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Anuario de los testigos de Jehová para 1989

Anuario de los testigos de Jehová para 1989

Anuario de los testigos de Jehová para 1989

¡VIENEN! ¡Ya se les ve! La invitación se ha extendido por todo el mundo, y una multitud de personas sedientas de justicia se ha puesto en marcha. ¿Qué les atrae? Un suministro gratuito de un agua extraordinaria. ¡Cualquiera que lo desee puede beber de esta agua y vivir para siempre! ¿Quién la provee? Es Jehová Dios mismo el que ha ofrecido a la humanidad la oportunidad de que beba gratis del agua de la vida.

Hace siglos, Jehová inspiró al apóstol Juan a escribir con referencia a nuestro día esta visión profética: “El espíritu y la novia siguen diciendo: ‘¡Ven!’. Y cualquiera que oiga, diga: ‘¡Ven!’. Y cualquiera que tenga sed, venga; cualquiera que desee, tome gratis del agua de la vida”. (Rev. 22:17.)

¿Cuántos aceptarán la invitación? La visión que Juan registró en Revelación 7:9 se ha convertido en una realidad. Él vio “una gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y había ramas de palmera en sus manos”. Demostrando su confianza en el total cumplimiento de la visión, durante las décadas que han transcurrido de este siglo veinte, el resto ungido de la clase de la novia nunca ha dejado de decir: “¡Ven!”. No se han escatimado energías ni recursos para difundir el mensaje en toda nación. El resultado ha sido la espléndida bendición de Jehová Dios sobre esta gran obra de invitar a la gente a obtener vida eterna.

La “gran muchedumbre” responde

Aunque actualmente en la Tierra viven menos de nueve mil miembros de la clase de la novia del Señor, su gozo se ha elevado hasta altas cotas al habérseles unido más de tres millones y medio de miembros de la gran muchedumbre, quienes también han venido a tomar gratis del agua de la vida. (Rev. 21:⁠9.) Todavía hay más personas que responden con entusiasmo a la invitación. Los de la gran muchedumbre también han unido sus voces en decir: “¡Ven!”. A medida que crecen en número, se amplía la invitación ‘¡vengan!’ que extienden por todo el mundo. Más personas la oyen. A su vez, más oidores responden y dicen: “¡Ven!”.

¿Cuántos más escucharán y vendrán? Ningún hombre puede saberlo. Pero sin importar el número que se alcance, los que proclaman la invitación ‘¡vengan!’ se hallan emocionados ante las noticias que les llegan desde todo rincón de la Tierra que indican que multitudes crecientes de personas huyen de Babilonia la Grande y afluyen a la organización de Jehová. Todos los años, los que sirven a Jehová en estos últimos días esperan con anhelo el informe mundial a fin de enterarse del incremento en la alabanza que se rinde a Dios internacionalmente. Los informes anuales fortalecen el corazón y las manos de los que trabajan en el ministerio del campo, los cuales dan gracias y alabanza a Jehová, quien está haciendo crecer su organización terrestre. (1 Cor. 3:⁠6.)

Durante este pasado año de servicio, se han realizado grandes esfuerzos por extender la invitación. Los informes muestran que un máximo de 3.592.654 publicadores del Reino participaron en la obra de predicar, y dedicaron un total de 785.521.697 horas a esta actividad altruista.

Los que participan fielmente en ofrecer la invitación condujeron cada semana 3.237.160 estudios bíblicos a fin de ayudar a los que escuchan a apreciar la maravillosa provisión que Jehová ha hecho por medio de Jesucristo para su bendición eterna. Además de pasar todas esas horas en la predicación, nuestros hermanos dieron de su tiempo generosamente para asociarse con los recientemente interesados. Los testigos de Jehová los llevaron con constancia a las reuniones cristianas, como por ejemplo a la Conmemoración de la muerte del Señor, a la que en abril del año pasado asistieron 9.201.071 personas. En esta y en otras reuniones, los simpatizantes pudieron familiarizarse con la congregación y su funcionamiento. Pudieron ver por sí mismos cómo influye el espíritu de Jehová en quienes le sirven y les hace producir el excelente fruto de ese mismo espíritu. La asociación amigable en las congregaciones tiene mucha importancia para los que responden a la invitación.

En el año de servicio de 1988 se bautizaron 239.268 personas, que de esta manera simbolizaron su dedicación a Jehová Dios. El año anterior se habían bautizado 230.843. La invitación ‘¡vengan!’ sigue extendiéndose y está llegando al corazón y la mente de más centenares de miles de personas que nunca antes. La obra cobra ímpetu. ¡Qué emocionante es observar el crecimiento de la gran muchedumbre! Fiel a su palabra, Jehová lo está ‘acelerando a su propio tiempo’. (Isa. 60:22.)

Una respuesta mundial

¡Qué emocionante es conocer algunas de las experiencias de las que han disfrutado nuestros hermanos en esta gran obra de invitar! Por ejemplo: un Testigo de Austria prestó el libro Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la Tierra a la dueña de un restaurante, una mujer muy ocupada. Eso ocurrió a principios de 1983. La mujer leyó el libro, no por curiosidad, sino más bien, para poder devolverlo. ¿Qué impresión le causó lo que leyó? Ella relata: “Después de leer las primeras páginas, me hallaba totalmente absorta en lo que leía. Me dije: ‘Si todo esto es verdad, tengo que saber más acerca de ello’”.

Se comenzó un estudio con esta mujer, y ella, a su vez, empezó a explicar a sus hijos lo que aprendía. En poco tiempo, ellos también empezaron a compartir aquellas cosas buenas con sus amigos y parientes. Cuando ella y su hijo menor dejaron la Iglesia, su esposo comenzó a oponerse. ¿Aguantaría su fe? “Con la ayuda de Jehová, mi hijo y yo sobrellevamos con éxito la presión que mi marido ejerció sobre nosotros —cuenta ella⁠—. Además, todavía tenía que vencer mi hábito inmundo de fumar; pero en julio de 1985 simbolicé mi dedicación a Jehová por medio del bautismo en agua. Tras dejar el negocio del restaurante, comencé el precursorado auxiliar en febrero de 1986, y desde junio del mismo año formo parte de las filas de los felices precursores regulares.”

Una de las hijas de la hermana se bautizó en mayo de 1985 y se unió a ella en el precursorado. La firme postura de parte de la verdad de la madre también ha resultado en que se conduzcan estudios bíblicos con treinta y seis personas, de las que catorce ya se han bautizado y diecisiete han comenzado a compartir las buenas nuevas con otros. ¡Qué excelente recompensa por sembrar fielmente en sentido espiritual! (Compárese con Eclesiastés 11:⁠6.)

En Guam, la esposa del propietario de unas tiendas de alimentos recibió la invitación de ‘venir y tomar gratis el agua de la vida’. Pese a que su familia y la comunidad en la que vivía eran muy católicas, comenzó a estudiar la Biblia. Inmediatamente se puso a testificar de manera informal. No pasó por alto hablar acerca de la verdad a su esposo y animar a su propia familia y a los empleados de sus establecimientos a estudiar la Biblia con los Testigos. Hace alrededor de un año, esta mujer se bautizó ante el asombro de quienes la habían conocido.

Entonces, su marido le pidió que siguiera al cargo de una de sus tiendas, lo que restringía el tiempo que podía dedicar al ministerio de casa en casa. Sin desanimarse, ella continuó testificando denodadamente a sus familiares, así como a los clientes y a los empleados de la tienda. ¿Cuáles han sido los resultados? Cuatro de sus hermanas carnales, así como tres de sus cuñadas, comenzaron a estudiar. Su marido ahora está investigando la Biblia, y ella conduce un estudio con sus tres hijos. También estudia un joven de habla extranjera que es amigo de su marido. En cuanto a los empleados de la tienda, cinco han empezado a estudiar. ¡Qué placer fue ver en la Conmemoración de la muerte de Cristo a algunos de sus parientes y empleados, así como a sus hijos, un total de 50 personas! Sí, la invitación de tomar el agua de la vida puede extenderse de manera eficaz mediante la testificación informal.

En Nigeria existen miles de herbolarios, y casi todos practican alguna forma de demonismo relacionada con el tratamiento que usan. Uno de ellos incluso solía amenazar con matar a los Testigos. Cuando un hermano llamó a su puerta, el herbolario pronunció algunos encantamientos sobre una mezcla ya preparada y la echó de un soplo en la cara del Testigo. “Dentro de siete días estará usted muerto”, gritó, y cerró la puerta de la casa.

El Testigo volvió a casa y se puso en comunicación con uno de los ancianos. Siete días más tarde, él, rebosante de vida, y el anciano, decidieron ir a visitar al herbolario. Cuando los hermanos se aproximaban, el hombre salió corriendo de la casa y gritaba que estaba viendo un fantasma. Al oír el alboroto, la gente comenzó a aglomerarse, y el herbolario por fin se calmó. Los hermanos concordaron en verle tres días después. De modo que se comenzó un estudio bíblico, y este herbolario entró en la verdad.

Los jóvenes también participan en brindar a otros la invitación: “¡Ven!”. En el año 1983, David, un jovencito de Francia de ocho años, asistía al estudio bíblico que los testigos de Jehová conducían con su madre. El muchacho hablaba a sus abuelos acerca de todas las cosas que aprendía, especialmente de la esperanza del paraíso. Incluso les dijo: “Quiero que se hagan testigos de Jehová y estén conmigo en el paraíso”. Aunque eran católicos practicantes, la insistencia de su nieto tuvo efecto en ellos, de modo que aceptaron un estudio bíblico y se bautizaron en 1986. Mientras tanto, la madre de David dejó de estudiar, pero él continuó. Todos los fines de semana recorría en bicicleta 30 kilómetros hasta la casa de sus abuelos para participar en la obra de predicar y asistir a las reuniones con ellos. Además, testificó a dos tíos suyos que en la actualidad también están estudiando. Gracias a la actividad de testificar de este jovencito, cuatro de sus parientes han llegado a conocer la verdad.

La buena conducta produce buen fruto

Un hermano de Brasil explica cómo su conducta en el lugar de empleo produjo buenos resultados. “En mi trabajo, a la hora de comer siempre se formaba una cola de trabajadores que esperaban que se les sirviera. Algunos se colaban o incluso se hacían sitio por la fuerza delante de los demás, lo que resultaba en discusiones y peleas. En medio de aquellas refriegas solía hallarse un trabajador que llevaba consigo una navaja y un revólver. Él se dio cuenta de que yo no me ponía en la cola, sino que esperaba en las inmediaciones hasta que esta terminaba. De manera que me preguntó: ‘¿Por qué no haces cola?’. Se lo expliqué y le di un breve testimonio. Nuestro nombre, testigos de Jehová, le tenía intrigado. Al día siguiente, en lugar de provocar un altercado en la fila, trató de provocarme a mí. Mantuvimos la siguiente conversación:

”‘Dices que eres testigo de Jehová. Muy bien, muéstrame en la Biblia dónde dice Dios que tengamos que ser sus testigos.’

”‘¿Tienes una Biblia en casa?’, le pregunté.

”‘No, pero mi vecino sí, y se la puedo pedir. Si eres capaz de mostrarme en la Biblia que Dios dice que tenemos que ser sus testigos, yo seré uno de ellos.’

”‘Ten cuidado con lo que dices’, le advertí.

”‘Soy hombre de palabra’, replicó con orgullo.

”Le escribí el texto de Isaías 43:9-12. Al llegar a casa, fue a donde su vecino, quien le ayudó a encontrarlo. ‘¡Es suficiente!’, dijo a su vecino. Fue a casa y anunció a su esposa: ‘Voy a hacerme testigo de Jehová’.

”‘Estás loco —contestó ella⁠—. ¿Cómo puedes decidir así, en un momento, que vas a ser testigo de Jehová?’

”Al día siguiente, en el trabajo, el hombre se acercó a mí y me dijo: ‘Tenías razón. Quiero bautizarme pronto’. Le expliqué que eso no era así de sencillo, sino que primero tendría que estudiar la Biblia. Comenzamos un estudio, y a su debido tiempo, no solo él, sino también su esposa y sus nueve hijos fueron bautizados. Actualmente sirve de anciano, y tres de sus hijos son siervos ministeriales. Una hija es precursora especial. Y si se juntara a las personas a las que ha ayudado a entrar en la verdad, se podría formar una congregación.”

Los proyectos de construcción dan testimonio

En Australia se han construido más de cien nuevos Salones del Reino en los últimos tres años, ochenta y cinco de los cuales se terminaron en dos o tres días gracias al sistema de “construcción rápida”. Entre estos sobresale el Salón con aire acondicionado que se edificó en un fin de semana en Port Hedland (Australia Occidental). Esta remota población minera está situada en la costa noroccidental, a aproximadamente mil seiscientos kilómetros de Perth, la capital del estado. Puesto que la ciudad está rodeada de desierto por kilómetros y kilómetros, la práctica totalidad de los materiales de construcción y la mayor parte de la mano de obra tuvo que traerse desde Perth y localidades aún más alejadas. Los hermanos que viajaron allí para ayudar en la construcción pagaron sus gastos de viaje —unos 60.000 dólares⁠— de sus propios bolsillos. ¡Cuánto apreció la pequeña congregación de 97 publicadores de Port Hedland el amor que mostraron sus hermanos!

¡Y qué testimonio fue para la ciudad! Ver a hermanos de más de sesenta y tres congregaciones trabajar con una sofocante temperatura de 39 °C impresionó a la gente de la localidad. Dos empresas de cosméticos del lugar regalaron crema protectora por valor de ochocientos dólares para ayudar a los trabajadores a soportar los intensos rayos del Sol. Muchos de los vecinos de la ciudad se admiraron de que tantos trabajadores voluntarios viajaran hasta tan lejos a sus propias expensas, y el entusiasmo y el espíritu de cooperación de los trabajadores impresionó a los funcionarios locales. Uno de ellos dijo: “Hay que reconocer el mérito que tienen. Nunca he visto nada semejante en una región tan aislada como esta”.

En febrero de 1988 se terminó la nueva fábrica de seis pisos de Japón, y ha estado en funcionamiento desde marzo. El Departamento de Bomberos de la ciudad de Ebina, basándose en los tratos previos que ha tenido con los hermanos, confía en su trabajo. Los oficiales del departamento dijeron a los hermanos de la Sucursal: “Cuando se trata de observar las regulaciones antiincendios, ustedes son el modelo para la ciudad de Ebina”. Una vez acabada la construcción de la nueva fábrica, la Sucursal solicitó que el Departamento de Bomberos efectuara la inspección rutinaria del nuevo edificio. Se esperaba que vinieran los dos o tres representantes que suelen enviar. Pero en vez de eso, el día 1 de marzo la Sucursal se sorprendió al recibir la visita de casi la mitad del Departamento de Bomberos de la ciudad, incluyendo un camión y una unidad de rescate. Los bomberos no solo vinieron a efectuar una inspección, sino también a aprender a manejar las propias instalaciones antiincendios de la Sucursal. El inspector jefe estaba tan impresionado con la manera que tienen los hermanos de acatar las normativas antiincendios, que dijo: “Todos los que están relacionados con la lucha contra el fuego en Ebina deberían ver esto”.

Noticias gozosas para los que se hallan abatidos

Una hermana de Argentina relata cómo llegó a conocer la verdad y extendió la invitación a otros. “Me deprimía enormemente ver que la gente envejece sin poder hacer nada para evitarlo. Mi médico me recomendó que viajara para ocupar mi mente en otras cosas, pero eso no solucionó mi problema. Me casé, pero aquella angustia interna continuaba. Algunos años más tarde, una mujer vino a mi casa para preguntar por el paradero de una vecina que había estudiado la Biblia, pero que se había mudado. Invité a la Testigo a entrar en casa, y durante dos horas estuvo explicándome cosas interesantes acerca de la Biblia. Lo que más me impresionó fue el hecho de que Dios promete un nuevo sistema donde la muerte no existirá más, ni la vejez ni la enfermedad ni el sufrimiento. Aquel mismo día empecé a estudiar la Biblia. Lamentablemente, mi familia se opuso, bien ridiculizando el estudio, bien mostrando la más absoluta indiferencia. Pese a todo, comencé a asistir a las reuniones con mi hija pequeña. Tan pronto como pude, viajé unos mil novecientos kilómetros para explicar al resto de mi familia las maravillosas verdades que estaba aprendiendo. ¡Qué feliz me sentí cuando algunos de ellos respondieron favorablemente y también empezaron a estudiar la Biblia!

”Poco a poco, como diferentes miembros de la familia empezaban a escuchar y se interesaban en la verdad, la oposición fue menguando. Mis padres, mi esposo, cinco hermanos y varios sobrinos se pusieron de parte de la verdad. Hoy, más de ochenta Testigos adultos y más de cuarenta niños predican las maravillosas buenas nuevas del Reino de Dios; algunos de ellos sirven de ancianos y otros, de siervos ministeriales. Agradezco a Jehová que enviara a alguien para ayudarme a superar mi depresión y que me diera a mí y a mi familia la esperanza de vivir para siempre en su nuevo mundo.”

Gennaro, un hermano de Italia, narra cómo la compasión le impulsó a invitar a un extraño a ‘venir’. “Mientras presentaba un discurso público en un Salón del Reino, me fijé en un hombre que estaba sentado en el auditorio y que prestaba muchísima atención. Al terminar la reunión, le saludé, y me confesó que su vida familiar era sumamente desgraciada. Su esposa estaba fuertemente opuesta a la verdad, e incluso había llegado a tomar un palo y echar de la casa al hermano que estudiaba con él.

”Por alguna razón perdí el contacto con el hombre. Más tarde, el hermano que había estudiado con él me dijo que estaba en un hospital de una localidad cercana sometiéndose a tratamiento debido a una enfermedad pulmonar. Fui al hospital, y como no sabía su apellido, comencé a buscarle por todas las habitaciones. Finalmente di con él. Estaba demacrado, desalentado y deprimido. Nada más verme, sin embargo, su cara se iluminó de alegría. Me dijo que sus familiares no le habían visitado desde hacía meses y que su esposa tampoco podía venir a verle muy a menudo. Comencé un estudio bíblico con él aquel mismo día. Siete meses más tarde fue dado de alta y volvió a casa. Su esposa comenzó a estudiar y algunos meses después, los dos se bautizaron.

”Posteriormente este hermano me dijo: ‘¿Te acuerdas de aquel día que me visitaste en el hospital? Pues bien, llegaste en el momento justo. Solo unos minutos más tarde me hubiera tirado por el balcón para acabar con todo. Pero lo que dijiste me animó, en especial cuando me aseguraste que podía llegar a formar parte de la familia más grande del mundo, la organización de Jehová’.”

En un país de África donde nuestra obra está proscrita, un hombre con problemas de salud también aceptó la invitación de ‘venir’, y ahora invita a otros. Hace ya muchos años, antes de que conociera la verdad, contrajo una tuberculosis que le dejó paralizado. Sintiéndose abatido por tener que estar confinado en un hospital, empezó a considerar la idea del suicidio. Entonces conoció a unos Testigos que también estaban ingresados en ese hospital. Se comenzó un estudio bíblico, que infundió esperanza en el corazón de este hombre. Cuando fue trasladado a otro hospital, un precursor especial continuó estudiando con él, y los hermanos de la localidad le ayudaban a asistir a las reuniones. Con el tiempo, se bautizó. Cuando su condición física empezó a mejorar, sirvió de precursor auxiliar. Y gracias a que Jehová le concedió la fortaleza necesaria, más tarde sirvió de precursor regular, y desde hace diez años ha estado sirviendo de precursor especial.

¿Cómo logra efectuar su obra de testificar? Se desplaza valiéndose de muletas o en su silla de ruedas. Para llegar a su territorio, que se extiende hasta treinta kilómetros fuera de su población, ha de recorrer angostos senderos en la selva. Durante los pasados dos años de proscripción, nunca ha dejado de llegar a su meta de 140 horas en el servicio del campo, ¡y casi siempre informa una actividad mensual de 160 ó 180 horas! Cuando se detiene a los hermanos, él es el que se presenta denodadamente delante de los funcionarios para hablar a su favor y darles testimonio. ¡Qué fuente de estímulo para todos los que sufren en sentido físico!

¿Participa usted a plenitud en la proclamación del mensaje del Reino? Que Jehová lo bendiga abundantemente mientras extiende a otros la magnífica invitación: ‘¡Vengan! Tomen gratis el agua de la vida’.

Jehová satisface nuestras necesidades

Nuestro Padre celestial sabe exactamente qué es lo que necesitamos y cuándo lo necesitamos. Las asambleas de distrito “Justicia Divina”, que comenzaron en junio de 1988 y continuarán durante parte de 1989, ilustran cómo Jehová satisface amorosamente las necesidades de su pueblo.

Con relación al programa de la asamblea, La Atalaya del 15 de febrero de 1988 dijo: “Puede estar seguro de que Jehová nos tiene [preparado] ‘un banquete’ de cosas buenas que nos fortalecerán y estimularán para el trabajo futuro”. Y efectivamente, el programa superó ampliamente todas las expectativas. En las asambleas celebradas en Estados Unidos, Canadá, Asia y Europa, la transmisión por línea telefónica de algunos discursos seleccionados tuvo un significativo efecto unificador. Un informe mencionó: “Fue impresionante escuchar un potente ‘¡sí!’ cuando se adoptó la enérgica resolución que desenmascaraba a Babilonia la Grande. La conexión telefónica con la ciudad clave fue ciertamente sobresaliente”.

En muchas asambleas los misioneros expresaron su agradecimiento por la provisión que les permitía estar presentes. Un precursor de Vancouver (Canadá), tras oír las experiencias de los misioneros, dijo: “No tengo palabras para expresar cuánto ha fortalecido mi fe el oír a todos los misioneros”.

La asistencia combinada a las asambleas de Canadá y de Estados Unidos superó la cifra de 1.440.000. En Europa, más de 1.100.000 personas se beneficiaron del programa. Viena (Austria) fue la ciudad clave de las asambleas que se celebraron en ese país, así como de algunas ciudades de Alemania occidental, Luxemburgo y Suiza. Más de 80.000 personas escucharon los discursos que se transmitieron por línea telefónica. A la sesión en húngaro asistieron más de 2.000 personas. Un hermano expresó el sentir de los 3.600 que disfrutaron del programa yugoslavo al exclamar: “¡Esta fue la asamblea de las asambleas!”.

En las asambleas celebradas en España e Italia, la cantidad de bautizados fue sobresaliente. Por ejemplo: en Valencia fue un 3,5% de la asistencia máxima; en Sevilla, un 4%, y en Oviedo, un 4,2%. En Italia ocurrió algo similar.

En Grecia se iba a utilizar un nuevo estadio que hay en la ciudad de El Pireo, pero debido a la oposición del clero ortodoxo, se canceló el contrato. En solo dos días, los hermanos organizaron la misma asamblea en Malacasa. Allí tienen un excelente Salón de Asambleas y una gran extensión al aire libre, que acomodó por encima de 18.000 asistentes. Si el clero había pensado que impidiendo el uso del estadio de El Pireo, detendrían la asamblea, ¡qué equivocados estaban! Su oposición únicamente resultó en mayor publicidad y fortaleció la determinación de los hermanos. (Fili. 2:12.)

En agosto, las asambleas que se celebraron en Venezuela y Brasil congregaron a casi medio millón de personas. Un ejemplo típico de la excelente publicidad que se recibió fue el informe presentado por una emisora de radio brasileña, en el que se decía que “los testigos de Jehová dan una muestra viva de fe. Están poniendo un ejemplo de fe y civismo muy diferente del que ponen los hinchas futbolísticos, quienes solo dejan una muestra de basura”.

En el Lejano Oriente, 88.120 personas asistieron a las asambleas celebradas en Corea, y 2.130 se bautizaron. Las asambleas terminaron justo antes de que en ese país comenzaran los Juegos Olímpicos. El administrador del gimnasio Chamshil, de Seúl, comentó: “Estamos muy ocupados con el acondicionamiento de esta instalación para las Olimpiadas de Seúl-88, y solo quedan cincuenta días para que comiencen. Sin embargo, debido a la reputación que se han ganado en el pasado, les permitimos usarla”. Japón informó una asistencia total de 240.355 personas a sus 33 asambleas, y 3.828 se bautizaron. Tras la presentación del libro Apocalipsis, podía verse una cola compuesta por millares de precursores a la espera de obtener sus ejemplares gratuitos del libro.

En el Caribe, Kingston (Jamaica) fue la ciudad clave para las asambleas que se celebraron en Antigua, Barbados, Guyana y Trinidad. La asistencia máxima se alcanzó en la sesión del domingo por la tarde, cuando 36.867 se presentaron para escuchar el discurso público.

Con una asistencia que para septiembre ya había superado la cifra de los 4.000.000, todavía se esperan informes adicionales de las asambleas de distrito “Justicia Divina” procedentes de los países del hemisferio sur.

El pasado año de servicio dio comienzo un nuevo rasgo para que los circuitos disfruten de asociación espiritual e instrucción. Este lo constituyen reuniones de un solo día que reciben el nombre de días especiales de asamblea. Un superintendente de circuito de Estados Unidos comentó lo siguiente acerca del programa: “El énfasis que se puso en el estudio personal de la Biblia y las publicaciones y en que nos esforcemos a mayor grado por aplicar personalmente lo que hemos aprendido fue muy beneficioso”.

Durante el año de servicio de 1988, también se celebraron Escuelas del Ministerio del Reino para el beneficio de ancianos y siervos ministeriales. Concerniente a ellas, la sucursal de Zambia escribe: “La escuela, en la que se utilizó el índice de cincuenta y cinco años Watch Tower Publications Index 1930-1985, fue muy oportuna. Una enorme cantidad de la información que se abarcó era exactamente lo que necesitábamos en nuestro territorio”.

Además, el año pasado comenzó la Escuela de Entrenamiento Ministerial. ¿De qué se trataba?, ¿y en qué sentidos nos va a ser de ayuda?

Se inaugura la Escuela de Entrenamiento Ministerial

La Escuela de Entrenamiento Ministerial se inauguró el 1 de octubre de 1987 en el Salón de Asambleas de Coraopolis (Pensilvania, E.U.A.). Tres miembros del Cuerpo Gobernante, los hermanos Jaracz, Klein y Schroeder, participaron en el programa, al que asistieron más de 1.600 hermanos de Pitsburgo y sus alrededores.

¿Cuál es el objetivo de esta escuela? Con el recogimiento de una cosecha que ya supera ampliamente los tres millones de personas, ahora es muy necesario que hombres capacitados no solo lleven la delantera en la obra de evangelizar, sino que también pastoreen el rebaño y enseñen en la congregación. De manera que el propósito de la Escuela de Entrenamiento Ministerial es equipar a hombres capacitados espiritualmente para asumir mayores responsabilidades dentro de la organización.

¿Qué programa sigue la Escuela? En este curso de ocho semanas de duración se incluye un estudio de la Biblia intensivo. También se consideran asuntos administrativos, judiciales y de organización, además de las responsabilidades de los superintendentes y siervos ministeriales. Los estudiantes reciben instrucción para capacitarse como oradores públicos. Los instructores dan mucha atención personal al crecimiento espiritual de cada estudiante.

El domingo 29 de noviembre de 1987 fue el día de la graduación de los 24 ancianos y siervos ministeriales que componían la primera clase. Se les asignó a servir en diez países. La segunda clase, compuesta por 26 ancianos y siervos ministeriales, se celebró en Los Ángeles (California, E.U.A.). Se graduaron el domingo 22 de mayo de 1988, y recibieron asignaciones en once países. Tanto en Pitsburgo como en Los Ángeles, el superintendente de ciudad, el superintendente del Salón de Asambleas, los dos instructores y un miembro del Cuerpo Gobernante dirigieron la palabra a los asistentes.

En total, congregaciones y territorios de quince países se beneficiarán de la ayuda que les prestarán los hermanos que han pasado por las dos primeras clases. Esto nos hace recordar las palabras que se encuentran en Miqueas 4:1, 2: “Y en la parte final de los días tiene que suceder que la montaña de la casa de Jehová llegará a estar firmemente establecida por encima de la cumbre de las montañas, y ciertamente será alzada por encima de las colinas; y a ella tendrán que afluir pueblos. Y muchas naciones ciertamente irán y dirán: ‘Vengan, y subamos a la montaña de Jehová y a la casa del Dios de Jacob; y él nos instruirá acerca de sus caminos, y ciertamente andaremos en sus sendas’. Porque de Sión saldrá ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová”.

¿Se beneficiaron de esta Escuela los estudiantes? Por supuesto que sí. Una carta de aprecio redactada por la primera clase expresó su sentir sobre la Escuela: “Es indiscutible que nos hemos convertido en ministros más capacitados. Lo cierto es que la clase entera está de acuerdo en que esta Escuela ha sido el punto culminante de nuestra vida espiritual”. Una carta que escribió la segunda clase decía en parte: “El curso ha superado todas nuestras expectativas. Ninguno de nosotros podía haberse imaginado lo completo y profundo que sería [...]. Desde este mismo momento y cuando vayamos a nuestras respectivas asignaciones, nos esforzaremos por aplicar el excelente consejo que hemos recibido durante estas ocho semanas”.

Con el fin de ampliar el alcance de esta Escuela, durante el primer año se ha preparado a otros cuatro superintendentes viajantes para que sirvan de instructores. En varios países se ha entrevistado a ancianos y siervos ministeriales solteros que están interesados en asistir a la Escuela. También se ha determinado que en algunos países, el superintendente de distrito se reúna durante la asamblea de circuito con hermanos que hablen inglés. Esto hará posible que muchos más hermanos se beneficien del programa de la Escuela y sean usados dondequiera que se les necesite en el campo mundial.

Las dedicaciones de nuevas sucursales ocasionan gozo

“Las congregaciones continuaron haciéndose firmes en la fe y aumentando en número de día en día”, escribió Lucas con referencia al rápido crecimiento del cristianismo en el primer siglo. (Hech. 16:⁠5.) De igual manera, el constante aumento en la cantidad de testigos de Jehová por todo el mundo en nuestro siglo veinte es prueba sólida de que se está respondiendo a la llamada de la novia del Cordero: “¡Ven!”. (Rev. 22:17.) ¡Qué causa de regocijo! Pero junto con el alborozo, también viene la necesidad de ampliar las oficinas sucursales ya existentes y de construir otras enteramente nuevas, con fábricas y hogares Betel. Por esta razón, durante el pasado año de servicio, se condujeron ocho programas de dedicación de sucursales. Examinemos ahora brevemente estos emocionantes acontecimientos.

Ecuador

Nuestros hermanos de Ecuador se sintieron exultantes el día 11 de octubre de 1987, cuando el hermano Daniel Sydlik, del Cuerpo Gobernante, dedicó la nueva oficina sucursal. Durante el animador discurso de dedicación que presentó ante un auditorio de 5.500 personas, dijo: “Para que Jehová considere significativo un sacrificio, primero debe significar algo para nosotros”. ¡Qué ciertas habían resultado ser aquellas palabras! Por un período superior a tres años, más de doscientos ecuatorianos y otros doscientos setenta Testigos de catorce países fueron a trabajar en la construcción de la sucursal a sus propias expensas. Hasta un niño de doce años de edad quiso contribuir al proyecto de construcción, y quizás hizo la más conmovedora contribución de todas. Mientras la leucemia consumía su vida, pidió a su madre que enviara su contribución de 118 sucres (59 centavos de dólar) a los hermanos de la sucursal.

En 1977 un hermano donó bondadosamente un terreno de unas 34 hectáreas que se encuentra a unos 18 kilómetros de la ciudad de Guayaquil. Allí fue donde se construyeron la sucursal y el Salón de Asambleas. Ahora que ya se ha finalizado la construcción de estos bellos edificios, contribuirán a difundir el nombre de Dios debido a su misma ubicación, pues todos los años, centenares de miles de personas que van camino a las playas pasarán con sus vehículos delante de la nueva sucursal.

Papuasia Nueva Guinea

La fecha fue el 12 de diciembre de 1987. ¿El acontecimiento? La dedicación de la nueva oficina sucursal en una tierra de 700 idiomas: Papuasia Nueva Guinea. ¿Y el orador? El superintendente de zona, el hermano Robert W. Wallen, de la central de Brooklyn. Presentó el discurso de dedicación a un feliz auditorio de 564 personas.

Hace más de treinta y cinco años, en diciembre de 1951, dos Testigos celosos, Tom y Rowena Kitto, llevaron la verdad por primera vez a la capital de Papuasia Nueva Guinea, Port Moresby. Para el año 1955, 61 publicadores participaban activamente en la proclamación de las buenas nuevas. En la actualidad, la sucursal informa un máximo de 2.023 publicadores.

En septiembre de 1960 se estableció una oficina sucursal; en un principio estaba en la sala de estar de la casa de un publicador. Con el tiempo, la sucursal se mudó a un edificio más grande. Pero el crecimiento de la obra del Reino requería una mayor expansión. De manera que en mayo de 1982 comenzaron los preparativos para la construcción de una nueva oficina sucursal y hogar Betel. Basándose en planos confeccionados en la central de Brooklyn, voluntarios de Australia, Nueva Zelanda y, por supuesto, Papuasia Nueva Guinea, construyeron un edificio de cuatro pisos que comprende habitaciones, oficinas y espacio para fábrica. Un total de 200 trabajadores de tiempo completo (en cualquier momento de la construcción había una media de 54 trabajadores) contribuyeron su tiempo y energías durante un período de cuatro años. De acuerdo con las estrictas ordenanzas de inmigración y trabajo vigentes en este país, el Ministerio de Trabajo exigió que se entrenara a un nativo de Papuasia Nueva Guinea junto con cada trabajador voluntario que participara en el proyecto. Como consecuencia, 30 hermanos y hermanas locales aprendieron oficios durante la construcción.

La apariencia de la oficina sucursal es única. Ha sido la primera vez que en Papuasia Nueva Guinea se han empleado bloques de cemento de color en la construcción de un edificio. En algunas ocasiones los trabajadores se sintieron cansados e incapaces de salvar diversos problemas, pero Jehová les infundió “poder” para superar sus debilidades. (Isa. 40:29.) La nueva sucursal sobresale no como un monumento a quienes lo hicieron, sino como testimonio de que el espíritu de Jehová se ha hecho operativo en sus siervos imperfectos. ¡Cómo rebosaron de felicidad los corazones de nuestros hermanos cuando se dieron los últimos toques que completaron el proyecto!

Guyana

Allá en el primer siglo, Áquila y Prisca utilizaron su casa con fines teocráticos. (1 Cor. 16:19.) De igual modo, un hermano amoroso y humilde de Guyana permitió que su hogar fuera usado como oficina sucursal desde 1914 hasta 1946, año en que se adquirió la primera oficina sucursal y hogar misional. En 1946 el máximo de publicadores fue de 91. Sin embargo, el año de servicio de 1987 presentó un máximo de 1.353 publicadores. Como resultado de este excelente aumento, se hicieron planes para construir una nueva oficina sucursal.

Las laboriosas hermanas que participaron en el proyecto de construcción realizaron una impresionante proeza. Se encargaron de una fábrica casera de bloques de cemento. Unas 120 hermanas, divididas en equipos de diez o doce, fueron capaces de producir unos 12.080 bloques de cemento en cincuenta y cinco días, y eso solo con dieciséis moldes. Pero si mucho fue el trabajo previo a la construcción, el edificio mismo es historia aparte.

Durante los fines de semana, el lugar de construcción bullía con trabajadores voluntarios procedentes de las congregaciones locales. El primer ministro del país y su séquito visitaron las obras e hicieron comentarios favorables. Un carpintero del lugar comentó: “Están haciendo ustedes un trabajo de calidad inmejorable en su edificio”.

La noche del día 14 de enero de 1988, el superintendente de zona, el hermano Don A. Adams, de la central de Brooklyn, presentó el discurso de dedicación a las 1.935 personas que se congregaron en el amplio salón de actos del National Cultural Center, de Georgetown.

Ghana

La verdad se ha estado predicando en Ghana desde 1924, pero el sábado 30 de enero de 1988 pasará a la historia de la sucursal de este país como un día para el recuerdo. Fue entonces cuando se dedicaron las nuevas instalaciones de la sucursal. El discurso de dedicación lo presentó el hermano Theodore Jaracz, del Cuerpo Gobernante, a un auditorio de 3.812 personas. Los edificios han dado un testimonio eficaz al nombre de Jehová. Como ejemplo notemos lo que escribió una hermana de Estados Unidos cuyo marido incrédulo asistió a la Conferencia para Inversiones en Ghana en el Centro de Conferencias Kwame Nkrumah, de Acra:

“Durante el tiempo que mi marido estuvo en la conferencia, a menudo oía a la gente referirse al centro como el segundo edificio más bonito de Ghana. Esto le hizo preguntar a su guía, un contratista ghanés: ‘¿Cuál es el edificio más bonito?’. El guía contestó: ‘Una de esas iglesias que han construido los testigos de Jehová’.”

Entre los muchos visitantes que recibió la sucursal durante el año, figuraban 40 estudiantes y profesores de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Ciencias y Tecnología de Kumasi, situada a más de trescientos kilómetros al norte de Acra. Al grupo le impresionó tanto la nueva sucursal, que los profesores de la universidad han propuesto que se hagan visitas periódicamente como parte del programa de estudios.

La primera sucursal de Ghana abrió sus puertas en Acra el 1 de enero de 1948. Para finales de los años sesenta, los 7.000 publicadores habían excedido las posibilidades de aquella primera oficina sucursal, de tan solo una habitación. De manera que se construyó un hogar Betel de dos pisos y ocho habitaciones y se dedicó el 19 de marzo de 1963. En 1973 hubo que ampliar de nuevo la sucursal, y, finalmente, en 1978 se adquirió la actual propiedad de unas siete hectáreas para dar cabida a las instalaciones de imprenta.

Hawai

Aunque a primeras horas de la mañana del 3 de abril de 1988, estaba lloviendo en Honolulú, no se apagó el espíritu de los 5.870 que acudieron a un estadio para escuchar el refrescante discurso de dedicación presentado por el hermano Milton G. Henschel, del Cuerpo Gobernante. Los otros 2.838 hermanos que se congregaron en las islas de Maui, Kauai y Hawai, la más grande, estuvieron conectados por línea telefónica con Honolulú para escuchar el programa de un día de duración. Este programa de dedicación culminó un período de ajetreada actividad teocrática que comenzó a finales del mes de marzo, cuando varios miembros del Cuerpo Gobernante participaron en la celebración de la Conmemoración, así como en los días especiales de asamblea que se celebraron en las islas de Kauai, Oahu, Maui y Hawai. Qué feliz acontecimiento resultó ser ese en los setenta años de historia del pueblo de Jehová en Hawai.

¿Cómo se encontró esta propiedad en una isla donde el suelo edificable está a precios prohibitivos? En 1985 se puso en venta un antiguo supermercado. Su ubicación era ideal, de modo que se adquirió en noviembre de ese mismo año. Una vez terminadas las reformas requeridas, en agosto de 1987 se trasladaron las oficinas a su nueva ubicación, que también da cabida a dos Salones del Reino. La familia Betel se instaló en las espaciosas nuevas viviendas que se encuentran en el segundo piso.

Cuando Charles T. Russell, el primer presidente de la Sociedad Watch Tower, visitó Honolulú en 1912, no había ningún Estudiante de la Biblia en el archipiélago. Ahora, Hawai tiene 72 congregaciones y un máximo de 5.729 publicadores.

Hong Kong

Durante todos estos años en que se ha venido efectuando la actividad del Reino en Hong Kong, Jehová nunca ha dejado de proveer lo que se necesita al tiempo oportuno. A todos se les recordó este hecho el día 7 de mayo de 1988, cuando un miembro del Cuerpo Gobernante, el hermano Lyman A. Swingle, dedicó un nuevo edificio a Jehová. Pero, ¿por qué se necesitaba este nuevo edificio?

Examinemos brevemente lo que ha sucedido en Hong Kong desde que el 1 de septiembre de 1950 se estableció por primera vez una oficina sucursal en la calle Tai Po para atender las necesidades de nueve publicadores. Años más tarde, la sucursal se mudó al número 312 de la calle Prince Edward. En 1979 comenzó a buscarse otra ubicación, tarea que parecía poco menos que imposible en una ciudad tan apiñada como esta. Entonces, cierto día, mientras leía el periódico, una hermana se fijó en que se había puesto a la venta una propiedad: el número 4 de la calle Kent, en Kowloon Tong. Esta fue la propiedad que se compró, de modo que la sucursal se mudó a un suburbio limpio y tranquilo, muy convenientemente situado para atender a las congregaciones de toda la colonia.

En junio de 1983 se alcanzó por primera vez un máximo de 1.000 publicadores. Solo cuatro años después ya se había llegado a la cantidad de 1.600. Para poder asumir trabajo adicional, la familia Betel tenía que aumentar.

Todos los esfuerzos que se hicieron por adquirir las propiedades adyacentes a la sucursal fueron en vano. Entonces, cierto día llegó una carta en el correo en la que se anunciaba la venta de una propiedad que había en la misma calle, a tan solo cuatro puertas de la sucursal. Cuando los hermanos fueron a verla, apenas podían creer lo que tenían ante sus ojos. Se trataba de un moderno edificio que ni siquiera había sido estrenado. Efectivamente, esa llegó a ser la ampliación del hogar Betel, el edificio que dedicó el hermano Swingle.

Portugal

En Portugal, donde, como dijo un famoso poeta, “termina la tierra y comienza el mar”, la pesca es una de las actividades principales. Pero en años recientes, en este pequeño país europeo bañado por el Atlántico se ha llevado a cabo una clase diferente de pesca, una pesca que ha afectado las vidas de una parte importante de sus casi diez millones de habitantes.

El 13 de mayo de 1925 dio comienzo una obra de pescar espiritual cuando el hermano Rutherford visitó Lisboa y presentó un discurso a un auditorio de más de dos mil personas. Sin embargo, le aguardaban años difíciles al pueblo de Jehová. La obra fue proscrita, nuestros hermanos fueron hostigados y encarcelados y la oficina sucursal tuvo que funcionar clandestinamente desde diversos hogares.

Entonces, el 25 de abril de 1974 una revolución política acabó fulminantemente con la vieja dictadura. Y para diciembre se confirmó de manera oficial la libertad religiosa para el pueblo de Jehová. En febrero de 1975 se alquiló en Estoril una casa grande, de veinte habitaciones, que serviría de oficina sucursal y desde donde se atendería la obra, no solo en Portugal, sino también en Madeira, las Azores, Angola y Santo Tomé. Diez años después, era insuficiente, pues la cantidad de publicadores se elevaba a 28.984. Se encontró un terreno donde construir unas nuevas instalaciones, y se contrató a una empresa mundana para levantar la estructura de cemento armado. El resto del proyecto lo completaron trabajadores voluntarios, todos ellos Testigos.

¿Cómo pudo financiarse una obra de proporciones tan descomunales? Aunque Portugal no es un país rico, los hermanos contribuyeron “más allá de lo que verdaderamente podían hacer”, y fueron abundantemente bendecidos debido a ello. (2 Cor. 8:2-4.) Una familia con cinco hijos se reunió para ver cómo podían ayudar. Las hijas contribuyeron sus joyas y uno de los hijos, el dinero que había ahorrado para comprar una bicicleta. En la carta que envió a la sucursal, el padre escribió: “Esta contribución es el resultado de la venta de tres pulseras, cinco anillos y un par de pendientes, además del dinero de las huchas de mis hijos”.

El programa de dedicación se celebró la mañana del sábado 23 de abril de 1988 en el nuevo Salón del Reino, y fue transmitido por circuito cerrado de televisión a la fábrica y por línea telefónica al estadio de fútbol lisboeta de Restelo. El programa de la mañana concluyó con el alentador discurso de dedicación que presentó el hermano Milton G. Henschel.

Por la tarde, el hermano Henschel dirigió la palabra desde el mismo estadio a una asistencia récord de 45.522 personas que se congregaron para oírle hablar sobre el tema “¿Tendrán que clamar las piedras?”. Los hechos prueban que las piedras nunca tendrán que clamar en Portugal, como atestigua el nuevo máximo alcanzado en agosto de 33.739 publicadores. Actualmente hay en Portugal un proclamador de las buenas nuevas por cada 291 habitantes.

Chipre

Chipre, la tercera isla de mayor extensión del mar Mediterráneo, ha sido el escenario de actividad cristiana desde que Pablo y Bernabé pusieron pie en ella en 47-48 E.C. (Hech. 13:12.) Su población, de unos 620.000 habitantes, se compone mayormente de comunidades griegas, turcas, armenias y maronitas.

En tiempos modernos, la verdad llegó a Chipre en 1924. De tres publicadores de las buenas nuevas que había en 1925, el número aumentó hasta alcanzar 59 en 1948, cuando la Sociedad estableció la primera oficina sucursal. Para cuando se construyó una nueva oficina sucursal y hogar Betel en 1969, el número de publicadores se había elevado hasta 485.

No obstante, la situación cambió drásticamente en 1974. Hubo que abandonar abruptamente la oficina sucursal. Un golpe de estado derrocó al presidente, y solo unos días más tarde, el norte de Chipre fue invadido. Durante los enfrentamientos, hubo que evacuar la sucursal mientras las balas atravesaban las persianas bajadas. De manera que a partir de 1974 la obra se dirigió desde un edificio que había en Limasol, la segunda ciudad más importante de la isla, y que originalmente había servido de hogar misional.

Posteriormente, se compró y renovó un edificio en Nissou, un pequeño pueblo situado a 19 kilómetros de la capital, Nicosia. El hermano Carey Barber, del Cuerpo Gobernante, dedicó el nuevo edificio de la sucursal el 2 de agosto de 1988.

África

A los que tienen sed de justicia se les invita a ‘venir’ y disfrutar de la generosidad de Jehová. El continente africano está oyendo la llamada y la gente responde con entusiasmo. Por ejemplo: en los países de África oriental que están bajo la superintendencia de la sucursal de Kenia, ni la inflación galopante ni el espectro del hambre, que también aflige a nuestros hermanos, han impedido que disfruten de un magnífico año de actividad teocrática.

Los impedimentos físicos no han afectado la determinación de los siervos de Jehová de Kenia, que trabajan de toda alma para Él. Un hermano cuyos padres eran incrédulos había tenido poliomielitis cuando era niño, y como resultado, tiene que andar con muletas. Para asistir a las reuniones, caminaba 15 kilómetros todos los sábados, pasaba la noche en el lugar de reunión y el domingo volvía a andar los 15 kilómetros hasta su hogar. El gozo, el estímulo y el compañerismo que encontraba en las reuniones le sustentaban. Finalmente, después de meses de verle caminar para ir y venir a las reuniones, sus padres se convencieron de que no había manera de desanimarlo. Por lo tanto, se ofrecieron para ayudarle a costear el transporte.

En un país que atiende la sucursal de Kenia, un alto cargo de un partido político siempre quedaba impresionado por la buena conducta de los hermanos a los que se hacía comparecer ante él y a los que se acusaba falsamente de actividades delictivas. De manera que, en ausencia de su superior, a veces utilizaba su posición para liberar a los hermanos. Mientras tanto, él tenía problemas de índole política con un influyente líder rebelde de la zona. El gobierno asignó a este oficial a perseguir y dar muerte al líder rebelde. Como respuesta a la acción del gobierno, el grupo rebelde juró ejecutar al oficial. Posteriormente, fue trasladado a la capital del país, donde se le acusó falsamente y se le encarceló. Antes de que se le pusiera en libertad, encontró a los testigos de Jehová y aceptó un ejemplar del libro “La verdad que lleva a vida eterna”. Cuando volvió a casa, se empezó un estudio bíblico con él y su esposa.

Mientras tanto, el rebelde, quien para entonces había normalizado su vida y tenía un empleo fijo como maestro de escuela, comenzó a estudiar con el mismo hermano con el que estudiaba este oficial del gobierno. La casualidad quiso que estos anteriores enemigos se encontraran en la casa del hermano. ¡Qué impresión les causó! Pero gradualmente, su odio y desconfianza se desvanecieron. Tanto ellos como sus respectivas esposas progresaron en la verdad, y se bautizaron el mismo día.

¿Qué importancia tiene el que pongamos un buen ejemplo en cuestiones de moralidad en nuestro lugar de empleo? Una respuesta la proporciona esta experiencia de Senegal. Un joven que estudiaba la Biblia con los testigos de Jehová leyó un artículo de La Atalaya que trataba el tema de la honradez, y consideró necesario aplicar el consejo en su trabajo. De manera que instaló cerraduras en los depósitos de gasolina de los automóviles de la compañía para evitar que sus compañeros de trabajo la robaran. El patrón se dio cuenta de que se consumía mucho menos combustible de lo acostumbrado y quiso saber la razón. Cuando se enteró de lo que había hecho este joven, recompensó su honradez nombrándole supervisor del entero establecimiento.

En la isla de Madagascar, dos precursoras llamaron a la puerta de un hombre de edad avanzada, quien las sorprendió con la pregunta: “El alma muere, ¿verdad?”. El hombre, que creía que las precursoras eran de la cristiandad, esperaba que contestaran: “No, el alma es inmortal”. En vez de eso, ellas replicaron: “¿Usted qué cree?”.

“El alma muere”, respondió tajantemente el anciano. “En eso concordamos con usted, señor”, respondieron las precursoras. El hombre quedó totalmente atónito, y les preguntó cómo podía explicar a otros este tema. Se comenzó un estudio bíblico con él inmediatamente. El hombre les confesó: “Por mucho tiempo he orado a Dios para que me mostrara la verdad. Por fin la he encontrado, y se lo agradezco muchísimo”.

Nuestra posición de neutralidad a menudo resulta en protección para nosotros, en especial cuando facciones políticas rivales se toman la justicia por su mano y matan despiadadamente a cualquier persona que no esté de acuerdo con ellas. Patrick, un hermano que vive en África del Sur, se fue a dormir plácidamente después de pasar una agradable velada con su familia. El repentino sonido de alguien que golpeaba con violencia la puerta de su casa interrumpió bruscamente su pacífico descanso.

“¡Abran la puerta! —gritaba una pandilla de jóvenes de una facción política⁠—, o la tiraremos y romperemos las ventanas.” Valerosamente, nuestro hermano abrió la puerta y se encaró a la chusma.

“¿Es que no te has enterado de que esta noche tenemos que ir todos a atacar la casa del induna [líder militar]?”, preguntaron. Nuestro hermano explicó que la razón por la que no se había enterado era porque la mayor parte de la gente de la zona sabía que él no tomaba parte en ninguna pelea. “¡Toma tus armas y demuestra que eres hombre!”, exigieron los jóvenes.

El hermano sacó su espada del espíritu, la Biblia, junto con las publicaciones de la Sociedad, y les dijo: “Estas son las únicas armas que tengo”. De todas maneras, lo condujeron por la fuerza a su campamento para que explicara su neutralidad a los cabecillas del grupo. Al llegar, un joven del lugar que conocía al hermano exclamó: “¿Por qué han traído aquí a este hombre? Es un Estudiante de la Biblia. Dejen que se vaya, y si alguien se queja, yo asumiré la responsabilidad”. Así que la neutralidad del hermano fue la razón por la que se le puso en libertad.

Asia

Los miembros del pueblo de Jehová de tierras asiáticas están llevando a cabo la obra del Reino de manera diligente. Al igual que un buen granjero que ‘siembra liberalmente’, ellos han ‘segado liberalmente’. (2 Cor. 9:⁠6.) En Birmania, una profesora se dio cuenta de que una de sus alumnas tenía una revista escondida entre sus libros. Rápidamente, se la quitó. Se trataba de un número de La Atalaya. En aquel mismo momento, la profesora la leyó con interés de principio a fin.

Después de la clase, preguntó a la estudiante de quién había conseguido la revista. “De esas personas que van de casa en casa”, fue la respuesta. La profesora estaba deseando conocer a aquellas personas, y su deseo se hizo realidad. Poco tiempo después, una precursora llamó a su puerta y comenzó un estudio bíblico con ella. Ahora esta profesora, madre de seis hijos, también enseña la verdad de la Biblia de casa en casa, pues sirve de precursora auxiliar.

La influencia de la tradición y la uniformidad es muy fuerte en Israel. A menudo, a los israelís les resulta más fácil considerar objetivamente el mensaje del Reino en otro país. Por ejemplo: tras cumplir su servicio militar en Israel, Keren partió para ver mundo. Mientras residía en Estados Unidos, conoció a los testigos de Jehová. Como le entusiasmaba aprender las verdaderas enseñanzas de la Biblia, tenía varios estudios bíblicos cada semana y asistía con regularidad a las reuniones. Progresó rápidamente hasta el punto de dedicar su vida a Jehová. ¿Sintió algún temor de volver a Israel debido a la oposición de algunos de los miembros de su familia a su nueva fe? No, volvió con ilusión a su país, donde sirve todos los meses de precursora auxiliar.

Después de mudarse de un país a otro con su esposa e hijos, un israelí llamado Rami habló con los testigos de Jehová en Nueva Zelanda, y le gustó lo que oyó. Mientras tanto, sus padres, que vivían en una zona de Israel no predicada por los Testigos, visitaron a Rami. Él les había testificado varias veces por carta, pero cuando oyeron el mensaje de las buenas nuevas de boca de su propio hijo, el padre preguntó: “¿Por qué no nos ha explicado todo esto el rabino?”. Los padres comenzaron a asistir a todas las reuniones, así como al estudio bíblico que los Testigos conducían con Rami. Su estancia de cuatro meses fue lo suficientemente larga como para convencerles de que habían hallado la verdad. Cuando volvieron a Israel, estaban preparados para testificar a sus numerosos parientes y amigos, y para encararse a la oposición que muchos pondrían a su nuevo enfoque de la vida. Nada más llegar, contactaron con la congregación más cercana, y desde entonces los hermanos han estado conduciendo un estudio bíblico con ellos.

Para asistir a las reuniones, los padres de Rami recorren un trayecto que les supone en total casi 120 kilómetros. Puesto que su familia es muy conocida, rápidamente se corrió por todo el pueblo la voz de que estaban asociándose con los testigos de Jehová. Con el fin de llamar la atención hacia las buenas nuevas, el padre tiene a la vista unas cuantas publicaciones de la Sociedad en su oficina. De manera que como resultado de la semilla del Reino que se sembró en la distante Nueva Zelanda, se está dando un buen testimonio en esa zona de Israel. ¿Y qué fue de Rami y su esposa? Se bautizaron el pasado mes de junio.

Una hermana de Pakistán que tiene poca experiencia en la actividad de casa en casa vio fortalecida su confianza en Jehová. Mientras participaba en el ministerio del campo, ella y su compañera fueron retenidas a la fuerza en una casa por unos jóvenes que se oponían a que predicaran el cristianismo. Uno de ellos telefoneó a su padre, un oficial de policía, para que viniera y las detuviera. Cuando el padre llegó y vio la revista La Atalaya, dijo a su hijo que no las molestara, y añadió: “Es su fe, y deben predicarla”. Los jóvenes exigieron que la policía les impidiera predicar. Entonces, el padre dijo en tono severo a su hijo y a los demás jóvenes: “Si lo que quieren es impedirles que continúen, entonces tendrán que predicarlas y convencerlas”. Así que las dos publicadoras se marcharon tranquilamente, fortalecidas por la experiencia.

Debido a su anhelo por la verdad, Ponchaleo, una joven de un pueblo situado al norte de Chiang Mai (Tailandia), se encaró a enorme presión por parte de sus padres. Ellos figuraban entre los primeros miembros de la iglesia local. Eso, sin embargo, no desanimó a Ponchaleo, quien siguió estudiando la Biblia en hogares de hermanos o en el Salón del Reino.

Aunque vive a unos veinte kilómetros del Salón del Reino, asiste con regularidad. Esto tiene un mérito especial cuando uno considera el estado físico en que se encuentra. Hace ya varios años sufrió una grave artritis crónica que la dejó impedida. Su enfermedad no ha afectado su asistencia a las reuniones, pero le ha supuesto depender principalmente de sus padres en sentido financiero. Sin embargo, algunas hermanas de la congregación le enseñaron a hacer dulces que ella misma podía vender en el mercado del pueblo. Al principio, esta pequeña incursión en el mundo de los negocios provocó la burla de sus padres y amigos, que nunca creyeron que Ponchaleo fuera capaz de ganar suficiente dinero como para contribuir a su manutención de manera apreciable. Para sorpresa de su familia, gana lo suficiente como para pagarse los viajes a las reuniones e incluso a las asambleas. Como muestra de su fe y determinación, renunció a la Iglesia, y en febrero de 1987 comenzó a participar en el ministerio del campo. Desde entonces, ha sido una celosa publicadora. En julio de 1987 se bautizó en la asamblea de circuito celebrada en Phitsanulok.

Europa

El espíritu santo de Jehová capacita a su organización para llevar a cabo una gran obra de educación espiritual. Por lo tanto, hoy vemos el cumplimiento de las palabras que se registraron en Isaías 11:9: “La tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas cubren el mismísimo mar”. Esta educación divina también ha producido buenos resultados en el ámbito de la educación seglar.

Por ejemplo: el folleto La escuela y los testigos de Jehová ha ayudado a nuestros hermanos y hermanas más jóvenes a ganarse el respeto de las autoridades escolares de Bélgica. Uno de los responsables de educación de la ciudad de Oupeye-Lieja escribió a todos los directores de escuela la siguiente carta, fechada el 29 de enero de 1988:

“Sin duda están ustedes al tanto de que en años recientes la religión de los testigos de Jehová ha crecido enormemente [...]. Este hecho no es más que un fenómeno social que no debemos ignorar [...]. A fin de mantenerles informados, [...] he decidido enviarles fotocopias de La escuela y los testigos de Jehová, un folleto editado por los mismos Testigos. Les quedaría agradecido si se encargaran de que, en la medida de lo posible, la totalidad de los deseos que se expresan en este folleto fuesen respetados por su personal docente.”

Los hijos de los testigos de Jehová deberían obtener notas muy altas por su buen comportamiento en la escuela. En Bélgica, la profesora de cuarto grado de Nadia sentía una desmedida antipatía hacia los testigos de Jehová. Tan solo pensar que tenía una Testigo en su clase la irritaba de tal manera, que no solo humillaba a Nadia constantemente, sino que también gritaba y pegaba a los demás niños. Cierto día, debido a que los estudiantes decían en clase muchas palabrotas, la profesora mandó que cada niño fuera al encerado y escribiera una palabrota y su significado. Ella advirtió: “Si alguien se niega, le quitaré puntos del boletín de notas”.

“Señorita, puede pasarme por alto —dijo Nadia cortésmente⁠—. Prefiero tener menos puntos que escribir esas palabras.” La profesora, sin embargo, no se lo permitió. De manera que Nadia se acercó al encerado y junto a cada una de las vulgaridades que habían escrito los estudiantes, puso “OBSCENIDAD”. Ella pensó que habría recibido diez puntos menos, pero qué alivio sintió cuando oyó a la profesora anunciar: “La nota de Nadia es un diez y la de todos los demás un cero, porque es la única que sabe que esas palabras nunca deben usarse”.

Para los hermanos de Gran Bretaña, los hogares en los que no encuentran a nadie cuando participan en el ministerio del campo representan un problema constante. Los precursores han hecho grandes esfuerzos por encontrar alguna solución a este problema. Cuando Carol y Catherine decidieron trabajar estos hogares entre las seis y las ocho de la tarde, obtuvieron excelentes resultados. “La gente se encuentra mucho más relajada tras terminar su jornada laboral —cuentan⁠—. Muchos de los que nos escucharon no habían sido visitados con regularidad, y algunos hasta reconocieron que nunca habían hablado con nosotros... y esto en hogares que hemos estado visitando por años.” Otra precursora decidió tratar de encontrar a la gente antes de que se fueran al trabajo. Para lograrlo, comenzaba el servicio del campo antes de las ocho de la mañana. Después de algún tiempo, había encontrado a todos sus “nadie en casa”, colocado 12 libros y 108 revistas, empezado dos rutas de revistas y tenía dos estudios bíblicos en perspectiva. ¿Trata usted de ser adaptable y modifica su horario para adecuarlo a las necesidades del territorio?

La sucursal de Grecia informa que en cierta isla cercana a la costa de Turquía, un arzobispo intentaba entorpecer la actividad de predicar de los Testigos. Por medio de un impreso titulado “El gran problema: LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ”, anunció por toda la isla que se iba a recibir la visita de un reputado teólogo que presentaría una conferencia sobre ese tema. Los Testigos estudiaban regularmente con cierta familia de un pueblo de 1.500 habitantes de esa isla. De manera que se le pidió al teólogo que visitara a los miembros de esta familia a fin de atraerlos de nuevo al seno de la Iglesia. Un diácono fue a visitarlos para comunicarles la próxima visita del teólogo. El hombre interesado y su familia le dijeron al diácono que recibirían con gusto la visita. Sin embargo, el teólogo no llegó solo. Le acompañaban el sacerdote del pueblo, el diácono y otro representante eclesiástico. El hombre interesado respondió a todas sus preguntas con la Biblia. Sus respuestas a cuestiones concernientes a la trinidad, el nombre de Dios y otros temas les dejaron callados. Finalmente, el teólogo se volvió a sus tres acompañantes y les preguntó: “¿Por qué me han traído a este líder de los testigos de Jehová?”. “Oh, yo acabo de empezar —interrumpió la persona interesada⁠—. ¡Ni siquiera estoy bautizado!” El teólogo, sorprendido, exclamó: “¡Vámonos ahora mismo de aquí!”.

Tres hijos que pasaban hambre, el marido en el paro y serios apuros económicos empujaron a Nati, una mujer de España, a aceptar una oferta que le permitiría ganar dinero fácil. Llegó a un acuerdo para transportar drogas ilegales entre el norte de África y España. Como no tenía ninguna experiencia en actividades delictivas, sus nervios la delataron y levantó las sospechas de la policía aduanera. Desesperada, Nati escondió el alijo de contrabando en un servicio. Pero se descubrió su estratagema, y fue a parar a la cárcel bajo la seria acusación de narcotráfico. Nati negó vehementemente que aquel paquete fuera suyo, y unos días después fue puesta en libertad.

Tres años más tarde, comenzó a estudiar la Biblia. Se enteró entonces de que el proceso judicial contra ella todavía estaba pendiente, y que, en realidad, por no haberse presentado a juicio, había sido condenada a cinco años de prisión y a una multa de 300.000 pesetas (2.419 dólares). El marido de Nati insistía en que por amor a sus cuatro hijos —el menor de ellos solo tenía dos años⁠— no debía presentarse en el juzgado y que, si lo hacía, por lo menos debería adherirse a su alegación original de inocencia. Pero la conciencia de Nati había sido educada por los principios bíblicos, y ahora estaba decidida a decir la verdad. Con la Biblia en la mano, explicó a los jueces la difícil situación financiera que la condujo a aquel error. También declaró que sus nuevas creencias no solo la obligaban a decir la verdad, sino que también la impedirían volver a participar en cualquier acción ilegal. “Jehová sabe que estoy arrepentida”, concluyó.

¿Cuál fue el veredicto? ¡Se redujo a tan solo dos meses de libertad condicional! Nati está más convencida que nunca de que la honradez es recompensadora, y agradece a Jehová y a su Palabra la ayuda que le han dado.

España tiene la proporción de desempleo más elevada de Europa, de modo que Faustino rebosaba de alegría cuando se le aceptó para trabajar a prueba durante dos semanas, a pesar de que había explicado que dos noches por semana tendría que dejar el trabajo más temprano para asistir a sus reuniones religiosas. No obstante, el mismo primer día de su período de prueba, y de manera un tanto sorprendente, se le ofreció un contrato permanente. ¿Qué motivó una acción como esta hacia un trabajador desconocido para la empresa? Uno de los directores de la compañía comentó con un cliente que habían contratado a un testigo de Jehová. “Si de verdad es Testigo, no deje que se marche —contestó el cliente⁠—. Ya no se encuentran trabajadores como ellos. Son verdaderamente confiables.”

Latinoamérica

¡Qué complacido debe sentirse nuestro Padre celestial cuando observa la actividad de su pueblo por todo el mundo! En el Salmo 149:4 leemos: “Jehová está complaciéndose en su pueblo. Hermosea a los mansos con salvación”. Nuestros hermanos de Latinoamérica ciertamente se han esforzado por ser del agrado de Dios.

Cierto día, una hermana de Bolivia fue a visitar a una señora que estaba interesada en una suscripción a las revistas La Atalaya y ¡Despertad! Cuando ella y la hermana que la acompañaba estaban paradas junto a la puerta, de repente se dio cuenta de que habían llamado a una casa equivocada. Antes de que el ama de casa llegara a la puerta, la otra hermana dijo: “¡Vámonos!”. Sin embargo, se tranquilizaron y razonaron que ya que habían llamado, lo mejor que podían hacer era esperar y hablar con la persona que abriera la puerta.

El ama de casa saludó a las hermanas alegremente, como si fueran viejas amigas que no había visto en mucho tiempo. Con una sonrisa afectuosa, dijo: “Siempre vienen por la mañana, cuando no tengo tiempo para escuchar”. El ama de casa invitó a las hermanas a pasar; entonces mantuvieron una animada conversación acerca de la Biblia, tras la cual aceptó algunas publicaciones. Cuando las hermanas volvieron a la semana siguiente, se comenzó con el ama de casa un estudio bíblico, y a pesar de la oposición de su marido, progresó bien. Se bautizó en la última asamblea de distrito.

Una misionera asignada a Bolivia comenzó un estudio bíblico con Josefa, quien quince años atrás había sido una publicadora del Reino sin bautizar. Dejó de asociarse con los testigos de Jehová porque consideraba que se le había ofendido. En aquel mismo primer estudio, la hermana usó perspicacia y consideró bondadosamente con Josefa lo que la Biblia dice acerca de aceptar el consejo y la disciplina. Ella entendió rápidamente el valor práctico del consejo de la Biblia y aceptó con aprecio la información. Josefa decidió que no seguiría permitiendo que su anterior actitud equivocada le impidiera progresar en la verdad. Está haciendo planes para bautizarse y servir de precursora auxiliar.

La Escuela del Servicio de Precursor sigue produciendo resultados positivos en Chile, ya que estimula a los precursores más nuevos a apegarse al servicio de tiempo completo y les ayuda a ser evangelizadores más eficientes, pues enfatiza la importancia de mostrar interés personal en los demás. Cierta mañana, una precursora que había asistido a la Escuela estaba participando en la obra de casa en casa. En uno de los hogares a los que llamó, contestó una criada y le dijo que estaba demasiado ocupada para hablar con ella porque la señora de la casa estaba enferma en cama. La hermana pidió a la criada que le llevara la revista ¡Despertad! a la señora enferma y le recomendó que le mostrase el artículo sobre la buena salud.

La hermana cuenta: “Pedí a la criada que hiciera llegar a la señora de la casa mis deseos de que se recuperase pronto de su enfermedad y que le dijese que en alguna otra ocasión me complacería poder hablar con ella acerca de la promesa de la Biblia de una tierra paradisiaca. Cuando la criada volvió, me invitó a pasar. Al entrar en el dormitorio de la señora, vi que era de edad avanzada, estaba muy enferma y se la veía triste. Le expliqué la razón de mi visita, y se sorprendió. Me dijo que se había decidido a hablar conmigo porque le había agradado el hecho de que, aunque yo no la conocía, había expresado el deseo de que se recuperara”. Se comenzó un estudio bíblico, y ahora esta señora asiste a las reuniones de la congregación, ha hecho algunos cambios necesarios en su vida y espera llegar a ser pronto parte del pueblo dedicado de Jehová. ¡Qué importante es que mostremos interés personal en los demás!

No todos los opositores odian verdaderamente la verdad, como muestra la siguiente experiencia procedente de Paraguay. En cierta ocasión, un Testigo dio testimonio a un hombre que mostró algún interés en la verdad. Sin embargo, su padre, un ministro de la Iglesia, en seguida le prohibió tener cualquier contacto con los Testigos. Le amenazó con romper totalmente con él si continuaba recibiendo a los Testigos en su hogar. Por esta razón, el hijo se negó a que le siguieran visitando. Cuando su esposa comenzó a estudiar la Biblia, él, como había hecho su padre, comenzó a oponerse, y llegó hasta el punto de ponerse violento. No le permitía a la publicadora que visitara a su esposa, y ni siquiera que pasara por delante de la casa. Pero su esposa todavía quería aprender más acerca de la Biblia, de manera que se continuó el estudio por correo.

Cuando este hombre descubrió que su esposa no solo seguía estudiando la Biblia, sino que además estaba progresando en la verdad, su oposición aumentó. Hasta sus hijos llegaron a tenerle miedo. Comenzó a beber en demasía y se dio al juego. Su esposa tuvo que aguantar todo aquello durante los siguientes siete años. Pero él, en su interior, sentía remordimientos debido a su mala conducta.

Finalmente accedió a que un Testigo le visitara de nuevo. ¡Qué agradable sorpresa fue para su esposa e hijos verle aceptar un estudio bíblico! Cuando problemas con los demonios empezaron a obstaculizar el progreso de la familia en la verdad, los ancianos les ayudaron a confiar en Jehová para obtener la victoria. Con el tiempo, los ataques cesaron. Este hombre y su esposa ya han dedicado su vida a Jehová y han dado pasos en dirección al bautismo. Ahora, este anterior enemigo de la verdad sirve felizmente a Jehová junto con toda su familia.

Un hombre de Uruguay cuya hermana está estudiando la Biblia con los testigos de Jehová se hallaba sentado en un banco en una plaza cuando un atemorizado niño de cinco años, hijo de una Testigo, corrió hacia él a toda velocidad. Buscaba protección de otro niño que le perseguía y le tiraba piedras. Señalando al niño que se estaba portando tan mal, el joven Testigo dijo: “Los niños malos como ese van a morir en Armagedón”. Al hombre le sorprendió oír a un niño tan pequeño decir la palabra “Armagedón”. Recordaba haber oído a su hermana mencionar aquella palabra anteriormente. Así que le preguntó al niño qué era Armagedón. Aquella misma mañana el niño había estudiado el tema con su madre, así que pudo darle al hombre una buena explicación. Impresionado por el conocimiento del muchacho, su interés en la verdad se despertó, y pidió un estudio bíblico. Como dijo el salmista: “De la boca de los niños y de los lactantes has fundado fuerza”. (Sal. 8:⁠2.)

América del Norte e Islas del Caribe

Malcolm, un joven casado de Canadá, ya había tenido algún contacto con la verdad cuando tuvo relaciones inmorales con una mujer a la que posteriormente asesinó en un ataque de celos. Su problema siempre había sido su genio violento, que no era capaz de controlar. Cuando se le sentenció a prisión, un psiquiatra lo calificó de “asesino psicópata”. El 2 de junio de 1982, Malcolm fue condenado a muchos años de cárcel.

Ya en la prisión, solía debatir con varios clérigos, y a veces asistía a sus servicios religiosos, pero no obtuvo ninguna respuesta satisfactoria a sus preguntas. Finalmente, por medio de un testigo de Jehová que trabajaba en la prisión, en abril de 1985 se pudo concretar un estudio bíblico regular con él. Desde entonces, Malcolm ha cambiado radicalmente. Su perspectiva de la vida se ha transformado, y su conducta ha mejorado hasta el punto de impresionar a los funcionarios de la prisión, los psiquiatras y los demás reclusos. Su aprecio por la verdad le mueve a compartir lo que ha aprendido con sus compañeros de prisión, y todos los meses pasa entre 60 y 70 horas hablándoles acerca de la Biblia.

Como resultado de su testificación, un hombre que fue puesto en libertad recientemente ahora asiste a las reuniones en otro lugar del país. El 23 de enero de 1988 Malcolm recibió un día de permiso para asistir a una asamblea de circuito. Le acompañó un guarda de la prisión que no llevó armas. Al mes siguiente, febrero, se aprobó la solicitud de Malcolm, ahora ya bautizado, para servir de precursor auxiliar, y sus planes son continuar en el precursorado auxiliar regularmente. Él espera que en 1993 se le permita estar en prisión de régimen abierto y confía en que se le conceda la libertad condicional en 1996. Como se ve, personas de toda clase de antecedentes están respondiendo a las buenas nuevas.

La testificación con las revistas está aumentando en las Islas Caimán, y mucha gente demuestra particular interés en su contenido. Un precursor colocó a un hombre de negocios la revista ¡Despertad! que trataba acerca de “La mujer en el lugar de empleo”. Después de leer los artículos sobre este tema, este hombre quedó tan impresionado, que decidió que todas sus empleadas también deberían leerlos. Para asegurarse de ello, hizo una fotocopia para cada una y adjuntó un papel a cada copia. Él les pidió que después de leer los artículos firmaran en el papel para indicar que lo habían leído.

Una hermana de Jamaica ingresó en un hospital para ser intervenida quirúrgicamente. Informó al hospital que no admitiría ninguna transfusión de sangre. Cuando uno de los doctores le preguntó si es que prefería morir, su respuesta fue: “No es que quiera morir, pero por razones bíblicas permaneceré fiel a mi Dios aun si ello significa la muerte”.

Al día siguiente, el médico volvió y retó a la hermana a que le mostrara dónde prohibía la Biblia el uso de la sangre. Ella le invitó a leer Hechos 15:28, 29. Después de leer el texto, su respuesta fue: “Pero aquí no dice que no se administren transfusiones de sangre”. La hermana le preguntó: “Suponga que usted ordena a un paciente que se abstenga de alcohol, ¿significa eso que él no debe beberlo, pero que puede encontrar algún otro medio de introducirlo en su cuerpo?”. Antes de que el médico pudiera contestar, una enfermera que estaba escuchando la conversación interrumpió y dijo que sabía de un doctor que había prohibido el alcohol a uno de sus pacientes. El paciente dejó de beber alcohol —continuó la enfermera⁠—, pero lo vertía en el pan y después se lo comía. El punto quedó claro, y el médico no dijo nada más. Aceptó un número de la revista ¡Despertad! que tenía un artículo donde se narraba la experiencia de un Testigo que había estado gravemente enfermo y que sobrevivió a pesar de rehusar una transfusión de sangre. Posteriormente el doctor leyó la revista y animó a otros médicos y pacientes a leerla también. La hermana fue intervenida sin sangre y ahora está recuperándose satisfactoriamente.

Los hermanos de Antigua no escatimaron ningún esfuerzo para asistir a las series de asambleas de circuito y días especiales de asamblea que se celebraron durante el pasado año de servicio. Viajaron en barco y automóvil y, en algunos casos, a pie. En la montañosa isla de Dominica, a Penny, una hermana con dos hijos, James y Thomas, no se le permitió utilizar uno de los dos automóviles de la familia para viajar a la asamblea de circuito que se celebraba en la capital, Roseau, a unos 55 kilómetros de su hogar en las montañas. Sin desanimarse por ello, los tres comenzaron su viaje a pie, listos para una larga caminata subiendo y bajando colinas. Nada más llegar a las afueras del pueblo, se encontraron con su primer obstáculo: un río desbordado. Penny se quitó los zapatos y se disponía a cruzar, pero James, de once años, no era tan alto como su madre, y Thomas, de cinco años, era aún más pequeño. Los niños tenían miedo de intentar una aventura que para ellos era temible; pero un joven que estaba cerca se fijó en sus apuros y los pasó al otro lado del río.

De nuevo se pusieron en camino, y cuando había recorrido algo más de un kilómetro, un conductor los reconoció y se ofreció a llevarlos unos cuantos kilómetros. Sin embargo, al enterarse de sus dificultades, se compadeció y los llevó otros 16 kilómetros hasta la ciudad costera de Portsmouth. No obstante, todavía quedaban casi 40 kilómetros hasta el lugar de asamblea. Sin embargo, estaban decididos a llegar allí, y unas veces a pie, otras ayudados por personas que los llevaron en su vehículo, finalmente llegaron a su destino justo a tiempo para el comienzo del programa.

Los hermanos de Trinidad y Tobago están teniendo mucho éxito con los nuevos tratados. Cierto Testigo de nombre Anderson siempre procura llevarlos a la vista en el bolsillo de su camisa cuando va y viene del trabajo. De los cuatro tratados, con el que más éxito ha tenido ha sido el titulado ¿Qué esperanza hay para los seres queridos que han muerto? Cuando usa este tratado, lo único que se ve asomar por encima de su bolsillo es la cabeza de la niña. Normalmente eso basta para suscitar la pregunta: “¿Qué es ese dibujo?”, o: “¿Qué tratado lleva usted ahí?”. Eso le da excelentes oportunidades para explicar lo que la Biblia dice acerca de los muertos y su esperanza para el futuro.

Anderson relata: “Una de las empleadas de mi oficina me preguntó acerca del tratado. Durante nuestra conversación, no solo compartí con ella el mensaje bíblico del tratado, sino que también le di una explicación acerca de nuestras instalaciones de imprenta, los muchos libros y revistas que publicamos y los temas que contienen. Quedó impresionada con la respuesta y entonces quiso saber si teníamos un libro acerca de la Biblia para niños”.

Al día siguiente, Anderson le llevó la publicación Mi libro de historias bíblicas. Ella quedó francamente encantada con su presentación sencilla, eficaz y positiva, que incluía las referencias bíblicas al final de cada historia. Debido a lo entusiasmada que estaba con el libro, otras mujeres de la oficina también pidieron libros para ellas. Al concluir su relato, Anderson dice: “Coloqué diez ejemplares de Mi libro de historias bíblicas y otras tres publicaciones; y todos los días me aseguro de que un tratado sobresalga del bolsillo de mi camisa”.

Islas del Pacífico

En una canción compuesta para adorar a Jehová, los israelitas expresaron su alegría y felicidad de tenerle como Dios. Ellos cantaban alborozados: “¡Jehová mismo ha llegado a ser rey! Esté gozosa la tierra. Regocíjense las muchas islas”. (Sal. 97:⁠1.) Sí, las islas del mar tienen muchas razones para estar felices por la participación que tienen en extender la invitación de venir y beber de las aguas de vida eterna.

La siguiente experiencia de una hermana de Australia destaca la importancia de ponerse metas personales. Durante una reciente campaña de suscripciones de dos meses de duración, se puso la meta de obtener 50 suscripciones. Pensaba que podía obtener una suscripción al día durante el primer mes y colocar otras 20 durante el segundo.

Ella nos cuenta: “Oraba a Jehová regularmente en cuanto a mi meta, y entonces me esforzaba para asegurarme de alcanzarla. Algunas veces tuve que volver tres y cuatro veces antes de que el ama de casa tuviera suficiente dinero para pagar la suscripción. Tuve que hacer algunas revisitas por la noche, y algunas otras, temprano por la mañana. Una señora hasta me dijo que me llevaría el dinero a casa, y lo hizo”. Imagínese la alegría de la hermana cuando alcanzó su meta: 31 suscripciones durante el primer mes. ¿Obtuvo las 20 suscripciones el mes siguiente? Efectivamente, también las consiguió.

Durante los siguientes meses, la hermana atendió con esmero el interés, y gracias a ello pudo comenzar varios estudios bíblicos. Aunque no todos han continuado, muchos renovaron sus suscripciones. Una mujer interesada estudia regularmente con el libro Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la Tierra y está progresando bien. La hermana nos cuenta: “Pienso que todo lo logré como resultado de ponerme una meta y mantener una actitud positiva. Uno realmente ha de confiar en Jehová y esforzarse al máximo. Sin lugar a dudas Proverbios 10:22 ha resultado cierto en mi caso: ‘La bendición de Jehová... eso es lo que enriquece, y él no añade dolor con ella’”.

La página impresa de La Atalaya ejerce influencia en la gente. Puede cambiar la actitud de quienes la leen. Los habitantes de algunos pueblos de las Islas Salomón todavía tiene miedo de recibir abiertamente a los Testigos, pues sus líderes religiosos se oponen a ello fanáticamente. Cuando los publicadores fueron a uno de estos pueblos de una de las islas del arrecife para predicar de casa en casa, fueron atacados y se les dijo que nunca volvieran al pueblo para predicar. Los publicadores viven a solo un par de kilómetros río arriba y deben pasar por este pueblo cada vez que van a otro lugar. No obstante, la gente les dejaba bien claro que no eran bien recibidos. Sin embargo, su actitud es diferente ahora. Hasta saludan a los Testigos. ¿Qué es lo que ha ocurrido?

Los hijos de los Testigos, que normalmente juegan en el río con barcos de juguete hechos en casa, comenzaron a hacer las velas con páginas de números viejos de La Atalaya. Además, dejaban que la corriente arrastrara sus barquitos río abajo. Aunque los Testigos no lo sabían, los niños del otro pueblo recogían los barcos. Pero, ¿quién recogía las velas? Eso lo hacían los adultos que sabían leer. Como resultado, la actitud de los habitantes del pueblo ha cambiado hacia los Testigos. Si bien todavía tienen miedo de recibirles abiertamente, ahora son amigables con ellos.

En Tuvalu, que está al cuidado de la sucursal de Samoa Occidental, el año comenzó con la Escuela del Servicio de Precursor, la cual ha supuesto un nuevo empuje para la obra de predicar. Como resultado, dos precursoras sirvieron durante dos meses de precursoras especiales temporeras en la isla de Nanumanga, donde 200 personas habían asistido a la Conmemoración. Entre las dos condujeron un total de 21 estudios bíblicos. En una reciente conferencia eclesiástica presentada en Funafuti, el pastor protestante de Nanumanga dio un sermón en el que expresaba su preocupación por el hecho de que la mayoría de las personas de la isla se sienten atraídas hacia los Testigos y solo unas pocas “personas sabias” los han rechazado. Dijo que todas las mañanas ve a mujeres que se levantan temprano y preparan sus hogares para recibir a las hermanas que vendrán a conducir estudios bíblicos con ellas. Según el pastor, las mujeres están tan absortas en su estudio de la Biblia, que cuando uno de sus hijos llora, lo toman con una mano y con la otra siguen buscando textos en la Biblia. Aunque tal vez haya exagerado los asuntos, eso demuestra la acogida que tiene la predicación en esa isla. (Fili. 1:15, 18.)

A veces, los que proceden de ambientes acomodados han de hacer frente a mucha oposición familiar debido a su interés en la verdad. El padre de un hermano es copropietario de una extensa cadena de supermercados de Hawai. Su familia esperaba que con el tiempo llegara a ocupar un cargo directivo. Sin embargo, después de hacerse Testigo, el hermano se sentía satisfecho con su trabajo de empleado. Durante algún tiempo eso causó bastante agitación, ya que los miembros de la familia trataron de ejercer presión sobre el hermano y su esposa para que cambiaran de opinión. Pero debido al excelente ejemplo del matrimonio, la oposición ha decrecido. En la actualidad, nuestro hermano es siervo ministerial y sigue contento con su trabajo en la oficina del almacén, para sorpresa de su familia y compañeros de trabajo.

Países bajo proscripción

Impávidamente, nuestros hermanos mantienen su lealtad a Jehová en los países donde la obra del Reino está proscrita. Al igual que David, dicen: “En Dios he cifrado mi confianza. No tendré miedo. ¿Qué puede hacerme el hombre terrestre?”. (Sal. 56:11.)

Nuestros hermanos vivían pacíficamente en el sur de cierto país africano cuando en 1975 se les apresó y arrojó en campos de concentración de la zona norte del país debido a su neutralidad. Perdieron todas sus posesiones. Al principio celebraban las reuniones en secreto en los campos, pero más tarde pudieron reunirse abiertamente. Mientras vivieron allí, cultivaron diligentemente la tierra y criaron pollos, cerdos y otros animales domésticos. Pero poco tiempo después el movimiento de resistencia volvió a atizar el fuego de la persecución y acabó con la pacífica rutina de los hermanos, pues los maltrataron, saquearon sus pertenencias y hasta asesinaron a algunos de ellos.

Nuestros hermanos tuvieron que huir, y de nuevo perdieron todo lo que poseían. Sin embargo, con la cooperación de representantes de dos organizaciones de socorro, el gobierno gestionó llevar a los hermanos por avión a la capital, donde la mayoría de ellos vivían al principio. Muchos llegaron sin nada. Algunos estaban tan pobremente vestidos que les daba vergüenza salir del aeropuerto. Se preguntaban: “¿Qué hemos de comer?, [...] ¿qué hemos de ponernos?”. (Mat. 6:31.) Pero Jehová Dios proveyó. Los hermanos de África del Sur fueron informados de su apurada situación y tramitaron rápidamente el envío de suministros de emergencia: 83 toneladas de comida y ropa, que con la ayuda de la Cruz Roja fueron entregadas a nuestros hermanos sin demora. Pronto se reorganizaron las congregaciones. ¿En qué condición espiritual se encuentran ahora? Jehová les está bendiciendo abundantemente. De hecho, han sobrepasado el máximo de publicadores que tuvieron en 1975, cuando comenzó la persecución.

Debido a la situación económica de otro país, casi todos sus habitantes solo comen una vez al día. Esto ha obligado a algunos precursores, aunque no a todos, a dejar el servicio de tiempo completo y buscar trabajo seglar. Debido a las dificultades locales, los reembolsos para los precursores especiales suelen llegarles tarde. En cierta ocasión, la esposa de un precursor especial se encontró sin nada que comer en la casa, por lo que se sintió desalentada y pidió a su marido que volviera a obtener un empleo. Él la animó a confiar plenamente en Jehová. Después de orar juntos, oyeron un ruido extraño en la oscuridad de la noche. El hermano tomó rápidamente una lámpara y descubrió un armadillo debajo de la mesa. Sin pérdida de tiempo, capturó aquella presa, de carne muy codiciada en el lugar, y así se resolvió su problema de alimento durante algunos días más.

En otra ocasión, después de haber buscado comida infructuosamente, se encontró con unos cazadores que habían capturado un chacal, pero que no sabían qué hacer con él. Su tradición religiosa les impedía comer esa clase de carne. Le preguntaron al precursor cuál era su punto de vista sobre el alimento. Él les explicó que los cristianos ya no están bajo el pacto de la ley y que cualquier clase de carne puede comerse, siempre que esté correctamente desangrada. Aquello convenció a los cazadores, y en seguida mataron al chacal y lo desangraron. También le dieron al precursor un buen trozo de carne para que se lo llevara a su familia.

Por lo tanto, sin importar en qué lugar del mundo vivamos, Jehová, por medio de su santo espíritu y valiéndose de la clase de la novia del Cordero, todavía está proclamando la invitación: ‘¡Vengan! Tomen gratis el agua de la vida’. (Rev. 22:17.)

[Tabla de las páginas 34-41]

INFORME DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ POR TODO EL MUNDO PARA SU AÑO DE SERVICIO DE 1988

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

[Ilustración de la página 5]

El año pasado 239.268 personas se bautizaron en respuesta a la llamada: “¡Ven!”

[Ilustraciones de la página 14]

Vista parcial de la concurrencia a la asamblea de distrito “Justicia Divina” celebrada en Verona (Italia), y delegados de Leinì examinando el nuevo libro

[Ilustraciones de la página 19]

La primera clase de la Escuela de Entrenamiento Ministerial se graduó el 29 de noviembre de 1987. La segunda se graduó el 22 de mayo de 1988

[Ilustración de la página 22]

El nuevo hogar Betel del país sudamericano de Guyana es una estructura de ladrillos de arcilla. Se dedicó el 14 de enero de 1988

[Ilustración de la página 22]

El edificio en forma de “u” de la sucursal de Ecuador alberga las oficinas, la cocina, los comedores, la lavandería y los dormitorios. Se dedicó el 11 de octubre de 1987

[Ilustraciones de la página 27]

Las habitaciones de la sucursal de Papuasia Nueva Guinea están en los pisos superiores. El edificio también contiene una enfermería, biblioteca, oficinas, estudio de grabación, lavandería, cocina y comedor. Se dedicó el 12 de diciembre de 1987

[Ilustraciones de la página 28]

La fábrica, las oficinas, la recepción y el Salón del Reino de la sucursal de Ghana están agrupados en forma de una gran “u”. Se dedicó el 30 de enero de 1988

[Ilustraciones de la página 29]

Las instalaciones de la sucursal de Hawai incluyen oficinas, una sala de conferencias, un comedor y una cocina. En la propiedad también hay dos Salones del Reino. Se dedicó el 3 de abril de 1988

[Ilustraciones de la página 30]

El edificio de viviendas de la sucursal de Portugal tiene 40 habitaciones e incluye dependencias para el servicio de la familia. Emplea calefacción solar. En el edificio de cuatro pisos donde está la fábrica, también hay una zona de oficinas y un Salón del Reino. Se dedicó el 23 de abril de 1988

[Ilustración de la página 33]

En la sucursal de Chipre hay cuatro apartamentos con vistas a unos jardines. También se construyó un Salón del Reino. Se dedicó el 2 de agosto de 1988

[Ilustración de la página 33]

La nueva sucursal de Hong Kong añade a las instalaciones de la calle Kent seis dormitorios —cada uno con su cuarto de baño⁠—, una cocina y un comedor que puede acomodar perfectamente a treinta y seis personas. Se dedicó el 7 de mayo de 1988