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¡Alabado sea Jah por sus juicios!

¡Alabado sea Jah por sus juicios!

Capítulo 38

¡Alabado sea Jah por sus juicios!

1. ¿Qué palabras oye Juan “como una voz fuerte de una gran muchedumbre en el cielo”?

¡BABILONIA LA GRANDE ha dejado de ser! ¡Qué buenas noticias! ¡No en balde Juan oye exclamaciones de alegría y alabanza en el cielo! “Después de estas cosas oí lo que era como una voz fuerte de una gran muchedumbre en el cielo. Decían: ‘¡Aleluya *! La salvación y la gloria y el poder pertenecen a nuestro Dios, porque verdaderos y justos son sus juicios. Porque ha ejecutado juicio sobre la gran ramera que corrompió la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus esclavos de la mano de ella’. E inmediatamente, por segunda vez, dijeron: ‘¡Aleluya *! Y el humo de ella sigue ascendiendo para siempre jamás’.” (Revelación 19:1-3.)

2. a) ¿Qué significa la palabra “aleluya”, y qué demuestra el que Juan la oiga dos veces ahora? b) ¿Quién recibe la gloria por destruir a Babilonia la Grande? Explique.

2 ¡Sí, aleluya! Esa palabra significa “Alaben a Jah”, y “Jah” es la forma abreviada del nombre divino, Jehová. Esto nos recuerda la exhortación del salmista: “Toda cosa que respira... alabe a Jah. ¡Alaben a Jah!”. (Salmo 150:6.) El que Juan oyera al gozoso coro celestial cantar “¡Aleluya!” dos veces en este punto de Revelación demuestra la continuidad de la revelación divina de la verdad. El Dios de las Escrituras Griegas Cristianas es el mismo Dios de las Escrituras Hebreas anteriores, y su nombre es Jehová. El Dios que causó la caída de la Babilonia antigua ahora ha juzgado y destruido a Babilonia la Grande. ¡Vaya a él toda la gloria por esa hazaña! El poder que manejó las circunstancias para que ella cayera pertenece a él más bien que a las naciones que él empleó como instrumentos para desolarla. Solo a Jehová debemos atribuir la salvación. (Isaías 12:2; Revelación 4:11; 7:10, 12.)

3. ¿Por qué ha sido tan merecedora de su juicio la gran ramera?

3 ¿Qué hace tan merecedora de ese juicio a la gran ramera? Según la ley que Jehová dio a Noé —y mediante él a toda la humanidad—, el matar indiscriminadamente a la gente exige sentencia de muerte. Esto se declaró de nuevo en la Ley de Dios a Israel. (Génesis 9:6; Números 35:20, 21.) Además, bajo aquella Ley mosaica tanto el adulterio físico como el espiritual merecían la muerte. (Levítico 20:10; Deuteronomio 13:1-5.) Por miles de años Babilonia la Grande ha sido culpable de derramamiento de sangre, y es una crasa fornicadora. Por ejemplo, la norma de la Iglesia Católica Romana de prohibir a sus sacerdotes que se casen ha resultado en crasa inmoralidad por muchos de ellos, y no pocos de ellos han contraído el sida. (1 Corintios 6:9, 10; 1 Timoteo 4:1-3.) Pero sus pecados principales, que “se han amontonado hasta llegar al cielo”, son sus escandalosos actos de fornicación espiritual, que incluyen el enseñar falsedades y aliarse con políticos corruptos. (Revelación 18:5.) Porque finalmente le ha venido su castigo, la multitud celestial ahora clama por segunda vez: “¡Aleluya!”.

4. ¿Qué simboliza el que el humo que sube de Babilonia la Grande ‘siga ascendiendo para siempre jamás’?

4 Babilonia la Grande ha sido quemada como se hace con las ciudades conquistadas, y su humo “sigue ascendiendo para siempre jamás”. Cuando los ejércitos que han conquistado a una ciudad literal la queman, el humo sigue ascendiendo mientras las cenizas estén calientes. Las ruinas todavía ardientes sencillamente quemarían al que tratara de reconstruirla mientras el humo subiera. Puesto que el humo de Babilonia la Grande subirá “para siempre jamás” como demostración de lo terminante de su juicio, nadie podrá jamás restaurar a esa ciudad inicua. La religión falsa se va para siempre, desaparece. ¡Sí, aleluya! (Compárese con Isaías 34:5, 9, 10.)

5. a) ¿Qué hacen y dicen los 24 ancianos y las cuatro criaturas vivientes? b) ¿Por qué es el estribillo de aleluya mucho más melodioso que los coros de aleluya que se cantan en las iglesias de la cristiandad?

5 En una visión anterior Juan vio alrededor del trono a cuatro criaturas vivientes, junto con los 24 ancianos que representan a los herederos del Reino en su glorioso puesto celestial. (Revelación 4:8-11.) Ahora los ve de nuevo expresando atronadoramente un tercer aleluya por la destrucción de Babilonia la Grande: “Y los veinticuatro ancianos y las cuatro criaturas vivientes cayeron y adoraron a Dios, que estaba sentado sobre el trono, y dijeron: ‘¡Amén! ¡Aleluya *!’”. (Revelación 19:4.) Como vemos, este magnífico coro de aleluya se añade a la “canción nueva” de alabanza al Cordero. (Revelación 5:8, 9.) Cantan ahora el magnífico estribillo de la victoria, y atribuyen toda la gloria al Señor Soberano Jehová por su victoria decisiva sobre la gran ramera, Babilonia la Grande. Estos aleluyas son mucho más melodiosos que los coros de aleluya que se cantan en las iglesias de la cristiandad, donde se ha deshonrado y despreciado a Jehová, o Jah. ¡Ese cantar hipócrita que causa oprobio al nombre de Jehová ha sido silenciado para siempre!

6. ¿De quién es la “voz” que se oye, y qué insta a hacer, y quiénes participan en responder?

6 En 1918 Jehová empezó a recompensar ‘a los que temían su nombre, a los pequeños y a los grandes’, y los primeros de estos fueron los cristianos ungidos que habían muerto en fidelidad, a quienes él resucitó y colocó en las filas celestiales de los 24 ancianos. (Revelación 11:18.) Otros unen sus voces a las de ellos cantando los aleluyas, porque Juan informa: “También, una voz salió desde el trono y dijo: ‘Alaben a nuestro Dios, todos ustedes sus esclavos, que le temen, los pequeños y los grandes’”. (Revelación 19:5.) Esta es la “voz” del Vocero de Jehová, su propio Hijo, Jesucristo, quien está de pie “en medio del trono”. (Revelación 5:6.) No solo en el cielo, sino también aquí en la Tierra, “todos ustedes sus esclavos” participan en el canto, con la clase Juan ungida a la delantera en la Tierra. ¡Cuánto gozo causa a estos obedecer el mandato: “Alaben a nuestro Dios”!

7. Después de la destrucción de Babilonia la Grande, ¿quiénes alabarán a Jehová?

7 Sí, entre estos esclavos también se cuenta a los de la gran muchedumbre. Desde 1935 estos han estado saliendo de Babilonia la Grande y han experimentado el cumplimiento de la promesa de Dios: “Bendecirá a los que temen a Jehová, tanto a los pequeños como a los grandes”. (Salmo 115:13.) Cuando se destruya a la Babilonia semejante a una ramera, millones de ellos también ‘alabarán a nuestro Dios’... con la clase Juan y toda la hueste celestial. Después, los que sean resucitados en la Tierra, sea que antes hayan sido prominentes o no, sin duda añadirán aleluyas a los que ya se han cantado al saber que Babilonia la Grande ha desaparecido para siempre. (Revelación 20:12, 15.) ¡Toda la alabanza vaya a Jehová por su resonante victoria sobre la vieja ramera!

8. ¿Para qué deben servirnos de incentivo ahora los coros celestiales de alabanza que Juan vio, antes de que Babilonia la Grande sea destruida?

8 ¡Cómo nos estimula todo esto a participar de lleno en la obra que Dios nos ha dado hoy! Que todos los siervos de Jah se den de todo corazón y de toda alma a declarar los juicios de Dios, junto con la magnífica esperanza del Reino, ahora, antes de que Babilonia la Grande sea derribada y destruida. (Isaías 61:1-3; 1 Corintios 15:58.)

‘Aleluya... ¡Jehová es Rey!’

9. ¿Por qué es tan sonoro y poderoso el último aleluya?

9 Hay otras razones para regocijarnos, como Juan pasa a decirnos: “Y oí lo que era como la voz de una gran muchedumbre y como un sonido de muchas aguas y como un sonido de fuertes truenos. Decían: ‘Aleluya *, porque Jehová nuestro Dios, el Todopoderoso, ha empezado a reinar’”. (Revelación 19:6.) Este último aleluya es el que cuadra o hace completa o simétrica la proclamación. Es un poderoso sonido celestial que excede en magnificencia a todo coro humano, que es más majestuoso que toda catarata terrestre y más inspirador de temor que toda tronada terrenal. Las miríadas de voces celestiales celebran el hecho de que “Jehová nuestro Dios, el Todopoderoso, ha empezado a reinar”.

10. ¿En qué sentido se puede decir que Jehová empieza a reinar después de la devastación de Babilonia la Grande?

10 Pero ¿por qué se dice que Jehová empieza a reinar? Han pasado milenios desde que el salmista declaró: “Dios es mi Rey desde mucho tiempo atrás”. (Salmo 74:12.) Hasta en aquellos tiempos la gobernación real de Jehová era antigua, de modo que ¿cómo puede el coro universal cantar que “Jehová [...] ha empezado a reinar”? Porque, destruida Babilonia la Grande, Jehová ya no tendrá a esa presuntuosa rival desviando a otros de obedecerle como Soberano Universal. La religión falsa ya no incitará a los gobernantes de la Tierra a oponerse a él. Cuando la Babilonia antigua cayó de su posición de dominación mundial, Sión oyó la victoriosa proclamación: “¡Tu Dios ha llegado a ser rey!”. (Isaías 52:7.) Después del nacimiento del Reino en 1914, los 24 ancianos proclamaron: “Te damos gracias, Jehová Dios, [...] porque has tomado tu gran poder y has empezado a reinar”. (Revelación 11:17.) Ahora, después de ser devastada Babilonia la Grande, de nuevo se da el clamor: “Jehová [...] ha empezado a reinar”. ¡No queda ningún dios de hechura humana para oponerse a la soberanía del Dios verdadero, Jehová!

¡Se acercan las bodas del Cordero!

11, 12. a) ¿Con qué palabras se dirigió la Jerusalén de la antigüedad a la Babilonia antigua, y qué modelo fijó eso en cuanto a la Nueva Jerusalén y Babilonia la Grande? b) Ante la victoria sobre Babilonia la Grande, ¿qué cantan y anuncian las huestes celestiales?

11 ¡“Oh enemiga mía”! Con esas palabras Jerusalén —donde estaba el templo dedicado a la adoración de Jehová— se dirigió a la idólatra Babilonia. (Miqueas 7:8.) De manera similar, “la santa ciudad, la Nueva Jerusalén”, compuesta de la novia de 144.000 miembros, tiene toda razón para llamar enemiga a Babilonia la Grande. (Revelación 21:2.) Pero al fin la gran ramera ha experimentado adversidad, calamidad y ruina. Ni sus prácticas espiritistas ni sus astrólogos han podido salvarla. (Compárese con Isaías 47:1, 11-13.) ¡Ciertamente la adoración verdadera ha alcanzado una gran victoria!

12 Ida para siempre la repugnante ramera, Babilonia la Grande, ¡ahora puede enfocarse la atención en la novia del Cordero, de pureza virginal! Por eso, las huestes celestiales cantan con gozo alabanzas a Jehová: “Regocijémonos y llenémonos de gran gozo, y démosle la gloria, porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Sí, a ella se le ha concedido estar vestida de lino fino, brillante y limpio, porque el lino fino representa los actos justos de los santos”. (Revelación 19:7, 8.)

13. ¿Qué preparación para las bodas del Cordero se ha hecho a través de los siglos?

13 A través de los siglos Jesús ha hecho preparación amorosa para este matrimonio celestial. (Mateo 28:20; 2 Corintios 11:2.) Ha estado limpiando a los 144.000 miembros del Israel espiritual para “presentarse él a sí mismo la congregación en su esplendor, sin que tenga mancha, ni arruga, ni ninguna de tales cosas, sino que sea santa y sin tacha”. (Efesios 5:25-27.) Teniendo como mira lograr “el premio de la llamada hacia arriba por Dios”, cada cristiano ungido ha tenido que desnudarse de la vieja personalidad con sus prácticas, ponerse la nueva personalidad cristiana y ejecutar actos justos “de toda alma como para Jehová”. (Filipenses 3:8, 13, 14; Colosenses 3:9, 10, 23.)

14. ¿Cómo ha tratado Satanás de contaminar a los miembros en perspectiva de la esposa del Cordero?

14 Desde el Pentecostés de 33 E.C. en adelante Satanás utilizó a Babilonia la Grande como instrumento para tratar de contaminar a los miembros en perspectiva de la esposa del Cordero. Para el fin del primer siglo había sembrado semillas de religión babilónica en la congregación. (1 Corintios 15:12; 2 Timoteo 2:18; Revelación 2:6, 14, 20.) El apóstol Pablo describe de este modo a los que subvertían la fe: “Porque tales hombres son apóstoles falsos, obreros engañosos, que se transforman en apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque Satanás mismo sigue transformándose en ángel de luz”. (2 Corintios 11:13, 14.) En los siglos que siguieron, la cristiandad apóstata, como todo el resto de Babilonia la Grande, se vistió con el ropaje de la riqueza y el privilegio, “púrpura y escarlata, [...] oro y piedra preciosa y perlas”. (Revelación 17:4.) Sus clérigos y papas se vincularon con emperadores sedientos de sangre, tales como Constantino y Carlomagno. Ella nunca se vistió con “los actos justos de los santos”. Como falsificación de la novia, fue realmente una obra maestra de engaño satánico. ¡Por fin se ha ido para siempre!

La esposa del Cordero se ha preparado

15. ¿Cómo se sella a los ungidos, y qué se requiere de cada cristiano ungido?

15 De modo que ahora, después de casi 2.000 años, los 144.000 de la clase de la novia se han preparado. Pero ¿cuándo en la corriente del tiempo puede decirse que ‘la esposa del Cordero se ha preparado’? Progresivamente, desde el Pentecostés de 33 E.C. en adelante, los creyentes ungidos “fueron sellados con el espíritu santo prometido”, en vista de un venidero “día de liberación por rescate”. Como lo expresó el apóstol Pablo, Dios “ha puesto su sello sobre nosotros y nos ha dado la prenda de lo que ha de venir, es decir, el espíritu, en nuestros corazones”. (Efesios 1:13; 4:30; 2 Corintios 1:22.) Cada cristiano ungido es ‘llamado y escogido’ y ha demostrado que es ‘fiel’. (Revelación 17:14.)

16. a) ¿Cuándo quedó definitivamente sellado el apóstol Pablo, y cómo lo sabemos? b) ¿Cuándo ‘se habrá preparado’ de lleno la esposa del Cordero?

16 Después de aguantar pruebas por décadas, Pablo mismo pudo declarar: “He peleado la excelente pelea, he corrido la carrera hasta terminarla, he observado la fe. De este tiempo en adelante me está reservada la corona de la justicia, que el Señor, el justo juez, me dará como galardón en aquel día; sin embargo, no solo a mí, sino también a todos los que han amado su manifestación”. (2 Timoteo 4:7, 8.) Parece que el apóstol había sido sellado definitivamente, aunque todavía estaba en la carne y aún se enfrentaría al martirio. De manera similar, tiene que llegar el tiempo en que los restantes de los 144.000 en la Tierra habrán sido sellados individualmente como pertenecientes a Jehová. (2 Timoteo 2:19.) Esto será cuando la esposa del Cordero se haya preparado por completo... la gran mayoría de los 144.000 ya habrá recibido su recompensa celestial y los que todavía estén en la Tierra habrán sido finalmente aprobados y sellados como fieles.

17. ¿Cuándo podrán efectuarse las bodas del Cordero?

17 En este tiempo dentro del horario de Jehová, cuando se ha terminado de sellar a los 144.000, los ángeles sueltan los cuatro vientos de la gran tribulación. (Revelación 7:1-3.) Primero se ejecuta juicio contra la ramera Babilonia la Grande. El Cristo victorioso entonces pasa prontamente a Armagedón para destruir al resto de la organización de Satanás en la Tierra y, finalmente, para encerrar en el abismo a Satanás y sus demonios. (Revelación 19:11–20:3.) En el caso de que queden sobrevivientes ungidos en la Tierra, sin duda recibirán su recompensa celestial poco después de que Cristo complete su victoria y se unirán a sus compañeros de la clase de la novia. Entonces, en el momento designado por Dios, podrán efectuarse las bodas del Cordero.

18. ¿Cómo confirma el Salmo 45 el orden de los acontecimientos respecto a las bodas del Cordero?

18 La profecía del Salmo 45 indica el orden de los sucesos. Primero el Rey entronizado sale cabalgando a conquistar a sus enemigos. (Versículos 1-7.) Entonces se efectúan las bodas, y las compañeras vírgenes de la novia celestial, la gran muchedumbre, la atienden en la Tierra. (Versículos 8-15.) Después el matrimonio se hace fructífero, cuando se eleva a la perfección a la humanidad resucitada bajo la superintendencia de “príncipes en toda la tierra”. (Versículos 16, 17.) ¡Qué gloriosas bendiciones acompañan a las bodas del Cordero!

Felices son los invitados

19. ¿Cuál es la cuarta de las siete felicidades de Revelación, y quiénes participan en esa felicidad particular?

19 Juan ahora anota la cuarta de las siete felicidades de Revelación: “Y él [el ángel que ha estado revelando estas cosas a Juan] me dice: ‘Escribe: Felices son los invitados a la cena de las bodas del Cordero’. También, me dice: ‘Estos son los dichos verdaderos de Dios’”. (Revelación 19:9 *.) Los invitados a “la cena de las bodas del Cordero” son los miembros de la clase de la novia. (Compárese con Mateo 22:1-14.) Toda la compañía nupcial ungida participa de la felicidad de haber recibido esta invitación. La mayoría de los invitados ya han ido al cielo, el lugar de la cena de bodas. Los que todavía están en la Tierra también se alegran de tener la invitación. Su lugar en la cena nupcial es seguro. (Juan 14:1-3; 1 Pedro 1:3-9.) Cuando se les resucita al cielo, entonces toda la novia pasará a participar con el Cordero en ese matrimonio supremamente feliz.

20. a) ¿Qué significan las palabras: “Estos son los dichos verdaderos de Dios”? b) ¿Cómo afectaron a Juan las palabras del ángel, y cómo respondió el ángel?

20 El ángel añade que “estos son los dichos verdaderos de Dios”. La palabra “verdaderos” es la traducción de la palabra griega a·le·thi·nós y significa “genuinos” o “confiables”. Puesto que estos dichos realmente vienen de Jehová, son fieles y confiables. (Compárese con 1 Juan 4:1-3; Revelación 21:5; 22:6.) Como invitado a ese banquete de bodas, Juan debe haberse llenado de gozo al oír esto y al pensar en las bendiciones que le esperan a la clase de la novia. En realidad se sintió tan profundamente conmovido que el ángel tuvo que darle consejo, como relata Juan: “Ante aquello, caí delante de sus pies para adorarlo. Pero me dice: ‘¡Ten cuidado! ¡No hagas eso! Yo simplemente soy coesclavo tuyo y de tus hermanos que tienen la obra de dar testimonio de Jesús. Adora a Dios’”. (Revelación 19:10a.)

21. a) ¿Qué nos da a conocer Revelación en cuanto a los ángeles? b) ¿Qué actitud deben tener los cristianos para con los ángeles?

21 Por toda la Revelación se atestigua notablemente la fidelidad y diligencia de los ángeles. Están implicados en el conducto por el que viene la verdad revelada. (Revelación 1:1.) Trabajan junto con los humanos en predicar las buenas nuevas y derramar las plagas simbólicas. (Revelación 14:6, 7; 16:1.) Lucharon al lado de Jesús para echar a Satanás y sus ángeles del cielo, y pelearán a su lado de nuevo en Armagedón. (Revelación 12:7; 19:11-14.) Sí, pueden estar ante Jehová mismo. (Mateo 18:10; Revelación 15:6.) Con todo, no son más que esclavos humildes de Dios. En la adoración pura no hay lugar para adorar a los ángeles; ni siquiera para adoración relativa a Dios mediante algún “santo” o ángel. (Colosenses 2:18.) Los cristianos adoran únicamente a Jehová, y le presentan sus peticiones en el nombre de Jesús. (Juan 14:12, 13.)

El papel de Jesús en la profecía

22. ¿Qué le dice el ángel a Juan, y qué significan esas palabras?

22 El ángel entonces dice: “Porque el dar testimonio de Jesús es lo que inspira el profetizar”. (Revelación 19:10b.) ¿Qué significa esto? Significa que toda la profecía inspirada ha llegado a existir teniendo presente a Jesús y el papel que él desempeña en los propósitos de Jehová. La primera profecía de la Biblia prometió la venida de una descendencia o simiente. (Génesis 3:15.) Jesús llegó a ser esa Descendencia. Revelaciones subsiguientes edificaron una enorme estructura de verdad profética sobre esa promesa fundamental. El apóstol Pedro dijo al creyente gentil Cornelio: “De él [Jesús] dan testimonio todos los profetas”. (Hechos 10:43.) Unos 20 años después, el apóstol Pablo dijo: “No importa cuántas sean las promesas de Dios, han llegado a ser Sí mediante él [Jesús]”. (2 Corintios 1:20.) Tras otros 43 años, Juan mismo nos recuerda: ‘La verdad vino a ser por medio de Jesucristo’. (Juan 1:17.)

23. ¿Por qué no detraen de la adoración que damos a Jehová el encumbrado puesto y la autoridad de Jesús?

23 ¿Detrae esto, de algún modo, de la adoración que damos a Jehová? No. Recuerde el consejo de cautela del ángel: “Adora a Dios”. Jesús nunca trata de competir con Jehová. (Filipenses 2:6.) Es verdad que a todos los ángeles se les dice que “le rindan homenaje [a Jesús]”, y toda la creación tiene que reconocer su puesto encumbrado para que “en el nombre de Jesús se doble toda rodilla”. Pero note que esto es “para la gloria de Dios el Padre” y por orden de él. (Hebreos 1:6; Filipenses 2:9-11.) Jehová dio a Jesús su encumbrada autoridad, y al reconocer esa autoridad damos gloria a Dios. Si rehusamos someternos a la gobernación de Jesús, eso equivale a rechazar a Jehová Dios mismo. (Salmo 2:11, 12.)

24. ¿Qué dos asombrosos acontecimientos contemplamos, y, por lo tanto, qué expresión debemos hacer?

24 Por eso, expresemos en unidad las palabras de apertura de los Salmos 146 a 150: “¡Alaben a Jah!”. ¡Que el coro de aleluyas continúe saliendo con fuerza atronadora en celebración, por anticipado, del triunfo de Jehová sobre el imperio mundial babilónico de la religión falsa! ¡Y que abunde el gozo mientras se acercan las bodas del Cordero!

[Notas]

^ párr. 1 Nota de la Biblia con Referencias (Traducción del Nuevo Mundo).

^ párr. 1 Nota de la Biblia con Referencias (Traducción del Nuevo Mundo).

^ párr. 5 Nota de la Biblia con Referencias (Traducción del Nuevo Mundo).

^ párr. 9 Nota de la Biblia con Referencias (Traducción del Nuevo Mundo).

[Preguntas del estudio]

[Recuadro de la página 273]

“Epístola a Sodoma y Gomorra”

Con ese encabezamiento, el 12 de noviembre de 1987 el periódico londinense Daily Telegraph informó sobre una moción que se presentó al Sínodo General de la Iglesia Anglicana. En ella se pedía que se echara de la iglesia a los “cristianos” homosexuales. El columnista Godfrey Barker dijo: “Ayer el arzobispo de Canterbery expresó esta sombría opinión: ‘Si San Pablo escribiera una epístola a la Iglesia Anglicana, bien pudiéramos preguntarnos qué clase de carta sería’”. El mismo señor Barker comentó: “Epístola a Sodoma y Gomorra es la respuesta”, y añadió: “El Dr. Runcie [el arzobispo] pensaba que sería como el capítulo 1 de Romanos”.

El escritor citó las palabras de Pablo en Romanos 1:26-32: “Dios los entregó, en las lujurias de su corazón, a impurezas. [...] Hombres que cometían actos desvergonzados con hombres [...] aunque saben que Dios ha decretado que los que hacen esas cosas merecen morir, no solo las hacen, sino que aprueban a los que las practican”. Concluyó: “A San Pablo solo le preocupaban los que ocupaban los bancos de las iglesias. El problema del Dr. Runcie tiene que ver con los que están en el púlpito”.

¿Por qué tiene tal problema el arzobispo? Encabezamientos grandes en el periódico Daily Mail, de Londres, del 22 de octubre de 1987 habían declarado: “‘De cada tres vicarios, uno es homosexual’ [...] La campaña para echar a los homosexuales ‘cerraría la Iglesia Anglicana’”. Los informes citaban la siguiente expresión del “reverendo” secretario general del Movimiento Cristiano de Lesbianas y Homosexuales: “El aceptar esta moción sería una catástrofe para la Iglesia, y el arzobispo de Canterbery lo sabe. Creemos, como cálculo general, que de 30% a 40% de los clérigos de la Iglesia Anglicana son homosexuales. Y son las personas que más activamente contribuyen al ministerio de la Iglesia”. Es muy probable que la disminución en la cantidad de concurrentes a las iglesias refleje en parte el disgusto por la creciente homosexualidad dentro del ministerio.

¿Qué decidió el sínodo eclesiástico? Una gran mayoría de 388 miembros (el 95% de los clérigos) votó a favor de una moción menos vigorosa. Sobre esto, el periódico The Economist del 14 de noviembre de 1987 informó: “La Iglesia Anglicana está contra las prácticas homosexuales, pero no muy resueltamente. Esta semana, el sínodo general, que es el parlamento de la Iglesia, pensando en los clérigos que son homosexuales, decidió que los actos homosexuales, a diferencia de la fornicación y el adulterio, no son pecado: simplemente ‘no alcanzan el ideal’ de que ‘las relaciones sexuales son un acto de compromiso total que correctamente pertenece a una relación permanente de matrimonio’”. Estableciendo un contraste entre la postura del arzobispo de Canterbery y la declaración franca del apóstol Pablo en Romanos 1:26, 27, The Economist presentó una cita de las palabras de Pablo con la leyenda: “San Pablo sabía lo que pensaba”.

Jesucristo también sabía lo que pensaba, y lo expresó en términos claros. Dijo que sería “más soportable a la tierra de Sodoma en el Día del Juicio” que a los religiosos que rechazaron su mensaje. (Mateo 11:23, 24.) Aquí Jesús usó una expresión hiperbólica para mostrar que aquellos líderes religiosos que rechazaron al Hijo de Dios y su mensaje eran más dignos de reprensión que los sodomitas. Judas 7 declara que aquellos sodomitas experimentaron “el castigo judicial de fuego eterno”, que significa destrucción eterna. (Mateo 25:41, 46.) Por eso, ¡cuán severo será el juicio contra los llamados líderes cristianos, quienes ciegamente alejan a sus rebaños ciegos de las elevadas normas morales del Reino de Dios y los dirigen a los caminos permisivos y disolutos de este mundo! (Mateo 15:14.) En cuanto a la religión falsa, Babilonia la Grande, la voz del cielo clama con urgencia: “Sálganse de ella, pueblo mío, si no quieren participar con ella en sus pecados, y si no quieren recibir parte de sus plagas”. (Revelación 18:2, 4.)

[Ilustraciones de la página 275]

El cielo resuena con cuatro aleluyas, en alabanza a Jehová por su victoria final sobre Babilonia la Grande