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Lo valioso de disciplinar con amor

Lo valioso de disciplinar con amor

Capítulo 10

Lo valioso de disciplinar con amor

1. ¿Qué se necesita para que los hijos de uno sean obedientes?

LOS hijos obedientes, amorosos, de buenos modales, no son así por casualidad. Han sido amoldados y producidos por medio del ejemplo y la disciplina.

2. ¿Cómo chocan con el consejo de la Biblia los puntos de vista de muchos expertos en sicología infantil?

2 Muchos expertos en sicología infantil ponen sobre los niños una señal de “no tocar,” como lo hizo uno que dijo: “¿Se dan cuenta ustedes las madres de que cada vez que dan nalgadas a su hijo muestran que lo odian?” Pero en su Palabra, Dios dice: “Quien detiene la vara odia a su hijo; mas el que le ama, le corrige con empeño.” (Proverbios 13:24, Versión Moderna) Hace unas décadas, especialmente en las naciones occidentales, abundaban los libros sobre la crianza de los hijos, con sus teorías de permisividad. La disciplina tendría el efecto de inhibir al niño e impedir su desarrollo, decían los sicólogos; y en cuanto a que se le dieran nalgadas, el solo pensar en ello los horrorizaba. Sus teorías chocaban de frente con el consejo de Jehová Dios. La Palabra de Dios dice que ‘se siega lo que se siembra.’ (Gálatas 6:7) ¿Qué han demostrado unas cuantas décadas de sembrar las semillas de la permisividad?

3, 4. ¿Qué resultado ha tenido la falta de disciplina correcta en el hogar, y por eso qué recomiendan muchos?

3 La abundante cosecha de crímenes y delincuencia es bien conocida. En muchas naciones industrializadas, más del 50 por ciento de los delitos serios se atribuyen a los jóvenes. En algunas partes del mundo, los terrenos escolares son semilleros para el desarrollo de desorganización de las clases, peleas, abuso verbal y obscenidades, vandalismo, asaltos, extorsión, incendios premeditados, robos, violaciones, drogas y asesinatos. El vocero de una federación de maestros de un país grande vio las raíces del problema de la disciplina en el hecho de que las escuelas no logran influir en los niños a una edad temprana, y atribuyó la delincuencia al deterioro que ha habido en la familia y al hecho de que los padres no quieren fijar normas razonables de comportamiento para sus hijos. Al considerar la pregunta de ‘por qué miembros de una misma familia se hacen delincuentes mientras que otros no,’ The Encyclopædia Britannica dice: “Los métodos disciplinarios de la familia pueden ser demasiado débiles, demasiado severos, o demasiado inconsistentes. La investigación norteamericana ha sugerido que la disciplina defectuosa posiblemente esté relacionada con aproximadamente el 70 por ciento de los hombres de disposición criminal.”

4 Debido a los resultados que se han visto, muchos han cambiado de opinión y han vuelto a la disciplina.

LA VARA DE LA DISCIPLINA

5. ¿Cuál es el punto de vista bíblico sobre el dar nalgadas?

5 El dar nalgadas a un niño puede salvarle la vida, porque la Palabra de Dios dice: “No retengas del mero muchacho la disciplina. En caso de que le pegues con la vara, no morirá. Con la vara tú mismo debes pegarle, para que libres su mismísima alma del Seol [el sepulcro] mismo.” También: “La tontedad está atada con el corazón del muchacho; la vara de la disciplina es lo que la alejará de él.” (Proverbios 23:13, 14; 22:15) Si los padres verdaderamente aprecian lo que funciona en el mejor interés de la vida de sus hijos, no dejarán que por debilidad o descuido se les escape la oportunidad de emplear acción disciplinaria. El amor los moverá a actuar, sabia y justamente, cuando sea necesario.

6. ¿Qué está incluido en la disciplina?

6 En cuanto a la disciplina misma, ésta no está limitada al castigo. Disciplina quiere decir básicamente ‘instrucción y educación o entrenamiento que se atienen a cierto orden o sistema.’ Por eso Proverbios 8:33 no dice: ‘sientan la disciplina,’ sino: “escuchen la disciplina y háganse sabios.” El cristiano, según lo que dice 2 Timoteo 2:24, 25, ‘necesita ser amable para con todos y estar capacitado para enseñar, manteniéndose reprimido bajo lo malo, instruyendo con apacibilidad a los que no están favorablemente dispuestos.’ Aquí la palabra “instruyendo” se traduce de la palabra griega para disciplinar. Esa misma palabra se traduce así en Hebreos 12:9: “Tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?”—Versión Valera Revisada.

7. ¿Qué beneficios se derivan de la disciplina que los padres dan?

7 El padre o madre que no provee disciplina no se gana el respeto de su hijo, tal como los gobernantes no se ganan el respeto de sus ciudadanos cuando permiten que se siga cometiendo la maldad sin que se imponga el debido castigo. Cuando la disciplina se da correctamente, le prueba al niño que sus padres se interesan en él. Contribuye a un hogar pacífico, porque “a los que han sido entrenados por ella, da fruto pacífico, a saber, justicia.” (Hebreos 12:11) Los hijos desobedientes, que se portan mal, son una fuente de irritación en cualquier hogar, y estos niños nunca se sienten realmente felices, ni siquiera consigo mismos. “Castiga a tu hijo y te traerá descanso y le dará mucho placer a tu alma.” (Proverbios 29:17) Después que el niño recibe corrección firme, pero amorosa, puede tener una actitud algo diferente y un comienzo nuevo, y a menudo es compañía mucho más agradable. Sí, la disciplina verdaderamente “da fruto pacífico.”

8. ¿Cómo pueden los padres disciplinar con amor?

8 “A quien Jehová ama él disciplina.” (Hebreos 12:6) Lo mismo es cierto del padre o madre que realmente quiere lo mejor para su hijo. Debe dar la disciplina movido por amor. Tal vez sea normal airarse cuando la mala acción del niño hace que uno se sienta provocado, pero, como muestra la Biblia, uno debe ‘mantenerse reprimido bajo lo malo.’ (2 Timoteo 2:24) Después que uno se haya calmado, probablemente el pecado pueril no parezca tan grande: “La perspicacia del hombre ciertamente retarda su cólera, y es hermosura de su parte pasar por alto la transgresión.” (Proverbios 19:11; vea también Eclesiastés 7:8, 9.) Quizás haya circunstancias atenuantes: Tal vez el niño esté demasiado cansado o no se sienta bien. Quizás realmente haya olvidado lo que se le había dicho; eso les pasa a los adultos también, ¿verdad? Pero aun cuando una mala acción no ha de pasarse por alto, la disciplina no debe ser un arranque sin freno o un golpe que simplemente dé salida a la presión emocional del padre. La disciplina incluye instrucción, y si hay una explosión de ira el niño aprende una lección, pero no acerca de ejercer gobierno de uno mismo, sino de la falta de esa cualidad. En este caso el sentimiento de que sus padres se interesan en él, que el niño percibe cuando la disciplina se administra bien, está ausente. Por lo tanto, el equilibrio es esencial y promueve la paz.

FIJEN LÍMITES FIRMES

9. En armonía con Proverbios 6:20-23, ¿qué deben proveer los padres para sus hijos?

9 Los padres deben proveer pautas para sus hijos. “Observa, oh hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no abandones la ley de tu madre. Átalos sobre tu corazón constantemente; enlázalos a tu garganta. Cuando andes, te guiará; cuando te acuestes, vigilará sobre ti; y cuando hayas despertado, hará de ti el objeto de su intenso interés. Porque el mandamiento es una lámpara, y una luz es la ley, y las censuras de la disciplina son el camino de la vida.” Estos preceptos de los padres tienen como propósito guiar y proteger al hijo, y reflejan el interés de los padres en el bienestar y felicidad de su hijo.—Proverbios 6:20-23.

10. ¿Qué puede suceder cuando los padres no disciplinan a sus hijos?

10 El padre que desatiende esto se hace responsable. Elí, un sumo sacerdote en el antiguo Israel, dejó que sus hijos se entregaran al egoísmo, a la falta de respeto e inmoralidad; él expresó su protesta hasta cierto grado, pero no tomó verdaderas medidas para poner coto a la maldad de sus hijos. Dios dijo de él: “Estoy juzgando su casa hasta tiempo indefinido por el error de que él ha sabido, porque sus hijos están invocando el mal contra Dios, y él no los ha reprendido.” (1 Samuel 2:12-17, 22-25; 3:13) Así mismo, si una madre no cumple con su deber, sufre vergüenza: “La vara y la censura son lo que da sabiduría; pero el muchacho [o muchacha] que se deja a rienda suelta le estará causando vergüenza a su madre.”—Proverbios 29:15.

11. ¿Por qué necesitan los niños que se les fijen límites?

11 Los hijos necesitan que se les fijen límites. Se sienten incómodos sin ellos. El tener límites fijos y seguirlos hace que los hijos sientan que forman parte del grupo; pertenecen a él y se les acepta porque se amoldan a sus requisitos. El trato permisivo abandona a los jóvenes y los deja caminando inciertamente por su propia cuenta. Los resultados muestran que los niños necesitan adultos que tengan convicciones firmes acerca de los límites, y que se las comuniquen a ellos. Es necesario que los hijos reconozcan que hay límites para toda persona en la Tierra y que esto resulta en la felicidad y el bien de la persona. Solo se puede disfrutar de la libertad cuando otros reconocen nuestra zona de libertad y nosotros reconocemos la de ellos. El propasarse de los límites debidos quiere decir, forzosamente, que el ofensor está llegando ‘al punto de perjudicar y abusar de los derechos de su hermano.’—1 Tesalonicenses 4:6.

12. ¿Por qué es importante la autodisciplina, y cómo pueden los padres ayudar a sus hijos a desarrollarla?

12 Cuando los hijos aprenden que un desafío a los límites debidos les acarrea disciplina de una clase u otra, llegan a reconocer sus propios límites, y como resultado de la firmeza y dirección de sus padres desarrollan la autodisciplina que necesitan para llevar vidas satisfactorias. O nos disciplinamos nosotros mismos desde lo interior, o se nos disciplinará desde alguna fuente externa. (1 Corintios 9:25, 27) Si desarrollamos la disciplina interna y ayudamos a nuestros hijos a hacer lo mismo, nuestra vida y la de ellos serán más felices, más libres de problemas y angustias.

13. Mencione algunos factores importantes que los padres deben tener presentes al establecer pautas para sus hijos.

13 Las pautas y limitaciones que se establecen para los hijos deben ser claras para ellos; también deben ser justas e incluir concesiones misericordiosas. No esperen demasiado de ellos, ni muy poco. Recuerden la edad de sus hijos, porque se portarán en conformidad con ella. No esperen que sean adultos en miniatura. El apóstol dijo que, cuando él era pequeñuelo, se portó como tal. (1 Corintios 13:11) Pero una vez que se hayan establecido reglas razonables y sus hijos las entiendan, háganlas cumplir pronta y persistentemente. “Signifique su palabra Sí, Sí, su No, No.” (Mateo 5:37) Los hijos realmente aprecian a los padres que cumplen su palabra, que son consistentes y constantes, porque sienten que la fortaleza de sus padres los apoya y perciben que pueden confiar en ella cuando venga alguna dificultad y necesiten ayuda. El que los padres sean justos, pero positivos, al corregir la maldad comunica a los hijos un sentimiento de seguridad y estabilidad. A los hijos les gusta saber a qué atenerse, y con padres de esta clase, lo saben.

14. ¿Por qué es importante que los padres sean firmes cuando los hijos no responden a su dirección?

14 Exige determinación de parte de los padres el mostrarse firmes cuando un hijo se niega a obedecer una orden del padre o la madre. En estos casos algunos padres profieren amenazas de posible castigo, se ponen a disputar en vano con el niño o recurren al soborno en su esfuerzo por conseguir que el niño haga lo que le dijeron que hiciera. A menudo todo lo que se necesita es simplemente ser muy firmes y decir al hijo, con convicción, que tiene que hacerlo y hacerlo ahora. Si un niño estuviera a punto de cruzar enfrente de un automóvil que se acercara, los padres le dirían qué hacer en términos que no dejaran lugar a duda. Como hacen notar algunos investigadores de este asunto: “Casi todos los padres logran que sus hijos vayan a la escuela . . . que se cepillen los dientes, que no suban al techo, que se bañen, y así por el estilo. A menudo los hijos resisten. Pero, de todos modos obedecen porque saben que los padres están resueltos a que se les obedezca.” Solo si usted refuerza sus pautas y mandamientos firmemente puede esperar que sus hijos ‘aten esos mandamientos constantemente sobre su corazón.’—Proverbios 6:21.

15. Cuando los padres se muestran inconsistentes en cuanto a hacer cumplir las pautas, ¿cómo puede esto afectar a los hijos?

15 Cuando los padres hacen cumplir las pautas irregularmente, según los mueve el capricho o la disposición de ánimo del momento, o cuando se demora mucho la disciplina por la desobediencia, los hijos cobran valor para cometer algunas violaciones como prueba que les permita ver hasta dónde pueden llegar y cuánto pueden hacer sin que se les castigue. Cuando la retribución parece retrasarse, los niños son como los adultos: se envalentonan en hacer el mal. “Por cuanto la sentencia contra una obra mala no se ha ejecutado velozmente, es por eso que el corazón de los hijos de los hombres ha quedado plenamente resuelto en ellos a hacer lo malo.” (Eclesiastés 8:11) Por lo tanto, diga lo que quiere decir, y lo que diga dígalo en serio. Entonces su hijo reconocerá que está tratando con una realidad, y comprenderá que de nada le valdrá hacer pucheros, disputar, ni actuar como si lo juzgara a usted cruel y desamorado.

16. Para no dar mandatos irrazonables, ¿qué deben hacer los padres?

16 Esto exige que uno piense antes de hablar. A menudo las reglas o mandatos que se hacen precipitadamente son irrazonables. Sea “presto en cuanto a oír, lento en cuanto a hablar, lento en cuanto a ira.” (Santiago 1:19) La disciplina que no es justa y consistente ofende el sentido natural de justicia que los niños poseen, y hace que se desarrolle el resentimiento.

MANTENGA BAJO CONTROL EL ENTRETENIMIENTO

17. ¿Qué punto de vista deben llegar a comprender los hijos respecto al trabajo y el juego?

17 El juego es una parte natural de la vida del niño. (Zacarías 8:5) Es preciso que los padres reconozcan esto a la vez que gradualmente introducen en la vida del niño aprecio por el trabajo y un sentido de responsabilidad. Entonces, por lo general, es mejor que cualesquier tareas que se le lleguen a dar al niño reciban la primera atención; el juego la segunda.

18. ¿Qué efecto pueden tener en los niños las asociaciones que tienen?

18 Algunos niños se convierten en “muchachos de la calle” o casi extraños en el hogar debido a que buscan entretenimiento en otros lugares. Si las asociaciones son de mala calidad, los efectos son malos. (1 Corintios 15:33) Por supuesto, es beneficioso que el niño tenga alguna asociación fuera del hogar para que desarrolle una comprensión más amplia de la gente. Pero cuando hay demasiada asociación fuera del hogar, o si no se controla esta asociación, el círculo de la familia se debilita o hasta se fragmenta.

19. ¿Qué cosas pueden considerar los padres para determinar si están haciendo del hogar un lugar agradable para sus hijos?

19 Junto con la disciplina que los padres dan para corregir esto, sería bueno que se preguntaran lo que pudieran hacer para que el hogar les sea más agradable a sus hijos; que se preguntaran si están pasando suficiente tiempo con ellos, no simplemente para instruir y disciplinarlos, sino para ser verdaderos amigos y compañeros de sus hijos. ¿Está usted por lo general “demasiado ocupado” para pasar tiempo con sus hijos, para jugar con ellos? Una vez que se pierden las oportunidades de participar en actividades con un niño, éstas no vuelven. El tiempo marcha en una sola dirección, y el niño no permanece inmóvil, sino que sigue desarrollándose y cambiando. Las estaciones anuales pasan volando, y aunque le parezca a usted que solo fue ayer que su hijo era un bebé que aprendía a andar, de repente usted se da cuenta de que el niño está convirtiéndose en un hombre joven, y que su niñita se ha transformado en una señorita. Solo si usted mantiene buen equilibrio y se disciplina en cuanto a su propio uso del tiempo podrá evitar el pasar por alto las oportunidades que este precioso espacio de tiempo le ofrece... o evitar percatarse de que sus hijos se van retirando de usted mientras todavía son de edad tierna.—Proverbios 3:27.

20, 21. Si hay un televisor en el hogar, ¿qué responsabilidad deben asumir los padres, y por qué?

20 En los lugares donde la televisión es una fuente común de recreo, tal vez sea necesario limitar su uso. Algunos padres usan la TV de niñera. Puede ser conveniente y parecer barata; pero en realidad puede resultar muy costosa. A menudo los programas de televisión están impregnados de violencia y sensualidad. Se da la impresión de que la violencia es un modo acepto de resolver los problemas; se presentan las relaciones sexuales ilícitas como parte acepta de la vida cotidiana. Muchas investigaciones han demostrado que esto puede insensibilizar a uno a dichas prácticas, especialmente si uno es joven. Usted se interesa mucho en que sus hijos consuman alimento sano y no contaminado. Debe interesarse aún más en aquello con que éstos alimentan su mente. Como Jesús lo indicó, el alimento no va a nuestro corazón, pero lo que recibimos en nuestra mente puede entrar en nuestro corazón.—Marcos 7:18-23.

21 El control que se ejerce sobre la clase de programas que se ven y también sobre la cantidad de tiempo que se pasa ante el televisor puede afectar en gran manera el desarrollo del niño. La televisión puede proveer algún entretenimiento agradable y hasta educación; pero si no se controla puede convertirse en una afición y consumir enormes cantidades de tiempo. El tiempo es vida, y ciertamente parte de ese tiempo pudiera emplearse de otras maneras más provechosas. Esto se debe a que la televisión reemplaza el hacer con un simplemente ver. No solo desplaza la actividad física, sino también la lectura y la conversación. Una familia necesita comunicación y compañerismo estrecho, y el estar sentados juntos silenciosamente en la misma habitación ante el televisor no va a satisfacer esa necesidad. Donde existe el problema de pasar demasiado tiempo viendo la TV, los padres pueden desarrollar en sus hijos aprecio por otras actividades en lugar de la televisión —juego sano, lectura, actividades de familia— especialmente si los padres mismos toman la delantera y dan el ejemplo.

CUANDO DISCIPLINE, ¡COMUNÍQUESE!

22. ¿Por qué es importante que los hijos entiendan las palabras que sus padres usan?

22 Un padre relata esta experiencia:

“Cuando mi hijo tenía solo tres años de edad le di un sermón bastante fuerte sobre el mentir, sobre el hecho de que Dios odia a los mentirosos, y usé Proverbios 6:16-19 y otros textos. Él escuchó y parecía que daba las respuestas correctas. Pero por alguna razón me pareció que no había comprendido. De modo que le pregunté: ‘Hijo, ¿sabes lo que es una mentira?’ Él dijo: ‘No.’ Después de eso, siempre me aseguré de que él supiera el significado de las palabras y la razón por la cual yo lo disciplinaba.”

23. ¿Qué puede estar incluido en ayudar a los hijos a ver lo correcto de cierto proceder o acción?

23 Cuando los niños todavía son infantes, tal vez los padres solo puedan señalar con un “¡Eso no!” a cosas que no deben hacer, como el tocar una estufa caliente. Pero aun con esas primeras advertencias sencillas, se pueden dar razones. Puede ser sencillamente que la estufa está “¡bien caliente!” y que el tocarla “¡duele!” Sin embargo, desde el comienzo mantenga ante el niño como principio el hecho de que lo que está envuelto es para el bien del niño; entonces enfatice cuán deseables son cualidades como la bondad, la consideración y el amor. Ayude al niño a comprender el hecho de que estas cualidades son la base de todos los requisitos o restricciones justos. Además, subraye por qué cierta acción expresa o no expresa estos rasgos deseables. Si usted hace esto constantemente, quizás no solo logre llegar a la mente del niño, sino también a su corazón.—Mateo 7:12; Romanos 13:10.

24. ¿Por qué es importante que el niño respete la autoridad?

24 De igual manera, se debe inculcar progresivamente en el niño el hecho de que es necesario ser obediente y respetar la autoridad. Durante el primer año de su vida, el niño empezará a manifestar si está o no está dispuesto a responder a lo que los adultos demanden de él. Tan pronto como el desarrollo mental del niño lo permita, inculque en él un entendimiento de la responsabilidad que los padres tienen ante Dios. Esto puede afectar mucho el modo en que el niño responda. Sin esta explicación los niños pueden ver la obediencia como algo que tienen que expresar simplemente porque sus padres son más grandes y más fuertes que ellos. Si, en vez de eso, se ayuda al niño a ver que los padres no están dando sus propias ideas, sino que le están dando al niño lo que el Creador dice, lo que su Palabra dice, esto dará al consejo de los padres una fuerza y dirección que no podría recibir de ninguna otra cosa. Esto puede ser una verdadera fuente de la fortaleza que el niño ha de necesitar cuando períodos turbulentos empiecen a presentarse en su vida de joven y él o ella empiece a sentir la tensión y esfuerzo que acompañan al atenerse a los principios correctos ante la tentación o presión.—Salmo 119:109-111; Proverbios 6:20-22.

25. ¿Cómo pudiera el consejo de Proverbios 17:9 ayudar a los padres a disciplinar a sus hijos de la manera correcta?

25 “El que encubre la transgresión está buscando amor, y el que sigue hablando de un asunto está separando a los que se han familiarizado entre sí.” (Proverbios 17:9) Esto es cierto también en las relaciones entre padres e hijos. Una vez que al niño se le haya hecho reconocer su error y él entienda por qué se le debe disciplinar, y se le haya dado la disciplina, el amor debe mover al padre o madre a no seguir hablando de la transgresión. Prescindiendo de lo que el niño haya hecho, no deje de aclarar que lo que usted odia es el mal, no al niño. (Judas 23) El niño pudiera opinar que ya había recibido lo que se merecía y considerar las frecuentes referencias a lo que hizo como una humillación innecesaria. Esto pudiera resultar en alejarlo de sus padres o de los demás niños de la familia. Si el padre o la madre se preocupa porque teme que se esté desarrollando un mal patrón de comportamiento, entonces el asunto se puede tratar más tarde en alguna consideración en familia. No vuelva sencillamente a relatar y repasar los actos pasados, sino más bien considere los principios envueltos, cómo aplican y por qué son tan importantes para la felicidad duradera.

DIFERENTES MANERAS DE DISCIPLINAR

26. ¿Por qué no responden todos los niños a la misma clase de disciplina?

26 “Una reprensión obra más profundamente en un entendido que el golpear cien veces a un estúpido.” (Proverbios 17:10) Es posible que a niños diferentes se les tenga que disciplinar de modo diferente. Hay que considerar el temperamento y disposición de la criatura individual. Un niño puede ser muy sensitivo, y tal vez por eso no siempre sea necesario el castigo físico, como el dar nalgadas. En el caso de otro, puede que una zurra no tenga efecto alguno. O pudiera ser que un niño fuera como el siervo que se describe en Proverbios 29:19, uno que ‘no se deja corregir por meras palabras, porque entiende pero no está haciendo caso.’ En tal caso el niño necesitaría castigo corporal.

27. ¿Cómo ayudó un padre a su hijito a dejar de hacer marcas en una pared?

27 Una madre informa lo siguiente:

“Mi hijito apenas tenía dos años de edad cuando se puso a escribir en una pared... pequeñas marcas rojas a poca distancia del piso. Su padre se las mostró y le preguntó si él las había hecho. No recibió respuesta de Sí, ni de No, sino solo una mirada fija de ojos abiertos. Por fin su padre dijo: ‘¿Sabes una cosa, hijito? Cuando yo tenía tu edad me puse a escribir en una pared. ¿Verdad que es divertido?’ Pues bien, el muchachito se tranquilizó, su rostro se cubrió de sonrisas, y empezó a conversar animadamente acerca de lo divertido que había sido. ¡Sabía que papaíto entendía! Sin embargo, se le explicó que aunque aquello había sido divertido, las paredes no eran el debido lugar en el cual hacer marcas. Se estableció la comunicación y, en el caso de este niño, todo lo que se necesitó, fue algún razonamiento adicional.”

28. ¿Cómo pudiera el padre o la madre evitar disputas con su hijo?

28 Al disciplinar, es excelente dar razones a fin de enseñar e instruir, pero por lo general no es aconsejable debatir con el niño. En el caso de una madre cuyo hijo se puso a disputar acerca de hacer cierto trabajo, ella simplemente le dijo: “Cuando lo hayas hecho iremos al parque,” lo cual habría de ser un deleite especial para el jovencito aquel día. Se le retenía algún placer o paseo hasta que quedara terminada la tarea que se le había asignado. Si la madre venía a ver cómo le iba y todavía hallaba el trabajo sin hacer, decía: “Ah, ¿todavía no has acabado? Iremos cuando termines.” Ella no disputaba, pero obtenía los resultados que deseaba.

29. ¿Qué pudiera hacerse para que por experiencia el niño perciba las consecuencias indeseables de hacer lo malo?

29 El que por experiencia los niños perciban las consecuencias indeseables de las acciones incorrectas puede ayudarles a aprender la sabiduría que encierran los principios correctos. ¿Ha hecho el niño un gran revoltijo? Tal vez el tener que poner todo en orden él mismo sea lo que haga la impresión más fuerte en él. ¿Ha sido injusto o descortés? Tal vez el aprender a disculparse sea el modo más eficaz de corregir esta tendencia mala. Puede que haya quebrado algo en un momento de ira. Si es de edad suficiente, pudiera exigírsele que ganara dinero para reemplazar lo que hubiera roto. En el caso de algunos niños, el negarles ciertos privilegios por algún tiempo puede hacer que entiendan claramente la lección que necesitan aprender. El retirar la asociación amistosa es un método que se usa en la congregación cristiana para hacer que algunos malhechores se avergüencen. (2 Tesalonicenses 3:6, 14, 15) Con los jovencitos, el excluirlos temporariamente de compañerismo con la familia puede dar mejores resultados que las nalgadas. Sin embargo, castigos extremos, como el cerrarle la puerta al niño para que no pueda entrar en la casa, se pasa de lo que el amor indicaría. Prescindiendo del método que se emplee, hay que enseñar a los niños que tendrán que aceptar las consecuencias de su comportamiento. Esto les enseña responsabilidad.

DISCIPLINA CON AMOR

30. ¿Por qué es importante el equilibrio cuando los padres fijan pautas para sus hijos?

30 ‘Asegúrense de las cosas más importantes,’ teniendo presente que “la sabiduría de arriba es . . . razonable.” (Filipenses 1:10; Santiago 3:17) Recuerde que los niñitos poseen una tremenda cantidad de energía que busca la manera de liberarse, y que ellos están muy deseosos de aprender y explorar y probar cosas nuevas. Al fijar límites y pautas, muestre buen juicio y sepa seleccionar. Hay que encontrar el equilibrio entre lo que es esencial y lo que no lo es. Una vez que haya dado a conocer los límites, entonces, en vez de tratar de controlar cuanto detalle diminuto pudiera ocurrírsele, permítale al niño el gozo de moverse libremente y con confianza dentro de esos límites. (Proverbios 4:11, 12) De otro modo, es muy posible que sus hijos ‘se exasperen’ y “se descorazonen,” y usted mismo acabará rendido por haber dado exagerado peso a cosas que realmente carecen de importancia especial.—Colosenses 3:21.

31. ¿Qué ejemplo nos ha dado Jehová Dios respecto a disciplinar?

31 Por lo tanto, padres, ‘castiguen a su hijo [o hija] mientras exista esperanza,’ pero háganlo según la manera de Dios, con amor. Imítenlo: “Al que Jehová ama él censura, aun como lo hace un padre a un hijo en quien se complace.” Que su disciplina sea tanto valiosa como amorosa, como la de su Creador, porque esas “censuras de la disciplina son el camino de la vida.”—Proverbios 19:18; 3:12; 6:23.

[Preguntas del estudio]