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Se forma el “propósito eterno” de Dios en su Ungido

Se forma el “propósito eterno” de Dios en su Ungido

Capítulo 5

Se forma el “propósito eterno” de Dios en su Ungido

1. ¿Qué clase de vida en la Tierra se propone Dios que tenga la humanidad?

LA VIDA humana en la Tierra puede ser hermosa. La vida del Creador del hombre es hermosa. Es Su voluntad que la vida de Su creación humana también sea hermosa. Es la humanidad la que ha hecho de su propia existencia un desastre. Sin embargo, no todos los miembros de la humanidad han hecho eso. A pesar del fracaso de la humanidad hasta ahora, el propósito benévolo del Creador ahora es que todavía hombres y mujeres tengan la oportunidad de hacer hermosa para sí mismos la vida en la Tierra.

2. (a) ¿Con qué clase de vida comenzó la humanidad? (b) ¿Qué muestra si Dios planeó o no que el hombre tomara el proceder que conduciría a la muerte?

2 Al principio la vida de la humanidad era hermosa. Comenzó hace casi seis mil años en un Paraíso terrestre. Era un placer vivir allí, por lo cual se le llamó el Jardín de Edén, o Paraíso de Placer o Deleite. (Génesis 2:8, Versión de Scío) Nuestros primeros padres humanos, el primer hombre y la primera mujer, eran perfectos, con abundancia de salud y con la posibilidad de nunca morir. Siendo criaturas humanas, eran mortales, pero tenían ante sí la oportunidad que les ofrecía su Creador de vivir en el Paraíso de Placer para siempre en el futuro, eternamente. Así, el Dador de Vida celestial de ellos podía llegar a ser el Padre Eterno de ellos. Él no planeó que ellos murieran por tomar el proceder que conduciría a la muerte. Su deseo era que vivieran eternamente como sus hijos eternos. Más de tres mil años después Él expresó lo que sinceramente pensaba en cuanto a este asunto, cuando dijo a su pueblo escogido:

“‘¿Acaso me deleito de manera alguna en la muerte de alguien inicuo,’ es la expresión del Señor Soberano Jehová, ‘y no en que se vuelva de sus caminos y realmente siga viviendo?’”—Eze. 18:23.

3. Puesto que el deseo de Dios era que la humanidad siguiera viviendo en el Paraíso, ¿qué pregunta nos vemos obligados a considerar hoy?

3 Como se ve, el Creador no deseaba que la pareja humana inocente que estaba en el Paraíso de Placer se hiciera ‘inicua’ y mereciera morir. Su deseo era que siguieran viviendo, sí, viviendo hasta ver la Tierra entera debidamente llena de prole tan perfecta y feliz como ellos mismos, en relación pacífica y amorosa con su Creador, su Padre celestial. Sin embargo, hoy, toda la humanidad está muriéndose y nuestra Tierra contaminada está muy lejos de ser un paraíso. ¿A qué se debe esto? El Creador del hombre ha hecho que la explicación se registre en la Biblia.

4. ¿Por qué era extraño que una serpiente se estuviera presentando a la vista de una criatura humana en el Paraíso?

4 La ubicación es el Paraíso de Placer, a medida que comienza el tercer capítulo del libro bíblico de Génesis. Todas las formas de criaturas terrestres inferiores están en sujeción a nuestros primeros padres humanos, Adán y Eva. Ellos no temen a ninguna de estas criaturas terrestres inferiores, ni siquiera a las culebras. Sí, había culebras o serpientes en el Paraíso de Placer, y era interesante observarlas. Su locomoción sin extremidades era maravillosa, una manifestación de la sabiduría diversificada de Dios al diseñar. Sin embargo, son criaturas tímidas. Génesis 3:1 comenta acerca de este género de reptil, diciendo: “Ahora bien, la serpiente [nahhash] resultó ser la más cautelosa de todas las bestias salvajes del campo que Jehová Dios había hecho.” Así que en vez de acechar para causar daño a una criatura humana, la serpiente tendía a apartarse del contacto con criaturas humanas. Pero ahora, cosa extraña, se estaba presentando claramente a la vista, ya fuera en el suelo o en un árbol. ¿Por qué?

5. ¿Por qué era extraño que la serpiente le hiciera a Eva una pregunta, y por qué no era la voz de Dios indirectamente?

5 “De modo,” sigue diciendo Génesis 3:1, “que empezó a decir a la mujer: ‘¿Es realmente el caso que Dios dijo que ustedes no deben comer de todo árbol del jardín?’” Bueno, ¿cómo había oído la serpiente tal cosa? ¿O cómo entendió tal cosa? Además, ¿por qué nunca antes de eso le había hablado a Adán, el esposo de la mujer? ¿Por qué siquiera podía hablar con lenguaje humano? Nunca antes había hablado una serpiente a una criatura humana, y nunca lo ha hecho desde entonces. Eva no se estaba imaginando que alguien le hablaba. No estaba hablando consigo misma en su propia mente, solo pensando. La voz parecida a la voz humana aparentemente procedía de la boca de la serpiente. ¿Cómo podía ser aquello? La única otra voz aparte de la de su esposo Adán que Eva había oído en el jardín era la de Dios, pero directamente, no a través de alguna criatura animal infrahumana. Según lo que la serpiente, según parecía, dijo, la voz, no era la de Dios. La voz le preguntó a Eva en cuanto a lo que Dios había dicho.

6. ¿De qué manera estaba obrando el inquiridor que usó a la serpiente para presentar la pregunta, y por qué respondió Eva?

6 Cuando Eva contestó la pregunta, no estaba hablando a aquella serpiente, sino a la inteligencia invisible que estaba usando a la serpiente como lo haría un ventrílocuo. Este hablante inteligente invisible, ¿era amigable para con Dios, o lo contrario? Ciertamente el método que usó el hablante invisible al hablarle a Eva fue engañoso, pues la llevó a pensar que era la serpiente la que estaba hablando. Ese hablante inquiridor estaba escondiendo su identidad detrás de una serpiente visible y por eso estaba obrando con engaño. Sin embargo, Eva no discernió ni comprendió que este hablante que usaba a la serpiente estaba tratando de engañarla maliciosamente. Sin sospechar, Eva dio su respuesta.

“Ante esto, la mujer le dijo a la serpiente: ‘Del fruto de los árboles del jardín podemos comer. Pero en cuanto a comer del fruto del árbol que está en medio del jardín, ha dicho Dios: “No deben comer de él, no, no deben tocarlo para que no mueran.”’”—Génesis 3:2, 3.

7. ¿De dónde obtuvo Eva su información acerca del árbol que estaba en medio del jardín?

7 Al designarlo el “árbol que está en medio del jardín,” Eva quería decir el árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo. Pero, ¿cómo sabía Eva acerca de aquel árbol? Tiene que haber sido que Adán, como el profeta de Dios, le dijo. Fue a él que Dios le dijo cuando Adán estaba solo, antes de la creación de Eva: “De todo árbol del jardín puedes comer hasta quedar satisfecho. Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo no debes comer de él, porque en el día que comas de él positivamente morirás.” (Génesis 2:16, 17) Según Eva, Dios también dijo que no se tocara el árbol prohibido. De modo que Eva no desconocía la pena que se imponía por violar la ley de Dios. Era muerte.

8. ¿Qué muestra si el inquiridor invisible estaba sencillamente buscando información o no?

8 Si el hablante invisible detrás de la serpiente hubiera estado haciendo preguntas sencillamente en busca de información, hubiera terminado la conversación cuando se le suministró la información. No se declara si, para este tiempo, la serpiente estaba en medio del jardín donde estaba ubicado el árbol prohibido, ni si la serpiente estaba en el suelo o arriba en el árbol. Por lo menos, se habló acerca de aquel “árbol que está en medio del jardín.”

9, 10. ¿Cómo se hizo un mentiroso, un Diablo, un Satanás, el hablante invisible detrás de la serpiente?

9 ¿Cómo podía una simple serpiente saber o tener autoridad para decir lo que Eva ahora oyó que se dijo? “Ante esto, la serpiente le dijo a la mujer: ‘Positivamente no morirán. Porque Dios sabe que en el mismo día que coman de él tendrán que abrírseles los ojos y tendrán que ser como Dios, conociendo lo bueno y lo malo.’”—Génesis 3:4, 5.

10 Aquí el hablante invisible detrás de la serpiente visible estaba haciéndose mentiroso, porque estaba contradiciendo a Jehová Dios. Al declarar vocingleramente que Dios tenía malos motivos al prohibir que Adán y Eva comieran del árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, el hablante invisible estaba convirtiéndose en calumniador, un Diablo, para con Jehová Dios. No estaba interesado amorosamente en la vida eterna para Eva, sino que estaba tramando causarle la muerte. De hecho, estaba tratando de quitar de ella el temor a la muerte, no muerte a manos de él, sino muerte a manos de Jehová Dios por quebrantar el mandato conocido de Él. El hablante invisible estaba poniéndose en resistencia a Dios y de esta manera estaba convirtiéndose en Satanás, que significa Resistidor. Estaba interesado en hacer que otra persona resistiera a Dios y poner a otra persona de parte de Satanás. Sabemos quién fue el que verdaderamente habló aquella mentira y calumnia. ¡No fue ninguna serpiente!

11. ¿Cómo fue que Eva no mostró lealtad a Dios ni respeto a su esposo, y se dejó tentar?

11 Desdichadamente, Eva no disputó esta declaración mentirosa, calumniadora. No salió amorosa y lealmente en defensa de su Padre celestial. No reconoció ahora la jefatura de Adán su esposo sobre ella y fue a él a preguntarle si aprobaba o no que ella obrara egoístamente en cuanto a aquel asunto. Él pudiera haber puesto al descubierto el engaño. Pero Eva se dejó engañar cabalmente. Se puso a pensar en la idea incorrecta que le presentó un mentiroso, calumniador y resistidor de Dios el Padre celestial de ella. Dejó que se desvaneciera el temor a la terrible pena que traería la desobediencia. Dejó que el deseo egoísta empezara a formarse en su corazón. Se dejó atraer por este deseo y seducir. Dios había dicho que sería malo para ella y Adán comer del fruto prohibido, pero ella decidió establecer para sí misma lo que era malo y lo que era bueno. Por consiguiente, decidió probar que el Padre celestial y Dios de ella era mentiroso. Por eso ahora cuando Eva contempló el árbol, se le hizo atractivo a la vista.

12. Por comer del fruto prohibido, ¿qué llegó a ser Eva, e inexcusablemente?

12 “Por consiguiente, vio la mujer que el árbol era bueno para alimento y que a los ojos era algo que anhelar, sí, el árbol era deseable para contemplarlo. De modo que empezó a tomar de su fruto y a comerlo.” (Génesis 3:6) De esta manera se hizo transgresora contra Dios, una pecadora. El hecho de que fue completamente engañada no la excusaba. Perdió su perfección moral.

13. Al comer, ¿qué no hizo Adán, con qué efecto en él?

13 Su esposo no estaba allí para evitar que ella obrara independientemente. Después, cuando ella estuvo con él, tuvo que usar persuasión para hacer que él comiera, porque él no fue engañado de ninguna manera. Él no optó por probar que el que había hablado por medio de la serpiente era un mentiroso y vindicar a Jehová Dios como Uno que usaba Su soberanía universal de manera justa, de manera beneficiosa. Entonces, ¿qué pasó cuando Adán se unió a Eva en la transgresión? Génesis 3:6, 7 nos dice:

“Después dio de él también a su esposo cuando él estuvo con ella y él empezó a comerlo. Entonces se les abrieron los ojos a ambos y empezaron a darse cuenta de que estaban desnudos. Por lo tanto cosieron hojas de higuera y se hicieron coberturas para los lomos.”

14. ¿Qué condujo a Adán y Eva a condenarse antes que Dios los condenara, y cómo obraron cuando él se acercó?

14 Ahora habían llegado a ser “como Dios, conociendo lo bueno y lo malo,” por el hecho de que ya no aceptaban las normas de lo bueno y lo malo fijadas por Jehová Dios, sino que habían llegado a ser jueces para sí mismos en cuanto a lo que era bueno y lo que era malo. A pesar de esto, la conciencia de ellos comenzó a molestarlos. Se sintieron al descubierto, con necesidad de cubrirse. Su desnudez corporal ya no era un estado limpio e inocente a los ojos de ellos, en el cual estar delante de Jehová Dios. Por eso empezaron a hacerse ropa y cubrieron sus partes íntimas que Dios les había dado con el honorable propósito de reproducir su género. Así, bajo el testimonio condenatorio de su propia conciencia, se condenaron a sí mismos, aun antes que el Señor Soberano Jehová los condenara. De ahí que leamos:

“Más tarde oyeron la voz de Jehová Dios que andaba en el jardín a eso de la parte airosa del día, y procedieron a esconderse el hombre y su esposa del rostro de Jehová Dios entre los árboles del jardín. Y Jehová Dios siguió llamando al hombre y diciéndole: ‘¿Dónde estás?’ Por fin él dijo: ‘Tu voz oí en el jardín, pero tuve miedo porque estaba desnudo y por eso me escondí.’ A lo que dijo él: ‘¿Quién te informó que estabas desnudo? ¿Del árbol del que te mandé que no comieras has comido?’”—Génesis 3:8-11.

15. (a) ¿Qué muestra que Adán y Eva no se arrepintieron? (b) ¿Qué dijo Dios entonces a la serpiente?

15 Notemos que no hay expresión de arrepentimiento por parte de Adán y Eva, sino, más bien, un esfuerzo por excusarse: Otro tenía la culpa. “Y pasó el hombre a decir: ‘La mujer que me diste para que estuviese conmigo, ella me dio fruto del árbol y así es que comí.’ Con eso Jehová Dios le dijo a la mujer: ‘¿Qué es esto que has hecho?’ A lo cual respondió la mujer: ‘La serpiente... ella me engañó y así es que comí.’” (Génesis 3:12, 13) Sin embargo, las excusas no absolvieron a estos transgresores voluntariosos. Pero, ¿qué hay de la serpiente?

“Y procedió Jehová Dios a decirle a la serpiente: ‘Porque has hecho esta cosa, tú eres la maldita de entre todos los animales domésticos y de entre todas las bestias salvajes del campo. Sobre tu vientre irás y polvo es lo que comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón.’”—Génesis 3:14, 15.

16, 17. (a) ¿A quién aplicaron realmente las palabras que Dios dijo a la serpiente? (b) ¿A qué asemejó este rebajamiento un escritor del primer siglo?

16 Esto no fue una maldición sobre toda la familia de las serpientes. Aparentemente las palabras de Dios fueron dirigidas a aquella serpiente literal, pero Él sabía que ésta solo había sido una víctima y servido de instrumento a una persona invisible, sobrehumana, de la región de los espíritus, una que hasta entonces había sido un obediente hijo celestial de Dios. Éste también se había dejado atraer y seducir por un deseo de índole egoísta. Fue un deseo de soberanía sobre la humanidad, independientemente de la soberanía universal de Jehová. Había dejado que este deseo echara raíces en su corazón y lo había cultivado, hasta que se hizo fértil y produjo transgresión, rebelión contra el Señor Soberano Jehová. Este espíritu transgresor se hizo entonces un mentiroso, calumniador o Diablo y un resistidor o Satanás, allí mismo en el Paraíso de Placer.

17 Como lo sugiere el rebajamiento que se pronunció contra la serpiente que había sido hecha víctima, Dios puso en condición rebajada a este Mentiroso, Diablo, Satanás que acababa de surgir. Un comentador bíblico del primer siglo asemeja este rebajamiento a un ‘echar a Satanás en el Tártaro,’ un desaprobado estado de oscuridad espiritual sin iluminación procedente de Dios.—2 Pedro 2:4.

PREDICHO EL UNGIDO DE DIOS

18. ¿Qué nueva cosa se anunció aquí, y qué rasgos tenía?

18 Aquí Jehová Dios formó un nuevo propósito, y lo anunció. Se había levantado el mentiroso Satanás el Diablo, y ahora llegó a ser el propósito de Dios levantar un Ungido, un Mashíahh (Mesías) según el idioma de Adán. (Daniel 9:25) Dios llamó a este Ungido, este Mesías, la “descendencia” de “la mujer.” Dios pondría enemistad entre este Ungido y Satanás el Diablo, ahora simbolizado por la serpiente. Esta enemistad también se extendería a estar entre el Ungido y la “descendencia” de la Gran Serpiente.

19. (a) ¿En qué conflicto resultaría esta “enemistad”? (b) ¿Por qué tendría que ser celestial el Ungido del propósito de Jehová?

19 La enemistad que se predijo resultaría en una batalla que tendría efectos dolorosos, pero terminaría con victoria para la “descendencia” de “la mujer.” Como una culebra que ataca el talón de la pierna (Génesis 49:17), la Gran Serpiente, Satanás el Diablo, causaría una herida en el talón de la “descendencia” de la mujer. Esta herida en el talón no resultaría mortífera. Sería sanada, para que la “descendencia” de la mujer pudiera magullar a la Gran Serpiente en la cabeza y darle muerte. Así la Gran Serpiente perecería, y su “descendencia” con él. Una cosa importante que debe notarse en cuanto a este conflicto es esto: Para que la “descendencia” de la mujer magullara y aplastara la cabeza de la Gran Serpiente, Satanás el Diablo, la “descendencia” de la mujer tendría que ser una persona celestial, de la región de los espíritus, no un simple hijo humano de una mujer en la Tierra. ¿Por qué? Porque la Gran Serpiente es una persona sobrehumana de la región de los espíritus, un hijo celestial de Dios que ha manifestado rebeldía. Una simple “descendencia” humana de una mujer terrestre no sería lo suficientemente poderosa como para destruir al invisible Satanás el Diablo en la región de los espíritus. Por eso el Ungido del propósito de Jehová tiene que ser un Mesías celestial.

20. Entonces, ¿quién es la “mujer” de Génesis 3:15?

20 Pues bien, ¿qué hay de la “mujer” cuya “descendencia” es el Ungido o Mesías? Ella, también, tiene que ser celestial. Tal como la serpiente que fue sentenciada a ser aplastada en la cabeza no era aquella serpiente literal que había sido utilizada para engañar a Eva, así la “mujer” de la profecía de Jehová en Génesis 3:15 no era una mujer literal en la Tierra. Eva fue transgresora personal contra la ley de Dios y fue quien atrajo seductoramente a su esposo Adán a la transgresión. Por eso ella misma no era digna de ser la madre personal de la “descendencia” prometida. La “mujer” de la profecía de Dios tiene que ser una mujer simbólica. Es tal como cuando Jehová Dios dice que su pueblo escogido es su esposa, su mujer, diciéndoles: “Convertíos, hijos rebeldes, dice Yahvé, porque Yo soy vuestro Esposo.” (Jeremías 3:14, Straubinger; Jer. 31:32) De manera parecida, la organización celestial de santos ángeles de Dios es como una esposa para Jehová Dios, y es la madre celestial de la “descendencia.” Ella es “la mujer.” Es entre esta “mujer” y la Serpiente que Dios pone enemistad.

EL PROPÓSITO ORIGINAL NO FRACASARÁ

21. ¿Fracasaría ahora el propósito original de Dios con relación a la Tierra por haber surgido la transgresión?

21 Pero, ¿qué hay acerca del propósito de Dios con relación a la Tierra según fue declarado a Adán y Eva al fin del sexto “día” de creación? ¿Fracasaría ahora debido a la transgresión de Eva y Adán, que los hacía merecedores de muerte? Este propósito original era que toda la superficie de la Tierra llegara a ser un Paraíso, poblado por los descendientes del hombre y la mujer primeros, originales, que hubo en la Tierra, Adán y Eva. El fracaso es una cosa que no podría suceder en cuanto al propósito declarado de Dios. Ningún Satanás el Diablo puede hacer que el propósito de Dios fracase y lo deshonre. El hecho de que el propósito original de Dios había de seguir adelante todavía hasta cumplirse triunfalmente se indica en lo que ahora Jehová Dios el Juez Supremo le dijo a la mujer Eva.

22. (a) La Tierra continuaría siendo poblada por ¿quiénes? (b) ¿Era razonable creer que el magullamiento de la cabeza de la Serpiente resultaría en beneficio para la humanidad?

22 “A la mujer le dijo: ‘Aumentaré en gran manera el dolor de tu preñez; con dolores de parto darás a luz hijos, y tu deseo vehemente será por tu esposo, y él te dominará.’” (Génesis 3:16) Esto significó que se permitiría la producción de más habitantes de la Tierra procedentes de esta pareja humana original. Ha continuado hasta ahora, y hoy se habla con preocupación acerca de una “explosión demográfica.” Puesto que la Gran Serpiente, Satanás el Diablo, había inducido la venida de la muerte a todos los descendientes de la primera pareja humana, evidentemente el magullamiento de la “cabeza” de esta Gran Serpiente resultaría en beneficio para aquellos descendientes que habían sido perjudicados por la transgresión de él. ¿Exactamente cómo? Eso era algo que Jehová Dios aclararía al debido tiempo. Esto obraría para el triunfo de Su propósito original.

23-25. (a) ¿Cuándo se le pronunció sentencia de muerte a Adán debido a su transgresión? (b) Entonces, ¿de qué manera fue que Adán murió en el día en que comió del fruto prohibido, y qué se puede decir de la prole de él?

23 Ahora, finalmente, le llegó el turno al hombre, el tercero en el orden de transgresión. Dios le había dicho que en el día que comiera del árbol del fruto prohibido positivamente moriría. (Génesis 2:17) Para que Eva su esposa diera a luz hijos con dolores de parto, se requeriría que Adán siguiera viviendo como esposo de ella y padre de sus hijos. Por eso, ¿cómo se llevó a cabo lo que Dios le había advertido?

24 Génesis 3:17-19 aclara cómo: “Y a Adán le dijo: ‘Porque escuchaste la voz de tu esposa y te pusiste a comer del árbol respecto del cual te di este mandato: “No debes comer de él,” maldito está el suelo por tu causa. Con dolor comerás su producto todos los días de tu vida. Y espinos y cardos hará crecer para ti, y tienes que comer la vegetación del campo. Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas al suelo, porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás.’” Con esas palabras judiciales, Jehová Dios le pronunció la sentencia de muerte al transgresor, y esto dentro del mismo día en el cual Adán había transgredido.

25 Judicialmente, desde el punto de vista de Dios, Adán murió aquel mismo día, y su esposa transgresora Eva también. Se les cortó la oportunidad y expectativa de vivir para siempre en felicidad en el Paraíso de Placer. Él ahora estaba muerto en su propia transgresión. De entonces en adelante solo podía pasar a su prole por medio de Eva una existencia moribunda y condenación, debido a la imperfección humana heredada. Toda su prole tendría que decir, como dijo el salmista David miles de años más tarde: “¡Mira! Con error fui dado a luz con dolores de parto, y en pecado me concibió mi madre.” (Salmo 51:5) A toda la humanidad pecaminosa Dios puede decir, como dijo a su pueblo escogido: “Tu propio padre, el primero, ha pecado.” (Isaías 43:27) Toda la humanidad murió en Adán en el día en que el Juez Supremo le pronunció la sentencia por su pecado. Después que Adán fue sentenciado, no había manera de que escapara de la muerte física.

26. Aun cuando un “día” se considera como mil años, ¿de qué manera murió Adán en el día en que transgredió, y qué cesó de ser?

26 Muy apropiadamente, el “libro de la historia de Adán” nos dice: “Llegó a ser padre de hijos e hijas. De modo que todos los días de Adán que él vivió ascendieron a novecientos treinta años, y murió.” (Génesis 5:1-5) Vivió setenta años menos de mil años. Ninguno de su prole ha vivido mil años completos, pues el que más vivió, Matusalén, vivió solo novecientos sesenta y nueve años. (Génesis 5:27) Hasta desde el que Dios considere mil años como un solo día, Adán murió dentro del primer “día” de mil años de la existencia de la humanidad. ¿A dónde fue cuando ocurrió su muerte física? Ni siquiera su “alma” (néphesh) había sido tomada del cielo, y él no “regresó” a ese lugar. Sí regresó al polvo del suelo, porque, como Dios dijo, de allí Adán había sido tomado. Él entonces cesó de ser un “alma viviente.” (Génesis 2:7) Cesó de existir. Cuando su esposa Eva murió una muerte física, ella, también, cesó de ser un “alma viviente.” No había ninguna alma que siguiera viviendo para siempre jamás según la mitología religiosa babilónica.

PÉRDIDA DEL PARAÍSO

27. ¿A qué parte de la Tierra aplicó la maldición del suelo, y qué significó para Adán y Eva el que Adán trabajara en suelo maldito?

27 La fraseología de la sentencia que Dios pronunció contra Adán especialmente las palabras acerca del “maldito . . . suelo,” significaba que Adán había de perder el Paraíso. Lo perdió. El Paraíso no fue maldito debido a la transgresión de Adán y Eva; continuó siendo un lugar de vida y todavía tuvo dentro el “árbol de la vida.” Génesis 3:20-24 nos informa:

“Después de esto Adán llamó a su esposa por nombre Eva, porque ella tenía que llegar a ser la madre de todo el que viviera. Y procedió Jehová Dios a hacer largas prendas de vestir de piel para Adán y para su esposa y a vestirlos. Y pasó Jehová Dios a decir: ‘Mira que el hombre ha llegado a ser como uno de nosotros al conocer lo bueno y lo malo, y ahora, para que no alargue la mano y efectivamente tome fruto también del árbol de la vida y coma y viva hasta tiempo indefinido,...’ Con eso Jehová Dios lo echó del jardín de Edén para que cultivase el suelo del cual había sido tomado. De modo que expulsó al hombre y situó al este del jardín de Edén los querubines y la hoja llameante de una espada que daba vueltas continuamente para guardar el camino al árbol de la vida.”

28. ¿Por qué ya no le era posible a Adán tener vida hasta tiempo indefinido?

28 Jehová Dios, que tenía el poder de dar la muerte, puso al hombre donde no pudiera alcanzar el árbol de la vida, para poner en vigor la pena de muerte en Adán. La esposa de Adán acompañó a su esposo para llegar a ser madre de los hijos de él. El registro no indica si Dios echó a la culebra que había sido utilizada para tentar a Eva. Ya a Adán y Eva no les era posible tener vida hasta tiempo indefinido.

29. (a) ¿Cómo puso Dios ahora “enemistad” entre la “mujer” y la “serpiente”? (b) ¿Qué efecto tuvo el propósito anunciado de Dios en su propósito original para la Tierra, y por qué podemos regocijarnos ahora?

29 No hay registro de que, fuera del jardín de Edén, Eva criara a sus hijos con odio a las culebras. Pero la organización celestial de santos ángeles de Dios, la verdadera “mujer” que se quiso decir en la profecía de Dios en Génesis 3:15, inmediatamente empezó a odiar a la Gran Serpiente, Satanás el Diablo. El amor a Jehová Dios como esposo celestial de ella impulsó a la organización semejante a mujer a hacer eso. Dios ciertamente puso enemistad entre Su “mujer” y la Gran Serpiente. Cuándo ella produciría la “descendencia” que magullaría la cabeza de la Gran Serpiente era algo abrazado por el propósito de Jehová Dios. Él había formado ahora su propósito en su Ungido, su Mesías, y había hecho que cielo y tierra supieran este hecho, ya hace casi seis mil años. Hace edades de tiempo desde eso. Este propósito añadido reforzó el propósito original de Dios acerca de una Tierra paradisíaca e hizo seguro su cumplimiento. El Dios inmutable todavía se apega a aquel propósito anunciado en su Ungido, Su Mesías. Podemos regocijarnos muchísimo por el hecho de que ahora va triunfando para bien del hombre.

[Preguntas del estudio]