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Educando a los hijos desde la infancia

Educando a los hijos desde la infancia

Capítulo 9

Educando a los hijos desde la infancia

1-4. ¿Qué evidencia hay de que un jovencito tiene una tremenda capacidad para aprender?

LA MENTE de un recién nacido ha sido comparada a una página en la cual no hay nada escrito. En realidad, muchas impresiones se han hecho en la mente del infante aun mientras ha estado en la matriz de su madre. Y ciertos rasgos de la personalidad están escritos indeleblemente allí por medio de la herencia genética. Pero desde el momento del nacimiento en adelante hay una enorme capacidad para aprendizaje allí. Más bien que una sola página, es como si una biblioteca entera estuviera esperando que se imprimiera información en sus páginas.

2 Al nacer el bebé, su cerebro pesa solo la cuarta parte de lo que pesará en la edad de adulto. ¡Pero el cerebro crece tan rápidamente que en solo dos años alcanza tres cuartas partes de su peso de adulto! El desarrollo intelectual va al mismo paso. Los investigadores dicen que la inteligencia del niño se desarrolla tanto durante los primeros cuatro años de su vida como durante los siguientes trece. De hecho, algunos declaran que “los conceptos que el niño aprende antes de su quinto cumpleaños están entre los más difíciles que alguna vez afrontará.”

3 Conceptos básicos como derecha e izquierda, arriba y abajo, lleno y vacío, así como grados comparativos de tamaño y peso nos parecen muy naturales a nosotros. Pero el niño tiene que aprender estos conceptos y muchísimos otros. El mismo concepto del habla —de que los sonidos pueden comunicar pensamientos de una mente a otra— tiene que ser implantado y establecido en la mente del bebé.

4 Algunos consideran el idioma como “probablemente el más difícil logro intelectual que se exige de un ser humano.” Si usted ha luchado alguna vez por aprender un nuevo idioma, probablemente concuerde con esto. Pero usted por lo menos tiene la ventaja de saber cómo funciona el lenguaje. Un bebé no lo sabe, y sin embargo su mente puede captar el concepto del idioma y ponerlo a funcionar. No solo eso, sino que niños de tierna edad que viven en hogares o sectores bilingües quizás hasta hablen dos idiomas con facilidad... ¡antes de que siquiera hayan empezado a ir a la escuela! Como se ve, la inteligencia está ahí, esperando que se le desarrolle.

¡HAY QUE EMPEZAR AHORA MISMO!

5. ¿Cuándo debe empezar la educación del niño?

5 Escribiendo a su compañero Timoteo, el apóstol Pablo le recordó que había conocido los escritos sagrados “desde la infancia.” (2 Timoteo 3:15) Es padre sabio el que reconoce el hambre natural de aprender que tiene el infante. Los bebés son muy observadores; son todo ojos y oídos. Sea que los padres se den cuenta de ello o no, los pequeñuelos están ocupados adquiriendo información, archivándola, añadiendo a ella, llegando a conclusiones. De hecho, si los padres no ejercen cautela, en poco tiempo el infante pudiera aprender notablemente bien precisamente cómo manipularlos a ellos según lo que él desea. Por eso, la amonestación que se da en la Palabra de Dios aplica desde el nacimiento en adelante: “Entrena al muchacho conforme al camino para él; aun cuando se haga viejo no se desviará de él.” (Proverbios 22:6) Por supuesto, las primeras lecciones tienen que ver con amar, y debe haber mucha atención amorosa y afecto. Pero junto con esto tiene que venir la corrección necesaria, aplicada con tiento, pero firmemente.

6. (a) ¿Con qué clase de habla es mejor hablar al niño? (b) ¿Qué punto de vista debe tomarse en cuanto a las muchas preguntas que quizás presente el niño?

6 Hable al infante, no en “lengua de nenes” o balbuceos pueriles sino en lenguaje sencillo de gente crecida, que es lo que usted desea que él aprenda. Cuando la criaturita aprenda a hablar, va a soltar sobre usted una inundación de preguntas: ‘¿Por qué llueve? ¿De dónde vine? ¿Adónde se van las estrellas durante el día? ¿Qué estás haciendo? ¿Por qué esto? ¿Por qué lo otro?’ ¡Así fluyen las preguntas, sin fin! Présteles atención, porque las preguntas están entre los mejores instrumentos que tiene el niño para aprender. El sofocar las preguntas puede sofocar el desarrollo mental.

7. ¿Cuál sería la mejor manera de contestar las preguntas de un niño, y por qué?

7 Pero recuerde, como lo hizo el apóstol, que “cuando yo era pequeñuelo, hablaba como pequeñuelo, pensaba como pequeñuelo, razonaba como pequeñuelo.” (1 Corintios 13:11) Conteste las preguntas de la mejor manera que pueda, pero con sencillez y brevedad. Cuando el niño pregunta: ‘¿Por qué llueve?’ no desea una respuesta complicada, detallada. Una respuesta como: ‘Las nubes se ponen pesadas por el agua, y el agua cae,’ pudiera satisfacer. Por poco tiempo fija la criatura su atención en algo; su atención pasa rápidamente a otros campos. Por eso, tal como se da leche al niño hasta que, al progresar, se le hace posible consumir alimento sólido, déle información sencilla hasta que pueda entender el conocimiento más detallado.—Compare con Hebreos 5:13, 14.

8, 9. ¿Qué se pudiera hacer en cuanto a enseñar a leer progresivamente al niño?

8 El aprender debe efectuarse progresivamente. Como se ha mencionado, Timoteo estuvo familiarizado con las Escrituras desde la infancia. Evidentemente entre sus más tempranos recuerdos de la infancia estaba el de recibir enseñanza de la Biblia. De seguro esta enseñanza fue progresiva, tal como hoy un padre o una madre empezaría a enseñar a su hijo o hija a leer. Léale a su criatura. Cuando sea infante, tome al niño en su falda, échele el brazo alrededor y léale con voz agradable. Él tendrá un afectuoso sentido de seguridad y gozo, y la lectura será una experiencia agradable, prescindiendo de lo poco que comprenda. Más tarde, usted puede enseñarle el alfabeto, quizás como si fuera un juego. Entonces haga palabras y con el tiempo forme oraciones con las palabras. Y haga que el proceso de aprender sea un gozo, hasta donde sea posible.

9 Por ejemplo, cierta pareja le leía en voz alta a su hijito de tres años y le señalaban cada palabra para que él fuera siguiéndolas mientras ellos leían. En ciertas palabras pausaban, el hijo suplía la palabra, que pudiera ser “Dios,” “Jesús,” “hombre,” “árbol.” Gradualmente el niño pudo ir leyendo más palabras, y a los cuatro años de edad leía la mayoría de las palabras. Junto con la lectura viene la escritura, primero de letras por sí solas, y entonces de palabras completas. ¡Qué emoción intensa siente el niño cuando puede escribir su propio nombre!

10. ¿Por qué es sabio ayudar a cada hijo a desarrollar su propia potencialidad?

10 Cada niño es diferente y tiene una personalidad singular, y se le debe ayudar a desarrollarse en armonía con su potencialidad y dones heredados individuales. Si se educa a cada niño de modo que desarrolle sus puntos fuertes y aptitudes heredados, no tendrá que envidiar los logros de otros niños. Cada niño debe ser amado y apreciado por lo que en sí mismo es. Mientras usted esté tratando de ayudar al niño a vencer o controlar malas inclinaciones, no debe tratar de obligar al niño a encajar en un molde determinado de antemano. Más bien, guíelo de modo que él dé el mejor uso a los buenos rasgos de su propia personalidad.

11. ¿Por qué no es sabio comparar desfavorablemente a un hijo con otro?

11 El padre o madre puede fomentar un espíritu de competencia egoísta al dar a entender, por comparaciones, que una criatura es superior o inferior a otra. Aunque temprano en la vida los niñitos dan señales de egoísmo innato, al principio están libres de ideas de rango, superioridad y sentimientos de su propia importancia. Por eso Jesús pudo usar a un niñito como ejemplo para corregir el espíritu de ambición y la preocupación por la importancia personal que mostraron sus discípulos en cierta ocasión. (Mateo 18:1-4) Por eso, evite comparar desfavorablemente a un niño con otro. Para el niño esto pudiera significar que se le rechaza. Al principio se sentirá herido, y si se le continúa tratando así, probablemente se haga hostil. Por otra parte, el niño a quien se presente como superior puede hacerse arrogante e incurrir en el desagrado de otros. Como padre o madre, el amor y la aceptación suya nunca deben depender de cómo sea un niño en comparación con otro. La variedad es deleitable. Una orquesta tiene instrumentos de muchas diferentes clases que añaden variedad y riqueza, pero todos están en armonía. La diferencia de personalidades añade sabor e interés al círculo de la familia, y sin embargo no se perjudica la armonía cuando todos se dejan moldear por los principios correctos de su Creador.

AYUDE A SU HIJO A CRECER

12. ¿Qué hechos acerca de los adultos demuestran que el niño necesita dirección apropiada?

12 La Palabra de Dios dice que ‘no le pertenece al hombre que está andando dirigir sus pasos.’ (Jeremías 10:23) Los hombres dicen que sí le pertenece. Por eso rehúsan la dirección divina, aceptan la dirección humana, se meten en una dificultad tras otra, y terminan probando que, después de todo, Dios tiene razón. Jehová Dios dice que hay un camino que al hombre le parece recto, pero que termina en el camino de la muerte. (Proverbios 14:12) Por mucho tiempo los hombres han tomado el camino que les ha parecido correcto a ellos, y éste los ha llevado a guerra, hambre, enfermedad y muerte. Si el camino que le parece correcto a un hombre crecido y experimentado termina en muerte, ¿cómo puede terminar en otra cosa el camino que le parece recto a un niño? Si al hombre que anda no le pertenece dirigir sus pasos, ¿cómo puede pertenecerle al chiquillo que está empezando a andar el dirigir su camino en la vida? Por medio de Su Palabra el Creador suministra direcciones tanto para el padre o la madre como para el niño.

13, 14. ¿Cómo pudieran los padres instruir a los hijos, en armonía con la amonestación que se halla en Deuteronomio 6:6, 7?

13 A los padres, Dios dice: “Estas palabras que te estoy mandando hoy tienen que resultar estar sobre tu corazón; y tienes que inculcarlas en tu hijo y hablar de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes.” (Deuteronomio 6:6, 7) En cualquier y todo tiempo, en todo momento en que se presenten oportunidades apropiadas, se debe dar instrucción. Si la familia se desayuna junta, aunque para muchos la mañana sea un tiempo de actividad apresurada porque se están preparando para ir al trabajo o a la escuela, una expresión de gracias por el alimento puede dirigir los pensamientos hacia el Creador y en ella se pueden incluir otros puntos de valor espiritual para la familia. El tiempo pudiera permitir algún comentario acerca de lo que se pensara hacer durante el día o acerca de la escuela y consejo sano sobre afrontar los problemas que pudieran presentarse. El tiempo de ir a la cama, “cuando te acuestes,” puede ser un tiempo de felicidad para los niñitos si los padres les dan más atención que la ordinaria entonces. Los relatos e historias que se cuenten a los niños al acostarlos pueden significar mucho para los pequeñuelos y pueden ser un medio excelente de impartir enseñanza. La Biblia está llena de materia de la cual el niño puede disfrutar mucho; solo se necesita que los padres la comuniquen ingeniosamente y con afecto. Experiencias personales de la propia vida del padre o la madre pueden serles especialmente interesantes a sus hijos y pueden comunicar excelentes lecciones. Y aunque le parezca que le presenta un desafío el pensar en qué nuevas historias relatar, usted verá que con frecuencia al niño le gusta oír las mismas historias vez tras vez. Quizás usted descubra que el tiempo adicional que dedique a esto mantendrá mucho más francas las líneas de comunicación entre usted y sus hijos. El orar con los pequeñuelos cuando es tiempo de acostarse puede también ayudar a establecer comunicación temprana con Aquel que más puede hacer para ayudarlos y protegerlos.—Efesios 3:20; Filipenses 4:6, 7.

14 Dondequiera que usted esté, ‘sentado en su casa’ o viajando ‘en el camino,’ se le presentan oportunidades de educar a su hijo de maneras interesantes y eficaces. Para los niños, parte de esto se puede efectuar en forma de un juego. Una pareja dio este relato del resultado de este proceder al tratar de ayudar a unos niños a recordar puntos de una reunión en la cual se estudió la Biblia:

‘Cierta noche llevamos con nosotros a un niñito de seis años de edad que por lo general no presta mucha atención en las reuniones. Mientras íbamos al salón, dije: “Vamos a jugar un juego. Cuando regresemos vamos a ver si podemos recordar las canciones que se hayan cantado y algunos de los puntos principales que se traten en la reunión.” Al regresar a casa quedamos sorprendidos. Cuando al niñito más joven que por lo general no presta atención, le dimos la primera oportunidad de hablar, recordó muchos puntos. Nuestros hijos entonces añadieron sus comentarios y finalmente nosotros, dos, los adultos, comentamos. En vez de trabajo, aquello fue diversión para ellos.’

15. ¿Cómo pudiera estimularse al hijo a mejorar sus logros?

15 A medida que el niño crece, aprende a expresar ideas, dibujar, efectuar algún trabajo, tocar música en algún instrumento. Disfruta de un sentido de logro. Su trabajo es, en cierto sentido, una extensión de sí mismo. Es cosa muy personal para él. Si usted mira el trabajo que él ha hecho y le dice: ‘Bien hecho,’ anima al niño. Busque en el trabajo de él algo que usted pueda alabar sinceramente, y el niño recibirá estímulo. Critique bruscamente lo que ha hecho, y probablemente decaiga y se desanime. Cuestione algún aspecto del trabajo si es necesario hacerlo, pero no permita que esto salga de usted como un rechazamiento del trabajo del niño. Por ejemplo, en vez de tomar el dibujo que él haya hecho y rehacerlo, usted pudiera demostrar en otra hoja de papel cómo hacerle algún mejoramiento. Esto le permite al niño ajustar su propio dibujo si desea hacerlo. Al estimularlo a esforzarse, usted estimula su desarrollo; al criticarlo duramente, pudiera desanimarlo o sofocar su deseo de seguir tratando. Sí, el principio de Gálatas 6:4 también puede aplicar a los niños: “Que él pruebe lo que es su propia obra, y entonces tendrá motivo de alborozarse respecto de sí mismo solo, y no en comparación con la otra persona.” Especialmente con relación a sus primeros esfuerzos el niño necesita estímulo. Si el proyecto es bueno para la edad que él tiene, ¡alábelo! Si no lo es, alabe el esfuerzo, y estimule al niño a tratar de nuevo. Después de todo, él no salió caminando la primera vez que trató de hacerlo.

¿CÓMO DEBO EXPLICAR LO SEXUAL?

16. En vista de lo que la Biblia dice, ¿qué clase de respuestas deben darse a las preguntas que haga el niño sobre asuntos sexuales?

16 Usted contesta las preguntas de su hijo y lo estimula a comunicarse. Pero entonces, de súbito le hace preguntas sobre asuntos sexuales. ¿Responde usted francamente, o da alguna respuesta engañadora, tal como la de decir que consiguieron al hermanito o la hermanita del hospital? ¿Va a dar usted información correcta o va a dejar que los niños obtengan de niños de más edad respuestas de mala calidad, hasta incorrectas, quizás en un contexto de obscenidad? La Biblia contiene referencias francas a una buena cantidad de cosas que tienen que ver con el sexo o los órganos genitales. (Génesis 17:11; 18:11; 30:16, 17; Levítico 15:2) Al instruir a su pueblo respecto a reuniones en las cuales se había de leer su Palabra, Dios dijo: “Congrega al pueblo, los hombres y las mujeres y los pequeñuelos . . . a fin de que escuchen y a fin de que aprendan.” (Deuteronomio 31:12) De modo que los niñitos oirían cualesquiera de esas referencias en un ambiente serio y respetuoso, no en la forma del ‘habla callejera.’

17-19. ¿Cómo pudieran darse progresivamente explicaciones acerca de lo sexual?

17 En realidad, el explicar lo sexual no tiene que ser tan difícil como se lo imaginan muchos padres. Los niños adquieren conciencia de su construcción corporal bien temprano, y descubren las varias partes del cuerpo. Usted se las menciona al niño: manos, pies, nariz, estómago, nalgas, pene, vulva. El niñito no se avergüenza, a menos que usted cambie súbitamente y se comporte como quien quiere ocultar algo al hablar de las partes genitales. Lo que pone en consternación a los padres es que piensan que van a tener que explicar cuanta cosa hay una vez que les empiezan a venir preguntas. En realidad, las preguntas vienen una a la vez, a medida que el niño alcanza diferentes etapas de su desarrollo. A medida que la criatura llega a las diferentes etapas, basta con que usted le suministre el vocabulario apropiado y explicaciones muy simples, generales.

18 Por ejemplo, cierto día se le pregunta: ‘¿De dónde vienen los bebés?’ Usted puede simplemente contestar de manera sencilla, diciendo quizás: ‘Crecen dentro de sus madres.’ Por lo general, eso es todo lo que se necesita, por el momento. Más tarde su hijo quizás pregunte: ‘¿Cómo sale el bebé?’ ‘Hay una abertura especial para eso.’ Y eso por lo general satisface, por el momento.

19 Algún tiempo después quizás venga la pregunta: ‘¿Cómo empezó el bebé?’ Su respuesta puede ser: ‘Un padre y una madre quieren tener un bebé. Una semilla del padre se encuentra con un óvulo o huevillo que hay en la madre y empieza a desarrollarse un bebé, tal como una semilla que está en la tierra empieza a crecer hasta que llega a ser una flor o un árbol.’ De modo que es una historia a la cual se va dando continuación, y cada parte basta para satisfacer al niño por el momento. Más tarde el niño quizás pregunte: ‘¿Cómo entra la semilla del padre en la madre?’ Usted pudiera decir sencillamente: ‘Tú sabes cómo son los varoncitos. Tienen un pene. La niña tiene una abertura en su cuerpo en la cual el pene entra. Así se planta la semilla. La gente está hecha así para que se pueda hacer que los bebés empiecen y crezcan dentro de la madre, y al fin salen como bebés.’

20. ¿Por qué es bueno que sean los padres quienes den explicaciones sobre lo sexual a sus hijos?

20 Esta manera honrada de tratar el asunto ciertamente es mejor que contar historias falsas o que una reacción de hablar como quien quiere ocultar algo, lo cual hace que parezca que el asunto es desagradable. (Compare con Tito 1:15.) También es mejor para el niño oír estos hechos de sus padres, quienes pueden acompañar sus explicaciones con las razones por las cuales los bebés solo deben venir apropiadamente de personas casadas que se amen unas a otras y que hayan aceptado la responsabilidad de amar a su bebé y cuidarlo. Esto pone el asunto en un plano saludable, espiritual, lo cual es mejor que aprenderlo en un marco de circunstancias que haga que todo el asunto parezca inmundo o sucio.

TRANSMITIENDO LAS LECCIONES MÁS IMPORTANTES DE LA VIDA

21. ¿En vista de qué tendencia de los niños es importante que los padres den buen ejemplo a su prole?

21 En cierta ocasión Jesús comparó a la gente de su tiempo con “niñitos sentados en las plazas del mercado, que dan voces a sus compañeros de juego, diciendo: ‘Les tocamos la flauta mas no danzaron; plañimos, mas no se golpearon en desconsuelo.’” (Mateo 11:16, 17) Los juegos de los niños eran una imitación de las personas mayores y sus festividades y funerales. Debido a que el niño tiende naturalmente a imitar a otros, el ejemplo de los padres desempeña un papel poderoso en su educación.

22. ¿Qué efecto puede tener en los hijos la conducta de los padres?

22 Desde cuando nace, su bebé está aprendiendo de usted... no solo por lo que usted dice, sino por la manera en que lo dice, por el tono de voz que usa al hablar: al bebé mismo, a su cónyuge y a otras personas. La criatura observa la manera en que los padres se tratan entre sí, y cómo tratan a otros miembros de la familia y a los visitantes. El ejemplo de usted en estas cosas puede empezar a comunicar lecciones mucho más importantes que hasta el que su hijo aprenda a andar o a contar o el abecedario. Puede colocar un fundamento para el conocimiento y entendimiento que conducen a la felicidad verdadera en la vida. Ese ejemplo puede hacer que la criatura esté dispuesta a recibir la comunicación de normas justas cuando haya alcanzado la edad que le permita aprender por lo que se le diga y por la lectura.

23, 24. Si los padres desean que sus hijos satisfagan ciertas normas, ¿qué deben estar dispuestos a hacer ellos mismos?

23 “Háganse imitadores de Dios, como hijos amados, y sigan andando en amor,” es la exhortación del apóstol a los cristianos. Precisamente antes de esto, él mostró lo que exigía el imitar a Dios, cuando dijo: “Quítense de ustedes toda amargura maliciosa y cólera e ira y gritería y habla injuriosa junto con toda maldad. Mas háganse bondadosos los unos con los otros, tiernamente compasivos, libremente perdonándose unos a otros así como Dios también por Cristo libremente los perdonó a ustedes. Por lo tanto, háganse imitadores de Dios, como hijos amados . . .” (Efe. 4:31, 32; 5:1, 2) Si las voces que el infante oye, o las acciones que ve, comunican lecciones en irritabilidad, como lo hacen el habla alta y de tono chillón, las quejas con gimoteos, la arrogancia o la cólera explosiva, queda con una impresión que difícilmente se borra. Si usted es persona bondadosa y considerada con toda otra persona, si sus normas morales son elevadas y sus principios son buenos, entonces su hijo tenderá a imitarlo en esto. Obre de la manera que quiera que sus hijos obren, sea como usted desea que ellos sean.

24 Los padres no deben tener dos conjuntos de principios, uno para predicarlo y el otro para practicarlo, uno para sus hijos y el otro para sí. ¿De qué vale decir a sus hijos que no mientan, si usted mismo miente? Si usted viola las promesas que les ha hecho, ¿puede esperar que ellos cumplan con las promesas que le hacen a usted? Si los padres no se muestran respeto mutuamente, ¿cómo pueden esperar que su hijo o hija aprenda el respeto? Si el hijo nunca oye a su padre o madre expresar humildad, ¿cómo puede llegar a ser su norma la humildad? Un peligro serio de que el padre o la madre comunique a la criatura la idea de que nunca se equivoca es que el niño pudiera llegar a pensar que todo lo que el padre o la madre hace es correcto... hasta cuando ese padre o madre hace cosas que manifiestan una naturaleza imperfecta, pecaminosa, y que son malas. El decir, pero no hacer, es ser como los fariseos hipócritas, de los cuales Jesús dijo: “Todas las cosas que les digan, háganlas y obsérvenlas, pero no hagan conforme a los hechos de ellos, porque dicen y no hacen.” ¡Por eso, padres, si no quieren tener fariseos pequeños en su familia, no sean ustedes fariseos grandes!—Mateo 23:3.

25. ¿Cómo se debe enseñar a los hijos acerca del amor?

25 Originalmente los niños aprenden acerca del amor por medio de verlo demostrado, y aprenden a dar amor por medio de recibirlo. El amor no se puede comprar. Los padres pudieran dar regalos en profusión a sus hijos. Pero el amor es principalmente un asunto espiritual, del corazón y no del bolsillo, y los regalos por sí solos nunca pueden reemplazar el amor genuino. El tratar de comprar el amor lo abarata. Más que regalos materiales, dé de usted mismo, de su tiempo, su energía, su amor. Recibirá en igual medida. (Lucas 6:38) Como dice 1 Juan 4:19 acerca de nuestro amor a Dios: “Amamos, porque él nos amó primero.”

26, 27. ¿Cómo pudiera enseñarse a los hijos el gozo que viene del dar?

26 Por medio de recibir, los hijos pueden aprender acerca de dar. Se les puede ayudar a aprender los gozos de dar, de servir, de compartir. Ayúdeles a ver que hay felicidad en dar... a usted, a otros niños, a personas crecidas. A menudo los adultos no quieren aceptar regalos de los niños, por pensar, equivocadamente, que es mostrar amor el dejar que los niños se queden con los regalos que están ofreciendo. Cierto hombre declaró:

“Yo solía negarme a aceptar de un niño el pedazo de dulce que me ofrecía. Pensaba que estaba siendo bondadoso, porque no estaba quitándole lo que sabía que tanto le gustaba. Pero cuando yo rehusaba y le permitía quedarse con todo el dulce, no veía el gozo que pensaba que el niño debería mostrar. Entonces me di cuenta de que estaba rechazando su generosidad, rechazando sus regalos, rechazándolo a él. Después de eso, siempre acepté aquellos regalos, para dejarle conocer los gozos del dar.”

27 En cierta familia los padres querían ayudar a su hijito a desarrollarse en un individuo como los que se describen en la Biblia en 1 Timoteo 6:18: “Liberales, listos para compartir.” Por eso, cuando asistían a un lugar adonde iban para estudiar la Biblia, tomaban el dinero que se proponían contribuir y lo daban a su hijo para que él lo echara en la caja de contribuciones. Esto ayudó a grabar en el hijo el valor de apoyar los asuntos espirituales y de ayudar a suministrar lo que en sentido material se necesita en éstos.

28, 29. ¿Cómo pudiera enseñarse a los hijos la importancia de disculparse por los males cometidos?

28 Tal como los niños pueden aprender a amar y ser generosos si la instrucción correcta va acompañada del buen ejemplo, así también pueden aprender a disculparse cuando es apropiado. Cierto padre dijo: “Cuando cometo un error al tratar con mis hijos, lo admito delante de ellos. Muy brevemente les digo por qué cometí el error y admito que me equivoqué. Esto les ayuda a admitir sus errores delante de mí, pues saben que no soy un individuo perfecto y que comprenderé.” Algo que ilustra este punto de vista fue la ocasión en que un extraño estaba visitando a una familia y el padre estaba presentándole los miembros de la familia. El visitante comentó:

“Después que todos los que estaban allí me habían sido presentados, entró en la habitación un chiquillo sonriente. El padre dijo: ‘Y éste es nuestro último hijo, el de la jalea en la camisa.’ La sonrisa del muchachito desapareció, y su rostro reveló que se sentía herido. El padre, viendo que la vergüenza iba a hacer que el niño llorara, rápidamente lo atrajo a sí y dijo: ‘No debí haber dicho eso; lo siento.’ El niño gimió un momento y entonces salió de la habitación, pero pronto volvió, con una sonrisa mayor que la primera... y llevaba una camisa limpia.”

29 Ciertamente la humildad fortalece los lazos del afecto. Por supuesto, más tarde el padre o madre puede explicar al hijo cómo adoptar un punto de vista equilibrado en cuanto a los problemas de la vida, sean grandes o pequeños. Puede ayudar a sus hijos a no tomar demasiado en serio los asuntos que son de menor importancia, a poder reírse de sí mismos y nunca esperar de otros la perfección, tal como no desean que se espere de ellos.

DÉ UN CONJUNTO DE VALORES VERDADEROS

30-32. ¿Por qué es importante que los padres empiecen muy temprano a ayudar a sus hijos a reconocer los valores verdaderos de la vida?

30 Hoy muchos padres están en confusión en cuanto a cuáles son los valores verdaderos de la vida. Como resultado de esto, muchos niños jamás reciben un conjunto de valores. Algunos padres hasta dudan de que tengan derecho a moldear las actitudes de sus hijos. Si los padres no hacen eso, otros niños, vecinos, las películas y la televisión lo harán. Las brechas entre generaciones, las rebeliones de la juventud, las drogas, las nuevas moralidades y revoluciones sexuales... todo esto asusta a los padres. Pero la verdad es que la personalidad del niño ya está bastante desarrollada antes de que estas cuestiones empiecen a surgir en su vida.

31 Según estudios de los cuales se presentó un informe en cierta publicación científica, “la porción principal de la personalidad del individuo se establece antes de que comience a ir a la escuela. Por supuesto, es de conocimiento corriente que los niños de edad preescolar son extremadamente impresionables y moldeables. . . . Sin embargo, hemos descubierto que con frecuencia lo que han afrontado en su niñez en términos de actitudes y experiencias puede establecer patrones o modelos de comportamiento duraderos y a veces inmutables.”

32 Los malos patrones de comportamiento pueden ser cambiados, pero otro investigador explica lo que sucede si se permite que pasen preciosos años sin que se dé la atención debida: “El niño sigue siendo moldeable durante sus primeros siete años, pero mientras más se espere, más radicalmente se hace necesario cambiar su ambiente... y la probabilidad de cambio va menguando con cada año que pasa.”

33. ¿Cuáles son los conceptos más importantes que se deben enseñar a los hijos?

33 Los niñitos tienen que aprender muchos conceptos básicos, pero los de mayor importancia son los conceptos de lo que es cierto y lo que es falso, lo que es correcto y lo que es incorrecto. Escribiendo a los cristianos de Éfeso, el apóstol Pablo los instó a adquirir conocimiento exacto, diciendo: “Ya no seamos pequeñuelos, aventados como por olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza por medio de las tretas de los hombres, por medio de astucia en tramar el error. Antes bien, hablando la verdad, por el amor crezcamos en todas las cosas en aquel que es la cabeza, Cristo.” (Efesios 4:13-15) Si los padres se demoran en ayudar a los pequeñuelos a desarrollar un amor a la verdad y la honradez, un amor a lo que es correcto y bueno, se dejará a los niños sin defensa contra el error y lo incorrecto. Los años preescolares pasan casi antes de que los padres se den cuenta de ello. No permita que pasen sin usarlos; use esos pocos primeros años vitales, formativos, que pasa con sus hijos para dar a éstos un conjunto de valores verdaderos. Quizás se evite aflicción en los años posteriores.—Proverbios 29:15, 17.

34. ¿Por qué son importantes las normas estables, y cuál es la mejor fuente de tales normas?

34 “La escena de este mundo está cambiando,” escribió el apóstol inspirado, y eso ciertamente es verdad en lo que se refiere a las normas materiales, emocionales y morales de éste. (1 Corintios 7:31) Hay poca estabilidad en el mundo. Los padres tienen que reconocer que, siendo humanos, ellos también pueden fallar a este respecto. Si en el fondo desean lo que resulte mejor para sus hijos y realmente se preocupan por la felicidad futura de éstos, los padres van a dirigir a sus hijos a un conjunto de normas que son verdaderamente estables. Pueden hacer esto por medio de grabar en sus hijos desde la infancia en adelante que, sea cual sea la cuestión que surja, sea cual sea el problema que necesite solución, el lugar al cual dirigirse en busca de respuestas que sean decisivas y las más útiles es la Palabra escrita de Dios, la Biblia. Sin importar lo confusa u oscura que a veces pueda parecer la vida debido a las circunstancias, esa Palabra continuará siendo una ‘lámpara para sus pies, y una luz para su vereda.’—Salmo 119:105.

35. ¿Qué importancia tiene la educación de los hijos de uno?

35 Sí, éste es el tiempo en que usted tiene la preciosa oportunidad de empezar a edificar en sus hijos un conjunto de valores que puede sostenerlos durante toda la vida. No hay carrera mayor, ni trabajo más importante, que el de educar a sus hijos. ¡El tiempo en el cual empezar es tan pronto como nacen, en su infancia!

[Preguntas del estudio]

[Ilustración de la página 117]

Hagan que el aprender sea una experiencia agradable