sin embargo, ellos rehusaron ser reinstalados. Al mismo tiempo el hermano Rutherford nombró una comisión para que investigara las dificultades. Sin que Rutherford lo supiera, uno de los miembros de esa comisión, Housden, estaba envuelto en toda la situación, pues era uno de los nuevos firmantes de los cheques. Mientras tanto, Johnson no se perturbó en lo más mínimo por la reacción de Rutherford. Estaba convencido de que Rutherford era “indudablemente víctima de una campaña de cablegramas manejada por Shearn y Crawford.” Por lo tanto Johnson empezó una él mismo. Su primer cable contuvo ochenta y cinco palabras, y éste fue eclipsado más tarde
por otros, incluso un esfuerzo que constaba de ciento quince palabras. El primer cablegrama lo identificaba a él y a otros con personajes de Ester, Nehemías y otros libros bíblicos. Se comparaba a sí mismo a Esdras, Nehemías y Mardoqueo. Invitaba al presidente de la Sociedad a ser su “mano derecha.”Mientras tanto Johnson le dio a Hemery instrucciones urgentes de adquirir abastecimientos de alimentos y almacenarlos en un lugar seguro protegido de hombres y de ratas. Sugirió un techo falso guarnecido de hojalata. Dijo que especialmente se necesitaba trigo y cacahuetes. Dijo que basaba lo que pedía en las predicciones de hambre que hizo Eliseo. Los seis ancianos que firmaron la carta de octubre y que más tarde fueron reelegidos eran de hecho, dijo Johnson, “hijos de Hamán” a quienes Johnson “había herido” el domingo anterior y que serían “colgados” por él el 4 de marzo de 1917, cuando los despediría. Para este tiempo Hemery envió a Rutherford este cablegrama: “Johnson afirma tener control completo de todo.” El día siguiente, Rutherford le envió este cablegrama a Johnson: “Su trabajo terminado Londres; regrese Estados Unidos, importante.” Y a Hemery, Rutherford cablegrafió: “Johnson demente. No tiene poderes. Credenciales emitidas procurar pasaporte. Devuélvalo Estados Unidos.” El 7 de marzo, Johnson, en un cablegrama de ochenta y siete palabras al vicepresidente A. I. Ritchie y a W. E. Van Amburgh, repudió la autoridad de Rutherford para llamarlo a los Estados Unidos, afirmó que tenía el apoyo pleno de la congregación de Londres contra Shearn y Crawford, y apeló a la Sociedad contra Rutherford, de quien dijo que no había sido elegido para el puesto de presidente.
Johnson lanzó una campaña contra el banco, amenazando entablar procesos legales si aceptaba y pagaba cheques legalmente girados y exigiendo reconocimiento de sus propios nombramientos. Dio énfasis a sus propios poderes de plenipotenciario, le quitó la autoridad a Alexander Kirkwood, suspendió a Hemery en un documento que tenía como testigo formal a Ebenezer Housden, y dio a conocer generalmente que él, Johnson, debería haber sido el presidente de la Sociedad, pero había rehusado aceptar el puesto.
Johnson, resistido por Hemery, el administrador restante en la oficina de Londres, eligió a Housden como su cómplice, obtuvo las llaves de la oficina de Londres y a la fuerza tomó posesión de ella. Confiscó la correspondencia, abrió la caja de caudales y sacó dinero que pertenecía a la Sociedad, y entonces entabló en el Tribunal Supremo de Londres, a nombre de la Sociedad por sí mismo como representante especial, un pleito contra el administrador de la oficina de Londres y contra el banco donde estaban depositados los fondos de la Sociedad. Utilizando procuradores, Johnson obtuvo un entredicho que evitaba que los demandados giraran cheques contra los fondos de la Sociedad. Cuando las
cosas estaban así, Hemery envió a Rutherford este cable: “Johnson como loco. Él y Housden apodéranse correspondencia y efectivo. Úrgese cancelación sellada autoridad. Procurador recomienda Johnson echado a fuerza.” El cablegrama de respuesta de Rutherford fue: “Resista entredicho Johnson. No representa Sociedad. Restrínjalo.” Llegó una cancelación escrita del nombramiento de Johnson con la firma del presidente, el timbre y sello de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract y certificado por W. E. Van Amburgh. Junto con la revocación de la autoridad de Johnson vino un anulamiento formal de todas sus acciones y hechos.La demanda de Johnson, para la cual empleó abogados, fracasó. Su rebelión y su intento de apoderarse de los fondos de la Sociedad fracasaron también. El 10 de marzo Rutherford le envió instrucciones por cable a Hemery para que tomara control pleno. Hemery fue inmediatamente al banco a salvaguardar £800 que estaban depositadas allí. Llegó precisamente a tiempo. Johnson llegó inmediatamente después para usar las cartas que había recibido de la oficina central para obtener control del dinero. Se produjo una contienda verbal y legal. Frustrado, Johnson siguió adelante con su demanda. Cuando el caso iba a ser visto ante el juez, después de leer la declaración jurada de Hemery el abogado de Johnson decidió no seguir adelante con su acción. Esos sucesos, por supuesto, abatieron a Johnson, y se mantuvo callado por algún tiempo, pero esto no duró mucho. Sus ilusiones de grandeza revivieron. Pronto se hizo claro que su propósito iba más allá que apoderarse del control de la oficina. Tenía como objetivo controlar todo el campo británico y sus recursos, y una edición separada de la revista Watch Tower.
Rechazado y furioso, Johnson tuvo largas conferencias con su compañero de conspiración, Housden. El miércoles ambos se retiraron temprano a sus habitaciones separadas. Hemery solicitó la ayuda del hermano Cronk y otros cuatro. Dos fueron de puntillas a la habitación de Johnson y silenciosamente, pero firmemente, aseguraron la puerta para que no se pudiera abrir. Hemery, Cronk y los otros dos fueron de puntillas a la habitación de Housden y con alguna dificultad obtuvieron las llaves. Rápidamente Hemery y Cronk fueron a la caja de caudales, la abrieron y empujaron la puerta a un lado. El dinero no estaba allí. Johnson y Housden habían recogido un depósito de £50 en oro, £190 en moneda corriente y los ingresos de la correspondencia de los días en que la tuvieron en su poder. Además de esta suma, faltaba un cheque de £350.
Hemery y Cronk volvieron a la habitación de Housden, pero esta vez no de puntillas. “¿Dónde está el dinero?” demandó Hemery. Housden rehusó divulgar información alguna, aun bajo interrogatorio intenso. Pero sí prometió que no ayudaría más a Johnson. Durante el interrogatorio Hemery indicó que posiblemente llamaría a la policía. A las 11:30 de la noche sonó el timbre de la puerta. Había un policía en el umbral. Quería que se le explicara una violación de los muy estrictos reglamentos de
Londres en cuanto a las luces. Una ventana del piso superior estaba brillantemente iluminada y no tenía cortina que impidiera el paso de la luz. El policía insistió en ver a los responsables y Hemery lo llevó a la habitación del ofensor y tocó. La puerta se abrió y allí, destacándose contra el marco de la puerta, estaba un hombre cuyo deseo de encontrarse con miembros de la policía nunca había sido menor. Dijo Hemery al policía: “Éste es el Sr. Housden.”La mañana siguiente a las seis en punto la familia de Betel despertó ante sonidos de violencia. Un violento y repetido golpear y el sonido final de algo que caía dieron evidencia de que Johnson no era un hombre al que se pudiera restringir por una puerta mantenida cerrada con un trozo considerable de madera como cuña. Cronk le advirtió a Johnson que, aunque podía ir al baño si lo deseaba, no podía hacer lo que le viniera en gana. Cronk mencionó que un policía había subido a ver a Housden la noche anterior, aunque no mencionó por qué razón se había hecho la visita. Por eso Johnson se dirigió a la habitación de Housden. Pero Housden, sacudido por los acontecimientos de la noche, no quiso salir, ni siquiera conversar con él a través de la puerta. Johnson entonces comenzó a compartir la preocupación que claramente estaba afligiendo a Housden. Deseable como le parecía antes este lugar, ahora le pareció que era tiempo de irse, y eso sin tardanza. Regresó a su habitación, en el piso de arriba, y se vistió. Dejando su equipaje abierto, salió por el balcón que da a Craven Terrace, subió a la balaustrada y colgó suspendido por un momento antes de ir bajando por la fachada del edificio.
Puesto que la puerta del frente del edificio estaba abierta, se pudiera pensar que había maneras más fáciles de llegar a la calle que el método que había escogido Johnson, y eso estaría bien pensado. Pero si Johnson hubiera escogido la manera fácil de salir, el lechero no hubiera tenido aquella mañana una vista que llenó de colorido su día, la de un caballero de la ciudad, con su sombrero de seda y su levita, y con los pies calzados de chanclos, deslizándose por un tubo de desagüe.
Durante aquel día Housden le entregó al hermano Gentle un paquete que contenía unas £220 en oro, billetes del tesoro y demás papel moneda. Gentle llamó a Hemery por teléfono diciendo que él, Gentle, tendría que retener el dinero hasta que una nota de los procuradores de Johnson permitiera la entrega de éste. Hemery sacudió a Gentle señalándole que estaba tratando con propiedad robada. Para la noche Hemery recibió el dinero. Pero todavía faltaba el estado de cuentas que se necesitaba.
Aunque el presidente Rutherford durante todo este tiempo trató vigorosa y enfáticamente con Johnson, abogó con igual énfasis a favor de la necesidad de tratar con él bondadosamente. Buscando alguna razón para la tremenda desorganización que le había venido a la sucursal de Londres y a la obra en general en la Gran Bretaña, presentó el punto de vista de que los años de
discordia entre los tres administradores fueron en sí mismos un factor que había inducido a aquella situación; y Jehová había “permitido que el adversario entrara.” El 16 de marzo de 1917 Rutherford envió copias de nuevas reglas para la sucursal de Londres e invitó a los tres administradores a repasarlas juntos, y entonces, si en ello concordaban, a firmar y devolver un ejemplar a la oficina central en Brooklyn. Las reglas otorgaban debida autoridad a Hemery como el representante del presidente.Lo que halló la comisión que había sido nombrada para investigar las dificultades de Londres llegó a este país junto con las conclusiones del presidente. La carta de explicación de Rutherford, sin embargo, daba el texto de un cablegrama que envió Housden al hermano Van Amburgh, y que decía: “JOHNSON DESENTERRÓ ESFUERZO COLOSAL POR HEMERY SHEARN CRAWFORD DEFRAUDAR WATCH TOWER DE CONTROL FINANCIERO. CABLEGRAMAS RUTHERFORD ANIMÁNDOLOS. HAGA JUNTA LE IMPONGA SILENCIO. Firmado HOUSDEN.” Este cablegrama tenía fecha de 18 de marzo de 1917. Tan pronto como le vino a la mano, Van Amburgh lo entregó a Rutherford. Cuando el informe de la comisión le llegó a Rutherford, él buscó en vano información acerca de esta nueva conspiración. Housden, miembro de la comisión y firmante del informe, se había mantenido en silencio, por razones que entonces no se entendían. Mientras tanto el misterio del paradero de Johnson después de su poco ortodoxa salida de la oficina sucursal británica no quedó claro sino hasta abril de 1917, cuando estaba a mitad de camino hacia los Estados Unidos. Es verdad que después de su rápida salida se recibieron uno o dos extraños mensajes telefónicos en el hogar Betel, y se llegó a la conclusión de que Johnson estaba al lado del misterioso llamador en cada ocasión tratando de obtener alguna información acerca de su amigo Housden.
Más tarde, después de dos largas sesiones, Rutherford determinó que Johnson estaba en su perfecto juicio en todo punto excepto uno, a saber, él mismo. Johnson alegó vigorosamente que tenía que regresar a la Gran Bretaña. La reacción del presidente Rutherford fue: “Nos encargaremos de que él no regrese allá.” En vez de eso, se recomendó que Hemery hiciera arreglos para hacer una gira en que explicara los asuntos a las congregaciones. La idea era que el hermano Kirkwood lo ayudara en estas giras, y que Hemery mismo visitara las congregaciones más grandes.
Muy aparte de los informes sobre las dificultades recientes y del momento, Rutherford sabía por sus visitas a la Gran Bretaña durante los siete años anteriores que, a pesar de la expansión fenomenal de la obra en este país, había un espíritu de orgullo entre muchos individuos cuyo conocimiento de las Escrituras estaba
seriamente socavado por una mala condición de corazón. Por lo tanto se hicieron arreglos para que los hermanos fueran edificados con la ayuda del servicio de peregrinos, que había sido desbaratado en gran medida por la guerra mundial. En cuanto a los once ancianos que firmaron la carta de octubre a Russell, el hermano Rutherford concluyó que no tenían motivo ulterior; aunque tenían alguna culpa, su acción no implicaba que fueran desleales a la Sociedad. De hecho, Rutherford halló buenas razones para casi todo lo que produjo quejas. En su informe así como en cartas que trataban el asunto hizo muy fácil para todos los implicados en la situación el seguir adelante en sus deberes o volver a asumirlos en el servicio de Dios con alegría. Todo el asunto fue tratado por correspondencia, puesto que el viaje entre la Gran Bretaña y los Estados Unidos todavía era difícil. El resultado fue que para junio Hemery tenía el servicio de peregrinos activo y en función de nuevo, habiendo alistado a varios hombres hábiles en esta actividad. Él mismo hizo visitas de peregrino también, y, en general, halló las congregaciones en buena condición a pesar de los golpes que las habían azotado.Johnson no abandonó fácilmente su proyecto ambicioso. De regreso en Brooklyn emprendió una campaña para lograr regresar a la Gran Bretaña. Rutherford informó que Johnson realmente estaba trabajando para poner a los directores de la Sociedad en oposición a su presidente. Le sugirió a Hemery que averiguara de las congregaciones lo que pensarían de tener a Johnson de regreso entre ellas y entonces escribieran a Brooklyn explicando lo que pensaban. Mientras tanto, Housden, bajo presión de un comité de tres que pedía evidencia que apoyara su acusación de conspiración, y no pudiendo suministrar ningún apoyo, había escrito una carta de disculpas a Rutherford retirando su acusación infundada.
Para este tiempo la fuerza expedicionaria de los Estados Unidos estaba ya en Francia y una nueva ley militar, el Acta de Reclutamiento Selectivo, apiló trabajo extra sobre el escritorio del presidente Rutherford. En vista de estas presiones aumentantes, Rutherford informó a los leales de la Gran Bretaña: “Creo que es mejor que yo espere algún tiempo antes de ir a la Gran Bretaña y que me siente sobre la válvula de seguridad aquí por si me hacen volar de aquí, lo cual, por la gracia del Señor, espero que no puedan hacer.” Resultó que esto fue exactamente lo que los enemigos de Rutherford esperaban lograr reuniendo sus fuerzas.
MENTIRAS CONTRA VERDAD MORDEDORA
En aquellos tiempos de dificultad era fácil detectar los enemigos de la verdad sin importar si tenían el transparente disfraz de los representantes de la cristiandad o la vestidura como de oveja de los desleales dentro de los Estudiantes de la Biblia de aquellos días. Un blanco especial que tuvo el efecto de atraerse el fuego
de todos estos enemigos y que resultó en que quedaran expuestos como enemigos de la verdad fue la publicación The Finished Mystery (El misterio terminado). Los partidarios de Johnson lo atacaron en una “Carta a los Estudiantes Internacionales de la Biblia,” impresa en cuatro páginas. Otras publicaciones en oposición comenzaron a hacer lo mismo. Una de ellas, intitulada “The Herald of Christ’s Kingdom” (El heraldo del reino de Cristo), copiaba el formato de The Watch Tower y algunos de sus rasgos periódicos, hasta el punto de tener los mismos encabezamientos secundarios palabra por palabra. Ciertamente solo farsantes podían descender a métodos tan engañosos.El número sobre “La caída de Babilonia” de The Bible Students Monthly (Mensuario de los Estudiantes de la Biblia) anunció The Finished Mystery e incluyó verdades mordedoras que tuvieron el efecto de quitarle a la religión de la cristiandad su cubierta engañosa. Los clérigos no solo gritaron, sino que indujeron a las potencias políticas a tomar acción en ambos lados en guerra, de manera que los clérigos de Alemania fueron tan antagónicos a los Estudiantes de la Biblia como lo fueron sus correspondencias en la Gran Bretaña y los Estados Unidos. El Canadá, aliado de la Gran Bretaña, tomó la delantera en esto imponiendo multas y encarcelando a personas que poseían ejemplares de The Finished Mystery o el tratado “La caída de Babilonia.”
En este país circularon informes noticieros mentirosos y alterados. Por ejemplo, el Northern Echo informó lo siguiente: “Hoy las autoridades federales hicieron una incursión en el Hogar Betel, la oficina central de la Asociación de Estudiantes Internacionales de la Biblia, situada en Columbia Heights, Brooklyn, y se apoderaron allí de un poderoso equipo de radio. Este lugar mira hacia la bahía de Nueva York.” Otro informe añadió: “Se cree que el equipo era para comunicarse con el enemigo.” Con gran gozo los enemigos se encargaron de que este informe engañador recibiera amplia circulación.
Pero ¿qué había sucedido en realidad? Esto es lo que se informó en armonía con los hechos en el número de 8 de marzo de Electrical Review: “APARATO DE RADIO ILÍCITO.—Reuter informa que las autoridades federales en Nueva York se han apoderado del edificio de la Oficina Tower en el Broadway inferior, donde se descubrió un aparato de radio lo suficientemente poderoso como para comunicarse con Alemania. Esta estación de radio era posesión de cierto Richard Pfund, anterior administrador de las instalaciones de Telefunken en Tuckerton y Sayville. Aunque el aparato estaba desconectado, los peritos declararon que podía ponerse en funcionamiento de nuevo en espacio de media hora. Pfund, al ser interrogado en cuanto a este asunto, aseguró que estaba haciendo obra experimental para la Armada Estadounidense. Esta declaración fue subsecuentemente verificada, pero las autoridades están llevando a cabo ahora más investigaciones.”
El edificio de la Oficina Tower en el Broadway inferior,
Manhattan era una cosa muy diferente de Betel, Columbia Heights, Brooklyn, geográficamente, fonéticamente y de toda otra manera. Puesto que el informe se originó en Nueva York y fue suministrado por un corresponsal de experiencia de la Agencia Central de Noticias, la reacción de Rutherford describió con exactitud el asunto porque envió a Hemery en Londres un cablegrama que decía: “INFORMES DE INCURSIÓN POR RADIO MALICIOSAMENTE FALSOS.”Sin embargo ya se había causado el daño, y esto llevó a una investigación por el director de la Oficina de la Prensa de la Gran Bretaña. Antes de la impresión de The Finished Mistery en Inglaterra, Hemery había subrayado en el libro pasajes que desenmascaraban el proceder hipócrita del clero al animar a hombres de todas las naciones a degollarse los unos a los otros y que, mientras los soldados alemanes llevaban correas con la inscripción ‘Dios con nosotros,’ los clérigos británicos arrojaban aureolas de gloria sobre los soldados que los alemanes mataban. Algunos de los pasajes decían que los clérigos actuaban con incitaciones para que otros mataran y fueran muertos mientras que ellos mismos evitaban toda participación directa. Hemery eliminó aquellos pasajes y se le permitió seguir adelante con la impresión y la distribución. Pero entre tanto las congregaciones inundaban sus territorios con el folleto “La caída de Babilonia,” y tenían tremendo buen éxito en su obra. Una congregación de Lancashire informó: “Completamos la obra en cuatro horas.” En Liverpool se distribuyeron más de 80.000 ejemplares. El director de la Oficina de la Prensa inmediatamente le escribió a Hemery y pidió una entrevista y le dijo que The Finished Mistery era una ofensa contra el Reglamento 18 del Acta de Defensa del Reino. Hemery hizo que se detuviera la impresión de más ejemplares.
No hay duda de que los efectos de la guerra estaban produciendo cambios radicales y a veces falta de dirección clara con el resultado de que algunos transigieron como en el caso de quitar material de The Finished Mistery. Entre tanto oficiales de la organización y de las congregaciones estaban siendo encarcelados con un pretexto u otro. A pesar de todo un bando de hombres y mujeres fieles en la Gran Bretaña siguió batallando, no por la defensa de los vedados de la cristiandad ni por lo de sus amigos políticos, sino por el mantenimiento de la adoración pura del gran Dios, Jehová. La condición espiritual en general entre los hermanos verdaderamente exigía estímulo y un despertamiento al verdadero significado de los acontecimientos mundiales en desarrollo, pues éstos probaban que el ojo de Jehová estaba puesto sobre ellos para su bien.
ANUNCIANDO ESPERANZA PARA MILLONES
La revista Watch Tower publicó un informe completo de la asamblea celebrada en Cedar Point, Ohio, en 1919 y esto dio
un estímulo a la actividad en la Gran Bretaña. El 25 de agosto de 1920 el presidente Rutherford y otros de Brooklyn comenzaron una gira de pronunciar conferencias en la Gran Bretaña. El discurso público se intitulaba “Millones que ahora viven no morirán jamás.” De arriba a abajo por el país la respuesta del público se manifestó por salones atestados, reuniones en lugares extras y miles que se quedaban sin poder entrar. Esta conferencia fue el punto culminante de una asamblea de cuatro días en Londres, donde los hermanos distribuyeron más de 400.000 hojas sueltas para una reunión cuya concurrencia sobrepasó la capacidad del Royal Albert Hall.A fines de 1920 la Sociedad publicó Golden Age No. 27, un número de veinte páginas de tamaño extra de una nueva revista. Este número dio informes auténticos sobre las persecuciones del pueblo de Dios en Inglaterra, Canadá, los Estados Unidos, Alemania y otros países. Exponía el papel que habían desempeñado las religiones de la cristiandad y sus líderes. Señalaba por qué habían acontecido estos ataques y declaraba que tanto la cristiandad como todo el sistema estaban condenados a destrucción. Desenmascaraba a la Liga o Sociedad de las Naciones. Predecía extenso comunismo y anarquía. Pero, sobre todo, señalaba al remedio para todas las dificultades de la humanidad. Según la campaña que se efectuaría con esta revista, y que comenzaría el 1 de diciembre de 1920, se dejaría un ejemplar en cada hogar. Dos semanas más tarde, en una segunda visita, el visitante invitaría al amo de casa a hacer una contribución por la revista. Algunos dieron una contribución pero otros expresaron enojo porque no les gustó el mensaje.
En 1922 el hermano Rutherford hizo otra gira por Inglaterra para presentar de nuevo la conferencia “Millones que ahora viven no morirán jamás,” y de nuevo a auditorios que llenaban por completo los salones. En 1925 en asambleas celebradas durante abril y mayo, se utilizaron los mismo salones y de nuevo se llenaron rápidamente, y, en muchos casos hubo que pedirles a las muchedumbres extras que se fueran. Para fines de aquel año de 1925 había 355 congregaciones en la Gran Bretaña y 167 repartidores de tiempo cabal además de 96 obreros de tiempo parcial, entonces conocidos como “auxiliares.”
Siguiendo el ejemplo puesto por el hermano Rutherford hubo oradores que viajaron por todo el país pronunciando el mismo discurso, “Millones que ahora viven no morirán jamás,” en cines, salones y cualesquiera otros lugares de reunión que se pudieran alquilar. La publicidad en gran escala en periódicos y tratados y cartelones atrajo la atención del público. Los hermanos alquilaban un salón, a veces en un distrito rural, anunciaban intensamente la reunión, daban la dirección, y entonces trabajaban el territorio con el libro Millones que ahora viven no morirán jamás.
Para el primer año de la campaña se imprimieron un cuarto de millón de libros y se pronunciaron conferencias a centenares de miles de personas. Pocas declaraciones de cualquier tiempo han hecho mayor impacto en la mente del público que la confiada declaración de que “Millones que ahora viven no morirán jamás.”PREPARÁNDOSE PARA RESPONSABILIDADES MAYORES
El hermano Rutherford estaba bien al tanto de que la batalla espiritual del futuro se pelearía con vigor aumentante y con armas modificadas en ambos lados para enfrentarse a las situaciones que se desarrollaran. A él le era patente que la oposición estaba edificándose tanto encubiertamente como de otras maneras. Por eso empezó a darse consideración a la organización del pueblo de Jehová. Hasta aquel tiempo la organización había sido poco compacta y algo complicada. La dirección para las actividades en la Gran Bretaña virtualmente venía de los nombrados de la congregación de Londres. Formaban un comité ejecutivo de siete que había sido escogido de entre setenta ancianos elegidos anualmente, y eran responsables por las decisiones, reuniones y la organización de la congregación. Reuniones de negocio trimestrales y reuniones de servicio mensuales a veces se traslapaban en sus diferentes funciones. Reuniones de ancianos decidían cómo poner en vigor las decisiones del comité ejecutivo. De nuevo las funciones se traslapaban. Era tiempo de que hubiera un cambio y el cambio se avecinaba.
Aunque la forma de gobierno en las congregaciones permaneció fundamentalmente democrática, hubo un definido alejarse de esta forma. El nombramiento de los ancianos por elección estaba siendo limitado por requisitos de índole bíblica. Una resolución contenía estas estipulaciones: “Que esta congregación no nombrará a nadie que no acepte a la Sociedad Watch Tower Bible and Tract como el conducto del Señor para expresar Su voluntad en este tiempo; y además, que nombrará a puestos solo a los que declaran que harán todo lo que sea razonablemente posible por dar adelanto a los intereses del Reino según la dirección que de vez en cuando da la Sociedad por medio de sus publicaciones, y según expresada por su presidente.”
Los planes para la más grande asamblea en la Gran Bretaña hasta aquella fecha estaban por quedar completos cuando la entera nación quedó paralizada por la huelga general de 1926, una huelga instituida por todo el movimiento sindicalista. No obstante, el gobierno tomó medidas firmes, alistó labor de voluntarios con apoyo militar hasta el punto de encargarse de la operación de los ferrocarriles; y la huelga terminó precisamente cuando con ello se evitaría interferencia seria con la asamblea. La asamblea de siete días empezó el martes 25 de mayo de 1926 en el Alexandra
Palace, Londres. En su discurso Rutherford predijo la desintegración del Imperio Británico, y esto produjo clamores de protesta más tarde tanto de fuentes británicas como de algunas de afuera. Trece mil personas llenaron el Royal Albert Hall para escuchar “Por qué tambalean las potencias mundiales... el remedio,” que contenía la resolución “Un testimonio a los gobernantes del mundo.” En este discurso público Rutherford denunció a la Sociedad de las Naciones que tenía el apoyo del clero y predijo que continuaría impotente y en lo que al fin terminaría. Sus declaraciones recibieron extensa publicidad en el Daily News de Londres.Esta fue la primera vez que en una asamblea en la Gran Bretaña se presentó al público un libro. El segundo libro encuadernado de la pluma de J. F. Rutherford, Liberación, fue hecho disponible a los asambleístas. Refiriéndose a esta nueva publicación al ver ésta la luz pública, Rutherford dijo: “Se han presentado algunas objeciones en cuanto al Arpa de Dios porque no tenía ni una sola palabra de crítica para el mundo actual bajo el control de Satanás. Ustedes descubrirán que este libro expía completamente cualquier omisión de ese tipo.” Y así fue. Otra publicación que se presentó en esta asamblea fue el folleto El estandarte para los pueblos. Los delegados a la asamblea tomaron cincuenta o más de estos folletos cada uno, viajaron a distritos suburbanos y se las arreglaron para distribuir 120.000 ejemplares además de seis millones del tratado “Un testimonio a los gobernantes.” Aquella semana hubo una huelga periodística, y muchas personas no tenían nada que leer. Un delegado, que ofrecía el folleto por una contribución, dijo: “La gente casi nos los arrancaban de la mano.”
Un territorio de ultramar, aunque nunca estuvo bajo la sucursal británica, recibió ayuda de Inglaterra para este tiempo. Edwin Skinner y George Wright, precursores en la Gran Bretaña, se mudaron a Bombay en julio de 1926 y establecieron una sucursal allí. Para 1972 había más de tres mil publicadores en la India.
En 1927 comenzaron las preparaciones para una asamblea en Glasgow, Escocia. Las fechas que se fijaron fueron las del 10 al 14 de septiembre. En preparación para la asamblea la Sociedad hizo arreglos para visitar a personas que tenían licencia de radio para obtener firmas para una petición en que se solicitaría la transmisión del discurso público “La vía a la vida.” Este se presentaría en St. Andrews Grand Hall. Veintiséis mil tenedores de licencia firmaron la petición, en representación de unas 100.000 personas. Tres hermanos presentaron la petición a la Corporación Británica de Transmisiones, la cual, sin embargo, la rechazó, y no muy cortésmente tampoco. No obstante, unos diez mil escucharon el discurso, la mitad de ellos en tres salones conectados por alambre directo y un número similar en las calles, los cuales oyeron por medio de altavoces.
Por unos cuarenta años la guerra espiritual con el viejo sistema de cosas de Satanás se había efectuado muy dentro de la esfera de la doctrina religiosa, pero ahora se hizo patente que la guerra entraba en una nueva fase... una fase que se atraería el fuego de grupos que no serían solo de religiosos. Atraería contra los proclamadores de la verdad bíblica la furia de toda la organización de Satanás, religiosa y política. Era un tiempo en que la cuestión tenía que ser francamente definida y en el cual los apoyadores de la adoración verdadera habrían de alinearse firmemente con la organización sobre la cual tan claramente se manifestaba la bendición de Jehová.
EL NOMBRE DE JEHOVÁ ADQUIERE PROMINENCIA
El suceso sobresaliente de 1931 fue el reconocimiento de que los cristianos verdaderos son y deben ser testigos del Dios Todopoderoso único cuyo nombre es Jehová. (Sal. 83:18) Desde ese tiempo en adelante los del pueblo de Dios por todo el mundo comenzaron a demostrar que eran testigos de Jehová, y por ese nombre deseaban ser conocidos. La Resolución en este sentido, adoptada en Columbus, Ohio, el domingo 26 de julio de aquel año trascendental fue también adoptada en las extensiones de aquella asamblea, varias de las cuales se encontraban en la Gran Bretaña. Por ejemplo, la asamblea de Londres que se celebró en el Alexandra Palace tuvo una concurrencia que sobrepasó la capacidad de diez mil personas de aquel gran salón. En esta asamblea también vino la explicación del capítulo nueve de Ezequiel, y la presentación del primer tomo de la obra en tres tomos Vindicación.
Durante este período la Sociedad hizo arreglos para celebrar asambleas de servicio de dos días, con el rasgo de servicio en el campo en cada caso. Las congregaciones que podían suministrar comodidades para reunirse y para alimentar a los reunidos podían solicitar a la Sociedad una de estas asambleas, y la Sociedad suministraba el programa y los oradores. En este tiempo también los testigos de Jehová en este país no iban a permitir que las tácticas restringidoras de la Corporación Británica de Transmisiones los frustraran. El hermano Rutherford hizo arreglos en la Gran Bretaña para la transmisión del mensaje del Reino con regularidad desde estaciones continentales. La Sociedad suministró hojas sueltas que anunciaban las conferencias y estimulaban a la gente de la Gran Bretaña a escucharlas. Fecamp, Radio Normandía y Lyon estuvieron entre las estaciones que fueron anunciadas para que la gente oyera el nombre y el propósito de Jehová.
El entusiasmo que engendró el reconocimiento de su responsabilidad como testigos de Jehová Dios impulsó a muchos a alistarse en el servicio de tiempo cabal como precursores. Pronto hubo 212 alistados en la Gran Bretaña así como 130 “auxiliares.” Se requería de los precursores que dedicaran veinticinco horas a
la semana al servicio de casa en casa; de los auxiliares la mitad de esa cantidad. Citamos el informe del superintendente de la sucursal para 1933: “Tenemos más solicitudes para el servicio de precursor que el territorio que les podemos asignar.” Por eso la Gran Bretaña comenzó a suministrar precursores a Francia, Bélgica y otros países europeos. Los precursores tenían un nombre apropiado porque ciertamente abrían nuevo terreno, llevando el Nombre Divino a zonas aisladas. Por lo general trabajaban en pares, y la Sociedad les daba un mapa de territorio con los territorios de las congregaciones claramente marcados, pero ellos no tocaban el territorio de las congregaciones.Se emplearon medios aun más eficaces con el propósito de esparcir el nombre de Jehová. “Imposible,” dijeron ingenieros de comunicación cuando la Sociedad les pidió que transmitieran directamente un discurso de una hora a auditorios en cinco continentes. El 2 de junio de 1935 el discurso “Gobierno” habría de ser el punto principal de la asamblea de cinco días que se celebraría en Washington D.C. Trabajadores del servicio de correos habrían de conectar seis ciudades de la Gran Bretaña. Cuando las manos del reloj marcaron las ocho en punto, palabras y sonidos rápidos y desconectados vinieron de los altavoces montados enfrente de las cortinas de los escenarios a medida que los técnicos separados por océano y continente, establecieron líneas, unieron circuitos investigaron las conexiones. Quedando solo diez segundos llegó la cuenta medida “. . . dos . . . uno . . . CERO.” Después de la introducción del presidente vino la voz conocida del hermano Rutherford y su discurso que enfocó atención en el gobierno de Jehová Dios. El discurso “Gobierno” estuvo en el aire por sus sesenta emocionantes minutos puntuado por aplausos llevando a su auditorio de dos hemisferios a su resolución culminante apoyada ensordecedoramente. Interrumpiendo el aplauso vino la voz del presidente del programa. Interrumpiendo la voz del presidente del programa vino un corte en el circuito después de una recepción perfecta de una hora. Lo imposible se había logrado plenamente.
Con el tiempo, se recibieron en Londres grabaciones del discurso, y se fijó la fecha del 29 de septiembre de 1935 para una campaña especial de todo el día. Más de mil conferencias se pronunciaron aquel día. Los Testigos usaron automóviles y camiones para llevar máquinas de reproducción eléctrica para la transmisión de esta notable conferencia. Eso fue solo el comienzo de considerable actividad con aquellas máquinas. En Glasgow se escogió a hermanas bien apersonadas para que visitaran clubes y otras instituciones y ofrecieran una presentación gratis de música, un discurso grabado, preguntas y consideración de éstas. La mañana en que se había concordado llegaba una tarjeta a la institución recordándole a la secretaria la presentación de la tarde. Se llamaba “El Programa Watch Tower” y el rasgo especial era la
conferencia “Control del mundo.” El nombre de Jehová y su reino llegaron a ser bien conocidos. Las preguntas que se hacían en estas reuniones eran por lo general de índole elevada. Una hermana hizo arreglos para más de cien de esas reuniones. A veces la congregación celebraba de cincuenta a sesenta de esas reuniones al mes con concurrencias individuales de hasta cuatrocientas personas. Y, por supuesto, los hermanos colocaban miles de libros y folletos con relación a esta actividad.En 1934 la Sociedad presentó el fonógrafo portátil (gramófono) que se había de usar en el ministerio de casa en casa. En unos cuatro años más de 5.000 de éstos estaban siendo utilizados en el campo. Algunos Testigos usaban una tarjeta de testimonio para presentar la grabación. En la mayoría de los casos el Testigo sencillamente le pedía al amo de casa que escuchara el disco. Habiendo preparado la máquina de antemano, entonces la ponía en un escalón o la sostenía en su brazo y tocaba el disco. Algunos discos estimulaban al que escuchaba a leer una de las publicaciones de la Sociedad.
En 1936, cuando el hermano Rutherford habló a concurrencias que rebosaban de sus auditorios en Glasgow y Londres sobre el tema “Armagedón,” la Sociedad empleó un nuevo arreglo de publicidad, a saber, paradas de hasta setenta y cinco Testigos que llevaban cartelones sostenidos al frente y detrás mientras caminaban. Esto hizo una gran impresión en el público. Muchos católicos romanos vinieron a la reunión de Glasgow a pesar de que sus sacerdotes les advirtieron que no asistieran.
TIEMPO PARA ACCIÓN VIGOROSA
A fines del año 1937 el presidente nombró a Albert Schroeder, de veintiséis años de edad, para que se encargara de la superintendencia del campo británico, y el 23 de noviembre él comenzó su servicio como superintendente de sucursal.
“¡Despierta, Gran Bretaña!” fue la llamada emocionante de 1938. En una carta el presidente de la Sociedad bosquejó cambios en la organización de Londres, según los cuales la única congregación grande que había sería dividida en nueve “unidades,” que se reunirían en siete Salones del Reino, teniendo cada “unidad” su superintendente. El mismo plan se aplicó por toda Gran Bretaña; el país fue dividido en treinta zonas, cada una con su “siervo de zona.” Hubo aproximadamente mil publicadores presentes en el Salón de Craven Terrace para recibir las noticias y dieron apoyo entusiástico al nuevo arreglo.
También se estimuló a hermanos y hermanas a entrar en el servicio de precursor, y se habían alistado 325 para el fin del año. Ahora los precursores no habrían de seguir trabajando por separado de las congregaciones. En vez de eso, donde estuvieran trabajando en pueblos o ciudades que tuvieran congregaciones colaborarían con las congregaciones y obtendrían su territorio
por medio del arreglo de congregación. Se pediría que hermanos precursores ocuparan los puestos de responsabilidad en las congregaciones. La Sociedad también hizo planes para el establecimiento de hogares de precursores en Londres y otras ciudades grandes de modo que de seis a dieciséis precursores pudieran vivir comunalmente y así vivir con menos gastos.La obra en la oficina fue reorganizada, con el resultado de que algunos miembros de Betel pudieron ser transferidos al servicio del campo. A los hermanos y las hermanas se les estimuló a pasar más tiempo en el ministerio del campo, la obra de revisitas fue sistemáticamente edificada, y se usaron marchas de información para anunciar sucesos específicos como conferencias especiales. Se usó todo medio para dar prominencia al mensaje del Reino y hacer que la población se diera cuenta de éste.
En abril salió un nuevo folleto; impreso en rojo y negro la publicación de 32 páginas Cure (Curación) lanzó un ataque cortante a la duplicidad de la religión mundana y señaló a la curación segura de los males de la humanidad. Diez millones de ejemplares de su primera edición salieron de las prensas. En la campaña de tres meses en la Gran Bretaña un máximo de 6.021 publicadores distribuyeron 2.300.000 ejemplares.
Las asambleas de Birmingham y Manchester en aquel año fueron eclipsadas por la asamblea de septiembre que se transmitió por radio a todo el mundo desde el Royal Albert Hall, Londres. Cincuenta asambleas, diez de las cuales se celebraron en la Gran Bretaña, fueron enlazadas por hilo directo para la presentación de las conferencias “Llenad la tierra” y “Enfréntense a los hechos,” la primera de las cuales fue pronunciada el sábado 10 de septiembre y la segunda el domingo 11 de septiembre. El total de la concurrencia pasó de 150.000 personas. Por toda Gran Bretaña los salones estuvieron llenos, y hubo miles de personas que no pudieron entrar. Una vasta campaña de publicidad empleó millones de hojas sueltas, miles de cartelones llevados por los que participaban en las marchas de información y los cartelones que se exhibían en camiones, vitrinas de tiendas y ventanas de hogares privados, rótulos en tela en vehículos públicos, diapositivas de cine y altavoces.
Mientras tanto, los temores de guerra aumentaban en la Gran Bretaña. El apoderarse Hitler de Checoslovaquia llevó a la Gran Bretaña al borde de la guerra. El primer ministro Chamberlain, siguiendo su política de apaciguamiento, visitó a Hitler en Munich, Alemania, y regresó con un pedazo de papel firmado. Bajando del avión, Chamberlain ondeó el papel, exclamando con gozo: “Paz en nuestro tiempo.” “El Armagedón,” informó la prensa, “se ha evitado.” De todos modos las preparaciones para la guerra aumentaron. La actividad en el ministerio del Reino sobrepasó por mucho la de cualquier año antes. Entre los hermanos había el sentimiento de que se acercaban días de prueba... que era necesario efectuar la más firme organización de los recursos.
EFECTO DE LA VENIDA DEL ORDEN TEOCRÁTICO
Por veinte años se había manifestado un gradual alejamiento del dominio democrático y hacia la administración teocrática. Aun antes que las congregaciones dejaran de elegir a los ancianos, comenzaron a imponerse requisitos bíblicos para la nominación. La primera indicación positiva de esta tendencia vino cuando la Oficina de Brooklyn nombró un director de servicio en cada congregación con relación a la distribución de la nueva revista The Golden Age (ahora en español ¡Despertad!). Esto fue en 1919. Con el transcurso de los años las direcciones que venían de Brooklyn tendieron a ser más definitivas, y en las congregaciones hubo menos disposición a decidir si las direcciones habrían de aplicarse o no.
Para 1938 la Gran Bretaña tuvo la ventaja de tener un superintendente de sucursal que llevaba una buena delantera en la aplicación de la norma de la Sociedad. La Sociedad, guiada por recomendaciones procedentes de cada congregación, había nombrado directores de servicio que más tarde llegarían a ser conocidos como siervos de congregación. No obstante, el comité de servicio de cada congregación era nombrado por la congregación. Todo estaba listo para el próximo paso en la restauración del orden teocrático.
Los números el 15 de mayo y el 1 de junio de 1938 de The Watchtower, que trataron el tema “Organización,” contuvieron una resolución formal que le pedía a la Sociedad que organizara y dirigiera las operaciones y nombrara todos los “siervos.” The Watchtower invitó a cada congregación a adoptar la resolución, notificar a la Sociedad y adjuntar una lista de nombres de aquellos que por su madurez llenaran los requisitos para ocupar puestos de “siervos,” con la solicitud de que la Sociedad nombrara a los que escogían. Casi todas las congregaciones concordaron gustosamente en hacer eso. El efecto fue sorprendente. Prevaleció un sentido general de vigorización. Al aumentar la tensión mundial abundó el gozo debido a la gobernación teocrática.
Las semanas y meses subsiguientes fueron verdaderamente emocionantes. Mientras adelantaban las preparaciones para la guerra, se establecieron refugios antiaéreos en los jardines, se suministraron máscaras antigás gratis a todo hombre, mujer y niño y se dieron instrucciones para evitar que el gas venenoso entrara en una habitación de modo que cada casa pudiera sobrevivir a un ataque intensivo con gases. Mientras tanto, el celo y actividad de los hermanos adelantaba. Las filas de los precursores aumentaron durante el año a 429 precursores. Aquellos fueron verdaderamente tiempos de importancia.
REACCIÓN VIOLENTA DE OPOSITORES RELIGIOSOS
Como pudiera esperarse, el auge de actividad celosa de parte de los hermanos y las hermanas fue recibido por acción organizada y concertada de parte de las religiones de la cristiandad. Empezaron muchos ataques en la prensa. Se registraron sesenta y seis casos de ataques violentos, y hubo una docena de intentos de desbaratar reuniones y causar daño a los que trataban de reunirse con el propósito de oír el mensaje del Reino.
El Catholic Herald de Londres publicó un ataque difamatorio contra J. F. Rutherford en reacción al mensaje denodado y franco que contenía la conferencia “Enfréntense a los hechos.” Bajo amenaza de una demanda por difamación, el periódico enderezó el asunto fuera del tribunal, publicando una retractación. Un mes más tarde, el 18 de noviembre de 1938, los publicadores distribuyeron a miembros del Parlamento y a otros funcionarios un ejemplar del folleto Enfréntense a los hechos con una carta acompañante. En diciembre comenzó una gigantesca campaña con volantes impresos, anunciando seis mil reuniones por toda la Gran Bretaña. En estas reuniones más de la cuarta parte de un millón de personas escucharon grabaciones de los poderosos discursos de Rutherford. Casi tres mil marchas de información añadieron su impacto al ataque ardiente contra la religión falsa.
El 11 de enero de 1939 los Testigos, armados con Enfréntense a los hechos, el Núm. 504 de Consolation (por un tiempo Consolación en español, ahora ¡Despertad!) y un ejemplar del volante intitulado “‘Catholic Herald’ deseoso de amordazar a juez Rutherford,” visitaron a todos los funcionarios, líderes católicos y representantes de la prensa en la Gran Bretaña y les dieron ejemplares de cada una de estas publicaciones. Cincuenta mil revistas Consolation y dos millones de volantes se distribuyeron. Los religiosos falsos se sintieron provocados a reacciones precipitadas. Comenzó una campaña de violencia por toda la nación contra los testigos de Jehová. Los ataques de la prensa, particularmente en el Catholic Herald y en el Universe, fueron un estímulo sutil a más actos de violencia. El primer ataque ocurrió en Clydebank, Escocia, el 7 de febrero de 1939, y tras esto hubo otra serie rápida de incidentes en otras partes de Escocia, Gales, Inglaterra e Irlanda del Norte. Diez de los casos que se produjeron bajo la instigación de sacerdotes locales y fueron ejecutados por grupos de la Acción Católica fueron sometidos a juicio y los ofensores fueron sentenciados.
En abril de 1939 se presentó al público el folleto Fascismo o libertad, y los hermanos distribuyeron rápidamente dos millones de ellos. La cuarta parte de un millón del volante de la Sociedad “Tácticas nazis en Clydebank” se distribuyeron en Escocia solamente. Cuando se presentó en Oldham, Inglaterra, la conferencia
“Fascismo o libertad,” el grupo de la Acción Católica trató de desbaratar la reunión y demostró lo que se proponía el papa Pío XI cuando originalmente dio existencia a este grupo “para la difusión y el ejercicio de los principios católicos.”En Clydebank, Escocia, dos sacerdotes apoyados por sus congregaciones les ordenaron a unos Testigos que estaban utilizando un automóvil con altavoz que se salieran del pueblo. Mientras partía en el auto con altavoz, George Saltmarsh se encontró en la carretera principal con una multitud de unas cien personas que estaban pateando una pelota por toda la vía del tranvía. Al acercarse, Saltmarsh vio un fonógrafo tirado en la carretera, y entonces súbitamente se dio cuenta de que la “pelota” era el dueño del fonógrafo. Saltmarsh dirigió el auto hacia la chusma, esparciéndola. Levantó al hermano, que sangraba y estaba cubierto de lodo, y lo metió en el auto y lo llevó a la delegación de policía para que recibiera atención y para dar informe de este desafuero. La Sociedad demandó al director de la chusma, Patrick McGrory. Los sacerdotes, por su parte, demandaron a cuatro de los operadores del auto con altavoz. El fiscal quiso poner una acusación contra la otra y a olvidarse de todo. Si la Sociedad no insistía en la acusación de que se había incitado una chusma hasta casi cometer un asesinato, entonces la otra parte no insistiría en la acusación de que se había tocado un disco con un discurso. Se rechazó el trato, pero el asunto se retardó.
Entonces la Sociedad imprimió un volante presentando todos los hechos, y doscientos voluntarios se ofrecieron para distribuirlos. La operación, encabezada por Saltmarsh, se efectuó tal como se había planeado. Hubo diez ataques aquella mañana, pero solo uno fue lo suficientemente serio como para exigir la atención del médico. Esta acción aceleró las cosas y ambos casos se oyeron en junio de 1939. La acusación hecha por los sacerdotes, Thomas McEwan y Charles Duffan, vino primero, pero Duffan había desaparecido y no se le pudo hallar. El otro sacerdote llamó a testigos que se contradijeron a sí mismos y unos a otros, y los cuatro acusados, George Saltmarsh, Thomas Brown, Albert Bacon y George Whitford, fueron absueltos. Entonces vino el caso contra McGrory. La Sociedad no tenía testigos independientes... una debilidad pero cuando el juez clamó: “¿Hay testigos en el tribunal?” dos mujeres de Clydebank se pusieron de pie y ofrecieron testificar. La evidencia que presentaron fue suficiente para que McGrory fuera hallado culpable.
Para el fin de semana del 23 al 25 de junio de 1939 la Sociedad empleó trabajadores de la oficina de correos para conectar diez auditorios británicos con el Madison Square Garden, de la ciudad de Nueva York, para la transmisión del discurso “Gobierno y paz por J. F. Rutherford. El sábado el 24 de junio el I.R.A. (iniciales en inglés del Ejército Republicano Irlandés, un movimiento terrorista católico, que había estado llevando a
cabo una campaña de hacer estallar bombas en la Gran Bretaña por unos meses) telefoneó una amenaza oficial a la oficina de Londres diciendo que tomarían acción si el circuito Londres-Belfast no se cancelaba para las conferencias de Rutherford desde ultramar. Policías y detectives vigilaron los salones en ambos lugares. Poco después de la sesión de la noche del sábado de la asamblea, cinco bombas estallaron en el centro de Londres cerca del Kingsway Hall, donde se celebraba la asamblea. Este fue el peor desafuero con bombas del I.R.A., y causó daño a la propiedad y heridas a varias personas. Fue la tercera amenaza que se recibió del I.R.A. en cuatro meses.El 7 de julio se dio el segundo testimonio personal a miembros del Parlamento, a la prensa y a funcionarios públicos. Esta vez cada uno recibió un ejemplar del folleto Fascismo o libertad, el Núm. 516 de Consolation, con el artículo “El fascismo en la Gran Bretaña,” y un ejemplar del volante intitulado “Amenaza católico-fascista en la Gran Bretaña.” Estas publicaciones iban acompañadas de una carta explicativa. Después que los publicadores habían puesto estas cosas en manos de los funcionarios, distribuyeron cien mil ejemplares de este número de Consolation y dos millones de los volantes, todo esto en medio de una situación mundial que rápidamente empeoraba.
TESTIFICANDO EN TIEMPO DE GUERRA
Fue en la mañana del domingo 3 de septiembre de 1939 que vino el solemne anuncio por la radio... la Gran Bretaña estaba en guerra. La población en general aceptó la situación con resignación. El libro Salvación era la literatura que se ofrecía en aquel día y para aquel mes y el consuelo que ofrecía esta ayuda para el estudio de la Biblia era como un bálsamo, resaltando como tal debido a los temores melancólicos que imponía la declaración de guerra. Muchas personas recibieron el mensaje bondadosamente. De hecho, pronto quedaron agotadas las existencias del libro nuevo y consolador. También se agotaron las existencias del folleto Gobierno y paz, y nuevas restricciones a las importaciones pronto virtualmente cortaron todo surtido adicional procedente de la central de Brooklyn.
Las restricciones debidas a los apagones contra las incursiones aéreas fueron un estorbo al trabajo por las noches, pues era imposible hacer visitas de casa en casa después de la puesta del Sol. Sin embargo, el volumen de la obra aumentó, y esto a pesar del hecho de que para obtener literatura de Brooklyn había que hacer un esfuerzo de grandes proporciones que envolvía entrevistas, correspondencia y archivar muchos formularios. Las restricciones financieras, también, significaban que la literatura tenía que enviarse como regalo. Otra dificultad fue la falta de espacio para embarques, particularmente a principios de la guerra cuando las pérdidas de embarques empeoraron las dificultades.
A pesar de que cada vez había más obstáculos, la Sociedad comenzó una campaña de estudios bíblicos por toda la nación.
Esta obra llamada “La obra de extensión de la teocracia,” estaba conectada con el uso del folleto Estudio Modelo, que contenía preguntas y respuestas sobre discursos grabados por el hermano Rutherford. Una congregación alquilaba un salón por cuatro semanas consecutivas y anunciaba la serie. Entonces se tocaba una sección corta del discurso seleccionado en la máquina reproductora de la grabación, después de lo cual el presidente hacía preguntas de la parte apropiada del folleto. El auditorio podía ofrecer respuestas libremente y llamar atención a la prueba bíblica en los casos necesarios. Entonces se presentaba otra sección con la máquina reproductora y así por el estilo por más o menos una hora. El resultado fue que se hicieron arreglos para muchos estudios bíblicos particulares con personas que mostraron interés. La campaña tuvo gran éxito, porque la cantidad de publicadores aumentó a 9.860, casi un aumento de 50 por ciento.Al principio de la guerra a los testigos de Jehová se les dio el consejo de registrarse como objetores por conciencia. Sin embargo, esto no resultó ser buen consejo por razones que más tarde se hicieron obvias. Por supuesto, la situación era nueva, y el comprender plenamente de antemano todos los factores envueltos en ella era difícil, si no imposible. En octubre los testigos de Jehová recibieron una ayuda que era sobresaliente en su sencillez, lógica y peso de autoridad bíblica. Fue el artículo principal de The Watchtower del 1 de noviembre de 1939 con el título “Neutralidad.” Con gran vigor y razonamiento daba la posición bíblica de un cristiano entre las naciones en guerra. Pronto el artículo apareció en un folleto, y la Sociedad hizo que se enviara a todo juez, miembro del gobierno y otros funcionarios. Llegó a ser cosa común ver un ejemplar de Neutralidad en el escritorio del juez en los tribunales y cortes. Todo miembro del gobierno británico recibió también un ejemplar del folleto Gobierno y paz y citas del propio informe oficial del gobierno sobre “El tratamiento de nacionales alemanes en Alemania.” Así, a todos se les notificó que los testigos de Jehová en Alemania también estaban identificados como el grupo que sufría las peores persecuciones porque no apoyaban a Hitler.
Por todo el país los tribunales y cortes pusieron de manifiesto que habían recibido direcciones desde puestos más encumbrados. No se estaban dando fallos según la evidencia. En las etapas primeras, a todos los solicitantes que suministraban evidencia lógica de la validez de su objeción por conciencia se les colocaba en la lista, fueran testigos de Jehová o no. Sin embargo, gradualmente este beneficio quedó limitado a los que no eran Testigos. Como indicación de la furiosa hostilidad que se estaba esparciendo contra los Testigos, el juez Frankland, presidente del tribunal de Leeds, hizo estas declaraciones en su capacidad privilegiada:
“Usted se ha dejado engañar por esta empresa que muy obviamente es para obtener dinero, los testigos de Jehová. Usted un
maestro de escuela. Quiero que usted y su amigo salgan de la sala. No quiero que otras personas se contaminen con su presencia.—News Chronicle, 10 de agosto de 1940.“Los Estados Unidos tienen la más grande reserva de oro del mundo. Pienso que gran parte de eso pertenece a los testigos de Jehová y a los pobres bobos ingleses de quienes se han apoderado, como usted.”—Guardian de Manchester 10 de agosto de 1940.
“Quiero decir públicamente que tengo grave duda en mi mente en cuanto a la buena fe de esta organización y de la gente que emplea.”—Empire News, 11 de agosto de 1940.
“Por dos semanas he estado tratando de hacer que su oficina central se exprese y hacer que envíen una hoja de balance o un procurador. Prefieren escudarse; prefieren esconderse detrás de lo privado de Craven Terrace, Londres. Es otra argucia para ganar dinero la mayor parte del cual va a los Estados Unidos.”—Daily Despatch, 16 de agosto de 1940.
El primer contraataque vino cuando se alquiló el salón Free Trade Hall de Manchester y se hizo una invitación especial a jueces, funcionarios y miembros de la prensa a la sesión del domingo en la cual el hermano Schroeder explicó que la Sociedad no estaba envuelta en la posición que tomara cualquiera de sus asociados en el asunto de objeción por conciencia, sus cuentas se registraban anualmente en Somerset House como lo requería la ley; en cuanto a la posesión de la mayoría de las reservas de oro, Schroeder leyó de las últimas cuentas publicadas y mostró que para las actividades del año la Sociedad mostraba un déficit de $92.671,76. La prensa publicó esta respuesta a los ataques de Frankland. Copias de la declaración entera fueron enviadas a los jueces y a todo interesado. Pero ya se habían publicado suficientes mentiras y declaraciones engañosas como para influir en la sección de mente estrecha y prejuiciada de la población, y, como pudiera haberse esperado de seguro el resultado sería violencia.
Dos precursoras que trabajaban en una sección católica de Liverpool fueron atacadas por unas treinta mujeres. La chusma las derribó a golpes al suelo y, tomándolas por el pelo, las arrastró por la carretera sangrando y magulladas, dándoles patadas y robándoles su literatura y dinero. Dos agentes de la policía se presentaron en escena. Calmaron a la muchedumbre pero no hicieron arrestos. Dijeron: “Si hubiéramos arrestado a alguien, nos hubieran hecho trizas.”
Mientras tanto, en vista de la muy injusta posición en que quedaban los varones jóvenes de los testigos de Jehová, la Sociedad dio pasos para pedir exención del servicio militar para cuarenta hermanos de Betel y en el servicio de zona. Esto fue a principios de 1940. La cuestión era: (1) ¿Es la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia o son los testigos de
Jehová, una confesión religiosa? (2) ¿Son los acusados (los cuarenta) ministros regulares de ésta? Se escogió a George Saltmarsh para el caso de prueba, que fue visto en Glasgow. El tribunal sostuvo la alegación del Ministerio del Trabajo, a saber, que las estipulaciones del Acta del Servicio Nacional (Fuerzas Armadas) de 1939 “no aplican a todo ni a ningún miembro de la Sociedad de los testigos de Jehová.” Este fue el primero de varios casos que se pelearon en cuanto a esta cuestión y a otras relacionadas.El consejo dado originalmente por el Ministerio y que llevó a que los hermanos se registraran como objetores por conciencia produjo esta opinión de los procuradores: “Los procuradores que instruyen están informados de que la razón por la cual los testigos de Jehová se registraron bajo el Acta fue que después de una consideración, en los primeros días de la guerra, con el Ministerio del Trabajo en cuanto a toda la posición, el Ministerio prometió dar una decisión al debido tiempo y se hicieron arreglos con el Ministerio para que mientras tanto todos los Testigos se registraran. No hay duda alguna de que la Sucursal Británica recibió mal consejo del Ministerio.”
En el verano de 1940 el Empire News entró en la contienda contra el pueblo de Jehová publicando un artículo calumniador en el que difamaba al juez Rutherford. Rutherford, en cambio, preparó una declaración jurada que probaba que todas las acusaciones e implicaciones eran falsas. El Empire News publicó una versión acortada de la declaración, omitiendo toda referencia en la declaración jurada a la Jerarquía Católica Romana. No publicaron una disculpa ni su propia retractación de sus declaraciones difamatorias. En vista de las condiciones de guerra, no fue factible tomar más acción. De hecho, entre tanto Rutherford había enfermado. Los procuradores afirmaron que podían obtener con certeza un pago grande, ejemplar y punitivo por daños, y que Rutherford podía empezar el proceso de juicio en cualquier tiempo dentro de seis años. La Sociedad imprimió una hoja doble intitulada “El juez Rutherford y el Empire News.” En ella se presentaban los hechos y la declaración jurada y el ejemplar de la carta del procurador. Los Testigos dieron amplia distribución a la hoja por toda la Gran Bretaña. Antes del fin de la guerra, cuando pudiera haberse tomado acción legal, el juez Rutherford murió. Lo mismo le ha sucedido al Empire News.
Mientras tanto, a pesar de toda la enemistad y las condiciones que empeoraban, ¿estaban desanimados los testigos de Jehová? ¡De ninguna manera! Para fines de 1940 la actividad había aumentado en aproximadamente 50 por ciento. Había 449 congregaciones, 29 zonas (ahora conocidas como circuitos), una de las cuales se perdió debido a la invasión de las islas del Canal por los nazis, y cuatro regiones (ahora conocidas como distritos). La lista de precursores había pasado de 1.100. Los testigos de Jehová estaban ocupados predicando el mensaje del Reino en medio de un mundo desgarrado por la guerra.
ESFUERZO CONCERTADO POR SILENCIAR LA VERDAD
Los varios países del extranjero pertenecientes al Commonwealth británico de naciones estaban proscribiendo la obra de la Sociedad Watch Tower y de los testigos de Jehová en este tiempo. ¿Qué hacía la Gran Bretaña? La Gran Bretaña no estaba imponiendo una proscripción. Estaba estrangulando el paso del abastecimiento de la literatura con formalismos oficiales. Toda la literatura de la Watch Tower fue puesta bajo la censura. Del Departamento de Licencias para Importaciones llegó notificación de que no se emitirían licencias después del 31 de diciembre de 1940. Habiendo presiones intensas desde todo ángulo, la sucursal británica estaba por ser desconectada de la oficina central.
No solo de dentro del país, sino también de afuera vinieron golpes lisiadores. Los ataques aéreos se hicieron cosa común. A veces se bombardeaba continuamente a una ciudad por de doce a catorce horas. Algunos pueblos eran bombardeados sistemáticamente; las incursiones aéreas comenzaban a la misma hora todas la noches. Como resultado de esto, muchos hogares de Testigos fueron destruidos. En Manchester la devastación se detuvo precisamente poco antes de llegar al hogar de los precursores. Tres hogares de precursores en otros lugares, así como Salones del Reino y mucha literatura, fueron destruidos y recibieron daño. Una bomba incendiaría penetró en el techo del Salón del Reino en Betel y pasó al balcón donde hermanos que vigilaban para evitar incendios se encargaron de ella. Para el fin de la guerra doce Testigos habían perdido la vida en las incursiones de bombardeo.
En medio de fiera oposición se celebró una asamblea en Leicester del 3 al 7 de septiembre de 1940. A pesar de las condiciones de guerra, el salón De Montfort Hall, con cabida para 3.500 personas, contuvo menos de la tercera parte de la cantidad de personas que concurrió. La mayor parte de los 12.000 presentes se sentaron en marquesinas en aquellos terrenos parecidos a parque. El sábado, el último día de la asamblea, la batalla rabió como nunca, porque hubo 6.177 Testigos en el campo enfrentándose a los ataques que se arrojaban contra su persona y su reputación.
Mientras tanto, los suscritores se quejaban de que no estaban recibiendo la revista Consolación. Al fin se supo que al singularmente llamado Ministerio de Información “le había sido necesario retener los números [de Consolación].” De modo que la misma revista que había sido proscrita por Hitler en 1933, pocas semanas después que fue creado el Ministerio de Esclarecimiento y Propaganda de Goebbels, era ahora desaprobada por el Ministerio de Información británico. Era un dato bien conocido que Consolación había atacado al totalitarismo mucho tiempo antes que esta guerra hubiera comenzado. Un hermano estadounidense envió un regalo de 150.000 libros a la Gran Bretaña. La solicitud de la licencia estuvo acompañada de una carta que confirmaba
el regalo y que tenía la certificación de un notario público norteamericano. Más tarde de hecho llegó a este país una muestra de negocio del nuevo tipo de fonógrafo como muestra que habían de copiar nuestros maquinistas. La muestra fue confiscada y la licencia para la importación del regalo de libros fue negada.Hasta ejemplares de La Atalaya cesaron de llegar en el correo desde los Estados Unidos. El problema de mantener a los hermanos abastecidos de alimento espiritual se hizo apremiante. Puesto que no se permitiría la publicación de una nueva revista, la Sociedad comenzó a imprimir lo que se conoció como La serie de estudios bíblicos de La Atalaya. Esta publicación se parecía mucho a La Atalaya y contenía por lo menos el artículo principal con preguntas. Así los hermanos de la Gran Bretaña no perdieron ni un solo número del material de La Atalaya.
Tampoco carecieron de alimento espiritual los hermanos de Irlanda. Muchos de ellos empezaron a recibir cartas noticiosas desde ultramar. Cada carta contenía un artículo anónimo de La Atalaya que era fácilmente reconocido por los hermanos. Se hacían estarcidos y se preparaban copias de cada artículo por los 120 Testigos que había en Irlanda.
A pesar de que los hermanos de la Gran Bretaña renovaron sus esfuerzos para obtener justicia de los funcionarios gubernamentales, se le hizo imposible a la Sociedad importar hasta Biblias y Testamentos, mientras que otras firmas que trataban en Biblias frecuentemente podían hacerlo. El 2 de noviembre de 1942 tanto La Atalaya como Consolación, además de Kingdom News (Nuevas del Reino), fueron oficialmente proscritos y todos los ejemplares que había en el correo fueron confiscados. Con el tiempo la Sociedad publicó un pliego en que describía el modelo nazi de 1933 que estaba siendo seguido por las autoridades británicas. Este pliego se intitulaba “Los hechos acerca de los testigos de Jehová y la proscripción por la censura.”
Lado a lado con el ataque a los abastecimientos vino un ataque contra el personal. La manera en que se trató a los testigos de Jehová ante los tribunales fue muy injusta. En sus esfuerzos por justificar su actitud, los jueces y la prensa empezaron a alegar que la gente se hacía testigos de Jehová por no ingresar en las fuerzas armadas. El hecho de que esto era solo propaganda falsa para justificar sus fallos contra los testigos de Jehová se puede notar por el hecho de que estos mismos tribunales mostraron mucha simpatía en sus tratos con los casi 60.000 individuos que fueron provisionalmente registrados como objetores por conciencia y que no eran testigos de Jehová. El número de objetores por conciencia encarcelados por rehusar cumplir con la dirección de los tribunales fue de 5.800, de los cuales 4.300 eran testigos de Jehová. Ciertamente, por los primeros meses de la guerra, una manera segura de llegar a la cárcel era pedir exención por ser
testigo de Jehová. También era una manera de probablemente conseguir la sentencia máxima, doce meses.Finalmente, en 1942, el ataque de los enemigos fue dirigido hacia el personal de la sucursal. El “siervo de sucursal auxiliar,” Pryce Hughes, que tenía un registro de encarcelamiento de la I Guerra Mundial, fue enviado a la cárcel junto con Ewart Chitty, secretario de la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia, y Frank Platt, que había sufrido tratamiento muy sádico en prisión durante la guerra de 1914-1918. No convencidos todavía de que Platt era sincero en su proceder cristiano, lo sentenciaron a otro término de prisión más tarde en la guerra, como hicieron con Hughes. De hecho, doscientos hombres claves fueron metidos en la cárcel por todo el país.
Esto dejó a Bert Schroeder, a cargo de la sucursal británica, en dura situación con un personal muy escaso. Entonces vino el golpe de gracia del gobierno. Al mismo superintendente de la sucursal, ciudadano norteamericano, se le dio esta orden: “Acepte dirección a trabajo de importancia nacional, en apoyo del esfuerzo de guerra, o sea deportado.” Se apeló a funcionarios del gobierno británico y del gobierno americano, pero inútilmente. Un miembro del Parlamento no solo estaba a favor del aprisionamiento de Hughes, Platt y Chitty, sino que dijo que como Schroeder “trae problemas y es un aliado que no puede ser encarcelado debe ser deportado.” Parecía que todos los funcionarios de influencia estaban unidos contra la Sociedad y sus representantes, concordando todos en que “Schroeder tiene que irse.” Un automóvil oficial llegó a Craven Terrace y el superintendente de la sucursal fue escoltado a la cubierta de un transatlántico y repatriado.
Mientras tanto las presiones que se ejercían contra los publicadores por todo el campo continuaron. La prensa desempeñó su papel con muchas incitaciones que encendían los ánimos. Un informe abarcó toda la primera plana de un periódico además de unos cuantos artículos adentro y un editorial en que expresaba regocijo porque un superintendente de congregación que era precursor en Middleton, Inglaterra, había recibido la sentencia máxima. El fiscal, sin duda para recordarle al tribunal que impusiera la sentencia máxima, repetidamente declaró que el acusado había sido enviado para organizar la obra y lo describió como miembro de una “banda pequeña de charlatanes e hipócritas que hablan con engaño.”
Muchos hombres que presidieron las cortes y tribunales demostraron que no merecían ejercer aquellos oficios. Mientras que uno declaraba que había “algo siniestro detrás de este movimiento,” otro declaraba: “Ustedes son un montón de chiflados.” Se suponía que las cortes y los tribunales trabajaran juntos, pero a veces había una división clara. Por ejemplo, en Stockport, precisamente
antes que se sentenciara a una joven madre precursora, el presidente del tribunal, el consejal Royle, abandonó la sala. “No quiero participar,” dijo él, “en sentenciar a esta mujer cristiana.”El 21 de julio de 1942 la Sociedad publicó un pliego que suministraba los hechos en cuanto a la posición bíblica de los testigos de Jehová y documentaba ejemplos de mal tratamiento suministrado a Testigos aprisionados, como el ser golpeados hasta perder el sentido y ser esposados a la pata de una mesa. Los detalles de los ataques en los tribunales y las impropiedades cometidas en las cortes señalaban conclusivamente a una campaña dirigida y coordinada con el apoyo oficial. A hombres y mujeres, principalmente trabajadores de tiempo cabal en el campo, se estaba encarcelando en cantidades cada vez mayores. Según, el punto de vista popular y oficial parecía que había una buena oportunidad de aniquilar a los testigos de Jehová. Con la ayuda de la guerra el gobierno británico logró casi tanto como lo que había logrado el gobierno alemán en 1933 sin la ayuda de la guerra. Pero haya sido en Alemania o en la Gran Bretaña o en cualquier otro lugar, era muy claro que el poder movedor detrás de toda esta conspiración internacional oficial era el que se menciona en Revelación 13:2, a saber, “el dragón,” Satanás, el Diablo.
Imagínese la situación a que se enfrentó Pryce Hughes, todavía en la prisión de Wormwood Scrubbs con los hermanos Platt y Chitty, cuando recibió la noticia de su nombramiento como superintendente de sucursal para reemplazar a Schroeder, que había sido deportado. Poco después de haber sido puesto en libertad afrontó otra situación dificultosa. El secretario del Interior había emitido órdenes proscribiendo las asambleas de los testigos de Jehová. Este paso se dio de súbito. Muchos de los delegados a las asambleas habían llegado ya a los pueblos donde se celebrarían las asambleas, conectadas por radiotelefonía con la Asamblea Teocrática del Nuevo Mundo en Cleveland, Ohio, cuando se entraron de la proscripción. Resultó que solo las asambleas de Nottingham y Manchester estaban proscritas. Jamás se dio razón alguna en cuanto el discrimen que hacía que las personas de Nottingham y Manchester no pudieran disfrutar de las asambleas mientras que las de otras ocho ciudades podían. La Oficina del Interior estuvo resuelta a rehusar permiso para las reuniones en cualesquier otros salones en estos dos pueblos, y no permitió reuniones particulares en ninguno de los dos pueblos. Unos mil delegados a la asamblea de Nottingham se reunieron y efectuaron el programa de la asamblea en un pueblo cercano. En Manchester, algunos de los miles que se reunieron en las calles sin poder entrar en el lugar principal de asamblea fueron transportados a Salones del Reino cercanos. Las otras asambleas enviaron protestas fuertes al secretario del Interior, y la Sociedad también se unió a la protesta, además de apelar a miembros del Parlamento.
El secretario del Interior, en una respuesta escrita a un miembro, dijo que proscribió las dos reuniones porque temía que hubiera desorden público en aquellos lugares en particular. También declaró que a los Testigos se les trataba muy duramente en los países del Eje debido a que no cooperaban en la guerra. Continuó diciendo: “No participan en conflictos mundanos. Esto . . . está lejos de ser una actitud útil.”Por supuesto, los testigos de Jehová en la Gran Bretaña sabían que fundamentalmente su situación no era diferente a la de sus hermanos en otros países. (2 Tim. 3:12) En Alemania, confiscación, supresión, campos de concentración y cámaras de gas; en los Estados Unidos, batallas jurídicas en los tribunales más altos y quemas y chusmas en cuarenta y cuatro de los cuarenta y ocho estados de entonces; en Australasia, Canadá y el continente africano, proscripciones y violencia; en países comunistas, proscripción y campos de trabajo. Cuando estalló la II Guerra Mundial, había 1.509 testigos de Jehová por todo el mundo. ¿Serían derribados, o saldrían en mayor cantidad y con mayor eficacia?
PERSEGUIDOS, PERO NO ABANDONADOS
Temprano en la guerra cuando las asignaciones de papel eran inesperadamente altas, la Sociedad hizo considerables pedidos de libros y folletos a diferentes impresores. Cuando la Sociedad hizo un contrato grande para tener El nuevo mundo en rústica, el impresor rehusó imprimir el libro a menos que se removieran las referencias a la Jerarquía Católica Romana. La Sociedad rehusó hacer esto. Parecía que había pocas posibilidades de conseguir que el libro fuera impreso.
Entonces fue que Harry Briggs vino a la oficina. Era socio en un negocio de imprenta que acababa de venderse a otra firma. Él tenía capital como resultado de la venta. Quería saber si la Sociedad podía usar el capital y utilizarlo a él. Briggs sabía acerca de un negocio de imprenta que posiblemente estaba en venta. Negoció y lo compró, una empresa en funciones con personal y un administrador que entendían bien lo que quería decir imprimir. Pronto comenzó a salir de la prensa la edición sin alteraciones de El nuevo mundo. Esta fábrica impresora, aunque llamada The Southern Press, operaba como si perteneciera a la Sociedad.
Para este tiempo los consejos locales comenzaron a considerar cuestiones legales en cuanto a la imposición de impuestos a los Salones del Reino. Surgieron casos de corte debido a esta cuestión y fue desafiada la exención que se otorgaba a los Salones del Reino. Algunos juicios fueron favorables, otros desfavorables. Se apeló en el caso de los que eran desfavorables, pero aun entonces, aunque algunos fueron sostenidos, otros no lo fueron. Uno de los funcionarios del Ministerio de Información hizo la acusación pública de que los testigos de Jehová simpatizaban con los nazis y que habían servido de agentes para la propaganda nazi. Mientras tanto, se interfería con la correspondencia dentro
de la Gran Bretaña; se abrían las cartas, se mutilaban los paquetes que contenían surtidos pequeños de revistas enviadas a precursores. Realmente había llegado el tiempo para combatir contra todas estas injusticias y pedir a las personas honradas de todas partes que apoyaran la causa de la verdadera libertad.En agosto de 1943 la Sociedad hizo arreglos para utilizar el Royal Albert Hall y otros catorce salones por toda la Gran Bretaña para la Asamblea Teocrática “Nación Libre.” El discurso público había de ser “Libertad en el nuevo mundo,” y recibió amplia publicidad. Sin embargo, el censor confiscó el escrito para este discurso, así como otros para las asambleas. Sucedió que el nuevo folleto, Fighting for Liberty of the Home Front (Peleando por la libertad en el frente doméstico), no había sido hecho disponible al campo británico debido a dificultades en cuanto imprimirlo. Este se hizo disponible para las asambleas y el material fue leído en el tiempo que se había fijado para el discurso público. Ciertamente tanto el título como el material fuera apropiados. El presidente le explicó al auditorio que no podía presentarse “Libertad en el nuevo mundo” debido a que el censor había retenido el escrito. Al fin de la conferencia, el orador leyó una declaración en que se presentaban los hechos de la proscripción injustificada por el gobierno “que no da razón ni causa para su existencia.” Al auditorio, la víctima en aquel momento, se le invitó a pelear por la libertad dentro del país y señalar que se proponían hacer eso diciendo “¡Sí!” En quince asambleas 17.500 personas respondieron entusiásticamente. Cada asamblea envió una apelación telegráfica al rey. La Sociedad también suministró un ejemplar del discurso público a cada miembro del Parlamento y a todos los que tenían que ver con el gobierno, junto con una carta acompañante que suministraba los hechos en cuanto a la censura opresora.
La Sociedad conocía bien la importancia de las asambleas para que los hermanos pudieran obtener fortaleza y valor, no solo para enfrentarse a las dificultades apremiantes, sino también para repulsarlas. Así fue que en la primavera de 1944 se organizaron cincuenta y cinco asambleas pequeñas para las Islas Británicas. El discurso público para todas éstas fue “Libertad en el nuevo mundo,” el discurso que el censor no quiso que la gente de Gran Bretaña oyera el año anterior. No fue cosa sencilla organizar esas asambleas, porque para este tiempo el bombardeo aéreo de la Gran Bretaña se había intensificado con la introducción de una nueva arma, la bomba voladora. No obstante, unas 12.300 personas asistieron a las asambleas y cada una recibió un ejemplar del discurso “Libertad en el nuevo mundo” en forma de folleto. No se hizo anuncio público para esta asamblea en particular. Lo que se pensaba hacer era invitar personalmente a todo el que daba indicaciones de desear la buena voluntad de Jehová. Es muy notable el hecho de que muchos que si aceptaron la invitación
empezaron a participar en el ministerio del campo, predicando por primera vez.Debido a una campaña bien planeada en ese tiempo, hubo entrevistas personales con miembros del Parlamento, y se les hizo conocer todos los datos relacionados con la proscripción, así como las evasivas y las técnicas de obstrucción que se emplearon para mantenerla en pie. En la Cámara de los Comunes ciertos miembros lanzaron contra el Ministerio de Información una andanada que lo puso en una posición muy difícil. Los suscritores de La Atalaya escribieron cartas de protesta a sus respectivos miembros del Parlamento. Al fin el Ministerio capituló y procedió a remover la proscripción el 28 de febrero de 1945. Sin embargo, hubo que esperar hasta que aconteciera un cambio en el Ministerio para que las Biblias y la otra literatura fueran hechas disponibles para distribución.
El Ministerio de Información había destruido la gran cantidad de revistas que había confiscado, revistas que los suscritores ya habían pagado. Aunque la Sociedad ya había cumplido con su obligación al enviar estas publicaciones, sin embargo ahora extendió por seis meses las suscripciones de todo suscritor en la Gran Bretaña.
El siguiente paso que dio la sucursal británica fue empezar a levantar fuertes protestas a la Oficina Colonial acerca de proscripciones en Nyassalandia, las Bahamas, Nigeria y Costa de Oro. Apelaciones y procedimientos judiciales ya habían producido alivio en el Canadá, la India, Nueva Zelanda, la Unión Sudafricana y Australia. Más tarde la Sociedad publicó para distribución amplia una hoja en que daba los hechos que desenmascaraban la duplicidad y la doblez que se emplearon para sostener aquellas proscripciones por todo el Commonwealth británico.
La presión que el enemigo continuaba ejerciendo solo estimuló a los Testigos fieles a mayores esfuerzos en su ministerio. Para el fin de 1942 se habían organizado cien nuevas congregaciones y se había alcanzado un total de 12.318 publicadores. Se instituyó el servicio de precursor especial. Bajo este nuevo arreglo se pedía que los precursores trabajaran 175 horas al mes en el campo e hicieran 50 revisitas. Estos precursores especiales eran enviados a zonas que necesitaban atención especial o donde no había suficientes publicadores de congregación para atender a la población.
Otra ayuda que llevaba a mayor aumento en la actividad del Reino vino con la introducción de “siervos para los hermanos,” ahora conocidos como superintendentes de circuito. En enero de 1943 la sucursal británica nombró a siete de estos hermanos para que visitaran a las 586 congregaciones durante el período de seis meses. Lograron mucho en cuanto a animar a los hermanos y llevarles excelente información en cuanto a cómo aumentar y mejorar su servicio a Jehová en el campo.
En 1944 se celebró en diez diferentes lugares de asamblea en la Gran Bretaña, en agosto, la Asamblea Teocrática “Anunciadores
Unidos.” En Stockport el único salón ideal, que nunca había estado disponible a los testigos de Jehová, era el Centenary Hall. Aquel año el que hizo la decisión en este asunto fue el concejal Royle, juez de paz, el hombre que públicamente se retiró del tribunal por no participar en pronunciar sentencia contra una hermana precursora. Él concordó inmediatamente en dejar que los testigos de Jehová utilizaran el salón y todas sus comodidades. De paso, quedó sorprendido cuando se le pagó el alquiler completo al momento de hacerse el arreglo. Dijo: “Nunca antes ha sucedido esto en toda mi vida pública.” Antes de la asamblea y durante ella estuvo bajo fuego constante de parte de los otros miembros de su comité por haber alquilado el salón a los testigos de Jehová. Royle resistió: “¿Cuál de ustedes que son oficiales de la Escuela Dominical de Stockport (el grupo que era dueño de Centenary Hall) pudiera mantener interesado a un auditorio grande por media hora o más con una exposición de la Biblia?” preguntó. “Bueno, eso es lo que los testigos de Jehová están haciendo cada día. Yo asisto a sus sesiones y lo he visto.”Los testigos de Jehová en la Gran Bretaña no habían sido abandonados. (2 Cor. 4:8-10) La persecución no los había obligado a quebrantar su integridad al Soberano Supremo, Jehová. Al fin de la guerra el pueblo de Jehová en este país estaba espiritual y numéricamente más fuerte. En el transcurso de los años de la guerra el número de publicadores se había hecho casi el doble, algo que también era cierto de los testigos de Jehová por todo el mundo. El fin de la ocupación alemana de las islas del Canal significa libertad para muchos publicadores allí, y de nuevo se abrió la comunicación con los Testigos de Irlanda. Doce “siervos para los hermanos” visitaban ahora las 610 congregaciones de la Gran Bretaña. Toda Gran Bretaña se preparaba para la expansión.
ACTIVIDAD POSBÉLICA
El domingo 4 de noviembre de 1945 Nathan Homer Knorr, por primera vez como presidente de la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia, puso pie en suelo inglés. Con su secretario, Milton G. Henschel, se transportó desde el aeropuerto Hurn hasta el Betel de Londres. Hermanos en bicicletas esparcieron la noticia de que el presidente hablaría en una reunión en Craven Terrace. Mil seiscientas personas atestaron el salón, los vestíbulos y el sótano para escuchar su discurso. Entonces, antes de partir para el Continente, habló en una reunión en Birmingham y asistió a una reunión de servicio en Ilford.
Regresando a Inglaterra el último día de 1945, los dos hermanos procedentes de la oficina central comenzaron una serie de siete asambleas de un día cada una, la más grande de las cuales se
celebró en Stockport, donde el hermano Knorr habló a 2.800 personas sobre el tema “Los testigos de Jehová en el crisol.” Antes de regresar el presidente a los Estados Unidos al finalizar su gira europea, se celebró una asamblea de dos días en Londres. En esta ocasión se conectaron tres auditorios por radiotelefonía directa. Filas de seis en fondo empezaron a formarse a las seis un punto alrededor del Royal Albert Hall para el discurso del domingo por la noche sobre “Alégrense, naciones.” Por primera vez desde los días de antes de la guerra, la publicidad en gran escala había formado parte de las preparaciones para esta asamblea. En cada una de las asambleas cortas el hermano Knorr invitó a llenar solicitudes para la Escuela de Galaad, la provisión de la Sociedad para entrenar misioneros para asignaciones extranjeras. Hasta el fin de la guerra no pudieron matricularse precursores de fuera de los Estados Unidos. Sin embargo, en la clase octava, que comenzó inmediatamente después de la asamblea de 1946 en Cleveland, Ohio, hubo veinticuatro precursores procedentes de la Gran Bretaña.A medida que empezaron a llegar abastecimientos de literatura desde Brooklyn, se hizo posible extender las actividades de predicación a partes distantes de las Islas Británicas. Hubo un traslado de precursores a zonas con las cuales anteriormente había sido imposible tratar.
Durante los años que siguieron, los hermanos en la Gran Bretaña disfrutaron de las mismas excelentes bendiciones resultantes de las asambleas de circuito y distrito de que disfrutaban los hermanos en los Estados Unidos y otros lugares. Estas emocionantes reuniones, obviamente dirigidas por el espíritu de Jehová, tuvieron un efecto maravilloso en los hermanos, edificándolos y equipándolos para un ministerio más eficaz en el campo.
LA LUCHA CONTRA LA DISCRIMINACIÓN
En 1947 el inspector de Impuestos dio un paso con el propósito de hacer pagar un impuesto a la Sociedad Watch Tower, la organización matriz de la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia. Esta última Asociación había sido registrada como organización no lucrativa y organización caritativa desde el 30 de junio de 1914. Por consiguiente no pagaba impuestos. El inspector principal adoptó el punto de vista de que para estar exenta de impuestos una entidad tenía que estar establecida en este país. Sostenía que la Sociedad Watch Tower no estaba establecida de ese modo.
Con el tiempo la Sociedad recibió una tasa de tributación. La central de Brooklyn preparó una declaración de su obra caritativa según la estipula su carta de constitución... una declaración que mencionaba los centenares de toneladas de ropa y alimento
que ascendían al valor de £250.000 (1.031.357,14 dólares) que ya habían sido suministrados gratis a veinticuatro países necesitados, incluso la Gran Bretaña. Esta declaración también aclaraba que nadie recibía salario o dividendo de la Sociedad y pidió que se cancelara la tasa de tributación. Al inspector de Impuestos se le suministraron copias de las cuentas.Comentando sobre estos acontecimientos, el presidente Knorr pensó que se estaba tomando un punto de vista demasiado blando del asunto. Escribió: “Es muy difícil entender por qué el gobierno británico no quiere reconocer a la Sociedad como organización religiosa, como se le reconoce en los Estados Unidos. Estoy seguro de que el gobierno británico no es de mente tan estrecha como para decir que la persona que está casada en los Estados Unidos no está casada cuando marido y mujer llegan a la Gran Bretaña. El estado marital permanece igual. Lo mismo es cierto en cuanto al estado de la Sociedad.” “Debemos pelear por la exención,” añadió.
Preparándose para la audiencia ante los comisionados que tenían que ver con los impuestos, el abogado de los testigos de Jehová sabía que la otra parte trataría de hacer una separación entre la Sociedad y los testigos de Jehová. No obstante, a los testigos de Jehová se les menciona en la carta constitucional de la Sociedad, y la actividad de los testigos de Jehová no se puede separar de la Sociedad. Las dos cosas son una. Puesto que se admite que los testigos de Jehová son una organización religiosa y participa en predicación que es caritativa, entonces en virtud de la misma razón se debe concluir que la corporación legal también tiene derecho a ser clasificada como organización caritativa. La posibilidad de tener que apelar de la decisión de la comisión en los tribunales de ley recomendó la compilación de una relación muy extensa. Terence Donovan, abogado de la corona, un abogado prominente en casos de impuestos, recibió la debida relación.
Los procuradores de la Sociedad se esforzaron por señalar a los comisionados que todo el asunto podía reducirse a la cuestión civil de “establecimiento,” ahorrándose así tiempo y gasto en el tribunal. Los comisionados concordaron en ello y así la cuestión que se habría de decidir en la audiencia podría expresarse en los siguientes términos: (1) Que la Sociedad es una agrupación o cuerpo compuesto de personas; (2) Que estaba establecida, y establecida en el Reino Unido; (3) Que estaba establecida así con propósitos caritativos únicamente. La audiencia vino el 16 de marzo de 1950, en Londres. Los comisionados decidieron que la Sociedad tenía una central establecida y poseía propiedad en Craven Terrace. Tenía más de 600 congregaciones, muchas con su propia propiedad en la cual se efectuaba adoración. En cuanto a que estuviera permanentemente establecida, la Sociedad había estado aquí por cincuenta años. Tenía propiedad y tenía su organización levantada y preparada para estar aquí otros cincuenta años o posiblemente más. “Según nuestro punto de vista,” concluyó el
Sr. Coke, “considerando la evidencia, éste es un caso claro, y es considerando la evidencia que tenemos que llegar a una conclusión en cuanto el hecho. Hallamos que esta corporación, o más bien una sucursal de ella, fue establecida aquí, y se ha admitido que es una caridad. Por lo tanto, la reclamación tiene que otorgarse.”MÁS ACCIÓN EN EL FRENTE LEGAL
En 1953 se determinó que debería prepararse un caso de prueba para establecer si la Sociedad era una organización religiosa y si tenía ministros regulares. El propósito de esto era resolver la situación injusta en la cual las leyes de reclutamiento forzoso que suministraban exención para los ministros regulares de religión estaban siendo vistas de manera que se negara a los testigos de Jehová el beneficio de aquellas leyes. El hombre al que se seleccionara tenía que satisfacer muchos diferentes requisitos, personales, ministeriales, oficiales, con edad dentro de un límite estrecho, y, por supuesto, tenía que ser alguien a quien se hubiera llamado para que se registrara para el servicio nacional. Al fin se escogió a Douglas Walsh, de Dumbarton, Escocia, porque era precursor y superintendente de congregación. Para fines de 1953 se habían completado los planes y fijado la estrategia para el caso de prueba en Escocia. El objetivo era determinar legalmente si los testigos de Jehová eran una organización religiosa y si el precursor y superintendente de congregación, Douglas Walsh, era ministro regular. En enero de 1954 una audiencia preliminar en Edimburgo determinó que Walsh tenía un caso significativo y lord Strachan ordenó que el caso se sometiera a prueba. Se fijó el caso para el 23 de noviembre de 1954.
El primero que subió a la silla de los testigos fue el vicepresidente de la Sociedad Watch Tower, F. W. Franz, de la oficina central de Brooklyn. Con la Biblia él hizo un resumen de las creencias de los testigos de Jehová, especialmente las que diferían de las religiones ortodoxas. Entonces Hayden Covington consideró la organización, las ceremonias y prácticas. Grant Suiter, secretario-tesorero de la Sociedad, abarcó los asuntos financieros de la Sociedad y mostró que las contribuciones que venían de la distribución de la literatura no pagaban el costo de la obra misional mundial y que contribuciones voluntarias de los testigos de Jehová mismos compensaban por lo que faltaba. Otros cuatro testigos británicos presentaron pruebas. Pryce Hughes, el superintendente de la sucursal y ministro presidente para las Islas Británicas, explicó la estructura de la organización en la Gran Bretaña, mientras que Douglas Walsh describió su obra como precursor y superintendente de congregación. Toda la evidencia se presentó en siete días y abarcó 762 páginas de escrito. El 7 de enero de 1955, lord Strachan dio su opinión judicial. Decidió que una entidad o cuerpo era una denominación religiosa si satisfacía los siguientes requisitos: (a) si existía
con propósitos religiosos, (b) si profesaba creencias religiosas que fueran distintivas en el sentido de que la distinguieran de otros cuerpos religiosos, (c) si estaba organizada como cuerpo separado bajo su propio sistema de adoración, gobierno y disciplina, y (d) si tenía un número de miembros razonablemente considerable. Lord Strachan estaba convencido de que los testigos de Jehová satisfacían cada una de estas condiciones y por lo tanto eran una confesión religiosa.Sir John Cameron, el decano del Colegio de Abogados de Escocia, quien dirigió el caso de la Sociedad, alegó vigorosamente que si se decidía que los testigos de Jehová eran una confesión religiosa entonces quedaba de parte de la confesión decidir quiénes eran sus ministros regulares. Nadie de afuera podía decirle a una confesión religiosa quiénes habían de ser sus ministros. Sostenía que “regular” significaba “según la regla,” y, puesto que Walsh había sido nombrado según las reglas de los testigos de Jehová, el tribunal tenía que aceptar que él era ministro regular.
Tratando el término “ministro,” el juez dijo: “Para ser ministro el individuo debe primero ser investido con el oficio de ministro de religión y segundo estar administrando o por lo menos tener el derecho a administrar las ordenanzas religiosas de su comunión. Opino también que estos dos elementos esenciales necesariamente implican que un ministro de alguna manera en las cosas espirituales está puesto aparte de los miembros ordinarios de su comunión.” Objetó a la forma de nombramiento de Walsh y concluyó que “el énfasis definitivamente está puesto en administración más bien que en acaudillamiento espiritual.” Criticó los requisitos académicos del superintendente de congregación. De la Escuela del Ministerio, dijo: “Lo que se enseña puede ser entendido por niños de . . . tierna edad.”
El alegato del decano del Colegio señaló que los fundadores del cristianismo no fueron seleccionados debido a logros académicos, pero en respuesta el juez declaró: “En mi opinión, ese alegato no viene al caso, porque es muy obvio que al eximir a un ministro regular de una confesión religiosa del servicio nacional en 1948 el Parlamento no estaba pensando en un ministro como los que predicaban en la iglesia primitiva, sino en un ministro de religión como tal cosa se conoce en tiempos modernos.” De hecho, el juez opinó que Walsh no era “ministro regular” debido a su condición de precursor, aunque el ministerio era su vocación.
Se apeló de la decisión al Tribunal Superior de lo Judicial en Escocia, donde tres jueces sostuvieron la decisión de lord Strachan. El caso fue llevado entonces a la Cámara de los Lores, el tribunal de última instancia. El 21 de julio de 1955 lord Goddard, presidente del Tribunal Supremo de Inglaterra, rechazó la apelación.
Por lo tanto se juzgó que los testigos de Jehová eran una confesión religiosa que no tiene ministros regulares.PREPARÁNDOSE PARA ATENDER A MÁS “OVEJAS”
En 1955 continuó la entrada de grandes números de personas de cualidades de oveja a la organización del pueblo de Jehová en Gran Bretaña. La asamblea más grande que se había celebrado en la Gran Bretaña hasta aquella fecha vino en julio de aquel año, cuando Testigos de cincuenta y seis países se reunieron en Twickenham para la Asamblea “Reino Triunfante,” de cinco días. “Conquista del mundo pronto... por el reino de Dios” fue el título del discurso público que oyeron 41.970 personas. En su discurso de conclusión de la asamblea, el presidente Knorr anunció que la Sociedad tenía la intención de edificar un nuevo hogar Betel y taller de impresión para la Gran Bretaña. Estando muy solicitado el terreno en la zona metropolitana, el trabajo de obtener un lugar conveniente ciertamente presentaba grandes dificultades. “Vayan a los consejos,” dijo Knorr, “díganles lo que queremos hacer y pídanles lugares donde pudiéramos hacerlo.” El Consejo de Middlesex sugirió la Casa Bittancy en Mill Hill. “Los especuladores ofrecen mucho dinero por ese lugar,” dijeron, “pero no queremos que ese punto de la zona verde llegue a estar cubierto de filas de casas. Ustedes quieren levantar una sola y eso es diferente. Pero está muy afuera.”
Cuando llegó el tiempo de examinar este lugar al subir la colina desde la estación Mill Hill East del tren, se descubrió que suministraba una vista maravillosa del norte de Londres. Carretera abajo el estanque de la aldea y las pocas casas que lo rodeaban completaban la escena rural. El lugar, a más o menos trece kilómetros del centro de la ciudad, parecía ideal. El hermano Knorr concordó en la compra, de modo que las negociaciones comenzaron en 1955. No obstante, el dueño murió y entonces la Sociedad tuvo que tratar con los testamentarios, de los cuales al fin se adquirió el terreno por casi precisamente la mitad de lo que habían ofrecido los especuladores en terreno.
Cuando un departamento del gobierno restringe una venta como había hecho el funcionario de planificación con los especuladores en esta ocasión, lo hacen con el entendimiento de que el vendedor no salga perdiendo debido a las restricciones. El gobierno compensa al vendedor con la diferencia entre la oferta restringida y la más baja aceptada por el vendedor, en este caso 44.000 dólares. Entonces el gobierno recobra del comprador la suma. Así, la Sociedad se veía ante la posibilidad de recibir una cuenta por otros $44.000. Se prepararon documentos para la audiencia con la esperanza de que esta suma fuera considerablemente reducida en vista del carácter caritativo de la obra de los testigos de Jehová. Felizmente, cuando se produjo la audiencia la decisión fue que, debido al propósito por el cual había sido
comprado el terreno, el costo de compensación hecho a la heredad no sería pasado a la Sociedad.El 18 de febrero de 1957 comenzó la construcción del nuevo Betel. Según los planes se levantaría un edificio que tendría más o menos una forma de T, consistente en un hogar con comodidades para 120 personas, un salón de descanso, una biblioteca, una oficina y una fábrica de diseño apropiado para los alrededores atractivos. Se trabajó rápidamente en este nuevo hogar Betel y fábrica durante 1959. La ocupación del lugar comenzó gradualmente, pues a principios de 1959 algunas de las habitaciones estaban completas y ocupadas aunque la mayor parte del edificio estaba sin terminar. Los Testigos mismos, muchos de ellos artesanos diestros, hicieron mucho del trabajo. Uno, por ejemplo, diseñó e hizo gran parte de los muebles.
El día de la dedicación se fijó para el 26 de abril de 1959. Para entonces casi todo el edificio estaba terminado en medio de su escenario de paisaje arbolado. El salón de prensas en el piso bajo de la sección en que estaba la fábrica alojaba la nueva prensa rotativa M.A.N., que produciría 12.500 revistas por hora de planchas de impresión cuyo tipo se compondría en Brooklyn. La oficina de la Sociedad, el almacén de literatura, el departamento de envíos y más equipo de impresión ocupaban el piso superior. Había también un Salón del Reino que usaría la congregación de Mill Hill y la familia de Betel. La fábrica de dos pisos estaba conectada por el salón de descanso al ala residencial de tres pisos, incluso un comedor con ventanas que se extendían de un extremo a otro de éste, con vista a la grama y el terreno parecido a parque.
Se había esperado al presidente Knorr para la dedicación, pero su gira de 40.000 kilómetros por África y Europa evitó que llegara a este país hasta junio, cuando pudo inspeccionar el producto terminado de los muchos, muchos meses de hacer planes. En aquella ocasión hizo arreglos para un acontecimiento notable en el campo de la instrucción, un campo en el cual la administración de la Sociedad se había interesado profundamente desde 1943, cuando se organizó la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower. Este nuevo acontecimiento fue la provisión de la Escuela del Ministerio del Reino para suministrar instrucción especial a todos los hombres nombrados en la organización teocrática en los niveles de distrito, circuito y congregación. Puesto que en aquel tiempo había 900 congregaciones en la Gran Bretaña, habiendo a veces cambios en los superintendentes de las congregaciones, pasarían más de tres años antes que todos hubiesen tomado el curso necesario.
Se sabe que los hermanos consideraban que era un gran privilegio el tomar este curso por el hecho de que estaban dispuestos a
poner en peligro su empleo seglar para estar presentes en la escuela cuando se les invitara. No era cosa fácil obtener permiso de ausencia por cuatro semanas del empleo seglar. Algunos decidieron mostrar la carta de invitación de la Sociedad a sus patronos, y en algunos casos los patronos quedaron tan impresionados con esta provisión de suministrar cuatro semanas de instrucción y alojamiento sin costo financiero que gustosamente hicieron su contribución a una organización religiosa cuyos objetivos eran tan evidentemente loables. Algunos hasta les pasaron el salario completo a sus empleados mientras asistían a la escuela. Otros hermanos se encontraron con dificultades. Unos cuantos perdieron su empleo por asistir a la escuela contra el deseo de sus patronos. Un hermano de Sheffield terminó el curso con ninguna seguridad de recibir ingresos en el futuro. Más tarde, sin embargo, obtuvo un empleo que era mucho mejor que el trabajo del cual había sido despedido. Varios hermanos que no necesariamente perdieron su empleo hicieron sacrificios materiales para recibir los beneficios espirituales de esta instrucción, y muchas congregaciones estuvieron al tanto de lo que se necesitaba en este sentido y gustosamente ofrecieron ayuda material a las familias cuyos proveedores estaban fuera del hogar recibiendo instrucción que sería para el beneficio de todos los miembros de las congregaciones. Más tarde, la situación se hizo algo más fácil cuando el curso escolar fue acortado de varias maneras de modo que pudiera completarse en dos semanas, y sus comodidades se extendieron para suministrar instrucción, no solamente a superintendentes de congregación, sino también a los otros hombres de más edad de las congregaciones.Otra provisión que se hizo para atender a las personas de características de oveja en secciones remotas del país y en otros países fue el estímulo que dio la Sociedad a las familias para que se mudaran a lugares donde hubiera mayor necesidad de ayuda. En un solo año, 1960, 245 familias se mudaron en respuesta a ese estímulo, y una docena de familias se mudaron a otros países. Mientras tanto la obra en la misma Gran Bretaña todavía estaba recibiendo empuje. Por ejemplo, durante 1963 más de siete millones de horas se dedicaron a predicar las buenas nuevas. Aquel año se bautizaron 3.079 personas.
Es verdad que en este tiempo parecía que había una tendencia que llevaba a anular el adelanto en números en el ministerio de predicación debido a la cantidad de personas que se hacían inactivas, de modo que ciertamente era tiempo oportuno para que los pastores del rebaño de Dios se examinaran a sí mismos y examinaran su ministerio. El presidente Knorr sugirió que se apartara un día para escuchar las opiniones de superintendentes en el campo en cuanto a las causas de la pérdida de publicadores y lo que se podría hacer para corregir el asunto. “Llamen por un día a la cantidad más grande de siervos de circuito y distrito que convenientemente puedan llamar,” dijo él, “y escuchen la opinión de ellos.” Hombres de esa clase dentro de distancia
razonable de Londres fueron más de treinta. Cada uno, habiendo sido avisado de lo que se requería de él, vino preparado para dar sus puntos de vista. Por turno se les llamó en orden alfabético a la plataforma del Salón del Reino de Mill Hill y se les invitó a pronunciar un discurso de doce minutos.Los resultados fueron muy animadores. Se ofrecieron sugerencias tanto en cuanto al ministerio como acerca de la manera de efectuarlo, la clase de atención que pudiera darse a los superintendentes de congregación, lo deseable o no deseable de dar énfasis a las metas. El peso de la opinión estuvo a favor de dar más atención a las necesidades espirituales de los hermanos. Por eso, con esta discusión como base, la Sociedad preparó un plan por el cual los hombres de más edad de la congregación dedicarían más de su tiempo al pastoreo. Los publicadores que se habían hecho inactivos en los diez años anteriores habrían de ser visitados y se harían visitas también a todos los publicadores de la actualidad, tanto fuertes como débiles. La idea era dar a todos la ayuda y estímulo según las necesidades del individuo. El arreglo fue coronado de buen éxito. Muchos fueron restaurados a la actividad, y muchos que ya estaban activos fueron fortalecidos. La cantidad de los que caían en la inactividad fue grandemente reducida. Desde aquel tiempo en adelante el pastoreo ha llegado a ser una parte importante de los deberes de todo hombre de más edad en la organización.
La misma oficina sucursal en la Gran Bretaña estaba preparada para mayor expansión. Puesto que la familia de Betel había aumentado en tamaño y la hacía más grande ahora la presencia de dos docenas o más de estudiantes de la Escuela del Ministerio del Reino, la superintendencia del hogar, la finca agrícola, la fábrica y el servicio del campo se hizo más exigente. En 1963 la Sociedad hizo cambios para enfrentarse a la situación. Pryce Hughes, entonces de casi setenta años de edad, fue puesto a cargo del hogar, incluso los jardines, la finca agrícola y el abastecimiento. Philip Rees, al terminar su curso de diez meses en Brooklyn, llegó a ser siervo de la fábrica. Wilfred Gooch, anteriormente superintendente de sucursal en Nigeria, emprendió su servicio bajo nombramiento de superintendente de sucursal de las Islas Británicas el 27 de noviembre de 1963.
Pronto a estos cambios administrativos se añadieron otros acontecimientos provechosos en Mill Hill. Se adquirió más equipo de imprenta. Además, se edificó una nueva añadidura para aumentar el almacenaje de modo que acomodara cuatro meses de existencia de papel, en vista del hecho de que las prensas de las revistas estaban consumiendo dos toneladas de papel por hora. El departamento de suscripciones de las revistas recibió expansión también para atender un promedio de 200.000 suscripciones a las revistas La Atalaya y ¡Despertad! La Sociedad comenzó a poner en función
un servicio de entrega especial con el cual se servía a la mayoría de las 895 congregaciones. Con este propósito la Sociedad tiene cuatro camiones y los mantiene continuamente en acción, llevando envíos de literatura, revistas y hojas sueltas hasta parte de su destino. A veces los envíos son entonces transferidos a algún medio de transporte local que los lleve a su destino final. En muchos otros casos las congregaciones hacen arreglos para recoger sus surtidos en un Salón del Reino vecino, eliminando así la necesidad de que la Sociedad haga entregas a cada congregación en particular. Los envíos se hacen cada dos semanas para incluir un número de La Atalaya y otro número de ¡Despertad!Aunque en 1965 y 1966 el asunto de resultados en el ministerio del campo quedó más o menos en un mismo punto, sin embargo durante esos años el pueblo de Jehová estaba siendo fortalecido y refrescado para esfuerzos más vigorosos todavía en el futuro. La Asamblea “Buenas Nuevas Eternas” de 1963, celebrada alrededor del mundo, había derramado maravillosas bendiciones espirituales en una extraordinaria asamblea de ocho días. En junio de 1965 vino la Asamblea “Palabra de Verdad” en el terreno Scottish Rugby Union de Edimburgo, la primera asamblea internacional celebrada en Escocia en treinta años. En esta ciudad, de una vigésima parte del tamaño de Londres, el impacto fue tremendo. Un total de 31.501 personas asistieron. Tras esto hubo asambleas más pequeñas en Gardiff, Leicester y Wembley para los que no pudieron asistir a la de Edimburgo. Después vinieron las asambleas de distrito de 1964, asambleas “Fruto del Espíritu,” y en 1966 la Asamblea de Distrito “Hijos de Libertad de Dios.” Discursos electrizantes, información vital, emocionantes publicaciones... todo contribuyó a mayor vigor espiritual.
EXTENDIÉNDONOS HACIA LO FUTURO
Así, por los excelentes efectos derivados de las asambleas llenas de espíritu y por la obra de pastoreo de superintendentes concienzudos, se logró una gran cantidad de trabajo en cuanto a edificar a los hermanos espiritualmente. Hubo una inclinación gradual hacia presentaciones más sencillas en el ministerio de casa en casa. Además, las condiciones del mundo continuaron señalando al fin inminente de todo un sistema de cosas corrupto. Estos factores y otros aparentemente contribuyeron a una mejor condición en la obra del Reino en la Gran Bretaña. De todos modos, con el año de 1967 vino una tendencia al adelanto.
Las Asambleas de Distrito “Buenas Nuevas para Todas las Naciones,” de 1968, fueron especialmente notables debido a que se presentó a la luz pública el libro La verdad que lleva a vida eterna. Este librito de tamaño de bolsillo resultó ser el más eficaz instrumento para estudio bíblico de casa hasta la fecha. La Sociedad imprimió un pliego que presentaba esta publicación y que contenía una serie de preguntas penetrantes. Ese año hubo
un máximo de más de 50.000 estudios, un promedio de alistamiento de precursores de 3.881 (el 6 por ciento de todos los publicadores) y un aumento en publicadores, llegándose al máximo de 52.805.El año de 1969 fue otro aun de establecer marcas. En la Asamblea Internacional “Paz en la Tierra” en Wembley el estadio estuvo completamente lleno el domingo con un auditorio de 82.416 personas que escucharon con gran atención el discurso público del presidente Knorr, “La paz de mil años que se aproxima.” El bautismo en masa en aquella ocasión añadió 2.215 individuos a las filas de los dedicados, de modo que el total para ese año en la Gran Bretaña llegó a 5.563. El máximo de publicadores subió a 58.096.
En fidelidad a su promesa, Jehová ciertamente estaba derramando una abundante bendición. Los testigos de Jehová en la Gran Bretaña aprendieron que uno de los más grandes estadios del país, el Estadio Wembley, escasamente podía contener su asamblea de seis días. Sí, las siguientes concurrencias a las asambleas en el transcurso de los años, puestas en números redondos, dan alguna idea de esta tendencia:
1914 Manchester 200
1941 Leicester 12.000
1947 Earls Court 18.000
1951 Wembley 36.000
1955 Twickenham 42.000
1963 Twickenham 50.000
1969 Wembley 82.000
Para 1970 se sentían presiones en el campo de la producción, porque la luz que aumentaba sobre la Palabra de Dios pedía más y más ayudas para el estudio de la Biblia para ayudar a la gente que deseaba adquirir conocimiento... que deseaba hallar el camino a la salvación. Las comodidades en la central de Mill Hill estaban usándose hasta el extremo. No parecía posible más extensión del local debido a las restricciones de planificación del pueblo, y sin embargo, nada que fuera menos de un suministro de papel para cuatro meses era cosa segura con la cual contar en vista de la inestabilidad industrial y el enorme apetito de las prensas, que a veces funcionaban día y noche. Los suministradores británicos del papel de impresión escandinavo que la Sociedad había usado por largo tiempo fueron muy cooperativos y mantuvieron suministros adicionales en su almacén como precaución extra.
Temprano en 1971 se instaló una nueva rotativa M.A.N. en el nuevo edificio sucursal en Suiza. La impresión de los números italianos y malgaches de las revistas, hasta entonces hecha en Londres, fue transferida a Suiza, y así se redujo la necesidad de tandas nocturnas de trabajadores en la sucursal británica. Las
revistas en croata y swahíli, además del Ministerio del Reino en siete idiomas, continuaron imprimiéndose en Londres. Desde el departamento de suscripciones las revistas iban a cincuenta sucursales que abarcaban más del doble de esa cantidad de países e islas del mar. Revistas en grandes agrupaciones eran enviadas en la cantidad de 360.000 por semana a congregaciones en la Gran Bretaña y 300.000 a congregaciones de ultramar.Las Asambleas de Distrito “Gobernación Divina,” celebradas en nueve diferentes lugares en julio de 1972, tuvieron una concurrencia de 91.226 personas, la más elevada concurrencia hasta la fecha en las asambleas para un solo año, lo cual dio más prueba de que “las cosas deseables de todas las naciones” continúan entrando.—Ageo 2:7.
A través de los años la familia de Betel ha crecido de cinco a sesenta y nueve miembros. Las congregaciones se han multiplicado noventa veces desde el pequeño principio al comienzo del siglo cuando había solo diez. El informe del campo de 1972 mostró un máximo de publicadores de 65.693. El número de precursores fue de 3.870, y 5.228 personas se bautizaron durante el año. La proporción de publicadores a población era de 1 a 822. En el único territorio de ultramar que queda bajo la sucursal de las Islas Británicas, Malta, la congregación en 1972 tenía siete veces el tamaño que tenía cuando comenzó, pues informó 54 publicadores.
El pueblo de Jehová en la Gran Bretaña se regocija mucho porque Jehová ha cumplido tan maravillosamente sus promesas para con ellos. Ninguna arma —haya sido traición desde dentro, leyes malévolas, odio nacional— había prosperado. Toda arma había sido vuelta atrás por el brazo fuerte de Jehová. Está bendiciendo la actividad de su pueblo. Ciertamente es fuente de gran felicidad el ser identificados como los propios testigos de Jehová.