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Sri Lanka

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Joya del océano Índico. Eso es lo que muchos llaman la isla que usted visitará ahora. Quizás usted la conozca como Ceilán, pero desde 1972 este hogar isleño ha recibido el nombre de Sri Lanka.

Sri Lanka, que tiene un área de unos 64.750 kilómetros cuadrados, es una “joya” de muchas facetas. Tropical y de poca elevación por toda la costa, está coronada de cerros y montañas centrales. Uno pasa por plantaciones de coco para llegar a los cerros, muchos de los cuales están ahora cubiertos de hermosos arbustos de té.

También hay muchas facetas cuando consideramos las razas, castas, lenguajes y religiones. En las dos terceras partes de la isla que comprenden el centro y el sur, la mayoría de las personas afirman que son arios, y hablan cingalés y practican el budismo teravada. Son personas amigables y hospitalarias. En las secciones del norte y este de Sri Lanka hay personas dravidianas que hablan tamil, la mayoría de las cuales se adhieren al hinduismo. Se les conoce por lo industriosas que son.

Hubo un tiempo en que las perspectivas de buen comercio atrajeron a los musulmanes desde lugares tan distantes como Marruecos. A principios del siglo dieciséis los portugueses, interesados en especias, se apoderaron de las regiones costaneras. Con ellos vinieron sacerdotes católicos romanos. Grandes esfuerzos se hicieron por convertir al catolicismo a los budistas. ¿Cómo? Ofreciéndoles ventajas materiales y también utilizando mucha fuerza. Hoy muchas ciudades costaneras son predominantemente católicas.

Poco más de un siglo después, los holandeses se apoderaron de esta “joya” y se mantuvieron solamente en control de sus regiones costaneras. Para ayudar a mantener el control, trajeron soldados de Malaya y Java, y añadieron así otro tipo racial.

Más por diplomacia que por conquista, el Imperio Británico se apoderó de Ceilán en 1796. Así, otras facetas se presentaron en cuanto a raza y muchas otras iglesia protestantes. Sin embargo, según se desarrollaron los acontecimientos, Ceilán se hizo independiente en 1948.

Tanto los ingleses como los holandeses fueron muy estrictos en cuanto a evitar casamientos entre ellos y la gente que ya vivía en la isla. No obstante, muchos individuos sí se casaron cruzando la barrera de la raza, y sus numerosos descendientes, conocidos como burghers, pertenecen a las varias iglesias de la cristiandad. De hecho, aproximadamente el 10 por ciento de la población de Sri Lanka alega que es cristiana. Pero, ¿cómo llegó el cristianismo verdadero a esta “joya del océano Índico”?

SE OYEN LAS BUENAS NUEVAS

Hay la leyenda de que el apóstol Tomás visitó a Ceilán. (Luc. 6:12-16) Pero no es legendario el hecho de que dos cristianas celosas, que pasaban por allí en barco, predicaron las buenas nuevas aquí en 1910.

Ellas hablaron con el Sr. E. W. de Z. Van Twest, un burgher, director de embarques del puerto de Colombo. Lo convencieron de leer el Plan Divino de las Edades y otro libro por Carlos Taze Russell, el primer presidente de la Sociedad Watch Tower. Con el tiempo, el Sr. Van Twest se puso a decir a otros las buenas cosas que estaba aprendiendo. Uno que respondió favorablemente fue un ministro wesleyano, un individuo cingalés llamado D. N. Pieris. Otro fue H. W. Wendt, el auxiliar de Van Twest.

Otros que agradecidamente aceptaron las buenas nuevas para este tiempo fueron otros dos “cristianos” cingaleses, el Sr. Edirisinghe y el Sr. Baptist. También estuvo A. B. Chapman, un burgher que antes había trabajado en el Hotel Queen’s en Kandy como palafrenero a cargo de los caballos y los coches, pero que ahora estaba retirado. Un inspector de sanidad, T. E. Karunatilleke, también aceptó la verdad y empezó a compartir las buenas nuevas con otros. Con toda esta actividad, era de esperarse que hubiera aumento.

EL PASTOR RUSSELL VISITA A CEILÁN

A principios de 1912 estas familias estuvieron esperando con gran anhelo la visita del pastor Russell, como parte de un recorrido mundial. En aquel tiempo el hermano Van Twest estaba enfermo, pero el hermano Russell hizo un viaje especial a su hogar y tuvo una corta conversación espiritualmente fortalecedora con él. El hermano Russell pronunció una bien anunciada conferencia acerca del hombre rico y Lázaro en el viejo Auditorio Público, ante una concurrencia de más de 900 personas. El hermano Pieris tradujo el segundo discurso del hermano Russell en este salón al idioma cingalés, para que todos pudieran entender.

El hermano Russell también visitó el asilo de leprosos de Hendela, al otro lado del río de Colombo. Aquí el encargado parsi hizo los arreglos para que los leprosos escucharan mientras el pastor Russell hablaba y el hermano Pieris traducía. Algunos solicitaron tratados y otra literatura y los recibieron prontamente. De paso, mientras estuvieron allí, alguien ofreció a los hermanos Russell y Pieris el agua refrescante de un coco joven. Russell insistió en que Pieris bebiera primero. Los observadores consideraron algo grande el ver a un hombre blanco hacer que un “nativo” bebiera antes de él.

Ahora se hicieron arreglos para clases de estudio regulares los domingos en un anexo de la casa del hermano Van Twest, idealmente situada en Colombo. Él condujo estas clases, y una de sus hijas tocaba el pequeño órgano y otra ayudaba a cantar los himnos.

Después de leer el sexto tomo de Estudios de las Escrituras, intitulado “La nueva creación,” el señor Wendt y su esposa comprendieron la importancia de bautizarse en agua. Por eso se hicieron arreglos para el primer bautismo de Estudiantes de la Biblia aquí. Esto aconteció en uno de los canales que los holandeses habían construido, en Wellawatte, precisamente detrás de la casa del hermano Karunatilleke, el 31 de mayo de 1914.

EL FOTO-DRAMA VIENE A CEILÁN

En 1917 el hermano A. A. Hart, de Inglaterra, pasó unos cuatro meses en Ceilán. Él trajo el Foto-Drama de la Creación, una producción consistente en diapositivas, películas y sonido que bosquejaba el propósito de Dios para la Tierra y el hombre. Hubo exhibiciones en Colombo, Kandy y otros lugares. Estas presentaciones fueron muy populares, y se decía que cuando quiera que se exhibía el Foto-Drama las iglesias estaban vacías.

La culminación vino en Kandy, donde el clero envió representaciones al jefe de la policía para detener las exhibiciones. Sin embargo, cuando el hermano Wendt le mostró a éste el esquema de aquella producción, el jefe de la policía dijo: “Yo no puedo ver nada malo en ello, Sr. Wendt, pero estas personas me están preocupando para que lo detenga.” “Estas personas,” el clero, tenían tanta influencia que al hermano Hart le dieron cuarenta y ocho horas para salir de la isla.

UNA MIRADA A LAS PRIMERAS CLASES BÍBLICAS

Mientras trabajaba de inspector de sanidad en 1918, el hermano Karunatilleke conoció a Thomas Walmsley, que había venido de Inglaterra bajo un contrato con la Lead Works. Walmsley reconoció prestamente la verdad y pronto se separó de la capilla bautista y los francmasones Su hogar en Boswell Place, Wellawatte, llegó a ser el centro para una de las clases bíblicas diarias.

¡Sí, diarias! En un hogar diferente cada día los Estudiantes de la Biblia celebraban clases. Estas empezaban con un himno y una oración, después de lo cual venía la lectura del Daily Heavenly Manna (Maná celestial diario), precursor del Anuario de los testigos de Jehová. Entonces se pronunciaba un sermón. Se leía uno de los sermones del hermano Russell, o lo pronunciaba el hermano Van Twest. Entre los rasgos de la conclusión estaban otro himno y oración.

MOVIMIENTO LENTO PERO FIRME A TRAVÉS DE LOS AÑOS VEINTE

Para 1923 había más de cincuenta personas asociadas con la organización local en Colombo. Las clases diarias continuaron, y aproximadamente cada tres meses se celebraba una asamblea de un día, fuera en casa de los Karunatillekes o la de los Wendts.

Las clases dominicales se anunciaban en los periódicos locales, pero no había predicación organizada de casa en casa. Era un asunto de hablar a las personas con quienes uno trataba, esparcir tratados y tener largas conversaciones con las personas que mostraban interés. El hermano Wendt era de Kandy e iba a aquel lugar a visitar de vez en cuando. Acerca de los viajes por tren, la hermana Wendt informa lo siguiente:

“Siempre que la familia viajaba a Kandy, papá nos ponía en un vagón y entonces desaparecía. Iba a otro vagón y se sentaba a hablar con los pasajeros. Si era posible, se sentaba cerca de un sacerdote budista y entonces le mostraba algunas cosas en los tratados en cingalés y le pedía que los leyera para que los demás pudieran escuchar. Muchos escuchaban mientras el sacerdote leía. En Kandy [el hermano Wendt] hacía arreglos para pronunciar un discurso en la casa de un amigo y por lo general su amigo invitaba a los vecinos. A un auditorio de unas quince personas él hablaba con apoyo bíblico, a menudo acerca de los muertos . . . Daba énfasis al hecho de que habrá una resurrección . . . Les hablaba acerca de los cuerpos celestiales y los cuerpos terrestres. ¡Ah, cómo se sorprendían de esto! Pero la mayoría de ellos nunca cobró suficiente valor como para declararse en contra de la interferencia clerical.”

En 1926 el hermano F. E. Skinner vino desde la India para una visita. Ana, la hija del hermano Chapman, le ayudó a distribuir hojas sueltas que anunciaban el discurso que él se proponía pronunciar. Por algún tiempo, Ana sirvió de repartidora (lo que hoy se llama una precursora) y fue ayudada por algún tiempo por Katie Mergler, que vino de la India. Pasaron unos meses trabajando en la zona al sur de Colombo, y distribuyeron mucha literatura.

BUENAS Y MALAS CONDICIONES EN LOS AÑOS TREINTA

Fue emocionante enterarse de que en Madrás, India, en 1931, se celebraría una asamblea del pueblo de Dios. Ana y Ruth Chapman, el hermano D. N. Pieris y otros asistieron. Allí conocieron a algunos hermanos que habían venido de Inglaterra para predicar las buenas nuevas en la India. Uno de éstos fue George Wright, quien estaba trabajando con el hermano Skinner en Bombay. Ruth Chapman evidentemente le causó excelente impresión al hermano Wright porque fue a Kandy para casarse con ella el 6 de abril de 1936.

George recibió asignación de trabajar desde Kandy como repartidor. De vez en cuando, algunos hermanos visitantes de la India participaban con los Wrights en la predicación por largos períodos de tiempo. Mucha de esta obra se hacía arriba en los cerros en los terrenos de té, donde los proclamadores del Reino distribuían miles de publicaciones. Este excelente trabajo continuó hasta que George murió en 1941. Poco después de eso Ruth partió hacia Inglaterra. Su padre, el hermano A. B. Chapman, había muerto en 1933.

El hermano Van Twest se debilitó mucho físicamente en los años treinta y no podía hacer mucho trabajo. Murió a la edad de ochenta y seis años, en mayo de 1938. El hermano Wendt murió el mes siguiente, a los sesenta y dos años. Ahora las clases fueron descontinuadas, aparte de consideraciones bíblicas que familias aisladas tenían en sus propios hogares. Unos cuantos individuos predicaban, pero no se llevaba registro de esta actividad. Algunos se esforzaron por reunirse para la Cena del Señor anualmente, pero la organización cristiana en Ceilán se hizo muy débil, y casi quedó sin adelantar a medida que comenzó la II Guerra Mundial.

RESTAURACIÓN EN LOS AÑOS CUARENTA

En 1941 la literatura de la Sociedad fue proscrita y no se permitió la entrada de ninguna en Ceilán. Hermanos que pasaban por allí llevaban alguna, y un piloto de avión pudo llevar ejemplares de La Atalaya con bastante regularidad desde Bombay. A éstas se les daba circulación entre algunos de los hermanos y las personas que mostraban interés. En 1943 Juvenal Chapman (hijo de A. B. Chapman) y otro hermano asistieron a una asamblea en Bombay y trajeron consigo alguna literatura nueva. Juvenal era entonces un agrimensor particular en Gampaha, donde efectuaba alguna predicación. También hizo que se imprimieran algunas publicaciones en la localidad, incluso el folleto Cure (Curación) en cingalés. En 1945 la proscripción fue removida, y de nuevo fue posible comunicarse libremente con la oficina de la Sociedad en Bombay.

A principios de los años cuarenta, hermanos visitantes procedentes de la India hablaron con un conductor de ferrocarril, E. L. V. Campbell, un firme católico romano. Vier, como todos lo llamaban, con el tiempo predicó a sus compañeros de trabajo, y otro conductor, Robin Tucker, y su familia también se interesaron mucho. De modo que empezaba a desarrollarse algo. Cuando Gerry Gerrard, de Bombay, visitó a Colombo a principios de 1947, pudo ayudar a diecinueve personas a participar en la predicación del Reino. Lo que más se necesitaba entonces era algunos hermanos que tomaran la delantera y organizaran reuniones regulares y predicación.

LOS MISIONEROS AYUDAN

Como a las siete de la mañana del 30 de abril de 1947 un tren llegó a la Estación de Maradana, Colombo, con cuatro graduados de la clase número ocho de la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower. No pasó mucho tiempo antes que los cuatro misioneros —Stanley Bowdery, George Griffiths, Frank Stebbing y Ray Matthews— estuvieran predicando en Colombo. La gente tomó prestamente literatura. De hecho, los misioneros colocaron 305 libros en manos de la gente y obtuvieron 238 suscripciones durante mayo, su primer mes en Ceilán.

Se alquiló un hogar misional en Talawatugoda y los misioneros obtuvieron dos bicicletas y una vieja motocicleta para transportarse. Hallaron a muchas personas de habla inglesa con las cuales estudiar. El hermano Matthews recuerda lo siguiente:

“Desde que llegamos, celebramos reuniones con regularidad, y pronto se formó la Compañía [Congregación] de Colombo de los testigos de Jehová . . . La predicación se nos hizo muy fácil, porque todos los amos de casa, fueran budistas, hindúes, musulmanes o ‘cristianos’ nos invitaban a sentarnos, mandaban traernos un refresco, escuchaban todo lo que decíamos, y entonces tomaban por lo menos alguna literatura . . .

“Entonces comenzamos la obra con las revistas en las calles ... Colocamos muchas revistas. . . . El que hubiera gente blanca en las calles ofreciendo revistas en medio de los vendedores era cosa muy desconocida. . . .

“Después empezamos las reuniones públicas. La primera se celebró en Earl’s Court y toda persona que invitamos prometió venir. De modo que esperábamos una muchedumbre; pero solo vinieron unos veinte individuos. Notamos que en el prado Galle Face, un gran claro cerca del mar y cerca del Fuerte, la sección de los negocios, se reunían grandes muchedumbres. Por eso decidimos celebrar reuniones públicas allí. . . . Colocamos dos amplificadores de forma de trompeta, de modo que la gente que estaba en una gran porción del prado pudiera oír. A veces doscientas o trescientas personas escuchaban por lo menos parte del discurso. Se dio un testimonio a muchos y, aunque nosotros éramos pocos, nuestra presencia se hizo sentir. Durante los primeros cuatro meses, alcanzamos un máximo de veintidós publicadores.”

En marzo de 1948 se alquiló un pequeño lugar en Borella para que sirviera de hogar misional. No era un lugar “aristocrático,” pero por lo menos estaba en Colombo y les ahorraba a los misioneros mucho tiempo de viaje.

PROGRESO ENTRE LOS TAMILES

Algunos alegan que casi la mitad de la población de Colombo es tamil, aunque la mayoría de estas personas conocen el idioma inglés. Una de estas personas, G. H. G. Abraham, se interesó mucho en la verdad. Empezó a asistir a las reuniones con regularidad, comenzó a participar en la predicación del Reino en 1952 y se bautizó en Calcuta el 10 de enero de 1953.

Al fin de 1954, Henry Abraham renunció a su trabajo seglar, perdiendo deseables privilegios en cuanto a pensión. ¿Por qué? Por el mayor privilegio de servir a Jehová de precursor especial. Desde entonces el hermano Abraham ha llegado a ser “padre” para muchos hijos espirituales.—Compare con 1 Corintios 4:14, 15; Filemón 10, 11.

UNA VISITA VERDADERAMENTE EDIFICANTE

Pero, vamos atrás a principios de 1952. ¡Qué emocionante fue saber que el presidente de la Sociedad Watch Tower, N. H. Knorr, planeaba hacer una visita a Ceilán en enero de aquel año! Habían pasado cuarenta años desde que C. T. Russell había visitado la isla.

El Instituto del Ferrocarril se usó para la mayoría de las reuniones durante la visita del hermano Knorr, pero se alquiló el Ayuntamiento para el discurso público. Los hermanos, deseosos de que todo el mundo supiera acerca de esta conferencia, distribuyeron muchas hojas sueltas de invitación. Además, montaron un cartel grande en tres partes en bicicletas y viajaron en ellas por Colombo. Esto realmente fue eficaz. Aunque el promedio de concurrencia a las reuniones que se celebraron en el Instituto fue de unos cincuenta individuos, a pesar de una lluvia intensa 235 personas se reunieron para escuchar el discurso público del hermano Knorr “¿Se enfrentará la religión a la crisis mundial?”

El hermano Knorr fue al hogar misional para una cena. Después de pasar en medio de dificultades por el camino estrecho inundado por el agua de la lluvia, tropezar sobre un montón de arena y enredarse en un cordón de colgar ropa, se las arregló para llegar al hogar. Charló un rato y entonces dijo: “Bueno, no hay duda de que ustedes necesitan un nuevo hogar misional.”

LLEGAN MÁS MISIONEROS

Tres meses después, los misioneros se mudaron a la 10/1 Vidiyala Place, Colombo 10. Este era un excelente hogar de dos pisos, tenía instalaciones modernas y era muy apropiado para reuniones de congregación.

Tres misioneros habían llegado a Ceilán el 20 de septiembre de 1951... Harold Gluyas, John Wesley-Smith y Fred Carroll. En octubre de 1952, llegaron Ralph y Betty Johnson, graduados de la clase dieciocho de Galaad. Aquel diciembre, sus compañeros de clase Charles y Marion Boshnyak se les unieron.

Ahora, habiendo hermanas misioneras para avivar el hogar y ayudar a sus hermanas ceilanesas en el campo, había buenas perspectivas. También, el hogar misional presentó mejor condición. Hubo una gran mejoría en las comidas y en la apariencia general del hogar.

DANDO EXPANSIÓN AL TESTIMONIO DEL REINO

A principios de 1953 se hicieron planes para visitar a algunos de los hermanos y a personas interesadas en el mensaje en varias partes de la isla. Puesto que algunos misioneros tenían ahora motocicletas, uno puede visualizar la serie de estas motocicletas viajando por las aldeas y hermosas selvas. La primera parada fue Anuradhapura, una antigua capital a 190 kilómetros de Colombo. Aquí algunos visitaron a la señora Lucas, una señora que se había interesado en la verdad, y a los vecinos de ésta. Otros hicieron arreglos para pronunciar un discurso público aquella noche. Se celebró en la pradera cerca del mercado. Un voluntario del auditorio tradujo el discurso al cingalés, para que todos entendieran.

La siguiente parada fue Trincomalee. En aquella zona disfrutaron de agradable asociación con la familia Tucker. Puesto que éstos vivían en China Bay, a casi diez kilómetros al sur de Trincomalee, esto significó un corto viaje por tren cada día. Mientras los hermanos viajaban colocaron muchos folletos en cingalés y tamil en manos de los pasajeros. Todos disfrutaron de las reuniones, y entonces llegó el tiempo para el viaje de regreso.

Kandy, una ciudad en los cerros, fue visitada por los misioneros cuando regresaban. Rápidamente se hicieron arreglos para pronunciar un discurso público en la sala del Hotel Queen’s. Unos veinte residentes de Kandy estuvieron presentes.

SE ESTABLECE LA SUCURSAL CEILANESA

En noviembre de 1953 se dio un muy significativo paso adelante en la historia teocrática de Ceilán. Se estableció en Colombo una sucursal de la Sociedad Watch Tower, y el hermano Ralph Johnson fue nombrado superintendente de sucursal. Esto de seguro significaría una supervisión más estrecha de la obra de predicar el Reino en la isla.

Parecía muy manifiesto que la bendición de Jehová estaba sobre esta nueva sucursal. Cada mes hubo un nuevo máximo en el número de publicadores, de modo que el promedio para aquel año de servicio fue de 66, un aumento de 50 por ciento sobre el año anterior. Y, ¡qué felices estuvieron todos al ver la concurrencia de 122 personas para el Memorial!

A través de los años ha sido necesario mudar la sucursal y el hogar misional varias veces. Hoy la sucursal está bien situada en el 62 Layard’s Road, Colombo 5. Las conveniencias que allí hay incluyen un excelente Salón del Reino, y son mucho mayores y están mejor colocadas que cualesquier conveniencias anteriores.

El hermano Johnson no pudo continuar atendiendo los deberes de superintendente de sucursal debido a la enfermedad de su esposa. Por eso, Douglas King, quien había servido en la India con su esposa, vino y asumió estas responsabilidades en abril de 1954.

Para este tiempo había dos congregaciones, una en Colombo y la otra en Kandy. Ray Matthews fue nombrado para servir parte del tiempo en la obra de superintendente de circuito, y, con la mira de dar expansión a la obra, también viajó a Jaffna y otros lugares.

En mayo de 1954 terminaron los planes para la primera asamblea de circuito de Ceilán. Se celebró en la Central de Orientación para Muchachas de Colombo. Esta asamblea ciertamente fue edificante, y todos se regocijaron al ver un auditorio de 357 personas para el discurso público.

TIEMPO PARA EXPANSIÓN

La obra de hacer discípulos seguía adelante. Había más hermanos locales respondiendo al entrenamiento que recibían y pudieron atender más deberes de congregación. Esto significó que algunos de los misioneros pudieron ir a empezar la obra en nuevos territorios. Por lo tanto, en diciembre de 1954 John Wesley-Smith y su hermana Moira (graduada de la clase número once de Galaad), junto con los Boshnyaks, abrieron un nuevo hogar misional en Jaffna, al mismo norte de la isla.

Loo Joseph, a quien Ian Campbell había conocido en radio Ceilán, y su hijastro Euchie pronto empezaron a rendir servicio de precursores especiales. Con los otros hijos de Loo, más tarde fueron a trabajar en Galle, al sur de la isla. Esto significó que las buenas nuevas se predicarían hasta en estas extremidades de Ceilán.

En febrero de 1955, Ian Campbell y Henry Abraham partieron hacia Batticaloa. Muchas personas allí recordaban al Sr. Iyampillai, quien había hablado acerca del reino de Dios, según informes, hasta su muerte a los ochenta y tres años en 1951. Ahora con la venida de los dos precursores la obra en la provincia oriental verdaderamente empezó a adelantar.

PERTURBACIONES POR RAZONES LINGÜÍSTICAS

Esta tranquila “joya” del océano Índico manifestó una faceta como de fuego en mayo de 1956, cuando estallaron motines en Amparai. ¿Cuál era la cuestión? La lengua nacional. Había movimientos para hacer del cingalés la lengua nacional, y los tamiles demandaron vigorosamente condición de igualdad para su lenguaje.

Un individuo tamil, Thomas Meadows, que trabajaba en Amparai, había mostrado gran interés en la verdad. Junto con los hermanos Abraham y Campbell, Ray Matthews, el superintendente de circuito, había viajado los 68 kilómetros desde Batticaloa hasta aquel lugar para visitarlo. Mientras estaban teniendo una consideración bíblica, una chusma amotinada de cingaleses que gritaban vino atacando por la carretera, destruyendo los hogares tamiles y golpeando a cualquier tamil que encontraban. Con la ayuda de un vecino cingalés —y posiblemente protección angélica— los hermanos y la familia Meadows escaparon.

Después de eso, Thomas Meadows progresó tan rápidamente que dentro de dos meses empezó a participar en el servicio del campo. Después de retirarse de su empleo, se hizo precursor especial. De paso, un amigo hindú, que lo visitaba en la noche del motín, también aceptó la verdad, y simbolizó su dedicación a Jehová en diciembre de 1956. Él, también, con el tiempo llegó a ser precursor especial.

Hubo motines por razones lingüísticas de nuevo en mayo de 1958, y se cometieron muchas atrocidades. Pero entre los hermanos se mostró consideración amorosa a medida que ellos se transportaron de un lugar a otro en medio de una situación muy tensa para ver si todos estaban a salvo. Debido a que permanecieron neutrales y cooperaron con las autoridades, ninguno de nuestros hermanos resultó herido.—Juan 17:16.

OTRA VISITA QUE AYUDÓ

Entre los acontecimientos teocráticos gozosos en Ceilán estuvo la segunda visita del hermano Knorr, del 31 de diciembre de 1956 al 3 de enero de 1957. Se hicieron planes para tener una asamblea que coincidiera con su visita, y se anunció extensamente el discurso público “Paz del nuevo mundo en nuestro tiempo.” Por ejemplo, se levantaron cuatro grandes rótulos en tela en lugares estratégicos y una compañía de transportación exhibió cien cartelones de autobús gratuitamente. No hay que decir que todo el mundo se deleitó al ver un auditorio dignificado y respetuoso de 435 personas para la conferencia que se pronunció en el Ayuntamiento de Colombo.

UN VISTAZO AL SISTEMA DE CASTAS

En enero de 1958 Ian y Sheila Campbell, así como Henry Abraham, partieron para asistir a la clase número treinta y uno de la Escuela de Galaad. Regresaron aquel septiembre como los primeros graduados de Galaad de Ceilán. Los Campbells trabajaron desde el hogar misional de Colombo y el hermano Abraham desde el hogar en Jaffna, donde entonces servían el hermano Harold Gluyas y su esposa.

Acerca de Jaffna, la hermana Gluyas dice: “Aquí aprendimos por primera vez lo fuertemente arraigado que estaba el sistema de castas, aun entre los llamados cristianos. En cierta ocasión cuando celebramos una exhibición de una película [de la Sociedad Watch Tower] en el hogar de un individuo que mostraba interés y que era cristiano nominal, otra persona ‘cristiana’ dijo que no podría asistir, puesto que ofendería a sus parientes, pues ellos eran de una casta supuestamente superior.” A menudo cuando se conducían estudios bíblicos en hogares “cristianos” algunos vecinos venían, pero mantenían su imaginada condición inferior por medio de sentarse en el suelo mientras otros usaban sillas.

ASAMBLEA “VOLUNTAD DIVINA”

La Asamblea Internacional “Voluntad Divina” de los Testigos de Jehová, celebrada en la ciudad de Nueva York durante el verano de 1958, fue un gran acontecimiento cristiano. Pero los hermanos de Ceilán tuvieron su propia Asamblea “Voluntad Divina” en Colombo del 23 al 26 de octubre de 1958. Todos se emocionaron con el alimento espiritual y las nuevas publicaciones, especialmente el libro De paraíso perdido a paraíso recobrado. Con su expresión sencilla y muchas ilustraciones, esta publicación resultó ser un valioso instrumento para la obra de hacer discípulos.

En solo dos meses después de recibirse el embarque se habían colocado 1.044 ejemplares del libro Paraíso. Quizás por obtener tan excelente ayuda, la obra de estudios bíblicos aumentó en 38 por ciento durante el año.

Pudiera mencionarse que el hermano I. R. David empezó a participar en el servicio del campo en la Asamblea “Voluntad Divina” de 1958. Él se bautizó en una asamblea celebrada en Jaffna el 30 de abril de 1960, y pronto estuvo conduciendo quince estudios bíblicos de casa. Tenía uno con un señor Cassim, quien llegó a ser el primer musulmán que abrazó la adoración verdadera en Ceilán.

SURGEN PROBLEMAS INTERNOS

El pueblo de Jehová en Ceilán disfrutaba de prosperidad y unidad espiritual. Pero entonces se desarrolló alguna dificultad interna. Satanás halló la oportunidad de usar su viejo método de promover conducta inmoral. En 1961 fue necesario hacer algunos cambios para el adelantamiento de la obra. Por consiguiente, el hermano C. A. Tareha, un misionero, fue nombrado para atender la obra de circuito. En diciembre el hermano King y su esposa abrieron un nuevo hogar misional en Nuwara Eliya, bien arriba entre los terrenos de té, donde casi no se había predicado.

En enero de 1962 Ray Matthews asumió los deberes de superintendente de sucursal. Estos desenvolvimientos ayudaron a todos a darse cuenta de que los individuos no son indispensables. Más bien que esperar en criaturas humanas, los cristianos deben esperar y confiar en Jehová Dios.—Sal. 37:5; Pro. 28:25.

VISITA DEL HERMANO HENSCHEL

Muchos de los hermanos nuevos nunca habían conocido a un miembro del personal de la central de la Sociedad Watch Tower en Brooklyn, Nueva York. Por eso, todos se alegraron mucho de oír que Milton G. Henschel visitaría a Ceilán del 9 al 14 de febrero de 1962. (Fue en 1973, unos once años más tarde, que él visitó por segunda vez.) La Asamblea de Distrito “Adoradores Unidos” se fijó para del 8 al 11 de febrero, de modo que coincidiera con su visita.

El consejo amoroso del hermano Henschel ciertamente fue apreciado. Y lo mismo su sugerencia de trocar literatura por lo que la gente tenga, si no tienen dinero. Después de eso, era interesante ver a los publicadores regresando del servicio del campo con arroz, cocos, huevos, jabón, ropa y cosas semejantes. Era más probable que la gente asignara valor a las publicaciones después de haber dado algo en cambio por ellas.

CONSTRUCCIÓN DE UN SALÓN DEL REINO

En los primeros años de la década de los sesenta los hermanos de la congregación de Moratuwa estuvieron ocupados con la construcción del primer Salón del Reino que poseyeron los testigos de Jehová en Ceilán. El hermano B. L. Wooding, el superintendente presidente en aquel tiempo, recibió una herencia y pudiera haberse esperado que usara el dinero para ir a su país de Nueva Zelanda de visita. En vez de eso, lo usó para realizar su sueño de que hubiera un Salón del Reino para la congregación de Moratuwa. Otros ayudaron por medio de aunar sus recursos y vender posesiones.

El 4 de mayo de 1963 más de 200 personas estuvieron presentes para la dedicación de este Salón del Reino. Situado en la carretera Galle en Ratmalana, ha llegado a ser un punto tan bien conocido que las tarjetas postales llegan al lugar cuando sencillamente se les pone la dirección: “Salón del Reino, monte Lavinia.”

ASAMBLEA “BUENAS NUEVAS ETERNAS”

Para los que vivían en Ceilán, Nueva Delhi era el centro más cercano en la ruta que se había planeado para la Asamblea “Buenas Nuevas Eternas” de 1963, una asamblea que se celebraría alrededor del mundo. Desde Ceilán, 109 personas pudieron hacer el viaje, 32 de las cuales eran precursores.

Un problema principal hubiera sido el cambiar de trenes después de cruzar por transbordador de Ceilán a la India. “Los pasajeros de tercera clase nunca consiguen entrar en el tren al cual tienen que cambiar; siempre tienen que esperar aquí y viajar el día siguiente,” dijo el administrador principal de aduanas. Pero los hermanos pidieron la cooperación de individuos responsables, y entonces oraron a Jehová. ¿Qué sucedió? Pues, los funcionarios de la aduana atendieron a su grupo por separado, y casi antes que se dieran cuenta de ello estaban en el tren extremadamente lleno de gente. ¡Habían logrado lo que buscaban!

Todos se beneficiaron en gran manera del programa de asamblea. ¡Y qué excelente fue asociarse con compañeros de creencia de muchos países! Varios de los que fueron a la asamblea se bautizaron en Nueva Delhi, y el total de bautismos para Ceilán en aquel año llegó al número sin precedente de 43.

ADELANTOS EN HACER DISCÍPULOS

El hermano C. A. Tareha fue llamado a la sucursal en noviembre de 1963 para que se familiarizara con la rutina, puesto que Ray Matthews, el superintendente de sucursal, se estaba preparando para asistir a la clase número treinta y nueve de la Escuela de Galaad. Melroy Campbell y el hermano A. Gnanasunderam, que acababan de regresar de Galaad, empezaron a trabajar desde el hogar misional de Jaffna para aquel tiempo.

Después del regreso del hermano Matthews de Galaad en febrero de 1965, se dio más énfasis al uso de los lenguajes vernáculos en las actividades cristianas. De otro modo, no se podría alcanzar con el mensaje a la generación joven, educada o en cingalés o en tamil. Se estimuló a dar más uso a estos idiomas en todas las reuniones de la congregación, para equipar mejor a los proclamadores del Reino en Ceilán para la tarea de hacer discípulos. Por supuesto, ya había publicaciones cristianas disponibles en los lenguajes vernáculos. Por ejemplo, La Atalaya se publicó por primera vez en tamil en agosto de 1956, y su primer número en cingalés se produjo en marzo de 1958.

Casi todas las partes del programa de la asamblea de distrito en diciembre de 1967 fueron traducidas a cingalés y tamil, y las presentaciones fueron de alta calidad. La organización de asamblea se ha hecho muy eficaz a través de los años también, y todos los departamentos funcionan bien. De paso, a los ceilaneses les gusta tener su taza de té en la tarde, y por eso hay que dar algún tiempo para té en cada asamblea. Grandes cantidades de bizcochos y emparedados se consumen con el té.

Una publicación en particular ha resultado en dar adelanto señalado a la obra de hacer discípulos. Es el libro La verdad que lleva a vida eterna. Para diciembre de 1968, cuando llegó un envío pequeño, tres capítulos ya habían salido en La Atalaya en tamil. Aquel mismo mes hubo un máximo sin precedente de 445 estudios bíblicos de casa. Con el libro La verdad se instituyó el arreglo de un estudio de la Biblia por seis meses, como se hizo en otros lugares. Pronto los informes indicaron que los nuevos estaban respondiendo rápidamente a este arreglo de estudio.

ASAMBLEAS “PAZ EN LA TIERRA”

En 1969, los misioneros y un grupito de otros publicadores viajaron al extranjero a asistir a las Asambleas Internacionales “Paz en la Tierra.” Dos misioneros habían muerto (B. L. Wooding y Frank Stebbing), pero, después de la asamblea de Londres, Arthur y Gwynneth Morris, graduados de la clase número cuarenta y siete, llegaron a Colombo.

La mayoría de los delegados de Ceilán a las asambleas que se celebraron en diferentes países habían regresado para diciembre, cuando se celebró la Asamblea “Paz en la Tierra” local. Diez nuevos discípulos se bautizaron en aquella reunión. Algunos de ellos habían abrazado el verdadero cristianismo debido al curso de estudio de la Biblia con el libro La verdad por seis meses.

AUMENTO EN MEDIO DE DIFICULTADES

En abril de 1970 hubo un nuevo máximo de 292 publicadores. Pero cada publicador todavía tenía, como promedio, unas 42.774 personas de las 12.490.000 que hay en la isla, a las cuales llegar con el testimonio. A medida que continuaron predicando a la gente, surgieron dificultades.

La amenaza de que hubiera una revolución armada en abril de 1971, con actividad terrorista por todo el país, resultó en que se impusiera un toque de queda. El 9 de abril, cuando los hermanos estaban por conmemorar la muerte de Jesucristo, súbitamente se impuso un toque de queda de veinticuatro horas completas. Esto hizo imposible celebrar reuniones. Sin embargo, algunos grupos de familia efectuaron fielmente la celebración en el hogar. En armonía con lo que las Escrituras estipulan, se hicieron arreglos para que todas las congregaciones del pueblo de Dios observaran el Memorial treinta días después aquel año. (Compare con Números 9:9-13.) Algunos lo hicieron en grupos pequeños, puesto que el toque de queda todavía estaba en vigor desde las nueve de la noche, por lo cual era difícil viajar. Pero hasta con esos problemas la concurrencia total llegó a 615.

FRUTOS DE LA PERSEVERANCIA

A pesar de los problemas a que han tenido que enfrentarse a través de los años, los publicadores se han esforzado por perseverar en la declaración de las buenas nuevas. Esta firmeza ha dado fruto. Es verdad que casi todos los que responden a la verdad bíblica son cristianos nominales. Sin embargo, muchos que no profesan el cristianismo leen la literatura de la Sociedad, y unos cuantos antiguos budistas e hindúes, por ejemplo, han llegado a ser testigos de Jehová.

El cambio desde la adoración falsa a la adoración verdadera puede resultar en una gran transformación. Por ejemplo: Por varios años un médico nativo hindú asistía a las reuniones de Jaffna. El hermano Nadarajah, quien había dejado el hinduismo él mismo, pacientemente condujo estudios bíblicos con este hombre. Cuando el médico vino por primera vez al Salón del Reino, vestía con desaliño. Llevaba ceniza hindú “sagrada” untada en la frente, tenía una amapola roja sobre una oreja y se había arrancado gran parte de su pelo y su barba debido a un voto que había hecho. Pero cada semana estaba allí, sentado enhiesto en el frente, con un hijo a cada lado de él. Gradualmente, se pudo ver el poder de la verdad. Su ropa se hizo más limpia, la ceniza desapareció, junto con la flor, y él se dejó crecer normalmente el pelo, mientras que se rasuró completamente la barba. En su hogar, el altar de la familia fue derribado y se tomaron otros pasos para que este hombre pudiera dedicar su vida a Jehová. Aunque él no sabía inglés, la gran sonrisa del Reino que dio a sus compañeros de creencia después de su bautismo mostraba que realmente sabía que se le aceptaba como el hermano Gopalan. Progresó rápidamente, y entró en el servicio de precursor especial en noviembre de 1967. Su esposa y todos sus hijos también llegaron a ser proclamadores del Reino.

EL AUMENTO PRODUCE DELEITE

Aquí, como en otros lugares, el alza en los precios y los bajos ingresos hacen difícil obtener las cosas necesarias de la vida. Además, el alza en el costo de la transportación por autobuses y trenes causa dificultades a algunos en su obra de predicar y en el viaje a las reuniones y asambleas. No hay duda de que estos individuos aprecian el hecho de que con frecuencia se hace un esfuerzo por celebrar asambleas de circuito en lugares que permitan que el número más pequeño de publicadores tenga que viajar.

Aunque hay varios problemas, Jehová continúa promoviendo el crecimiento, y con esto los hermanos ciertamente se regocijan. Durante el pasado año de servicio alcanzaron un máximo de 529 proclamadores del Reino, y la concurrencia al Memorial para 1975 fue de 1.377. Durante la Asamblea de Distrito “Soberanía Divina” en el mes de agosto se deleitaron con el total de 912 personas presentes y todavía se esperaba celebrar otra asamblea. Ahora, mirando al porvenir, confían en que las catorce congregaciones existentes en la isla prosperaran mientras Dios sigue haciendo crecer las cosas.—1 Cor. 3:5-9.

También les trae deleite el hecho de que haya más personas participando en la obra de precursor. Es probable que algunos todavía lleguen a ser precursores especiales, y puedan ir a nuevas zonas y ayudar a establecer congregaciones. Esto parece esencial, puesto que hay más de diez millones de habitantes de Sri Lanka que todavía no han oído las buenas nuevas.

Durante el primer siglo, los seguidores de Jesús ‘segaron’ por medio de recoger como discípulos de él a los judíos que respondían. De manera similar, por años los de Sri Lanka han estado ‘recogiendo fruto para vida eterna.’ Pero hay más que hacer y ellos gozosamente siguen adelante con la obra que Dios les ha dado, confiando en que continuarán disfrutando de la bendición divina. Parece que aquí los campos todavía “están blancos para la siega,” y hay emocionantes expectativas en la predicación del Reino y la obra de hacer discípulos.—Juan 4:34-38.

[Ilustración de la página 252]

Alegres precursores de Sri Lanka al fin de 1958

[Ilustración de la página 255]

Sucursal y hora misional en Colombo desde 1967