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Disfrutando de la visión por anticipado de los mil años

Disfrutando de la visión por anticipado de los mil años

Capítulo 3

Disfrutando de la visión por anticipado de los mil años

1, 2. (a) ¿Será quemada nuestra Tierra en la guerra que habrá en Har-Magedón? (b) ¿Cómo se deduce si será así o no por lo que se les hace después a Satanás y sus demonios?

NUESTRO globo terrestre no será reducido a cenizas y humo por medio de ser quemado en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en Har-Magedón. Esto se deduce de lo que le sucede a Satanás el Diablo inmediatamente después de esa guerra. ¿Por qué? Porque a él y sus ángeles demoníacos se les encuentra todavía vivos en la Tierra, a la cual fueron arrojados en derrota después de haber estallado una guerra en el cielo después del nacimiento del reino mesiánico de Dios en los cielos. Hacia abajo fueron precipitados Satanás y sus demonios a la vecindad de la Tierra, para ser retenidos allí por un “corto período de tiempo.” (Revelación 12:7-13) Porque se les restringe a la Tierra a través de toda la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso,” es necesario que el ángel de Dios baje a la Tierra para seguir obrando contra ellos. Acerca de esto leemos lo siguiente en el relato que Juan da de su visión:

2 “Y vi un ángel que descendía del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en su mano. Y prendió al dragón, la serpiente original, que es el Diablo y Satanás, y lo ató por mil años. Y lo arrojó al abismo y lo cerró y lo selló sobre él, para que no extraviase más a las naciones hasta que terminasen los mil años. Después de estas cosas tiene que ser desatado por un poco de tiempo.”—Revelación 20:1-3.

3. ¿Es solo a Satanás el Diablo que se encierra en el abismo? ¿A qué guerrear por parte de él pone fin esto?

3 Cuando Satanás el Diablo fue echado del cielo, sus ángeles demoníacos fueron echados con él y restringidos a la vecindad de la Tierra. Por eso lo que se le hace al gobernante de ellos aplica también a ellos. Se les prende, encadena y encierra en el abismo con Satanás el Diablo por los mil años. Esto no solo hace que ya no sigan extraviando a las naciones mundanas, sino que también pone fin al guerrear de ellos contra los del resto de los herederos cristianos del reino mesiánico de Dios que todavía están en la Tierra. Acerca de esto, Revelación 12:13, 17 nos dice: “Ahora bien, cuando el dragón vio que fue arrojado abajo a la tierra, persiguió a la mujer que dio a luz al hijo varón [símbolo del reino mesiánico de Dios en los cielos]. Y el dragón se airó contra la mujer, y se fue para hacer guerra contra los que quedan de su descendencia, los cuales observan los mandamientos de Dios y tienen la obra de dar testimonio de Jesús.”

4, 5. (a) ¿Mata esa guerra a todo el resto del Reino y a la “grande muchedumbre”? ¿Qué testimonio tenemos acerca de esto? (b) ¿De la presencia de quién libra entonces a la Tierra el encerramiento de Satanás en el abismo?

4 Esta guerra diabólica no logra matar a todo el resto de herederos del reino que observan los mandamientos de Dios y dan testimonio de Su Hijo, Jesucristo. Tampoco logra matar a la “grande muchedumbre” que acepta este testimonio acerca del Mesías Jesús y que sale de todas las naciones de la Tierra y se une al resto del Reino para adorar a Jehová Dios en su templo espiritual. Como testimonio de que sobreviven, Revelación 7:9-15 dice lo siguiente acerca de esta “grande muchedumbre” que viene de todas las razas, naciones y tribus: “Estos son los que salen de la grande tribulación, y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Por eso es que están delante del trono de Dios; y le están rindiendo servicio sagrado día y noche en su templo; y El que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos.”

5 Así, el encerrar a Satanás y sus ángeles demoníacos en el abismo no deja a la Tierra desolada, sin habitantes humanos. Ese encerramiento en el abismo no libra a la Tierra de la presencia del resto de herederos del Reino ni de la “grande muchedumbre,” sino, más bien, de la presencia de Satanás el Diablo y sus ángeles demoníacos. Durante los mil años de aprisionamiento de ellos en el abismo estarán como si ‘no fueran.’—Compare con Revelación 17:8.

GOBERNANTES DE LA TIERRA POR MIL AÑOS

6. ¿Qué pregunta hace surgir acerca de la gobernación de la Tierra el encerramiento de Satanás en el abismo?

6 Ya Satanás el Diablo no será el gobernante del mundo de la humanidad ni el “dios” del sistema de cosas. (Juan 12:31; 14:30; 16:11; 2 Corintios 4:4) Entonces, ¿quién gobernará la tierra habitada durante los mil años en los cuales Satanás el Diablo esté encerrado en el abismo y ‘no sea’?

7. ¿Qué vio Juan en visión que contesta esta pregunta?

7 En la visión el apóstol Juan vio por quiénes se administraría la gobernación de la Tierra. Dice: “Y vi tronos, y hubo quienes se sentaron sobre ellos, y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios, y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre su frente y sobre su mano. Y llegaron a vivir y gobernaron como reyes con el Cristo por mil años. (Los demás de los muertos no llegaron a vivir sino hasta que fueron terminados los mil años.) Esta es la primera resurrección. Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre éstos no tiene autoridad la muerte segunda, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo, y gobernarán como reyes con él por los mil años.”—Revelación 20:4-6.

8, 9. (a) ¿Dónde se vio que estaban ubicados los tronos, y cuántos había realmente? (b) Por eso Juan estuvo viendo el principio de ¿qué “día”? ¿y qué dijo Pablo acerca de él en Atenas?

8 Los tronos que Juan vio estaban arriba en el cielo, no en la Tierra, porque éstos son los tronos de los que han de gobernar como reyes con el Cristo por mil años. Por lo tanto, no había una cantidad indefinida de tronos. Había la cantidad de 144.000, en correspondencia con los 144.000 israelitas espirituales que son sellados con el “sello del Dios vivo” y que siguen al Cordero Jesucristo “no importa adónde vaya.” (Revelación 7:1-8; 14:1-5) En los pasados miles de años durante los cuales Satanás el Diablo ha sido el “gobernante de este mundo” ha habido tan grande ausencia de justicia o ha habido tan mala administración de la justicia que será excelente que el poder de juzgar a la humanidad se encargue a estos 144.000 jueces asociados del Señor Jesucristo. Por eso, cuando el apóstol Juan vio aquellos 144.000 tronos y a los que se sentaron sobre ellos, estuvo viendo el principio del glorioso día judicial de que se habló al Tribunal del Areópago, Atenas, hace diecinueve siglos, con estas palabras:

9 “Dios . . . ha fijado el día en el que va a juzgar al mundo según justicia, por el hombre que ha destinado, dando a todos una garantía al resucitarlo de entre los muertos.”—Hechos 17:22-31, Biblia de Jerusalén, de 1967.

10, 11. ¿Qué clase de “almas” fueron las que vio Juan, y para qué obra estaban equipadas?

10 El apóstol Juan da más muestra de que los ocupantes de los tronos judiciales son los 144.000 coherederos del reino del Señor Jesucristo al pasar a decir: “Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios, y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre su frente y sobre su mano.”—Revelación 20:4.

11 El apóstol Juan no vio “almas” sin cabezas. Al usar la palabra descriptiva “almas” no estaba expresándose como los mediums espiritistas acerca de “espíritus separados del cuerpo.” Estaba usando la palabra “almas” de la manera que las Santas Escrituras inspiradas usan esa palabra, y quería decir seres vivientes y conscientes en cuerpos, por medio de los cuales expresaban sus personalidades. Solo que, para ocupar tronos judiciales en los cielos invisibles, sus cuerpos tendrían que ser cuerpos de espíritu o espirituales. En la consideración de la resurrección de los muertos, se nos dice en 1 Corintios 15:44: “Se siembra [en la muerte] cuerpo físico, se levanta cuerpo espiritual.” De manera que el apóstol Juan vio cuerpos celestiales vivos, conscientes, personas equipadas con habilidades mentales para obra de juicio, y a éstos Juan los identificó como los que habían sido “ejecutados con hacha” por el testimonio de Jesús y la Palabra de Dios.

“EJECUTADOS CON HACHA”

12. (a) ¿Han sido ejecutados con hacha literalmente todos los coherederos del reino de Cristo? (b) ¿Es Dios quien figurativamente ejecuta con hacha, o quién lo hace, y por qué?

12 No obstante, no todos los 144.000 coherederos del Reino de Jesucristo fueron ejecutados con hacha o decapitados por el testimonio que dieron acerca de Jesús y por hablar acerca de Dios. ¡No de manera literal! El apóstol Santiago, hermano carnal de Juan, fue muerto por la espada, posiblemente decapitado, por el rey Herodes Agripa I. (Hechos 12:1, 2) Según la tradición, el apóstol Pablo fue decapitado en Roma, Italia. (2 Timoteo 4:6-8) Pero no todos los 144.000 sufren una muerte de mártir por decapitación. Ciertamente no es Dios quien los ejecuta con hacha, ni literal ni figurativamente, puesto que es por hablar acerca de Él que son ejecutados con hacha. Es el estado político el que los ejecuta. En el caso del Imperio Romano, del cual el apóstol Juan fue prisionero en la isla penal de Patmos, este poder de ejecución estaba simbolizado por el hacha envuelta en un haz de varas con que se azotaba y decapitaba a los criminales. Este símbolo se llamaba las fasces, y lo portaban en procesión lictores delante del más alto magistrado romano. Benito Mussolini el duce del Partido Fascista popularizó este símbolo durante su régimen en Italia.

13. Según Revelación 20:4, ¿a qué se debe que el estado político por todo el mundo ejecute figurativamente a los 144.000 herederos del Reino con hacha?

13 En un sentido el estado político de este mundo ejecuta a los 144.000 herederos del Reino al juzgarlos indignos de vivir bajo su autoridad. Los sentencia a muerte, como si fuera. El apóstol Juan muestra claramente por qué se hace esto. ¿Cómo? Al mostrar, como Juan dice, que “no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen” y “no habían recibido la marca sobre su frente y sobre su mano.” En otras palabras, estos 144.000 herederos del Reino no habían adorado al estado político en ninguna de sus variadas expresiones por toda la Tierra. Tampoco había adorado el resto de estos herederos del Reino en este siglo veinte a la organización internacional para la paz y seguridad mundial conocida ahora como las Naciones Unidas, pero conocida anteriormente como la Sociedad de Naciones. La simbólica “bestia salvaje,” el estado político de alcance mundial, es lo que es arrojado en la destrucción simbolizada por el “lago de fuego que arde con fuego y azufre” en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en Har-Magedón.—Revelación 13:1-17; 14:9-11; 19:19, 20; 20:4.

14. ¿De qué manera no adoran a la bestia salvaje ni reciben su marca en la frente o mano los 144.000 herederos del Reino?

14 Los 144.000 herederos del Reino no adoran a la “bestia salvaje” simbólica; no se meten en su política, ni presentan la candidatura de ellos para puestos políticos, ni participan en el guerrear sanguinario de ella. Así, no reciben una marca en su frente ni en sus manos, como símbolo de que sean esclavos del Estado y estén prestándose para tomar mano activa en llevar a cabo las actividades mundanas de éste, que a menudo son bestiales. Tampoco adoran los 144.000 la “imagen de la bestia salvaje,” por medio de atribuir salvación a una organización internacional de hechura humana para la paz y seguridad mundial. Adoran solo al Dios acerca del cual hablan y dan su lealtad de súbditos a Él como el Soberano Universal. No magnifican al estado político terrestre, sino que dan testimonio de que Jesús, el Hijo de Dios, es el Cristo, el Mesías, a quien el Dios Altísimo ha nombrado para que gobierne al mundo de la humanidad por mil años. ¡Poco extraña que la “bestia salvaje” ejecute a los 144.000 como con hacha!

15. ¿Qué les sucede finalmente en la Tierra a los 144.000, y por qué pueden sentarse en tronos judiciales en el cielo?

15 Sea que terminen su carrera terrestre por la muerte violenta de mártir o no, los 144.000 herederos del Reino sí mueren por fin de manera física. Entonces, ¿cómo es que pueden entrar en el reino de los cielos y sentarse en esos tronos judiciales allá arriba? No es por ninguna inmortalidad del alma humana, sino que es por una resurrección de entre los muertos. Dice Juan acerca de “los que fueron ejecutados con hacha por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios”: “Y llegaron a vivir y gobernaron como reyes con el Cristo por mil años.”—Revelación 20:4.

16. Al llegar a vivir de nuevo, es como ¿qué clase de criaturas? ¿y hasta cuándo se extiende su vida desde ese momento?

16 “Llegaron a vivir” de nuevo, no en la Tierra como criaturas humanas o almas humanas, sino arriba en el cielo como hijos de Dios con vida de espíritus. Es en calidad de tales hijos que los ve el apóstol Juan en visión. Tienen un alcance de vida mayor que el de la humanidad hoy. Pueden vivir por más tiempo que Matusalén, que vivió 969 años. (Génesis 5:25-27) Pueden vivir por los mil años de su reinado con Cristo y de entonces en adelante hasta la eternidad sin fin, porque se les viste con inmortalidad al ser resucitados de entre los muertos. (1 Corintios 15:50-57) Al instante de ser resucitados están en la plenitud de vida, sin debilidad, sin corrupción, sin ninguna de la imperfección que anteriormente se había apegado a sus cuerpos físicos moribundos que habían heredado de los pecaminosos Adán y Eva. Están perfectamente vivos, justificados por Dios Todopoderoso a vida eterna en el espíritu.—1 Corintios 15:42-55.

17. (a) ¿Serán hechos instantáneamente perfectos después del encerramiento de Satanás en el abismo los de la “grande muchedumbre” de sobrevivientes de la “grande tribulación”? (b) ¿Cuándo podrán observar sin falla la ley de Dios, y por qué?

17 Para dar énfasis a esta diferencia entre su condición instantánea en la resurrección y la condición de los demás del mundo de la humanidad al principio de los mil años, el apóstol Juan pasa a decir: “Revivieron y reinaron con Cristo mil años. . . . los demás muertos no revivieron hasta que se acabaron los mil años.” (Apocalipsis Rev. 20:4, 5, Biblia de Jerusalén) Esto prueba que ni siquiera a la “grande muchedumbre” de adoradores que están en el templo espiritual de Dios, que son sobrevivientes de la “grande tribulación,” se les perfeccionará instantáneamente en su carne ni se les pronunciará dignos de la vida eterna en la Tierra inmediatamente después que se ate y encierre en el abismo a Satanás el Diablo y sus demonios. Por medio de las edificadoras ayudas y bendiciones del reinado de mil años de Jesucristo, progresarán gradualmente a perfección humana y a la condición de poder vivir sin pecado en la carne y observar sin falla las leyes de Dios. Pero, ¿qué hay de los miles de millones de criaturas humanas que duermen en tumbas conmemorativas terrestres y aguas sepulcrales?

18. (a) Entre los que saldrán del Hades durante el milenio estará ¿qué simpatizante humano de Jesús? (b) ¿Cuándo alcanzarán la perfección humana esos muertos humanos resucitados, y cómo?

18 Con relación a éstos, la vista previa de los mil años recibida por Juan nos muestra lo que les sucede, al decir: “Y el mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los muertos que habían en ellos, y fueron juzgados individualmente según sus hechos.” (Revelación 20:13) Entre los que saldrán así del Hades o el sepulcro común de la humanidad muerta estará aquel malhechor que fue colgado en un madero de ejecución al lado de Jesús, a quien Jesús dijo: “Verdaderamente te digo este día: Conmigo estarás en el Paraíso.” (Lucas 23:43, traducción de Rotherham; Traducción del Nuevo Mundo) Este malhechor saldrá del Hades al Paraíso terrestre restablecido para la humanidad por el reino de Jesucristo. En ese Paraíso el malhechor compartirá con todos los demás muertos humanos resucitados la oportunidad de corregir su proceder de vida y de ser sanado de la imperfección y pecaminosidad humana. De esta manera, para el fin de los mil años del reinado de Cristo podrá alcanzar la meta de perfección humana a la imagen y semejanza de Dios. Sin embargo, todos los que alcancen la perfección humana y la condición de estar sin pecado en la Tierra para el fin de los mil años tendrán que ser sometidos a una prueba final de su lealtad a la gobernación soberana universal de Dios, para retener su vida perfecta.

19. (a) Por eso, ¿cómo es que “los demás de los muertos no llegaron a vivir sino hasta que fueron terminados los mil años”? (b) ¿Qué se les hace a los que no pasan con buen éxito la prueba de lealtad a la soberanía de Dios?

19 Las criaturas humanas perfeccionadas en la Tierra que mantengan su integridad y demuestren que son fieles a la gobernación legítima de Dios serán declaradas justas por el Juez Supremo, Jehová Dios. Él declarará dignos de la vida eterna a estos inocentes, y les asignará el derecho a la vida sin fin en felicidad en el Paraíso terrestre. Libres de toda condenación, estos individuos obedientes ahora realmente viven desde el punto de vista perfecto de Dios. De esta manera es, pues, que “los demás de los muertos no llegaron a vivir sino hasta que fueron terminados los mil años.” (Revelación 20:5) Las criaturas humanas perfeccionadas que no pasan con fidelidad esa prueba de lealtad piadosa después de terminar los mil años serán destruidas para siempre, tal como Juan presenta el asunto en su vista por anticipado, al decir: “Y la muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esto significa la muerte segunda: el lago de fuego. Además, cualquiera que no se halló escrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.” (Revelación 20:14, 15) De modo que estos desleales no alcanzan la vida eterna.

“LA PRIMERA RESURRECCIÓN”

20-22. (a) Cuando Juan vuelve a considerar “la primera resurrección,” ¿por qué surge una pregunta en cuanto a Efesios 2:1-6? (b) De manera similar, ¿qué hay de Colosenses 2:11-13, donde Pablo considera la circuncisión cristiana?

20 Después de intercalar esa declaración acerca de los “demás de los muertos,” el apóstol Juan alude nuevamente al llegar a vivir de nuevo o revivir por parte de los que fueron “ejecutados con hacha por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios” y pasa a decir: “Esta es la primera resurrección. Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre éstos no tiene autoridad la muerte segunda, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo, y gobernarán como reyes con él por los mil años.”—Revelación 20:5, 6.

21 ¿Pudiera ser de esta “primera resurrección” de estos 144.000 coherederos del reino del Cristo que el apóstol Pablo esté hablando en Efesios 2:1-6? Allí el apóstol escribe a los cristianos del primer siglo en la ciudad de Éfeso, Asia Menor, y dice: “Y a vosotros que estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales vivisteis en otro tiempo según el proceder de este mundo, según el Príncipe del imperio del aire, el Espíritu que actúa ahora en los rebeldes. . . . Pero Dios, rico en misericordia, por el grande amor con que nos amó, estando muertos a causa de nuestros delitos, nos vivificó juntamente con Cristo —por gracia habéis sido salvados— y con él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos en Cristo Jesús.”—Biblia de Jerusalén, católica romana, de 1967.

22 De manera similar, al considerar la circuncisión cristiana con cristianos de Colosas, Asia Menor, el apóstol Pablo escribió: “Fuistes circuncidados . . . por la circuncisión en Cristo. Sepultados con él en el bautismo, con él también habéis resucitado por la fe en la acción de Dios, que lo resucitó de entre los muertos. Y a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y en vuestra carne incircuncisa, os vivificó juntamente con él y nos perdonó todos nuestros delitos.”—Colosenses 2:11-13, BJ.

23. (a) Porque los textos bíblicos ya mencionados se refieren a una de las “primeras” experiencias de la vida del cristiano, ¿qué dice la New Catholic Encyclopedia (Nueva Enciclopedia Católica) acerca de la “primera resurrección”? (b) Por lo tanto, ¿qué dice del que se ate a Satanás por mil años?

23 Tenemos que admitir que este pasar de la muerte a la vida de modo figurativo, o en sentido espiritual, es una de las ‘primeras’ experiencias en la carrera del cristiano. Por eso, tomando esta experiencia por la “primera resurrección” mencionada en Revelación 20:5, 6, la New Catholic Encyclopedia (Nueva Enciclopedia Católica, en inglés, propiedad registrada en 1967) pasa a decir lo siguiente bajo el título “Millenarianism” (Milenarismo):

. . . La “primera resurrección” simboliza el Bautismo, . . . por el cual uno comparte la resurrección de Cristo. . . . Todos los fieles, tanto los que están en la Tierra como los que están en el cielo, participan en el reinado de 1.000 años de Jesús, un símbolo para la entera duración de vida de la Iglesia considerada en su aspecto glorioso desde la Resurrección de Cristo hasta el Juicio Final, . . . El encadenamiento de Satanás durante este mismo período significa que la influencia de Satanás ha sido reducida notablemente, no completamente removida. La influencia de Satanás disminuye como resultado de la eficacia de la Redención de Cristo. Después de una lucha final cerca del fin del tiempo . . . Satanás será completamente vencido por Cristo. . . .

24, 25. ¿Por cuánto tiempo se ha extendido la duración de vida de la Iglesia desde el Pentecostés de 33 E.C., y qué dice Pablo acerca de gobernar como reyes en la congregación cristiana durante su tiempo?

24 ¿Armoniza esa explicación de la “primera resurrección” con lo que Juan escribe en Revelación 20:1-6? Bueno, desde el día de la Fiesta de las Semanas en el año 33 E.C., cuando la congregación cristiana en Jerusalén empezó a ser bautizada con el espíritu santo de Dios, hasta ahora, la “duración de vida de la Iglesia” no ha resultado ser solo mil años, sino casi el doble de eso. Durante todos esos casi dos milenios, ¿ha ‘reinado’ algún miembro de la congregación cristiana verdadera, aun en medio de la congregación misma?

25 ¿Quiénes de los apóstoles ‘reinaron’? ¡No el apóstol Pablo! Porque él escribió a ciertos miembros ambiciosos de la congregación de Corinto: “Han empezado a gobernar como reyes SIN nosotros, ¿verdad? Y verdaderamente desearía que hubiesen empezado a gobernar como reyes, para que nosotros también gobernásemos con ustedes como reyes. Porque me parece que Dios nos ha puesto a nosotros los apóstoles como los últimos en exhibición como hombres designados para muerte, porque hemos venido a ser un espectáculo teatral al mundo, y a los ángeles, y a los hombres.” (1 Corintios 4:8, 9) A su compañero misional Timoteo, él presentó el asunto de reinar como algo que viene después de la muerte física del cristiano, al decir: “Fiel es el dicho: Ciertamente si morimos juntos, también viviremos juntos; si seguimos aguantando, también gobernaremos juntos como reyes; si negamos, él también nos negará a nosotros.”—2 Timoteo 2:11, 12.

26. Según las palabras de Jesús a los laodicenses, ¿qué se muestra acerca de reinar el cristiano en la Tierra desde el día de su bautismo?

26 ¿Y qué hay del apóstol Juan? Mientras estuvo en la isla penal romana de Patmos como exiliado, citó a los cristianos de Laodicea estas palabras del Señor Jesucristo resucitado: “Al que venza yo le concederé sentarse conmigo en mi trono, así como yo vencí y me senté con mi Padre en su trono.” (Revelación 3:21) Todo el reinar era futuro, después de la muerte física de los discípulos fieles de Jesucristo. No habría ningún reinar en esta Tierra, desde el día del bautismo del cristiano en agua.

27, 28. (a) ¿Los representa Revelación 20:4 llegando a vivir desde una muerte figurativa por un bautismo voluntario en agua? (b) ¿Por medio de qué se pinta que viene la muerte, y por qué, y, por eso, de qué clase de muerte tiene que ser la “primera resurrección”?

27 ¿Por medio de qué clase de resurrección es que “llegaron a vivir y gobernaron como reyes con el Cristo por mil años”? ¿Por una resurrección figurativa, o por una resurrección literal de la muerte propiamente dicha y el sepulcro? Revelación 20:4 no se refiere a llegar a vivir ellos desde la muerte figurativa que experimentan voluntariamente cuando son bautizados en agua como Jesús mismo lo fue. No, sino que es de la muerte que experimentan cuando son “ejecutados con hacha por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios.”

28 Esta ‘ejecución con hacha’ no les viene por voluntad de ellos, sino por voluntad de los enemigos de Dios y de Cristo, y ocurre después del bautismo de ellos en agua y debido a que dan testimonio de Jesús como el Cristo y hablan acerca de Dios como el justo y propio Gobernante del universo (incluso nuestra Tierra). Esta ‘ejecución con hacha’ resulta con el tiempo en una muerte física verdadera. Por consiguiente, el que ‘lleguen a vivir de nuevo’ para gobernar como reyes es de una muerte literal, física, y no de una muerte figurativa que acontezca al tiempo del bautismo en agua. Así mismo, el gobernar como reyes no empieza en la Tierra después de una resurrección espiritual que acontece después de haberse bautizado en agua. La resurrección que se quiere decir en Revelación 20:4-6 es la resurrección verdadera, literal, del sueño de la muerte en Seol o el sepulcro común de la humanidad.

29, 30. (a) ¿Es cierto de los que simplemente han tenido una resurrección figurativa que “sobre éstos no tiene autoridad la muerte segunda”? (b) ¿Qué dice Pablo acerca de esto en Hebreos 10:26-31?

29 Otro punto que suministra prueba de esto no debe ser pasado por alto: Revelación 20:6 dice: “Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre éstos no tiene autoridad la muerte segunda.” Esa muerte segunda está simbolizada por el “lago de fuego que arde con azufre.” (Revelación 19:20; 20:14) ¿Es cierto esto de los que simplemente han sido bautizados con agua y que han sido vivificados espiritualmente de la muerte en transgresiones y pecados y que han sido levantados juntos espiritualmente y han sido ‘sentados en los lugares celestiales en unión con Cristo Jesús’? (Efesios 2:1, 5, 6) No, todavía es posible para estos bautizados resultar infieles mientras están en la Tierra sometidos a prueba y llegar a recibir la pena de la “muerte segunda,” la aniquilación total. Por eso el apóstol Pablo dio esta advertencia a los cristianos bautizados y ungidos de Corinto, Grecia: “El que piensa que está en pie, cuídese que no caiga.” (1 Corintios 10:12) Además, Hebreos 10:26-31 da esta amonestación a los cristianos bautizados y ungidos:

30 “Si practicamos el pecado voluntariosamente después de haber recibido el conocimiento exacto de la verdad, no queda ya sacrificio alguno por los pecados, sino que hay cierta horrenda expectativa de juicio y hay celo ardiente que va a consumir a los que se oponen. Cualquiera que ha desatendido la ley de Moisés muere sin compasión, por el testimonio de dos o tres. ¿De cuánto más severo castigo piensan ustedes que será considerado digno el que ha pisoteado al Hijo de Dios y que ha estimado como de valor ordinario la sangre del pacto por la cual fue santificado, y que ha ultrajado con desdén el espíritu de bondad inmerecida? Porque conocemos al que dijo: ‘Mía es la venganza; yo recompensaré’; y otra vez: ‘Jehová juzgará a su pueblo.’ Es cosa horrenda caer en las manos del Dios vivo.”

31. ¿Qué dice acerca de esto Hebreos 6:4-8?

31 Además, en Hebreos 6:4-8 leemos: “Es imposible tocante a los que una vez por todas han sido iluminados, y que han gustado el don gratuito celestial, y que han llegado a ser participantes de espíritu santo, y que han gustado la excelente palabra de Dios y los poderes del sistema de cosas venidero, pero que han caído en la apostasía, revivificarlos otra vez al arrepentimiento, porque de nuevo fijan en el madero al Hijo de Dios para sí mismos y lo exponen a vergüenza pública. Por ejemplo, la tierra que embebe la lluvia que a menudo viene sobre ella, y que luego produce vegetación apropiada para aquellos para quienes también es cultivada, recibe en cambio una bendición de Dios. Pero si produce espinos y abrojos, es rechazada y está próxima a ser maldecida; y termina por ser quemada.”

32. Los cristianos que no están sujetos a la “autoridad” de la “muerte segunda” o no reciben daño de ella son solo los cristianos que experimentan ¿qué clase de resurrección?

32 En vista de esto, la “primera resurrección” no es esa resurrección figurativa que viene después del bautismo en agua y que deja al bautizado todavía expuesto a la posibilidad de la “muerte segunda,” expuesto a su “autoridad.” Es la resurrección real, literal, del Seol a la vida como hijo de Dios con vida de espíritu en los cielos invisibles a los cuales ascendió Jesucristo mismo. A éstos aplica esta promesa de Jesús: “Pruébate fiel hasta la misma muerte, y yo te daré la corona de la vida. El que tiene oído oiga lo que el espíritu les dice a las congregaciones: El que venza no recibirá daño de ninguna manera de la muerte segunda.” (Revelación 2:10, 11) Los que tienen parte en la “primera resurrección” no pueden recibir daño de la “muerte segunda” y no están sujetos a su “autoridad” porque en esta resurrección han sido vestidos de inmortalidad e incorrupción.—1 Corintios 15:53, 54.

33. ¿De qué dos maneras se le puede llamar “la primera resurrección”?

33 Ahora podemos comprender por qué se le llama “la primera resurrección.” Es porque es la misma clase de resurrección que tuvo Jesucristo al tercer día de su muerte, una resurrección a instantánea plenitud de vida, de modo que el resucitado Jesucristo llegó a ser “el primogénito de los muertos.” (Revelación 1:5; Colosenses 1:18) Antecede al ‘llegar a vivir’ de los “demás de los muertos.” No solo es primera en tiempo, sino también “primera” por ser la mejor resurrección que pudieran tener los muertos. Es una resurrección a vida incorruptible, inmortal, de hijo de Dios con vida de espíritu en los propios cielos de Dios.

34. ¿Cómo son santos los que participan en la “primera resurrección”?

34 Ciertamente, pues, se puede exclamar: “Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección.” (Revelación 20:6) Son verdaderamente ‘santos’ porque no es posible que cometan ninguna infidelidad que merezca “la muerte segunda.” Además, por esta resurrección se les hace posible ser “sacerdotes de Dios y del Cristo” en los cielos y ‘gobernar como reyes con él por los mil años.’ Satanás el Diablo no será el gobernante del mundo entonces.

“MIL AÑOS” VERDADEROS Y PRECISOS

35, 36. (a) ¿Han experimentado los cristianos, desde el bautismo, una disminución en la influencia de Satanás debido a la “eficacia de la Redención de Cristo”? (b) ¿Cuál sería la realidad según los consejos de Pedro y Pablo?

35 De modo que el encadenar y encerrar a Satanás el Diablo y sus ángeles demoníacos en el abismo no significa lo que dice la New Catholic Encyclopedia, a saber, la reducción notable de la influencia de Satanás durante el sistema de cosas actual, una disminución de la influencia de Satanás que fuera el resultado de la “eficacia de la Redención de Cristo.” Ciertamente los cristianos verdaderos en la Tierra no han sentido tal mengua en la influencia de Satanás, ninguna notable reducción de ella, desde que se bautizaron en agua. Al contrario de eso, al apóstol Pedro, hacia el fin de su vida terrestre, se le hizo necesario escribir esta advertencia a los cristianos “Mantengan su juicio, sean vigilantes. Su adversario, el Diablo, anda en derredor como león rugiente, procurando devorar a alguien.” (1 Pedro 5:8) Por la misma razón el apóstol Pablo les dio este consejo:

36 “Pónganse la armadura completa que proviene de Dios para que puedan estar firmes contra las maquinaciones del Diablo; porque tenemos una lucha, no contra sangre y carne, sino contra los gobiernos, contra las autoridades, contra los gobernantes mundiales de esta oscuridad, contra las fuerzas espirituales inicuas en los lugares celestiales. Por esta causa tomen la armadura completa que proviene de Dios, para que puedan resistir en el día inicuo y, después de haber hecho todas las cosas cabalmente, estar firmes.”—Efesios 6:11-13.

37. ¿Qué indica Revelación 12:17 en cuanto a si Satanás ha estado encadenado figurativamente desde el acto de redención de Cristo?

37 Además, en Revelación 12:1-17, el apóstol Juan describe con símbolos el nacimiento del reino mesiánico de Dios y las operaciones del “dragón grande,” “la serpiente original, el que es llamado Diablo y Satanás,” después que éste ha sido echado del cielo y abajo a nuestra Tierra. Entonces, como advertencia especial a los verdaderos cristianos en este siglo veinte en el cual ocurren estas cosas, Juan añade estas palabras: “Y el dragón se airó contra la mujer, y se fue para hacer guerra contra los que quedan de su descendencia, los cuales observan los mandamientos de Dios y tienen la obra de dar testimonio de Jesús.” (Revelación 12:17) ¿Suena todo eso como alguna reducción notable del poder e influencia de Satanás para con los cristianos después del bautismo de éstos en agua? ¿Es esto un encadenar a Satanás?

38. A Satanás se le ata y echa en el abismo para evitar que siga extraviando ¿a quiénes?

38 No obstante, según lo que el apóstol Juan realmente dice, ¿por qué se prende, encadena y arroja al abismo a Satanás el Diablo? Es “para que no extraviase más a las naciones hasta que terminasen los mil años.” (Revelación 20:1-3) Con la palabra “naciones” Juan no quiere decir los 144.000 herederos bautizados y ungidos del Reino, sino personas que no son seguidores e imitadores verdaderos y genuinos del Señor Jesucristo. Cuando al Diablo se le arroja del cielo se le llama “Satanás, que está extraviando a toda la tierra habitada.” (Revelación 12:9) Los fieles 144.000 herederos del Reino no son parte alguna de esas “naciones” de la tierra habitada que están siendo extraviadas. Por eso, no es el que se siga extraviando a los 144.000 que participan en la “primera resurrección” lo que se detiene por medio de atar y encerrar en el abismo a Satanás el Diablo y sus ángeles demoníacos, sino el que se siga extraviando a las “naciones.”

39. ¿Ha habido una reducción del extravío de las naciones por Satanás desde el Pentecostés de 33 E.C.? ¿Qué predice Revelación 12:12?

39 Entonces, ¿ha sido disminuido, reducido, hecho menos, el extravío de esas naciones por Satanás el Diablo durante estos más de mil novecientos años desde el bautismo de la congregación cristiana con el espíritu santo de Dios en el día de la Fiesta de las Semanas en Jerusalén en 33 E.C.? A esta pregunta, ¿quién hay que esté tan ciego y tan poco familiarizado con la historia humana que responda: Sí? Lo contrario ha sido lo cierto. Hoy, en esta era del más grande esclarecimiento de la humanidad en sentido científico, las “naciones” mundanas están siendo extraviadas a un grado nunca antes conocido, y con consecuencias más serias. ¿Por qué? Porque este engaño internacional por Satanás y sus demonios significa la destrucción de todas estas naciones extraviadas en el futuro muy cercano. Con buena razón la “voz fuerte en el cielo” dijo lo siguiente cuando se echó a Satanás el Diablo: “Ay de la tierra y del mar, porque el Diablo ha descendido a ustedes teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto período de tiempo.”—Revelación 12:10-12.

40, 41. (a) Así, ¿qué argumento de religiosos en cuanto a los mil años en los cuales Satanás está atado queda probado falso? (b) ¿Qué necesita la humanidad que suceda de manera verdadera, y quiénes están cifrando sus esperanzas ahora en el reinado milenario de Cristo?

40 ¡Así se prueba que es falso este argumento que presentan religiosos de la cristiandad en el sentido de que los “mil años” en los cuales Satanás el Diablo está en el abismo no significan mil años literales, sino que aplican a la “entera duración de vida de la Iglesia” en la Tierra (que ya se ha extendido por más de 1.900 años)!

41 Según el horario o arreglo de tiempos de la Biblia, el principio del séptimo milenio de la existencia de la humanidad en la Tierra está cercano, dentro de esta generación. Ahora como en ningún tiempo en el pasado los habitantes de la Tierra necesitan que se ate y eche en el abismo a Satanás el Diablo de manera verdadera. Los acontecimientos mundiales que han de venir inmediatamente antes de esto ya están por suceder, y el gran adversario y opresor de la humanidad será sellado en el abismo por un tiempo que abarcará diez siglos. ¡La gobernación real de Cristo y su congregación resucitada para mil años de paz y bendición que recibirá la familia humana está ante nosotros con todas sus gloriosas posibilidades! Una “grande muchedumbre” de dedicados creyentes de la Biblia que ahora cifran sus esperanzas en el reinado milenario de Cristo tienen seguridad divina de que se les preservará de la muerte y se les introducirá en ese período, el más brillante de toda la historia humana. ¡Qué expectativa bendita para ellos!

42. ¿Qué preguntas surgen en cuanto a la actitud de la “grande muchedumbre” para con sus gobernantes milenarios, y, por eso, qué es oportuno que consideremos?

42 ¿No se cansará esa “grande muchedumbre” de tener sobre sí los mismos gobernantes por mil años? ¿No querrá un cambio de gobierno mucho tiempo antes de terminar ese período, y clamarán pidiendo elecciones populares de un conjunto diferente de gobernantes? O, más bien, ¿no aprenderán a amar con intensidad creciente a estos sacerdotes y reyes celestiales que tendrán sobre sí y agradecerán el que éstos permanezcan en su puesto durante todo el tiempo que Dios ha señalado? Estas son preguntas serias, porque bajo este reino milenario esta “grande muchedumbre” tendrá la oportunidad de vivir por todo el tiempo que dure ese gobierno celestial... mil años, y después de eso hasta tiempo sin fin. Al considerar ahora estas interesantes preguntas, se nos hace oportuno examinar más detenidamente qué clase de reyes y sacerdotes habrá y lo preciosos que serán sus servicios a toda la humanidad, los sobrevivientes vivos y los muertos. (2 Timoteo 4:1) Esto exige que examinemos sus antecedentes del pasado y lo que el Dios Altísimo ha requerido de ellos para contarlos dignos de servir como reyes y sacerdotes milenarios.

[Preguntas del estudio]

[Ilustración de la página 32]

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