Ir al contenido

Ir al índice

Un Mesías transformado con quien tienen que habérselas los políticos

Un Mesías transformado con quien tienen que habérselas los políticos

Capítulo 3

Un Mesías transformado con quien tienen que habérselas los políticos

1. Como ciertos gobernantes políticos de 33 E.C., los gobernantes políticos de hoy tendrán que decidir de manera final que hacer con ¿quién?

EN EL futuro cercano los gobernantes políticos de todas las naciones y pueblos tendrán que decidir de manera final qué hacer en cuanto al Mesías. Para mediados del primero siglo de nuestra era común este Mesías, Jesús el Descendiente del rey David, tuvo encuentros directos con dos gobernantes políticos mundanos. El rey Herodes Antipas de Galilea descreyó que Jesús fuera el Mesías y se burló de él en la sala del tribunal y lo devolvió al gobernador romano de Judea, Poncio Pilato, para que fuera juzgado finalmente. El gobernador Pilato, en representación del emperador Tiberio de Roma, cedió a la presión procedente de una chusma antimesiánica y sentenció a Jesús a morir clavado a un madero como un esclavo criminal. (Lucas 23:1-25) Pero hoy los gobernantes políticos tienen que habérselas con un Mesías que difiere mucho del Mesías del año 33 E.C., que se ofreció en sacrificio.

2. ¿Por qué se asombrarán los gobernantes políticos al entrar en una confrontación con el Mesías dentro de poco?

2 Los gobernantes políticos, especialmente los de la cristiandad, están más o menos familiarizados con los relatos evangélicos de la vida terrestre de Jesucristo. Probablemente el cuadro mental de él que les es más familiar es el que presentan muchos artistas religiosos, el de un Jesús con rasgos faciales demacrados debajo de una corona de espinas, con manos y pies clavados a una cruz. Los gobernantes políticos de hoy poco cuentan, o más bien, de ninguna manera cuentan, con entrar en una confrontación o careo con Jesucristo como Rey celestial poderoso completamente equipado para pelear con sus enemigos terrestres. Para absoluto asombro de ellos, será a un Mesías transformado que tendrán que enfrentarse dentro de poco.

3. ¿Por qué es oportuno e importante ahora examinar la profecía de Isaías 52:13 a 53:12 inclusive?

3 Esta asombrosa transformación del Mesías en su posición y también lo que está oficialmente comisionado a hacer se predijeron en la profecía de Isaías 52:13 a 53:12 inclusive. Ahora es oportuno examinar esa profecía en particular y también los hechos que muestran cómo se ha realizado la profecía. Esto es de importancia para nosotros hoy.

4, 5. ¿A quién empieza a considerar abruptamente Isaías 52:13-15?

4 Después que el capítulo 52 de Isaías habla acerca de que se suelta a los judíos de décadas de exilio en la tierra extranjera de Babilonia en el valle de Mesopotamia, el Is. 52 versículo 13 da un giro abrupto en lo que se considera. Note lo que dicen los versículos finales de ese capítulo:

5 “¡Miren! Mi siervo actuará con perspicacia. Estará en puesto alto y ciertamente será elevado y ensalzado en gran manera. Al grado que muchos han clavado en él la mirada con asombro —la desfiguración en cuanto a su apariencia fue tanto más que la de cualquier otro hombre y en cuanto a su regia forma más que la de los hijos de la humanidad— él igualmente espantará a muchas naciones. Ante él reyes cerrarán su boca, porque lo que no se les había relatado realmente verán, y a lo que no habían oído tendrán que dirigir su consideración.”—Isaías 52:13-15.

6. ¿Cuál es el punto de vista ortodoxo judío en cuanto a aquel a quien Jehová llama “mi siervo,” como lo muestra una nota por judíos sobre ello?

6 ¿A quién llama aquí proféticamente “mi siervo” Jehová Dios? La opinión ortodoxa judía es que no es a un individuo. La nota al pie de la página en cuanto a esto en el libro de Isaías, por el Dr. I. W. Slotki, M.A., LITT. D., publicado por la casa The Soncino Press en 1949, dice: “El siervo es el Israel ideal o el resto fiel. Todos los comentadores judíos y la mayoría de los comentadores no judíos modernos opinan que no es un individuo. ‘Sean cuales sean las causas que hayan tendido a estimular el abogar por esta forma de interpretación (es decir, la cristológica), es importante que los exégetas cristianos reconozcan que esencialmente esta senda de exposición judía es correcta, y que la senda de los intérpretes cristianos hasta el tiempo de Rosenmüller (i.e. 1820) ha estado esencialmente equivocada.’ (Whitehouse).” Pero, ¿es correcta esa “senda de exposición judía”?

7. Después de tanto tiempo desde la profecía de Isaías, ¿qué prueba pueden ofrecer los Judíos Ortodoxos y los Judíos de la Reforma de que exista tal “Israel ideal” entre el conjunto de los judíos de hoy?

7 Al considerar la opinión judía expresada en lo anterior en cuanto a la identidad de “mi siervo,” nos vemos obligados a preguntar: ¿Quiénes hoy son, o dónde está hoy lo que el Dr. Slotki llama “el Israel ideal”? ¿Se ha de hallar en esta generación de judíos naturales que pasó con vida a través del régimen del dictador nazi Hitler en Europa y las opresiones comunistas y que todavía cuenta con unos 14.443.925 miembros? ¿Hallamos al “Israel ideal” o a ese “siervo” del Dios Altísimo en la actual República de Israel, particularmente su población judía que controla al gobierno político? ¿Qué judío, sea de la sección religiosa ortodoxa o de la sección religiosa reformada, ve en todo el conjunto de los judíos o en alguna parte del conjunto de los judíos de hoy día el “Israel ideal,” más de 2.700 años después de haberse dado la profecía de Isaías? De modo que no tienen absolutamente ninguna prueba de que el “siervo” de la profecía de Isaías sea el “Israel ideal” compuesto de judíos naturales.

8. ¿Dónde podemos hallar la descripción inspirada del verdadero “Israel ideal,” y cómo se le describe allí?

8 Si deseamos identificar al verdadero “Israel ideal,” podemos hallar la descripción inspirada de éste en la Revelación que fue recibida por el ex-pescador judío que trabajaba en el mar de Galilea, Juan hijo de Zebedeo, cuando Juan estuvo sufriendo exilio y aprisionamiento en la isla penal romana de Patmos en el mar Egeo. La evidencia señala al hecho de que esta Revelación se le dio a Juan después que los romanos destruyeron a Jerusalén y su templo en el año 70 E.C. Esto fue después de la quema de Roma por el emperador Nerón, un suceso que condujo a la persecución de los cristianos, a quienes se acusó falsamente. En una de las visiones reveladoras Juan vio y oyó a un ángel decir a los cuatro ángeles que retenían los vientos tormentosos de la Tierra: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado a los esclavos de nuestro Dios en sus frentes.” (Revelación 7:1-3) Entonces Juan procede a escribir:

Y oí el número de los que fueron sellados, ciento cuarenta y cuatro mil, sellados de toda tribu de los hijos de Israel:

De la tribu de Judá, doce mil sellados;

de la tribu de Rubén, doce mil;

de la tribu de Gad, doce mil;

de la tribu Aser, doce mil;

de la tribu de Neftalí, doce mil;

de la tribu de Manasés, doce mil;

de la tribu de Simeón, doce mil;

de la tribu de Leví, doce mil;

de la tribu de Isacar, doce mil;

de la tribu de Zabulón, doce mil;

de la tribu de José, doce mil;

de la tribu de Benjamín, doce mil sellados.

Revelación 7:4-8.

9, 10. ¿Qué, en cuanto a esos israelitas sellados, los hace ideales?

9 El número de esos israelitas sellados ciertamente es un número ideal, es decir, doce veces doce mil, o ciento cuarenta y cuatro mil, un número perfectamente equilibrado. Pero lo que los hace un “Israel ideal” no es enteramente su número, sino, más bien, sus cualidades morales, religiosas. Comentando bajo inspiración acerca de esas cualidades, Juan escribe:

10 “Y vi, y, ¡miren! el Cordero de pie sobre el monte Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil que tienen escrito en sus frentes el nombre de él y el nombre de su Padre. Y oí un sonido procedente del cielo como el sonido de muchas aguas y como el sonido de fuerte trueno; y el sonido que oí fue como el de cantantes que se acompañan a sí mismos con el arpa tocando sus arpas. Y están cantando como si fuera una canción nueva delante del trono y delante de las cuatro criaturas vivientes y de los ancianos; y nadie pudo aprender esa canción sino los ciento cuarenta y cuatro mil, que han sido comprados de la tierra. Estos son los que no se contaminaron con mujeres; de hecho, son vírgenes. Estos son los que van siguiendo al Cordero no importa adónde vaya. Estos fueron comprados de entre la humanidad como primicias para Dios y para el Cordero, y no se halló en su boca falsedad; son sin tacha.”—Revelación 14:1-5.

11. (a) ¿Qué clase de israelitas son éstos, y qué clase de circuncisión han experimentado? (b) ¿Cuándo llegó a ser israelita espiritual Jesucristo mismo?

11 Estos son israelitas espirituales, los que han hecho lo que el profeta Moisés le dijo a la antigua nación de Israel que hiciera: “Tienen que circuncidar el prepucio de sus corazones y no endurecer más su cerviz.” Además: “Jehová tu Dios tendrá que circuncidar tu corazón y el corazón de tu prole, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y toda tu alma por amor de tu vida.” (Deuteronomio 10:16; 30:6) Aun si algunos de estos israelitas espirituales fueran judíos por naturaleza, tendrían que tener la circuncisión del corazón y ser judíos interiormente como todos los demás del Israel espiritual. (Romanos 2:28, 29) Hasta aquel a quien siguen, “el Cordero,” Jesucristo, llegó a ser israelita espiritual, cuando fue ungido con el espíritu de Dios inmediatamente después de haber sido bautizado en el río Jordán por Juan el Bautista.—Mateo 3:13-17.

12, 13. (a) ¿Cómo muestra Revelación 21:2, 9-14 que el “Israel ideal” y “la esposa del Cordero” son la misma cosa? (b) ¿De qué manera son significativas las “piedras de fundamento” de esta ciudad celestial para identificar al “Israel ideal”?

12 El hecho de que el “Israel ideal” es, en realidad, el Israel espiritual se ilustra además en Revelación 21:2, 9-14. Allí se compara a las doce tribus de Israel, compuestas de los 144.000 “esclavos [sellados] de nuestro Dios,” con la Nueva Jerusalén, “la novia, la esposa del Cordero.” Acerca de esta Nueva Jerusalén celestial, espiritual, está escrito: “Me mostró la santa ciudad Jerusalén que descendía del cielo desde Dios y que tenía la gloria de Dios. Su resplandor era semejante a una piedra preciosísima, como piedra de jaspe brillando con claridad cristalina. Tenía un muro grande y encumbrado y tenía doce puertas, y a las puertas doce ángeles, y nombres estaban inscritos que son los de las doce tribus de los hijos de Israel. Al oriente había tres puertas, y al norte tres puertas, y al sur tres puertas, y al occidente tres puertas. El muro de la ciudad también tenía doce piedras de fundamento, y sobre ellas los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.”

13 El Israel natural, carnal, fue fundado sobre los doce hijos del patriarca Jacob, pero es el Israel espiritual, el Israel cristiano, el que es fundado sobre los doce apóstoles del Cordero Jesucristo. (Efesios 2:20) Por eso, sin que haya duda en cuanto a ello, este Israel espiritual es “el Israel ideal.” Pero eso de ninguna manera prueba que sea el “siervo” que se describe en el Is. capítulo 53 cincuenta y tres de la profecía de Isaías.

IDENTIFICACIÓN INSPIRADA DE “MI SIERVO”

14. ¿A qué fuente acudimos para identificar con seguridad al que Dios llama “mi siervo”?

14 Entonces, ¿a quién es, exactamente, que Dios llama “mi siervo,” no solo en Isaías 52:13, sino también en Isaías 53:11? En vez de tomar las opiniones de hombres como el Dr. I. W. Slotki de 1949 E.C. y del orientalista alemán Ernst F. K. Rosenmüller de 1820 E.C., no quedaremos en incertidumbre si tomamos la identificación de “mi siervo” como se da en las Santas Escrituras inspiradas. Esta interpretación de esas palabras de Dios: “mi siervo,” le fue dada a un prosélito judío, un etíope, que había subido a la Jerusalén del primer siglo E.C. para adorar en el templo allí. El relato inspirado de aquel incidente dice:

15, 16. Con relación a la profecía de Isaías, ¿qué conversación hubo entre Felipe y un eunuco etíope?

15 “El ángel de Jehová habló a Felipe, diciendo: ‘Levántate y ve hacia el sur al camino que baja de Jerusalén a Gaza.’ (Este es un camino por el desierto árido.) Con eso se levantó y se fue, y, ¡mira! un eunuco etíope, hombre en poder bajo Candace reina de los etíopes, y que estaba sobre todo su tesoro. Había ido él a Jerusalén para adorar, mas volvía y estaba sentado en su carro y leía en voz alta al profeta Isaías. De modo que el espíritu dijo a Felipe: ‘Acércate y únete a este carro.’ Felipe corrió al lado y lo oyó leer en voz alta a Isaías el profeta, y dijo: ‘¿Verdaderamente sabes lo que estás leyendo?’ Dijo él: ‘¿Realmente cómo podría hacerlo, a menos que alguien me guiara?’ Y suplicó a Felipe que subiera y se sentara con él. Pues, el pasaje de la Escritura que leía en voz alta era éste: ‘Como oveja fue llevado al degüello, y como cordero que es mudo ante el que lo trasquila, así él no abre su boca. Durante su humillación apartaron de él el juicio. ¿Quién referirá los detalles de su generación? Porque su vida se quita de la tierra.’

16 “En respuesta el eunuco dijo a Felipe: ‘Ruégote: ¿De quién dice esto el profeta? ¿De sí mismo o de algún otro hombre?’ Felipe abrió la boca y, comenzando por esta Escritura, le declaró las buenas nuevas acerca de Jesús. Entonces, siguiendo por el camino, llegaron a cierta agua, y el eunuco dijo: ‘¡Mira! Agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?’ Con eso mandó parar el carro, y ambos bajaron al agua, tanto Felipe como el eunuco; y lo bautizó. Cuando hubieron subido del agua, el espíritu de Jehová prontamente condujo de allí a Felipe, y no lo vio más el eunuco, porque siguió su camino regocijándose. Pero se halló que Felipe estaba en Asdod, y pasó por el territorio y siguió declarando las buenas nuevas a todas las ciudades hasta que llegó a Cesarea.”—Hechos 8:26-40.

17. ¿De qué porción de la profecía de Isaías estaba leyendo el eunuco etíope? (b) ¿Cómo supo la identidad del “siervo” al que se aludía en aquella profecía?

17 El pasaje de las Escrituras que el eunuco etíope estaba leyendo en voz alta lleva hoy el número de capítulo cincuenta y tres de Isaías 53, versículos siete y ocho. Esto alude al que Dios llama “mi siervo,” en Isaías 52:13; 53:11. Los judíos que estaban en el templo de Jerusalén no le habían señalado a este etíope que se había convertido al judaísmo precisamente quién era aquel “siervo.” Entonces, ¿quién calificó bíblicamente para identificarle aquel “siervo” al eunuco etíope allá para el 34 E.C. e identificarlo para nosotros hoy? Ciertamente fue Felipe, “el evangelizador,” quien había sido dirigido por el ángel de Jehová al carro de aquel estudiante etíope de la Biblia. ¿Y quién dijo este Felipe que era el “siervo”? Tiene que haber sido Jesucristo, porque Hechos 8:35 dice: “Comenzando por esta Escritura, [Felipe] le declaró las buenas nuevas acerca de Jesús.” Es verdad que este Jesús es el Cabeza celestial del Israel espiritual, pero Felipe no aplicó la profecía de Isaías acerca del “siervo” de Jehová a la congregación de israelitas espirituales, sino que la aplicó solamente al Cabeza, Jesucristo.—Hechos 21:8; Colosenses 1:18.

18. ¿De qué manera nos ayuda la identificación correcta del “siervo” a que se alude en esta profecía?

18 Felipe no fue el único que hizo esta aplicación de la profecía. Otros escritores inspirados hicieron la misma aplicación, como veremos. Con esta identificación correcta de este “siervo” particular de Jehová, podemos proceder a examinar la profecía en detalle. Esto nos ayudará a apreciar más al Mesías con el cual tendrán que contender los políticos mundanos en el futuro cercano.

19, 20. (a) ¿Cómo indica la fraseología de Isaías 52:13-15 que su cumplimiento afectaría a los políticos del siglo veinte? (b) En el siglo primero ¿cómo ‘actuó con perspicacia’ Jesús, y desde cuándo ha llegado a estar “en puesto alto”?

19 Si omitimos esa última porción del versículo catorce, que está entre rayas debido a que es un pensamiento y comentario parentético, la profecía comienza con estas palabras: “¡Miren! Mi siervo actuará con perspicacia. Estará en puesto alto y ciertamente será elevado y ensalzado en gran manera. Al grado que muchos han clavado en él la mirada con asombro . . . él igualmente espantará a muchas naciones. Ante él reyes cerrarán su boca, porque lo que no se les había relatado realmente verán, y a lo que no habían oído tendrán que dirigir su consideración.”—Isaías 52:13-15.

20 ¿No da eso la impresión de que el cumplimiento de esta profecía afectaría a todos los políticos de este siglo veinte? ¡No puede haber duda en cuanto a eso! Es con un Mesías transformado que las naciones y sus gobernantes políticos tendrán que contender en el futuro cercano, un Mesías que en su posición y comisión difiere del Mesías con el cual el Sanedrín judío y las naciones gentiles y el rey Herodes Antipas y el gobernador romano Poncio Pilato contendieron en el año 33 E.C. En aquel tiempo Jesús el Mesías sí ‘actuó con perspicacia’ en las profecías bíblicas que aplicaban a él, como guía para él de modo que hiciera la voluntad de Jehová Dios. Desde su resurrección de entre los muertos y más tarde su ascensión al cielo, ha llegado a estar “en puesto alto.” ¿Ha sido “elevado y ensalzado en gran manera”? Como respuesta podemos tomar lo que el apóstol cristiano Pedro dijo a miles de judíos que estaban celebrando el día de fiesta del Pentecostés diez días después que Pedro vio a Jesucristo ascender hacia el cielo:

21, 22. ¿Cómo muestran las Escrituras que Jesús el Mesías ha sido “elevado y ensalzado en gran manera”?

21 “De hecho David no ascendió a los cielos, sino que él mismo dice: ‘Jehová dijo a mi Señor: “Siéntate a mi diestra, hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies.”’ Por lo tanto sepa con certeza toda la casa de Israel que Dios lo hizo Señor y también Cristo, a este Jesús a quien ustedes fijaron en un madero.”—Hechos 2:34-36.

22 Años después, en una carta inspirada, Pedro escribió: “Él está a la diestra de Dios, porque siguió su camino al cielo; y ángeles y autoridades y poderes fueron sujetados a él.” (1 Pedro 3:22) En cuanto a lo alto de la elevación y ensalzamiento de Jesús el Mesías, el apóstol Pablo escribió: “Se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, sí, muerte en un madero de tormento. Por esta misma razón también Dios lo ensalzó a un puesto superior y bondadosamente le dio el nombre que está por encima de todo otro nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo y de los que están sobre la tierra y de los que están debajo de la tierra, y reconozca abiertamente toda lengua que Jesucristo es Señor para la gloria de Dios el Padre.”—Filipenses 2:8-11.

23. ¿Qué actitud en cuanto al hecho de que es en el cielo que Jesús ha sido ensalzado sería un error grave por parte de los gobernantes políticos?

23 ¿Qué efecto debería tener todo esto en la posición de los políticos de este mundo? ¡Ni por un momento debe nadie pensar que la elevación y ensalzamiento a posición muy alta del “Siervo” de Jehová, Jesucristo, en cumplimiento de Isaías 52:13, no tendría ningún efecto en las naciones terrestres y sus gobernantes políticos! Los políticos no deberían encogerse de hombros con indiferencia ante esta situación y decir: ‘¿Conque Jesucristo ha sido ensalzado hasta el cielo, eh? ¿Y qué?’ No deberían adoptar la actitud del que dice: ‘Bueno, puesto que ahora está en el cielo, no lo tenemos en nuestro camino. Y que él se encargue de las cosas en el cielo, mientras nosotros atendemos las cosas aquí abajo en la Tierra; ésta es nuestra responsabilidad. ¡Ya no oiremos más de él en cuanto a cómo gobernamos la Tierra!’

24. ¿Cómo indica el derecho gubernamental que Jesús tenía cuando ascendió de regreso al cielo que su ensalzamiento tendrá graves consecuencias para los gobernantes políticos?

24 Una actitud política de esa índole está absolutamente mal basada. La elevación y ensalzamiento del “Siervo” de Jehová a posición muy alta tendrá las consecuencias más graves en cuanto a ellos y en cuanto a que continúen en su puesto en la Tierra. Deben recordar que, cuando Jesucristo ascendió de regreso a Jehová Dios en el cielo, lo hizo mientras todavía poseía el derecho y título al gobierno real del rey David sobre toda la tierra en Palestina que había sido prometida a sus antepasados Abrahán, Isaac y Jacob.—Lucas 1:31-33; 2 Samuel 7:11-16; 1 Crónicas 17:10-14; Lucas 22:29, 30; Salmo 89:27-37.

25. ¿De qué manera indica el efecto del sacrificio de rescate de Jesús que los políticos tienen que dar cuenta a Jesucristo por la manera en que gobiernan?

25 Además, ascendió mientras tenía en firme posesión el valor de su sacrificio humano por medio del cual podía comprar a toda la familia humana que descendió de Adán y Eva. (1 Timoteo 2:5, 6) Al presentar el mérito de su sacrificio de rescate a Dios en el cielo, compró de vuelta a la familia humana que había sido vendida al pecado, condenación y su pena la muerte. (Hebreos 9:24-28; Mateo 20:28) Por consiguiente, la gente común sobre la cual gobiernan todos los políticos pertenece al “Siervo” de Jehová, Jesucristo, por derecho de compra, y los políticos sí tienen que rendirle cuentas en cuanto a la manera en que gobiernan.

26. ¿Por qué período de tiempo fijado por Dios se permitiría a gobernantes políticos de las naciones gentiles ejercer control sobre la Tierra, pero desde cuándo han estado en su “tiempo del fin” los gobiernos de hechura humana?

26 Especialmente hoy, en este período crítico de la historia humana, no olvidemos o descontentos el hecho de que Jesucristo el Descendiente real de David tiene ciertos derechos establecidos respecto a esta Tierra. Estos derechos no habían de ser puestos a un lado para siempre sin que se tomara acción con relación a ellos. A los gobiernos nacionales y sus gobernantes políticos se les otorgaría solo un período de tiempo fijo y limitado durante el cual ejercer control político sobre la Tierra. Jehová Dios fijó un “tiempo del fin” para los gobiernos de hechura humana y sus reyes, emperadores, presidentes, chaes, jeques y otros gobernantes. Los 2.520 años que empezaron a contar desde la primera desolación de Jerusalén, en 607 a. de la E.C., y a los cuales se llama “los tiempos de los gentiles” caducaron en el otoño de 1914 E.C. Desde esa fecha los gobiernos de hechura humana en la Tierra han estado en su “tiempo del fin.” El fin de ellos está ahora a la vista.—Lucas 21:24; Daniel 12:4.

27. (a) Para el “Siervo” de Dios, Jesucristo, ¿qué llegó en el otoño de 1914 E.C.? (b) ¿Qué acción que se predijo en Salmo 2:8, 9 había de producirse ahora?

27 En contraste con eso, el tiempo de esperar a la diestra de Dios en el cielo terminó para el “Siervo,” Jesucristo, en aquel otoño de 1914 E.C. (Salmo 110:1, 2; Hebreos 10:12, 13) Para él el año 1914 señaló el comienzo de un ‘tiempo de empezar’ en el ejercicio activo de sus derechos de rey. Entonces, precisamente a tiempo, el reino mesiánico de Dios nació en los cielos, demasiado por encima de los pies de los gentiles para que ellos pudieran pisotearlo en desafío a Dios. (Revelación 12:1-5; Lucas 21:24; Ezequiel 21:25-27) Entonces llegó el tiempo en el cual el Rey recién entronizado, Jesús el Mesías, había de obrar según la invitación profética que contiene Salmo 2:8, 9: “Pídeme, para que yo dé naciones por herencia tuya y los cabos de la tierra por posesión tuya propia. Las quebrarás con cetro de hierro, como si fueran vaso de alfarero las harás añicos.”—Revelación 2:27; 12:5; Daniel 2:44.

EL ASOMBRO DE LOS POLÍTICOS

28. Cuando llegue la confrontación final entre Jesucristo y todos los políticos de la Tierra, ¿por qué ‘clavarán en él la mirada con asombro’?

28 A la luz de esas declaraciones proféticas de Jehová acerca de su “Siervo,” ciertamente será con un Mesías transformado que tendrán que contender en el futuro cercano todos los políticos de la Tierra. La transformación será tan grande que los pasmará de asombro. Pronto, cuando venga la confrontación final entre ellos y él, ‘clavarán en él la mirada con asombro.’ No es que hayan de verlo literalmente a simple vista, pero verán las evidencias visibles de su poder como Combatiente para Jehová Dios y sabrán que estas evidencias proceden de este Mesías elevado, ensalzado. Esto será en gran medida diferente del cuadro que el clero de la cristiandad ha pintado de Jesucristo.

29, 30. (a) ¿Qué clase de representación de Jesucristo ha presentado el clero de la cristiandad al elemento político del mundo? (b) Como se predijo en Isaías 52:14, ¿cómo hubo una “desfiguración” del Mesías por lo que aconteció aún en el primer siglo?

29 Por medio de sus crucifijos y sus misas en las iglesias el clero de la cristiandad ha hecho que el elemento político del mundo vea a Jesucristo como una figura en triste condición. Afirman que al ascender al cielo él llevó consigo el cuerpo humano en el cual fue clavado al madero, llevando todavía los rasguños de la corona de espinas en la frente y los sangrientos hoyos de los clavos en las manos y pies y la incisión grande que le abrió la lanza en el costado. Es verdad que Jesucristo sí sufrió una muerte cruelmente dolorosa y deshonrosa, por ciertas razones. Pero antes de eso, fue desacreditado, crasamente mal representado, acusado de ser quebrantador de la ley, violador del sábado, loco, poseído de un demonio, blasfemador, Cristo falso, engañador, una amenaza a la nación judía, sedicioso contra la Roma pagana. Ciertamente su reputación fue torcida, la imagen de él que pintaron los que levantaron falsas acusaciones contra él era una desfiguración total; y es en este sentido en particular que se ha de entender Isaías 52:14:

30 “La desfiguración en cuanto a su apariencia fue tanto más que la de cualquier otro hombre y en cuanto a su regia forma más que la de los hijos de la humanidad.”

31, 32. (a) ¿Cómo difiere Jesucristo hoy de cuando fue hombre en la Tierra? (b) ¿Cómo se cumplirá pronto en los políticos Isaías 52:15?

31 Hasta este mismo día se ha continuado desacreditando, difamando y tergiversando a Jesucristo in absentia. Pero hoy, mil novecientos años después, él ya no es un “niño Jesús” (bambino Gesù); ya no es un ‘Siervo sufriente’ en la Tierra que no presenta resistencia a sus enemigos mal intencionados. Ahora es el “Siervo” elevado, ensalzado, el Mesías acreditado de Dios. Prescindiendo de lo que los políticos bajo la mala guía de su clero religioso hayan dicho contra el “Siervo” de Jehová y en desafío a él, cesarán de ser tan bocudos con palabras de desprecio en el careo con el “siervo” una vez humillado en la venidera prueba de potencia en cuanto al asunto de: ¿Quién gobernará la Tierra? Porque entonces los políticos realmente verán la exhibición de lo que su clero religioso no les ha relatado; se verán obligados a dirigir su consideración a aquello de lo cual no habían oído en advertencia de sus muy respetados líderes religiosos. Como dice Isaías 52:15:

32 “Él igualmente espantará a muchas naciones. Ante él reyes cerrarán su boca, porque lo que no se les había relatado realmente verán, y a lo que no habían oído tendrán que dirigir su consideración.”

33. Puesto que los testigos cristianos de Jehová han relatado públicamente la verdad acerca de Jesús el Mesías, ¿por qué ‘no han oído’ los políticos y por lo tanto ‘clavan en él la mirada con asombro’?

33 No es que los testigos cristianos fieles de Jehová no hayan estado relatando esas cosas a las naciones y sus reyes y tratando de hacer que las naciones y sus gobernantes políticos dirijan su consideración a esas cosas. Pero éstos, en su mayoría, han vuelto un oído sordo y un ojo ciego a lo que estos fieles seguidores del “Siervo” de Jehová han proclamado mundialmente y han delineado en lenguaje descriptivo. Al contrario, es de los clérigos asalariados que las naciones y sus gobernantes políticos no han oído relatados los hechos verdaderos acerca de que el “Siervo” de Jehová en realidad guerreará contra ellos para ejecutar en ellos los juicios de Jehová. Son los líderes religiosos asalariados quienes han mantenido ciegos a naciones y reyes en cuanto a lo que les espera cuando Jehová, por su “Siervo,” proceda contra ellos para resolver la cuestión: ¿Quién gobernará la Tierra y a la gente en ella? Por lo tanto, no podrán menos que ‘clavar los ojos en él con asombro’ y ‘cerrar la boca’ al verse frente a algo que es completamente diferente de lo que habían esperado.

34. ¿Qué advertencia da el Salmo segundo a los gobernantes políticos, pero por qué no han obrado en armonía con ella?

34 En este “tiempo del fin” desde 1914 E.C. no ha sido al clero de la cristiandad que Jehová Dios ha usado para transmitir esta advertencia: “Y ahora, oh reyes, ejerzan perspicacia; déjense corregir, oh jueces de la tierra. Sirvan a Jehová con temor y estén gozosos con temblor. Besen al hijo, para que Él no se enoje y no perezcan ustedes del camino, porque su cólera se enciende fácilmente. Felices son todos los que se refugian en él.” (Salmo 2:7, 10-12) Debido a que dependen de sus clérigos asalariados, los gobernantes políticos del conjunto de los judíos y los gobernantes políticos de la cristiandad no han ‘besado al Hijo.’ Es decir, no han expresado ningún afecto al “Siervo” de Jehová, su Hijo celestial Jesús el Mesías, a quien Él ha sentado sobre el monte Sión celestial y a quien ha dado ‘naciones por herencia y los cabos de la tierra por posesión.’

35. (a) ¿Por medio de quiénes ha transmitido Jehová esta advertencia inspirada a gobernantes y jueces? (b) Porque estos testigos mismos ‘besan al hijo,’ ¿cómo los consideran los hombres, y qué posición tienen ante Dios?

35 Ha sido por medio de Sus testigos cristianos que Jehová ha estado transmitiendo esta advertencia a gobernantes políticos y a jueces de tribunales de ley. Estos testigos mismos ‘besan al hijo,’ y por esto han llegado a ser un objeto de odio a todas las naciones y ha habido una desfiguración de la apariencia de ellos a la vista de las personas mal informadas. (Mateo 24:9) Jehová no se enojará contra sus testigos fieles y obedientes, ni se encenderá su cólera contra ellos de modo que perezcan en medio de su trayecto. Él no se volverá contra los que se han refugiado en Él, y por eso Sus testigos son el pueblo más feliz de la Tierra hoy, a pesar del odio del mundo y la maliciosa desfiguración de su reputación. Con interés cada vez más intenso vigilan para ver a los “reyes” o gobernantes políticos de las naciones clavar la mirada con asombro y cerrar la boca ante la imponente manifestación de un Mesías transformado, el “Siervo” ensalzado de Jehová.

[Preguntas del estudio]

[Ilustración de la página 36]

Felipe explica la profecía de Isaías a un eunuco etíope

[Ilustración de la página 40 (completa)]