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La ciudad esplendorosa

La ciudad esplendorosa

Capítulo 43

La ciudad esplendorosa

Visión 16.⁠a: Revelación 21:9–22:5

Lo que muestra: Se describe a la Nueva Jerusalén

Cuándo se cumple: Después de la gran tribulación y de ser arrojado en el abismo Satanás

1, 2. a) ¿Adónde lleva un ángel a Juan para que vea a la Nueva Jerusalén, y qué contraste notamos aquí? b) ¿Por qué es esta la magnífica culminación de Apocalipsis?

UN ÁNGEL había llevado a Juan a un desierto para mostrarle a Babilonia la Grande. Ahora uno del mismo grupo angelical conduce a Juan a una encumbrada montaña. ¡Qué contraste ve! No ve aquí a ninguna ciudad inmunda e inmoral como la ramera babilónica, sino a la Nueva Jerusalén —pura, espiritual, santa—, y la ve descender del cielo mismo. (Revelación 17:1, 5.)

2 Ni siquiera la Jerusalén terrestre tuvo alguna vez una gloria como esta. Juan nos dice: “Y vino uno de los siete ángeles que tenían los siete tazones que estaban llenos de las siete últimas plagas, y habló conmigo y dijo: ‘Ven acá, te mostraré a la novia, la esposa del Cordero’. De modo que me llevó en el poder del espíritu a una montaña grande y encumbrada, y me mostró la santa ciudad de Jerusalén, que descendía del cielo desde Dios, y que tenía la gloria de Dios”. (Revelación 21:9-11a.) Desde la posición ventajosa de esa elevada montaña Juan contempla a la hermosa ciudad con todos sus preciosos detalles. Los hombres de fe han estado esperando con ansias su venida desde que la humanidad cayó en el pecado y la muerte. ¡Al fin ha llegado! (Romanos 8:19; 1 Corintios 15:22, 23; Hebreos 11:39, 40.) Es la magnífica ciudad espiritual, compuesta de 144.000 personas leales e íntegras, esplendorosa en su santidad y reflejando la mismísima gloria de Jehová. ¡He aquí la magnífica culminación de Apocalipsis!

3. ¿Cómo describe Juan la belleza de la Nueva Jerusalén?

3 La belleza de la Nueva Jerusalén es asombrosa: “Su resplandor era semejante a una piedra preciosísima, como piedra de jaspe que brillara con claridad cristalina. Tenía un muro grande y encumbrado, y tenía doce puertas, y a las puertas doce ángeles, y había nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel. Al oriente había tres puertas, y al norte tres puertas, y al sur tres puertas, y al occidente tres puertas. El muro de la ciudad también tenía doce piedras de fundamento, y sobre ellas los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero”. (Revelación 21:11b-14.) ¡Qué apropiado es que la primera impresión que Juan registra sea de brillo fulgurante! Radiante como una novia lista para sus bodas, la Nueva Jerusalén es consorte apropiada para Cristo. Realmente fulgura, como es propio de una creación del “Padre de las luces celestes”. (Santiago 1:17.)

4. ¿Qué indica que la Nueva Jerusalén no es la nación carnal de Israel?

4 En sus 12 puertas están inscritos los nombres de las 12 tribus de Israel. Por lo tanto, esta ciudad simbólica está compuesta de los 144.000, que fueron sellados “de toda tribu de los hijos de Israel”. (Revelación 7:4-8.) En armonía con eso, las piedras de fundamento llevan los nombres de los 12 apóstoles del Cordero. Sí, la Nueva Jerusalén no es la nación carnal de Israel fundada sobre los 12 hijos de Jacob. Es el Israel espiritual, fundado sobre “los apóstoles y profetas”. (Efesios 2:20.)

5. ¿Qué denota el “muro grande y encumbrado” de la Nueva Jerusalén, y el hecho de que haya ángeles apostados en cada entrada?

5 La ciudad simbólica tiene un muro enorme. En la antigüedad los muros o murallas de las ciudades se construían por motivo de seguridad, para mantener fuera a los enemigos. El “muro grande y encumbrado” de la Nueva Jerusalén muestra que disfruta de seguridad espiritual. Ningún enemigo de la justicia, nadie inmundo o falto de honradez, podrá entrar alguna vez en ella. (Revelación 21:27.) Pero, para las personas a quienes se permite la entrada, entrar en esta hermosa ciudad es como entrar en el Paraíso. (Revelación 2:7.) Después de la expulsión de Adán, Dios apostó querubines al frente del Paraíso original para mantener fuera a los humanos inmundos. (Génesis 3:24.) De manera similar, en cada entrada de la santa ciudad de Jerusalén hay ángeles apostados para garantizar la seguridad espiritual de la ciudad. De hecho, durante todos los últimos días ha habido ángeles protegiendo a la congregación de los cristianos ungidos —que llega a ser la Nueva Jerusalén— contra la contaminación babilónica. (Mateo 13:41.)

Medidas de la ciudad

6. a) ¿Cómo describe Juan el proceso de medir la ciudad, y qué indica ese proceso? b) ¿Qué pudiera explicar que la medida usada fuera “según la medida de hombre, y a la vez de ángel”? (Véase la nota.)

Juan continúa su relato: “Ahora bien, el que hablaba conmigo tenía como medida una caña de oro, para que midiera la ciudad y sus puertas y su muro. Y la ciudad se extiende en cuadro, y su longitud es tan grande como su anchura. Y midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; su longitud y anchura y altura son iguales. También, midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, según la medida de hombre, y a la vez de ángel”. (Revelación 21:15-17.) Cuando se midió el santuario del templo, esto garantizó el cumplimiento de los propósitos de Jehová respecto a él. (Revelación 11:1.) Ahora, el hecho de que el ángel mida a la Nueva Jerusalén muestra la inmutabilidad de los propósitos de Jehová respecto a esta gloriosa ciudad *.

7. ¿Qué cosa notable se deduce de las medidas de la ciudad?

7 ¡Qué extraordinaria ciudad es esta! Un cubo perfecto con un perímetro de 12.000 estadios (unos 2.220 kilómetros [1.380 millas]), rodeado de un muro de 144 codos —o 64 metros (210 pies)— de altura. Jamás pudiera ciudad literal alguna tener tales medidas. ¡Abarcaría un territorio unas 14 veces mayor que la moderna nación de Israel, y se elevaría casi 560 kilómetros (350 millas) en el espacio exterior! Apocalipsis fue dado en señales. Por eso, ¿qué nos dicen estas medidas acerca de la Nueva Jerusalén de los cielos?

8. ¿Qué denota(n) a) los muros de 144 codos de altura de la ciudad? b) la medida de 12.000 estadios de la ciudad? c) el que la ciudad tenga la forma de un cubo perfecto?

8 Los muros de 144 codos de altura nos recuerdan que la ciudad está compuesta de 144.000 hijos de Dios adoptados mediante Su espíritu. El número 12 que aparece en la medida de 12.000 estadios de la ciudad —la longitud, anchura y altura son iguales— se usa en sentido figurado en marcos de organización en la profecía bíblica. Por eso, la Nueva Jerusalén es una estructura u organización excelentemente diseñada para realizar el propósito eterno de Dios. La Nueva Jerusalén, junto con el Rey Jesucristo, es la organización del Reino de Jehová. Luego está la forma de la ciudad: un cubo perfecto. En el templo de Salomón, la parte del templo llamada el Santísimo, que contenía una representación simbólica de la presencia de Jehová, era un cubo perfecto. (1 Reyes 6:19, 20.) ¡Qué apropiado es, pues, que se vea a la Nueva Jerusalén —iluminada por la gloria de Jehová mismo— como un cubo perfecto en gran escala! Todas sus medidas están perfectamente equilibradas. Es una ciudad sin desigualdades ni defectos. (Revelación 21:22.)

Preciosos materiales de construcción

9. ¿Cómo describe Juan los materiales de construcción de la ciudad?

Juan continúa su descripción: “Ahora bien, la estructura del muro era jaspe, y la ciudad era oro puro, semejante a vidrio claro. Los fundamentos del muro de la ciudad estaban adornados con toda clase de piedra preciosa: el primer fundamento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, calcedonia; el cuarto, esmeralda; el quinto, sardónica; el sexto, sardio; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el nono, topacio; el décimo, crisoprasa; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista. También, las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas estaba hecha de una sola perla. Y el camino ancho de la ciudad era oro puro, como vidrio transparente”. (Revelación 21:18-21.)

10. ¿Qué denota el que la ciudad esté construida de jaspe, oro y “toda clase de piedra preciosa”?

10 Hay verdadero esplendor en la manera como ha sido construida la ciudad. En vez de leer de materiales de construcción corrientes, terrenales, como el barro o la piedra, leemos de jaspe, oro refinado y “toda clase de piedra preciosa”. ¡Qué adecuada representación de materiales de construcción celestiales! Nada pudiera superar tal magnificencia. La antigua arca del pacto estaba revestida de oro puro, y en la Biblia este elemento suele representar cosas buenas y valiosas. (Éxodo 25:11; Proverbios 25:11; Isaías 60:6, 17.) Pero toda la Nueva Jerusalén, y hasta su camino ancho, están construidos de “oro puro, semejante a vidrio claro”, lo cual describe una belleza y un valor intrínseco inimaginables.

11. ¿Qué garantiza que los que componen la Nueva Jerusalén fulgurarán con la más elevada excelencia de pureza espiritual?

11 Ningún fundidor humano podría producir oro tan puro. Pero Jehová es el Refinador Supremo. Se sienta “como refinador y limpiador de plata”, y refina individualmente a los miembros fieles del Israel espiritual “como oro y como plata” al remover de ellos todas las impurezas. Solo aquellos a quienes en verdad se haya refinado y limpiado compondrán al fin la Nueva Jerusalén, y así Jehová construye la ciudad con materiales de construcción vivientes que fulguran con la más elevada excelencia de pureza espiritual. (Malaquías 3:3, 4.)

12. ¿Qué significa el que a) los fundamentos de la ciudad estén adornados con 12 gemas preciosas? b) las puertas de la ciudad sean perlas?

12 Hasta los fundamentos de la ciudad son hermosos, pues los adornan 12 gemas preciosas. Esto nos recuerda al sumo sacerdote judío de la antigüedad, quien en los días ceremoniales llevaba un efod con 12 diferentes piedras preciosas engastadas algo similares a las que se describen aquí. (Éxodo 28:15-21.) ¡De seguro esto no es coincidencia! Más bien, da énfasis a la función sacerdotal de la Nueva Jerusalén, de la cual Jesús, el gran Sumo Sacerdote, es la “lámpara”. (Revelación 20:6; 21:23; Hebreos 8:1.) Además, es mediante la Nueva Jerusalén como se dirigen a la humanidad los beneficios del ministerio de Jesús como Sumo Sacerdote. (Revelación 22:1, 2.) Las 12 puertas de la ciudad, cada una de las cuales es una perla de gran belleza, nos recuerdan la ilustración en que Jesús asemejó el Reino a una perla de gran valor. Todos los que entren por esas puertas habrán mostrado verdadero aprecio a los valores espirituales. (Mateo 13:45, 46; compárese con Job 28:12, 17, 18.)

Una ciudad luminosa

13. ¿Qué pasa a decir Juan acerca de la Nueva Jerusalén, y por qué no necesita ningún templo literal la ciudad?

13 En los días de Salomón, sobre Jerusalén dominaba un templo construido en el lugar más elevado de la ciudad, en el monte Moria al norte. Pero ¿qué hay de la Nueva Jerusalén? Juan dice: “Y no vi en ella templo, porque Jehová Dios el Todopoderoso es su templo; también lo es el Cordero. Y la ciudad no tiene necesidad de que el sol ni la luna resplandezcan sobre ella, porque la gloria de Dios la alumbraba, y su lámpara era el Cordero”. (Revelación 21:22, 23.) En realidad no hay que construir un templo literal aquí. El templo judío de la antigüedad era solo un modelo, y la realidad de ese modelo, el gran templo espiritual, ha existido desde que Jehová ungió a Jesús para ser Sumo Sacerdote en 29 E.C. (Mateo 3:16, 17; Hebreos 9:11, 12, 23, 24.) Un templo también supone una clase sacerdotal que ofrece sacrificios a Jehová a favor del pueblo. Pero todos los miembros de la Nueva Jerusalén son sacerdotes. (Revelación 20:6.) Y el gran sacrificio —la vida humana perfecta de Jesús— se ha ofrecido de una vez para siempre. (Hebreos 9:27, 28.) Además, Jehová es accesible personalmente a todo el que vive en la ciudad.

14. a) ¿Por qué no necesita la Nueva Jerusalén la luz del Sol ni la luz de la Luna? b) ¿Qué predijo la profecía de Isaías acerca de la organización universal de Jehová, y cómo está implicada en esto la Nueva Jerusalén?

14 Cuando la gloria de Jehová pasó cerca de Moisés en el monte Sinaí, hizo que el rostro de Moisés brillara tanto que él tuvo que cubrírselo de los demás israelitas. (Éxodo 34:4-7, 29, 30, 33.) ¿Puede usted imaginarse, entonces, cuánto brilla una ciudad que está iluminada permanentemente con la gloria de Jehová? En tal ciudad no podría haber noche. No necesitaría ni Sol ni Luna literales. Estaría difundiendo luz eternamente. (Compárese con 1 Timoteo 6:16.) La Nueva Jerusalén está bañada de esa clase de brillo radiante. De hecho, esta novia y su Novio Rey llegan a ser la capital de la organización universal de Jehová —su “mujer”, “la Jerusalén de arriba”—, sobre la cual Isaías profetizó: “Para ti el sol ya no resultará ser luz de día, y para resplandor la luna misma ya no te dará luz. Y Jehová tiene que llegar a ser para ti una luz de duración indefinida; y tu Dios, tu hermosura. Ya no se pondrá tu sol, ni irá menguando tu luna; porque Jehová mismo llegará a ser para ti una luz de duración indefinida, y los días de tu duelo habrán quedado completos”. (Isaías 60:1, 19, 20; Gálatas 4:26.)

Luz para las naciones

15. ¿Qué palabras de Revelación acerca de la Nueva Jerusalén se asemejan a la profecía de Isaías?

15 Esa misma profecía también predijo: “Y naciones ciertamente irán a tu luz, y reyes al resplandor de tu brillar”. (Isaías 60:3.) Revelación muestra que esas palabras incluirían a la Nueva Jerusalén: “Y las naciones andarán por medio de su luz, y los reyes de la tierra llevarán a ella su gloria. Y sus puertas de ninguna manera se cerrarán de día, pues allí no existirá noche. Y llevarán a ella la gloria y la honra de las naciones”. (Revelación 21:24-26.)

16. ¿Quiénes son “las naciones” que andarán por medio de la luz de la Nueva Jerusalén?

16 ¿Quiénes son estas “naciones” que andan por medio de la luz de la Nueva Jerusalén? Son personas —que antes formaban parte de las naciones de este mundo inicuo— que responden a la luz que se esparce mediante esta gloriosa ciudad celestial. Entre esas personas están, en primer lugar, las de la gran muchedumbre, que ya han salido de “todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas” y que día y noche adoran a Dios en compañía de la clase Juan. (Revelación 7:9, 15.) Después que la Nueva Jerusalén descienda del cielo y Jesús use las llaves de la muerte y del Hades para resucitar a los muertos, a esas personas se unirán otros millones, originalmente de “las naciones”, que llegan a amar a Jehová y a su Hijo, el Cordero, el Esposo de la Nueva Jerusalén. (Revelación 1:18.)

17. ¿Quiénes son “los reyes de la tierra” que ‘llevan su gloria’ a la Nueva Jerusalén?

17 Entonces, ¿quiénes son “los reyes de la tierra” que ‘llevan a ella su gloria’? No son los reyes literales de la Tierra en conjunto, pues a ellos se les destruye en su combate contra el Reino de Dios en Armagedón. (Revelación 16:14, 16; 19:17, 18.) ¿Podrían ser los reyes personajes de alto rango de las naciones que llegan a ser parte de la gran muchedumbre, o acaso reyes resucitados que se someten al Reino de Dios en el nuevo mundo? (Mateo 12:42.) Difícilmente, porque en la mayoría de los casos la gloria de esos reyes fue mundana y se ha desvanecido desde hace mucho tiempo. Por eso, “los reyes de la tierra” que llevan su gloria a la Nueva Jerusalén tienen que ser los 144.000, que son ‘comprados de toda tribu y lengua y pueblo y nación’ para gobernar como reyes con el Cordero, Jesucristo. (Revelación 5:9, 10; 22:5.) Ellos llevan a la ciudad, para hacerla más radiante, la gloria que reciben de Dios.

18. a) ¿A quiénes se excluirá de la Nueva Jerusalén? b) ¿A quiénes únicamente se permitirá entrada en la ciudad?

18 Juan continúa: “Pero cualquier cosa que no sea sagrada, y cualquiera que se ocupe en una cosa repugnante, y la mentira, no entrará en ella de ninguna manera; solamente entrarán los que estén escritos en el rollo de la vida del Cordero”. (Revelación 21:27.) Nada contaminado por el sistema de cosas de Satanás puede ser parte de la Nueva Jerusalén. Aunque sus puertas están abiertas permanentemente, no se permitirá que entre en ella nadie que “se ocupe en una cosa repugnante, y la mentira”. No habrá apóstatas en esa ciudad, ni miembro alguno de Babilonia la Grande. Y si cualquiera trata de profanar la ciudad corrompiendo a sus futuros miembros mientras todavía están en la Tierra, sus esfuerzos quedan en nada. (Mateo 13:41-43.) Solo ‘los que están escritos en el rollo de la vida del Cordero’, los 144.000, entrarán finalmente en la Nueva Jerusalén *. (Revelación 13:8; Daniel 12:3.)

El río de agua de vida

19. a) ¿Qué descripción da Juan de la Nueva Jerusalén encauzando bendiciones a la humanidad? b) ¿Cuándo fluye el “río de agua de vida”, y cómo lo sabemos?

19 La esplendorosa Nueva Jerusalén encauzará magníficas bendiciones a la humanidad en la Tierra. Eso es lo que Juan aprende inmediatamente después: “Y él me mostró un río de agua de vida, claro como el cristal, que fluía desde el trono de Dios y del Cordero, por en medio de su camino ancho”. (Revelación 22:1, 2a.) ¿Cuándo fluye este “río”? Puesto que fluye “desde el trono de Dios y del Cordero”, eso solo podría ser después de comenzar el día del Señor en 1914. Ese fue el tiempo para el acontecimiento anunciado por el toque de la séptima trompeta y el excelente anuncio: “Ahora han acontecido la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo”. (Revelación 11:15; 12:10.) Durante el tiempo del fin, el espíritu y la novia han estado invitando a los que están correctamente dispuestos a tomar gratis el agua de la vida. El agua de este río seguirá fluyendo para tales personas hasta que llegue el fin de este sistema de cosas, y también lo hará después, en el nuevo mundo, cuando la Nueva Jerusalén ‘descienda del cielo desde Dios’. (Revelación 21:2.)

20. ¿Qué indica que ya se puede obtener alguna agua de vida?

20 Esta no es la primera vez que se ha ofrecido agua dadora de vida a la humanidad. Cuando Jesús estuvo en la Tierra mencionó agua que impartía vida eterna. (Juan 4:10-14; 7:37, 38.) Además, Juan está por oír la amorosa invitación: “El espíritu y la novia siguen diciendo: ‘¡Ven!’. Y cualquiera que oiga, diga: ‘¡Ven!’. Y cualquiera que tenga sed, venga; cualquiera que desee, tome gratis el agua de la vida”. (Revelación 22:17.) Se está extendiendo esa invitación aun ahora, lo que indica que ya se puede obtener alguna agua de vida. Pero en el nuevo mundo esas aguas fluirán como un verdadero río desde el trono de Dios y mediante la Nueva Jerusalén.

21. ¿Qué representa el “río de agua de vida”, y cómo nos ayuda a saber esto la visión que tuvo Ezequiel de ese río?

21 ¿Qué es este “río de agua de vida”? El agua literal es un elemento vital para la vida. El hombre puede sobrevivir varias semanas sin alimento, pero sin agua muere en alrededor de una semana. El agua es también un agente limpiador y vital para la salud. Por lo tanto, el agua de vida debe representar algo que es esencial para la vida y la salud de la humanidad. También al profeta Ezequiel se le otorgó una visión de este “río de agua de vida”, y en su visión el río fluyó desde el templo y bajó al mar Muerto. Entonces, ¡qué sorprendente milagro! ¡Aquel cuerpo de agua sin vida, saturado de sustancias químicas, se convirtió en agua dulce llena de peces! (Ezequiel 47:1-12.) Sí, el río de la visión devuelve la vida a algo que anteriormente estaba muerto, lo cual confirma que el río de agua de vida representa la provisión de Dios mediante Jesucristo para dar de nuevo vida humana perfecta a la raza humana “muerta”. Este río es “claro como el cristal”, lo que muestra la pureza y santidad de las provisiones de Dios. No es como las “aguas” manchadas de sangre y mortíferas de la cristiandad. (Revelación 8:10, 11.)

22. a) ¿Qué origen tiene el río, y por qué es apropiado esto? b) ¿Qué está implicado en el agua de vida, y qué abarca ese río simbólico?

22 El origen del río es el “trono de Dios y del Cordero”. Esto es apropiado, puesto que la base de las provisiones de Jehová para dar vida es el sacrificio de rescate, y este se proveyó porque Jehová “tanto amó [...] al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna”. (Juan 3:16.) El agua de vida también implica la Palabra de Dios, la cual se compara a agua en la Biblia. (Efesios 5:26.) No obstante, el río de agua de vida no es solo la verdad, sino todo lo que Jehová ha provisto sobre la base del sacrificio de Jesús para recobrar del pecado y la muerte a los humanos obedientes y otorgarles vida eterna. (Juan 1:29; 1 Juan 2:1, 2.)

23. a) ¿Por qué es apropiado que el río de agua de vida fluya por en medio del camino ancho de la Nueva Jerusalén? b) ¿Qué promesa divina a Abrahán se cumplirá cuando el agua de vida fluya en abundancia?

23 Durante el Reinado de Mil Años los beneficios del rescate se aplican de lleno mediante el sacerdocio de Jesús y sus 144.000 subsacerdotes. Por eso, es apropiado que el río de agua de vida fluya por en medio del camino ancho de la Nueva Jerusalén. Esta está compuesta del Israel espiritual, que junto con Jesús compone la verdadera descendencia de Abrahán. (Gálatas 3:16, 29.) Por lo tanto, cuando el agua de vida fluya en abundancia por en medio del camino ancho de la ciudad simbólica, “todas las naciones de la tierra” tendrán plena oportunidad de bendecirse mediante la descendencia de Abrahán. La promesa de Jehová a Abrahán se cumplirá por completo. (Génesis 22:17, 18.)

Árboles de vida

24. ¿Qué ve Juan ahora a ambos lados del río de agua de vida, y qué representan?

24 En la visión de Ezequiel el río hasta se convirtió en un torrente, y el profeta vio que a ambos lados crecía todo tipo de árboles frutales. (Ezequiel 47:12.) Pero ¿qué ve Juan? Esto: “Y de este lado del río, y de aquel lado, había árboles de vida que producían doce cosechas de fruto, y que daban sus frutos cada mes. Y las hojas de los árboles eran para la curación de las naciones”. (Revelación 22:2b.) Estos “árboles de vida” también tienen que representar parte de las provisiones de Jehová para dar vida eterna a la humanidad obediente.

25. ¿Qué abundante provisión hace Jehová para los humanos que respondan bien en el Paraíso mundial?

25 ¡Qué abundante provisión hace Jehová para los humanos que responden bien! Ellos no solo pueden participar de esas aguas refrescantes, sino que continuamente pueden arrancar de esos árboles una variedad de frutos sustentadores. ¡Ah, si nuestros padres originales tan solo hubieran quedado satisfechos con una “deseable” provisión similar en el Paraíso de Edén! (Génesis 2:9.) Pero ahora hay un Paraíso por todo el globo terráqueo, y Jehová hasta provee lo necesario mediante las hojas de esos árboles simbólicos para “la curación de las naciones” *. Muy superior a cualquier medicina —herbaria o de otro tipo— que se dispense hoy, la aplicación calmante de esas hojas simbólicas elevará a la humanidad creyente a la perfección espiritual y corporal.

26. ¿Quiénes pudieran estar incluidos en los árboles de vida, y por qué?

26 Aquellos árboles, bien regados por el río, quizás incluyan a los 144.000 miembros de la esposa del Cordero. Ellos beben de la provisión de Dios para la vida mediante Jesucristo mientras están en la Tierra. Cabe señalar que a estos hermanos de Cristo engendrados por espíritu se les llama proféticamente “árboles grandes de justicia”. (Isaías 61:1-3; Revelación 21:6.) Ya han producido mucho fruto espiritual para la alabanza de Jehová. (Mateo 21:43.) Y durante el Reinado de Mil Años participarán en dispensar las provisiones del rescate que servirán para ‘curar a las naciones’ del pecado y la muerte. (Compárese con 1 Juan 1:7.)

Ya no habrá noche

27. ¿Qué otras bendiciones menciona Juan para los que tienen el privilegio de entrar en la Nueva Jerusalén, y por qué se dice que “ya no habrá ninguna maldición”?

27 ¡Ciertamente no pudiera haber privilegio más maravilloso que el de entrar en la Nueva Jerusalén! ¡Imagínese!... ¡aquellos humanos que antes eran de baja condición e imperfectos seguirán a Jesús al cielo para llegar a ser parte de tan glorioso arreglo! (Juan 14:2.) Juan da alguna idea de las bendiciones de que disfrutarán estos, al decir: “Y ya no habrá ninguna maldición. Pero el trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad, y sus esclavos le rendirán servicio sagrado; y verán su rostro, y tendrán su nombre en sus frentes”. (Revelación 22:3, 4.) Cuando el sacerdocio israelita se corrompió, experimentó la maldición de Jehová. (Malaquías 2:2.) Jesús pronunció abandonada la “casa” sin fe de Jerusalén. (Mateo 23:37-39.) Pero en la Nueva Jerusalén “ya no habrá ninguna maldición”. (Compárese con Zacarías 14:11.) Todos sus habitantes han sido sometidos al fuego de pruebas intensas aquí en la Tierra, y tras salir victoriosos se habrán ‘vestido de incorrupción e inmortalidad’. En su caso Jehová sabe, como supo en el caso de Jesús, que nunca apostatarán. (1 Corintios 15:53, 57.) Además, “el trono de Dios y del Cordero” estará allí, lo cual hace que la posición de la ciudad esté segura por toda la eternidad.

28. ¿Por qué tienen el nombre de Dios escrito en la frente los miembros de la Nueva Jerusalén, y qué electrizante perspectiva tienen?

28 Como Juan mismo, todos los futuros miembros de esa ciudad celestial son “esclavos” de Dios. En tal condición, en la frente tienen prominentemente escrito el nombre de Dios, que identifica a Jehová como Dueño de ellos. (Revelación 1:1; 3:12.) Para ellos será un privilegio inestimable rendirle servicio sagrado como parte de la Nueva Jerusalén. Mientras Jesús estuvo en la Tierra hizo esta electrizante promesa a aquellos gobernantes en perspectiva: “Felices son los de corazón puro, puesto que ellos verán a Dios”. (Mateo 5:8.) ¡Qué felices serán estos esclavos cuando de hecho contemplen y adoren a Jehová en persona!

29. ¿Por qué dice Juan que en la Nueva Jerusalén celestial “ya no habrá noche”?

29 Juan continúa: “Además, ya no habrá noche, y no tienen necesidad de luz de lámpara ni tienen luz solar, porque Jehová Dios arrojará luz sobre ellos”. (Revelación 22:5a.) La Jerusalén de la antigüedad, como cualquier otra ciudad terrestre, dependía del Sol para tener luz de día, y de la luz de la Luna y luz artificial de noche. Pero en la Nueva Jerusalén celestial no será necesaria tal iluminación. La ciudad será iluminada por Jehová mismo. Puede que “noche” se use también en sentido figurado, con referencia a que alguien se halle en adversidad o esté separado de Jehová. (Miqueas 3:6; Juan 9:4; Romanos 13:11, 12.) Nunca pudiera haber tal clase de noche en la presencia gloriosa y radiante del Dios Todopoderoso.

30. ¿Cómo concluye Juan la magnífica visión, y qué nos asegura Revelación?

30 Juan cierra esta magnífica visión con la siguiente expresión sobre estos esclavos de Dios: “Y reinarán para siempre jamás”. (Revelación 22:5b.) Es verdad que al fin de los mil años se habrán aplicado a plenitud los beneficios del rescate, y Jesús presentará a su Padre una raza humana perfeccionada. (1 Corintios 15:25-28.) No sabemos lo que Jehová tiene pensado que hagan Jesús y los 144.000 después de eso. Pero Revelación nos asegura que su privilegio de rendir servicio sagrado a Jehová continuará por toda la eternidad.

La feliz culminación de Apocalipsis

31. a) ¿A qué culminación señala la visión de la Nueva Jerusalén? b) ¿Qué logra la Nueva Jerusalén para otros fieles de la humanidad?

31 El cumplimiento de esta visión de la Nueva Jerusalén, la novia del Cordero, es la feliz culminación a la cual señala el libro de Apocalipsis o Revelación, y esto es apropiado. Todos los compañeros cristianos de Juan del primer siglo a quienes se dirigió originalmente el libro esperaban entrar en esa ciudad como cogobernantes celestiales inmortales con Jesucristo. El resto de los cristianos ungidos todavía vivo en la Tierra tiene la misma esperanza. Así pasa Revelación a su grandiosa culminación, mientras la novia ya completa se une al Cordero. Después, mediante la Nueva Jerusalén se aplicarán a la humanidad los beneficios del sacrificio de rescate de Jesús, de modo que finalmente todos los fieles adquirirán vida eterna. Así la novia —la Nueva Jerusalén—, como leal compañera de su Novio Rey, participará en edificar para la eternidad una justa nueva tierra... todo para la gloria de nuestro Señor Soberano Jehová. (Mateo 20:28; Juan 10:10, 16; Romanos 16:27.)

32, 33. ¿Qué hemos aprendido de Apocalipsis, y cuál debe ser nuestra respuesta sincera?

32 ¡Qué gozo sentimos, pues, ya cerca de terminar nuestro examen del libro de Revelación! Hemos visto totalmente frustrados los esfuerzos finales de Satanás y su descendencia, y que ha habido ejecución completa de los justos juicios de Jehová. Babilonia la Grande tiene que ser eliminada para siempre, y lo mismo tiene que pasarles a todos los demás elementos irremediablemente corruptos del mundo de Satanás. Satanás mismo y sus demonios serán arrojados en el abismo y después destruidos. La Nueva Jerusalén gobernará con Cristo desde los cielos mientras se efectúa la resurrección y hay un juicio, y la humanidad perfeccionada llegará finalmente a disfrutar de vida eterna en la Tierra paradisíaca. ¡Cuán vívidamente describe todas estas cosas el libro de Apocalipsis, la Revelación! ¡Cuánto nos fortalece en nuestra resolución de ‘declarar estas buenas nuevas eternas como noticias gozosas a toda nación y tribu y lengua y pueblo’ en la Tierra hoy! (Revelación 14:6, 7.) ¿Está usted gastándose de lleno en esa gran obra?

33 Con el corazón rebosante de gratitud, demos atención a las palabras finales de Revelación.

[Notas]

^ párr. 6 El que la medida que se usara fuera “según la medida de hombre, y a la vez de ángel” quizás se relaciona con el hecho de que la ciudad se compone de los 144.000, que originalmente eran humanos, pero que llegan a ser criaturas celestiales entre los ángeles.

^ párr. 18 Nótese que “el rollo de la vida del Cordero” contiene solo los nombres de los 144.000 miembros del Israel espiritual. Por eso difiere del “rollo de la vida”, que incluye a los que reciben vida en la Tierra. (Revelación 20:12.)

^ párr. 25 Nótese que la expresión “las naciones” suele referirse a los que no pertenecen al Israel espiritual. (Revelación 7:9; 15:4; 20:3; 21:24, 26.) El uso de esa expresión aquí no da a entender que la humanidad continuará organizada en grupos nacionales separados durante el Reinado de Mil Años.

[Preguntas del estudio]