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Costa de Marfil

Costa de Marfil

Costa de Marfil

Originalmente la Costa de Marfil era uno de los países de una federación de ocho territorios de África occidental. Desde 1895 hasta 1958 Francia administró estos territorios. La federación se llamaba África Occidental Francesa.

Fue hacia fines del siglo quince que la Costa de Marfil recibió su nombre debido al comercio en marfil de colmillos de elefante. Ahora, debido a la mucha caza, el elefante por lo general se encuentra solamente en las zonas boscosas del sudoeste. Ya no se encuentran especímenes con colmillos de 100 kilogramos. Los colmillos de elefantes que se hallan hoy quizás pesen, a lo más, de 18 a 23 kilogramos.

La Costa de Marfil se convirtió en colonia francesa en la última década del siglo diecinueve. Después, en 1960, se hizo país independiente. Félix Houphouët-Boigny, quien estuvo a la cabeza del movimiento independentista de los territorios franceses del occidente africano, fue electo presidente en 1960. Ha sido reelecto cada cinco años desde entonces, y por eso todavía encabeza el gobierno.

El país está en el promontorio saliente de África occidental, y tiene al oeste a Liberia y Guinea, y al este a Ghana. Al norte están los países de Alto Volta y Malí, que no tienen acceso al mar. La Costa de Marfil tiene unos 322.000 kilómetros cuadrados de área; es 15 veces mayor que El Salvador en área. Tiene más o menos el tamaño del estado norteamericano de Nuevo México.

Costa de Marfil se ajusta bien a la noción que la mayoría de la gente tiene acerca de una región tropical. El clima del litoral o costa es cálido y húmedo. Bosques de lujuriante vegetación, que componen casi la mitad del área total del país, se extienden hacia el norte, y gradualmente ceden a la sabana o llanura breñosa central, y finalmente a la árida sabana de matorral. Los efectos de las sequías recientes se han extendido hasta cierto grado desde el desierto de Sáhara, pero han tenido poco efecto en los bosques tropicales de más al sur.

Unas 7.500.000 personas viven en la Costa de Marfil y aproximadamente la mitad de éstas tienen menos de 20 años de edad. Más de un millón de ellas viven en la hermosa capital, Abidján, que en 1945 era un pueblo relativamente pequeño de unas 20.000 personas. A medida que uno sube al país desde esta capital costera, puede ver a la gente trabajando en las grandes plantaciones de plátano, café, cacao y piña. Al adelantar hacia las ciudades de Gagnoa y Daloa, en el oeste, se puede ver a la gente en los campos de arroz, o arriba en los campos de explotación forestal derribando enormes árboles de caoba.

La población de la Costa de Marfil se compone de muchos diferentes grupos tribuales; más de 60 de ellos habitaban el país para fines del siglo pasado. La mezcla entre los grupos era rara, pues cada grupo se mantenía separado de los demás y vivía de lo que sembraba y cosechaba. Las tribus ashanti del este vienen de Ghana; los bete vienen de los bosques occidentales que penetran en Liberia; la gente alta del desierto viene de Malí y Alto Volta, y los dan vienen de las montañas de Guinea. Por el litoral, cerca de las lagunas bordeadas de arena y palmas de coco, viven los ebriés, cuya principal actividad económica es la pesca en las lagunas.

Aunque el idioma oficial es el francés, en el país hay una abundancia de idiomas y dialectos. La gente habla unos 70 idiomas indígenas de cinco principales grupos lingüísticos. Poco o ningún esfuerzo se ha hecho por dar forma escrita a estos idiomas. El lenguaje comercial de gran prominencia es el diula, hablado por los comerciantes musulmanes, pero usado por muchas otras personas con fines comerciales. Así, muchas personas de la Costa de Marfil hablan tres idiomas: su propio dialecto nativo, francés y diula.

LA RELIGIÓN DE LA GENTE

Cuando la Costa de Marfil llegó a ser colonia francesa a fines del siglo diecinueve, los misioneros católicos se establecieron aquí. Desde su base costanera fueron esparciendo gradualmente sus enseñanzas, en estrecha relación con la potencia colonizadora. Muchos grupos, especialmente de la zona costanera, aceptaron el catolicismo, pero también continuaron adhiriéndose a su religión tribual basada en el animismo. Animismo se refiere a creer que los objetos inanimados, tales como ríos, lagos y lagunas, tienen alma o están habitados por espíritus que merecen reverencia.

En la región septentrional o norteña, la religión musulmana adquirió influencia con la entrada de tribus sudanesas que ya se habían hecho musulmanas. Sin embargo, el esparcimiento de la religión musulmana se encaró a gran resistencia, y solo en raras ocasiones aceptaron los animistas esta nueva religión de “sumisión.” Hasta cuando sí la aceptaron, también se adhirieron a sus creencias animistas.

En tiempos relativamente recientes algunas sectas protestantes también han logrado adelanto. Desde 1913 hasta 1936 una nueva religión conocida como “harrismo” se esparció rápidamente por la Costa de Marfil. Lleva el nombre de su fundador, William Wade Harris, un predicador liberiano. Sus enseñanzas se basaban en las Escrituras Hebreas, con un fuerte sabor local que combinaba cantos, danzas y ritos paganos con algunas ideas bíblicas.

Otras sectas y grupos del protestantismo surgieron a medida que se otorgó mayor libertad religiosa mientras el país procuraba su independencia. Fue dentro de este ambiente religioso, en el cual un 60 por ciento de la población era animista, 25 por ciento musulmana y 15 por ciento supuestamente cristiana, que la luz del verdadero cristianismo empezó a brillar en la Costa de Marfil poco más de 30 años atrás.

PRIMER REGISTRO DE SERVICIO EN EL CAMPO

Cuando William C. Walden y George L. Covert se graduaron de la Escuela de Galaad en febrero de 1948, fueron asignados a la Costa de Marfil. Debido a dificultades en cuanto a obtener visados, la Sociedad finalmente los envió a la Costa de Oro (ahora Ghana) para que trataran de obtener entrada en la Costa de Marfil desde allí.

En marzo de 1949 Alfred G. Baker, entonces superintendente de sucursal en la Costa de Oro, y William Walden fueron a Abidján. Allí se pusieron en comunicación con el gobernador francés, y solicitaron visados. El gobernador aparentemente quedó impresionado por la documentación que se le presentó, pero no respondió inmediatamente. Durante los cuatro días de su estadía en Abidján los hermanos efectuaron el primer servicio del campo del cual hay registro en la Costa de Marfil.

El tiempo pasó lentamente —un año entero— y sin embargo, a pesar de repetida correspondencia acerca del asunto, no se otorgó permiso para la entrada de misioneros. Finalmente, la sucursal de la Costa de Oro envió a Alfred Elias Shooter a la Costa de Marfil como precursor regular. Alfred había sido precursor en Accra, la capital de la Costa de Oro.

COMIENZA LA PREDICACIÓN REGULAR

El primer informe del servicio del campo del hermano Shooter se recibió en Accra desde Abidján en junio de 1950. Él había pasado 100 horas predicando las buenas nuevas, hecho 20 revisitas y comenzado dos estudios bíblicos en hogares de la gente. El mes siguiente él reactivó a un publicador inactivo que se había mudado a Abidján desde Accra. Para agosto, Alfred estaba conduciendo 12 estudios bíblicos.

El hermano Shooter obtuvo empleo de jornada parcial para poder pagar el alquiler de una pequeña habitación cerca de la laguna de Treichville, una sección de Abidján. En diciembre de 1950 asistió a una asamblea nacional en la Costa de Oro, donde el hermano Baker pudo considerar con él la obra que se efectuaba en la Costa de Marfil. La esposa de Alfred comenzó a servir con él como precursora regular en Abidján en febrero de 1951. Entre los dos, pudieron prestar mucha ayuda a la gente de la Costa de Marfil en cuanto a aprender verdades bíblicas. Diecisiete personas asistieron al Memorial o Conmemoración de la muerte de Cristo en Abidján en marzo de 1951, y 25 concurrieron a un discurso público especial. Se comenzó un grupo de estudio del libro, con una concurrencia regular de 12 personas.

ENTRAN GRADUADOS DE GALAAD

En julio de 1951 Gabriel y Florence Paterson, graduados de la clase 16 de Galaad, obtuvieron entrada en la Costa de Marfil, y se alojaron con los Shooters. Gabriel, nativo de la Costa de Oro, había estudiado años antes con Alfred Shooter, y le había ayudado a adquirir conocimiento de la verdad. El que se encontraran juntos en una asignación extranjera fue una reunión de gran regocijo.

Estas dos parejas no tuvieron una vida muy cómoda. Gabriel describe su alojamiento:

“Cuando llegamos a Abidján, Alfred había usado cartón grueso para hacer una extensión de la única habitación que él y su esposa ocupaban. Le puso como techo papel cubierto de brea y así preparó un dormitorio para Florence y para mí. Bajo este abrigo con techo de papel preparábamos nuestras comidas y comíamos juntos. Cuando llovía nos despertábamos, puesto que el agua penetraba. Nos acurrucábamos en una esquina, esforzándonos por no causar disturbio a nuestros anfitriones.”

EL PRIMER DISCÍPULO

Aquellas condiciones difíciles no desanimaron a los precursores. Pronto su actividad llevó verdadero fruto. Robert Markin, un hombre de la Costa de Oro, vio un ejemplar de “Sea Dios Veraz” en la oficina de un amigo. Preguntó si podía tomar prestado el libro. Para no perder el libro, su amigo le dijo dónde vivían los Patersons y Shooters.

Robert inmediatamente fue a la casita al lado de la laguna. Obtuvo el libro, y el hermano Paterson fue con él a su hogar, donde estudiaron por dos horas. La mañana siguiente Gabriel invitó a Robert a acompañarlo en el servicio del campo para que viera cómo se efectuaba la testificación. Así, el primer residente de la Costa de Marfil se encaminó a ser testigo de Jehová. Robert Markin fue bautizado, junto con otras dos personas, en la laguna de Gbobo, en Abidján, en abril de 1952.

Pronto se estuvieron celebrando reuniones en el hogar de Robert. Al principio las reuniones se conducían por lo general en inglés, con interpretaciones al francés, los idiomas eve y twi, de Ghana, o uno de los idiomas locales, dependiendo de quiénes estuvieran presentes. Al principio los únicos miembros de este grupo en desarrollo eran extranjeros, personas de la Costa de Oro, la parte de Togo bajo tutela francesa y Dahomey. No fue sino hasta 1954 cuando personas locales de la Costa de Marfil se bautizaron.

ACCIÓN JURÍDICA CONTRA LOS HERMANOS

En el verano de 1952, después que cinco personas se habían unido a los precursores en la obra de predicar, alguien dio un informe a la policía acerca de los hermanos. El hermano Paterson fue arrestado y su casa fue sometida a registro. Debe mencionarse que ninguna de la literatura de la Sociedad había recibido aprobación gubernamental. El superintendente de la policía europea dijo que lamentaba tener que tomar acción, pero puesto que sus hombres habían hallado más de 100 ejemplares de literatura prohibida se veía obligado a informar el asunto a las autoridades. Sin embargo, se llevó algunos libros para leerlos él mismo, y llegó a ser buen amigo del hermano Paterson.

Se pidió que los hermanos comparecieran ante el tribunal en el pueblo cercano de Grand-Bassam, donde estaba entonces el Tribunal Supremo. Se les acusó de poseer literatura prohibida y no tener un “Pase de Extranjero.”

Alfred Baker, siervo de sucursal de la Costa de Oro, viajó a la Costa de Marfil y consiguió el servicio de un abogado para los hermanos. El abogado presentó el caso muy convincentemente, pero el Tribunal sostuvo la decisión gubernamental: “No debe haber predicación ni literatura de los testigos de Jehová en la Costa de Marfil.” Los hermanos Paterson y Shooter fueron declarados culpables y recibieron sentencias suspendidas de prisión de uno a seis meses. Además, se les impuso una multa de 5.000 francos.

Pocos meses después los hermanos se hallaban efectuando su servicio en Grand-Bassam. ¡Allí, en el mercado, hallaron en venta las publicaciones de la Sociedad que habían sido confiscadas! Aparentemente el gobierno había estado tan poco interesado en el asunto que había vendido la literatura confiscada a un vendedor comercial. ¡Prontamente los hermanos compraron muchos de sus propios libros! Esto ciertamente fue una bendición en vista de lo dificultoso que era conseguir la entrada de literatura en el país.

FUNCIONARIOS GUBERNAMENTALES AYUDAN

Al mismo tiempo, las autoridades de la policía y la inmigración trataron de deportar a los precursores sobre la base de que éstos no tenían visados. Este hostigamiento continuó a través de 1952 y hasta 1953. En el proceso de tratar de conseguir visados permanentes, los hermanos visitaron muchas oficinas gubernamentales. Hablaron con algunos miembros influyentes del gobierno, entre ellos Félix Houphouët-Boigny y Ouezzin Coulibaly.

El Sr. Houphouët-Boigny, quien más tarde llegó a ser presidente de la Costa de Marfil, era entonces presidente de la República Democrática Africana, presidente del parlamento territorial de la Costa de Marfil, así como miembro del parlamento ante el Gobierno en Palais Bourbon, París, Francia. El hermano Paterson explicó sus problemas a este funcionario prominente, quien escuchó con comprensión. El Sr. Houphouët-Boigny entonces prometió que se encargaría de que los hermanos permanecieran en el país. “La verdad,” declaró, “no tiene estorbos. Es como un río poderoso; si uno trata de represarlo, fluye por encima de la represa.” Los refirió a su diputado, Ouezzin Coulibaly, quien más tarde llegó a ser muy amigable con el hermano Paterson.

Era necesario que el Pase de Extranjero fuera emitido en Dakar, Senegal, la sede del gobierno para el África Occidental Francesa. El Sr. Coulibaly intercedió y el hermano Paterson pudo obtener uno fácilmente. El mismo funcionario también hizo arreglos para extender el visado del hermano Paterson; habló a favor de él al director de la Seguridad Nacional. Este funcionario explicó que un sacerdote católico y un ministro metodista lo habían visitado para decirle que lo que los testigos de Jehová estaban predicando no era bueno para la gente de la Costa de Marfil. Pero, ¿qué opinaba el Sr. Coulibaly? Él dijo: “Yo represento a la gente de este país. Nosotros somos la gente, y a nosotros nos gustan los testigos de Jehová y por eso queremos que se queden aquí en este país.”

COLOCANDO UN FUNDAMENTO EXCELENTE

Después de la intercesión del Sr. Coulibaly los hermanos pudieron continuar con alguna tranquilidad su asignación divina. En 1953 se alcanzó un máximo de 17 publicadores del Reino. En marzo, 85 personas asistieron al Memorial.

El hermano Paterson hizo la siguiente recomendación a la Sociedad: “Es posible establecer una congregación aquí porque algunos de los publicadores ahora pueden servir de siervos.” Así, el 1 de abril de 1954 se formó en Treichville, Abidján, la primera congregación.

Los hermanos alquilaban un camión pequeño para viajar a las zonas de las afueras, y cantaban cánticos del Reino mientras viajaban. Después de predicar por la mañana, tenían una merienda ligera al aire libre y entonces celebraban una conferencia pública en algún auditorio escolar o en el patio de la casa de alguna persona que estuviera interesada en la verdad. ¡Después, se amontonaban en el camión, cansados, pero felices, para regresar a sus hogares, todavía cantando! En 1954 hubo un promedio de 19 publicadores cada mes en el servicio del campo.

COLUMNAS DE UNA IGLESIA SE HACEN TESTIGOS

Entre los acontecimientos notables de 1955 estuvo el hecho de que dos columnas de la iglesia local se declararon de parte de la verdad. Es interesante el hecho de que uno de ellos, Samuel Denoo, era el amigo en cuya oficina Robert Markin había visto un ejemplar de “Sea Dios Veraz.” Era Samuel quien había enviado a Robert a ver al hermano Paterson, lo que resultó en que Robert llegara a ser el primer discípulo que hubo en la Costa de Marfil.

Pues bien, Samuel Denoo era uno de los miembros ejecutivos de la Iglesia Metodista de la localidad. Él y el presidente del grupo de la clase bíblica, Emmanuel Kwaku Glago, invitaron al hermano Paterson a hablar a aquel grupo eclesiástico. El discurso de él fue bien recibido y se comenzaron estudios bíblicos con muchos miembros del grupo, entre ellos el Sr. Denoo y el Sr. Glago.

Estas dos columnas locales de la iglesia pronto adelantaron en la verdad, pero no sin oposición. Los pastores de la Iglesia Metodista los emplazaron para que explicaran por qué habían abandonado su iglesia anterior y se habían unido a los testigos de Jehová. Samuel Denoo explicó:

“Ustedes bien saben que yo tenía más de una sola esposa. Sin embargo, me nombraron para estar entre los consejeros de la iglesia y me hicieron miembro del comité ejecutivo. Los testigos de Jehová no quisieron bautizarme hasta que hubiera puesto mi vida en armonía con las Escrituras. Con la ayuda de los testigos de Jehová he llegado a saber quién es Jehová y cómo rendirle adoración.”

Emmanuel Glago dio énfasis a las diferencias fundamentales que notaba entre la Iglesia Metodista y los testigos de Jehová. “En la iglesia de ustedes el lego adora y obedece al clero más bien que a Dios,” dijo. “Los testigos de Jehová, que no tienen distinción entre clero y lego, adoran y obedecen a Jehová Dios por medio de predicar y enseñar las buenas nuevas del Reino como siervos de Él.”

Un clérigo respondió que ellos dos podían regresar, y que se les permitiría predicar en la iglesia. Pero Emmanuel respondió: “¿Qué voy a predicar? ¿No serán las mismas cosas viejas... la inmortalidad del alma humana, un infierno ardiente después de la muerte, la ‘misteriosa’ trinidad, y así por el estilo? No, no quiero eso. He llegado a la conclusión, por las enseñanzas de los testigos de Jehová, de que estas doctrinas de la Iglesia son falsas y tomadas del paganismo.”

La discusión continuó por más de dos horas, pero los pastores partieron sin haber reconquistado a sus miembros. Poco después Samuel Denoo ofreció su casa como Salón del Reino. Con el tiempo, ésta llegó a ser la casa de la mayoría de los misioneros que fueron asignados a la Costa de Marfil.

LA ASAMBLEA DE 1955 EN COSTA DE ORO

No hay duda de que el acontecimiento principal de 1955 fue la asamblea que se celebró en Accra, Costa de Oro, del 17 al 20 de noviembre. Desde la Costa de Marfil hubo veinticinco concurrentes que viajaron alternativamente en camionetas y embarcaciones. En la frontera, el hermano Paterson salió del barco y dijo a los funcionarios de la frontera que éstos eran ciudadanos del “Nuevo Mundo” en camino a una asamblea de “conciudadanos” en Accra. Se permitió que la embarcación pasara sin perturbaciones para los hermanos.

Con el tiempo el grupo llegó a Accra. En los terrenos de la asamblea, ¡qué maravilla vieron! Jamás habían visto a más de 100 personas juntas para una reunión cristiana. ¡Pero aquí hubo 7.000 presentes en la primera sesión, y 14.331 personas presentes para la reunión pública! Los Shooters, quienes habían dado inicio a la obra en la Costa de Marfil, ahora permanecieron en la Costa de Oro. Sin embargo, los demás hermanos de la Costa de Marfil regresaron con nuevo vigor para efectuar la obra de predicar.

COMIENZO DE LA OBRA EN BOUAKÉ

Hasta 1955 la testificación se había limitado a Abidján y sus zonas circundantes. Aunque algunas personas habían predicado a sus parientes de otros lugares, nadie estaba comunicándose con estas personas con regularidad. Sin embargo, después de la asamblea de Accra, Robert Markin fue asignado por sus patronos a Bouaké, la segunda entre las ciudades grandes de la Costa de Marfil.

Al principio Robert se preocupaba en cuanto a cómo le iría, puesto que estaría aislado de sus hermanos. Pero el hermano Paterson le dijo: “Cuando llegue, no consiga una casa pequeña; consígala grande. Entonces podrá celebrar reuniones en ella para todas las personas que vendrán por su interés en la verdad.”

Al llegar a Bouaké, Robert halló que su sobrino ya le había hallado una casa, pequeña. Por eso, siguiendo las instrucciones del hermano Paterson, Robert la rechazó y buscó otra que fuera lo suficientemente grande como para que en ella pudiera reunirse la futura congregación. Poco tiempo después, mientras predicaba, conoció a una familia de musulmanes. Veinte de ellos empezaron a presentarse para considerar asuntos bíblicos. En poco tiempo una buena cantidad de gente del pueblo empezó a mostrar interés. Para todo el país, hubo un promedio de 53 personas participando en la predicación del Reino en 1956.

VISITA DE LOS SUPERINTENDENTES VIAJANTES

En octubre de 1957 se iniciaron las visitas de un superintendente de circuito. William T. Darko, de la Costa de Oro (ese año el nombre del país fue cambiado a Ghana) rindió servicio a la congregación de Abidján y al grupito de publicadores aislados de Bouaké. Para aquel tiempo también había publicadores aislados en Daloa, Dimbokro, Grand-Bassam y Kumasi, suburbios en las afueras de Abidján. En diciembre de 1957 el hermano Paterson fue nombrado el superintendente de circuito. El año siguiente el grupo de Bouaké estuvo informando 16 publicadores.

PRECURSOR ESPECIAL VA A BOUAKÉ

Daniel Keboh, un precursor especial nigeriano que vivía en Ghana, vino a servir en Bouaké en septiembre de 1958. Llegó después de haber viajado dos días en camiones de un pueblo a otro, cubierto de polvo rojo, cansado, pero contento por haber hallado a sus hermanos. El día siguiente, acompañado por uno de los hermanos locales, fue al cuartel de la policía para registrar su presencia en el pueblo.

La policía prontamente confiscó la literatura de Daniel y detuvo a los dos hermanos por varias horas. Los hermanos se vieron sometidos a un interrogatorio en cuanto a sus actividades y, tres meses después, se les citó a corte. El juez impuso una multa de 2.500 francos a cada uno.

Sin embargo, los funcionarios subordinarios africanos simpatizaron con los hermanos y les dijeron que no pagaran la multa. Estos hombres dijeron que si a ellos se les enviaba a cobrar la multa dirían que no habían podido comunicarse con los hermanos. Esta experiencia ilustra bastante bien la actitud oficial para con los testigos de Jehová en aquel tiempo. A pesar de lo que había ocurrido, Daniel no se desanimó, y comenzó a testificar en Bouaké.

LOS EXTRANJEROS OBLIGADOS A IRSE

En 1958 todavía eran muy pocas las personas de la localidad que habían aceptado la verdad en la Costa de Marfil. La mayoría de los hermanos procedían de Togo y Dahomey (ahora llamada Benín), y por eso se decía que nuestra religión era dahomeyana. Un hermano dijo que la gente solía pensar que él era dahomeyano sencillamente porque era Testigo.

Entonces, en 1958, estallaron dificultades con relación a los extranjeros que vivían en la Costa de Marfil. Hubo alborotos y mucho sufrimiento. La situación empeoró hasta tal punto que el gobierno ya no pudo garantizar la seguridad de los ciudadanos de Togo y Dahomey que vivieran en la Costa de Marfil. Por eso, se exigió que éstos volvieran a su país de origen.

Ninguno de los hermanos murió en los alborotos, pero vieron su vida en peligro, así como los demás extranjeros. Por eso, en obediencia al decreto gubernamental, muchos hermanos también salieron del país. Como resultado de esto, la Costa de Marfil perdió unos 25 publicadores del Reino, el fruto de dos años de labor. Puesto que muchos de éstos eran hermanos que llevaban la delantera en la congregación, la pérdida fue de importancia.

La cuestión ahora era: ¿podrían los hermanos locales seguir adelante sin ayuda? La respuesta fue, por supuesto: ¡Sí! El hermano Paterson empezó inmediatamente a entrenarlos para que llevaran las responsabilidades en la congregación de Abidján, de modo que pudieran atender los asuntos cuando él estuviera ausente visitando a los publicadores aislados. La actividad de predicar continuó y, con el tiempo, nuevos discípulos empezaron a reemplazar a los que habían partido como resultado de los alborotos. Sin embargo, la cantidad promedio de publicadores bajó de 60 en 1958 a 46 en 1959 debido a los que habían tenido que salir.

UNO QUE DIO ADELANTO A LA OBRA

Para este tiempo, Blaise Bley, quien trabajaba en el aeropuerto de Abidján, recibió un ejemplar de La Atalaya en francés. Porque le gustó lo que leyó, escribió pidiendo más información. Finalmente, el hermano Paterson recibió su dirección y se puso en comunicación con él. Se comenzó un estudio bíblico con él, y en marzo de 1959 Blaise estuvo entre los 20 delegados de la Costa de Marfil que viajaron a Kumasi, Ghana, para asistir a la asamblea “Voluntad Divina.” ¡Cuánto le emocionó hallarse entre la multitud de 13.754 personas que recibieron consejo y estímulo de la Palabra de Dios!

Puesto que Blaise vivía en el suburbio de Abidján llamado Port-Bouët, a unos 10 kilómetros del lugar donde se celebraban las reuniones, se le hacía difícil asistir tres veces por semana a las reuniones. Por eso, el hermano Bley congregó a otras personas interesadas en la verdad que vivían cerca de él e hizo arreglos para que hubiera reuniones regulares para ellas allí. Así se formó el núcleo de la congregación de Port-Bouët, que ahora tiene 70 publicadores.

En junio de 1959 se celebró la primera asamblea de circuito de la Costa de Marfil, con una concurrencia de 62 personas. Seis meses después se celebró otra asamblea en Abidján. En esta ocasión 153 personas disfrutaron de ver por primera vez la película de la Sociedad acerca de las asambleas “Voluntad Divina.”

PROGRESO CONSTANTE

Daniel Keboh, el precursor especial de Bouaké, fue transferido al pueblo de Gagnoa al oeste del país. Otro precursor especial de Ghana, Abraham Amponsah, se le unió allí. En poco tiempo estuvo floreciendo un grupito. Los hermanos fueron visitados por el superintendente de distrito procedente de Ghana, Ernest Funk, quien exhibió una de las películas de la Sociedad a una muchedumbre de varios centenares de personas allí. Un jefe musulmán de Gagnoa bondadosamente prestó su equipo de altavoz para la exhibición, y hasta envió a uno de sus hombres para que pusiera en operación el equipo.

Los dispersos suburbios de Abidján estaban recibiendo testimonio también. Además del grupo que se reunía en Port-Bouët, otro empezó a funcionar en el sector kumasi del pueblo. El pueblo de Grand-Bassam, a unos 40 kilómetros costa abajo desde Abidján, también estaba recibiendo testimonio. Hoy florece allí una congregación de unos 30 publicadores.

Estos diferentes grupos recibían ayuda de precursores especiales que vinieron desde Ghana: George Kwakye a Kumasi y Jacob Hackman a Grand-Bassam. David Adu-Manuh fue asignado para sustituir al hermano Paterson como superintendente de circuito, puesto que los Patersons fueron reasignados a Ghana. Así, el año de servicio de 1961 terminó con un excelente máximo de 121 publicadores del Reino.

UN PERCANCE AL VIAJAR

El año 1962 comenzó bien cuando una delegación desde la Costa de Marfil asistió a la asamblea de distrito que se celebró en Accra, Ghana. El grupo viajó por la costa, cruzando las lagunas de la frontera, y entonces usó el servicio de camiones entre los pueblos. Uno se arriesga hasta cierto grado cuando usa esta forma de transporte, puesto que con frecuencia los conductores tienen un punto de vista algo fatalista en cuanto a su trabajo. “Si es la voluntad de Dios que lleguemos allá desde aquí, nada lo puede impedir,” dicen, ¡y conducen según lo que piensan! Por eso los accidentes son frecuentes, y ¡ay! este viaje en el camión no fue excepción a esa regla.

En el lado de Ghana de la frontera, cerca de Takoradi, el camión se salió de la carretera y se volcó. Un hermano que estaba profundamente dormido salió disparado del camión y cayó en un montón de cañas. Después de unos minutos de buscarlo, los hermanos lo encontraron allí, ¡sin daño! Ninguno de los hermanos recibió daño serio, aunque algunos de los demás pasajeros tuvieron heridas graves. ¡Después de recibir tratamiento en un hospital, debido a cortes de poca importancia, y tras de pasar la noche con hermanos de la localidad, la delegación continuó hacia la asamblea el día siguiente, y disfrutó plenamente de ella!

DIFICULTADES EN BOUAKÉ

En una asamblea de circuito que se celebró en Bouaké en 1962 ocurrió un incidente desafortunado que tuvo malos efectos en el adelanto de la predicación del Reino por varios años. La primera noche hubo una concurrencia de 182 personas. Más tarde, durante la asamblea, una persona que había sido expulsada de la congregación se presentó y causó una perturbación. Mientras se le sujetaba físicamente, súbitamente cayó al suelo y aparentemente tuvo un ataque epiléptico. En ese momento se presentó la policía, que había sido llamada. Los miembros de la policía supervisaron la remoción de esta persona hacia el hospital, donde ella murió.

Debe notarse que aquí la gente no suele aceptar la muerte como cosa que se deba sencillamente a causas naturales. Hasta la muerte por edad avanzada puede verse como causada por brujería o envenenamiento. Así, en este caso, el hecho de que se supiera que el hombre estaba enfermo y que su médico le había advertido que no se excitara ni encolerizara no significó nada para sus parientes. Firmemente creyeron que había sido asesinado, aunque el hospital anunció que había muerto de un ataque cardíaco.

Debido a las acusaciones que se hicieron, con el tiempo nueve hermanos fueron encerrados en prisión. Cinco de ellos fueron puestos en libertad pocos días después, pero los otros cuatro fueron acusados formalmente de asesinato. Después de haber pasado cuatro meses en la cárcel, tres de ellos fueron puestos en libertad, pues las autopsias establecieron definitivamente su inocencia. Al hermano restante lo mantuvieron en prisión algún tiempo más para la propia seguridad de él, según se dijo, puesto que los parientes del muerto procuraban vengarse.

Los hermanos dieron un testimonio denodado mientras estuvieron en la cárcel. Adventistas del séptimo día de la localidad dejaron de visitar la prisión cuando se encararon a la situación de tener que responder a las preguntas de los hermanos enfrente de todos los prisioneros. A los hermanos se les permitió pronunciar conferencias en la prisión, y antes de que se les pusiera en libertad hasta 30 personas concurrían a ellas. Los hermanos celebraron también otras reuniones regulares, y dos de los prisioneros empezaron a declararse de parte de la verdad.

Finalmente los hermanos fueron completamente exonerados de culpa, pero el incidente tuvo efectos trascendentales. El grupo de Gagnoa, compuesto principalmente de los parientes del muerto, dejó de existir poco tiempo después. Y la congregación de Bouaké también fue disuelta, puesto que por mucho tiempo después fue muy peligroso para los hermanos el que se les viera en el pueblo.

SE ASIGNA MÁS AYUDA

En septiembre de 1962 el hermano Simons y su esposa, misioneros que habían sido echados del país de Haití, llegaron a la Costa de Marfil. El mes siguiente se celebró una asamblea en Abidján con una concurrencia máxima de 108 personas, una concurrencia menor, que fue reflejo de las dificultades recientes. El siervo de sucursal de Ghana, Herbert Jennings, estuvo allí. Él pensó que la venida de más misioneros ejercería influencia estabilizadora en el país. Por eso, se asignó a este lugar al hermano Enevoldsen y su esposa, de la clase número 37 de Galaad, y éstos llegaron a Abidján en enero de 1963. Meses después, Cosmas Klévor, precursor especial, fue enviado desde Ghana.

Cuando el hermano Klévor llegó, se sorprendió al ser recibido con mucha sospecha por parte de los hermanos, y se preguntó a qué se debía esto. Pero entonces los rostros de los hermanos se iluminaron considerablemente cuando Cosmas mencionó por nombre a los hermanos misioneros a quienes había venido a buscar. Los hermanos explicaron que pocos minutos antes habían hablado con un impostor, un hombre que alegó ser un Testigo que venía de un país extranjero. ¡Los hermanos temían que Cosmas estaba tratando de engañarlos del mismo modo!

ALOJAMIENTO PARA LOS MISIONEROS

En enero de 1964 los misioneros se mudaron del apartamento en el cual habían estado alojados a la casa de Samuel Denoo. El Salón del Reino ya estaba en la casa grande de él en la calle principal de Treichville. Con el tiempo hasta 15 misioneros se acomodaron allí. El lugar aventajaba en varios aspectos a la ubicación previa, aunque también tenía sus desventajas.

Una desventaja que ciertamente no era menor era el hecho de que la casa estaba precisamente en una encrucijada, cerca de unos semáforos, y el sonido del tráfico era muy perturbador. Además, un hombre y sus cuatro esposas vivían al lado, y casi todas las mañanas los misioneros se despertaban al amanecer cuando oían los gritos de una esposa joven que estaba siendo golpeada por una de más edad. Años después, cuando aquel edificio fue demolido y se erigió uno nuevo en su lugar, todo el mundo dio un suspiro de alivio. ¡Pero entonces se descubrió que el nuevo edificio era para un club nocturno, y los gritos que procedían de él eran hasta más insoportables!

ASAMBLEAS DE 1964

El año comenzó bien cuando se celebró una asamblea de circuito en la sección kumasi de Abidján, con una concurrencia de 152 personas. La segunda congregación de Abidján se formó aquí durante 1964. George Kwakye pronunció uno de los discursos de la asamblea acerca del valor del denuedo. Acababa de citar las palabras de Jesús acerca de no temer a los que pueden matar el cuerpo pero no pueden matar el alma, cuando una culebra se presentó en la plataforma. Alarmado por los ademanes de pavor de los hermanos que estaban en la primera fila, George huyó hacia la parte de atrás del auditorio. Después que otros hermanos hubieron dispuesto de la culebra, George reapareció, con algún embarazo, para seguir con su discurso desde donde lo había dejado.

Poco después, en marzo, se celebró una asamblea de distrito en Abidján, en el Centro Cultural de Treichville. Porque la policía recibió quejas de que se estaba celebrando una reunión ilegal, se disolvió la asamblea. La policía llevó al cuartel a varios hermanos que habían participado en el programa, y les dijo que no se les permitía celebrar asambleas públicas debido a que la obra de los testigos de Jehová no estaba reconocida en la Costa de Marfil. Sin embargo, la asamblea continuó, con éxito, en el Salón del Reino de Treichville. Durante 1964 se alcanzó un máximo de 143 publicadores, el más alto hasta entonces en el país.

SE PROCURA RECONOCIMIENTO LEGAL

Los hermanos decidieron inquirir en cuanto a la posibilidad de registrar las actividades de la Sociedad Watchtower. Puesto que la Costa de Marfil era ahora un país africano independiente, se pensó que esta vez quizás se podría tener más éxito que antes. Por eso, el presidente de la Sociedad Watch Tower envió una carta al presidente de la Costa de Marfil el 14 de septiembre de 1964 y pidió el reconocimiento legal de la obra.

Mientras tanto la predicación continuó. De hecho, en mayo de 1965 se celebró otra asamblea de circuito, esta vez en Grand-Bassam, con la excelente concurrencia de 200 personas al discurso público. Pero entonces, el 3 de junio de 1965, se publicó el aviso de que el gobierno había rehusado permitir que los testigos de Jehová efectuaran sus actividades en la Costa de Marfil.

¿Efectuó esto realmente algún cambio? No extensamente; por lo menos no al principio. Hasta antes de que este decreto se emitiera la obra de los testigos de Jehová no había estado reconocida en la Costa de Marfil. Sin embargo no se había pedido a los misioneros que salieran del país ni se habían prohibido las reuniones. Por ejemplo, las reuniones de Treichville se celebraban en el Salón del Reino que estaba claramente identificado con un letrero grande. La única concesión que hicieron los hermanos al decreto que se acababa de aprobar fue que ahora cerraron las ventanas durante las reuniones, a pesar del clima tropical.

Algo sorprendente fue que cuatro misioneros obtuvieron ahora visados que les permitían permanecer en la Costa de Marfil. ¡Y esto a pesar del hecho de que estaban claramente identificados como misioneros de la Sociedad proscrita! Así, los graduados de Galaad Joseph y Marcia Crawford y Joseph y Lillie Hines llegaron el 4 de noviembre de 1965. No estaban al tanto de las restricciones que se habían impuesto a la obra... no se les mencionó. Por eso, empezaron a participar entusiásticamente en el servicio, y uno de los misioneros colocó en manos de la gente más de 300 revistas el primer mes.

ARRESTOS Y HOSTIGAMIENTO

Sin embargo, poco después empezaron verdaderas dificultades. Daniel Keboh fue encerrado en prisión en Kumasi el 1 de enero de 1966. Él vivía en el patio que había debajo del hogar misional de Kumasi. Cuando los nuevos misioneros que estaban viviendo allí se dieron cuenta de que la puerta de Daniel había permanecido cerrada con llave por dos noches seguidas, empezaron a investigar. ¡Imagínese lo consternados que quedaron al descubrir que se le había aprisionado por predicar una religión proscrita!

Los misioneros se apresuraron a regresar a casa y removieron el letrero del Salón del Reino, que estaba en el piso inferior del hogar misional. Hasta prepararon sus maletas por si se les expulsaba del país. Sin embargo, con el tiempo se dieron cuenta de que los asuntos no eran tan serios. No obstante, desde entonces en adelante efectuaron con mayor cuidado su predicación.

Unos meses después, el 5 de junio, la policía entró de nuevo en acción. Fueron al Salón del Reino de Kumasi y arrestaron al superintendente de la congregación, George Kwakye, junto con otros dos hermanos. La policía se llevó el tablero de información, el texto del año, la literatura y otras cosas. El día siguiente, cuando dos hermanos, Samuel Attiou y Ernest Nomel, fueron a visitar a los hermanos que estaban en prisión, ellos también fueron arrestados prontamente.

La policía, habiendo obtenido el nombre de Robert Lasme del tablero de información, fueron a la casa de éste para arrestarlo. En ese mismo momento se estaba celebrando allí una reunión de la congregación. Sin embargo, la hermana Lasme, quien estaba a la puerta, vigilando, vio acercarse a los policías y dio la alarma. Todos los hermanos excepto tres pudieron salir del lugar. Estos tres se apresuraron a correr al dormitorio, y se metieron en la cama. Dos policías dieron un vistazo adentro, pero no vieron a nadie. ¡Cuando se retiraron para ver si había alguien detrás de la casa, los tres hermanos escaparon!

No obstante, seis hermanos de Kumasi se hallaban en prisión, y a los misioneros no se les permitía visitarlos. Sin embargo, a una hermana se le permitió llevarles alimento, y ella pudo pasarles clandestinamente dos Biblias. Todas las noches los hermanos conducían una reunión y cantaban cánticos del Reino. Los demás prisioneros del conjunto de celdas de ellos, algunos de los cuales asistían a estas reuniones, solían decir: “Dios está con nosotros en estas celdas.” Les encantaba oír a los hermanos cantar.

Finalmente, cuando los hermanos fueron sometidos a juicio, el fiscal público dijo que no estaba prohibido el conocer ni enseñar la Biblia en la Costa de Marfil, pero que estaba prohibido el propagar las ideas de los testigos de Jehová. No dijo qué diferencia había entre una cosa y la otra. Los hermanos recibieron sentencias suspendidas y se les ordenó que pagaran multas cuyo total alcanzaba a 350.000 francos. Más tarde, al apelar ellos, un tribunal superior eliminó las multas. Los hermanos regresaron a Kumasi y continuaron predicando y congregándose como antes.

Pero éste no fue el único incidente de su clase. Lawrence Lambert fue arrestado también. La policía le dio mal trato y lo interrogó extensamente. El propósito de la policía era averiguar el nombre de todos los hermanos que vivían en aquella área, para arrestarlos también. Pero el hermano Lambert replicó: “¿Conoce el sacerdote el nombre de todas las personas que oyen misa en su Iglesia?” No pudieron conseguir ningún nombre de él.

Otro incidente refleja la actitud general de los funcionarios para con los testigos de Jehová en aquel tiempo. Un hombre de Nigeria, que no era Testigo, fue llevado a prisión por haber tenido el nombre “Jehová” pintado en su camión. Solo le devolvieron la libertad después que pudo convencer a las autoridades de que no era Testigo.

PROCURANDO ALIVIO DE LA PROSCRIPCIÓN

Ahora quedó claro que sería difícil que la obra progresara si la proscripción continuaba en vigor. Por eso, se hizo entonces todo esfuerzo por quitarla de en medio. Los misioneros Joseph Hines y Joseph Crawford pudieron obtener entrevistas con el ministro del Interior, el Sr. Nanlo Bamba, y su auxiliar administrativo francés, el Sr. Christian Blaud. Funcionarios de la embajada de los Estados Unidos también intervinieron a favor de la Sociedad, puesto que en el asunto estaba envuelto el rehusar el registro de una organización estadounidense.

En abril de 1967 la Sociedad Watch Tower preparó un documento de 13 páginas que explicaba nuestra posición de neutralidad. Este documento explicaba que no estábamos incitando a la gente a no cumplir con sus deberes cívicos, y que más bien dábamos énfasis a la importancia de que los ciudadanos fueran obedientes a las autoridades. La Sociedad también obtuvo duplicados de documentos oficiales que mostraban que nuestra obra está reconocida legalmente en otros países de África occidental. Estos documentos, junto con una carta fechada 18 de mayo de 1967, fueron entregados al presidente Félix Houphouët-Boigny. Más tarde se recibió el informe de que él había leído la carta, aprobado lo que ésta decía, y la había enviado al ministro del Interior.

Casi inmediatamente cuatro hermanos fueron enviados a visitar al ministro del Interior, el señor Nanlo Bamba. Puesto que con frecuencia se había hecho referencia a nuestra Sociedad como una Sociedad “extranjera,” esta vez fueron cuatro hermanos de la Costa de Marfil. Lo primero que el ministro hizo fue preguntar a cada uno de ellos de qué tribu venían. Al descubrir que todos pertenecían a tribus de la Costa de Marfil, quedó satisfecho y dejó que la entrevista continuara. Entonces sacó a relucir la cuestión del servicio militar y dijo que los testigos de Jehová no querían pelear por su país. Se le explicó nuestra posición de neutralidad cristiana y se le dieron algunas publicaciones de la Sociedad. No se tomó entonces ninguna decisión sobre el asunto, puesto que el Sr. Bamba dijo que tenía que consultar con otros funcionarios.

NOS ENTERAMOS DE LA DECISIÓN

Dos semanas después, a principios de junio de 1967, un Testigo y una persona interesada en la verdad se hallaban participando en la actividad de predicar de casa en casa. Por lo mucho que disfrutaba del servicio, la persona interesada en la verdad continuó trabajando después que el Testigo hubo partido. Para su sorpresa, esta persona oyó a un amo de casa decir: “A los testigos de Jehová se les había prohibido efectuar esta obra en la Costa de Marfil, pero ahora se les ha otorgado autoridad para predicar.” ¡El hombre le afirmó al que lo visitaba que él era uno de los funcionarios que se habían encargado del asunto y que la decisión se había tomado dos semanas antes!

El nuevo publicador se apresuró a llevar las buenas noticias al hogar misional. El día siguiente los misioneros visitaron a este funcionario gubernamental en su oficina y recibieron de él un ejemplar del reglamento oficial. Este mostraba que en efecto los testigos de Jehová habían recibido reconocimiento oficial y permiso para continuar su obra por un año, después de lo cual podían solicitar una renovación sobre base anual.

“El registro legal de la obra de testificar hizo que todos sintiéramos que un peso grande se nos había quitado de sobre los hombros,” dijo un misionero. “Nos alegramos mucho de haber perseverado a través de este período crítico en la historia de la obra del pueblo de Jehová en la Costa de Marfil.”

Al oír las noticias de la remoción de la proscripción, los hermanos mostraron su deleite de modo tradicional. Se reunieron después de una reunión y cantaron hasta que quedaron demasiado cansados para seguir cantando.

UN EJEMPLO SOBRESALIENTE DE AGUANTE

En 1967 la misionera Lillie Hines empezó a estudiar con una muchacha baule de 16 años de edad llamada Pauline. El padre de ella estaba en el servicio gubernamental, y se esperaba que ella siguiera cierto curso fijado por él. Ella tendría lo mejor de todo, incluso educación en internados particulares.

Con el tiempo el padre ejerció presión en ella para que dejara de estudiar la Biblia. La llevaron ante un concilio tribual, pero eso no la detuvo. Entonces se empleó brujería... le dieron una hermosa sortija de oro que, sin saberlo ella, había recibido la bendición de un curandero. Ella empezó a experimentar intensos dolores de cabeza, pero al recordar que éstos habían comenzado después que hubo empezado a usar la sortija, se libró de ella y gradualmente los dolores de cabeza desaparecieron. Ni golpizas ni amenazas lograron hacer que ella dejara de estudiar.

Se alquilaron guardias para que impidieran que fuera a las reuniones. Pero ella los engañaba. En cierta ocasión se disfrazó de anciana, pasó por enfrente de los guardias y asistió a una asamblea. Allí se quitó el disfraz y disfrutó de las sesiones. Después, se vistió de nuevo de anciana y regresó a su hogar, pasando directamente enfrente de los guardias.

En otra ocasión, salió por encima de la cerca de atrás de la casa, se metió en un tren que iba a Bouaké, se bautizó en la asamblea que se estaba celebrando allí, subió a otro tren que regresaba a Abidján y regresó a la escuela antes de que nadie supiera que se había ido. Su padre descubrió después que ella había estado en Bouaké y le preguntó con quien había ido. “Con las hermanas,” fue la respuesta que ella dio. Pensando, por supuesto, que ella quería decir las monjas de su escuela, él dijo: “Entonces está bien.”

Cuando el padre de ella se enteró de que ella había sido bautizada por los testigos de Jehová, se enfureció. Le puso sus cosas en una maleta, la puso bajo la superintendencia de un prominente político y la envió a terminar sus estudios académicos en París, Francia. Él esperaba que allí el esplendor y las atracciones mundanas la enredaran de modo que olvidara su nueva religión.

Aunque la vida en París sí le pareció atractiva a Pauline, no apagó en ella su celo para con Jehová. Buscó la dirección de la oficina central de la sucursal en una revista ¡Despertad! y empezó a asistir a las reuniones que se celebraban allí con regularidad. Después, comenzó a asistir a una congregación que se reunía más cerca de donde ella vivía en los suburbios. ¡En la escuela comenzó estudios bíblicos con varios compañeros de clase, y por lo menos siete de éstos están bautizados ahora!

Desde entonces Pauline ha regresado a la Costa de Marfil y sirve con su esposo en una de las congregaciones de Abidján. No le duele el haber abandonado la riqueza material por el Reino. Tampoco le pesa el haber perdido el favor de su padre, aunque sí espera que algún día él quizás cambie de opinión. El deseo principal de ella es servir a Jehová completamente y ayudar a su esposo a educar a sus hijos en el camino de Jehová.

PRIMERA ASAMBLEA DESPUÉS DE LA PROSCRIPCIÓN

Para septiembre de 1967 los hermanos estaban listos para disfrutar de su primera asamblea de circuito desde mayo de 1965. Ni el hecho de que tuvieron que cambiar de lugar para la asamblea al último momento, ni el hecho de que el nuevo lugar no tenía luces y por eso el programa tuvo que rearreglarse para la tarde, pudo hacer que los hermanos perdieran entusiasmo. Ésta fue la mejor asamblea que habían tenido hasta entonces; fue la primera vez que pudieron congregarse en plena libertad. A pesar de los estorbos, 416 personas vinieron al discurso público. ¡Qué maravilloso aumento sobre las 200 personas que habían estado en la asamblea de dos años antes!

MUCHOS MISIONEROS MÁS

En esta asamblea de septiembre de 1967 se supo que más misioneros habían sido asignados a la Costa de Marfil. Siete de ellos llegaron para fines del año, y el total de misioneros en el país aumentó a 11. Entonces se estableció un nuevo hogar misional en el suburbio de Abidján llamado Adjamé.

Después, en noviembre de 1967, Don Adams, de la oficina central de la Sociedad en Brooklyn, hizo una visita de zona, y recomendó el envío de más misioneros aún. Por eso, en marzo y abril de 1968 llegaron nueve más. Después de un intenso curso de francés que duró tres semanas, cuatro fueron asignados a abrir un nuevo hogar misional en Bouaké. En octubre de 1968 llegaron otros nueve misioneros.

¿Qué clase de experiencia era para un misionero del extranjero venir a trabajar en este país? Heidelind Pohl declara:

“Cuando bajé del avión me pareció que había entrado en una sauna. Al llegar al hogar misional de Treichville, quedé sorprendida al ver persianas, pero no ventanas de cristal, las cuales, por supuesto, no se necesitaban en este clima. De hecho, el clima era tan caliente que a menudo durante la noche me levantaba y me acostaba en una estera sobre el piso de cemento para refrescarme un poco.

“En el territorio la gente era muy bondadosa. Al principio se me hacía muy difícil hablar francés, pero todo el mundo era muy paciente. A veces preguntaban qué teníamos en nuestros bolsos de testificar, y sacaban un libro que querían. El comenzar estudios bíblicos no es problema. Hubo ocasiones en que tuve 20 o más.

“Un hombre a quien visité tomó el libro ‘La verdad’ y empezó a venir a las reuniones. Escribió a su comprometida en Benín acerca de su nueva fe. Esto no le agradó nada a ella, quien le dijo que se olvidara de ella si continuaba en esta religión. La primera vez que lo visité fue en octubre. Para el fin de diciembre él estaba participando en el servicio del campo, después que había efectuado una limpieza en su vida. En marzo siguiente se había bautizado, y ahora sirve de anciano en una de las congregaciones de Abidján. Su prometida le escribió pidiéndole perdón. Él volvió a su país cuando estuvo de vacaciones e hizo arreglos para que una hermana estudiara con ella. Un año después se casaron.”

EXPANSIÓN EN BOUAKÉ

Desde la dificultad que había habido en Bouaké en 1962, cuando la congregación fue disuelta, había habido solo tres o cuatro publicadores del Reino en aquel pueblo. ¿Qué sucedería cuando los misioneros empezaran a trabajar allí? En solo dos años la cantidad de publicadores saltó a 50, y, como promedio, 80 personas asistían a todas las reuniones. Dentro de ese tiempo uno de los misioneros, Otto Hauck, ayudó a 12 personas hasta que éstas se bautizaron. Una de éstas fue el director de una escuela de enseñanza secundaria, Santé Poté.

Santé es un hombre de elevados principios, quien rehusó escuchar a sus amigos católicos que lo estimulaban a tomar otras esposas. Pronto él y su esposa y cuatro de sus hijos se bautizaron. Aunque él continúa empleado en una escuela, sirve de precursor regular, y de vez en cuando su esposa es precursora junto con él.

VENCIENDO LA SUPERSTICIÓN RELIGIOSA

Aparte de la ciudad de Abidján, donde hay una mezcla de personas de muchas tribus, la mayoría de los pueblos del país se componen predominantemente de personas de una o dos tribus principales. Bouaké está habitada principalmente por personas de la tribu baule, aunque allí viven también muchos musulmanes de las zonas septentrionales. Los baule son un pueblo del bosque, relacionados con los ashanti de Ghana. Por lo general creen en las religiones animistas nativas y ponen gran fe en los fetiches.

En la mayoría de las aldehuelas cercanas a Bouaké hay un fetiche grande, por lo general una representación tallada de algún espíritu o animal. El fetiche puede ser una máscara tallada en madera para representar a un antecesor de la aldea. Se cree que el espíritu que vive en tal obra tallada sale de noche a caminar por la aldea y protegerla de todo mal. También se cree que el fetiche mata a los que son infieles a él, y constantemente se requieren sacrificios para apaciguarlo. Los sacrificios pueden consistir en huevos o arroz, o hasta una oveja o unas botellas de licor. ¡El sacerdote del fetiche por lo general se encarga de estas cosas!

En Abidján, la misionera Marcia Crawford estudió con una pareja baule de una aldea cercana a Bouaké. El hermano mayor de la señora también se sentaba entre los que estudiaban, pero criticaba mucho lo que se enseñaba. La esposa, sin embargo, mostró gran interés, y por eso Marcia se entristeció cuando la pareja se mudó a Bouaké. Felizmente, para este tiempo los misioneros abrieron un hogar misional en Bouaké, y por eso el estudio continuó. Con el tiempo, el esposo también progresó en la verdad, y finalmente quemó todos sus objetos fetichistas.

Dos días después de esto el esposo recibió un urgente mensaje de su padre en el cual éste lo llamaba a su aldea. Su padre, lleno de temor, le dijo que el sacerdote fetichista había mirado en la calabaza sagrada y había visto el alma de toda persona de la aldea excepto la de su hijo. “Este hombre ya no es uno de nosotros,” había anunciado el sacerdote. “Su alma nos ha dejado y por lo tanto él está débil y ya no está protegido contra ningún fetiche.”

El hijo le dijo a su padre que aquélla era la mejor noticia que podía tener. Significaba que ya no se le contaba entre los que practicaban el demonismo. Además dijo a su padre que ahora tenía la mayor protección posible contra el fetiche. Desde ese momento nunca volvió atrás, y el fetiche no pudo causarle daño.

Sin embargo, sus problemas eran muchos. Tenía cinco hijos de varias mujeres, además de seis de su esposa. A todos estos niños se les puso debajo de un techo y se les enseñaron principios bíblicos, y con el tiempo llegaron a ser una familia unida.

Mientras tanto, Marcia Crawford se encontró de nuevo con el hermano de la esposa en Abidján, el que había criticado cuando los estudios se efectuaban. Para sorpresa de ella, él pidió un ejemplar de ¡Despertad! ¿Había cambiado de opinión? ¡Sí, había cambiado! El gran cambio que había causado en la familia de su hermana el poder sanador de la verdad había hecho una impresión tan grande en él que ahora empezó a estudiar con regularidad. Entonces los tres, el esposo, la esposa y el hermano, se bautizaron juntos en la asamblea “Paz en la Tierra” de 1969.

EXCELENTE PROGRESO EN 1968

El año 1968 comenzó bien con el establecimiento de una quinta congregación en Abidján. Entonces, en febrero, los hermanos disfrutaron de su primera asamblea de distrito desde la proscripción, y 486 personas asistieron para oír el discurso público. En marzo se celebró en Treichville la nueva Escuela del Ministerio del Reino para los ancianos. La condujo el hermano Crawford, quien entonces servía de siervo de circuito. El curso ciertamente ayudó mucho a producir mejoras de organización en las congregaciones.

En abril, 577 personas asistieron al Memorial, un aumento excelente de 175 sobre el año anterior. Y el número promedio de publicadores saltó de 180 en 1967 a 220 en 1968. La mayoría de estos proclamadores del Reino se estaban asociando con las seis congregaciones del país.

EL LIBRO “LA VERDAD” ACELERA EL RECOGIMIENTO

En octubre de 1968 la asamblea de distrito “Buenas Nuevas para Todas las Naciones” dio verdadero impulso a la obra de recoger a las ovejas. Una excelente muchedumbre de 646 personas asistió, y 21 se bautizaron. Pero el verdadero rasgo saliente fue la presentación del nuevo libro La verdad que lleva a vida eterna en francés. Este libro revolucionó la actividad de los estudios bíblicos y resultó ser una ayuda maravillosa para dar rápidamente a las personas conocimiento de la verdad. Aunque solo había un promedio de 220 publicadores en el país, los estudios bíblicos saltaron a 950 en seis meses. Los primeros 5.000 ejemplares del libro que la Sociedad envió se distribuyeron en unas cuantas semanas.

Todos los misioneros quedaron sorprendidos por la facilidad con que se podía colocar en manos de las personas el nuevo libro, y lo fácilmente que podían empezarse estudios. No era fuera de lo común el que la gente los detuviera en la calle y les pidiera un ejemplar del “libro azul.” La gente venía al hogar misional y a los Salones del Reino a pedir un ejemplar, y suplicaban que alguien estudiara con ellos. Algunas personas hasta trataban de ver si en el maletín o bolso de servicio del Testigo que estaba a su puerta había un libro La verdad, y, si lo veían, inmediatamente pedían uno.

FORTALECIENDO A LOS PUBLICADORES AISLADOS

En 1968 se asignó a Cosmas Klévor a hacer una gira para visitar a los hermanos aislados y personas que mostraban interés en la verdad en lugares aislados de todo el país. No siempre era fácil localizar a estas personas, puesto que las direcciones postales y las direcciones de las casas no son las mismas en Costa de Marfil. Además, muchas veces las calles de los pueblos no tienen nombre.

El primer pueblo visitado fue Dimbokro. Cosmas mostró a los hermanos y personas que mostraban interés allí la manera en que se conducen las reuniones. Esto les causó gran impresión, y se resolvieron a tener una Escuela Teocrática y una reunión de servicio cada semana. Ahora hay una congregación de 24 publicadores en este pueblo.

Desde allí Cosmas pasó a Guiglo y a Duékoué. Todo lo que él sabía acerca del hermano que vivía en Duékoué era que éste trabajaba para una compañía maderera. Por eso, Cosmas fue adonde el auxiliar del comisionado del distrito para aquella zona y le preguntó si conocía a un testigo de Jehová que trabajaba para una compañía maderera de aquel sector. Él dijo que sí, y hasta condujo a Cosmas al hogar del hermano, a distancia considerable del pueblo.

El hermano dirigía el taller de la compañía maderera, y había testificado a todos sus compañeros de trabajo. Aquella noche él hizo arreglos para que estos hombres asistieran a un discurso presentado por Cosmas. Uno de aquellos trabajadores progresó excelentemente en la verdad.

Hubo otra gira como ésta, varios meses después, por el hermano Klévor. Mientras Cosmas estaba en Abengourou, un pueblo al este del país, una niñita de ocho años de edad vino a él y le dijo que los Testigos tenían la verdad. ¿Cómo había llegado la niña a tal conclusión? Pues bien, algún tiempo antes sus padres la habían enviado a vivir con una Testigo de Grand-Bassam para que asistiera a la escuela allí. La Testigo la llevó a las reuniones y le enseñó la verdad. Sin embargo, cuando los padres se enteraron de esto se disgustaron, de modo que la enviaron a la escuela de Abengourou. Tan pronto como la niña oyó que había un Testigo en el pueblo, empezó a ir de casa en casa en aquel sector para hallarlo. Cosmas la puso en comunicación con una persona del pueblo que estaba interesada en la verdad para que ésta la ayudara a progresar.

El hermano Klévor entonces continuó viajando hacia Daloa. ¡Allí descubrió que el libro La verdad estaba siendo colocado en manos de la gente, no solo por el publicador aislado de aquel lugar, sino también por una persona mundana que estaba pidiendo casi un dólar, E.U.A., por ejemplar! Cosmas hizo que los que habían obtenido libros de la persona mundana se pusieran en comunicación con el Testigo que había en el pueblo. También les recomendó que estudiaran el libro, algo que el otro hombre no había hecho.

SE ASIGNA AYUDA PARA OTROS LUGARES

Se hizo patente que había necesidad de publicadores capacitados que ayudaran a las personas que habían mostrado interés en la verdad en estos lugares. No había hogares misionales en el país fuera de Abidján y Bouaké. Por eso, en junio de 1970 se inauguró un hogar en Daloa, y pocos meses después se abrió otro hogar misional en Abengourou.

Para aquel mismo tiempo, otro hogar misional se abrió en el oeste lejano, en el pueblo pintoresco de Man. “¡Qué diferentes eran los alrededores!” señaló Shirley Mitchell, cuya asignación fue cambiada de Abidján a este lugar. “Llegué de noche en un camión grande junto con mis posesiones personales. ¡Qué hermosa sorpresa recibí cuando vi las montañas que nos rodeaban! No eran muy altas, pero sí muy placenteras y tranquilizadoras como espectáculo.” Shirley pasó a describir la respuesta de la gente de Man al mensaje del Reino:

“Muchas personas no hablaban francés ni podían leer. Pero querían escuchar lo que les decíamos. Cuando llegábamos a su hogar, rápidamente buscaban a alguien que les interpretara lo que decíamos. A veces estuvimos hablando a un grupo de diez o más personas.

“Hasta solía pasar que la gente viniera hasta nuestro hogar a pedirnos que estudiáramos la Biblia con ellos. Recuerdo a un hombre que vino mientras yo estaba cocinando para la familia del hogar misional. Él tenía un pariente que conocía a los Testigos y se había interesado en la verdad por lo que su pariente había dicho. Pero no podía leer. Por eso, le dije que yo estudiaría con él y le ayudaría a aprender a leer, pero que tenía que venir a nuestras reuniones con regularidad. Concordó. Aprendió a leer y escribir, y ahora sirve de siervo ministerial en la congregación.”

Linda Berry es otra misionera que empezó a trabajar en Man en 1971. Ella habló a un veterinario de la India llamado Rabinadrath Louis. Él y su esposa empezaron a asistir a las reuniones inmediatamente. Sin embargo, Rabinadrath tenía cierto problema con el cual batallar... ¡fumaba! La asamblea de circuito venía, y él se esforzó mucho por abandonar aquel vicio antes de la asamblea. Lo que hizo fue comer maní cada vez que tenía ganas de fumar. Sin embargo, comió tanto maní que enfermó y no pudo asistir a la asamblea. Pero finalmente, con la ayuda de Jehová, pudo librarse del hábito de fumar. Él y su esposa progresaron bien en la verdad, y ahora son parte de la congregación de Man.

Joseph Appiah, un siervo de circuito, tuvo una significativa experiencia en su viaje desde Daloa para visitar a la congregación que recientemente se había formado en Man. Él explica:

“El conductor del autobús rehusó dar a mi esposa y a mí los últimos dos asientos. Esto se debió a que el dueño del autobús tenía dos parientes que deseaban ir en aquella misma dirección. Estos llegaron a la estación del autobús y recibieron nuestros lugares. Sin embargo, después de viajar unos 80 kilómetros el autobús se envolvió en un serio accidente. Chocó con un gran camión, y los dos parientes del dueño del autobús murieron en el escenario del choque. Muchos otros pasajeros recibieron heridas. Más tarde, cuando llegamos a la zona donde había ocurrido el accidente, la gente nos dijo que nuestro Dios era muy poderoso. Esto nos dio una excelente oportunidad para testificarles.”

ASAMBLEA DE CIRCUITO EN BOUAKÉ

En marzo de 1969 se había planeado celebrar una asamblea de circuito para Bouaké. El alcalde otorgó gratuitamente a los hermanos el uso del auditorio de ayuntamiento. Pero unos días antes de la asamblea la radio anunció que un partido político conduciría reuniones en aquel lugar durante los días para los cuales se había fijado la asamblea. El alcalde se puso en comunicación con los líderes del partido, pero ellos no quisieron cooperar en el asunto. Sin embargo, el alcalde dijo a los hermanos que siguieran adelante con sus planes y ocuparan el lugar. Por eso, ellos lo hicieron, algo nerviosos, puesto que había algunos miembros del partido político fuera del auditorio observando lo que pasaba. ¡Lo último que querían los hermanos era meterse en dificultades, como había pasado en 1962!

Sin embargo, cuando la asamblea empezó no hubo disturbio. Se celebró una asamblea pacífica, y 343 personas asistieron a la reunión pública. La asamblea recibió buena publicidad en el periódico nacional, y un artículo reprodujo gran parte de la ¡Despertad! especial sobre “¿Por qué permite Dios la iniquidad?” De modo que se dio un testimonio sobresaliente, y el suceso que ahora estaba asociado con Bouaké en la mente de toda persona era una asamblea de éxito en vez de la dificultad que se había experimentado anteriormente.

ASAMBLEAS “PAZ EN LA TIERRA”

Durante los meses siguientes, algunos misioneros partieron del país para asistir a asambleas “Paz en la Tierra” en sus respectivos países. Cuando regresaron, ayudaron a organizar la más excelente asamblea que tuvo la Costa de Marfil hasta entonces. No solo fue buena la concurrencia de 929 personas, y sobresaliente el hecho de que 78 se bautizaran, sino que el programa fue recibido con entusiasmo excepcional. Hubo disfrute particular de los dramas.

PUNTOS PROMINENTES DE 1970

En 1970 se realizó excelente crecimiento teocrático en la Costa de Marfil. En marzo, 1.234 personas concurrieron al Memorial, más de dos veces la cantidad que había asistido tan solo dos años antes. Durante el año la cantidad de las congregaciones aumentó a diez, y, como promedio, 389 publicadores informaron servicio del campo cada mes. Un hecho significativo fue que 132 personas se bautizaron durante aquel año, ¡aproximadamente la tercera parte de la cantidad de publicadores que había en el país!

En agosto de 1970 hubo una excepcional asamblea de circuito en Grand-Bassam. El domingo por la mañana casi 400 personas se reunieron para considerar el texto del día y los comentarios, y casi todas estas personas salieron a testificar. Este es un pueblo bastante pequeño, y parecía que había grupos de Testigos en todas las esquinas de las calles. Además, una excelente muchedumbre de 801 personas se presentó para oír el discurso público “Ley y orden... ¿cuándo y cómo?” Este resultó ser un tema particularmente apropiado en vista de que el periódico local había descrito a los testigos de Jehová como personas sediciosas.

Aunque para celebrar la asamblea se había obtenido permiso de la policía de Abidján, aparentemente ésta no había informado de ello al funcionario policíaco de Grand-Bassam. Él se puso en comunicación con los hermanos para averiguar de qué se trataba la asamblea. Después, quedó satisfecho y comentó que si toda la gente observara la ley como lo hacían los testigos de Jehová la policía no tendría las dificultades que tiene tratando de mantener la ley y el orden.

Sin embargo, lo principal de 1970 fue la Asamblea de Distrito “Hombres de Buena Voluntad” que se celebró en Abidján durante diciembre. Por primera vez, hasta de los Estados Unidos vinieron delegados. Vinieron en giras para las cuales la Sociedad había hecho arreglos. Entre los visitantes estuvo F. W. Franz, entonces vicepresidente de la Sociedad Watch Tower. Los hermanos locales se alegraron especialmente de poder hablar con alguien del Cuerpo Gobernante, puesto que el grueso de los hermanos había venido a la verdad muy recientemente y no habían conocido a nadie que tuviera la verdadera esperanza cristiana de vida celestial. En la Costa de Marfil nunca ha habido quien participe de los emblemas del Memorial de la muerte de Cristo en símbolo de esa esperanza.

Puesto que en el país se celebrarían elecciones antes de la asamblea, no se había dado gran anuncio a ésta. Además, puesto que las autoridades decidieron reparar el Centro Cultural en el cual habría de celebrarse la asamblea, a última hora el lugar de la asamblea fue cambiado al Club de Boxeo. ¡Sin embargo, a pesar de estas dificultades, 1.003 personas asistieron al discurso público! En la red nacional de televisión se presentaron porciones del drama bíblico y partes cortas de la asamblea.

SE ORGANIZA LA SUCURSAL

El mes siguiente, enero de 1971, Nathan H. Knorr, el presidente de la Sociedad Watch Tower, visitó a Abidján. Se habían hecho arreglos para una reunión de los Testigos que vivían en la capital, pero una gran cantidad de hermanos vino de todas partes del país cuando los demás oyeron de ello. En total, 761 personas se reunieron para el discurso y una exhibición de diapositivas, y recibieron gran estímulo espiritual.

El hermano Knorr expresó el deseo de ver establecida en la Costa de Marfil una sucursal. Pensaba que esto ayudaría a los hermanos a apreciar mejor la organización de Jehová, y, como resultado, se podría lograr mayor progreso espiritual. A Samuel Gilman, quien había sido superintendente de sucursal en la República Malgache y había venido a la Costa de Marfil el año antes, se le dieron instrucciones para que atendiera este asunto. Así, el 1 de septiembre de 1971 comenzó a funcionar la sucursal de la Costa de Marfil, la cual tendría la supervisión de la predicación en la Costa de Marfil y también de la obra en el Alto Volta.

COMENZANDO EN OTRAS ZONAS

Cuando la compañía para la cual trabajaba el hermano Agodio Api asignó a éste a trabajar en la ciudad portuaria de San Pedro en 1972, esa ciudad recibió su primer Testigo entre sus habitantes. El hermano Api halló mucho interés, y escribió pidiendo el envío de precursores especiales que ayudaran a atender las necesidades espirituales de estas personas. Finalmente, Samuel y Thelma Gilman hicieron el largo viaje de un día sobre difíciles carreteras sin empedrado, y llegaron a San Pedro como a las seis de la tarde. Estaban agotados, cubiertos de polvo rojo, pero se alegraron mucho de hallar a su hermano.

Poco después de la llegada de ellos, el hermano Gilman recibió el informe de que en 20 minutos se suponía que pronunciara un discurso a las personas del pueblo que se interesaban en la verdad. Por eso, rápidamente se lavó para quitarse el polvo, se cambió de ropa y tuvo el privilegio de comunicar estímulo a 39 personas a quienes Agodio había invitado a una reunión en aquella ocasión especial. Pronto esta área recibió precursores especiales, y ahora hay una congregación de 30 publicadores y tres precursores aquí.

Los Gilmans disfrutaron de la excelente hospitalidad que se les brindó en el hogar del maestro de escuela que les ofreció alojamiento. Por ejemplo, él preparó una comida especial típica de aquella área. Ésta consistió en carne de hipopótamo, de la cual el hermano Gilman confesó que “¡no es mi carne favorita!” El anfitrión les dijo: “Es una lástima que no pudieran haber estado aquí la semana pasada; podrían haber tenido carne de elefante con nosotros.”

La manera en que la predicación comenzó en el área de San Pedro es bastante típica de la manera en que comenzó en otros sectores. Sucedía que unos hermanos escribían a la oficina sucursal y declaraban que habían hallado a personas que mostraban interés en el mensaje del Reino. Entonces se enviaba al superintendente de circuito para que trabajara en aquel territorio por una semana. Por recomendación de él se asignaba a precursores especiales, a medida que éstos se hicieran disponibles, para que atendieran el interés, y, con el tiempo, se establecían congregaciones.

Uno de los misioneros, Ryall Shipley, visitó los pueblos norteños de Ferkesdugu y Korhogo. Él informó que el campo allí parecía maduro para una cosecha espiritual. Más tarde se asignaron precursores especiales para aquel lugar, y en estos dos pueblos hay congregaciones de Testigos.

PREDICANDO EN GAGNOA

En septiembre de 1971 cuatro misioneros fueron enviados a Gagnoa, y el total de publicadores aumentó a cinco. Uno de los misioneros, Waltraud Bischof, relata lo siguiente:

“Durante el primer día en Gagnoa coloqué dos revistas en manos de un hombre que vivía en otro pueblo. Cuando él volvió a Gagnoa, obtuvo más revistas. Pronto dos precursores especiales fueron enviados a su pueblo, y, con la ayuda de ellos, el aceptó rápidamente la verdad. Las reuniones se celebraron en su casa, y pronto él invitó a los precursores a alojarse en su hogar. Por estar en tan estrecho contacto con los siervos de Jehová, progresó excelentemente.”

A veces hay clara indicación de que los ángeles dirigen la búsqueda de las personas semejantes a ovejas. Por ejemplo, un joven que había oído acerca de los testigos de Jehová por lo que le dijo su hermano que vivía en Abidján habló a la hermana Bischof. Él quería aprender más, de modo que ella hizo un arreglo para hablar con este joven en cierto lugar el día siguiente.

Sin embargo, el joven vino temprano, esperó 15 minutos y entonces partió para la escuela. Cuando la hermana Bischof llegó, no lo encontró en ningún lugar. Más tarde, ella empezó a pensar en Revelación 14:6 y en que el “ángel” que volaba en medio del cielo estaba dirigiendo nuestra obra. De modo que oró a Jehová por ayuda para hallar a este joven y, poco tiempo después, mientras iba por una carretera, lo vio. Él también había estado buscándola. Él había ido a un pequeño establecimiento protestante donde se vendían Biblias, y había preguntado si le podían decir dónde hallar a los testigos de Jehová. Ellos le dijeron que no podían ayudarle. Por eso, él había regresado en busca de los Testigos por la misma carretera, y se encontraron.

Se comenzó un estudio bíblico con la ayuda del libro La verdad. Boniface Triffo Kohi estudió humildemente, y trataba de poner en práctica las nuevas cosas que iba aprendiendo. Por ejemplo, en una ocasión preguntó si era bueno tener un libro que supuestamente explicaba el significado de los sueños. Se le leyó Deuteronomio 18:9-13. Inmediatamente Bonifacio vio que lo mejor sería destruir su libro, e hizo eso. Su familia quedó muy sorprendida, puesto que el libro había costado unos cuatro dólares, E.U.A.,... muchísimo dinero para un estudiante. Después de eso él siguió logrando buen progreso, y ahora sirve de precursor especial. En la actualidad hay una congregación floreciente de 30 publicadores en Gagnoa.

ASAMBLEA INTERNACIONAL “VICTORIA DIVINA”

En diciembre de 1973 la Asamblea Internacional “Victoria Divina” fue un verdadero estímulo para el pueblo de Jehová en la Costa de Marfil. Los hermanos se alegraron de recibir de nuevo la visita de servicio de un miembro del Cuerpo Gobernante, esta vez William Jackson.

Otra vez la asamblea se celebró en el Club de Boxeo de Abidján. La concurrencia de 2.080 personas para el discurso público fue más del doble de lo que había sido tres años antes en la asamblea a la cual asistió el hermano F. W. Franz. Y fue particularmente emocionante el ver que 103 personas se presentaron para el bautismo, ¡más personas que todas las que se habían bautizado en todo el país hasta 1964!

OPOSICIÓN DEL CLERO

A través de los años los hermanos de la Costa de Marfil con frecuencia han recibido oposición de los líderes religiosos. Joseph Appiah, quien sirve de superintendente de circuito, explicó lo siguiente, que muestra un caso en el cual esta oposición tuvo un resultado opuesto al que se esperaba:

“Mientras visitábamos a Tiegba, una islita a unos 100 kilómetros de Abidján, unos sacerdotes católicos trataron de estorbar nuestra obra. A todos los aldeanos se les dijo que no nos escucharan porque los testigos de Jehová eran falsos profetas. Pero, ¿qué sucedió? Durante la exhibición de las diapositivas de la Sociedad casi toda la aldea vino, ¡unas 600 personas! Por las vistas comprendieron que muchas personas han sido engañadas por la religión falsa. Después del discurso, el sacerdote ordenó a los jóvenes que nos apedrearan. Sin embargo, un hombre de edad avanzada los detuvo al ponerse de pie y decir a los jóvenes: ‘A nosotros se nos ha engañado por cuarenta años en esta aldea. Estas diapositivas me han mostrado algo nuevo en la vida.’”

En otro caso el clero trató de evitar la celebración de una asamblea de circuito. El hermano Appiah explica lo que sucedió:

“En abril de 1974 la Sociedad hizo arreglos para celebrar una asamblea de circuito en Agboville, a unos 90 kilómetros de Abidján. Después que hube obtenido permiso del comisionado de la policía, los sacerdotes católicos trataron de influir en él y hacer que cancelara nuestra asamblea. Se suponía que usáramos el Centro Cultural para esta reunión. Una semana antes de la asamblea, el comisionado nos llamó y nos dijo que no podíamos usar este salón. Sin embargo, le pedimos que nos autorizara a celebrar nuestra reunión en el pueblo si era posible, y él concordó en ello.

“Inmediatamente hicimos arreglos para celebrar la asamblea en el patio del hogar de un hermano de la localidad. El problema era obtener un lugar en el cual tener el bautismo, puesto que no había ningún río en aquella área. Varios hoteles nos negaron el uso de sus piscinas. Sin embargo, Jehová no nos dejó sin ayuda. Recibimos permiso de un francés de edad avanzada que tenía una piscina. Él era miembro celoso de la Iglesia Católica, pero amigable con nosotros. Acabábamos de bautizar al último de los 29 candidatos al bautismo cuando llegó el cura para decirle al francés que no nos permitiera usar su piscina. ¡Había llegado tarde por unos minutos! Tuvimos una excelente concurrencia de 454 personas para el discurso público.”

EL CRECIMIENTO ACELERA

Durante la primera mitad de la década de los setenta fue animador ver que la obra de predicar se extendió a todo extremo del país. En 1970 había solo 10 congregaciones en la Costa de Marfil, y cada mes hubo un promedio de 389 publicadores proclamando el mensaje del Reino. Cinco años después había 34 congregaciones, y un promedio de 949 publicadores del Reino predicando cada mes.

Gran parte de esta expansión aconteció en las ciudades y pueblos más pequeños fuera de la capital, donde muchos misioneros habían sido enviados. Los misioneros hacían buen trabajo en cuanto a ayudar a establecer varias congregaciones, pero entonces parecía que la actividad se detenía en tales lugares. ¿Por qué?

Un problema era el lenguaje. Aunque el francés es el lenguaje oficial del país —y la mayoría de los misioneros lo dominaban— cada región tiene también su propio lenguaje tribual. Por eso, para que la gente de estas áreas pudiera progresar espiritualmente era necesario tener personas que conocieran el lenguaje local, así como las costumbres y modos de pensar de la gente de aquella región.

Por esta razón, durante los siguientes años se asignó a precursores especiales para que continuaran atendiendo la obra que los misioneros habían empezado en estos pueblos del interior, entre ellos Man, Abengourou y Gagnoa. Se determinó que los misioneros podían usar mejor su tiempo y aptitudes en Abidján, fortaleciendo a las nuevas congregaciones de allí y trabajando entre los más de un millón de habitantes de la ciudad.

EXPANSIÓN EN ABIDJÁN

A medida que se cerraron los hogares misionales en el interior, se abrieron nuevos hogares en Abidján. El piso superior de la casa de Gabriel Diané en Williamsville, un suburbio de la capital, tenía alojamiento para ocho misioneros. Algunos de éstos pudieron fortalecer a la recién formada congregación de Williamsville, mientras que otros fueron asignados al suburbio cercano de Adjamé. Allí la congregación se había dividido poco antes, de modo que ahora había dos congregaciones.

Algunos misioneros vinieron a la Costa de Marfil de otros países africanos donde la obra estaba proscrita. Por ejemplo, Stephen y Barbara Hardy llegaron de Uganda en mayo de 1973. Después de servir por algún tiempo en pueblos del interior, vinieron a Abidján, donde se les asignó a la congregación de Port-Bouët. En la mismísima primera reunión varias personas interesadas en la verdad les pidieron que estudiaran la Biblia con ellas. Estos “nuevos” progresaron, y la congregación creció rápidamente de 28 publicadores a más de 50.

NUEVO EDIFICIO DE SUCURSAL

En enero de 1972 el hermano Knorr visitó de nuevo, esta vez acompañado por el siervo de la fábrica de Brooklyn, Max Larson. El hermano Knorr dijo: “Esperamos construirles una pequeña sucursal aquí algún día.” Sin embargo, no fue sino hasta septiembre de 1978 cuando se compró un terreno en Deux Plateaux, un suburbio de la ciudad. Después, durante junio de 1980, comenzó la construcción de este nuevo edificio para la sucursal.

El edificio ciertamente se necesita. En la actualidad no hay espacio adecuado para almacenar literatura. La nueva sucursal no solo resolverá este problema, sino que también suministrará espacio para una oficina, un Salón del Reino y alojamiento para unas 12 personas. Será un centro más conveniente para la actividad del Reino en la Costa de Marfil.

ASAMBLEA INTERNACIONAL “FE VICTORIOSA”

El suceso principal de 1978 fue la Asamblea Internacional “Fe Victoriosa” celebrada en diciembre en el estadio de fútbol Stade Camproux, de Abidján. Por todo el año se estuvieron haciendo las preparaciones para la asamblea. Entre éstas hubo arreglos para hermanos que vendrían de otros países africanos, así como para un gran grupo de hermanos que vendría en las giras de la Sociedad, que comenzarían en los Estados Unidos. Lyman Swingle, del Cuerpo Gobernante, estuvo presente, así como, de nuevo, William Jackson.

El viernes de la asamblea centenares de hermanos entusiásticos salieron a los suburbios de Abidján a proclamar su fe victoriosa, y distribuyeron el nuevo impreso explicativo Los testigos de Jehová en el siglo veinte. El hermano Swingle y su esposa y el hermano Jackson trabajaron con algunos de los misioneros. Pronto vaciaron de literatura sus bolsas plásticas, pues la gente interesada en la verdad aceptaba la literatura rápidamente. La hermana Grace DeCecca, quien por 63 años había sido miembro de la familia de la oficina central en Brooklyn, disfrutó también del servicio en el campo, y se las manejó bien a pesar de sus 89 años de edad. ¡Qué testimonio recibió Abidján!

Aquella noche, después de las sesiones, hubo una comida especial para los misioneros y los hermanos visitantes que venían de la oficina central. En total, hubo 64 personas presentes. Entre ellas estuvo Florence Paterson, quien había viajado desde Ghana. Ella y su esposo habían sido los primeros misioneros en llegar a la Costa de Marfil allá en 1951. Ella dijo: “Recuerdo que años atrás era difícil convencer a la gente local de que había blancos que eran testigos de Jehová. Pero ahora, ¡fíjese en todos estos misioneros que vienen de todas partes del mundo!”

En la culminación de la asamblea en el estadio de fútbol el 17 de diciembre, ¡qué magnífico fue ver una concurrencia de 2.728 personas que habían venido de 19 países!

Jehová ciertamente ha bendecido la obra en este país con trabajadores dispuestos, misioneros y precursores especiales. Ahora el fruto de las labores de éstos está haciéndose visible de manera maravillosa. Hubo un máximo de 1.322 publicadores en enero de 1980. Y, puesto que se están conduciendo más de 1.600 estudios bíblicos en los hogares de la gente, hay buenas perspectivas de nuevos aumentos en la cantidad de alabadores del Reino. Los hermanos de la Costa de Marfil han expresado su resolución de perseverar en el servicio del Reino, llevando mucho fruto como discípulos de Cristo Jesús.

[Ilustración en la página 151]

Gabriel y Florence Paterson, de los primeros graduados de Galaad en la Costa de Marfil

[Ilustración en la página 155]

Robert Markin (izq.) y Samuel Denoo estuvieron entre los primeros que llegaron a ser testigos de Jehová en la Costa de Marfil

[Ilustración en la página 161]

Blaise Bley, quien trabajaba en el aeropuerto de Abidján, recibió una “Atalaya” en francés, apreció lo que leyó, y con el tiempo llegó a ser creyente bautizado

[Ilustración en la página 168]

Daniel Keboh, quien había sido precursor en diferentes lugares, fue uno de los aprisionados por predicar en la sección kumasi de Abidján

[Ilustración en la página 173]

Pauline Brou renunció a la riqueza material y perdió el favor de su padre para servir a Jehová completamente

[Mapas en la página 145]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

Costa de Marfil

MALÍ

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GUINEA

GHANA

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OCÉANO ATLÁNTICO

Ferkesdugu

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Man

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Daloa

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Guiglo

Dimbokro

Gagnoa

Agboville

San Pedro

ABIDJÁN

Port-Bouët

Grand-Bassam