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La esposa a quien se ama tiernamente

La esposa a quien se ama tiernamente

Capítulo 5

La esposa a quien se ama tiernamente

1-4. ¿Qué queja presentan las mujeres a veces acerca de que sus esposos les comuniquen seguridad de que las aman?

UNA mujer le dijo a otra en son de queja: ‘Sé que mi esposo me ama, pero él nunca me lo dice. Bueno, de vez en cuando me lo dice, si lo apremio, pero tendría tanto más significado si me lo dijera de su propia iniciativa.’

2 La otra contestó: ‘Lo sé. Así son los hombres. Una vez le pregunté a mi esposo si me amaba y me dijo: “Me casé contigo, ¿verdad? Te mantengo, vivo contigo; no lo haría si no te amara.”’

3 Ella pausó por un instante, y entonces continuó diciendo: ‘Sin embargo, la otra noche sucedió algo muy conmovedor. Durante el día yo había estado limpiando su gabinete, y en una de la gavetas de su escritorio vi una instantánea. Era una que yo le había mostrado en un antiguo álbum de mi familia. Era de mí en un traje de baño a la edad de 7 años. Él la había sacado del álbum y la había puesto en la gaveta de su escritorio.’

4 Ella se sonrió al recordar el incidente, entonces miró a su amiga. ‘Cuando vino del trabajo esa noche lo confronté con la instantánea. La tomó en su mano y, sonriendo, me dijo: “Quiero mucho a esa niñita.” Entonces puso la foto a un lado y tomándome la cara en sus dos manos, dijo: “Quiero mucho también lo que ella ha llegado a ser.” Y me besó muy tiernamente. No pude evitar que se me saltaran las lágrimas.’

5. ¿Cómo debería comportarse la esposa a fin de que su esposo la ame tiernamente?

5 La esposa que sabe que su esposo la quiere mucho se siente cómoda y segura en su interior. La Palabra de Dios aconseja a los hombres que amen así a sus esposas. “Los esposos deben estar amando a sus esposas como a sus propios cuerpos. El que ama a su esposa a sí mismo se ama, porque nadie jamás odió a su propia carne; antes bien la alimenta y la acaricia, . . . los dos llegarán a ser una sola carne.” (Efesios 5:28, 29, 31) Como ya hemos considerado, la esposa debe tenerle profundo respeto a su esposo, pero el esposo debe comportarse de tal manera que se gane ese respeto. Lo mismo es cierto en este caso en el que se le aconseja a su esposo que la ame y quiera a usted: Compórtese de tal manera que él se sienta impulsado a hacerlo de corazón.

¿LE DA USTED SU APOYO?

6, 7. (a) En Génesis 2:18, ¿para qué papel dijo Jehová que había hecho a la mujer? (b) A fin de que la esposa le sirva de verdadera ayudante a su esposo, ¿qué se requiere de ella?

6 Para que a una esposa se le ame tiernamente, se requiere más de ella que sencilla sumisión a la jefatura o posición de su esposo como cabeza. Él pudiera tener un caballo o un perro que esté bien entrenado y sea sumiso. Adán tenía animales con él en el jardín de Edén, y éstos estaban en sujeción a él. Pero aun así estaba solo en lo que respecta a su género. Necesitaba una compañera humana inteligente que le sirviera de complemento y ayudante para trabajar con él: “No es bueno que el hombre continúe solo,” dijo Jehová Dios. “Voy a hacerle una ayudante, como complemento de él.”—Génesis 2:18.

7 Lo que el esposo necesita es una esposa que no solo lo ame y respete, sino que también sea una verdadera ayudante, que lo apoye en las decisiones que él tome. Esto no es difícil cuando los dos concuerdan en las decisiones después de considerarlas juntos. Pero quizás no sea tan fácil si a usted no se le consultara o usted no concordara con la decisión. En tal caso, ¿podría usted apoyar lealmente a su esposo... hacer lo mejor que pueda para que la decisión que él ha tomado dé buenos resultados, con tal que no sea alguna actividad ilegal o esté en contra de la Biblia? ¿O se inclinaría usted a retraer ese apoyo tercamente, esperando que él fracase a fin de poderle decir: ‘Te lo dije’? Si él ve que usted, a pesar de las dudas que tiene, está trabajando duro para que el proyecto tenga éxito, ¿no le parece que un apoyo tan leal de parte de usted contribuirá a que él la ame aún más?

8. ¿Cómo puede la esposa animar al esposo a ejercer jefatura apropiada?

8 Sobre todo, ¡no trate de usurpar su jefatura! Si logra hacerlo, usted no lo querrá a él; y él no la querrá a usted ni se querrá a sí mismo. Quizás él no tome la delantera como debería hacerlo. ¿Puede usted animarlo a hacerlo? ¿Expresa usted aprecio por cualquier esfuerzo que él haga por llevar la delantera? ¿Coopera usted con él y lo anima cuando él muestra alguna iniciativa? ¿O le dice usted que está equivocado, que su plan no dará buenos resultados? A veces la esposa tiene que compartir la culpa si su esposo no lleva la delantera... por ejemplo, si ella habla con desprecio de las ideas de él o se opone a sus esfuerzos, o sale con eso de te-dije-que-no-daría-resultados cuando el proyecto no se logra a la perfección. Con el tiempo esto puede resultar en un esposo incierto, indeciso. Por otra parte, su lealtad y apoyo, su seguridad y confianza, lo fortalecerán a él y contribuirán a su buen éxito.

“UNA ESPOSA CAPAZ”

9. ¿Qué dice Proverbios 31:10 acerca de una esposa capaz?

9 A fin de ser una esposa a quien se ame tiernamente, usted también tiene que encargarse bien de sus responsabilidades en el hogar. De una mujer de esta índole la Biblia dice: “Su valor es mucho más que el de los corales.” (Proverbios 31:10) ¿Es usted una esposa de esa clase? ¿Desea usted serlo?

10, 11. ¿Cómo pudiera la esposa mostrar que encaja en la descripción de Proverbios 31:15?

10 Al considerar las actividades de una “esposa capaz,” el libro bíblico de Proverbios informa: “Se levanta también mientras todavía es de noche, y da alimento a su casa.” (Proverbios 31:15) Muchas jóvenes comienzan su vida de casadas con una desventaja debido a que sus madres no les enseñaron a cocinar; pero pueden aprender. ¡Y la mujer prudente aprenderá a hacerlo bien! El cocinar es un arte. Cuando la comida está bien preparada, no solo llena el estómago, sino que hace que el corazón responda favorablemente.

11 Se puede aprender mucho acerca de la preparación del alimento. Es provechoso informarse acerca de los fundamentos de la nutrición a fin de poder salvaguardar la salud de su familia. Pero el sencillamente poner alimento nutritivo delante de su esposo no ganará la alabanza de él necesariamente. La Biblia nos dice que Rebeca, la esposa de Isaac, sabía cómo preparar alimento de tal modo que fuera “sabroso” y le gustara a su esposo. (Génesis 27:14) Muchas esposas podrían beneficiarse de su ejemplo.

12. ¿Qué pudiera incluirse en el obrar la mujer en armonía con Proverbios 31:14?

12 En algunas partes del mundo las mujeres van al mercado cada mañana a obtener los artículos que necesitan para el día. En otras partes, van de compras quizás una vez a la semana y mantienen los artículos perecederos en el refrigerador. Sea cual sea el caso, el hombre no puede menos que apreciar a una esposa que usa cuidadosamente los fondos de la familia y respeta el presupuesto doméstico. Si ella aprende a identificar el alimento y la ropa de buena calidad, y conoce su valor, no siempre comprará lo primero que vea. Más bien, como dice Proverbios 31:14: “Ha resultado ser como naves de mercader. Desde lejos trae su alimento.”

13. ¿Según Proverbios 31:27, ¿qué puede esperarse de una esposa en relación con el cuidado del hogar?

13 Ese interés concienzudo en su trabajo también debe reflejarse en la condición de su hogar. Al comentar adicionalmente en lo que identifica a una esposa capaz, Proverbios 31:27 dice: “Está vigilando cómo marchan los asuntos de su casa, y el pan de la pereza no come.” El tener el hábito de dormir hasta tarde, pasar cantidades excesivas de tiempo en habla ociosa con los vecinos... no son cosas que ella hace. Aunque a veces la enfermedad y sucesos imprevistos la retrasan en sus quehaceres domésticos, su hogar por lo general está nítido y limpio. Su esposo puede confiar en que, si vienen amigos de visita, no se sentirá abochornado por la apariencia de su hogar.

14, 15. ¿Qué consejo da la Biblia a las mujeres respecto a indumentaria y adorno?

14 A la mayoría de las mujeres no hay que decirles que también es importante dar atención a su apariencia personal, pero algunas necesitan un recordatorio. No es fácil sentir cariño por alguien cuya apariencia muestra que ella misma no se tiene mucha estima. La Biblia recomienda que las mujeres “se adornen en vestido bien arreglado, con modestia y buen juicio.” Pero también aconseja en contra de dar demasiado énfasis a estilos de peinado, joyas y trajes muy costosos que atraen indebida atención a la que los lleva.—1 Timoteo 2:9.

15 De mucho más valor que esa clase de indumentaria es la disposición de la persona que la lleva. El apóstol Pedro dice a las esposas cristianas que un “espíritu tranquilo y apacible . . . es de gran valor a los ojos de Dios.” (1 Pedro 3:3, 4) Y Proverbios, al enumerar los rasgos de una esposa capaz, añade que “ha alargado sus manos al pobre” y que “la ley de bondad amorosa está en su lengua.” Ella no es ni egoísta ni “maliciosa” sino que es generosa y bondadosa. (Proverbios 31:20, 26) “El encanto puede ser falso,” sigue diciendo la descripción, “y la belleza puede ser vana; pero la mujer que teme a Jehová es la que se procura alabanza.”—Proverbios 31:30.

16. ¿Cómo se sentirá el esposo que tenga aprecio en cuanto a una esposa de esta descripción?

16 Sí, cualquier esposo que comparta el punto de vista del Creador amará tiernamente a una mujer de esa descripción. Él se sentirá para con su esposa como lo expresó el escritor de Proverbios: “Hay muchas hijas que han demostrado capacidad, pero tú... tú has ascendido por encima de todas ellas.” (Proverbios 31:28, 29) Y sin que sea preciso apremiarlo, el esposo se sentirá impulsado a dar a saber a su esposa que él se siente así.

SU PUNTO DE VISTA DEL SEXO ES IMPORTANTE

17, 18. ¿Cómo puede el punto de vista que la esposa tiene del sexo afectar la manera en que su esposo se siente para con ella?

17 Las relaciones sexuales insatisfactorias causan muchos problemas maritales. En algunos casos esto se debe a la falta de consideración y entendimiento que el esposo tiene de las necesidades físicas y emocionales de la esposa, y en otros casos a que la esposa no se envuelve en participación física o emocional con el esposo en esta experiencia. El acto sexual, cuando tanto el esposo como la esposa participan en él anuente y afectuosamente, debe ser una expresión íntima del amor que sienten el uno por el otro.

18 La frigidez de la esposa pudiera deberse a la falta de consideración por parte del esposo, pero la indiferencia de la esposa también perjudica al esposo, y el dar señal de aversión puede ocasionar impotencia o hasta hacer que él se sienta atraído hacia otra persona. Si la esposa sencillamente se somete, con una actitud de no me importa en lo más mínimo, el esposo lo interpretará como evidencia de que su esposa no siente afecto por él. Las emociones rigen la respuesta sexual favorable, y si la esposa no responde favorablemente quizás tenga que reexaminar su propia actitud mental hacia lo sexual.

19. (a) ¿Cómo muestra la Biblia que sería incorrecto el negar las relaciones sexuales al cónyuge de uno por períodos prolongados? (b) ¿Por qué no debería ser necesario pedir a personas de fuera de la unión matrimonial que decidan en cuanto a lo propio de la conducta de la pareja en los asuntos sexuales?

19 La Biblia aconseja tanto al esposo como a la esposa que “no estén privándose de ello el uno al otro.” La Palabra de Dios no da permiso para usar el sexo como un medio de castigar al cónyuge de uno o expresar resentimiento, como en el caso en que la esposa le niega las relaciones sexuales a su esposo por semanas o hasta meses. Tal como él debe ‘rendir a su esposa lo que le es debido,’ ella también debe ‘hacer lo mismo para con su esposo.’ (1 Corintios 7:3-5) Esto no significa que debería esperarse que la esposa se sometiera a algún acto anormal que a ella le repugnara moralmente, y el esposo que ama y respeta a su esposa no requeriría que ella hiciera eso. “El amor . . . no se porta indecentemente.” (1 Corintios 13:4, 5) No debería ser necesario pedir a alguien de fuera de la unión matrimonial que decida en cuanto a si la conducta de la pareja es propia o impropia. La Biblia, en 1 Corintios 6:9-11, enumera claramente las prácticas que están prohibidas a los adoradores de Jehová Dios: fornicación, adulterio, incesto y homosexualidad. (Compare con Levítico 18:1-23.) Algunos liberales modernos que practican la “nueva moralidad” —en realidad inmoralidad— claman pidiendo la aceptación de algunos de estos actos sexuales prohibidos, mientras que otras personas que son muy conservadoras quieren hacer añadiduras a estas prohibiciones. La Biblia da el punto de vista equilibrado. Por lo general, si todas las otras relaciones del matrimonio son buenas, si hay amor, respeto, buena comunicación y entendimiento, entonces rara vez habrá problemas de naturaleza sexual.

20. Si la esposa usa las relaciones sexuales con propósitos de negociar, ¿cuál es el resultado?

20 La esposa a quien se ama con ternura no usa el sexo con propósitos de negociar. Ciertamente no todas las esposas negocian con el sexo, pero algunas lo hacen. De maneras quizás sutiles, usan las relaciones sexuales para obtener concesiones de sus esposos. ¿Con qué resultados? Bueno, no se siente ternura por la persona que le vende a uno un vestido, ¿verdad? Tampoco siente el esposo ternura por la esposa que trueca las relaciones sexuales por concesiones de parte de él. La mujer que hace eso quizás gane en lo material, pero pierde en lo emocional y en lo espiritual.

LAS LLORONAS, LAS QUE IMPORTUNAN

21-23. Según se ilustra en el caso de Sansón, ¿cómo puede la mujer destruir la felicidad con su llanto e importunación?

21 Sansón era un hombre fuerte, pero no podía aguantar la presión de mujeres que usaban el llanto o la importunación para salirse con la suya. En una ocasión tuvo que enfrentarse a un arrebato de llanto de la mujer que iba a ser su esposa. Según se registra en Jueces 14:16, 17, ella “se puso a llorar sobre él y a decir: ‘Solamente me odias, sí, y no me amas. Hubo un enigma que propusiste a los hijos de mi pueblo, pero a mí no me lo has declarado.’ Ante esto él le dijo: ‘¡Si a mi propio padre y a mi propia madre no se lo he declarado! ¿y acaso debo declarártelo a ti?’” El llamado que Sansón hizo a la lógica no surtió efecto. Rara vez sucede tal cosa cuando las emociones están muy excitadas. “Ella siguió llorando sobre él los siete días que continuó el banquete para ellos, y aconteció al séptimo día que por fin se lo declaró, porque lo había apremiado. Entonces ella declaró el enigma a los hijos de su pueblo.”

22 No piense que su esposo no la ama tan solo porque no siempre le deja salirse con la suya. La mujer que iba a ser esposa de Sansón lo acusó de no amarla, pero en realidad ella era la que no lo amaba a él. Ella ejerció presión sobre él hasta que él no pudo soportarlo más. Cuando al fin él le dijo el enigma, ella inmediatamente traicionó su confianza, y se apresuró a decir el secreto a los enemigos de él. Al fin, ella llegó a ser esposa de otro hombre.

23 Más tarde, Sansón se sintió atraído a otra mujer, llamada Dalila. Esta quizás haya sido atractiva físicamente, pero, ¿resultó ser una mujer a quien él verdaderamente pudiera querer? A fin de extraer de Sansón información que ella pudiera usar para su propia ventaja egoísta, Dalila se valió de la importunación. El relato dice: “Aconteció que porque ella lo apremiaba con sus palabras en todo tiempo y seguía instándolo, su alma se impacientó hasta desear morir.” Los resultados finales fueron trágicos.—Jueces 16:16.

24-27. (a) ¿Qué dice el libro de Proverbios en cuanto al efecto de las riñas o importunidades de la esposa? (b) ¿Por qué se señala a la mujer para dar este consejo? (c) ¿Qué es lo que con mayor probabilidad mueva al esposo a querer hacer cosas buenas por su esposa?

24 El llorar e importunar no es prudente. Son dañinos al matrimonio. Alejan al esposo. La Biblia advierte contra tales prácticas, como en los siguientes textos citados de la Nueva Biblia Española: “Quien . . . dice y repite se enajena al amigo.” “Mujer que riñe es gotera continua.” “Más vale habitar en el desierto que con mujer pendenciera y de mal genio.” “Gotera continua en día de chaparrón y mujer pendenciera hacen pareja: quien la sujeta, sujeta el viento y recoge aceite en la mano.”—Proverbios 17:9; 19:13; 21:19; 27:15, 16.

25 ¿Por qué señalan las Escrituras a la esposa para este consejo? Es probable que esto se deba a que por lo general las mujeres son más emotivas y están más inclinadas a expresar sus sentimientos, especialmente cuando algo las molesta. Además, quizás crean que es la única arma que tienen. Como cabeza de la casa el esposo quizás se salga con la suya arbitrariamente, de modo que a la esposa le parece que debe recurrir a la presión emocional. Usted, la esposa, no debe recurrir a esas tácticas, y su esposo no debería hacer que usted se sintiera obligada a incurrir en ellas.

26 Es cierto que puede que a veces usted no se sienta bien, y tal vez ceda al llanto, aunque no desee hacerlo. Pero eso es muy diferente a emplear escenas de alta tensión emocional sencillamente para salirse con la suya.

27 La mayoría de los esposos, si verdaderamente aman a sus esposas, dan preferencia a sus esposas más a menudo que a sí mismos, cuando lo que está envuelto son preferencias personales. Complazca a su esposo, y es muy probable que él busque oportunidades de complacerla a usted.

“TIEMPO DE CALLAR Y TIEMPO DE HABLAR”

28-35. (a) Describa los hábitos de conversación que pudieran hacer difícil que el esposo conversara con su esposa. (b) ¿Qué puede hacerse para mejorar la conversación entre el esposo y la esposa?

28 Muchas esposas dicen en son de queja: ‘Mi esposo nunca me habla.’ Es posible que él tenga la culpa. Sin embargo, muchas veces al esposo le gustaría hablar con su esposa, pero ella no se lo hace fácil. ¿De qué manera? No todas las mujeres son iguales. Pero pregúntese si usted cae en una de las siguientes descripciones:

29 La primera mujer de que se trata no tiene dificultad alguna en hablar con otras mujeres del vecindario. ¿Pero qué estilo sigue al conversar? Cuando la otra mujer pausa para respirar, empieza a hablar inmediatamente. Quizás intercale un par de preguntas, o tal vez salga con un tema enteramente diferente. Pronto la que fue interrumpida se pone a hablar de nuevo y logra continuar por un rato. A ninguna de las dos parece molestarle este modo de conversar confuso y competidor.

30 Ahora el esposo llega a casa y tiene noticias que desea darle a su esposa. Al entrar por la puerta, comienza: ‘No puedes imaginarte lo que pasó en el trabajo . . .’ No le es posible continuar. Ella lo interrumpe, preguntando: ‘¿Cómo te hiciste esa mancha en el abrigo? Ten cuidado por donde caminas. Acabo de limpiar el piso.’ Es posible que él titubee en continuar con el relato.

31 O tal vez el matrimonio esté conversando con unos amigos y él esté relatando una experiencia, pero omita algunos detalles o no los diga todos con exactitud. Su esposa lo interrumpe, primero para corregir los errores, entonces para completar el relato. No pasa mucho antes de que él suspire profundamente y diga: ‘¿Por qué no lo cuentas tú?’

32 Otra mujer pertenece a la clase que anima a su esposo a hablar. Tratando de que su inquirir parezca impensado, pero llena de curiosidad, pregunta: ‘¿Dónde estabas?’ ‘¿Quiénes estuvieron allí?’ ‘¿Qué sucedió?’ Las cosas que la intrigan no son las cosas rutinarias de la vida, sino las que parecen ser más confidenciales. Reúne los trocitos de información que logra conseguir y llena las lagunas con un poco de imaginación. Tal vez parte de ello sea información que su esposo no debería haber divulgado. En cuanto a otras cosas, quizás hayan sido apropiadas para considerarlas con la esposa, pero se dijeron confidencialmente. Si entonces ella las divulga a otros, traiciona la confianza que se ha puesto en ella. “No reveles el habla confidencial de otro,” advierte Proverbios 25:9. Pero si ella lo hiciera, esto podría ocasionar problemas. ¿Cuánta libertad de expresión estará dispuesto a desplegar él al hablar con ella en el futuro?

33 Otra clase de mujer es la que no es muy conversadora. Sabe hacer el trabajo necesario de la casa, pero raras veces dice mucho. El que trate de conversar con ella tiene que decirlo todo. Tal vez es tímida, o quizás tuvo poca oportunidad de asistir a la escuela cuando era niña. Prescindiendo de la causa, los esfuerzos de conversar con ella fracasan.

34 Pero se pueden hacer cambios. Se puede aprender el arte de la conversación. Si una mujer no solo hace su trabajo en casa, sino también lee material excelente y efectúa acciones bondadosas para otras personas, tendrá cosas edificantes que compartir con su cónyuge. Y una conversación de buen éxito requiere el compartir. También requiere respeto... suficiente respeto para dejarle terminar lo que está diciendo, dejar que lo diga de su propia manera, y saber cuándo los asuntos son confidenciales y deben guardarse. Como dice Eclesiastés 3:7, hay “tiempo de callar y tiempo de hablar.”

35 Por tanto, en vez de quejarse de que su esposo rara vez le habla, ¿por qué no se esfuerza por lograr que a él le sea placentero el hacerlo? Interésese en las cosas que él hace. Escuche atentamente cuando él habla. Que su respuesta manifieste el amor afectuoso y respeto profundo que le tiene. Asegúrese de que las cosas de las que usted más hable sean de naturaleza positiva y edificante. Quizás pronto halle que la conversación les ocasiona placer a los dos.

‘GANADO SIN UNA PALABRA’

36-38. ¿Cuáles son algunas maneras de llegar al corazón de un cónyuge que no sea un compañero creyente?

36 A veces, los hechos valen más que las palabras, y esto es especialmente cierto cuando los esposos no son compañeros creyentes de la Palabra de Dios. De ellos el apóstol Pedro dijo que es posible que “sean ganados sin una palabra por la conducta de sus esposas, por haber sido testigos oculares de su conducta casta junto con profundo respeto.” (1 Pedro 3:1, 2) Muchos esposos incrédulos se han quejado de que su esposa siempre les está “predicando,” y debido a eso se resienten. En contraste, otros se han hecho creyentes al ver el cambio que la verdad de la Palabra de Dios ha producido en sus esposas. A la gente a menudo le impresiona más ver un sermón que oírlo.

37 Al hablar con su esposo incrédulo, “que su habla siempre sea con gracia,” con buen gusto, o “sazonada con sal,” como lo expresa el texto. Hay un tiempo para hablar. La Biblia dice: “Como manzanas de oro en entalladuras de plata es una palabra hablada al tiempo apropiado para ello.” Se siente él desanimado a causa de algo? Quizás las cosas no hayan marchado bien en el trabajo. Es muy posible que él aprecie unas cuantas palabras comprensivas en ese momento. “Los dichos agradables son . . . dulces al alma y una curación a los huesos.” (Colosenses 4:6; Proverbios 25:11; 16:24) O, dependiendo de la situación, el que tan solo usted ponga la mano suya en la de él pudiera decirlo todo: Entiendo, estoy de tu parte, ayudaré si puedo.

38 Aunque él no está unido a usted en la fe, la Palabra de Dios muestra que aun así usted debe estar en sujeción a él. Su buena conducta quizás se lo gane con el tiempo, de modo que él llegue a tener la misma fe que usted. ¡Qué día feliz sería ése! Y si ese tiempo llega, él reconocerá con aprecio que tiene más razones para amarla de lo que jamás había imaginado. Pues, la devoción de usted, aunada a su firmeza por lo que usted sabía que era correcto, lo habrá ayudado a asirse de “la vida que lo es realmente.”—1 Corintios 7:13-16; 1 Timoteo 6:19.

39, 40. ¿Qué cualidades, alistadas en Tito 2:4, 5, hacen que la esposa sea preciosa, no solo para su esposo, sino también para Jehová?

39 Las Escrituras animan a las esposas cristianas, sea que sus esposos sean creyentes o incrédulos, a “que amen a sus esposos, amen a sus hijos, sean de juicio sano, castas, trabajadoras en casa, buenas, sujetándose a sus propios esposos, para que no se hable injuriosamente de la palabra de Dios.”—Tito 2:4, 5.

40 Si usted, la esposa, hace esto al grado óptimo que le permitan sus habilidades, será tiernamente amada, no solo por su esposo, sino también por Jehová Dios.

[Preguntas del estudio]

[Ilustración de la página 57]

“Una esposa capaz . . . su valor es mucho más que el de los corales.”—Proverbios 31:10.

[Ilustración de la página 64]

Las mujeres en la vida de Sansón