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Esperando los “nuevos cielos y una nueva tierra”

Esperando los “nuevos cielos y una nueva tierra”

Capítulo 16

Esperando los “nuevos cielos y una nueva tierra”

1, 2. (a) ¿Qué cambios han visto en el mundo desde el año 1914 personas que han vivido ya más de setenta u ochenta años? (b) ¿Qué correspondencia ha habido entre lo que ellas han observado y lo que Jesús predijo, como se registra en Lucas 21:25, 26, acerca de la “conclusión del sistema de cosas”?

ESTAMOS al umbral de un mundo nuevo y mejor... al acercarse a su fin esta generación. No hay lugar para dudas en cuanto a esto. Por la palabra “mundo” queremos decir una sociedad humana que vive bajo una forma de gobierno. (Mateo 24:34; Marcos 13:30; Lucas 21:32) Nosotros los individuos adelantados en edad de “esta generación” que hemos vivido más de setenta u ochenta años hemos visto al “mundo” actual cambiar hacia lo peor, deteriorarse continuamente desde aquel año importante de 1914 E.C. Nosotros, entre todas las personas vivas en la Tierra hoy, podemos dar testimonio de la veracidad de la predicción que hizo Cristo en el primer siglo E.C. acerca de la “conclusión del sistema de cosas.” Desde el principio de ésta en 1914 hemos observado lo que él predijo:

2 “Sobre la tierra angustia de naciones, no conociendo la salida a causa del bramido del mar y de su agitación, mientras que los hombres desmayan por el temor y la expectativa de las cosas que vienen sobre la tierra habitada; porque los poderes de los cielos serán sacudidos.” (Lucas 21:25, 26) Es una esperanza vana y desesperada esperar que el mundo actual mejore y se salve. Las personas de disposición hacia lo justo anhelan un mundo mejor, una mejor sociedad humana. ¡Felizmente, estamos al umbral de eso!

3. ¿Cómo se las han arreglado para apegarse al proceder correcto a pesar del deterioro del mundo que los rodea los que siguen fielmente a Jesucristo?

3 Los que siguen fielmente en los pasos del Gran Profeta, Jesucristo, han hecho lo que su apóstol Pedro escribió y les dijo que hicieran. Han prestado atención a la plenamente asegurada “palabra profética” como lo harían a una lámpara que estuviera resplandeciendo en un lugar oscuro, iluminándoles el corazón. Como escribió el apóstol Pedro en su segunda carta a compañeros creyentes cristianos: “Por consiguiente tenemos la palabra profética hecha más segura; y ustedes hacen bien en prestarle atención como a una lámpara que resplandece en un lugar oscuro, hasta que amanezca el día y el lucero se levante, en sus corazones. Porque ustedes saben esto primero, que ninguna profecía de la Escritura proviene de interpretación privada alguna. Porque la profecía no fue traída en ningún tiempo por la voluntad del hombre, sino que hombres hablaron de parte de Dios al ser llevados por espíritu santo.” (2 Pedro 1:19-21, NM; St) Su atención firme a esa profecía inspirada los ha mantenido fieles al proceder correcto hasta ahora. Y ahora está amaneciendo el nuevo día y el lucero se ha levantado, y sus ojos son bendecidos con la bendición de ver el cumplimiento moderno de la profecía bíblica.

4, 5. (a) En cuanto a esas profecías inspiradas, ¿qué es necesario que hagamos cada uno de nosotros? (b) ¿Qué razón para hacer eso da el apóstol Pedro?

4 Aunque hemos visto y experimentado tantas evidencias de la infalibilidad de las profecías bíblicas que fortalecen nuestra fe, todavía es necesario que salvaguardemos nuestra fe y confianza en las profecías inspiradas que hasta ahora no se han cumplido o cuyo cumplimiento está en progreso. Así sucede aunque vivimos en los “últimos días” de este viejo orden de cosas y hemos estado en él desde el fin de los “tiempos señalados de las naciones [gentiles]” en 1914 E.C. El apóstol miró adelante a aquellos “últimos días” y consideró bueno escribir su segunda carta para advertir a sus compañeros de creencia acerca de ataques que vendrían en aquellos días peligrosos contra la fe cristiana de ellos. Después de avisar de la venida de falsos maestros y la introducción de “sectas [religiosas] destructivas” entre el pueblo de Jehová, Pedro pasó a explicar con qué propósito escribía su segunda carta, diciendo:

5 “Amados, ésta es ya la segunda carta que les escribo, en la cual, como en mi primera, estoy despertando sus facultades de raciocinio claro a modo de recordatorio, para que se acuerden de los dichos hablados previamente por los santos profetas y el mandamiento del Señor y Salvador por medio de los apóstoles de ustedes. Porque ustedes saben esto primero, que en los últimos días vendrán burlones con su burla, procediendo según sus propios deseos y diciendo: ‘¿Dónde está esa prometida presencia de él? Pues, desde el día en que nuestros antepasados se durmieron en la muerte, todas las cosas continúan exactamente como desde el principio de la creación.’”—2 Pedro 3:1-4; 2:1, 2.

6. (a) Si repasamos “los dichos hablados previamente por los santos profetas” acerca de estos “últimos días,” estaremos considerando profecías que se dieron a través de un período de ¿cuántos años? (b) ¿Prueba la presencia de “burlones” que las profecías estén equivocadas?

6 Para contrarrestar hoy la burla de los burlones que según se predijo se levantarían en estos “últimos días,” es muy urgente que nosotros los creyentes recordemos lo que dijeron los profetas inspirados de Jehová, aunque esto fue mucho tiempo antes que aparecieran estos burlones, escarnecedores, mofadores, de hoy. Desde el período remoto del profeta antediluviano Enoc a través de casi tres mil años hasta el profeta judío Malaquías, de después del exilio, los profetas de Jehová que antecedieron a Jesucristo han predicho acontecimientos y condiciones que habían de marcar estos “últimos días.” (Génesis 5:18-24; Hebreos 11:5; Judas 14, 15; Malaquías, capítulo cuatro) Por eso, en realidad no es nada inesperado que se levantaran burlones destructores de la fe en estos “últimos días” de este inicuo sistema de cosas; más bien, el que hayan surgido simplemente confirma la exactitud de las profecías cuando las cumple.

7. (a) ¿Quién es el “Señor y Salvador” a quien alude Pedro? (b) Por medio de sus apóstoles, ¿qué “mandamiento” dio él, y por qué fue muestra de consideración eso?

7 Según el apóstol Pedro, otra cosa que debe recordarse en esta fecha tardía en la historia humana es el “mandamiento del Señor y Salvador por medio de los apóstoles de ustedes.” (2 Pedro 3:2) Jesucristo es ese “Señor y Salvador” a quien se alude aquí. (2 Pedro 3:18) Por medio de sus apóstoles escogidos, es decir, “los doce apóstoles del Cordero,” y también el apóstol Pablo, él dio a todos los que seguían en sus pisadas el mandamiento de que debían mantener una vigilancia continua y cuidarse de falsos profetas y falsos Mesías o Cristos. Puesto que dejó a sus discípulos sin impartirles conocimiento del día y la hora precisos en que él vendría de nuevo para ejecutar los juicios de Dios en los infieles y los inicuos, él mostró gran consideración al mandarles que se mantuvieran listos y se mantuvieran alerta. (Revelación 21:14; Mateo 24:36-44; 25:13) No deberían dejarse afectar por la burla de nadie que hubiera perdido la fe.

8. Al preguntar: “¿Dónde está esa prometida presencia de él?” ¿qué querrían decir los burlones?

8 Los burlones habían de levantar la desafiadora pregunta: “¿Dónde está esa prometida presencia de él?” Sí, dirían, ¿qué hay de esa promesa de su presencia? ¿Dónde está la evidencia de que se ha cumplido?

9, 10. (a) ¿A la “presencia” de quién estarían aludiendo? (b) ¿Qué hizo el apóstol Pedro para mantener viva en el corazón de compañeros de creencia la anhelante expectativa de la “presencia” de Cristo?

9 ¿A la “presencia” de quién estarían aludiendo? Evidentemente a la “presencia” del Señor y Salvador Jesucristo, acerca de la cual el apóstol Pedro habló a principios de su segunda carta. El apóstol Pedro no esperaba aquella “presencia” de Jesucristo en su propio día en la Tierra, y sin embargo no quiso ser negligente en cuanto a mantener viva en el corazón de sus compañeros de creencia la anhelante expectativa de esa presencia prometida. Por eso, escribió:

10 “Así es que haré lo sumo posible también a todo tiempo para que, después de mi partida, ustedes puedan hacer mención de estas cosas para ustedes mismos. No, no fue siguiendo cuentos falsos artificiosamente tramados que les hicimos conocer el poder y la presencia de nuestro Señor Jesucristo, sino por haber llegado a ser testigos oculares de su magnificencia. Porque él recibió de Dios el Padre honra y gloria, cuando palabras como éstas fueron dirigidas a él por la magnífica gloria: ‘Éste es mi hijo, mi amado, a quien yo mismo he aprobado.’ Sí, estas palabras las oímos dirigidas desde el cielo mientras estábamos con él en la santa montaña. Por consiguiente tenemos la palabra profética hecha más segura.”—2 Pedro 1:15-19; Mateo 17:1-9.

11. (a) ¿De qué manera han hecho surgir mucho escepticismo las expectativas equivocadas en cuanto a la “presencia” de Jesucristo? (b) En los años setenta del siglo pasado, ¿qué discernió Carlos Taze Russell acerca de la segunda venida de Cristo y su “presencia”?

11 Si los burlones de nuestro tiempo piensan en una llegada y presencia visible de Jesucristo en la carne, están crasamente equivocados. Han sido engañados por una mala interpretación de las profecías que está muy esparcida por toda la cristiandad hoy. Durante el siglo diecinueve E.C. hubo varias predicciones acerca de la venida visible del Señor Jesucristo en la carne en ciertos años. Indudablemente el que aquellas predicciones no se realizaran en las fechas que se anunciaron causó mucho oprobio a la doctrina bíblica de la segunda venida de Jesucristo y su “presencia” como Rey celestial. Despertó mucho escepticismo, duda, en cuanto a la validez de tal doctrina, la certeza de que hubiera siquiera tal venida y presencia de Cristo. En los años setenta del siglo pasado, Carlos Taze Russell y sus compañeros estudiantes no sectarios de las Escrituras inspiradas discernieron que la segunda venida de Cristo sería invisible a los ojos humanos, en el espíritu, y que esta venida daría principio al período conocido como su “presencia,” o parousía (griego).—Mateo 24:3, Be.

12, 13. (a) ¿Cuándo, según los cálculos de Russell, había empezado la “presencia” de Cristo, pero cuál es la fecha correcta? (b) ¿Quiénes han visto la “señal” que da testimonio de que la presencia de Cristo empezó en 1914 E.C.?

12 Según una cronología inexacta que se había determinado con la Versión Autorizada del Rey Jaime de la Biblia en inglés como base, Russell calculó que la “presencia” de Cristo había empezado en el año 1874 E.C., invisible a los ojos humanos y vista solo por el ojo de la fe. Por esto fue que, cuando él empezó a publicar una nueva revista religiosa en defensa del sacrificio de rescate de Jesucristo, Russell la intituló “La Torre del Vigía de Sión y Heraldo de la Presencia de Cristo.” No obstante, los acontecimientos que se han producido en la Tierra desde el fin de los “tiempos señalados de las naciones [gentiles]” han estado cumpliendo la profecía bíblica y prueban que la prometida “presencia” o parousía de Cristo en el poder del Reino empezó originalmente para el 4/5 de octubre de 1914 E.C. Solo desde entonces ha sido correcto hablar de la “presencia” real invisible de Cristo como de un suceso que se está realizando. Nosotros, individuos de edad avanzada, de setenta u ochenta años, hemos visto realizarse casi todas las cosas que predijo Jesucristo en respuesta a la pregunta que le hicieron sus apóstoles:

13 “¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de tu presencia [griego: parousía] y de la conclusión del sistema de cosas?”—Mateo 24:3, NM; Be.

14. ¿Qué ha sido un estorbo para los que se adhieren a las iglesias de la cristiandad en cuanto a discernir la “presencia” invisible de Jesucristo?

14 Hasta este día las iglesias sectarias de la cristiandad se apegan a la traducción común de “venida” para el término griego parousía. Esperando la venida de Jesucristo visiblemente en la carne, si acaso la esperan, rehúsan discernir la “presencia” invisible, espiritual, de él en el poder del Reino desde el fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914. Esto ha abierto el camino para que los burlones se burlen de la idea de la “presencia” prometida de Cristo y para que ofrezcan la razón que tienen para rehusar creer en ella, diciendo: “¿Dónde está esa prometida presencia [parousía] de él? Pues, desde el día en que nuestros antepasados se durmieron en la muerte, todas las cosas continúan exactamente como desde el principio de la creación.”—2 Pedro 3:4.

15. (a) ¿Con qué como base alegan los burlones que Jesucristo no ha regresado todavía? (b) ¿Por qué están equivocados?

15 Esos burlones ven a los hombres casándose y a las mujeres siendo dadas en matrimonio, tal como desde los días de la familia cercana de Adán en adelante. Ven que nacen niños como desde el nacimiento de Caín en adelante. Los hombres continúan muriendo, tal como nuestros antepasados han muerto. No hay detención del proceso de morir, como la que ha de haber en la Tierra después del comienzo del reinado de mil años de Cristo. Todavía no hay resurrección a la vida en una Tierra hecha un paraíso, como la que se promete para los muertos terrestres que han sido rescatados por Jesucristo. Tanto el pecado como la muerte continúan reinando sobre la humanidad. Por eso, para los burlones sin fe, desde tiempo tan remoto como el de sus antepasados que murieron, todas las cosas continúan exactamente como desde el principio de la creación humana en adelante. Por eso, según su punto de vista, todavía no estamos en el “tiempo del fin”; Jesucristo todavía no ha vuelto; todavía no ha empezado tal cosa como una presencia. Todo esto, a pesar de todo el cumplimiento de la profecía bíblica desde 1914 E.C. que verifica la presencia invisible de él desde entonces. De modo que es solo en su propia mente que esos burlones aplazan o difieren la prometida “presencia” del Señor Jesucristo.—Daniel 12:4; Mateo 24:3.

16. ¿Qué intento tiene la burla, pero por qué no logra su objetivo?

16 Entre los predichos burlones de los “últimos días” hay prominentes clérigos de la cristiandad. Lo que se quiere lograr con la burla es arrojar duda sobre la profecía bíblica y trastornar la fe y convicción de los testigos cristianos de Jehová, tanto del resto del Israel espiritual como de la “grande muchedumbre” de leales compañeros de creencia. Pero, prestando atención a la advertencia del apóstol Pedro, estos proclamadores de la presencia de Cristo en el poder celestial del Reino rehúsan dejar que se les trastorne en su fe. Confían en que la palabra de Dios no puede fallar, aun si se da en la forma de profecía o predicción de las cosas que han de venir. Saben que cuando Dios dice algo como mandato, tiene que hacerse, tiene que suceder. Creen lo que dice el Salmo 115:3: “Pero nuestro Dios está en los cielos; todo lo que se deleitó en hacer lo ha hecho.” Y puesto que los burlones aluden a la “creación” en su argumento, los que creen fielmente en Jehová saben que, cuando él se complació en crear los cielos y la Tierra, su palabra expresada se realizó, produjo efectos.

EL PODER DE LA “PALABRA [HABLADA] DE DIOS”

17, 18. (a) ¿Por qué suministran una base para ejercer confianza en el cumplimiento de la profecía los resultados que produjo la “palabra de Dios” con relación a la creación? (b) Por eso, ¿qué no están tomando en cuenta los que se expresan con escarnio en cuanto al cumplimiento de la palabra profética de Dios?

17 Según el relato de la creación como se da en el capítulo uno de Génesis, resultó tal como se declaró en el Salmo 33:9: “Él mismo dijo, y llegó a ser; él mismo mandó, y así procedió a presentarse.” Como allá en la creación, esa “palabra de Dios” tiene la misma potencia hoy, después de miles de años. Con relación a la profecía divina, como causa activa para producir resultados esa “palabra de Dios” es precisamente igual a como fue allá en la creación. Los burlones de hoy, que se mofan en cuanto a que la palabra profética de Dios se esté cumpliendo, no pueden escapar de la operación de la palabra expresada de Dios que lleva al cumplimiento de la profecía acerca de la “presencia” del Señor y Salvador Jesucristo. En la mente de ellos quizás aplacen, difieran, la “presencia” de Cristo, pero el que ellos pasen por alto la evidencia de su “presencia” no altera los asuntos. Al tratar de arrojar duda sobre lo confiable de la palabra profética de Dios por medio de su burla, no están tomando en cuenta el poder operativo de la palabra de Dios respecto a la creación de los cielos y la Tierra. A esta razón se debe su burla:

18 “Porque, conforme al deseo de ellos, este hecho se les escapa, que desde lo antiguo hubo cielos y una tierra situada sólidamente fuera de agua y en medio de agua por la palabra de Dios; y por aquellos medios el mundo de aquel tiempo sufrió destrucción cuando fue anegado en agua.”—2 Pedro 3:5, 6.

19. (a) ¿A qué alude Pedro con la expresión “el mundo de aquel tiempo”? (b) ¿Cuáles fueron “aquellos medios” por los cuales el mundo de aquel tiempo sufrió destrucción?

19 “El mundo de aquel tiempo,” es decir, el mundo hasta el año 2370 a. de la E.C., fue destruido tan definitivamente por la “palabra de Dios” como definitivamente se había efectuado la creación de los cielos y la Tierra de ese modo. La “palabra de Dios” expresada creó las posibilidades de que ocurriera un diluvio global como aquél, porque el relato de la creación dice: “Pasó Dios a decir: ‘Llegue a haber una expansión en medio de las aguas y ocurra una división entre las aguas y las aguas.’ Entonces procedió Dios a hacer la expansión y hacer una división entre las aguas que deberían estar debajo de la expansión y las aguas que deberían estar sobre la expansión. Y llegó a ser así. Y empezó Dios a llamar la expansión Cielo. Y llegó a haber tarde y llegó a haber mañana, un día segundo.” Y en el quinto día de creación “pasó Dios a decir: ‘Enjambren las aguas un enjambre de almas vivientes y vuelen criaturas volátiles por encima de la tierra sobre la faz de la expansión de los cielos.’” (Génesis 1:6-8, 20) Aquellos cielos y las aguas de arriba y debajo fueron los medios que por la palabra expresada de Dios se pusieron en operación y “por aquellos medios” Él sumergió en un diluvio al “mundo de aquel tiempo.”

20. ¿Qué muestra que realmente fue en respuesta a la “palabra de Dios” que vino el diluvio global?

20 El diluvio global vino por palabra de Dios, pues él le fijó tiempo. “Después de eso [después de haberse preparado el arca que permitía la supervivencia] Jehová le dijo a Noé: ‘Entra, tú y toda tu casa, en el arca, porque tú eres el que he visto justo delante de mí entre esta generación. . . . Porque dentro de solo siete días más estoy haciendo llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y ciertamente borraré toda cosa existente que he hecho de sobre la superficie del suelo.’” Eso aconteció en el año 2370 a. de la E.C. “En el año seiscientos de la vida de Noé, en el segundo mes, en el día diecisiete del mes, en este día fueron rotos todos los manantiales de la vasta profundidad acuosa y las compuertas de los cielos fueron abiertas. Y siguió la fuerte precipitación sobre la tierra por cuarenta días y cuarenta noches. En ese mismo día entró Noé, y con él Sem y Cam y Jafet, los hijos de Noé, y la esposa de Noé y las tres esposas de sus hijos, en el arca. . . . Después Jehová cerró tras él la puerta.”—Génesis 7:1-4, 11-16.

21, 22. (a) ¿Qué fue el “mundo” que fue destruido en el diluvio global? (b) ¿Cómo usó Jesús lo que sucedió entonces como la base para dar una advertencia que aplica en nuestro día?

21 El “mundo de aquel tiempo” que “sufrió destrucción cuando fue anegado en agua” se nos identifica en 2 Pedro 2:5. Ahí leemos: “[Dios] no se contuvo de castigar a un mundo antiguo, pero guardó en seguridad a Noé, predicador de justicia, con otras siete personas cuando trajo un diluvio sobre un mundo de gente impía.” Aquel antiguo “mundo de gente impía” no prestó atención a la manera en que Dios estaba usando a Noé y su familia durante el tiempo de la construcción de la enorme arca que permitiría sobrevivir cuando viniera el diluvio. Jesucristo utilizó aquella indiferencia del “mundo de gente impía” en cuanto a la “palabra de Dios” como una ilustración de lo que sucedería durante esta “conclusión del sistema de cosas,” diciendo:

22 “Respecto a aquel día y hora nadie sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino solo el Padre. Porque así como eran los días de Noé, así será la presencia [parousía] del Hijo del hombre. Porque como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, los hombres casándose y las mujeres dándose en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca; y no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos, así será la presencia del Hijo del hombre.”—Mateo 24:36-39.

23. (a) ¿De qué manera fue cierto que Noé “condenó al mundo”? (b) ¿Incluye a espíritus invisibles como “cielos” la expresión “mundo” en 2 Pedro 3:6?

23 Por el proceder que siguió con fe, Noé condenó a aquel “mundo de gente impía.” Noé prestó atención a la “palabra [hablada] de Dios” y la obedeció; el “mundo de gente impía” no hizo eso y mostró que merecía ser condenado a la destrucción. “Por fe Noé, habiéndosele dado advertencia divina de cosas todavía no contempladas, mostró temor piadoso y construyó un arca para la salvación de su casa; y por esta fe condenó al mundo, y vino a ser heredero de la justicia que es según fe.” (Hebreos 11:7) El “mundo” que fue condenado por el proceder de fe de Noé no incluía a criaturas invisibles de la región de los espíritus, demonios inicuos. En 2 Pedro 3:6 al “mundo de aquel tiempo” que sufrió destrucción en el Diluvio no se le pone en contraste con espíritus celestiales invisibles, los demonios, los ángeles que desobedecen a Jehová Dios; y no se alude a éstos figurativamente allí llamándolos “los cielos.” Los demonios de espíritu no fueron destruidos por el Diluvio. La gente impía en la Tierra murió.

FIN DE “LOS CIELOS Y LA TIERRA ACTUALES”

24. ¿Por qué es insensato el que alguien hoy, en este siglo veinte, haga escarnio del relato bíblico de lo que le sucedió al “mundo de gente impía” en el día de Noé?

24 A la luz de aquella destrucción del “mundo de aquel tiempo” por el diluvio global, los burlones de este siglo veinte E.C. están obrando desastrosamente para sí al permitir que ‘se les escape’ lo que le sucedió al “mundo de gente impía” de antes del diluvio según la “palabra de Dios.” Están obrando contra sus propios intereses eternos al no recordar o no prestar atención a los “dichos hablados previamente por los santos profetas” acerca de este tiempo de la “presencia” invisible de Cristo, esta “conclusión del sistema de cosas.” (2 Pedro 3:2; Mateo 24:3) La “palabra de Dios” no solamente tuvo que ver con la existencia “desde lo antiguo” de “cielos y una tierra,” poblados entonces por el “mundo de aquel tiempo,” sino que esa misma “palabra de Dios” también tiene que ver con los “cielos y la tierra actuales” y con los cuales están asociados estos burlones del siglo veinte. Este hecho no se les debe escapar a esos burlones de hoy que escarnecedoramente se mofan de la promesa de la “presencia” de Cristo, para desconcertar a los testigos cristianos de Jehová.

25, 26. (a) ¿A qué factor de tiempo llama atención el apóstol Pedro al suministrar advertencia? (b) ¿Quién había mencionado antes tal cosa, y de qué debe hacer esto que estemos al tanto?

25 “Pero,” pasa a decir el apóstol Pedro como advertencia, “por la misma palabra los cielos y la tierra actuales están guardados para fuego y quedan reservados para el día de juicio y de la destrucción de los hombres impíos. Sin embargo, no vayan a dejar que este hecho en particular se les escape, amados, que un día es para con Jehová como mil años y mil años como un día.”—2 Pedro 3:7, 8.

26 El profeta Moisés fue el primer hombre a quien se inspiró para que igualara mil años de la existencia humana con un día de veinticuatro horas en la experiencia del Creador eterno del cielo y la Tierra. La primera de estas comparaciones se encuentra en Salmo 90:1-4, según la escribió Moisés, en estas palabras dirigidas al Creador: “Oh Jehová, tú mismo has resultado ser una verdadera morada para nosotros durante generación tras generación. Antes que nacieran las montañas mismas, o tú procedieras a producir como con dolores de parto la tierra y el terreno productivo, aun desde tiempo indefinido hasta tiempo indefinido tú eres Dios. Tú haces que el hombre mortal se vuelva a materia triturada, y dices: ‘Vuélvanse, hijos de los hombres.’ Porque [en vista de que Dios hace que el hombre pecaminoso vuelva al polvo del suelo en la muerte después de tan corta duración de vida] mil años son a tus ojos solo como el día de ayer [que dura veinticuatro horas] cuando ha pasado, y como una vigilia [de cuatro horas] durante la noche.” (Note el sobrescrito del Salmo 90:0) Jehová Dios hizo que Moisés llamara también por inspiración “días” los períodos de creación que duraron siete mil años. (Génesis 1:1-31; Éxodo 20:11) Lo que es un tiempo bastante largo para el hombre mortal es infinitesimalmente corto para el Dios inmortal.

27. ¿Qué efecto tuvo el diluvio del día de Noé en el globo terráqueo mismo?

27 Cuando Dios hizo que viniera el diluvio global en los días de Noé, no destruyó nuestro globo terrestre literal. Este siguió existiendo a través del Diluvio y formó cuencas contenedoras para toda el agua que se precipitó en diluvio sobre él.

“LOS CIELOS Y LA TIERRA ACTUALES”

28. (a) Por eso, ¿son “los cielos y la tierra actuales” una nueva esfera terrestre con una nueva atmósfera, diferentes de las que existían antes del Diluvio? (b) ¿Cómo sabemos que, cuando Dios creó al hombre, no tenía presente usar con propósitos de destrucción las aguas que estaban suspendidas sobre la Tierra?

28 Por eso, cuando 2 Pedro 3:7 menciona “los cielos y la tierra actuales,” no pudiera significar una nueva esfera terrestre con una nueva “expansión” atmosférica alrededor. También se debe notar que, en los 2 Ped. 3 versículos 5 y 6, el apóstol Pedro no dijo que los “cielos y una tierra situada sólidamente” “desde lo antiguo” estuvieran reservados para agua y hubieran de ser reservados para el día de juicio. Dios no tenía presente tal cosa cuando hizo originalmente los cielos y Tierra literales y puso al hombre en la Tierra. En aquel tiempo Dios puso ante el hombre y la mujer perfectos la oportunidad de vivir en un Paraíso terrestre para siempre sin un día de juicio.—Génesis 2:17-25.

29. (a) ¿Son de la misma clase de “los cielos y la tierra actuales” y los cielos y la tierra a que se alude en 2 Pedro 3:5? (b) Por eso, ¿por qué debe ser también figurativo el “fuego” al cual se alude en el 2 Ped. 3 versículo 7?

29 Por consiguiente, “los cielos y la tierra actuales” no están reservados para aguas de un diluvio global, sino para fuego, y están reservados para el día de juicio y de “destrucción de los hombres impíos.” Evidentemente esto significa unos cielos y una tierra que difieren en clase de los cielos y Tierra literales originales. Puesto que esto es así, entonces el “fuego” que aquí se menciona tiene que ser diferente del fuego literal, y por lo tanto un “fuego” figurativo, como el que a menudo se menciona en las Escrituras inspiradas.

30, 31. (a) En Sofonías 3:8, 9, ¿a qué clase de “fuego” se alude? (b) ¿Qué referencia a “fuego” se encuentra en Lamentaciones 2:3, 4?

30 Sofonías 3:8, 9 menciona un “fuego” figurativo de esa índole, porque dice: “‘Por lo tanto manténganse en expectativa de mí,’ es la expresión de Jehová, ‘hasta el día que me levante al botín, porque mi decisión judicial es reunir naciones, para que yo junte reinos, a fin de derramar sobre ellos mi denunciación, toda mi cólera ardiente; porque por el fuego de mi celo toda la tierra será devorada. Porque entonces daré a pueblos el cambio a un lenguaje puro, para que todos ellos invoquen el nombre de Jehová, para servirle hombro a hombro.’”

31 También, después de la destrucción de la ciudad de Jerusalén por los ejércitos de Babilonia en el año 607 a. de la E.C., el profeta Jeremías se lamentó así acerca de lo que Jehová Dios hizo: “En el ardor de la cólera ha cortado todo cuerno de Israel. Ha vuelto atrás su diestra de delante del enemigo; y en Jacob sigue ardiendo como un fuego llameante que ha devorado todo alrededor. Ha pisado su arco como enemigo. Su diestra ha tomado su posición como adversario, y siguió matando a todos aquellos deseables a los ojos. En la tienda de la hija de Sión ha derramado su furia, justamente como fuego.”—Lamentaciones 2:3, 4.

32, 33. Después del diluvio del día de Noé, ¿qué promesa tranquilizadora hizo Dios, de la cual el arco iris es un recordatorio?

32 Inmediatamente después del diluvio del día de Noé Dios hizo que apareciera el arco iris y dijo a Noé y su familia: “Sí, de veras que establezco mi pacto con ustedes: Nunca más será cortada de la vida toda carne por aguas de un diluvio, y nunca más ocurrirá un diluvio para arruinar la tierra.” Y Dios añadió: “Esta es la señal del pacto que estoy dando entre mí y ustedes y toda alma viviente que está con ustedes, por las generaciones hasta tiempo indefinido. De veras que doy mi arco iris en la nube, y tiene que servir como señal del pacto entre mí y la tierra. Y tiene que suceder que al traer yo una nube sobre la tierra, entonces ciertamente aparecerá el arco iris en la nube. Y ciertamente me acordaré de mi pacto que hay entre mí y ustedes y toda alma viviente entre toda carne; y nunca más llegarán a ser las aguas un diluvio para arruinar toda carne. Y tiene que ocurrir el arco iris en la nube, y ciertamente lo veré para acordarme del pacto hasta tiempo indefinido entre Dios y toda alma viviente entre toda carne que está sobre la tierra.”—Génesis 9:11-16.

33 En Isaías 54:9 Jehová Dios añadió esta garantía: “He jurado que las aguas de Noé no pasarán más sobre la tierra.”

“GUARDADOS PARA FUEGO”

34. ¿Qué varios hechos hacen que no sea razonable considerar que el fuego a que se alude en 2 Pedro 3:7 sea literal?

34 Tal declaración jurada contra otro diluvio global sería de poco consuelo para la humanidad si, en vez de eso, Dios se propusiera arropar toda la Tierra con un fuego literal, tener una conflagración mundial literal. Además, si la expresión “los cielos y la tierra actuales” incluyera las estrellas del cielo que el ojo humano puede ver, ¿qué le haría ese fuego literal al Sol de nuestro sistema solar y a todas las otras estrellas de nuestra Vía Láctea y todas las otras galaxias que ya son bolas de fuego de una temperatura más elevada que los fuegos que se generan aquí en la Tierra? El hacer que nuestra Tierra se convirtiera en una brasa quemada difícilmente armonizaría con el propósito que Dios ha declarado de convertir esta Tierra en un paraíso global por medio de su reino mesiánico.

35. (a) Entonces, ¿qué significa “fuego” en ese texto bíblico? (b) ¿Y qué son “los cielos” que están “guardados para fuego”?

35 Es patente, pues, que el “fuego,” para el cual están guardados los “cielos y la tierra actuales” es un fuego simbólico que produce una destrucción de cosas que han sido condenadas, tan eficazmente como un fuego literal lo hace para cosas combustibles. Puesto que esto es lo que sucede, la expresión “los cielos y la tierra actuales” adquiere un significado simbólico. Por lo tanto “los cielos” simbolizan los sistemas gubernamentales, las autoridades gobernantes “actuales” a las cuales está sujeta la humanidad. En Romanos 13:1 el apóstol cristiano Pablo llama a éstas “las autoridades superiores,” diciendo: “Toda alma esté en sujeción a las autoridades superiores, porque no hay autoridad a no ser por Dios; las autoridades que existen están colocadas por Dios en sus posiciones relativas.”

36. (a) En armonía con eso, ¿qué es la “tierra” que está ‘guardada para fuego’? (b) Dé un ejemplo bíblico de esa manera de usar el término “tierra.”

36 Por consiguiente, la “tierra” que está bajo estos cielos simboliza la sociedad humana que está bajo las “autoridades superiores” y en sujeción a éstas. Hubo un tiempo en que, por más de un siglo después del diluvio del día de Noé, esta sociedad humana habló un solo idioma. Génesis 11:1 llama atención a esto, diciendo: “Ahora bien, toda la tierra continuaba siendo de un solo lenguaje y de un solo conjunto de palabras.”

37, 38. (a) ¿Con qué otra cosa que es alta o encumbrada se asemeja a los gobiernos políticos en las Escrituras? (b) Ilustre esto por medio del capítulo 34 de Isaías y el capítulo 1 de Miqueas.

37 En plena armonía con el que se llame “cielos” a las “autoridades superiores” está el hecho de que la Biblia asemeja esos gobiernos políticos a “montañas.” Como ejemplo de esto, en Isaías 34:2-5 el Señor Soberano Dios dice: “Jehová tiene indignación contra todas las naciones, y furia contra todo el ejército de ellas. Tiene que darlos irrevocablemente a la destrucción; tiene que darlos al degüello. Y los suyos que mueran violentamente serán echados afuera; y en cuanto a sus cadáveres, ascenderá su hedor; y las montañas tienen que derretirse a causa de su sangre. Y todos los del ejército de los cielos tienen que podrirse. Y los cielos tienen que enrollarse, justamente como un rollo de libro; y todo su ejército se marchitará y se deshará, tal como el follaje se marchita y cae de la vid y como un higo marchito de la higuera. Porque en los cielos mi espada ciertamente se empapará. ¡Miren! Sobre Edom descenderá, y sobre el pueblo que tengo dado irrevocablemente a la destrucción en justicia.” Cuando se destruya a los ejércitos en la venidera “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en Har-Magedón, los gobiernos que han sido apoyados por éstos se derretirán, se disolverán, como montañas que se derritieran en la sangre de ejércitos que hubieran sido muertos.

38 Otro cuadro de la disolución de las montañas simbólicas que se elevan hasta el cielo se da en Miqueas 1:3, 4 en estas palabras: “Porque, ¡miren! Jehová sale de su lugar, y ciertamente bajará y pisará sobre los lugares altos de la tierra. Y las montañas tienen que derretirse bajo él, y las llanuras bajas mismas se henderán, como cera debido al fuego, como aguas que se derraman por lugar empinado.” Cuando, dentro de poco, Jehová Dios el Todopoderoso, por medio de sus fuerzas de ejecución celestiales, se encuentre con las montañas gubernamentales de este sistema de cosas, será como someterlas a calor incandescente. ¡La solidez de ellas se derretirá!

39. Entonces, ¿qué encierra el futuro para los “cielos y la tierra actuales” y para los “hombres impíos,” y por qué?

39 De modo que el “día de juicio y de la destrucción de los hombres impíos” para el cual están reservados los “cielos y la tierra actuales” será, hablando figurativamente, un día ardiente como el fuego debido a toda la destrucción que causará. Será el día de la ejecución de juicios divinos en todo el sistema de cosas visible. Además, será un día para la “destrucción de los hombres impíos,” puesto que ellos no ven ni tratan a Jehová Dios como el Augusto, el Soberano Universal. Son irreverentes para con Él, el Santo.

NO ES UN DIOS QUE SE MUEVA CON TARDANZA

40, 41. Aunque la venida del “día de juicio” de Jehová parezca lenta para los burlones, ¿qué hecho acerca del tiempo debe tomarse en cuenta?

40 Es por “la misma palabra,” es decir, “la palabra de Dios,” que los “cielos y tierra actuales” están inmutablemente “guardados para fuego y quedan reservados para el día de juicio y de la destrucción de los hombres impíos.” Esto es algo en que deben pensar los burlones modernos, que tratan la “presencia” del Señor y Salvador Jesucristo como si todavía no estuviera en vigor. Esa “misma palabra” de Dios, que con autoridad declaró el propósito por el cual se ha permitido que los “cielos y la tierra actuales” existieran por tanto tiempo, sin falta se realizará. ¡No falta mucho ahora para esto! A los burlones y a los “hombres impíos” quizás les haya parecido que ha tardado mucho tiempo la venida de ese “día,” pero para Dios, que no tiene principio ni fin, que es eterno, no ha sido un tiempo largo. Por eso el apóstol Pedro dice ahora:

41 “Sin embargo, no vayan a dejar que este hecho en particular se les escape, amados, que un día es para con Jehová como mil años y mil años como un día. No es lento Jehová respecto a su promesa, según lo que algunos consideran lentitud, sino que es paciente para con ustedes porque no desea que ninguno sea destruido, sino desea que todos alcancen el arrepentimiento. Sin embargo el día de Jehová vendrá como ladrón.”—2 Pedro 3:8-10.

42. (a) El que Dios haya permitido un tiempo aparentemente largo ¿ha sido sin consideración para con la humanidad? (b) ¿Cómo es ‘un día para con Jehová como mil años’ para con el hombre?

42 Lo que es tan largo tiempo para los hombres es en realidad un tiempo corto para Dios. Por eso, él puede permitir para bien de los hombres un período que aparentemente es largo. ¿Qué es “mil años” para Él, cuando es como un simple día de veinticuatro horas en comparación con la eternidad de la existencia de él? A la inversa, un día de veinticuatro horas para Dios es como mil años para los hombres, cuando los hombres consideran que lo que a ellos les tomaría mil años lograr pudiera ser puesto junto por el Dios Todopoderoso Jehová en “un día.” Hombres que no se han sentido satisfechos con las cosas han tratado por miles de años de mejorar este sistema de cosas o han tratado de derribarlo en busca de algo mejor, pero hasta ahora no han podido hacerlo. Sin embargo, Jehová lo hará en su “día,” en el breve período en el cual él ejecutará sus juicios en este sistema de cosas como por fuego y destruirá a todos los que están en simpatía con él y lo apoyan. Esto ciertamente es algo en que deben pensar los burlones.

43. En vez de impacientarse por la manera en que Dios se encarga de los asuntos ¿a qué preguntas deberían dar consideración seria las criaturas humanas?

43 Revela falta de entendimiento sobre la manera en que Dios se encarga de los asuntos el que alguien diga, impacientemente: ‘¿Por qué no ha hecho Dios nada acerca de la mala situación mundial ya? Él debería apresurarse y hacer algo para socorrer a la humanidad, de modo que yo pueda beneficiarme de ello... ¡rápido!’ La pregunta principal que ese individuo impaciente debería hacerse es ésta: ‘¿He alcanzado ya el arrepentimiento para con Dios?’ O: ‘¿Estoy aprovechando el tiempo para ayudar al mayor número posible de otras personas a alcanzar el arrepentimiento?’

44. (a) ¿Cómo realmente desplegaron incomparable “paciencia” por parte de Dios sus tratos con la humanidad, y con qué objeto en mira? (b) Durante este período, ¿qué ha hecho Dios teniendo en mira la salvación de tantas personas como sea posible?

44 ¿Quién puede correctamente acusar a Dios de ser lento en cuanto a su promesa de limpiar de iniquidad esta Tierra y establecer un gobierno justo y duradero, cuando mil años del tiempo del hombre son como solo un día de veinticuatro horas para el Dios Eterno? Él tiene su día fijo para entrar en acción, y el día que se ha fijado ha permitido suficiente tiempo para que cantidades innumerables de hombres alcancen el arrepentimiento. En vez de considerarlo como ‘lentitud’ por parte de Dios, ellos deberían reconocer como incomparable “paciencia” el que él haya fijado tan lejos en el futuro desde el principio de los “cielos y la tierra actuales” el “día” en que entrará en acción. Esta paciencia divina se ha debido a que Él no desea que nadie perezca, que sea destruido. Por eso, durante los miles de años que él ha permitido hasta su “día” inmutablemente fijo, envió a su amado Hijo desde el cielo para que obrara como un Gran Maestro en la Tierra y muriera como sacrificio de rescate por toda la humanidad, para que hubiera salvación de tantos como fuera posible. (Gálatas 4:4) Desde aquella primera venida de su fiel Hijo amado a la Tierra, en toda la tierra habitada se ha predicado arrepentimiento para perdón de pecados. Por más de diecinueve siglos se ha predicado ese arrepentimiento.

45. Aunque los burlones no lo aprecian, ¿cómo ha tratado Dios hasta con ellos?

45 Los burlones de hoy no aprovechan el tiempo de la paciencia de Dios para alcanzar arrepentimiento de modo que no sean destruidos. Aunque no lo aprecian, Dios ha obrado muy bondadosamente para con ellos con la mira de que se arrepientan. Como escribió el apóstol Pablo, en su carta inspirada a la congregación romana que estaba compuesta de judíos y gentiles convertidos al cristianismo: “¿Desprecias las riquezas de su bondad y longanimidad y gran paciencia, porque ignoras que la cualidad bondadosa de Dios está tratando de conducirte al arrepentimiento?”—Romanos 2:4.

46, 47. (a) ¿Por qué no ha sido en vano la paciencia de Dios, hasta desde el año 1914? (b) En Revelación 7:1-3, ¿cómo se representa el dominio de sí mismo de Dios y Su paciencia?

46 La paciencia que Dios ha ejercido durante este tiempo de la “presencia” del Señor y Salvador Jesucristo en el poder del Reino desde 1914 E.C. no ha sido en vano. Ha permitido y resultado en el recogimiento del resto final de israelitas espirituales y también en el recogimiento de miembros de la “grande muchedumbre” cuyo número se desconoce, que son fieles compañeros del resto ungido. El dominio de sí mismo y la paciencia que Dios ha ejercido a favor de los que pueden ser inducidos a arrepentirse se representa en el capítulo siete de Revelación. Aludiendo a la venidera tempestad de destrucción que abarcará al mundo entero, el apóstol Juan escribe:

47 “Después de esto vi a cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, reteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. Y vi a otro ángel que ascendía del nacimiento del sol, teniendo un sello del Dios vivo; y clamó con voz fuerte a los cuatro ángeles a quienes les fue concedido hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: ‘No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado a los esclavos de nuestro Dios en sus frentes.’” (Revelación 7:1-3) Esto concordaba con la paciencia de Dios.

48. (a) ¿Cuál ha sido el resultado de esta manifestación de paciencia por parte de Dios? (b) ¿Qué acción toman los que ahora están llegando a apreciar la paciencia de Dios, y qué notable expectativa ha sido puesta delante de ellos?

48 ¿Qué beneficio hubo de esta manifestación de paciencia de parte de Dios? El resto necesario de israelitas espirituales fue sellado en la frente, para que finalmente hubiera ciento cuarenta y cuatro mil israelitas espirituales sellados según había sido determinado de antemano por Jehová Dios. (Revelación 7:4-8) Sin embargo, más que israelitas espirituales que han de reinar con Cristo en el monte Sión celestial se han beneficiado de la paciencia de Dios en este “tiempo del fin.” Gente que tiene la esperanza bíblica de obtener vida eterna en un paraíso terrestre ha obtenido beneficio. Desde el importante año de 1935 E.C., han salido de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas y se han dedicado a Jehová como su Dios. Por eso se han bautizado en símbolo de esta dedicación como mandó Jesucristo que se hiciera con los que llegaran a ser sus discípulos. Ante esta “grande muchedumbre” ilimitada que ahora se está formando, se ha puesto la notable expectativa de pasar a través de la tempestuosa “grande tribulación” que cierra este “tiempo del fin” y salir vivos de ella. ¡Ahora está en vías de realizarse gloriosamente el cuadro profético de Revelación 7:9-17, que muestra a esta “grande muchedumbre” salida a salvo de la “grande tribulación”!

ES SEGURA LA VENIDA DEL DÍA DEL SEÑOR DIOS

49. ¿Qué alcanzará de súbito a los hombres que, mientras consideran lento a Dios, son lentos ellos mismos en cuanto a obrar para obtener salvación?

49 Los hombres que equivocan el ejercicio de longanimidad y paciencia de Dios y lo consideran flojera, tardanza, lentitud por parte de Él, y que son lentos ellos mismos en cuanto a obrar para obtener salvación, serán alcanzados de súbito por la destrucción procedente de Dios. El apóstol Pedro advirtió contra tomar ese proceder equivocado, descuidado, imprudente, al decir: “Sin embargo el día de Jehová [hemera Kyriou, griego; día del Señor] * vendrá como ladrón, en el cual los cielos pasarán con un ruido de silbido, pero los elementos estando intensamente calientes serán disueltos, y la tierra y las obras que hay en ella serán descubiertas.”—2 Pedro 3:10.

50. Con relación a esto, ¿qué advertencia se da en cuanto a los clérigos que usan la religión como medio de explotar a personas crédulas?

50 El día del fin de los “cielos y la tierra actuales” vendrá sin falta, porque es parte del propósito que Dios ha declarado. El tiempo de él para la llegada de éste está fijo en su propio horario de acontecimientos. Los clérigos de la cristiandad que continúan usando la religión como medio de explotar a los crédulos descubrirán que ellos son los que están en un letargo y dormidos en cuanto al orden de los acontecimientos, y no Dios mismo. “También, con codicia los explotarán a ustedes con palabras fingidas. Pero en cuanto a ellos, el juicio desde lo antiguo no está moviéndose lentamente, y la destrucción de ellos no dormita.”—2 Pedro 2:3.

51. ¿Cómo qué dijeron tanto el apóstol Pablo como Jesucristo que vendría el día de ejecución del juicio divino?

51 El apóstol Pablo también comenta sobre la venida del día de Jehová como ladrón en la noche, cuando escribe a los cristianos de Tesalónica, Macedonia, así: “Ahora bien, en cuanto a los tiempos y a las sazones, hermanos, no tienen necesidad de que se les escriba nada. Porque ustedes mismos saben bastante bien que el día de Jehová viene exactamente como ladrón en la noche. Cuando sea que ellos estén diciendo: ‘¡Paz y seguridad!’, entonces destrucción repentina ha de sobrevenirles instantáneamente, como el dolor de angustia a la mujer encinta; y no escaparán de ninguna manera.” (1 Tesalonicenses 5:1-3) Puesto que Jesucristo mismo será utilizado por Jehová Dios como agente de ejecución en el día de Jehová, advirtió a sus discípulos que el día del comienzo de la ejecución del juicio se acercaría como ladrón, diciendo: “Mas sepan una cosa, que si el amo de casa hubiese sabido en qué vigilia habría de venir el ladrón, se habría quedado despierto y no habría permitido que forzaran su casa. Por este motivo, ustedes también demuestren estar listos, porque a una hora que no piensan que es, viene el Hijo del hombre.”—Mateo 24:43, 44; Lucas 12:39, 40.

52. Según la referencia que se encuentra en 2 Pedro 3:10, ¿qué son los “cielos” que pasarán?

52 En el día de Jehová la humanidad se encontrará envuelta en una situación que será abrasadora como el fuego para este impío sistema de cosas. El efecto para los “cielos,” “elementos,” y “tierra” que la humanidad ha conocido por miles de años será un efecto de ruina. Los “cielos” que pasarán son los gobiernos políticos que han servido de “las autoridades superiores” por el permiso de Dios y que han prolongado su operación o funcionamiento a pesar del fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914 E.C. Estos se han levantado encumbradamente como montañas en la escena terrestre y han dominado sobre los asuntos de la sociedad humana. Los sacerdotes, profetas y clérigos de la religión se han entremetido en los gobiernos y han tratado de envolverse como parte integrante de los gobiernos, produciendo en muchos países un casamiento de Estado e Iglesia. En los casamientos de Iglesia y Estado que todavía continúan en este “tiempo del fin,” el socio religioso es el menor, el subordinado, y no se le corteja apasionadamente, sino que meramente se le tolera.

53. ¿Qué indica el hecho de que sea “con un ruido de silbido” que los “cielos” pasarán?

53 Esos “cielos” gubernamentales pasarán “con un ruido de silbido,” como el sonido prolongado de la letra “s.” Esto pudiera significar un sonido entre zumbido y silbido, como el que causa un objeto cuando cruza rápidamente por el aire, como cuando un águila se lanza en picada hacia su presa. Este ruido de silbido pudiera denotar, pues, que estos “cielos” gubernamentales pasan rápidamente. Este rápido pasar de los cielos gubernamentales no se realizará por la acción de partidos radicales, revolucionarios, entre los hombres, porque ellos mismos solamente sustituirían el gobierno derribado con uno de ellos mismos. Más bien, los “cielos” políticos pasarán por obra de Jehová Dios. Puesto que han durado hasta más allá de los “tiempos señalados de las naciones [gentiles],” solamente sería lo correcto para ellos el que se les sacara apresuradamente de la escena como en una acción que ya se hubiera retrasado mucho tiempo. El “ruido de silbido,” prescindiendo de la sensación sonora que produzca, será oído por los habitantes de la Tierra.

54. Identifique los “elementos” que, según 2 Pedro 3:10, han de ser disueltos.

54 Los “elementos” que se harán “intensamente calientes” y entonces “serán disueltos” no son los llamados “cuatro elementos” de los alquimistas de la edad media, a saber, fuego, agua, tierra y aire. “Elementos” significa las partes fundamentales de que se compone algo, como, por ejemplo, un organismo. “Elementos” pudiera sugerir ciertas cosas colocadas en cierto orden, como las letras del alfabeto de un idioma. Por la manera en que se menciona a los “elementos” se les distingue de los “cielos” y la “tierra,” y se da la impresión de que no son partes componentes principales de éstos. Entre nuestros cielos literales y la Tierra está la atmósfera, en la cual la humanidad vive y la cual respira para mantenerse viva. Esta atmósfera se compone de una mezcla de gases y por eso tiene partes elementales. De manera similar, hay un espíritu que se extiende por todo el dominio terrestre de la humanidad, que los hombres respiran y que los anima, moviéndolos como por una fuerza invisible a obrar, pensar, hablar y planear como lo hacen. Este es el espíritu del mundo. No tiene nada que ver con el espíritu de Dios, sino que está en enemistad con él. Por eso, Dios está contra ese espíritu mundano en todas sus partes elementales. En Su día él lo disolverá, lo destruirá en el calor de su cólera. Todas las doctrinas, arreglos y proyectos que expresan este espíritu mundano y son resultado de él tienen que ser disueltos, reducidos a nada, junto con él.

55. (a) ¿Qué significa la “tierra” a la cual se alude aquí? (b) ¿A qué se refiere la expresión “las obras que hay en ella”?

55 No solo se da atención divina a los “cielos” y los “elementos,” sino que también hay que dar atención a la “tierra y las obras que hay en ella.” Estas “serán descubiertas.” (2 Pedro 3:10) Serán averiguadas. “Tierra” en este caso simboliza la sociedad humana que es separada y distinta del resto ungido de israelitas espirituales y de la “grande muchedumbre” que están en el paraíso espiritual y que están adorando a Jehová en su templo espiritual. (Revelación 7:15) La expresión “las obras que hay en ella” no se refiere a los hechos o actos de conducta de la sociedad humana terrestre, sino a sus obras de construcción, las cosas que la sociedad humana edifica y produce a manera de estructuras. Esas “obras” muestran el punto de vista materialista, las tendencias terrenales, de esta sociedad humana, esta “tierra” simbólica.

56, 57. (a) ¿En qué sentido son “descubiertas” la tierra y las obras que hay en ella, como se declara en 2 Pedro 3:10? (b) ¿Qué similitud se advierte entre ese pensamiento y el que se expresa en 1 Corintios 3:13-15?

56 Pero, ¿por qué se dice: “Y la tierra y las obras que hay en ella serán descubiertas [literalmente: serán halladas]”? ¿Por qué “serán descubiertas,” “serán halladas,” en vez de ser “quemadas,” como vierte 2 Pedro 3:10 la vieja Versión Valera? El que sean “descubiertas” o “halladas” no significa que en el día de Jehová simplemente se les desnudará a la vista y se les dejará quedar expuestas así. En 2 Pedro 3:7 se declara que, por la palabra de Dios, “los cielos y la tierra actuales están guardados para fuego.” Por consiguiente, la “tierra y las obras que hay en ella” no escaparán del “fuego” de la destrucción tal como no lo harán los “cielos” ni los “elementos.” Serán “descubiertas” o “halladas” por el fuego. El fuego alcanzará a la “tierra y las obras que hay en ella” también. Se les ‘descubrirá’ o ‘hallará’ combustibles, tal como los “cielos” simbólicos y los “elementos” simbólicos son combustibles. El “fuego” destructor del día de Jehová probará eso. De modo que el sentido de descubrimiento o hallazgo es como el de 1 Corintios 3:13-15, donde el apóstol Pablo escribe:

57 “La obra de cada uno se hará manifiesta, porque el día la pondrá al descubierto, por cuanto será revelada por medio de fuego; y el fuego mismo probará qué clase de obra es la de cada uno. Si la obra de alguien, obra que él ha edificado encima, permanece, recibirá galardón; si la obra de alguien es quemada por completo, sufrirá pérdida. . . . ”

58. Por eso, ¿qué les ha de suceder a las simbólicas “tierra y las obras que hay en ella,” y cómo muestran esto también las palabras proféticas de Sofonías?

58 El “día de juicio [de Jehová] y de la destrucción de los hombres impíos” vendrá como ladrón sobre las simbólicas “tierra y las obras que hay en ella,” y el “fuego” de ese día para la ejecución del juicio divino probará que pueden ser encendidas, que se les puede incinerar. Subirán en llamas. No podrán resistir, no podrán pasar a través del día ardiente del Señor Dios Jehová. Estas palabras proféticas de Sofonías 1:14-18 tienen significación solemne para nuestro día: “El gran día de Jehová está cerca. Está cerca, y hay un apresurarse muchísimo de él. El sonido del día de Jehová es amargo. Allí un hombre poderoso da un grito. . . . Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día del furor de Jehová; sino que por el fuego de su celo toda la tierra será devorada, porque él hará un exterminio, realmente uno terrible, de todos los habitantes de la tierra.”

‘APRESURANDO LA PRESENCIA DEL DÍA DE DIOS’

59. ¿Qué exhortación del apóstol Pedro en cuanto a expectativas y conducta aplica con vigor especial a nosotros hoy?

59 En contraste con los burlones que se predijeron para nuestro tiempo, ¿qué clase de personas estamos mostrando que somos nosotros ante la inminente destrucción de este sistema de cosas impío? La exhortación del apóstol Pedro a los cristianos del primer siglo aplica con el mayor vigor a nosotros hoy: “Puesto que todas estas cosas [los simbólicos cielos, elementos, tierra y las obras en ella] así han de ser disueltas, ¡qué clase de personas deben ser ustedes en actos santos de conducta y hechos de devoción piadosa, esperando y teniendo muy presente [literalmente: esperando y apresurando] la presencia del día de Jehová [griego, del Dios], por el cual los cielos estando encendidos serán disueltos y los elementos estando intensamente calientes se derretirán! Pero hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en éstos la justicia habrá de morar.”—2 Pedro 3:11-13.

60. (a) Si realmente creemos lo que dice la Palabra de Dios, ¿cómo debemos vivir? (b) A los que han sido llamados a la vida celestial, ¿qué exhortación les da el apóstol Pedro?

60 Los que verdaderamente creen en el cumplimiento seguro de la palabra de profecía de Dios deben vivir en armonía con lo que esperan. No vivirán egoístamente para el sistema de cosas actual, es decir, para los “cielos” y “elementos” y “tierra” que han de ser disueltos, destruidos, de la manera que lo describe la Palabra de Dios. ¿Por qué vivir para lo que pronto perecerá? ¿Y por qué perecer con ello? Los cristianos dedicados y bautizados, en particular, “han obtenido una fe, tenida en privilegio igual al [del apóstol Pedro], por la justicia de nuestro Dios y del Salvador Jesucristo.” (2 Pedro 1:1, NM; Besson) A los cristianos que tienen la vocación del reino celestial, el apóstol Pedro pasa a decir: “Hagan lo sumo posible para hacer seguros para ustedes mismos su llamamiento y selección; porque si siguen haciendo estas cosas no fracasarán nunca. De hecho, así se les suministrará ricamente a ustedes la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.” (2 Pedro 1:10, 11) El apóstol Pedro dice que ellos son “forasteros y residentes temporales,” y, por lo tanto, no son parte de los simbólicos “cielos,” “elementos” y “tierra” que ‘así han de ser disueltos.’—1 Pedro 2:11.

61. (a) En armonía con la exhortación de Pedro, ¿qué clase de personas y prácticas evitan los verdaderos cristianos? (b) ¿Qué es necesario para permanecer en el paraíso espiritual?

61 Por consiguiente, los que prestan atención a la exhortación de Pedro no tienen nada que ver con los “falsos maestros” que “introducirán silenciosamente sectas destructivas” y que ‘repudian aun el dueño que los compró, trayendo sobre sí mismos destrucción acelerada.’ Los cristianos que se apegan a la profecía verdadera no siguen a estos falsos maestros. Esos fieles cristianos no están entre los muchos que “seguirán sus actos de conducta relajada” y por causa de los cuales “se hablará injuriosamente del camino de la verdad.” (2 Pedro 2:1, 2) Para evitar ser causa de que burlones y otros mundanos hablen injuriosamente del camino de la verdad bíblica, los cristianos que escuchan las palabras de Pedro prestan constante atención a la clase de personas que deben ser “en actos santos de conducta y hechos de devoción piadosa.” Por este proceder escaparán de ‘traer sobre sí mismos destrucción acelerada’ junto con “los cielos y la tierra actuales” que están “guardados para fuego.” (2 Pedro 3:7) Por “actos santos de conducta y hechos de devoción piadosa,” los testigos cristianos de Jehová hoy permanecen en su paraíso espiritual.

62. (a) ¿Hay algo que podamos hacer para que el “día de Jehová” venga más pronto? (b) ¿Cómo podemos mostrar que lo ‘tenemos muy presente’?

62 No dejan que les afecte ninguna burla de los que aplazan o difieren en la mente la venida como ladrón del día de juicio de Jehová. Lo han esperado por largo tiempo, y, hasta que llegue, seguirán esperando la “presencia del día de Jehová.” A diferencia de los burlones, están “teniendo muy presente la presencia del día de Jehová.” Nunca lo ponen fuera de la mente. Constantemente lo tienen presente como un acontecimiento que está muy cerca. Mientras más tiempo viven en la Tierra, más cerca está ese acontecimiento. No pueden apresurarlo, apurarlo o acelerarlo de manera literal, porque saben que Jehová tiene su propia fecha fija para su llegada. Pero se mantienen continuamente alerta para que, sin importar lo pronto e inesperadamente que venga, estén preparados para entrar en él en una condición que Jehová Dios apruebe. Por eso el que continúen en “actos santos de conducta y hechos de devoción piadosa” está de acuerdo con el que estén “teniendo muy presente la presencia del día de Jehová.” Saben lo que la presencia de ese día significa. ¿Qué?

LIMPIANDO EL CAMINO PARA “NUEVOS CIELOS Y UNA NUEVA TIERRA”

63. Cuando los “cielos” sean disueltos, ¿qué significará esto para ellos?

63 ¡La “presencia del día de Jehová” es aquello “por lo cual los cielos estando encendidos serán disueltos y los elementos estando intensamente calientes se derretirán!” (2 Pedro 3:12) Los “cielos” gubernamentales, a los cuales los líderes religiosos mundanos se han apegado en busca de apoyo y protección, serán incendiados por Jehová Dios. “Porque,” dice Hebreos 12:29, “nuestro Dios es también un fuego consumidor.” (Deuteronomio 4:24) Esto significará que esos “cielos” gubernamentales serán disueltos, destruidos. El apóstol Pedro no explica cómo se hará esto como por fuego. No obstante, los “dichos hablados previamente por los santos profetas” describen cómo será esto.—2 Pedro 3:2; 1:21.

64. ¿Por medio de qué profeta inspirado se dio una explicación en cuanto a cómo serán destruidos como por fuego esos “cielos” simbólicos?

64 En el sueño profético de Nabucodonosor, el rey de Babilonia durante los días del profeta Daniel, se dio un cuadro de esos “cielos” simbólicos desde la fecha de 607 a. de la E.C., cuando Nabucodonosor destruyó a Jerusalén y su templo, hasta la “presencia del día de Jehová.” El sueño profético fue enviado al rey de Babilonia por Jehová Dios, pues el rey olvidó el sueño y solo fue Daniel el profeta de Jehová quien pudo recordarle el sueño al rey y entonces explicárselo.—Daniel 2:1-30.

65. ¿Qué vio el rey de Babilonia en su sueño, y qué representó eso?

65 En su sueño el rey de Babilonia vio la representación de una serie continua de potencias mundiales políticas, desde la Potencia Mundial Babilónica de la dinastía de Nabucodonosor hasta e incluso lo que bíblicamente es la Séptima Potencia Mundial, la Potencia Mundial de la Gran Bretaña y los Estados Unidos de nuestro siglo veinte. Por consiguiente, la imagen del sueño, que fue utilizada para pintar esta serie de potencias mundiales gubernamentales, consistió en varios materiales fundamentales. La cabeza era de oro, los pechos y brazos eran de plata, el abdomen y los lados de cobre, las piernas de hierro y los pies y dedos de los pies eran de hierro mezclado con barro.—Daniel 2:31-33.

66. Explique el significado de las diversas partes de la imagen del sueño.

66 “Este es el sueño,” dijo Daniel a Nabucodonosor, “y su interpretación la diremos delante del rey. Tú, oh rey, el rey de reyes [y por lo tanto un emperador sobre una potencia mundial], tú a quien el Dios del cielo ha dado el reino, . . . a quien él ha hecho gobernante sobre todos ellos, tú mismo eres la cabeza de oro.” (Daniel 2:36-38) Por consiguiente, la cabeza de oro simbolizaba la Potencia Mundial Babilónica en la dinastía de Nabucodonosor. Los pechos y brazos de plata simbolizaron la Potencia Mundial Medopersa subsiguiente. El abdomen y los muslos de cobre simbolizaron la Potencia Mundial Macedonicogriega. Las piernas de hierro simbolizaron la Potencia Mundial Romana y lo que se desarrolló de allí, la Potencia Mundial Binaria de la Gran Bretaña y los Estados Unidos. Los pies en parte de hierro y en parte de barro simbolizaron las potencias gubernamentales actuales o finales que se han hecho en parte radicales (socialistas; comunistas) o en parte imperiales. Durante los más de veinticinco siglos desde que comenzaron los Tiempos de los Gentiles cuando Jerusalén fue desolada en 607 a. de la E.C., los demás gobiernos políticos de la Tierra han sido dominados por esa sucesión de potencias mundiales.—Daniel 2:39-43.

67, 68. ¿Hasta qué período de la historia continúa subsistiendo aquella imagen de potencias mundiales, y qué les sucede entonces?

67 Según el sueño profético del rey, esa “imagen” de potencias mundiales continúa subsistiendo, en su cumplimiento histórico, en la “conclusión del sistema de cosas,” en la cual nos encontramos hoy. (Mateo 24:3; 28:20; 13:39, 49) Esa “conclusión del sistema de cosas” llega a una gran culminación por la “presencia del día de Jehová” durante el cual los simbólicos “cielos,” “elementos” y “tierra y las obras que hay en ella” son destruidos como por fuego. Ese es el “día de juicio y de la destrucción de los hombres impíos.” (2 Pedro 3:7-12) Anuncia algo terrible, por lo tanto, esa parte del sueño del rey que presenta movimiento y acción y la cual Daniel le recordó al rey diciendo:

68 “Seguiste mirando hasta que una piedra fue cortada, no por manos, y dio contra la imagen en sus pies de hierro y de barro moldeado y los trituró. En aquel tiempo el hierro, el barro moldeado, el cobre, la plata y el oro fueron, todos juntos, triturados y llegaron a ser como el tamo de la era del verano, y el viento se los llevó de modo que no se halló ningún rastro de ellos. Y en cuanto a la piedra que dio contra la imagen, llegó a ser una gran montaña y llenó toda la tierra.”—Daniel 2:34, 35.

69. ¿Qué significa eso para toda gobernación humana?

69 El cumplimiento de esta parte dramática del sueño profético está directamente en el futuro cercano para nosotros. Según esto, todo vestigio o rasgo de las potencias mundiales de la historia humana, incluso la Octava Potencia Mundial, la organización de las Naciones Unidas, tiene que ser disipado a la fuerza y sin que pueda ser reconstruido. Todos los reinos y gobernaciones humanas subsidiarias también tienen que ser limpiados de sobre la Tierra.

70, 71. ¿Qué agencia usará Jehová para producir esa destrucción mundial?

70 Esa es la palabra de Dios, no del hombre. No es la obra del resto ungido de israelitas espirituales, ni la obra de la “grande muchedumbre” de compañeros adoradores de Jehová. La agencia que el Dios Todopoderoso Jehová usará para producir esa destrucción mundial fue representada en el sueño de Nabucodonosor por una “piedra” que fue cortada de una montaña sin la ayuda de manos humanas. Por lo tanto, la “piedra” tiene que representar algo que es producido por el Creador, el Señor Soberano Jehová. Él inspiró a Daniel para que explicara lo que la “piedra” simbolizaba, y Daniel dijo:

71 “Y en los días de aquellos reyes el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo [como sucesores]. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos, y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos; puesto que contemplaste que de la montaña una piedra fue cortada, no por manos, y que trituró el hierro, el cobre, el barro moldeado, la plata y el oro.”—Daniel 2:44, 45.

72, 73. (a) ¿Qué es la “montaña” de la cual se corta sin manos la “piedra”? (b) ¿Qué representa la “piedra” misma, y qué está sucediendo con relación a ella ahora?

72 Puesto que la “piedra” representa un reino que es establecido por el Dios del cielo, la “montaña” tiene que representar la fuente del poder y la autoridad del reino, a saber, la Soberanía Universal del Rey de la Eternidad, Jehová Dios. El reino parecido a piedra llega a ser así una parte subsidiaria y agencia de Su soberanía universal. Es su reino mesiánico en las manos de su Hijo unigénito, quien llegó a ser el Señor Jesucristo. (Daniel 7:13, 14) Este reino es aquel acerca del cual Jesucristo hizo la siguiente predicción en su profecía sobre la “conclusión del sistema de cosas”: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mateo 24:14) En esa misma profecía Jesucristo se contempló en aquel reino, cuando dijo:

73 “Cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre su glorioso trono. Y todas las naciones serán juntadas delante de él.”—Mateo 25:31, 32.

74. ¿Qué asignaciones ha encargado Jehová a ese reino mesiánico?

74 ¡Recibamos con todo gozo el reino mesiánico del Hijo del Señor Soberano Jehová! Es el gobierno celestial al que se encarga echar fuera “los cielos y la tierra actuales” e introducir los prometidos “nuevos cielos y una nueva tierra” para la gloria de Dios y la bendición eterna de todos los obedientes de la humanidad.

[Nota]

^ párr. 49 “Estas palabras expresan la seguridad de la venida del día de juicio, y hos kleptes [como ladrón] lo inesperadamente súbito de ese acontecimiento; . . . tes tou Theou hemeras [del día de Dios], vers. 2 Ped. 3:12, muestra que kyriou [Señor] aquí [2 Ped. 3 versículo 10] equivale también a Theou [de Dios] (no a Khristou [de Cristo]; . . .).”—Líneas 3 a 6, párrafo 1, página 428, de Critical and Exegetical Handbook to the General Epistles of James, Peter, John and Jude (Manual crítico y exegético de las epístolas generales de Santiago, Pedro, Juan y Judas) por J. E. Huther (1887).

[Preguntas del estudio]